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1 Elena de White, La educación, (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 179,180.
2 Lemuel Olán Jiménez, La última voz, (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2022), 23.
3 Bob Hoskins, All They Want Is the Truth (Miami: Life Publisher, 1985), 104.
4 George Verwer, Literature Evangelism (Waynesboro, Georgia: OM Publishing, 2003), 1.
5 Elizabeth L. Eisenstein, The Printing Revolution in Early Moder Europe (Nueva York: Cambrige University Press, 2005), 165.
6 Ted N. C. Wilson, “Carta personal del Presidente de nuestra iglesia mundial”, El colportor evangelista, enero-marzo de 2011, 10.
7 Elena de White, El colportor evangélico (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), 11.
8 Ibíd., 14.
9 Mark Finley, “Cuando la esperanza cobra vida”, El colportor evangelista, enero-marzo de 2020, 3.
TEXTO BÍBLICO:
“Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al
desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (Apocalipsis
12:14).
b. La era de la reforma
Hubo un hombre, Pedro Valdo (1140 – 1218) de nombre original Pierre Valdo Valdés. Valdo fue un seglar,
primero comerciante y luego un fervoroso predicador itinerante, considerado como uno de los precursores de
10 Comentario bíblico adventista, ed. F. D. Nichol, trad. V. E. Ampuero Matta (Buenos Aires, Argentina: ACES, 1995), 826.
11 Elena de White, El conflicto de los siglos (Miami, Florida: ACES, 1998), capítulo 4.
12 Véase Merling Alomía, Daniel el profeta mesiánico, 5 Vols. (Perú: Editorial Imprenta Unión, 2008), capítulo 7.
la Reforma Protestante.13 Como reformador impulsó el movimiento cristiano de los Pobres de Lyon, más
conocidos actualmente como valdenses, contribuyó a la traducción en su idioma de las Sagradas Escrituras.
Trabajando los valdenses con paciencia y tenacidad en profundas y obscuras cavernas de la tierra,
alumbrándose con antorchas, copiaban las Sagradas Escrituras, versículo por versículo, y capítulo por
capítulo. Así proseguía la obra y la Palabra revelada de Dios brillaba como oro puro.
Su ropa estaba confeccionada de tal modo que podía muy bien ocultar el mayor de sus tesoros: los preciosos
manuscritos de las Sagradas Escrituras. Estos escritos, que eran el fruto de meses y años de trabajo.
Los ministros valdenses eran educados como misioneros, y a todos los que pensaban dedicarse al ministerio
se les exigía primero que adquiriesen experiencia como evangelistas. Todos debían servir tres años en alguna
tierra de misión antes de encargarse de alguna iglesia en la suya, era una preparación adecuada para la vida
que los pastores llevaban en aquellos tiempos de prueba.
Cada ministro sabía algún oficio o profesión, y los misioneros llevaban a cabo su trabajo ocultándose bajo
las apariencias de una vocación secular. Generalmente escogían el oficio de comerciantes o buhoneros.
Traficaban en sedas, joyas y en otros artículos que en aquellos tiempos no era fácil conseguir y se les daba la
bienvenida como comerciantes allí donde se les habría despreciado como misioneros. Constantemente
elevaban su corazón a Dios pidiéndole sabiduría para poder exhibir a las gentes un tesoro más precioso que
el oro y que las joyas que vendían. Llevaban siempre ocultos ejemplares de la Biblia entera, o porciones de
ella, y siempre que se presentaba la oportunidad llamaban la atención de sus clientes a dichos manuscritos.14
b. El mensajero silencioso.
¿Qué significa para el diablo escrito está? Para responder esta pregunta, debemos recordar que Satanás es un
excelente estudioso de las palabras de la Biblia. Él sabe bien porque Dios las inspiró y que poder tienen. El
diablo comprende lo que puede hacer por nosotros el ministerio de la página impresa, algo que aprendió
cuando abordo a Jesús en el desierto, ante cada tentación Jesús contestaba escrito está. Y el diablo intentó
utilizar la misma táctica cuando tentó a Cristo diciendo: Si eres el hijo de Dios, échate abajo; que escrito está
(Mateo 4:1-11).
