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Prólogo
Introducción
1. Mark Finley, Reavívanos otra vez (Boise, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 2010), p.
124.
2. Bob Hoskins, Cómo apresurar la segunda venida,(Deersfild, Florida: Editorial Vida, 1992), p.
98.
3. David B. Barrett y James W. Reapsome, Seven Hundred Plans to Evangelize the World: The Rise
of a Global Evangelization Movement (Birmingham, Alabama: New Hope, 1988), p. 13.
4. Unesco Press, “8 September, International Literacy Day: 793 Million Adults Can Neither Read
Nor Write”, en: http://www.unesco.org/new/en/media-services/single-
view/news/8_september_international_literacy_day_793_million_adults_can_neither_read_nor_write/
Consultado el 27 de junio de 2016.
5. Bob Hoskins, Solo quieren la verdad (Miami, Florida: Editorial Vida, 1989), p. 101.
6. “OneHope. God’s Word. Every Child”, www.onehope.net/; consultado el 27 de junio de 2016.
7. George Verwer, El poder de la página impresa (Bogotá, Colombia: Centros de Literatura
Cristiana, 1996), p. 12.
8. “Every Home for Christ”, en www.ehc.org/about.
9. Dick Eastman, Beyond Imagination, A Simple Plan to Save the World (Grand Rapids, Michigan:
Fleming H. Revell Co., 1997).
10. Guglielmo Cavallo y Roger Chartier, Historia de la lectura en el mundo occidental (España:
Taurus, 2001), p. 375.
11. Elena G. de White, El colportor evangélico, p. 7, versión 1999.
12. Elena G. de White, Joyas de los testimonios, tomo 3, p. 142.
13. White, El colportor evangélico, p. 3.
14. Howard F. Faigao, “Concentrémonos en 10 puntos estratégicos”, El Colportor evangelista, N°
686, edición en español, enero-marzo 2009. (Argentina: ACES, 2009), p. 9.
15. Carta informativa del 21 de marzo de 2012 en http://greatcontroversyproject.adventist.org.
16. En este libro se usa el término profeta con el significado de alguien o algo que Dios utiliza para
transmitir un mensaje. El término profeta se refiere a “alguien que primero recibía instrucciones de
Dios y luego las transmitía a la gente”. Estos dos aspectos de su obra se reflejaban en los nombres
con que se los conocía: vidente (jozeh o ro’eh) y profeta (nabi’). El 1° fue más común en el periodo
temprano de la historia hebrea (1 S. 9:9). El término que se usa con mayor frecuencia es nabi’, pues
lo designa como vocero de Dios. Como ‘vidente’ discernía la voluntad de Dios, y como ‘profeta’ la
transmitía a otros” [Véase: “Profeta”, Siegfried H. Horn, Diccionario bíblico adventista del séptimo
día (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995)]. Por otra parte,
siendo que la Biblia no solo denomina como profetas a los dos testigos: el mensaje escrito del
Antiguo y Nuevo Testamento (Apocalipsis 11:3), sino también al pueblo de Dios que tiene aún la
misión de profetizar en el tiempo del fin (Apocalipsis 10:11); así decimos, para los fines de este
libro, que nuestro mensaje escrito es un profeta en el sentido de que puede cumplir la misión de la
iglesia, la cual consiste en transmitir el mensaje salvador de Dios al mundo.
17. White, El colportor evangélico, p. 8.
CAPÍTULO 1
PROFETAS DE LA CRISIS
VENIDERA
PROFETAS SILENCIOSOS EN EL
OJO DE LA TORMENTA
l fin del milenio fue precedido de gran expectativa, pero llegó el año
E 2000 y no pasó nada. Los que creían que al terminar el milenio
terminaría el mundo quedaron chasqueados. No hubo catástrofes ni
cataclismos. Las computadoras siguieron funcionando y el caos mundial
profetizado quedó en la especulación. Pues bien, han pasado casi dos
décadas del nuevo milenio y todo parece indicar que tendremos que seguir
esperando. ¿Cuánto tiempo? No sabemos. ¿Cinco, diez, o veinte años más?
