Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para el alquimista aspirante, la mayoría del trabajo tomará lugar en el reino de las plantas,
ya que las plantas trabajadas no son tóxicas, las temperaturas usadas son lentas, y el trabajo
lleva los mismos riesgos técnicos que hacer la cena en un fogón. Si puedes hervir agua,
puedes hacer alquimia con plantas.
En alquimia, todo está compuesto de tres partes: azufre (alma o esencia individualizada),
mercurio (fuerza de vida), y sal (cuerpo físico). Es el trabajo del alquimista separar y
recombinar estos tres principios básicos tan a menudo como sea necesario hasta que estén
en perfecta proporción y armonía los unos con los otros. Cuando esta armonía es lograda, la
creación de una "Piedra", u objeto físico usado en la transformación física y espiritual del
alquimista, resultará. Recuerde, la planta contiene todo lo que necesita para evolucionar,
aunque el proceso, si es dejado a la naturaleza, será lento. Los alquimistas tienen un
limitado lapso de vida comparado a las substancias con las que trabajan; ellos buscan
acelerar el proceso de evolución en las plantas y minerales que utilizan y, haciéndolo así,
aceleran su propia evolución también. Este reconocimiento de la mortalidad física,
combinado con la cantidad de tiempo necesario para lograr la Gran Obra, tal y como es
llamada, condujo a muchos alquimistas a buscar el Elixir de Vida, pues al extender sus
vidas, podrían completar la tarea que se habían asignados a sí mismos.
Cuando se está trabajando con las plantas, el cuerpo físico de la planta en sí mismo es la
sal, sus aceites esenciales son el azufre y el alcohol (y ocasionalmente el agua) es el
mercurio. Así, el aspirante a alquimista busca separar estas tres partes y recombinarlas,
dando ascendencia a la palabra usada por Paracelso, espagiria. Espagiria es el término
griego para "separar y recombinar" y le es dado al trabajo con las plantas, o la Circulación
Menor. La Circulación Mayor consiste en trabajos metálicos y minerales; su proceso sigue
los mismos principios al del trabajo con las plantas, y es abordado solamente después de
que un cierto grado de maestría con las plantas se ha obtenido.
Fuego - En términos impersonales, el fuego es energía pura. Imagínelo como una intensa
sensación radiante de calor que todo lo penetra y transforma. En términos personales,
imagine el fuego como nuestra semilla espiritual, nuestro ímpetu hacia la realización del
ser.
Aire - En términos impersonales, imagine al aire como todas las cosas gaseosas, expansivas
y cohesivas. El aire es la Mente Cósmica en acción, y las leyes que el alquimista aprende
para poder manipular los elementos internos y externos en orden a crear la Piedra de los
Filósofos. En términos personales, imagine al aire como el marco de trabajo teórico de
ideas e imágenes, que hace accesible la transformadora aunque aparentemente caótica y
peligrosa energía del fuego.
Agua - En términos impersonales, imagine el agua como todas las cosas líquidas. La
energía es transferida en un estado líquido, sea agua, lluvia, sangre, hormonas o fluidos
sexuales. El agua es el medio práctico de expresión de la energía del fuego después de que
ha sido transferida por el aire, justo como el agua asciende y desciende a través de la
evaporación. En términos personales, imagine el agua elemental como sus fluidos
corporales personales, y también como las emociones que dan fuerza y energía a las ideas,
haciéndolas materialmente manifiestas.
Tierra - En términos impersonales, imagine la tierra elemental como toda la materia sólida,
incluso la materia subatómica, y los elementos. La tierra es la estructura etérica o red
invisible de energía de la que emerge la forma física, así como la forma real en sí misma.
En términos personales, imagine la tierra como todas las cosas materiales y sólidas, su
cuerpo físico, su cuerpo etérico y todas las cosas en su vida.
Sin embargo, los elementos no existen en un vacío. Ellos están unidos en su fuente común,
o Espíritu, simbolizado por una rueda con ocho radios. Este Espíritu es una forma
primordial de energía-consciencia que es utilizada en rituales mágicos, así como en
alquimia. El Espíritu se expresa a sí mismo en dos formas: una activa, la otra pasiva. Las
energías activas del Espíritu dan surgimiento a los así llamados elementos "activos" fuego y
aire, mientras que de los aspectos pasivos del Espíritu, emergen los elementos "pasivos"
agua y tierra. El fuego y el aire son llamados activos porque son altamente móviles,
impredecibles y erráticos a la vez. El agua y la tierra son llamadas pasivas porque están
dominadas por otras fuerzas y se mueven sólo cuando se actúa sobre ellas.
