Mauricio Ibarra Montalván

Kinesiólogo
Licenciado en Kinesiología
TNS en Masoterapia
Docente IP Chile
Una estimulación excesiva
de la producción de
colágeno, provoca una
fibrosis del sistema
miofascial.
Al aplicar técnicas de
inducción miofascial se
realiza una estimulación
mecánica del tejido
conectivo.

Las restricciones creadas

por el déficit motor del
sistema miofascial
promueven la
creación de puntos gatillo y
producen isquemia
 Aumento del Circulación más Correcta
suministro eficiente de los
Orientación en la
sanguíneo hacia los anticuerpos en la
lugares de sustancia
producción de
restricción. fundamental. Fibroblastos.

Incremento del
Mayor suministro
Flujo de
de Sangre hacia el
Metabolitos desde
tejido Nervioso.
y hacia el tejido.
 Un sistema fascial que se encuentra en
un largo proceso de inmovilización
tiende a producir dolor, y no es fácil
liberar al paciente de este tipo de
dolencias. El tratamiento del paciente
con una disfunción del sistema
miofascial es más difícil de
efectuar que el tratamiento del paciente
con una contractura muscular.
1. Eliminar las compresiones del sistema fascial.
2. Eliminar las restricciones del sistema fascial.
3. Restablecer el equilibrio perdido.
 En un esquema de tratamiento, siempre hay
que aplicar en primer término
las técnicas superficiales, antes de aplicar las
técnicas profundas. La liberación de las
restricciones superficiales permite al terapeuta
controlar, de un modo más eficaz, la forma del
movimiento terapéutico, y al paciente,
acostumbrarse a los diferentes tipos de
presiones que realiza el terapeuta. De
esta forma, el terapeuta se gana la confianza
del paciente y, relajando su cuerpo,
facilita el proceso de tratamiento.
• Las técnicas directas o de deslizamiento tienen como objetivo eliminar
las restricciones locales y/o superficiales.

• En la aplicación de las técnicas básicas superficiales, es el terapeuta

quien dirige el tratamiento con el fin de eliminar la restricción.

• En las técnicas de inducción miofascial, en ningún momento hay que

superar el umbral del dolor y siempre hay que respetar la petición del
paciente de interrumpir la técnica en caso de que no pueda soportar la
sensación dolorosa.
 Deslizamiento
Transverso

Técnicas
Directas

Deslizamiento
Deslizamiento
en forma de
Longitudinal
“J”
• Se aplica para eliminar las restricciones superficiales aumentar la
movilidad de la piel. Puede realizarse en cualquier parte del cuerpo y en
cualquier dirección.

• Genera una hiperemia postraumática controlada a nivel superficial

subcutáneo.

• La región cutánea de la zona del tratamiento presentará no sólo un

enrojecimiento, sino también un leve calentamiento y abultamiento,
resultado de la vasodilatación local, lo que facilitará la eliminación de las
toxinas responsables de la producción de dolor en esta región.
 Las restricciones
subcutáneas se pueden
producir en cualquier parte
del cuerpo
y en cualquiera de las
direcciones.
 Con una de sus manos, el
terapeuta fija
La La técnica de deslizamiento en
la piel del paciente en la dirección
contrapresión (fijación) de la piel se de forma de
realiza en dirección opuesta a la la restricción y, posteriormente, «J» se puede realizar también
dirección realiza con el nudillo del
de la restricción, y la técnica del el movimiento de deslizamiento dedo índice.
deslizamiento en «J» se aplica en la en forma
dirección de «J», utilizando el dedo índice
de la restricción. reforzado
por el dedo medio.
• Esta técnica se aplica en las restricciones muy específicas de reducida
superficie, como en los tendones, los ligamentos, o partes específicas de
los músculos.

• La hipótesis de la acción del deslizamiento transverso supone que se

produce un efecto de movimiento transverso localizado y de una muy
escasa amplitud sobre las estructura colagenosas del tejido conectivo.
• Se realizan entre 7 y 15
recorridos.
• El tiempo promedio para
producir un efecto
analgésico es de 2
minutos.

El terapeuta junta sus manos, colocándolas una al

lado de la otra, y contacta la zona a tratar con las puntas de los dedos. Posteriormente,
realiza un movimiento transverso al recorrido de las fibras. El movimiento transverso
debe tener una amplitud muy escasa. No se debe saltar sobre el músculo, sino realizar
el movimiento dentro de él.
• La aplicación longitudinal de la fuerza mecánica tiene como objetivo
estimular la orientación longitudinal de las fibras, lo que permite
intensificar el movimiento y la fuerza tensil del tejido.

• El tejido es movilizado en los procesos crónicos y se evita la formación

de adherencias en los procesos agudos.