Quién sabe. ¡Jesús “no quiere” venir aún! Pero, ¿qué está esperando?
¿Tiene la “tensa calma” que se experimenta hoy a pesar de la crisis algún
significado profético? La tiene; y lo que estás por descubrir es que Jesús
viene pronto, ¡y más pronto de lo que imaginas!
Quizá has oído hablar de los cazahuracanes. Son aviones de
reconocimiento de la fuerza aérea de los Estados Unidos diseñados para la
temporada de huracanes. Las esposas de los pilotos califican como
“locura” lo que sus esposos hacen, y confiesan que cada vez que se dicen
adiós temen que esa sea la última despedida. ¿Y qué es lo que hacen estos
pilotos? ¡Atraviesan el huracán en avión! Lo hacen para medir la
velocidad, la presión atmosférica, la temperatura, la humedad y la
dirección del ciclón. Y aunque se trata de aviones especiales, esos pilotos
arriesgan sus vidas.
¿Y qué hacen una vez que llegan al ojo del huracán? Allí deben
mantenerse sobrevolando. Pero no hay de qué preocuparse. Esa zona se
caracteriza por una calma sorprendente: no hay nubes ni lluvia y los
vientos recios se desconocen.1 Desde ahí los pilotos lanzan al vacío una
sonda en paracaídas, la que, a medida que desciende, envía señales a un
satélite y este al Centro Nacional de Huracanes en Miami, Florida. Los
cálculos matemáticos subsiguientes previenen los desastres en la mayoría
de los casos.2
Así que es necesario estar en el ojo del huracán para saber el rumbo de
la tormenta. Las señales enviadas desde ahí son decisivas, y pueden hacer
la diferencia entre la vida y la muerte. Pero no cualquier avión puede hacer
eso. Un avión comercial no podría, tampoco cualquier piloto. Pero es
necesario, como dice Amelia Ebhardt, copiloto de uno de esos aviones:
“Ayudamos a la gente a prepararse para las tormentas, lo que salva
vidas”.3
1. Steve Chapple, “En el ojo de un huracán”, Selecciones del Reader’s Digest (México, D.F.:
Impresora Transcontinental de México, Noviembre 2009), pp. 115-116.
2. “Dropsonde”, consultado en https://en.wikipedia.org/wiki/Dropsonde; última revisión el 11 de
enero, 2016.
3. Steve Chapple, p. 117.
4. White, Eventos de los últimos días, p. 204; énfasis agregado.
5. Jacques B. Doukhan, Secretos del Apocalipsis (Bogotá, Colombia: Asociación Publicadora
Interamericana, 2008), p. 69; énfasis agregado.
6. LaRondelle, Las profecías del fin, p. 203; énfasis agregado.
7. Apocalipsis tiene la estructura de un candelabro de siete brazos. El sellamiento está en el centro.
8. LaRondelle, Las profecías del fin, p. 110; énfasis agregado.
9. Stephen N. Haskell, The Story of the Seer of Patmos (Nashville, Tennessee: Southern Publishing
Association, 1905, p. 132; énfasis agregado.
10. Iglesia Adventista del Séptimo Día, Declaraciones, orientaciones y otros documentos
(Colombia: Asociación Publicadora Interamericana y GEMA Editores, 2010), “El Catolicismo
Romano”, pp. 186, 187; énfasis agregado.