La producción de una tintura vegetal o espagírica, es la primera y más fácil de todas las
operaciones. No requiere ningún equipamiento especial y puede ser hecha por cualquiera en
cualquier lugar, necesitando solamente paciencia y perseverancia como sus herramientas
principales. Aquí hay un ejemplo de una tintura hecha de melisa (Melissa officcinalis),
aunque cualquier planta puede ser usada. Usted debe investigar la toxicidad de la planta
antes de trabajar con ella, o ingerir cualquier planta, hierba, o parte de la misma. Mientras
que a menudo la planta entera puede ser consumida, en algunos casos hay plantas cuyas
hojas y semillas son seguras, pero sus raíces son tóxicas. Incluso aunque las hierbas más
comúnmente usadas no son tóxicas, siempre compruébelo antes para estar seguro de que la
planta con la que está trabajando es segura de ingerir, y que no tendrá ninguna reacción
alérgica por trabajar con ella.
Para cada operación, necesitará una onza (28,35 gramos) de hierba seca. A menos que sea
declarado en otra parte, la masa de hierba consistirá mayoritariamente de hojas, algunos
tallos y ocasionalmente raíces de la planta. Si usted no está seguro sobre el contenido,
pregunte en la herboristería en la que la está comprando, o cultívela usted mismo y elíjala
después. Cultivando sus propias hierbas, sabrá positivamente la identidad de la planta.
Mientras que muy poca gente muere cada año por la mala identificación de plantas,
mientras están en la naturaleza (eligiendo plantas silvestres), no le hace ningún bien a nadie
el arriesgarse a ser uno de la docena más o menos, de los que cometen un error fatal. Para
estar seguro: cómprela seca o plántela usted mismo de una semilla o semillero bien
identificados, comprados a un suministrador de confianza.
Si las hierbas secas no están disponibles, las plantas frescas puede ser sustitutos. Los
alquimistas tienen preferencias personales sobre cuándo y dónde usar plantas frescas versus
plantas secas. La experiencia le ayudará a clasificar esto más tarde. Para este experimento,
cualquiera le bastará.
Lista de Control
· De 4 a 8 onzas de alcohol de 90% a 95% (pueden ser sustituidos por vodka, vino o brandy
destilado si no lo hay disponible).
· Las plantas que debería tener son cola de caballo (Saturno), melisa (Júpiter), albahaca
(Marte), eufrasia (Sol), alquimilla o pie de león (Venus), hinojo (Mercurio) y berro de agua
(Luna). Una planta adicional para tener es la drosera rotundifolia, especialmente para
viajar, ya que se dice de la misma que contiene los poderes de los siete planetas y por lo
tanto reduce el número de tinturas que necesitará llevar con usted.
Planet
Poder Órgano Símb Hierb Nombre
Día
Sábado Satur Estabili Bazo W
Cola
de
Equiset
um
no dad Caball
o
arvense
Sol Auto-
Q
Eufras sia
go Consciencia
ón ia officinal
is
Nasturti
Cerebro o
Lunes Luna Desarrollo
Psíquico
Tronco
Cerebral
R Berro
um
officinal
e
Marte Ocimu
1. Lea todas las instrucciones que siguen varias veces, y familiarícese con cada paso que
necesite emprender. Recuerde: ¡La seguridad es lo primero cuando quiera que esté
trabajando, con experimentos o productos espagíricos o alquímicos!
2. Comience la operación en la hora planetaria del planeta que gobierna la hierba. Aunque
las horas planetarias se suceden varias veces en un día para cada planeta, la primera, y a
menudo más fácil de usar, comienza dentro de los pocos minutos después de salir el sol en
el día en que gobierna el planeta. Ya que la Melissa está gobernada por Júpiter, y Júpiter
gobierna el Jueves, la primera hora planetaria de Júpiter habrá de ocurrir inmediatamente
después de salir el sol el Jueves.
3. Empiece con una oración a Dios para que los misterios le puedan ser revelados y que su
lugar en el universo sea restaurado. Dedique unos pocos minutos en ello, y no se precipite.
