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MANIFESTACIONES CLÍNICAS

En muchos casos la Ascariasis se presenta de manera asintomática. Cuando se presenta


sintomatología esta depende de la localización del parásito y se agrupan de la siguiente
manera:
A) Respiratorias y Alérgicas. Se presentan como consecuencia de la migración larvaria
a nivel del aparato respiratorio y se caracteriza por:
• Tos, Expectoración y Fiebre
• Puede haber Eosinofilia con manifestaciones alérgicas
• Cuando hay hipersensibilidad se presenta el síndrome de Loeffler que consiste en
fiebre de varios días, tos espasmódica, expectoración abundante, puede haber
hemoptisis y estertores bronquiales.
B) Intestinales. Los gusanos adultos producen irritación mecánica en el intestino delgado.
Los signos y síntomas incluyen:
• Dolor abdominal
• Diarrea y meteorismo
• Náuseas y vómitos
• Puede producir obstrucción intestinal que puede ser parcial o total
C) Nutricionales. Estas alteraciones se presentan principalmente en niños, por dos
mecanismos:
• Disminuye la ingestión de alimentos, por la anorexia que produce.
• • Disminuye la utilización de carbohidratos, proteínas y grasas, por consumo de
estos por los parásitos.

D) Migraciones. Son desencadenadas por fiebre, utilización de medicamentos


antihelmínticos benzimidasolicos o anestésicos, o sin causa conocida. Las manifestaciones
clínicas dependen de del órgano afectado. La invasión a las vías biliares, produce
sintomatología correspondiente a obstrucción biliar (dolor en hipocondrio derecho, fiebre,
ictericia, leucocitosis con neutropenia, vómito y defensa muscular). La llegada de los
parásitos adultos al hígado produce abscesos de tipo piógeno indistinguibles a los
producidos por otra patología (fiebre, dolor en hipocondrio derecho, malestar general,
leucocitosis y aumento de la eritrosedimentación). Cuando las hembras depositan los
huevos allí producen granulomas de cuerpo extraño. La invasión de los parásitos a
otros lugares produce cuadros clínicos correspondientes como pancreatitis, peritonitis
o apendicitis. La migración de los parásitos adultos por vía digestiva ascendente, puede
causar vómito y su eliminación por boca y nariz.

PATOGÉNESIS Y PATOLOGÍA
Ascaris lumbricoides produce alteraciones anatomopatológicas en su fase de migración
(larvas) así como en la fase de estado (adulto) y las producidas por las migraciones erráticas
de ambas fases.
1. Fase o período larvario. Las larvas atraviesan la membrana alveolo capilar y llegan al
parénquima pulmonar produciendo lesiones mecánicas con procesos congestivos e
inflamatorios fugaces, además de eosinofilia local y sanguínea, acompañados de fiebre
elevada, tos y estertores bronquiales por la presencia de exudado bronquio alveolar; a este
cuadro se le conoce como síndrome de Löffler o neumonía eosinófilo, que dura alrededor
de una semana.

2. Fase o período de estadio. El parásito adulto muestra distintos tipos de acción patógena
en el ser humano, como mecánica, tóxica, expoliatriz, inflamatoria, traumática o
irritativa. Produce pequeñas equimosis de la mucosa en los sitios de su implantación
junto con infección bacteriana y desarrollo de abscesos; cuando el paciente es sensible
o hay parasitosis masivas se aprecia marcada acción que irrita la mucosa intestinal.
Los gusanos consumen carbohidratos y alimentos que el paciente ingiere. Esta situación y
la sustancia inhibidora de la tripsina que produce A. lumbricoides interfieren con la
digestión y aprovechamiento de las proteínas que ingiere en su dieta el huésped. De
esta forma los gusanos contribuyen a la desnutrición e impiden un desarrollo normal,
sobre todo en los niños. En ocasiones hay complicaciones con cuadros clínicos que
requieren intervención quirúrgica, sobre todo en pacientes que presentan parasitosis
masivas; los más frecuentes son su oclusión y oclusión intestinal debido a la
acumulación de parásitos en una porción del tubo digestivo, vólvulo, invaginación,
perforación, apendicitis, diverticulitis, abscesos hepáticos y obstrucción laríngea

