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Fondos de Maniobra

El fondo de maniobra, también conocido como capital de trabajo, es una


medida financiera que indica la capacidad de una empresa para cumplir con
sus obligaciones a corto plazo utilizando sus activos corrientes (disponibles en
un año o menos) y pasivos corrientes (vencen en un año o menos).
Proporciona una indicación de la liquidez y la solvencia de la empresa en el
corto plazo.

Cálculo del fondo de maniobra:


El fondo de maniobra se calcula restando los pasivos corrientes (como cuentas
por pagar, préstamos a corto plazo, impuestos por pagar, entre otros) de los
activos corrientes (como efectivo, cuentas por cobrar, inventarios, inversiones a
corto plazo, entre otros). La fórmula es la siguiente:

Fondo de Maniobra = Activos Corrientes – Pasivos Corrientes


Un resultado positivo indica que los activos corrientes son mayores que los
pasivos corrientes, lo que implica que la empresa tiene suficientes recursos
para cumplir con sus obligaciones a corto plazo. Un resultado negativo significa
que los pasivos corrientes superan a los activos corrientes, lo que puede
indicar dificultades para cumplir con las obligaciones. Importancia del capital
de trabajo:
El capital circulante es una importante medida de la salud financiera de una
empresa porque está directamente relacionado con la capacidad de una
empresa para continuar operando y para financiar actividades comerciales a
corto plazo. Algunos de los motivos de su importancia son:
Cumplir con las obligaciones a corto plazo: un capital de trabajo adecuado
garantiza que la empresa pueda pagar a sus proveedores, empleados y otros
acreedores a tiempo.
Flexibilidad financiera: el capital de trabajo activo proporciona flexibilidad para
afrontar circunstancias imprevistas o aprovechar oportunidades de negocio.
Capacidad de crecimiento de la financiación: el capital de trabajo activo puede
apoyar el crecimiento y la expansión empresarial proporcionando recursos para
invertir en activos adicionales y operaciones de financiación.
Evaluación de la eficiencia operativa: el capital circulante también puede
reflejar la eficiencia con la que una empresa gestiona su capital circulante y
convierte los activos existentes en efectivo. Gestión y mejora del capital
circulante:
La eficaz gestión del capital circulante implica la optimización de los activos y
pasivos corrientes para mantener un equilibrio saludable. Algunas estrategias
de gestión del capital circulante incluyen:
Gestión de inventarios: Mantener niveles óptimos de inventario para evitar
costes excesivos de inventario y escasez de productos.
Gestión de cuentas a cobrar: mejore las condiciones de pago de los clientes y
cree políticas de crédito efectivas para cobros más rápidos.
Gestión de acreedores: negociar condiciones de pago favorables con sus
proveedores y mejorar el flujo de caja. Mejorar la eficiencia operativa: identificar
y eliminar las deficiencias en los procesos empresariales para acortar ciclos de
transferencia de efectivo. Financiación adecuada: acceso a fuentes de
financiación adecuadas, tales como líneas de crédito a corto plazo, para apoyar
el capital circulante cuando sea necesario.
El capital circulante es una métrica clave para evaluar la salud financiera de
una empresa y su capacidad para cumplir con sus obligaciones a corto plazo.
La gestión eficaz del capital circulante contribuye a la estabilidad y crecimiento
empresarial.

Los ratios financieros

Los ratios financieros son una herramienta importante utilizada en el análisis


financiero para evaluar la salud financiera, el rendimiento y la eficiencia de un
negocio. Proporcionan una visión cuantitativa de todos los aspectos de un
negocio y ayudan a los inversores, analistas y gestores a tomar decisiones
informadas. Éstos son algunos de los ratios financieros más populares:

Tasa de liquidez:

Ratio de liquidez actual: calcula la capacidad de una empresa para pagar sus
obligaciones a corto plazo. Se obtiene dividiendo el activo corriente entre el
pasivo corriente. Ratio rápido (test ácido): mide la liquidez de una empresa sin
tener en cuenta el inventario. Se calcula dividiendo el activo corriente (efectivo,
efectivo y cuentas a cobrar) entre el pasivo corriente. Rentabilidad:

Beneficio bruto: calcula el beneficio bruto como porcentaje de las ventas.


Ayuda a evaluar la eficiencia de la empresa en la gestión de costes de
producción. Margen de beneficio neto: mide el beneficio neto como porcentaje
de las ventas. Indica la rentabilidad global de un negocio después de
considerar todos los gastos. Retorno de la inversión (ROI): determina la
rentabilidad de una inversión empresarial. Se calcula dividiendo el beneficio
neto por el capital invertido. Tasa de empleo:
Ratio de endeudamiento: se refiere a la relación entre el total de pasivos de la
empresa y el total de activos. Ayuda a evaluar el nivel de riesgo financiero de la
empresa. Ratio de cobertura de intereses: evalúa la capacidad de una
empresa para pagar los gastos de intereses. Se calcula dividiendo las
ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) por el gasto por intereses.
Informe de eficiencia:

Rotación de inventarios: medida de la eficiencia que una empresa gestiona su


inventario. Se calcula dividiendo el coste de las mercancías vendidas por el
inventario medio. Ratio de rotación de cuentas a cobrar: evalúa la eficacia de la
gestión de créditos y los cobros de una empresa. Se calcula dividiendo las
ventas anuales por la media de cuentas a cobrar. Perspectivas del mercado:

Relación precio-beneficio (P/E): el precio de mercado de una bolsa se


compara con las ganancias por acción. En stock. Ayuda a evaluar si las
acciones de la empresa están sobrevaloradas o infravaloradas en el mercado.
Relación precio en libro (P/B): el precio de una acción se compara con su valor
contable por acción. En stock. Proporciona la valoración de una empresa en
relación con su patrimonio neto. Éstos son sólo algunos ejemplos de los ratios
financieros disponibles. Es importante tener en cuenta que los datos maestros
deben utilizarse conjuntamente y en un contexto relevante, teniendo en cuenta
el sector y la idiosincrasia de la empresa. También se recomienda comparar el
ratio con empresas similares o la industria en general para una valoración
más precisa.