Esto prepara su intelecto al completo para acometer esta práctica y es la intención, o acto de
voluntad, que lo ponga todo en movimiento. Es esta oración inicial la que separa sus
experimentos de la "química vulgar", haciéndolos algo espiritual.
4. Tome la hierba y comience moliéndola a mano en pequeñas cantidades en el mortero con
el almirez. Haga con ella un polvo tan fino como le sea posible, centrándose en la idea de
que está liberando el poder divino de la hierba, así como el que está dentro de usted a través
del trabajo. Si no tiene bastante tiempo para moler toda la hierba a mano, o tiene una parte
que es demasiado dura, tal como las semillas o raíces, entonces muélala parcialmente con el
molinillo de café. Es importante que dedique tiempo con la hierba y la mantenga en
contacto físico con usted, para que pueda recibir el contacto benéfico con su campo de
energía o aura. Si usted debe molerla totalmente a máquina, entonces colóquela en el
mortero después y muélala de nuevo con el almirez, centrándose en desarrollar la relación
energética entre usted, la hierba, el planeta que la gobierna, y las contrapartidas del planeta
en su psique y cuerpo.
6. Cubra la boca de la jarra con el rollo plástico antes de sellarlo ajustadamente con la tapa,
para que ningún líquido ni su vapor toquen ningún metal.
8. Agítela vigorosamente una o dos veces al día. Continúe este proceso entre siete y catorce
días, hasta que el color de la tintura sea oscuro. Sin embargo, no sería infrecuente permitir
que la tintura se asiente durante cuarenta días, un "mes alquímico."
Eso es todo: siete pasos y habrá comenzado el proceso de hacer una tintura espagírica
básica, que le será útil física y espiritualmente. Pero recuerde, esta es su "hija filosófica" y
debe ser tratada con amor y respeto. Cada vez que la manipule, para inspección, para
agitarla, o en cualquier forma, recuerde que es una representación física de su alma-
personalidad. No la trate diferentemente a cómo trataría a un pequeño animal, un hijo, o un
invitado. Así como separa el azufre del tenebroso lodo de la materia herbal, está usted
separando su alma de las restricciones de la vida física y de la encarnación. Justo como el
alma de la planta es lo que la distingue de otras plantas, así su alma, su consciencia, y su
impulso interno para realizar su ser es lo que le separa a usted de los otros seres humanos.
De esta manera, es el ama del alquimista la que impacta y cambia el alma de la planta en la
tintura. Es la actitud del operador más que el proceso en sí mismo, lo que hace a la alquimia
divina. Esta actitud es transferida literalmente a la materia sobre la que actuar, justo como
si fuera un paciente recibiendo curación magnética o espiritual. Cuando el producto final
está entonces consumado, nosotros estaremos tomando dentro de nosotros mismos un
auténtico talismán consumible - como lo que es sugerido por la Misa Cristiana - a través del
cual nuestro cuerpo (sal) y sangre (mercurio) son regenerados, para recibir el poder
espiritual de la planta (azufre). Cada vez que repitamos el proceso de "solve et coagula",
seremos regenerados en diminuto grado y llevados más cerca de la perfección.
Después de que el color del líquido esté suficientemente oscuro, viértalo dentro de una jarra
limpia que pueda ser sellada. Sea cuidadoso colando o filtrando la tintura a través de una
malla fina de plástico, o de un colador o filtro de café colocado dentro de un embudo. Para
maximizar sus esfuerzos, presione el líquido restante en la planta para que caiga a través del
filtro en el embudo. El filtro retendrá cualquier materia o partícula de la planta que pueda
ser forzada a través del estrujado y evitará que se mezcle con la tintura. Examinando de
cerca y bajo la luz, usted verá que algunas pequeñas cantidades de finas partículas como de
arenilla, discurrirán a través de la tintura, pero por ahora podemos ignorarlas más bien que
reemplazar nuestros filtros comerciales para café con filtros de papel granulado para
laboratorio. En este momento, nuestra preocupación es separar el líquido de la materia
sólida lo mejor que podamos. Con el propósito de comenzar y obtener resultados que nos
animen a seguir hacia áreas más complejas del trabajo alquímico, esto será suficiente.
