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wein o le Accidogio

Maria are Mou


CAPITULO 1

EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA.

El estudio de la sociedad

El mundo está cambiando. Vivimos en una sociedad en la que el cambio constituye la regla
y no la excepción. Esto resulta cada vez más evidente en la familia, en la iglesia, en el
estado y en la escuela. El hombre moderno se enfrenta con la necesidad de tomar decisiones
mucho más complicadas que las de sus abuelos. tiene que decidir lo que hará con las
fuerzas que la ciencia ha puesto a su disposición. Tiene que decidir si quiere
perecer en una tercera guerra mundial o participar en una sociedad de naciones
viable. Debe conciliar intereses opuestos de instituciones como el Estado y la
sociedad noir. Ha de aprender que muchas de las viejas normas de conducta ya no
resultan eficaces en este nuevo mundo de la era nuclear. En una palabra, tiene que
aprender a dominar la sociedad que ha creado.
El objetivo primordial de las generaciones, pasadas fue la conquista del medio
ambiente físico Padecieron enfermedades (epidémicas que periódicamente
destruyen gran parte de la población. Tuvieron que construirse viviendas en tierras
salvajes y pro egerias contra una naturaleza hostil. Vivieron en un mundo
de escasez impuesta por su incapacidad para utilizar los recursos del mundo
físico. Y generación actual ha aprendido a dominar limitaciones naturales, como el
frío, el calor, el fuego, las inundaciones, las epidemias y han bis. Fs verdad
que este dominio no es perfecto y la naturaleza consigue vece desmandarse, pero
las grandes epidemias del pasado han sido. w. totalmente vencidas por la
medicina preventiva, y la mecánica y la técnica, con sus conocimientos y materiales,
pueden proporcionar a la criatura humana las comodidades que necesita. Las
últimas generaciones han side consigo de un incremento sin precedentes en los
recursos intel canales y físicos imprescindibles para el dominio del medio
natural.
Pero no así del medio social. Los principales problemas de nuestros días
se deben a la incapacidad del hombre a dominar las fuerzas sociales que
él mismo ha puesto en marcha: problemas de gobierno, de economía, de
pobreza, de delincuencia, de población y de guerra, entre otros. Algunos de
ellos son tan agudos que pueden acabar con la socie- dad si esta no consigue
resolverlos. La aparición del Estado nacional ha
3
CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

Cocido con progresos de la ciencia que hacen la guerra más suicida de la historia: nuestro siglo es el
de la guerra total. Las crisis económicas que se producen periódicamente escapan a la comprensión
del hombre de calle y muchas veces, incluso a la del especialista. La familia, en el resto de
muy pocas generaciones, ha dejado de ser una institución agrícola- multifuncional para convertirse
en una relación personal que carece gran parte de las funciones tradicionales. La transformación de
las situaciones sociales básicas ha provocado una penetrante sensación de ansiedad, porque
el hombre ve cómo toda una red de relaciones sociales 2 él creía seguras se desintegra ante sus
propios ojos.
Las contradicciones e incertidumbres de la sociedad moderna asaltan individuo por todas partes. Ahora bien:
ni las instituciones ni las razas que las desintegran han sido impuestas desde fuera. El
hombre, el más exacto de los sentidos, se ha hecho a sí mismo: ha creado las tumbres, tradiciones e
instituciones de su sociedad, lo mismo que ha instruido los rascacielos y la bomba de hidrógeno. El
Estado democr á- », la familia monógama y el sistema capitalista no han sido entregados ser humano
por fuerzas sobrenaturales; son, como otros aspectos de sociedad, el producto de milenios de
evolución social. Fueron creados el hombre que actuaba, en general, sin planes o designios conscientes.
Muchas de las costumbres de este mundo son tan inconsecuentes que iban conflictos en el individuo y
en la sociedad. El hombre, por to, tiene que poner en juego su inteligencia y esforzarse en resolver
contradicciones sociales, del mismo modo que consiguió dominar las razas naturales del medio
físico. La tarea de las futuras generaciones y comprender el mundo social, igual que las
pasadas aprendieron a cocer el mundo físico. En esta evolución, el hombre tendrá que aplica- los
métodos científicos a la sociedad de la misma forma que los apli- al medio físico. Así podrá
aumentar los conocimientos que sobre sí no tiene. Y saber es poder.

Naturaleza de la ciencia

Hay innumerables definiciones de ciencia. Una de las más famosas a que dio hace muchos años
Karl Pearson expresándose en términos su función: La clasificación de hechos, la determinación de su esencia y
de su significación relativa-dijo es la función de la cien- 1. Su idea de una metodología general que
abarcase todas las formas riencia es una importante aportación al pensamiento científico.
Este que no es peculiar de una ciencia específica o de un grupo de ellas. a física ni la biología
tienen el monopolio del método científico, el cual
KARL PEARSON: The Grammar of Science (Londres, Adam & Charles Black, 1. pág. 6.
HELEN M. WALKER: "The Contributions of Karl Pearson", Journal of the american Statistical Association, 53: 23-
27 (marzo de 1958), pág. 22.


NATURALEZA DE LA CIENCIA
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puede aplicarse indistintamente a los fenómenos sociales y físicos. «La unidad de toda la ciencia-
continúa Pearson--está constituida solamente por su método y no por su tema. El hombre que clasifica
hechos de cualquier clase que sean, que observa sus mutuas relaciones y describe su
secuencia, aplica el método científico y, por ende, es un hombre de ciencia» 3.
La continuidad de la ciencia y del método científico se hace evidente en una definición hecha
cincuenta años después de la de Pearson. `La ciencia-dice Barber-es la recopilación y
ordenación de los hechos, de acuerdo con un esquema de conceptos susceptible siempre de
modificación conforme su empleo o el de la técnica proporciona nuevos hechos». Aquí lo
importante es el esquema conceptual mediante el cual se aclaran y cobran sentido las
relaciones mutuas de los fenómenos. Así pues, el hombre que recoge datos y los ordena según un
esquema teórico es un científico, independientemente de la naturaleza de los datos que maneja. La
ciencia es, según palabras de Redfield, «una forma de establecer un orden en la experiencia
» 3.
Hay otras formas de establecer un orden en la experiencia». La religión es una de ellas; la
filosofía, otra, y el arte, una tercera. Pero sus métodos son esencialmente distintos de los de la ciencia,
porque danimportancia a otras facultades y enfoques. La religión se basa en la fe y asigna
lugar preponderante a la relación del individuo con lo sobrenatural. La filosofía intenta
alcanzar su fin valiéndose de la razón más que de la reunión y ordenación de datos empíricos. El
artista quiere dar sentido a la vida creando belleza a partir de su propia experiencia y ganando
así la inmortalidad que como individuo se le niega. Cada una de estas formas es válida y
necesaria para tener una visión completa del universo y del lugar que el hombre ocupa en él. Pero
ahora solo nos ocupamos de la ciencia.
Puede considerarse bajo dos epígrafes diferentes, pero relacionados entre sí: ciencia pura y ciencia
aplicada. La ciencia pura «está primaria e inmediatamente dedicada al desarrollo de esquemas de
conceptos, incluyendo su extensión, revisión y comprobación, lo cual constituye un proceso de
por sí interminable de establecimiento de verdades provisionales». La ciencia aplicada, a
convertir los esquemas conceptuales en instrumentos útiles para algún objetivo social que no sea
crear esquemas de conceptos como fines en sí mismos» '.
Estos dos aspectos de la ciencia suelen entrelazarse de tal manera que muchas veces no se les
puede separar. Sin embargo, en teoría al me-
* PEARSON, op cit., pág. 12.
BERNARD BARBER: Science and the Social Order (Glencoe, Illinois. The Free Press, 1952), pág. 20.
ROBERT REDFIELD: "Social Service in Our Society", Phylon, 11: 31-41 (primer trimestre de 1950), pág.
32.
BARBER, op. cit., pág. 95.
1 Ibid.
CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