11. Tim Roosenberg, Tim Lale, Islam & Christianity in Prophecy (Hagerstown, MD: Review and
Herald Publishing Association, 2011), ver pp. 9, 12, 37, 45. Jacques B. Doukhan, por otra parte,
señala que “el período que abarca el conflicto narrado en Daniel 11:5-45… es el mismo que el que
abarca el cuerno pequeño de Daniel 7 y 8, y los pies de Daniel 2”. Secretos de Daniel (Bogotá,
Colombia: Asociación Publicadora Interamericana, 2008), pp. 169, 170. En otras palabras, uno de
los poderes que se manifestará como una tormenta, en el tiempo del fin, es el papado; que en Daniel
11 también se describe como el rey del norte.
12. White, El conflicto de los siglos, p. 597.
13. Jon Paulien, “Indicadores del fin del tiempo: ¿Son ‘las señales’ en realidad señales?”, Ministerio
adventista, Año 67, N° 2, marzo-abril 2010, pp. 16, 17; énfasis agregado.
14. Elena G. de White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 141; énfasis agregado.
15. White, El conflicto de los siglos, p. 34.
16. Ibíd., p. 28; énfasis agregado.
17. Adaptado, Pedro Morales Satizábal, Aprendiendo a vivir (México, D. F: GEMA
Editores/Agencia de Publicaciones México Central A.C., 2007), pp. 79, 80.
18. White, El colportor evangélico, p. 5.
19. Ibíd., p. 157.
CAPÍTULO 3
ntre los que utilizará el Espíritu Santo, la literatura será uno de los
E instrumentos más poderosos para terminar la proclamación del
evangelio. ¿Habías oído eso antes? Debo decir que la única manera de
salvar al mundo de los engaños mortales del tiempo del fin es a través del
sello de Dios. ¿Puede también la página impresa participar de este
sellamiento final? ¿Sabes qué es el sellamiento y cómo se realiza? ¿Sabías
que algún libro que tú hayas obsequiado o vendido, que estés
distribuyendo o que vayas a distribuir, podría ser uno de los últimos
predicadores sobre la tierra, y que así puedes participar en el cumplimiento
de la profecía más importante para este tiempo?
Analiza esta declaración: “Cuando las denominaciones religiosas se
unan con el papado para oprimir al pueblo de Dios, el colportaje
evangélico abrirá lugares donde exista libertad religiosa”.1
¿Crees que la declaración anterior sea la base para decir que las
publicaciones jugarán un papel clave en la terminación de la predicación
del evangelio antes de que Cristo venga? Pues no lo es. Sin embargo,
cuando era un colportor estudiante, escuchaba con frecuencia que los
colportores serían de los últimos en salir del campo de batalla. Buscaba la
base bíblica y profética para eso pero no hallaba más que la cita arriba
mencionada. Sin embargo, ¡hay mucho más que eso! Quisiera ilustrar lo
que pronto ocurrirá con algo que sucedió hace pocos años.
Entonces gritó a mis oídos con voz fuerte: “¡Se acercan los castigos
de la ciudad, cada uno con su azote en la mano!” Y en esto vinieron,
de la dirección del pórtico superior que mira al norte, seis hombres,
cada cual con su azote en la mano. En medio de ellos había un
hombre vestido de lino con una cartera de escriba a la cintura.
Entraron y se detuvieron ante el altar de bronce. La gloria del Dios de
Israel se levantó de sobre los querubines sobre los cuales estaba, hacia
el umbral de la Casa. Llamó entonces al hombre vestido de lino que
tenía la cartera de escriba a la cintura; y Yahveh le dijo: “Pasa por la
ciudad, por Jerusalén, y marca una cruz en la frente de los hombres
que gimen y lloran por todas las abominaciones que se cometen en
medio de ella”. Y a los otros oí que les dijo: “Recorred la ciudad
detrás de él y herid. No tengáis una mirada de piedad, no perdonéis”
(Ezequiel 9:1-5, BJ).
Cuando analizamos Ezequiel 9, vemos que el Señor ha ordenado el
sellamiento de su pueblo antes de que la nación sea destruida. Se describe
una obra de sellamiento en el pueblo de Dios, el que había de servir para
identificar a los fieles y pasarlos por alto en la obra de destrucción.