Esta tintura contiene ahora el azufre (aceites esenciales, ceras, y grasas vegetales) y el
mercurio (alcohol y alguna agua) de Melissa. Esta tintura es idéntica a cualquier producto
herbal que podría hacer o comprar en una tienda o almacén de comida sana. Lo que la
transformará en un producto genuinamente espagírico, o herbal alquímico es la adición del
proceso de "coagula". Hemos separado el alma de la planta, o azufre, del cuerpo, o sal. Ese
es el proceso de "solve", o disolución. Ahora, debemos añadir los dos juntos de nuevo en
alguna forma. Pero para que la resurrección de la planta esté completa, su cuerpo, o sal,
debe ser purificado y preparado para recibir el incremento en energía. Para hacer esto,
usamos la herramienta maestra del alquimista, el fuego. El fuego es la expresión energética
del universo. De los cuatro elementos comunes a la Wicca, Neopaganismo, Cábala y
Hermetismo, el fuego es el único que puede completamente transformar y regenerar. Este
proceso es conocido como calcinación, y convierte la húmeda, materia oscura de la planta
en un polvo blanco o grisáceo preparado para usarlo en el próximo paso del proceso.
Calcinación
Equipamiento Necesario
· Una vara de metal para remover la masa y darle la vuelta al fuego sin que se queme.
· Una superficie ignífuga sobre la que apoyar el bol mientras se está quemando la materia
vegetal.
· Guantes o manoplas para el calor, para manipular el contenedor cuando el proceso esté
completado
· Mortero y almirez.
· Un contenedor que pueda ser cerrado casi herméticamente, para colocar la ceniza después
de que el proceso haya sido completado.
Consejos de Seguridad
Para protegerse contra los repentinos cambios en el viento que puedan provocar que las
llamas ardan cuando se ha empezado inicialmente, es común calcinar en una barbacoa de
ladrillos refractarios, o en un lecho de cenizas, como aquellos usados a menudo para
cocinar en el campo en primavera y verano. Algunos alquimistas calcinan en las áreas
menos pobladas de los parques públicos donde las áreas de barbacoas son comunes. Es
también buena idea mantener la tapadera de su contenedor a mano en caso de que la
necesite para sofocar las llamas.
El Proceso de Calcinación
2. Tome la masa vegetal, o heces (también llamada caput mortuum, o "cabeza muerta"), y
quémela en un contenedor resistente al calor. Esto se hará mejor en el exterior, ya que
conforme el proceso de quemado avance se producirá una gran cantidad de humo. Para esta
operación, un contenedor de cristal grande y profundo, de los usados para hornear será
ideal. El metal también puede ser usado aquí, ya que nuestra preocupación son las cenizas.
Cualquier residuo de la tintura en esa masa vegetal, está siendo usada como combustible
para el fuego y se perderá. De nuevo, el humo liberado del residuo de la planta al quemarse
será significativo, como tal, si lo hace en el interior, asegúrese de que haya un extractor
funcionando sobre su fogón.
3. Mientras las heces se queman, asegúrese de removerlas con su vara de metal. Usted
puede abanicar atentamente o soplar para mantener el fuego en marcha o hacer que los
carbones estén más calientes. Sin embargo, si elige hacerlo así, debería tener extremo
cuidado y llevar unas gafas protectoras.
4. Después de que las sales se hayan enfriado, tome su almirez y muélalas hasta que sean
un polvo fino. Ellas serán todavía negras y contendrán sólo unas pocas motitas de blanco o
blanco grisáceo. Mézclelas en algo de alcohol hasta que las cenizas estén ligeramente
húmedas. Después, encienda la mezcla y comience el proceso de nuevo. Haga esto varias
veces, asegurándose de moler el polvo tan fino como sea posible entre cada ignición.
Mientras hace esto, notará que la cantidad de ceniza es considerablemente reducida con
cada nueva incineración.
5. Después de la tercera o cuarta ronda, cuando la cantidad de ceniza más clara haya
aumentado, tome la materia (sal) y colóquela en un plato refractario, cubierto si es posible.
Caliéntelo en el horno a 260º C o más, hasta que toda se haya vuelto un polvo grisáceo o,
mejor todavía, un polvo completamente blanco. Frecuentes molidas de la sal, incluso
durante esta fase ayudarán en este proceso. (Recuerde, mientas más finas sean las partículas
durante el proceso de maceración, más azufre será extraído; mientras más finas sean las
partículas durante el proceso de calcinación, más fácil será obtener las fases blanco-
grisácea o blanca de purificación.)