is, se puede hacer una distinción. El científico puro, como hemos dicho, se dedica primordialmente a
establecer un orden de conceptos valiéndose la experiencia, sin más fin que el placer intelectual o el
progreso del. El que se ocupa de la ciencia aplicada persigue, ante todo, un objetivo «práctico»
o de otro tipo, pero distinto del saber por el saber. La sociología se inició principalmente como
ciencia aplicada, y muchos de los primeros sociólogos se dedicaron a la solución de problemas
prácticos, como la pobreza, el paro, el crimen, la locura y la prosti- ción; pero en estos últimos
años se ha podido apreciar cierto giro hacia sociología pura, sin perjuicio de que la
aplicación del conocimiento científico continúe siendo el fin fundamental de esta disciplina.
El hombre de la calle, en la mayoría de los casos, cree que la ciencia la aplicación de los
conocimientos a los problemas inmediatos de su ida: el progreso en la medicina, el
perfeccionamiento de las comunicaciones y la mejora de su vida diaria, pero suele olvidar que
todos esos adelantos dependen de los que se consigan en la organización pura de conceptos, con la
que se descubren nuevas relaciones entre los fenómenos antes de tomar en consideración su aplicación
práctica. Alguien ha dicho, muy acertadamente, que no hay nada tan práctico como una buena
teoría. En efecto, lo primero es descubrir la teoría que, una vez establecida, puede llevarnos a
aplicaciones prácticas que ni remotamente pudo imaginar su descubridor. El ejemplo más
sorprendente de la relación entre teoría y práctica es el desarrollo y aplicación de los
conceptos de la fisión y fusión nucleares a las bombas atómicas y de hidrógeno. He ahí cómo el
científico puro se ha convertido, en realidad, en un hombre muy práctico.
Se ha llamado a nuestra época la era de la ciencia. Los progresos en física y biología no tienen
precedente y han planteado problemas de índole social cuyas complicaciones parecen desafiar
cualquier intento de encontrar una solución definitiva. La sociedad moderna favorece, en general, a la
ciencia en una extensión única en la historia, porque nunca hasta ahora se ha producido una
combinación semejante de circunstancias técnicas y sociales, es decir, de conocimientos técnicos y clima
social necesarios para una rápida evolución científica. Esta situación única se ha resumido diciendo que
la ciencia florece en una sociedad moderna según el grado en que se den todos los elementos siguientes:
valores culturales de racionalidad, utilitarismo, universalismo, individualismo y prosperidad
progresiva, junto con una estructura social de división del trabajo muy especializada, un sistema
abierto de clases y un régimen político no autoritario 1.
El desarrollo de la ciencia no ha progresado sin impedimentos. En

ALVIN W. GOULDNER: "Theoretical Requirements of the Applied Social Sciences". American Sociological Review. 22: 92-
102 (febrero de 1957).
"LEWIS MUMFORD: "Anticipations and Social Adjustments in Science '', Bulle- tin of the Atomic Scientists.
10: 34-36 (febrero de 1954).
161

BARBER, op. cit., pág. 71.


LAS CIENCIAS DE LA SOCIEDAD
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En los últimos años, el obstáculo ha sido el clima de temor y desconfianza que ha caracterizado a ciertos
sectores de la sociedad". Las tensiones de la guerra fría produjeron en muchas personas una
profunda sensación de ansiedad e inseguridad, que fueron precisamente la causa de tantos
recelos y ataques contra los intelectuales en general y contra los científicos en particular. Esta
actitud ha constituido una grave interferencia en el libre flujo de información tan necesario
para el progreso de la ciencia. No sin razón, el programa de seguridad nacional ha constituido
una barrera a la difusión de conocimientos sobre materias directamente relacionadas con la defensa nacional. Pero
también en muchos otros terrenos cuya conexión con esta clase de cuestiones es escasa o nula,
los
hombres de ciencia han visto interrumpidas sus comunicaciones. Ahora bien: para que la
ciencia continúe progresando habrá que garantizar la libertad de comunicación entre el
número relativamente pequeño de personas calificadas. Como ha dicho un observador
consciente, sin este libre fluir de la información no podrá existir la ciencia» 12.

Las ciencias de la sociedad

Así pues, el hombre ha aprendido a dominar muchos aspectos del universo físico y biológico, y
este dominio ha sido precedido por siglos de acumulación de conocimiento aportados por
innumerables generaciones de científicos. De todas las ciencias, las sociales son las más nuevas, y de estas
la sociología es la más reciente. Todavía carecemos de la debida información sobre un gran
número de relaciones sociales. En tanto que las ciencias físicas pueden hoy prever con exactitud
los efectos de muchos procesos, y casi lo mismo ocurre con las biológicas, las ciencias sociales
no pueden predecir nada todavía (y menos aún ejercer un control) sobre algunas de las
relaciones humanas más elementales, precisamente por esa insuficiencia de información.
Las ciencias sociales estudian al hombre y sus relaciones valiéndose de los procedimientos generales de la
ciencia, que aplican a la realidad compleja y cambiante de la sociedad. Conforme el hombre
atiende a su subsistencia, crea una familia, desarrolla su personalidad y se gobierna a sí mismo van
surgiendo aspectos diferentes de esa realidad. La economía, la sociología, la psicología y la política
constituyen algunas de las ciencias sociales que han surgido para estudiar estas relaciones. Cada una de
ellas ha creado su propio campo de acción, sus métodos de investi-

11 SAMUEL A. STOUFFER: Communism. Conformity and Civil Liberties (Nueva York, Doubleday & Co., 1955).
12

EDWARD A. SHILS: "Security and Science Sacrificed to Loyalty", Bulletin of the Atomic Scientists, 11: 106-
109 (abril de 1955), pág. 106.
13