Análisis económico y financiero

El análisis económico-financiero, también conocido como análisis de estados


financieros, análisis de balances o análisis contable, es un conjunto de técnicas
para diagnosticar la situación de la empresa, detectar reservas y tomar las
decisiones adecuadas. Su utilidad está en función del objetivo que se defina en
el estudio y de la posición de quien lo realiza: desde una perspectiva interna, la
dirección de la empresa puede tomar decisiones que corrijan los puntos débiles
que puedan amenazar el futuro, así como potenciar los puntos fuertes para
alcanzar los objetivos; desde una perspectiva externa, resultan de utilidad para
las personas y organizaciones interesadas en conocer la situación y evolución
previsible de la empresa. En Cuba, en la Resolución Económica del V
Congreso del Partido Comunista de Cuba se consigna: “…En las nuevas
condiciones en que opera la economía, con un mayor grado de
nodescentralización y más vinculados a las exigencias de la competencia
internacional, el control oportuno y eficaz de la actividad económica es esencial
para la dirección a cualquier nivel. Así, los principales usuarios del análisis
económico-financiero son: dirección de la empresa; empleados, comités de
empresa y sindicatos; entidades de crédito; accionistas; proveedores; clientes;
auditores; competidores; analistas financieros; inversores y potenciales
compradores de la empresa, entre otros. El diagnóstico de estados financieros
se debe complementar con un diagnóstico global de la organización que
abarque todas las áreas de la empresa. El diagnóstico y las medidas
oportunas ayudan a alcanzar los siguientes objetivos:
Supervivencia: mantener su trabajo, cumplir con las promesas que le hicieron.
Rentabilidad: Conseguir beneficios suficientes para recompensar a los
accionistas, los fondos de inversión y equilibrar la rentabilidad y la liquidez.
Crecimiento: aumentar las ventas, la cuota de mercado y los beneficios. Sin
embargo, el análisis de los estados financieros tiene algunas limitaciones a
tener en cuenta, como:
Los datos hacen referencia al final del ejercicio fiscal, por lo que a menudo se
basa en datos históricos y pierde la perspectiva de lo ocurrido durante este
período. En ocasiones, las empresas manipulan sus números contables para
no reflejar completamente la situación real. El efecto de la inflación no se refleja
en el balance. Los datos de los sectores en los que operan las empresas no
siempre están disponibles para su comparación. El análisis económico y
financiero responde a una de las tres dimensiones del control de gestión (la
dimensión económica) y proporciona a la dirección las herramientas necesarias
para gestionar la empresa y adaptarla a su entorno. Por su parte, entre las
orientaciones de política económica y social del partido y de la revolución, la
Directiva 11 dice lo siguiente: “El control externo de la gestión de las entidades
se basará fundamentalmente en la economía financiera. El sistema de
información es más racional. Él control eficaz de la parte económica y
financiera de la empresa garantiza la consecución de los objetivos marcados
en el plan estratégico y, por tanto, es garantía de la integridad de la
organización. Los registros de datos brutos son esenciales para la toma de
decisiones basadas en la interpretación de los estados financieros. En
concreto, el Decreto nº. 252-2007 indica la necesidad de disponer de cuentas
que reflejen las realidades económicas; La Resolución nº. 60/11 establece que
para mantener razonablemente la eficacia del sistema de control interno, las
entidades deben utilizar sistemas contables y financieros homologados. El
análisis de cuentas puede evaluar la situación económico-financiera de la
empresa, es decir, la situación financiera: la capacidad de hacer dinero de la
empresa, la rentabilidad y el tiempo hasta la rentabilidad en el sentido más
amplio. Se considera el motor de la empresa y se mide por el rendimiento de
sus activos (rentabilidad financiera). Situación financiera: la capacidad para
atender y cumplir con las obligaciones financieras de la empresa en todo
momento. Contiene tres dimensiones: liquidez, solvencia y pasivo. Fase de
análisis económico y financiero
Establecimiento de objetivos: le permite centrarse en la información relevante
para su investigación, mejorando la eficiencia analítica. Se definen formas de
análisis: análisis estático, en el que la investigación se realiza durante un
período de tiempo determinado; y el análisis dinámico, en el que se examinan
los desarrollos para obtener información que permita realizar predicciones
futuras. Defina métodos de análisis: le permite convertir los datos en
información útil para la toma de decisiones. Las cuentas anuales de una
organización y otras partidas públicas son fuentes de datos. Los métodos más
comunes son: cálculo porcentual (análisis longitudinal y horizontal), cálculo de
la ratio y análisis de tendencias (representación gráfica). Diagnóstico e
interpretación: La situación económica y financiera de la empresa se evalúa e
interpreta a la luz de los métodos utilizados y se apoya en un adecuado
tratamiento de la estructura del capital circulante de la empresa para garantizar
que se mantiene una viabilidad financiera suficiente para su funcionamiento.
Análisis de los impulsores de acción: En los casos en los que el análisis
económico y financiero es desfavorable, el método DuPont permite desglosar la
relación a su nivel más bajo con el máximo detalle posible; Entonces, mediante
alternativas sucesivas, se identifican las causas del comportamiento negativo
que afectan a esta relación. Sugerencia: Sugiere una acción o un plan de
acción que se debe llevar a cabo para resolver un problema identificado con
objetivos específicos.

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