Ahora, lo que llama la atención es que Dios ha confiado la obra del
sellamiento a un ángel que lleva un equipo de escribir en su cintura. La
palabra hebrea qeset, que la Biblia de Jerusalén traduce como “cartera de
escriba”, es traducida como “instrumentos de escribir” por la versión Dios
Habla Hoy. Y la Reina-Valera la traduce como “tintero de escribano”.
Desafortunadamente, lo que a veces pasamos por alto es que este ángel
debe usar la letra escrita para cumplir su misión. Si bien la Biblia de
Jerusalén destaca que se debe poner una marca en forma de cruz en la
frente de los hombres, difícilmente se percibe esto en la Reina-Valera, ya
que traduce la declaración como: “ponles una señal en la frente”, pero no
dice qué tipo de señal. Sin embargo, la expresión hebrea sí lo explica. El
hebreo usa la expresión hitvitá taw, que se traduce: “Pon una marca taw”.
Pero, ¿qué es taw? William H. Shea observa: “En este ejemplo particular
el uso de la letra taw como una marca especial puede derivar su
importancia del hecho de que era la última letra del alfabeto hebreo. Al
seleccionar a los individuos de esta manera, el ángel los marcaba como lo
último de los justos, es decir, el remanente justo para ser salvado de la
destrucción de Judá”.5
Vemos, pues, que el ángel sellador debía usar tanto el equipo de escribir
como también la letra para realizar la obra de sellamiento. ¿Estará vigente
la obra de este ángel en nuestros días?
Un llamamiento solemne
La única manera de salvar al mundo de los engaños mortales del tiempo
del fin es sellándolo. Quien no sea sellado por Dios tendrá la marca de la
bestia y recibirá las siete postreras plagas. Por tanto, nosotros que sabemos
esto, ¿no seremos tenidos por responsables si no advertimos al mundo de
los engaños poderosos de la crisis final?
H. E. Douglas, pregunta: “¿Cómo enfrentaremos la realidad cuando nos
demos cuenta de que sabíamos algo acerca del futuro que pudimos haber
dicho a nuestros hijos, nuestros vecinos, a hombres y mujeres en diversas
partes, y no lo hicimos, descuidando este deber y privilegio?”.37 Marvin
Moore también pregunta: “Supongamos que yo tuviera información
absolutamente certera de que un día de los siguientes cinco años, sin
precisar una fecha específica, su casa se quemará hasta derrumbarse. ¿Qué
querría usted que yo hiciera con esa información? Si yo creyera que usted
me podría tomar por tonto, dudaría en dársela y advertirle del peligro
inminente. ¿Qué preferiría, que no le informe, para evitar parecer un
estúpido, o que se lo diga para que usted decida qué hacer con esa
información? Esta es la cuestión que han afrontado los adventistas del
séptimo día durante 150 años”.38
Si consideramos que fuimos llamados por Dios para predicar el
evangelio al mundo en estos últimos días, entonces hay que tomar con
amoroso cuidado y absoluta seriedad esta encomienda porque “nadie más
tiene un mapa más claro del camino que está por delante. Ningún otro
pueblo ha recibido la responsabilidad de compartir la verdad acerca del
futuro con los demás”.39
Por eso, “esta obra ha de continuar sin que nadie la estorbe”. Si bien se
nos dice que “algunos pastores faltos de visión”40 desaniman esta obra,
nosotros debemos alentarla. ¡Ay de aquellos que desaniman a quienes han
decidido ingresar en el ministerio del colportaje! Terrible error. Este
ministerio surgió en la mente de Dios, y luego lo comunicó a su iglesia
para predicar el evangelio y contribuir con la obra del sellamiento.41
En una carta personal del presidente de nuestra iglesia mundial, leemos:
“Una pregunta que me han hecho es: ‘Pastor Wilson, al mirar al nuevo
quinquenio, ¿cuál es su visión para la rama de las publicaciones? En otras
palabras, ¿tiene un sueño para el futuro del ministerio de las
publicaciones?’ Me gustaría responder con un ‘¡Sí!’ resonante. Mi sueño
para el ministerio de las publicaciones está vivo y activo. Es simple, pero
al mismo tiempo extremadamente grande. Es simple porque incluye solo
tres palabras clave: reavivamiento, reforma y evangelización. Es grande
porque de estas tres palabras puede salir la explosión más grande de
progreso evangelizador, por medio del ministerio de la página impresa,
que nuestra iglesia mundial ha presenciado alguna vez”.42
Con esto en mente pregunto: ¿Le daremos su verdadero lugar a esta
obra? ¿Haremos de ella lo que Dios se propuso que llegara a ser?¿Con qué
fuerza participaría la feligresía mundial de la iglesia si supiera que está
cumpliendo con una profecía solemne de la manera más sencilla posible?