JOHN GILLIN (dir. de ed.): For a Science of Social Man (Nueva York, The Macmillan Co., 1954).
CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

gación y sus esquemas de conceptos. Vamos a establecer primeramente cuál es la competencia de


las ciencias sociales en general y después tra- taremos de la ciencia sociológica.
La vida humana es compleja. Ninguna ciencia tiene por sí sola el monopolio del estudio de las
relaciones humanas. Cuanto pueda contri- buir a arrojar alguna luz sobre la cuestión será bien
recibido, venga de donde viniere, y todas las ciencias sociales tienen mucho que aprender unas de
otras. Tanto el sociólogo como el economista estudian la Bolsa porque, como lugar de reunión de
vendedores y compradores de valores, desempeña un papel muy importante en el sistema
económico, pero ade- más es una institución social con muchas de las características de las demás instituciones.
Por tanto, cuando sociólogos y economistas cola- boran en el estudio de instituciones y asociaciones, los
resultados son mucho más significativos.
La Sociología, la Antropología, la Psicología, la Economía y la Po- litica tienen el mismo objetivo
general: estudiar los diversos aspectos de las actividades humanas, reunir datos sobre ellas, observar sus
secuen- cias y establecer conceptos generales basándose en esa información ". El supuesto que
sirve de base a las ciencias citadas es el de que las diferen- tes partes de una sociedad están
relacionadas en formas concretas que pueden llegar a conocerse a pesar de su complejidad
derivada de la inter- acción de los seres humanos, dependiente, a su vez, de la comunidad de ideas
y conocimientos humanos. Estos factores, si bien complican la labor del hombre de ciencia, no la
hacen imposible.
El objetivo final de las ciencias sociales es favorecer el bienestar hu- mano proporcionando al
hombre un conocimiento cada vez mayor de su medio ambiente. Ese conocimiento pasa todavía por
etapas rudimentarias y, por tanto, el grado en que puede influirse en dicho ambiente es muy
pequeño. Pero, además, aunque se llegara a dominarlo, esto no bastaría. La ciencia es un instrumento
amoral (no inmoral), pero puede servir para fines inmorales si la utilizan hombres sin
escrúpulos; por consiguiente, existe la posibilidad de que un conocimiento más profundo de la
sociedad (que permita, p. cj., manejar y dominar la opinión pública por medios masivos de
comunicación) sea utilizada por un grupo para perjudicar a otro o a toda la sociedad 15. El fin de
ese dominio es muy importante. Los estados fascistas se sirvieron de los recursos científicos para perfec-
cionar los instrumentos de tortura y destrucción. Su dominio del medio se empleó para aumentar su
capacidad de muerte y destrucción. En una sociedad democrática la ciencia debe tender únicamente a
incrementar el bienestar de la colectividad.
Las ciencias sociales incluyen el grupo de disciplinas afines que se
"Véase MIRRA KOMAROVSKY (dir. de ed.): Common Frontiers of the Social Sciences (Glencoe. Illinois. The Free Press. 1957).
ARNOLD M. ROSE: "The Social Responsibility of the Social Scientist", Social Problems, 1: 85-90 (enero de 1954).
LA CIENCIA SOCIOLOGICA

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conoce con el nombre de «ciencias políticas » 16. Los conocimientos de que se dispone en estos
campos son utilizados cada vez más por las personas que ocupan los puestos claves en el gobierno
de las naciones para orien- tar sus decisiones. El procedimiento ideal para formular la política a se-
guir exige las siguientes fases: «1) especificación de propósitos; 2) eva- luación exhaustiva de las
circunstancias previsibles; 3) elección del ca- mino a seguir, sopesando las probables
consecuencias de las diversas alternativas; 4) determinación de los medios óptimos para llevar a
cabo la acción elegida» ". Esto no significa que toda decisión política dentro y fuera del gobierno esté (o
tenga que estar) basada en los conocimientos de las ciencias sociales, incluso cuando se dispone de
ellos. Sin embargo, el objetivo máximo de las ciencias políticas es la «consecución de la dig- nidad
humana en la teoría y en la práctica» 1, aspiración que encuentra su más importante agente
secular en la forma democrática de gobierno. El papel de las distintas ciencias sociales en la
determinación de la política varía mucho de unas a otras. El economista viene desempeñando uno
muy importante, desde hace tiempo, como consejero en la prepara- ción de normas económicas y fiscales; el
especialista de la ciencia polí- tica también ha realizado aportaciones decisivas en relación con las mo- dernas
técnicas de gobierno; el psicólogo ha participado en la determina- ción de diferencias entre los
individuos y sus aptitudes, especialmente en relación con la recluta militar. El sociólogo, sin embargo, solo
reciente- mente ha empezado a participar con sus conocimientos y opiniones en la formación de la política a
seguir. Ha sido durante la segunda guerra mundial y después de ella cuando se han reconocido sus
aportaciones a las complejas relaciones entre grupos de las fuerzas armadas ". En re- sumen, todas las
ciencias sociales han contribuido a la consecución de los fines del gobierno democrático ".

La ciencia sociológica

Hemos esquematizado algunas de las principales etapas de la apa- rición de una ciencia de la sociedad.
Hemos mencionado: a) la creciente necesidad de estudiar la sociedad; b) la naturaleza de la ciencia y el mé- todo
científico; c) las ciencias de la sociedad, que intentan explicar tan complejo fenómeno. Volvamos ahora a
nuestro objetivo principal, del que nos ocuparemos en todo el resto de este libro: la ciencia sociológica. Las
demás ciencias sociales se ocupan de aspectos específicos de las rela- 16 DANIEL LERNER y HAROLD D.
LASSWELL (dirs. de ed), The Policy Sciences (Stanford, Stanford University Press, 1951).
17 CHARLES E. ROTHWELL: "Foreword", en Lerner y Lasswell, op. cit., pág. Ix. 19 HAROLD D. LASSWELL: "The Policy
Orientation", cap. 1 de Lerner y Las- swell, op. cit., pág. 15.
19 SAMUEL A. STOUFFER et al.: The American Soldier (4 tomos) (Princeton, Nueva Jersey, Princeton University Press, 1949-
50),
ROBERT K. MERTON Y DANIEL LERNER: "Social Scientists and Research Poli- cy", cap. 16 de Lerner y Lasswell, op.
cit.
CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

ciones humanas; el campo concreto de la sociología lo constituyen preci- samente las relaciones humanas
en sí. El sociólogo se interesa por la forma en que los seres humanos se influyen recíprocamente, las
costum- bres que surgen de su interacción, las instituciones que cristalizan para satisfacer necesidades
humanas, los cambios que experimentan tales ins- tituciones y la posibilidad de encauzar esos
cambios en favor del bienestar humano.
Es preciso reconocer lo ambicioso del propósito. El sociólogo no pue- de estudiar la totalidad de las
combinaciones posibles en las relaciones sociales, ni siquiera puede prever el comportamiento de un
solo indivi- duo. En realidad, se ocupa de relaciones típicas y de la forma en que estas crean,
modifican y rigen el comportamiento. Como científico se interesa por lo general, lo típico, lo
repetido, más que por lo específico, lo individual y lo único, El sociólogo aísla y analiza los diversos
produc- tos concretos de la interacción humana, sean éstos el producto material de la fábrica o el
cultural de la iglesia, laboratorio o escuela. También estudia la forma en que las instituciones sociales
evolucionan y descm- peñan su papel en la sociedad. Finalmente, se ocupa del curso general del
cambio social y de las tendencias que se ponen de manifiesto en este
proceso.