6. Después de que las sales se hayan vuelto tan blancas como considere que es posible,
colóquelas en una jarra de cristal que pueda ser bien cerrada mientras que las sales estén
todavía calientes. Esto las mantendrá libres de absorber humedad del aire conforme se
enfríen. Marque claramente la jarra con el símbolo planetario de la planta si está trabajando
con una planta para cada uno de los planetas. Si tiene más de una hierba por planeta,
asegúrese de marcar el nombre de la planta en la etiqueta del contenedor.
Si está ansioso por probar su producto espagírico, coloque unos pocos granos de las sales
de su tintura en una cucharadita de té (1 ó 2 milímetros, o 10 a 20 gotitas) de la tintura que
ha sido añadida a un vaso de agua destilada. Esto debería ocurrir durante la hora planetaria
en el día planetario que gobierne la hierba, en el caso de la melisa, el Jueves. Si las sales
son muy puras, se disolverán, o al menos se reducirán dramáticamente en la tintura y agua.
Dedique unos pocos minutos en un estado relajado después de beber la tintura. Puede que
no sienta los efectos inmediatamente, pero pueden manifestarse durante periodos de
meditación o sueño, o en otras formas a través del día. Familiarizarse con las diferentes
áreas de la vida bajo la influencia de cada uno de los planetas, le ayudará a notar estos
efectos cuando tengan lugar.
Mientras que las sales no necesitan ser consumidas con la tintura, ayudarán en los efectos
generales de la operación, ya que suministran la tercera Esencia, o pata, de un producto
alquímico. Es importante usar agua destilada, ya que las trazas energéticas en los productos
espagíricos son atraídas hacia las sales, o materia, para "estabilizarlas", justo como el agua
es absorbida por una esponja. Las trazas minerales en el agua normal embotellada o de
grifo, extraerán una pequeña cantidad de la energía de la tintura. Esta es, sin embargo, sólo
una pequeña cantidad y no debería prevenir a cualquiera de emprender el experimento.
No cometa el error de pensar que podría revertir a una fase más temprana; sepa solamente
que la energía potencial de las plantas es más limitada, y por lo tanto el alquimista que las
usa debe llenar su tanque de gas psíquico más a menudo que si estuviera utilizando
productos minerales. La distancia viajada bajo sus poderes, sin embargo, es la misma.
Puntos Clave
Las tres esencias están compuestas de los cuatro elementos, los cuales emergen del vacío
primordial, conocido como Caos o Hyle.
Estas tres esencias son separadas y recombinadas ("solve et coagula") para perfeccionar su
expresión.
El número de ciclos de separación y recombinación necesario para restaurar la armonía
entre los elementos es tradicionalmente siete repeticiones.
Las prácticas fundamentales del trabajo vegetal y mineral son las mismas; solamente sus
reinos son diferentes.
Las prácticas alquímicas pueden ser vistas como teniendo tres partes: la Obra de la Cabeza,
la Obra del Corazón, y la Obra de las Manos. La Obra de la Cabeza es el material técnico y
filosófico que debemos aprender y seguir. La Obra de las Manos es la aplicación de estas
ideas en el escenario del laboratorio. La Obra del Corazón es la síntesis de nuestras
experiencias en meditación y oración, que son cruciales para ser un correcto alquimista.
Tareas Generales
1. Haga varios dibujos para la meditación y el uso en su área de trabajo. Deberían incluir
(1) las tres esencias, (2) el Árbol de la Vida, (3) el Caos, y (4) la Piedra de los Filósofos.
2. Obtenga o dibuje una ilustración de Thot, Hermes, y/o un famoso alquimista que le
inspire, tal como St. Gemain, Cagliostro, Paracelso, María la Judía, o Nicolás Flamel (y su
esposa Perenelle), y colóquelos en su área de trabajo cuando esté estudiando o realizando
experimentos.
3. Estudie la tabla sobre las horas planetarias en el Apéndice A y calcule las horas para una
semana.
4. Haga acopio de los elementos necesarios para hacer una tintura básica para cada uno de
los antiguos planetas, así como la drosera para "el planeta Tierra."
5. Relea este capítulo y esboce el proceso para hacer una tintura en su cuaderno de notas.
6. Comience cada tintura en su día planetario. Anote ese día, tiempo, hora planetaria, y fase
de la luna en la que empezó su experimento. (La drosera puede ser comenzada en Sábado,
durante la primera o segunda hora planetaria de Saturno.)