¿Qué sucedería si todos los colportores del mundo comprendieran la
importancia de este ministerio? Los libros y las revistas que se distribuyen
hoy están preparando el escenario mundial para que el Espíritu Santo
manifieste su poder glorioso. ¿Participarás en su distribución?
La semilla sembrada está por dar su fruto. Pero, ¿cuándo? Continúa
leyendo.
1. Hay dos desiertos llamados “Valle de la Muerte”; uno en el Estado de California en los Estados
Unidos y otro en Atacama, Chile. Aquí se refiere al de los Estados Unidos.
2. “Los desiertos”, Video planeta Tierra (México, D. F: BBC, 2006).
3. Ver Comentario bíblico adventista del séptimo día, tomo 4, Isaías 29:20, p. 255.
4. Ibíd., p. 264.
5. White, El colportor evangélico, p. 157.
6. “El Libro de Mormón profetizado en Isaías 29”, encontrado en
http://www.spanishministries.org/classes/Isaias29.pdf; consultado el 12 de julio, 2016.
7. Ver 2 NEFI 27:1-35, El Libro de Mormón.
8. “El Libro de Mormón profetizado en Isaías 29”.
9. Hoskins, Solo quieren la verdad, contraportada.
10. Ibíd., p. 125.
11. OneHope, en http://onehope.net/. Consultado el 12 de julio de 2016.
12. Hoskins, Solo quieren la verdad, p. 124.
13. Herbert, H. Douglas, Mensajera del Señor, El ministerio profético de Elena G. de White, 1a
edición (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2000), p. 362.
14. Carmelo Martines, “La metodología de la misión a partir de los textos de la misión”, p. 160, en
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3072092; consultado el 12 de julio de 2016.
15. “La obra del colportaje, debidamente practicada, es obra misionera del más alto orden, y es un
método tan bueno y de tanto éxito como cualquiera que se pueda emplear para presentar a la gente
las verdades importantes para este tiempo” (El colportor evangélico, p. 7).
16. Ver los capítulos 5 y 6.
17. Hoskins, Solo quieren la verdad, p. 45.
18. Dick Eastman, Beyond Imagination, p. 19.
19. Ted. N. C. Wilson, “Now Is the Time”, Adventist World NAD, April 2012, p. 9.
20. Howard F. Faigao, “Circulating Literature as Never Before”, The Literature Evangelist, enero-
marzo, 2012, p. 3.
21. Wilmar Hirle, “Los carteros de Dios”, El colportor evangelista, julio-septiembre, 2011, p. 3.
22. White, El colportor evangélico, p. 131.
23. White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 54.
24. Ibíd., p. 56; énfasis agregado.
25. White, El colportor evangélico, p. 1.
26. Ibíd., p. 7.
27. Hoskins, Solo quieren la verdad, p. 104.
28. White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 57.
29. White, El colportor evangélico, p. 156.
30. White, Eventos de los últimos días, p. 216.
31. White, El colportor evangélico, p. 132.
32. White, El conflicto de los siglos, pp. 663, 664.
33. George R. Knight, Nuestra organización: ¿Aliada o enemiga de la Gran Comisión? (Doral,
Florida: Asociación Publicadora Interamericana, 2007), p. 22.
