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Introducción……………………………………………………………………………….
Hiperhidratación……………………………………………………………………………
Conclusiones………………………………………………………………………………
Recomendaciones…………………………………………………………………………
Glosario……………………………………………………………………………………
Egrafía………………………………………………………………………………………
Anexos…………………………………………………………………………………….
Introducción
Cuando practicas una actividad física tu cuerpo hace una considerable inversión de
energía, por esto debes lograr un equilibrio entre la cantidad de ejercicio que haces y tu
dieta, también es importante conocer que Todas las células y órganos del cuerpo
necesitan agua para realizar sus funciones, pero mientras se realiza algún deporte, una
buena hidratación permite la contracción y relajación constante de las fibras musculares,
además de que hidrata las mucosas en los pulmones y lubrica las articulaciones.
Ingesta y reposición de líquidos en el ejercicio físico
La actividad física se reconoce hoy en día por todos los expertos como una herramienta
básica de promoción de la salud. En efecto, realizar algún tipo de ejercicio conlleva una
indudable mejora para nuestra salud física y mental.
Para estar sanos, es necesario realizar una actividad física adecuada a nuestra edad y a las
condiciones específicas de cada persona, alimentarnos de forma equilibrada y estar bien
hidratados.
Más de un 60% de nuestro organismo está compuesto por agua. Al realizar cualquier
actividad física, se pierde parte de ésta a través del sudor, por ello, es muy importante
beber agua antes, durante y después de la práctica de deporte.
La actividad física es uno de los factores más determinantes en la pérdida de agua, por
ejemplo tras correr una hora nuestro organismo puede perder en torno a 1,8 litros, ó 0,5 l
después de una hora de natación, 1,5 l después de un partido de fútbol o baloncesto ó 1,8
l después de una hora jugando al tenis.
No debemos olvidar que las necesidades hídricas pueden variar en cada individuo de
acuerdo con diversos factores como: la edad, el sexo, la intensidad y duración de las
posibles actividades físicas que realicemos, las altas temperaturas y la humedad
ambiental, el tipo de ropa y la tasa de sudor individual de cada persona. Todos estos
factores condicionan la cantidad de agua que deberíamos beber diariamente, hasta el
punto de llegar a incrementar entre dos y seis veces las necesidades hídricas diarias de
nuestro organismo.
El ejercicio es satisfactorio para las personas con discapacidad, las cuales deben adaptar
el tipo de ejercicio a sus limitaciones.
Hacer ejercicio, practicar un deporte y estar físicamente activo es una oportunidad para
cuidar nuestra salud y mejorar tanto nuestra condición física como mental. Hay
evidencias claras de que realizar actividad física contribuye de manera efectiva a mejorar
nuestra salud y evitar o paliar muchas enfermedades y problemas de salud. De forma
adaptada a nuestra edad, todos podemos incorporar este hábito saludable en nuestra rutina
diaria, tanto si practicas por primera vez o lo retomas después de un tiempo sin realizar
ninguna actividad física. ¡Sigue nuestras recomendaciones y disfruta al máximo de los
beneficios que te aportará!
Hidratación antes del ejercicio
Antes del ejercicio. Se recomienda una ingesta de unos 400-600 ml de agua o bebida
deportiva 1-2 horas antes del ejercicio para comenzar la actividad con una hidratación
adecuada. Esto permite un menor aumento de la temperatura central corporal del
deportista y disminuye la percepción del esfuerzo.
Al ejercitarnos, nuestro cuerpo pierde agua y sales minerales. Ingerir líquidos para
compensar este descenso es fundamental si queremos evitar lesiones y agujetas, así como
mejorar el rendimiento a la hora de realizar una actividad física
Hidratarse adecuadamente es un aspecto fundamental en todas las épocas del año, pero
sobre todo lo es especialmente en verano.
Por eso, en estos días de intenso calor es crucial permanecer hidratado durante los
entrenamientos y partidos y de pádel que vayamos a disputar.
Si practicamos deporte sin reemplazar el fluido que hemos perdido nos deshidrataremos.
La deshidratación traerá efectos adversos para nuestra salud y técnica de ejecución y se
mide por la pérdida de peso corporal. Según el porcentaje de peso perdido se presentarán
diferentes síntomas, que irán desde calambres, mareos, dolores de cabeza, hormigueos…
El cuerpo al deshidratarse comienza a funcionar de forma incorrecta y se hace cuesta
arriba poder realizar actividades, con lo cual notamos un bajo rendimiento.
Por eso, recomendamos en épocas de altas temperaturas estar bien hidratados antes,
durante y después de cualquier tipo de actividad física, especialmente en partidos de
tenis.
