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Son espacios tapizados de endotelio entre dos capas que son las perióstica y meníngea de
la duramadre. Estas se van a formar primordialmente a lo largo de las uniones de los
repliegues de la duramadre y centralmente en la base del cráneo. Las grandes venas de la
superficie del encéfalo y del díploe van a drenar en estos senos, casi la mayor parte de la
sangre del encéfalo y del díploe van a drenar posteriormente a través de ellos en las venas
yugulares internas.
Sus paredes no van hacer elásticas ni contráctiles, sino inextensibles. Estos una vez
seccionados, el seno se va a mantener abierto. Su cavidad no va a presentar indicio alguno
de válvula. Sin embargo, su superficie interna no es lisa, por lo que da origen a trabéculas
que atraviesan la cavidad, estas van hacer numerosas solo en algunos senos, sobre todo
en el seno cavernoso. Existen 21 senos, lo cual cinco van hacer impares y medios,
mientras que los otros son pares y laterales. Estos pueden distribuirse en dos grupos: uno
posterosuperior y otro anteroinferior.
En este grupo se encuentran siete senos, donde tres van hacer impares y ocupan los tres
bordes de la hoz del cerebro. Estos senos son: el seno sagital superior, el seno sagital
inferior y el seno recto. Los otros cuatro sobrantes van hacer pares: senos marginales y
los senos laterales.
Seno sagital inferior: este va a ocupar casi la mitad posterior del borde inferior
libre de la hoz del cerebro. Es delgado, sin embargo, su calibre aumenta de anterior
a posterior; va a recibir las venas de la hoz del cerebro y desemboca en el extremo
anterior del seno recto.
Seno recto: se encuentra formado por una unión del seno sagital inferior con la
vena cerebral magna. Va a discurrir inferoposteriormente a lo largo de la línea de
adhesión de la hoz del cerebro con el tentorio del cerebelo, para luego poder unirse
a la confluencia de los senos.
Senos marginales: son estrechos, se van a localizar en el agujero yugular, por
donde se comunican con el extremo terminal del seno sigmoideo. Desde ese punto
esta se va a dirigir posterior y medialmente, lo cual va a rodear al agujero magno;
seguidamente va a penetrar en la hoz del cerebelo y desembocan en la confluencia
de los senos.
Grupo anteroinferior: los senos cavernosos son los que constituyen un confluente
venoso anterior en el que van a desembocar, junto con las venas oftálmicas y central de
la retina, los senos esfenoparietales, intercavenosos y el plexo basilar.
Seno cavernoso: se van a localizar a ambos lados de la silla turca del cuerpo del
esfenoides. Este seno va a consistir en un plexo venoso de venas con paredes
extremadamente finas, y se extiende anteriormente desde la fisura orbitaria
superior, y posteriormente hasta el vértice de la porción petrosa del hueso
temporal. Los conductos venosos se van a comunicar entre sí a través de los senos
intercavernosos, anterior y posteriormente al infundíbulo de la hipófisis.
Seno esfenoparietal: este nombre es dado a un conducto que se va a originar en
el seno sagital superior, desciende por un surco óseo localizado en la parte
anterolateral de la bóveda craneal y continua por el borde posterior del ala menor
del hueso esfenoides hasta el extremo anterior del seno carvernoso. Este va a
recibir venas diploicas, meníngeas y cerebrales.
Seno petroso superior: estos se van a discurrir desde los extremos posteriores de
los senos cavernosos para poder unirse a los senos transversos, en el punto donde
estos senos se incurvan inferiormente para luego formar los senos sigmoideos.