34. White, Eventos de los últimos días, p. 201.
35. Rechazar verdades especiales ahora y rechazar el llamado del Espíritu Santo en los últimos días
pueden ser dos cosas diferentes. Rechazar la verdad en circunstancias especiales provocadas por el
Espíritu Santo en la crisis final sí hará que la gente corte definitivamente su relación con Dios.
36. Comentario bíblico adventista, tomo 6, p. 1055.
37. White, El conflicto de los siglos, p. 670; énfasis agregado.
38. White, El colportor evangélico, p. 156.
39. White, El ministerio de publicaciones, p. 49.
40. Alejandro Bullón, Compartir a Jesús es todo (Nampa, Idaho: Pacific Press Publishing
Association, 2009), p. 126.
41. George Barna, Haga crecer su iglesia de afuera hacia adentro (Miami, Florida: Editorial Vida,
2007), p. 23.
42. White, El colportor evangélico, p. 7.
43. Ibíd., p. 9
44. Ibíd., p. 149.
45. Ibíd., p. 9; énfasis agregado.
46. Elizabeth L. Eisenstein, La imprenta como agente de cambio (México, D. F.: Fondo de Cultura
Económica, 2010), pp. 7, 27.
47. Bob Hoskins, Ganando la carrera por Rusia (Deerfield, FL: Editorial Vida, 1992), p. 80;
énfasis agregado.
CAPÍTULO 5
1. Gabriel Maurer, “Por ahora tenemos libertad”, El colportor evangelista, enero-marzo, 2009
(Argentina: ACES, 2009), p. 12.
2. Citado por Alan K. Bowman y Greg Woolf, Cultura escrita y poder en el mundo antiguo
(Barcelona, España: Editorial Gedisa, 1999), p. 11.
3. Spartacus Educational, “Education of Slaves” [La educación de los esclavos], http://spartacus-
educational.com/USASeducation.htm; consultado el 12 de julio, 2016.
4. “10 de mayo 1933: quema de libros por los nazis”, en http://www.dw.com/es/10-de-mayo-1933-
quema-de-libros-por-los-nazis/a-16805510; consultado el 12 de julio, 2016.
5. Lucien X. Polastron, Libros en llamas: historia de la interminable destrucción de bibliotecas
(México, D. F.: Fondo de Cultura Económica, 2007), pp. 297-301.
6. Juan B. Iguiniz, El libro, epítome de bibliología (México, D. F.: Editorial Porrúa, 1998), p. 213.
7. Alberto Cue, Cultura escrita, literatura e historia: Conversaciones con Roger Chartier (México,
D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1999), p. 158.
8. “Quema de libros”, Wikipedia, última modificación el 30 de marzo, 2016,
http://es.wikipedia.org/wiki/quema_de_libros.
9. Alberto Cue, Cultura escrita, literatura e historia, p. 33.
10. Robert B. Downs, Books That Changed the World (New York: Signet Classic, 2004), p. 1.
11. White, La educación, pp. 169, 170, 185.
12. Elena G. de White, Profetas y reyes, p. 322.
13. Alberto Cué, Cultura escrita, literatura e historia, p. 158.
14. Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha (México, D.F.: Editorial Época,
S.A., 2006), p. 13.
15. Ibíd., p. 18.
16. White, El ministerio de publicaciones, p. 387.
17. Loron Wade, El futuro del mundo revelado en el Apocalipsis (Colombia: Asociación
Publicadora Interamericana, 1987), pp. 146, 147.