DIAGNOSTICO
El diagnóstico de ascariasis se basa, generalmente, en el análisis coproparasitoscópico;
otras formas incluyen la búsqueda de eosinofilia, serología e imagenología.
El diagnóstico de ascariasis en etapa temprana se basa, generalmente, en el análisis
coproparasitoscópico, el cual permite hallar huevecillos característicos que aparecen en las
heces 40 días después de la infección; si la infección fue ocasionada únicamente por
hembras, no se encontrarán huevecillos en las muestras de los pacientes. Las infecciones
establecidas (fase adulta del parásito) pueden diagnosticarse encontrando los huevecillos o
los parásitos macroscópicos expulsados en las heces.
La biometría hemática completa ayuda al diagnóstico, pues muestra la eosinofilia que se
presenta durante la fase de la migración de la larva por los pulmones; los eosinófilos
aumentan entre 30 y 50% por arriba de los parámetros de referencia. Además, el análisis
de esputo puede revelar larvas o cristales de Charcot-Leyden (cristales compuestos de
proteínas eosinofílicas), los cuales, junto con huevecillos, han sido reportados en pacientes
con absceso hepático ocasionado por Ascaris. Los individuos infectados con A. lumbricoides
forman anticuerpos (que no parecen ser proyectivos ni eficientes en la infección aguda) que
se pueden medir con métodos inmunoenzimáticos (ELISA). Se está usando un ensayo
novedoso con antígenos de excreción- secreción de A. su un (parásito que causa ascariasis
en el ganado porcino y que comparte antígenos con A.lumbricoides) para caracterizar
los síndromes generados por la migración delas larvas. Actualmente, también se realiza la
detección de IgG4 con un antígeno somático de A. lumbricoides, el cual tiene excelente
especificidad para serodiagnóstico. Las concentraciones séricas de IgE, IgG1 e IgG4están
directamente relacionadas con el número de huevecillos y la intensidad de la infección,
de modo que generalmente se encuentran elevadas durante la infección en etapas
tempranas. Si bien el diagnóstico definitivo de la ascariasis depende de la identificación
al micros- copio de los huevecillos de A. lumbricoides o de los parásitos adultos expulsados
por el ano o por cualquier otro orificio del cuerpo, la imagenología juega un papel crucial
en el diagnóstico de ascariasis intestinal y hepatobiliar.
La tomografía axial computarizada y los exámenes de ecografía pueden revelar la presencia
de gusanos adultos en el intestino y conducto biliar. La resonancia magnética nuclear del
árbol biliares un excelente medio no invasivo para demostrar ascariasis biliar, mientras que
la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica se usa principalmente para eliminar
parásitos por endoscopía.

TRATAMIENTO
Todos los casos de ascariasis deben tratarse, ya sean leves o asintomáticos, por qué pueden
dar origen a complicaciones graves por migración.
La oclusión y perforación intestinales, así como la penetración a apéndices y obstrucción
de conductos biliares, se tratan quirúrgicamente

PREVENCIÓN
• Las medidas de prevención de la Ascariosis consisten en la adecuada eliminación
de excretas, utilización de agua potable, lavado de verduras o alimentos, control
de artrópodos y otros vectores mecánicos y buena higiene personal.
• El control a gran escala se basa en mejorar el saneamiento ambiental y tratamientos
periódicos.
• Medidas prácticas son uso de letrinas adecuadas y provisión de agua potable.
• La ascariosis se puede controlar mediante quimioterapia, en la que se administran
periódicamente fármacos, y por observación de las medidas anteriores con
objeto de eliminar los parásitos adultos y luego los inmaduros, a tal grado que los
huevos que permanecen en el suelo se tornen inviables a fin de que si se ingieren
no produzcan infección

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