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 EDUCACION NUTRICIONAL E IMPORTANCIA

La educación en nutrición se entiende como la combinación de experiencias de


aprendizaje diseñadas para la adopción voluntaria de conductas nutricionales adecuadas
que conduzcan a la salud y el bienestar.
La importancia de la educación nutricional, radica en que ésta favorece un balance mental
y físico que no se consigue de forma fácil. Sin dudas, la sana alimentación y nutrición
constituye un reto para quienes les gusta adoptar un estilo de vida
saludable.La educación nutricional promueve la creación de hábitos alimentarios sanos
para toda la vida, ya que dota a las personas de “cultura nutricional” para que puedan
tomar las decisiones adecuadas y adaptarse a un mundo cambiante.

 HÁBITOS ALIMENTARIOS
Los hábitos alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, que 
conducen a las personas a seleccionar, consumir y utilizar determinados alimentos o
dietas, en respuesta a unas  influencias sociales y culturales.
El proceso de adquisición de los hábitos alimentarios comienza en la familia.
La Infancia es el momento óptimo para adquirir unos buenos hábitos alimentarios. Estos
se adquieren por repetición y de forma casi involuntaria, la familia tiene una gran
influencia y esta se va reduciendo a medida que los niños crecen.
En la adolescencia, los cambios psicológicos y emocionales  pueden influir en la  dieta,
dando excesiva importancia a la imagen corporal, tienen patrones de consumo diferentes
a los habituales: comidas  rápidas, picoteos…
En cambio en los adultos y en las personas de edad avanzada los hábitos alimentarios
son muy difíciles de cambiar.

 MODIFICACION DE LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS


Generalmente cuando se habla de un cambio de hábitos tendemos a relacionarlo
inmediatamente con un cambio de hábito alimenticio, sin embargo, es importante
considerar que los cambios de hábitos alimenticios deben ir acompañados de cambios a
nivel general que llevarán a una vida más saludable, es decir, actividad física, dormir
mejor, etc. Es por lo anterior que, Elizabeth Sagaceta, nutricionista de Clínica Dávila,
entrega algunas recomendaciones para comenzar a los hábitos alimenticios.

1.- Tranquilidad: Todo a su tiempo. Es importante darse el tiempo de adquirir los hábitos,
no se debe pretender aprender o cambiar las actitudes que tenemos hace años, de la
noche a la mañana, así que es recomendable hacer cambios pequeños pero mantenidos
durante el tiempo para que el cuerpo se acostumbre de a poco y no genere estrés por
algún cambio tan brusco. Y no te estreses, si algún día te sales, no importa, mañana es
un nuevo día para hacer las cosas bien.

2.- Comer menos cantidad, pero más veces al día: Hacer 4 comidas en el día y 1 o 2
colaciones entre comidas, te permitirá disminuir calorías por tiempo de comida sin
sacrificar el hambre y sin ansiedad.
3.- Hidratarse: Mucha gente relaciona la sensación de sed con comer y a veces solo
necesitábamos un vaso de agua. Así que para evitar confusiones es necesario
mantenerse bien hidratado. Para esto toma agua o jugos de fruta sin azúcar, pero evita
las bebidas y/o jugos envasados.

4.- Comer carbohidratos integrales: Pobres carbohidratos odiados. No los dejes, porque si
no están en tu dieta la ansiedad te acatará en el día. Es necesario cambiar aquellos
carbohidratos simples como harinas blancas o azucarados, por carbohidratos integrales
como granos enteros de avena (avena integral), pan integral, y arroz, semillas o fideos
integrales, para acompañamiento de almuerzo.

5.- Comer grasas saludables: Las grasas saludables deben estar presente en la
alimentación ya que son sabrosas y generan saciedad, así que agregar alimentos como
palta, frutos secos, aceitunas y aceite de oliva, a tu dieta es muy beneficioso. Ojo con la
cantidad eso sí, ya que son alimentos más calóricos.

6.- Eliminar azúcar: Es lo que más cuesta, eliminar aquellos alimentos que contienen
azúcar (pastelería, chocolates, dulces, bebidas, etc.), pero en este punto hay que tener un
poco de voluntad. Comienza por ponerte días en que te permitas comerlos, obviamente
no en exceso. Pero, por ejemplo. 1 vez por semana. Luego cuando ya nos
acostumbremos, los dejamos para 2 veces al mes y así.

7.- Come comida de verdad: Evitar los alimentos procesados es clave. Para esto es
necesario cocinar y planificarse para siempre tener a mano la alimentación que necesites
en el día. Independientemente de cómo lo hagas, es necesario evitar y eliminar de tu vida
los alimentos ultra procesados, la verdad es que no alimentan lo necesario, no generan
saciedad y la cantidad de calorías que tienen algunos de ellos es muy altos. Y si no tienen
muchas calorías, no tienen nutrientes que nos aporten algo más.

8.- Consultar a un profesional: Siempre es más fácil realizar cambios de hábitos si tienes
alguna buena guía para ello, así que es recomendable acudir a profesionales que te
puedan ayudar. Acude a un nutricionista para que te apoye con una pauta que te permita
realizar los cambios adecuados.

 LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Se define como el comportamiento normal relacionado con: los hábitos de alimentación, la
selección de alimentos que se ingieren, las preparaciones culinarias y las cantidades
ingeridas de ellos. (Osorio et al; 2022)
Los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida; la lactancia
materna favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo; además, puede
proporcionar beneficios a largo plazo, entre ellos la reducción del riesgo de sobrepeso y
obesidad y de enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida. (OMS;
2018)
En los seres humanos los modos de alimentarse, preferencias y rechazos
hacia determinados alimentos están fuertemente condicionados por el aprendizaje y las
experiencias vividas en los primeros 5 años de vida. (Osorio et al; 2022)
La conducta alimentaria, como objeto de estudio, tiene por sí misma gran relevancia ya
que representa una respuesta biológica inherente a todo ser vivo. Siendo una conducta
básica de todo ser humano, se ha ido complejizando más y más a través de los años, por
factores económicos, sociales y laborales, entre otros. (Loubat, M; 2006)
A ello se agrega, que por lo menos en nuestro medio, coayuda a agravar la posibilidad de
riesgo de desarrollar conductas alimentarias poco saludables, la estimulación que se
realiza, a través de los medios de comunicación, de ideales de belleza que lejos están de
nuestra realidad nacional y de nuestros orígenes étnicos, los cuales inciden en la
insatisfacción corporal de muchos jóvenes. (Loubat, M; 2006)
 PRINCIPALES RWESPONSABLES DE INSTAURACION DE LOS HABITOIS
ALIMENTICIOS DE LOS NIÑOS

Es en esta etapa cuando se adquieren los hábitos alimentarios que tendrán durante toda
su vida; sin embargo, también es una etapa de gran variabilidad (10, 11) debido a la
presencia de factores como: el desarrollo económico, avances tecnológicos, la
incorporación de la mujer al ámbito laboral, la gran influencia de la publicidad y la
televisión, la incorporación más temprana de los niños a la escuela y la mayor posibilidad
por parte de los niños de elegir alimentos con elevado aporte calórico y baja calidad
nutricional (12).

Los padres tienen una gran influencia sobre los hábitos alimentarios de los niños y son
ellos los que deben decidir la cantidad y calidad de los alimentos proporcionados durante
esta etapa; en conjunto con los padres, la escuela (principalmente profesores) juega un
papel importante en el fomento y adquisición de hábitos alimentarios saludables a través
de la promoción y educación para la salud

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