• La apertura vertical de la fascia es particularmente útil en los músculos

largos como, por ejemplo, los isquiotibiales y los extensores del tronco.
 Con una de sus manos, el terapeuta fija la piel del
paciente en el extremo distal de la región tratada y, posteriormente, realiza, con el
nudillo de la otra mano, un deslizamiento longitudinal a lo largo del recorrido de las
fibras musculares. La técnica se puede aplicar también con el dedo índice reforzado
por el dedo medio, o con el codo.
• También denominadas técnicas indirectas o sostenidas.

• Es el proceso de facilitación del movimiento del sistema miofascial el que permite

liberar sus restricciones.

• El objetivo es recuperar no solamente la amplitud de los movimientos, sino también su

fluidez.

• La dirección del movimiento puede ser hacia la dirección de la restricción para

romperla y eliminarla siguiendo el principio del camino más corto. Sin embargo, puede
suceder todo lo contrario, y el terapeuta tendrá que moverse en la dirección de
facilitación del movimiento en la búsqueda de una nueva restricción.
• El hecho de presentarse un enrojecimiento en la piel en un lugar distante al sitio de
la aplicación del tratamiento significa que la restricción del sistema o fue resuelta
solamente de manera parcial o no fue eliminada, sino «empujada» a otro lugar.
Como resultado de esta acción, en el sitio de la ubicación de esta restricción se
presentará un enrojecimiento sobre la piel del paciente. Es una respuesta autónoma
al estiramiento del sistema fascial. Esta reacción parece ser exclusiva de la aplicación
de las técnicas miofasciales. El paciente registrará un repentino aumento de calor en
esa zona.
 Manos
Cruzadas

Balanceo de Técnicas Planos

la
Profundas Transversos
Duramadre

Técnicas
Telescópicas
Etapa preelástica. Es como observar la cuerda de
un barco anclado en una
bahía tranquila. La duración de la etapa depende
del grado de ondulación que presenten
las fibras de colágeno: es diferente en los
tendones, en los ligamentos, la piel y
los músculos.
Parte inicial en la aplicación de las técnicas de manos
cruzadas. Las manos
deben estar juntas y bien acopladas a la piel del paciente.
La aplicación de la técnica va entre 1 minutos y medio y 3
minutos.
 Fase final en la aplicación de la técnica de manos cruzadas. Se puede observar
que las manos están más separadas entre sí.
En esta técnica el tiempo mínimo es entre 3 a 5 minutos para lograr sus efectos.
 Plano transverso a nivel pélvico. Una de las manos del
terapeuta se encuentra
debajo del cuerpo del paciente y la otra se coloca
encima del mismo. En este caso,
en la técnica del plano transverso a nivel pélvico, la
mano inferior está debajo del
sacro y la superior justo por encima de la sínfisis púbica.
Plano transverso a nivel respiratorio. La mano inferior se
encuentra en la unión dorsolumbar; la superior, de manera
transversa, sobre la apófisis xifoides del esternón.
El movimiento se presentará de una manera espontánea
después de unos 90 a 120 segundos. La presión debe llegar a
la barrera y detenerse en ella hasta esperar la liberación.
• En la aplicación de la técnica telescópica, nos guiamos por la respuesta al estímulo
del estiramiento.

• Las técnicas telescópicas se realizan en las extremidades.

• Se puede aplicar la técnica de una manera global o de una manera parcial, sobre un
segmento.

• Para aplicar la técnica, el terapeuta suspende con sus manos la extremidad a tratar y
lentamente inicia la aplicación de una suave tracción a lo largo del eje del cuerpo del
paciente.
 El objetivo final es realizar
todo el movimiento de
circunducción
de la extremidad en la
medida en que las cualidades
del tejido periarticular lo
permitan.

Fase inicial de la técnica telescópica. El terapeuta sostiene con

ambas manos la extremidad superior del paciente. Lentamente,
con el peso de su cuerpo, inicia la aplicación de la tracción.
• La aplicación de esta técnica es necesaria en las siguientes situaciones:
1. Cuando observemos que el paciente, al estar acostado, está simétrico, pero que al
colocarse de pie, esta simetría desaparece.
2. Cuando no haya una respuesta favorable después de la aplicación de las técnicas de
liberación miofascial o la respuesta sea muy débil.
3. Cuando se puede obtener la liberación del sistema fascial, pero ésta desaparezca
instantáneamente al retirar las manos el terapeuta.
4. Cuando, al realizar la técnica, el terapeuta perciba todavía una restricción, pero de
una difícil ubicación.
 Ritmo craneosacro. El terapeuta, sentado detrás del paciente con su mano
craneal sobre el cráneo y la caudal sobre el sacro del paciente, realiza la técnica sin
aplicar una presión excesiva.