Prácticas De Meditación
Justo como la alquimia tiene tres esencias, azufre, mercurio y sal, podemos examinar las
tres herramientas principales usadas por el aspirante a alquimista, como conteniendo tres
partes también. La Alquimia es a menudo llamada una obra de la cabeza, corazón y manos.
La "cabeza" se refiere a las ideas que deben ser aprendidas, memorizadas y meditadas, así
como las instrucciones que deben ser seguidas para cada paso del proceso. La Alquimia
requiere la habilidad para usar la razón, formular posibles soluciones, y meditar sobre qué
acciones han sido emprendidas y por qué. Las "manos" se refieren a las acciones físicas
reales llevadas a cabo en un laboratorio o en el trabajo con materiales en bruto y su
transformación en un producto terminado. El "corazón" es el método de meditación, oído
interior, y despertar de la intuición en el que todos los estudiantes deben aprender a confiar
si van a entrar dentro del reino de la transformación genuina - que es, la confección de
productos vegetales o minerales superiores que tienen extraordinarios poderes curativos,
inexplicables por las leyes conocidas y la habilidad para iniciar tanto a su creador como a
otros en reinos más profundos del alma.
Este libro está diseñado para dar a cada estudiante las herramientas suficientes con las que
emprender la Obra de la Cabeza, el Corazón y las Manos y consiguientemente, convertirse
en un alquimista practicante. Cada capítulo contiene estudio intelectual, prácticas
meditativas y experimentos prácticos que son para ser llevados a cabo, así que los
estudiantes que sigan estas instrucciones desarrollen sus varios niveles de consciencia en
una forma armoniosa. Recuerde, para ser un alquimista genuino, debe realmente transmutar
su consciencia y ser capaz de demostrarse a sí mismo su realidad, transmutando algo en el
mundo material. Mientras que esto hace referencia a menudo a convertir el plomo en oro,
es suficiente con decir que en un nivel inferior, la creación de un poderoso producto
curativo también le capacitará. Parafraseando a Paracelso, "Nosotros sólo transmutamos la
parte exterior, habiendo transmutado primeramente la interior."
Para comenzar la fase interior del trabajo alquímico, le sugerimos que dedique de diez a
veinte minutos al día, durante diez a catorce días por cada meditación listada más adelante.
1. Comience cada sesión de meditación sentándose quietamente en una silla con sus brazos
relajados, y en su regazo o descansando sobre sus muslos (con las palmas hacia abajo),
teniendo cuidado de ver que sus codos estén relajados y no haya tensión en sus hombros o
cuello. Remeta ligeramente su barbilla y mantenga la cabeza estable.
2. Inhale profundamente a través de su nariz, retenga la respiración y exhale lentamente tres
veces. Mientras hace esto, siéntase relajado física, mental y emocionalmente. Sienta el
sentido aumentado de estabilidad y cómo cualquier preocupación, inquietud o frustración
del día se van con el aire exhalado. No hay un tiempo máximo para este proceso inicial de
relajación, y usted puede hacerlo más de tres veces si lo necesita para lograr el apropiado
estado mental antes de proceder. Siete o nueve repeticiones son también muy comunes.
4. Después de que haya llenado su cuerpo con luz, imaginando de hecho que su cuerpo
físico está siendo transformado en luz a través de esta respiración cíclica, imagine una
esfera de luz blanca brillante sobre su cabeza, a unos treinta centímetros por encima de ella.
Sienta una conexión con esta luz; es la consciencia de su Más Alto Ser o "Ángel", del que
está aparentemente separado. Inhale, atrayendo un rayo de luz desde la esfera a su corazón,
y siéntalo expandirse. Conforme la luz crece e irradia, su sentido de separación se disuelve,
y percibe la presencia interna de su Más Alto Ser en la forma de compasión, sabiduría y
fuerza.
5. Haga esta meditación cada día durante una semana, simplemente sentándose en el nuevo
estado de paz interior que ha aprendido a crear. Todo el proceso debería durar de diez a
treinta minutos, dependiendo de cuánto tiempo le gustaría dedicar a ello. Cuando lo haya
hecho, dé gracias por cualquier cosa que haya experimentado, y sepa que está acercándose
a la totalidad espiritual con cada periodo de práctica.