La sociología es la ciencia que trata de la interacción de los grupos. Estudia al hombre como
animal (gregario) social, se ocupa de los grupos sociales y de los productos de su interacción.
Estos grupos crean costum- bres y normas de comportamiento que pasan de una generación a
otra mediante la enseñanza y que sirven de aglutinante de la sociedad. Sin ellas sería imposible la vida
social continuada e íntegra y no podría exis- tir la actividad cooperativa. Son los elementos que
determinan las rela- ciones entre los seres humanos agrupados, y su conjunto constituye
la herencia social. La sociología busca el conocimiento ordenado de todas estas relaciones y de las
creencias que las mantienen, y, por ende, en el más amplio sentido de la frase, es el estudio de la
interacción de los gru- pos y de los resultados de esa interacción.
Los seres humanos forman grupos relativamente permanentes en torno a determinadas necesidades
sociales, en cuyo núcleo central están los valores y significados comunes. Estos conjuntos de valores
y las normas correspondientes de comportamiento son lo que se conoce por institucio- nes sociales,
de las cuales las principales, en nuestra sociedad, son la familia, la Iglesia, la escuela, el
Gobierno y el sistema económico. El in- dividuo es, en gran parte, el producto de su contacto
con ellas. Le mo- delan y le entregan la herencia social. Las instituciones sociales existen en todas las
sociedades y proporcionan una base consistente para la acti- vidad humana. El sociólogo estudia las
instituciones sociales en general y las suyas en particular ".
ARNOLD M. ROSE: "The Comparative Study of Institutions", cap. I de Ar- nol! M. Rose (dir, de ed.). The Institutions
of Advanced Societies (Minneapolis, University of Minnesota Press, 1958), pág. 30.
DIFICULTADES CIENTIFICAS DE LA SOCIOLOGIA
11

El sociólogo clasifica las formas de interacción de los grupos y for- mula generalizaciones sobre ellas
que sirven de base para predecir el fu- turo y, a veces, para encauzarlo. En su papel de hombre
de ciencia, inves- tiga, formula y. si es posible, resuelve problemas continuamente. El pro- ceso de
formulación de problemas recorre las siguientes etapas: «Pri- mero surge la pregunta originaria,
expresión de lo que se quiere saber. En segundo lugar está el razonamiento que expone por qué se
quiere saber la respuesta a esta pregunta. Y en tercer lugar, las preguntas concretas indicadoras de las
posibles respuestas a la pregunta original y capaces de satisfacer el razonamiento que las planteó » 22.
Sabemos más de unos problemas que de otros. Sabemos mucho, p. ej., sobre tasas de natalidad y
mortalidad, pero relativamente, poco sobre cuestiones no menos importantes, como la formación de la
personalidad y la transmisión del conocimiento. Ya hemos dicho que el método cientí fico lleva implícita la
clasificación y ordenación de los hechos y la elabo- ración de un esquema de conceptos para explicar su
secuencia. He aquí las etapas a recorrer: 1) reunión de hechos; 2) clasificación de los mis- mos; 3)
establecimiento de las relaciones existentes entre ellos; 4) for- mulación de generalizaciones sobre esas
relaciones; 5) formulación de predicciones basadas en dichas generalizaciones.
Así, pues, en su calidad de científico, el sociólogo se ocupa del des- cubrimiento de nuevos
conocimientos; procura aumentar la comprensión del funcionamiento de la interacción de los grupos y de
sus resultados. La sociología trata de convertirse en una ciencia en toda la extensión de la palabra, ya que
sólo por medios científicos puede ampliarse sistemáti- camente el saber. En los capítulos 26 y 27
se estudian los métodos de esa ampliación y a ellos se remite al lector que desee comprender la
reunión sistemática de datos y la elaboración del esquema de conceptos. En este capítulo nos
ocuparemos solamente, en líneas generales, del método cien- tífico y del lugar que ocupa en
él la sociología.

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Dificultades científicas de la sociología

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Las predicciones en sociología no son tan exactas como en las cien- cias naturales por las diferencias de
naturaleza que existen entre las ma- terias respectivas. Aun cuando se hace toda clase de esfuerzos por
intro- ducir en las ciencias sociales las técnicas precisas de las ciencias físicas y biológicas, es muy
probable que no se consigan nunca los mismos resul- tados por lo distinto de la materia de cada una.
La sociología es una cien- cia, pero no una ciencia exacta, como la física y la química, y esta es solo una de
las numerosas dificultades con que se tropieza en el desarrollo

22 ROBERT K. MERTON: "Introduction: Notes on Problem-Finding in Sociolo- gy", en Robert K. Merton, Leonard Broom y
Leonard S. Cottrell, Jr. (dirs, de ed.). Sociology Today (Nueva York. Basic Books. Inc., 1959), pág. XIII.

CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

científico de la sociología; algunas de ellas están en vías de solución, otras quizá no se superen
nunca del todo.
1. Naturaleza de la materia. Las ciencias físicas estudian las for- mas de la materia inorgánica en sus relaciones
físicas, y las biológicas. las formas de la materia viva en sus relaciones orgánicas. La sociología, en cambio,
estudia a los hombres en sus relaciones gregarias: grupos, socie- dades, culturas, personalidades,
instituciones y asociaciones. Los seres humanos se influyen recíprocamente según ciertos
designios comprendi- dos por todos; son algo más que objetos físicos 23; de ahí que el sociólo- go
estudie una cosa de la que forma parte integrante. Es miembro de mu- chos grupos, participa en
distintas instituciones y desarrolla una persona- lidad derivada parcialmente de esas
relaciones. Por consiguiente, a veces le resulta muy difícil desligarse lo suficiente del tema
que estudia para conservar su objetividad científica. El que se ocupa de las ciencias natu-
rales, por lo general, no tropieza con ese tipo de dificultades porque no suele investigar las mismas
relaciones que forman su personalidad.
2. Complejidad de la materia. 'Las relaciones humanas son de una gran complejidad. Un
problema social como, p. ej., el de la delincuencia juvenil incluye factores tan diversos como las
costumbres locales, las leyes de la sociedad, la estructura física de la comunidad, el carácter del
muchacho, la personalidad de sus hermanos varones y hembras, sus rela- ciones en la
escuela, las bandas con que se asocia, su inteligencia natural, su constitución emocional,
sus capacidades o limitaciones físicas, las ins- tituciones públicas de reforma o castigo a
que está expuesto y las tenden- cias de los ciclos económicos. Siendo tantas las variables que
intervienen en el problema, resulta, naturalmente, muy difícil aislar y determinar las verdaderas
causas de la delincuencia, y con análogas dificultades nos en- contramos para generalizar sobre
los posibles medios preventivos o de curación de la delincuencia juvenil. También en otras relaciones
humanas tropezamos con complejidades parecidas.
3. Dificultades del experimento controlado. En las ciencias natu- rales se pueden comprobar
muchas hipótesis mediante experimentos con- trolados. Aun cuando no todas dependan
totalmente de dicho procedi- miento el astrónomo, p. ej., no puede meter los cuerpos celestes
en su laboratorio para comprobar sus movimientos-, gran parte del material de las ciencias
naturales es susceptible de experimentación. En este senti- do, el sociólogo tropieza con
obstáculos especiales. En general, los indi- viduos, grupos, instituciones y sociedades se
muestran poco propicios al experimento, aunque se están creando procedimientos de laboratorio
apli- cables al comportamiento de los grupos para el estudio controlado de de- terminadas
formas de interacción social 2. En el capítulo 3 estudiaremos este importante avance. A pesar
de todo, el sociólogo continúa viéndose

BARBER, op. cit., pág. 239.


"G. E. SWANSON: "Some Problems of Laboratory Experiments with Small Populations", American Sociological Review,
16: 349-58 (junio de 1951).
EL PAPEL DE LOS VALORES SOCIALES
13

obligado a observar el comportamiento de los grupos en sus condiciones «naturales » 25


4. La presencia de intereses creados. Por interés creado se entiende en este caso la persona,
institución o grupo que se beneficia material o psicológicamente de que las cosas continúen como
están. El investiga- dor de las ciencias naturales se ocupa muchas veces de cosas demasiado
complicadas para la comprensión del hombre medio, pero no así el so- ciólogo, preocupado por
fenómenos sociales «reales» e importantes para todos-familia, Iglesia, sistema económico y otras
formas de relación vital y cuya investigación molesta frecuentemente a quienes se benefi- cian de los
sistemas actuales. El sociólogo corre el riesgo de que se le considere «subversivo» porque señala defectos
en las instituciones socia- les existentes.

El papel de los valores sociales

El sociólogo actúa en un mundo de valores sociales producidos por el hecho de que el hombre es un animal
social. El hombre necesita esas justificaciones intangibles para estar contento con su suerte; los
valores son un elemento muy importante de su existencia. Dado que las institu- ciones sociales
existen para hacer realidad los valores humanos, la tarea sociológica es una «actividad humana
desarrollada dentro de los valores morales que gobiernan la vida del hombre y responsable ante ellos,
por lo que, necesariamente, se ve regida por las normas que dichos valores originan»> 26.
En nuestra sociedad los valores fundamentales se basan en principios democráticos.
Un valor es un juicio social de lo que importa al bien del individuo y del grupo. Según la definición
de Gillin, «el valor puede considerarse como un concepto, con fundamento cultural, relacionado con lo
que se cree conveniente para los seres humanos y su comportamiento en sus relaciones mutuas y
con el universo no humano» ". Así, pues, en este sen- tido se le puede relacionar con objetos materiales o
inmateriales y su lo- calización última puede ser indistintamente tangible o intangible. Muchos de
estos juicios de valor se relacionan con elementos inmateriales, pues- to que, con frecuencia, los seres
humanos buscan las satisfacciones psi- cológicas con más interés que las materiales. Hay casos en que el
estatus importa más que el pan.
Los valores sociales se encuentran en distintos niveles y los juicios de valor pueden referirse a una extensa gama de
cosas, desde un solomillo

25 ROBERT F. BALES: Interaction Process Analysis (Cambridge, Mass., Addison- Wesley Press, Inc., 1950).
WILLIAM L. KOLB: "The Impingement of Moral Values on Sociology", So- cial Problems, 2: 66-70 (octubre de 1954), pág.
68.
"JOHN GILLIN: "National and Regional Cultural Values in the United States", Social Forces, 34: 107-13 (diciembre de 1955).
CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

una filosofía de la vida. Pueden ser finitos o «infinitos», es decir, exce- der a toda otra consideración. Entre
los valores psicológicos «infinitos» están: a) la vida humana misma; b) las realizaciones creadoras de los
seres humanos; c) la cooperación humana por una vida mejor; d) la su- misión a un poder superior
al individuo; e) el desarrollo máximo posible del carácter moral; f) la evolución última de la
capacidad humana 28. La ciencia es un medio de realizar estos valores infinitos.
29

Los valores sociales varían de una sociedad a otra, e incluso dentro de la misma en épocas distintas 2,
pero su existencia no se puede poner en duda. Todo ser humano abriga valores de una u
otra forma aun cuando no se dé cuenta de ello. Los absorbe durante su proceso de apren- dizaje,
desde su más tierna infancia, y, por tanto, olvidarlos en sociología equivaldría a la
tergiversación de la realidad social. El hombre es lo que es precisamente porque tiene valores;
estos constituyen el resorte prin- cipal de las relaciones humanas que observan los
sociólogos. Según uno de ellos, «los datos esenciales de la investigación sociológica son los va-
lores». Solo corriendo el riesgo de enturbiar su propósito puede el so- ciólogo hacer caso omiso
de ellos.
Así, pues, está obligado a desempeñar un doble papel: el de científico y el de ser humano. Como
científico estudia el comportamiento del hom- bre todo lo objetivamente que es capaz, sin que por
eso pueda dejar de actuar como ser humano y guiar su propio comportamiento de acuerdo con los
mismos fenómenos que estudia. Es una labor difícil, pero no imposible. El sociólogo puede actuar
como científico en el estudio obje- tivo de las relaciones entre seres humanos. Reúne los datos
pertinentes, los clasifica, formula esquemas de conceptos y los pone a prueba con las mejores técnicas
científicas disponibles. Si esta objetividad no existe o es limitada, el sociólogo fracasa como hombre de
ciencia. Distinguién- dose del filósofo, que se ocupa de los valores humanos en función de sus cualidades
últimas, el sociólogo utiliza esos valores a modo de datos, es decir, objetos de estudio, y, por ende,
debe llegar a conclusiones ob- jetivas "
31

