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En la mecánica cuántica no es así, ya que, aunque la energía cinética sea menor que la energía
potencial de la barrera, hay una probabilidad finita de encontrar la pelota al otro lado de la
barrera.
La partícula puede ser reflejada por la barrera y se describe en términos de la función de onda con
la constante “Ce^-iqx”.
El término “k” está dado por el potencial Uo. Para obtener los coeficientes A, B, C, D y F usamos
continuidad de la función de la onda, y continuidad de su primera derivada en el punto donde el
potencial cambia su valor “X=0 X=L”. Después de encontrar la forma de los coeficientes, se va a
calcular un observable que se llama coeficiente de transcripción, que se define en términos de la
corriente de probabilidad de onda transmitida y de onda incidente. (Energía de la partícula,
energía potencial de la barrera y el tamaño de la barrera)
Cuando barrera muy alta, entonces la energía de la partícula mucho menor que la energía de la
barrera, hay una probabilidad finita de encontrar la partícula al otro lado.
Ciertos núcleos decaen y emiten partículas alfa, que son núcleos de helio4 (2 protones y 2
neutrones).
Hay una región dentro del núcleo donde la partícula es confinada, y este dominio es donde la
fuerza nuclear domina. Fuera de este dominio, domina potencial Coulombiano, con la tendencia a
liderar la partícula alfa. Esta competición entre dos fuerzas se puede modelar con una barrera
potencial. Por el efecto túnel una partícula alfa es capaz de atravesar esta barrera y el núcleo por
lo tanto se desintegra, además se puede obtener el tiempo de decaimiento del núcleo.