Hidratación antes
Es fundamental estar hidratado en cualquier deporte, pero es básico estarlo antes de jugar
un partido de tenis. Es aconsejable beber al menos dos litros de agua al día como norma.
Pero en el caso de un partido de tenis es recomendable tomar antes del partido en torno a
medio litro de agua o bebidas isotónicas.
Hidratación durante el ejercicio
Mantén una hidratación constante. No basta con beber agua después del entrenamiento o
del partido, sino que se debe mantener una hidratación regular, reponiendo líquidos cada
20 minutos de ejercicio.
Cuando hablamos de hidratación, debemos tener en cuenta que la composición del agua
corporal y la cantidad de la que nuestro organismo dispone serán factores clave para
mantener el equilibro durante el entrenamiento sin que nuestro rendimiento y salud no se
vean afectados.
Complementar la ingesta con bebidas que contengan electrolitos, nos ayudará a mantener
nuestros los niveles de sodios correctos, sobre todo, si el ejercicio es de elevada intensidad.
Una vez finalizada la actividad física, se deben reponer los líquidos perdidos, para lo cual
se recomienda ingerir entre el 125% y el 150% de la pérdida de peso producida. Por
ejemplo, si luego de entrenar la pérdida de peso es de 1 kg (1000 ml) se debería ingerir
entre 1250 ml y 1500 ml para lograr la rehidratación.
Tenemos que recordar que todo aspecto de nutrición, hidratación y ejercicio debe ser
debidamente asesorado por un profesional, solo haciéndote una evaluación nutricional y
física podrás tener en claro cuáles son tus requerimientos y así lograr tus objetivos.
La rehidratación debe iniciarse tan pronto como finalice el ejercicio. "El objetivo
fundamental es el restablecimiento inmediato de la función fisiológica cardiovascular,
muscular y metabólica, mediante la corrección de las pérdidas de líquidos y solutos
acumuladas durante el transcurso del ejercicio -explicó la especialista-. La correcta forma
de reponer los líquidos es a través del cambio de peso del individuo. Se recomienda
ingerir como mínimo un 150% de la pérdida de peso en las primeras seis horas tras el
ejercicio, para cubrir el líquido eliminado tanto por el sudor como por la orina y de esta
manera recuperar el equilibrio hídrico".
Hiperhidratación.
Cuando una persona toma más de la medida establecida de agua al día, ésta deja de tener
beneficios en el organismo, para convertirlos en serios problemas afectando
principalmente la sangre y el corazón, debido a que la primera se diluye ya que hay más
líquido que minerales y el organismo busca compensarlo, principalmente los riñones.
La nutrióloga recomendó dejar atrás el mito de “mientras más tomes agua, mejor” y así
no hidratarse de más, debido a que este vital líquido no hace que se pierda peso ni grasa.
En personas sedentarias, lo ideal son de dos a dos litros y medios, cuando se realiza
actividad física por más de hora y media sugirió tomar bebidas isotónicas debido a los
minerales que contiene como sodio, potasio y magnesio.
Para los deportistas tampoco es recomendable tomar agua a libre demanda, existen
procesos específicos para cada uno y determinar cuántos líquidos deben consumir,
primero se mide el estado de hidratación por medio de la densidad de la orina y
posteriormente se hace una tasa de sudoración después de la actividad física y determinar
cuánto es lo que el atleta debe recuperar en agua, para que no haya un exceso ni una
deficiencia.
Beber demasiada agua puede disminuir el nivel de sodio en la sangre a niveles demasiado
bajos y peligrosos, lo que puede ocasionar problemas desde moderados hasta mortales.
Las personas que realizan actividades de resistencia (como maratones o triatlones), tienen
un riesgo más elevado.
Los síntomas son confusión, náuseas y vómitos. Los casos más graves pueden ocasionar
convulsiones, estado de coma y la muerte.
El tratamiento consiste en restringir la ingesta de líquidos y administrar fluidos con alto
contenido de sodio por vía intravenosa y medicamentos.
Conclusiones
https://www.fmaa.mx/post/la-reposici%C3%B3n-de-l%C3%ADquidos-hidrataci
%C3%B3n-en-la-actividad-f%C3%ADsica-del-atleta
https://web.asdeporte.com/contenido/nutricion/la-importancia-de-la-hidratacion-
durante-el-ejercicio/
https://www.apunts.org/es-hidratacion-ejercicio-fisico-articulo-X0213371706940785
https://mejorconsalud.as.com/que-hacer-antes-durante-y-despues-de-hacer-ejercicios/
https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/ejercicio-
deporte/consejos-actividad-fisica/recomendaciones-ejercicio.html
Anexos