Se ha afirmado a veces que el sociólogo destruye los valores huma- nos al estudiar las instituciones que
los incorporan, que el frío análisis del hombre de ciencia amenaza los valores de la iglesia y la
familia, por ejemplo, simplemente al someter esas instituciones a la investigación científica. En
parte la afirmación es cierta, en cuanto que el sociólogo no puede estudiar la familia como
institución establecida por medios
WILLIAM R. CATTON, Jr.: "Exploring Techniques for Measuring Human Values". American Sociological Review, 19: 49-55
(febrero de 1954), pág. 53.
Véase CORA DU BOIS: "The Dominant Value Profile of American Culture", American Anthropologist, 57: 1.232-1.239
(diciembre de 1955).
and Sociological Research", Social Pro- ERNEST W. BURGUESS: "Values blems, 2: 16-20 (julio de 1954), pág 16.
3 FLORIAN ZNANIECKI: "Should Sociologists Be Also Philosophers of Values?", Caciology and Social Research,
37: 79-84 (noviembre-diciembre de 1952).
EL PAPEL DE LOS VALORES SOCIALES
15
sobrenaturales y alimentada por sanciones igualmente sobrenaturales. En cambio, en un sentido
mucho más fundamental, el sociólogo forta- lece los valores sociales. Para él la familia es una relación humana que
puede someterse al procedimiento racional de la ciencia con el propósi- to último de hacerla servir mejor a las
necesidades humanas. En el aná- lisis definitivo la familia es un medio para un fin, no un fin en sí
misma 32. Como hombre de ciencia se debe en primer lugar a la búsqueda de la verdad, porque el
valor humano al que se dedica como científico es el de la razón humana organizada. Como ser humano
actúa dentro del marco de valores sociales en que se apoya su sociedad y la ciencia es solo uno de esos
valores; el individuo también se mueve por valores económicos, religiosos, políticos, familiares y de
posición social. En sí y por sí, las conclusiones de la ciencia son instrumentos y no fines; ins-
trumentos para el mejoramiento de los valores fundamentales de la so- ciedad.
En nuestra propia sociedad esos valores fundamentales son huma- nitarios, porque consideran la
libertad, el desarrollo y el bienestar general de los seres humanos como los objetivos últimos de la vida de
los grupos organizados. Los descubrimientos de las ciencias sociales, p. ej., se han aplicado a la prueba
pericial ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en los casos de condena de la segregación
racial en las escuelas públicas. Psicólogos, sociólogos y psiquiatras apoyaron con los descu-
brimientos de sus respectivas disciplinas la conclusión general de que la segregación perjudica a la
persona contra la que se ejerce, según los resultados obtenidos del análisis de la segregación de razas. Los
datos científicos se utilizan, por tanto, en interés de los valores humanitarios de nuestra sociedad 33.
La relación entre la sociología y los valores se puede resumir de la forma siguiente: a) La sociología es una
actividad humana llevada a cabo en un mundo movido por valores sociales. b) Como ser humano el soció-
logo está modelado por esos valores y ha de tenerlos en cuenta en todos sus actos. c) Como científico el
sociólogo se dedica al fomento de la ver- dad científica. d) En su estudio de las instituciones sociales somete
los valores sociales que las sirven de base a un análisis cuidadoso. e) Al hacerlo puede disponerlos de otra
forma o modificarlos, pero no los destruye. f) No niega la importancia de los valores en sí dentro de las
relaciones humanas. g) El conocimiento adquirido con la investigación es útil, porque puede contribuir al
perfeccionamiento de los valores socia- les aceptados. h) De esta forma, el sociólogo contribuye a los
valores «<infinitos», que son el elemento más importante de la sociedad demo- crática ".

"REDFIELD: "Social Science in Our Society", op. cit., pág. 39.


KENNETH B. CLARK: "The Social Scientist as an Expert Witness in Civil Rights Litigation", Social Problems, 1: 5-10 (junio de
1953).
"KOLB: "The Impingement of Moral Values on Sociology", op. cit.
CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

La función educativa de la sociología

Hemos visto algunos de los aspectos generales de la sociología como ciencia. También hemos analizado su
necesidad como fuente de co- nocimiento de un medio cada vez más complejo. Como hombre de cien- cia, el
sociólogo tiene que ampliar este conocimiento combinando los distintos esquemas de
conceptos y los datos empíricos. Pero, además, tie- ne la misión, igualmente importante, de
transmitir ese conocimiento a los estudiantes universitarios. «Sin duda alguna comenta Pearson-, esta
labor de enseñanza ha sido siempre una de sus responsabilidades más importantes y continúa
siéndolo. Es-añade-, ante todo, una función de educación general que contribuye a orientar a los
estudiantes hacia los aspectos del mundo en que vive» He aquí algunas de las funciones
edu- cativas de la sociología en los programas de estudio de las artes liberales.
1. Función introductora. Su misión primera y más evidente es la de familiarizar al estudiante con el
vocabulario, métodos y conceptos de la sociología. Muchos de los términos que en ella se emplean se
utilizan también en la vida diaria, pero su significado científico suele ser especial y dar lugar por ello a cierto
confusionismo. Sociedad, cultura, grupo, cos- tumbre, raza e institución son palabras comúnmente usadas,
pero que para el sociólogo tienen un sentido nuevo o un matiz que las distingue. Hay otros términos
más característicos, que rara vez encuentra el estu- diante en otras disciplinas, como etnocentrismo
y ecología, y con los que debe familiarizarse el principiante. Los cursos adelantados se basan en
los esquemas de conceptos bosquejados en los de iniciación y presuponen un conocimiento elemental de
la materia. La búsqueda del conocimiento en la sociología, como en cualquier otro terreno, es un
proceso gradual y acumulativo.
2. Función informativa. También el curso preparatorio contiene una gran cantidad de información
que puede ser totalmente nueva para el estudiante medio; tal es el caso, p. ej., de la naturaleza
del grupo huma- no, la formación de la personalidad, el papel de la cultura en el compor- tamiento, el
significado de las diferencias raciales, las formas y funciones de la familia, la iglesia, la escuela y el estado, el
número y composición de la población, el papel de la estratificación social y sus formas princi- pales en
nuestra sociedad, la naturaleza del comportamiento colectivo de multitudes, masas y públicos y los
modos en que la sociedad se trans- forma y crece. El estudiante mismo participa de muchas de estas
relacio- nes y, por ende, siente por ellas un interés mayor del normal. Así, pues, cuando termina el
curso elemental en sociología, suele tener ya conside-
"TALCOTT PARSONS: "Some Problems Confronting Sociology as a Profes- sion". American Sociological Review, 24: 547-59
(agosto de 1959), pág. 554.
Véase N. S. TIMASHEFF: "The Basic Concepts of Sociology", American Journal of Sociology, 58: 176-86 (septiembre
de 1952). También EMORY S. BO- GARDUS: "Selected Sociological Concepts for Beginning Students in
Sociology", Sociology and Social Research, 44: 200-08 (enero-febrero de 1960).
LA FUNCION EDUCATIVA DE LA SOCIOLOGIA
17