Así que, no te sorprendas al descubrir que Satanás obra constantemente para estorbar el ministerio de las
publicaciones, el cual amenaza desenmascarar sus engaños. Por tanto, cuando él mismo uso un escrito está,
nos dejó ver que conoce el poder de la página impresa para moldear los pensamientos y las acciones de las
personas.18
En cuanto a iluminar y confirmar a la gente en la verdad, las publicaciones harán una obra mayor que el solo
ministerio de la palabra hablada. “Los mensajeros silenciosos que son colocados en los hogares de la gente
por la obra del colportor, fortalecerán la obra del Evangelio de todas maneras, porque el Espíritu Santo
impresionará la mente de los que leen los libros, como impresiona la mente de los que escuchan la
predicación de la Palabra. El mismo ministerio de los ángeles que acompaña a la obra del predicador,
acompaña también a los libros que contienen la verdad” (Testimonios Selectos, tomo 4; 1900, 356).
“Siempre que se presenta un libro que expone el error, Satanás está al lado de la persona a quien se lo ofrece
y la acosa con razones por las cuales no debía comprarlo. Pero un instrumento divino trabaja para influir en
la menta a favor de la luz”.19
“El cine, la prensa, la televisión, requieren públicos de cientos de miles para ser costeables. Los libros, sin
anuncios ni subsidios, se pagan con unos cuantos miles de compradores. No se ha inventado nada más barato
para dirigirse a la gente”.
“La prensa es un eficacísimo instrumento que Dios ha provisto para que se lo conviene con las energías de
las palabras vivas a fin de predicar la verdad a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Hay muchos con quienes
solo es posible ponerse en comunicación por medio de los libros”.20 Tiene que haber una eficaz combinación
entre el mensajero, el mensaje y el predicador. ¿Quién es el predicador?, es el pastor. ¿Quién es el
mensajero?, es el colportor. ¿Quién es el mensajero silencioso?, es el libro.
¿Por qué son mejor estas formas de trasmitir el mensaje? Porque encontramos su mayor eficacia en el libro
que es el mensajero silencioso combinado con el colportor como mensajero directo de Dios y el pastor que es
el predicador viviente.21 Para que el mensajero silencioso sea eficaz se necesita de alguien que distribuya el
mensaje, esto es lo que hace importante y vital la permanencia del colportor. Entonces, tenemos al pastor, al
colportor y al libro, esto constituye una obra evangelizadora que no conoce fracaso. “Por lo tanto, aquellos
que venden nuestras publicaciones hoy deben tener en cuenta que participan de una vocación profética”.
“Así será en la distribución de nuestras publicaciones y de la verdad, al pasar de unos a otros, se multiplicara
grandemente”.22 “Es cierto que algunos que compran los libros los dejarán en los estantes o los pondrán
sobre la mesa de la sala, y rara vez los mirarán. Sin embargo, Dios cuida de su verdad, y llegará el tiempo
cuando estos libros serán buscados y leídos. Puede entrar la enfermedad o la desgracia en el hogar, y por
medio de la verdad contenida en los libros, Dios manda a los corazones perturbados, paz, esperanza y
descanso. Su amor les es revelado, y comprenden cuán precioso es el perdón de sus pecados. Así coopera el
Señor con sus obreros abnegados”.23
Conclusión
Ahora bien, ya que el evangelio entro en muchos países, incluido el nuestro, por medio de la actividad del
colportor evangélico y de la página impresa, ¿No sería bueno tener obreros de las páginas impresas que
prediquen en todas partes? “Los colportores pueden alcanzar una clase que no podría ser alcanzada por
nuestras reuniones generales. Llevan el mensaje de verdad de casa en casa”.27
“El gran derramamiento del espíritu de Dios que ilumina toda la tierra con su gloria no acontecerá hasta que
tengamos un pueblo iluminado, que conozca por experiencia lo que significa ser colaboradores de Dios”.28
“Cuando seguimos los planes del Señor, colaboramos con Dios cualquiera que fuera nuestro cargo,
presidente, predicador, maestro, alumno o miembro de iglesia, el Señor nos tiene por responsables que
24 La educación, 180.
25 Colportor evangélico, 171.
26 Ibíd, 26.
27 Ibíd, 39.
28 Elena de White, Servicio cristiano (Florida, Buenos Aires: ACES, 2008), 314.
aprovechemos nuestras oportunidades de dar la luz a quienes necesitan la verdad presente. Uno de los
mejores medios que él ha confiado lo constituye las publicaciones”.29
Llamado:
“Dios llama a obreros de todas las iglesias para que entren en su servicio como colportores evangélicos. Si
los miembros hacen su voluntad, si luchan por impartir la luz a los que están en tinieblas, el bendecirá
grandemente sus esfuerzos. Por medio de su fiel servicio, una multitud de personas que ningún hombre
puede contar llegara a convertirse en hijos de Dios, actos para la gloria eterna”.30
29 Ibíd, 243.
30Colportor evangélico, 28.