18. White, El conflicto de los siglos, pp. 316, 317.
19. Ibíd., p. 331.
20. Marvin Moore, ¿Será que podría pasar? (Nampa Idaho: Pacific Press Publishing Association,
2008), pp. 48, 51.
21. Ibíd., p. 50.
22. Ibíd.
23. White, El colportor evangélico, p. 118.
24. Ibíd., p. 14.
25. Ibíd., p. 83.
26. Ibíd., p. 40.
27. White, El otro poder, pp. 112, 113.
28. Estadísticas oficiales para 2014 en
https://www.adventist.org/en/information/statistics/article/go/-/seventh-day-adventist-world-church-
statistics-2014/. DE acuerdo al reporte de los Ministerios de Publicación, en 2010 habían 46.000
evangelistas de la página impresa, en
http://archives.adventistreview.org/article/3441/archives/issue-2010-1518/publishing-ministries.
29. “Interview with Michael Ryan” en Great Controversy Project News, 8 de diciembre, 2011, en
http://greatcontroversyproject.adventist.org/assets/files/GCP12.08.11.pdf.
30. Hristo Genchev,“Una flecha en las manos de Dios”, El colportor evangelista, N°680, abril-
septiembre 2007 (Argentina: ACES, 2007), pp. 14-15.
31. Erton Kohler, sermón “Llegó la hora” en https://www.youtube.com/watch?v=2wxFCz3NqYQ.
32. White, El colportor evangélico, p. 23.
CAPÍTULO 6
1. Alejandro Bullón, Compartir a Jesús es todo (Nampa, Idaho: Pacific Press Publishing
Association, 2009), p. 125.
2. Tom Shepherd, “Interpretación de los símbolos, las alegorías y las parábolas de la Biblia”,
Entender las Sagradas Escrituras, George W. Reid, editor (Colombia: Asociación Publicadora
Interamericana, 2009), p. 293.
3. White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 209.
4. Ibíd.
5. Jack Goody, Cultura escrita en sociedades tradicionales (Barcelona, España: Editorial Gedisa,
1996), pp. 12, 19.
6. Ibíd., p. 11.
7. The Greek New Testament (New York: Sociedades Bíblicas Unidas, 1975), pp. 115, 127.
8. White, El colportor evangélico, p. 103.
9. Ibíd., p. 7.
10. Ibíd., p. 155.
11. Ibíd., p. 5.
12. Ibíd., pp. 1, 7.
13. Ibíd., pp. 143, 2.
14. Ibíd., pp. 38, 156.
15. Ibíd., p. 103.
16. Ibíd., p. 157.
17. Ibíd., p. 21; énfasis agregado.
18. Véase LaRondelle, Las profecías del fin, p. 237.
19. Paulien, El Armagedón está a las puertas, p. 224.
CAPÍTULO 7
Definición de colportar
Un análisis de lo que la Biblia y el espíritu de profecía dicen al respecto
sugiere lo siguiente: Colportar es llevar el mensaje de los tres ángeles en
forma escrita a la gente que no es de nuestra fe, y a los que no conocen el
evangelio. Esto puede ser a través de libros, revistas o folletos; en forma
prestada, vendida o regalada.
Conclusión
Colportar es llevar el mensaje de los tres ángeles en forma escrita a la
gente que no es de nuestra fe y a los que no conocen el evangelio; lo que
puede ser a través de libros, revistas, o folletos; en forma prestada,
vendida, o regalada.