able información de hecho sobre su propia vida y la de las demás per- sonas y grupos ".
3. Función cultural. Esta función del curso preparatorio se refiere a la comprensión de la relación del
estudiante con la sociedad y la cultu- ra y su papel en la formación de su propia personalidad. y la de
los demás. El ser humano nace con ciertas capacidades y tendencias genéti- cas que se modifican
después bajo la influencia de su ambiente social y cultural. Las instituciones que surgen y se perpetúan
como consecuen- cia de las relaciones entre seres humanos que viven en sociedad no están establecidas de una
manera inmutable. Varían constantemente para adap- tarse a las exigencias de fuerzas nuevas. La familia, la
iglesia, la escuela y el estado experimentan esas modificaciones adaptándose, unas veces
deliberadamente y otras más o menos espontáneamente, a las nuevas cir- cunstancias. La persona que haya
estudiado las relaciones entre sí y las instituciones de una sociedad dinámica habrá dado un gran paso hacia la
sabiduría 28
38

4. Función de tolerancia. Durante este curso elemental, el estu- diante


también adquiere conocimientos específicos sobre
su propia socie- dad y sobre otras, y ese conocimiento debe enseñarle a tolerar costum- bres distintas de las
suyas. Para él, las costumbres de su sociedad son las acertadas; están profundamente arraigadas en su
personalidad y no podría cambiarlas aunque quisiese, pero las de otras sociedades son igual- mente
correctas para otros. Es evidente que la educación aumenta la tole- rancia, como demostró cierto estudio
realizado por muestreo representa- tivo entre la población americana, cuyos resultados señalan más
toleran- cia entre las personas cultas que entre las incultas 9. La extrema intole rancia nacionalista del
mundo actual es responsable de que la amenaza de guerra nuclear, con su posibilidad de aniquilamiento
total, esté siem- pre presente entre nosotros, y solo el conocimiento de las formas de vida de otros pueblos
puede contribuir a la desaparición de esta actitud suici- da. El estudiante de sociología elemental puede
aprender muchas cosas que le ayuden a convertirse en un ciudadano mejor de su propio país y
del mundo".
39

5. Función democrática. Otra de las funciones posibles del curso elemental de sociología podría ser, en nuestra
opinión, la propagación de los valores esenciales de la democracia. Maestros y discípulos trabajan dentro
del marco de una sociedad democrática, una de cuyas característi- cas esenciales es la oportunidad que
ofrece a todo individuo de obtener el mayor partido posible de sus cualidades naturales. El punto
de vista
MERTON Y LERNER: "Social Scientists and Research Policy", op. cit., pa- gina 282.
18 Véase ROBIN M. WILLIAMS: "Application of Research to Practice in Inter- group Relations", American Sociological
Review, 18: 78-83 (febrero de 1953).
STOUFFER, op. cit., cap. 4.
BYRON L. Fox: "International Cultural Relations", American Sociological Review, 15: 489-95 (agosto de 1950).

MERBILL-2
CAP. 1: EL estudio de la socioloGIA

democrático es el de que cada persona pertenece a una cierta raza, credo, clase, casta u otro
grupo social cerrado, hecho que automáticamente le niega la posibilidad de mejorar en
función de sus capacidades. Pero el estudiante de sociología aprende que el hecho de
pertenecer a uno u otro grupo minoritario no determina en absoluto las cualidades del individuo, puesto
que, dadas unas aptitudes naturales, cualquier individuo puede mejorar la situación en
que nace. La sociedad que no sepa aprovechar las cualidades de todos sus ciudadanos no
podrá llamarse totalmente demo-
crática.

6. Función humanista. El curso elemental de sociología forma una parte importante del programa de las
artes liberales y, por tanto, partici- pa, con los estudios de humanidades (literatura, filosofía, lenguas), las
ciencias matemáticas, física, química, biología) y otras ciencias sociales, de la labor de decir al
estudiante cómo es el mundo en que vive. El tema central de la sociología es el hombre en sus
relaciones humanas y, por ende, muy parecido al de las humanidades. La preocupación principal
del humanista y del sociólogo es-o debiera ser-la de alcanzar un mayor conocimiento, apreciación y
comprensión del hombre como ser humano. Según el acertado resumen de Bierstedt, el humanismo
reconoce que la «sociología, como las otras artes, es uno de los ornamentos de la mente humana que su
literatura, desde Platón hasta nuestros contemporáneos, posee una gran tradición; que como todas las
artes liberales--nos des- embaraza de particularismos de tiempo, lugar y circunstancia; que el orden
social es digno estudio del hombre libre y que la sociedad misma, como todas las demás cosas que
han agitado la mente inquieta e inqui- sitiva del hombre, es tema digno y adecuado de investigación»> ".
Así, pues, la función educativa del curso preparatorio podría resumir- se, en términos generales,
considerándola el desarrollo de lo que Mills denominó «mentalidad sociológica". En realidad,
constituye un punto de vista, un estado mental, una forma de ver el mundo y el lugar que en él ocupa el
individuo. El estudiante que haya conseguido crearse esa mentalidad sociológica
comprenderá mejor las instituciones de su socie- dad y su propia personalidad. Este enfoque
puede ayudarle a observar a su sociedad dentro de la corriente de la historia y darse cuenta de la
variedad de gentes que la forman. En una palabra, «la mentalidad socioló- gica nos permite
captar la historia y la biografía y las relaciones existentes entre ellas dentro de la sociedad» ".
Evidentemente, no basta un solo curso preparatorio- ni siquiera una docena de ellos-para alcanzar
este objetivo, pero, cuando menos, puede contribuir a la orientación del estu- diante dentro de
la amplia corriente de la sociedad contemporánea.

