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Producto Académico N.

º 1 (Foro)
ALUMNA: ERIKA VANESA SANCHEZ TACUCHE . NRC 26585

Analiza la resolución judicial emitida por la Sala Penal Nacional, recaída en el proceso penal
N.º 00346-2013-0-JP seguido contra Osman Morote Barrionuevo y Margot Lourdes Liendo Gil
por delito contra la tranquilidad pública y otro. (ver referencias para realizar la actividad)
Luego, responde: ¿Considera que la libertad y medida restrictiva otorgada se ciñe a los
presupuestos fácticos y jurídicos establecidos por la ley? Justifica tu respuesta.

Como lo ha señalado el Tribunal Constitucional ,en la Resolucion (Expediente Nº 00156-2012-


PHC/TC) indica “toda persona tiene derecho a ser investigada y juzgada dentro del plazo legal
establecido, debiendo este lapso concordar con el plazo de detención preventiva.El vencimiento
del plazo de detención preventiva genera la libertad del ciudadano, con lo que debe finalizar la
medida más extrema de restricción de libertad personal y pasar a un estatus menos gravoso ”. Por
ello la administracion de justicia, tiene que materializarse respetando los márgenes del debido
proceso, el cual debe desarrollarse dentro de un plazo legal y razonable, para que el ejercicio de
dicha atribución no afecte normas procesales vigentes ni derechos fundamentales.

En este caso, a mi criterio si bien es cierto no se cumple los presupuestos facticos tales como: a)
Es mayor de 65 años de edad; b) Adolece de una enfermedad grave o incurable; c) Sufre grave
incapacidad física permanente que afecte sensiblemente su capacidad de desplazamiento; d) Es
una madre gestante, no obstante a ello no es posible equiparar la situación de detención
domiciliaria con la situación de detención preventiva y mucho menos con la situación de pena
privativa de libertad del condenado. “La razón es que tanto la detención domiciliaria como la
detención judicial preventiva si bien afectan la libertad locomotora del individuo, lo hacen en
intensidades distintas pues, “es indudable que la detención domiciliaria se configura como una de
las diversas formas a las que, de manera alternativa, puede apelar el juzgador con el objeto de
evitar la segunda de ellas, esto es, a la detención judicial preventiva”. EXP. N.º 1565–2002–
HC/TC, 05 de agosto de 2002.

Aun cuando comparten la condición de medidas cautelares personales, la medida de prision


preventiva con el arresto domiciliario son sustancialmente distintos en lo que a su incidencia sobre
el derecho fundamental a la libertad personal respecta; ello porque, en el caso del arresto
domiciliario, el ius ambulandi se ejerce con mayores alcances; no existe la aflicción psicológica que
caracteriza a la reclusión; no se pierde la relación con el núcleo familiar y amical, en determinados
casos, se continúa ejerciendo total o parcialmente el empleo; se sigue gozando de múltiples
beneficios (de mayor o menor importancia), empero la obligación de permanecer, en forma vigilada,
dentro del domicilio, es, sin duda, también una limitación seria de la libertad locomotora”.

En tanto se trata de una medida que restringe el ejercicio de un derecho fundamental, la expedición
del mandato de detención domiciliaria debe ajustarse igualmente al principio de proporcionalidad y
razonabilidad. Como se sabe, el principio de proporcionalidad viene compuesto por tres juicios. De
idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto.

Por el juicio de idoneidad: se exige que la medida que restringe un derecho constitucional –como la
libertad– tenga un fin constitucionalmente lícito y que la medida sea en sí misma idónea para
alcanzar ese fin.
El segundo juicio es el de necesidad, y significa que si se tienen dos medidas igualmente idóneas
para conseguir la misma finalidad, pero son desigualmente restrictivas, se deberá optar por la
medida menos restrictiva del derecho.
Y finalmente, el juicio de proporcionalidad por el cual se debe evaluar los costos y beneficios de
aplicar una concreta medida al caso concreto.
La aplicación del test de proporcionalidad o razonabilidad no ha sido extraño a la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional para examinar las medidas que afectaban la libertad. Indicando que las
medidas de restricción de la libertad ambulatoria, cuando no se producen a consecuencia de la
imposición de una pena, quedan justificadas únicamente, como ultima ratio, en la medida en que
resulten absolutamente imprescindibles y necesarias para la defensa de los bienes jurídicos
fundamentales en un proceso penal y siempre que no hayan otros mecanismos menos radicales
para conseguirla.

Finalmente, el arresto domiliciario no significa dejar de lado el criterio de seguridad que es


inherente a la detención domiciliaria. En efecto, esta medida requiere ser cumplida en un inmueble
con determinadas características que permitan garantizar que el ciudadano no eludirá la acción de
la justicia, más aún cuando se trata de delitos que revisten gravedad.

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