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GUADALAJARA
0253018
PERSONA Y SOCIEDAD
Fecha: 30/05/2023
¿Es la voluntad, aquella característica única del humano, la que nos proporciona libertad?
Objeción
Es evidente que para autores como Agustín de Hipona y sus seguidores sería una pregunta bastante
fácil de responder. Está claro que según filosofías como las del ya mencionado autor argelino con
bases platónicas, la voluntad es un don otorgado por un ser divino. Dicha cualidad nos da la
capacidad de tener elección sobre nuestras acciones, las cuales fueron premeditadas en nuestra
mente, puestas en una balanza para que siempre hagamos lo que creemos es lo mejor para nosotros.
A pesar de tener nuestros deseos desordenados, el humano se caracteriza por hacer uso de la razón,
por la cual podemos percibir detonantes de nuestros impulsos y apetitos más primitivos. Sin
embargo, es nuestra voluntad la que nos da libertad para poder discernir entre el placer inmediato
y el bien, dicha elección tendrá una consecuencia, que será el costo de ejercer nuestra libertad.
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Sed contra
“Por lo tanto, cuando la razón, mente o espíritu gobierna los movimientos irracionales del alma,
entonces, y solo entonces, es cuando se puede decir que domina en el hombre lo que debe dominar,
y domina en virtud de aquella ley que dijimos que era la ley eterna.” (Sobre el libre albedrío,
Agustín de Hipona).
Respondo
Para poder hacer una correcta comprensión de cualquier pregunta filosófica es de suma
importancia entender los conceptos fundamentales, las dos palabras que son el eje de nuestra
pregunta es “voluntad” y “libertad”.
En cuanto a la voluntad, podemos estar de acuerdo en que es la capacidad que tiene el ser humano
de tomar decisiones sin la necesidad de algún detonante externo o algo extrínseco al individuo.
Mientras que la libertad es la característica natural que tiene el humano de poder actuar de
determinada o no, asumiendo su respectiva responsabilidad.
Con esta breve introducción nos ayudará a entender por qué estrictamente la voluntad no es la que
da la libertad, sino la inteligencia en cierto modo. Cada ser vivo en este planeta nace libre, sin
embargo, los humanos somos los únicos que gracias a nuestro desarrollo intelectual hemos
establecido leyes, las cuales hemos aceptado que establezcan un límite a nuestra libertad a cambio
de la promesa de una colectividad funcional. Es entonces que nuestro uso de la razón es el que nos
va a permitir seguir manteniendo nuestra libertad, esto a través de un discernimiento consciente de
nuestros apetitos y nuestro bien u orden.
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razón. Es por eso que un ser sin inteligencia no puede tener libertad, ya que no hay quien controle
o dictamine la voluntad; sin una voluntad que sea capaz de elegir el bien para sí mismo,
simplemente será esclava de sus impulsos más primitivos.
Es de suma relevancia recordar que la definición de voluntad que hemos otorgado tiene un
fragmento que es clave: “tomar decisiones sin la necesidad de algún detonante externo o algo
extrínseco al individuo”. Entender que cuando se presentan factores ajenos que influencian nuestra
toma de decisiones, es entender el eje del cual se basará este argumento. Podemos estar todos de
acuerdo que el humano es un ser que por naturaleza vive en comunidad, que es un animal
emocional y que a su vez se diferencia por su sistema de comunicación tan avanzado. Precisamente
por estas razones somos capaces de influenciarnos entre nosotros mismos, directa o
indirectamente. Ya sea por la sociedad, nuestra familia, nuestras relaciones interpersonales e
incluso hasta por la biología que determinarán muchas de nuestras decisiones a lo largo de nuestra
vida, así como nuestra personalidad. Es esta la razón por la cual estrictamente nuestra libertad está
siendo determinada a mayor o menor medida por factores externos, factores que son producto de
un complejo sistema de relaciones humanas que hemos construido por milenios gracias a nuestra
capacidad cognitiva.
Respuesta a la objeción
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BIBLIOGRAFÍA