Como iglesia tenemos una gran tarea por delante. Nuestra misión abarca
a todo el mundo. Por esta razón “Dios llama a obreros de todas las iglesias
para que entren en su servicio como colportores evangélicos” y añade: “Si
los miembros hacen su voluntad, si luchan por impartir la luz a los que
están en tinieblas, él bendecirá grandemente sus esfuerzos… Por medio de
su fiel servicio, una multitud de personas que ningún hombre puede contar
llegarán a convertirse en hijos de Dios, aptos para la gloria eterna”.26
Luego el Señor presenta el desafío: “Que cada adventista se pregunte:
‘¿Qué puedo hacer yo para proclamar el mensaje del tercer ángel?’ Cristo
vino a este mundo para dar su mensaje a su siervo a fin de que éste lo
transmitiera a las iglesias. Ha de ser proclamado a toda nación, tribu,
lengua y pueblo. ¿Cómo hemos de darlo? La distribución de nuestras
publicaciones es un medio por el cual el mensaje ha de proclamarse. Que
cada creyente disemine folletos y libros que contienen el mensaje para este
tiempo”.27
Cabe mencionar que el pastor Ted N. C. Wilson, nuestro presidente
mundial, en su carta personal dirigida a los ministros de la página impresa
y a la iglesia en general, dice: “Mi visión para el sector de los ministerios
de las publicaciones incluye un deseo profundo —entre otras cosas— de
que el ministerio de casa en casa continúe siendo una parte fundamental de
cada programa del colportaje evangélico”. Y además, que “miles de
miembros se sumen a la distribución del libro misionero del año”.28
El pastor Alejandro Bullón expresa: “Si cada miembro de iglesia
distribuyese nuestras publicaciones por donde fuese, el evangelio habría
sido predicado con más rapidez”.29 Así que, si eres colportor y lo haces de
tiempo completo, date cuenta de que esto es una labor extraordinaria. Mil
veces mejor, es una labor tan importante como el ministerio. Es una de las
obras que más se apega a las necesidades actuales del mundo y a las
necesidades venideras.
Se nos dice: “¿Por qué no se interesa cada miembro de iglesia en enviar
publicaciones que eleven las mentes de la gente y en presentar
directamente la verdad? Estas hojas impresas y folletos son para iluminar
al mundo, y siempre han sido instrumentos en la conversión de las
almas”.30 La misma sierva del Señor declara: “Hay mucho que hacer para
impulsar la obra de Dios. Se me ha indicado que la obra del colportaje ha
de revivir y ha de ser llevada adelante con éxito creciente”.31
Hoy se está viendo un despertar de la iglesia en la distribución de las
publicaciones. Poco a poco se está notando más. Por ejemplo, según
informa Tercio Márquez, una sola iglesia ha distribuido más de 215.000
libros de La gran esperanza en la ciudad de San Pablo, en Brasil.32 Pero
esto es simplemente el comienzo de las grandes cosas que Dios quiere
hacer en este tiempo. No cabe duda que el Espíritu de Dios está moviendo
a la iglesia para realizar una gran obra. Milagros están ocurriendo. ¿No te
gustaría a ti formar parte de este gran despertar?
El Señor te está invitando a ti, amable lector. Tú puedes alcanzar a
miembros de tu familia que hoy no conocen nada del evangelio.
Posiblemente se encuentran lejos pero un libro puede alcanzarlos donde
sea. Y, ¿qué diremos de tus amigos y vecinos? Si ellos no podrían conocer
la verdad a menos que fuera por medio de ti, ¿por qué no comienzas
ahora?
Recuerda siempre que un libro predica en cada ciudad cuando es leído
(ver Hechos 15:21), y que la iglesia tiene el deber moral de hacer circular
la verdad en forma escrita (ver Colosenses 4:16).
En resumen: ¿Colportar? ¡Quien quiera puede colportar! Colportar es
distribuir el mensaje del sellamiento en forma escrita con el objetivo de
salvar a la “gran multitud”. Jamás lo olvides: la única manera de salvar al
mundo de los engaños mortales del tiempo del fin es sellándolo. Quien no
sea sellado, tendrá la marca de la bestia y recibirá las siete postreras
plagas. Así que, ¿quién será el último mensajero de esperanza para un
mundo a punto de perderse? ¡Podrías ser tú! ¡Podría ser un libro que tú
distribuyas! ¿Aceptas el desafío? Acéptalo.