Después de una semana, usted puede añadir un ejercicio de la siguiente lista a su periodo de
meditación:
Meditaciones Alquímicas
1. Imagine que usted es un vasto mar de potencial inmanifestado, como lo que el Caos o la
Materia Prima representan. Esta es una oscura, pesada y dinámica energía que empieza a
agitarse y moverse hacia fuera desde el centro, como las ondas de una piedra arrojada en un
estanque sereno.
2. Imagine que este proceso de movimiento repentinamente se divide en dos, como una
célula que se divide para crear otra célula. Sienta cómo esta masa de energía, ahora
contiene dos células conectadas o esferas, que parecen alejarse en dos direcciones
separadas. De esta separación en dos direcciones aparentemente opuestas, la creación de los
polos de energía y materia es lograda.
3. Dedique algún tiempo en esta parte de la meditación. Sienta cómo un lado es muy
dinámico y energético y el otro es calmo, denso y estable, y aún así los dos están
conectados el uno al otro y son inseparables.
4. Imagine ahora que la esfera activa y dinámica empieza a pulsar de nuevo desde su centro
y esta pulsación crea dos nuevas esferas dentro o a partir de la esfera de energía. La esfera o
pulso más remoto a su derecha es el fuego elemental. Es dinámica y explosiva. La esfera
conectada a ella es el aire elemental, o el principio organizador del universo.
5. Ahora imagine que la esfera de materia primordial también comienza a pulsar hacia fuera
y dividirse en dos distintos aunque todavía conectados campos de energía. La más cercana
a usted es el agua elemental, o los aspectos emocionales y líquidos de la creación. Próximas
a ella están las energías densas y creadoras de formas de la tierra elemental. Esta es energía
en su más grande densidad. Permanezca con esta imagen básica tanto como necesite,
incluso trabajando con ella durante varios días antes de pasar a las fases finales.
6. Ahora sienta relaciones específicas y discretas entre los varios elementos que dictan
cómo se combinan las unas con las otras. Estas combinaciones forman las tres esencias de
azufre, mercurio y sal.
7. Sienta el fuego y el aire emerger el uno del otro - o la energía primaria (fuego)
emergiendo con los expansivos, directivos y organizadores poderes de la mente (aire) - para
formar azufre, o auto consciencia.
8. Sienta las densas, hambrientas de forma energías de la tierra combinando con las
energías líquidas del agua para formar la matriz energética (etérica) para la vida material, o
sal.
9. Sienta las energías emocionales del agua y las energías directivas del aire combinarse
para formar el enlace entre los dos extremos de la energía pura (fuego) y la forma pura
(tierra), o mercurio.
El propósito de esta meditación es ayudarle a armonizarse con la gran masa de energía que
el mercurio representa, algunas veces llamada Spiritus Mundi, o Espíritu del Mundo. Los
cabalistas también se refieren a ella como la luz astral, o el Gran Mediador. El mercurio
representa tanto la energía conectiva de creación como la energía de cada dominio (vegetal,
mineral y animal) en el que está presente. La función de esta energía es unir los cuerpos
materiales, o sal, con la consciencia, o azufre, haciendo el mercurio la vasta red de energía
conectiva de creación, así como la energía en sí misma.
4. Continúe con esta sensación, imaginando que con cada exhalación está alcanzando más
profundidad en la fuerza o energía de vida universal, y que con cada inhalación está
atrayendo más energía dentro de su centro desde las profundidades de la creación. Imagine
y sienta cómo esta energía lo une todo, genera toda forma, y la dota con consciencia, y la
anima con la vida.
1. Imagine que usted está dentro de una esfera o vasija con forma de huevo de cristal o
vidrio claro.
2. Imagine que usted es un punto de luz, de pura consciencia, dentro de la vasija y que una
masa de líquido oscuro llena el tercio más bajo. Muévase hacia abajo y sobrevuele sobre el
líquido por un segundo. Note la superficie moviéndose. Entre dentro de las aguas oscuras y
descienda tan profundamente como le sea posible.
8. Cuando lo haya hecho, imagine que usted es un punto de consciencia en el centro del
huevo de nuevo. Salga o disuelva el huevo, respire profundamente, y retorne a la
consciencia normal. Note los efectos diferentes que esto haya tenido sobre su periodo de
meditación.