"ROBERT BIERSTEDT: "Sociology and Humane Learning", American Sociolo- gical Review. 25: 3-9 (febrero de
1960. pág. 9.
C. WRIGHT MILLS: The Sociological Imagination (Nueva York, Oxford Uni- versity Press, 1959).
Ibid., pág. 6.
INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA

Introducción a la sociología
19

En este libro, la introducción a la sociología está dividida en seis secciones generales. La primera trata de la
naturaleza de la sociedad dentro de la cual nace el individuo. La interacción de los individuos hu- manos es la
realidad social fundamental; es la que da lugar a la forma- ción de los grupos; por tanto, la sección se ocupa
del estudio del grupo, las formas que asume, las condiciones en que se origina y los tipos de expectativas
que contribuye a desarrollar. Las expectativas del grupo de- terminan, si no todas, la mayor parte de
las actividades de los miem- bros que componen la sociedad.
En la segunda sección consideramos el resultado de la interacción social. Durante miles de años de interacción
continua, cada sociedad ha desarrollado un complejo acervo que se transfiere de una a otra genera- ción a
portamiento organizado constituyen la
través de la enseñanza. Esa herencia social y las normas de com-
cultura de esa sociedad. Esta sec- ción se ocupa de las relaciones entre la sociedad, la cultura y el
individuo. En sentido sociológico, la personalidad es en gran parte el producto de estas relaciones.
La base genética de la personalidad es la combinación de caracteres que recibe el individuo en el
plasma embrionario y que constituyen posibilidades futuras, pero no producto definitivo. La
perso- nalidad se puede estudiar según los grupos con que se asocia el individuo y la cultura que
aquellos transmiten.
La tercera sección se ocupa de algunos de los elementos constituti- vos de la estructura de la
sociedad, categoría a la que corresponden fac- tores como el número y composición de la población,
los grupos bioló- gicos principales en que se divide la humanidad (razas) y las formas principales
de estratificación que han surgido en los distintos tipos de sociedades (clases y castas). La población y
la raza están determinadas en lo fundamental por factores biológicos, pero también tienen signifi- cación
sociológica por las definiciones sociales que se les han dado. La estratificación social en forma de clases
y castas es, principalmente, un producto social nacido de la interacción social y susceptible de
modifi- carse de alguna forma. La estructura de nuestra propia sociedad adquie- re cada vez
mayor importancia conforme las influencias de casta y clase en el comportamiento se comprenden
mejor.
La cuarta sección comprende las instituciones sociales y el papel que desempeñan en la comunidad
humana. Dichas instituciones son con- secuencia de una prolongada interacción y se basan en
necesidades per- sistentes del grupo. La familia, la iglesia, la escuela y el gobierno son algunas de
las formas que adoptan estos productos del grupo. La vida de una comunidad, sea la aldea o la
metrópoli, gira alrededor de sus instituciones principales, cada una de las cuales llena una función
con- creta o varias para satisfacer determinadas necesidades humanas. En este sentido, la
comunidad adquiere el aspecto de una constelación o
CAP. 1: EL ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA

sta de institucic.es elacionadas entre sí. La sección termina con in examen de la comunidad moderna según sus
formas y funciones.
La quinta sección se ocupa del comportamiento colectivo y del cam- bio social, el primero de
los cuales abarca grupos especiales, como mul- titudes, públicos, turbas y movimientos sociales.
Impelidos por el com- portamiento colectivo, los hombres rompen muchas de las normas socia- les
por las que antes se regían dentro de la interacción social organizada. Ese comportamiento colectivo es
la esencia misma del cambio social, gracias al cual surge una nueva forma de vida. Algunas de estas trans-
formaciones tienen lugar ordenadamente y solo provocan pequeños des- ajustes sociales: otras se
destacan por una violencia que desorganiza indistintamente individuos e instituciones. El ritmo desigual del
cambio de la sociedad lleva implícito que muchas sanciones hayan perdido apli- cación a las
actividades que antes definían. De ahí que la dirección inte- ligente del cambio social constituya el
fin primordial de la planificación social.
En la sexta sección el interés se centra en el descubrimiento de nue- vos conocimientos. La ciencia es un proceso
dinámico de aprendizaje en función de una serie cambiante de esquemas teóricos. Importa mucho
que el estudiante comprenda algunos de los métodos por los que se ad- quieren, se clasifican y
comprueban los nuevos conocimientos; conse- cuentemente, esta última sección ofrece una introducción
a la metodolo- gía científica. Tanto la filosofía de la investigación como la técnica del descubrimiento
de nuevos horizontes en la interacción de los grupos, constituyen su tema central. La introducción
a la sociología se conside- ra, literalmente, como un comienzo, y, por tanto, el estudiante puede ver
por sí mismo que la ciencia no es más que un continuo proceso evolu- tivo.

BIBLIOGRAFIA

BARBER, Bernard: Science and the Social Order, Glencoe, Illinois: The Free Press, 1952. Análisis estimu- lante y meditado de
la naturaleza de la ciencia y su papel en el mundo moderno. El autor utiliza los con- ceptos de una nueva ciencia (la so-
ciología) para analizar las funciones puramente científicas. GILLIN, John (dir. de ed.): For a Science of Social Man.
Nueva York: The Macmillan Co., 1954. Inteligen- te recopilación de puntos de vista de varios especialistas sobre las re-
laciones mutuas entre las distintas ciencias sociales.
"Theoretical
GOULDNER, Alvin W.:
Requirements of the Applied Social Sciences", American Sociological
Review, 22: 92-102 (febrero de 1957). Este artículo examina las relacio- nes entre teoría y aplicación y des- taca la continuada
importancia de esta última. El autor no considera la sociología aplicada como marginal pi carente de importancia, sino
na- cida "de las raíces más profundas" del tema y dotada de la "más vene- rable tradición".
LEIGHTON, Alexander H.: Human Re- lations in a Changing World. Nueva
BIBLIOGRAFIA
York: E. P. Dutton Co., 1949. se trata tanto de un análisis teórico del papel del científico social en el mundo
contemporáneo como de una demostración práctica del mismo re- ferida especialmente a la segunda guerra mundial.
LERNER, Daniel, y LASSWELL, Harold D. (dirs de ed.): The Policy Scien- ces. Stanford: Stanford University Press, 1951.
dichas
Análisis de la misión instrumental de las "ciencias de la el mundo moderno. política" en Indica los diversos modos en que
disciplinas intervienen en la formación de la política pública. MERTON, Robert K.: Social Theory and Social Structure,
Glencoe, Il- linois: The Free Press, 1957 (edi- ción revisada y aumentada). Colec- ción de ensayos en los que un des-
tacado sociólogo hace significativas aportaciones teóricas y prácticas en relación con
una gran variedad de problemas sociológicos. Algunos de estos ensayos se han convertido, tras diversas revisiones, en
clásicos de la sociología debido a la agudeza de sus observaciones combinada una feliz forma de expresión. MERTON, Robert
K.; BROOM, Leonard, y COTTRELL, Leonard S., Jr. (dirs. de edición): Sociology Today. Nueva York: Basic Books, Inc.,
1959. En esta recopilación, muchas de las fi- guras más destacadas de la sociolo- gía americana moderna estudian el
mmportante problema de la compren- sión e investigación con que cuen-
tan
con

sus respectivas especialidades. No se trata tanto de un resumen de los conocimientos actuales como de un intento de indicar
formas de ob- tener nuevos conocimientos.
The Sociological MILLS, C. Wright.:
Imagination. Nueva York: Oxford University Press, 1959. Se trata de
21

una exposición atrevida y, por ende, polémica de la misión de la so- ciología en la comprensión de los principales problemas
de la socie- dad contemporánea. Para el autor. “la imaginación sociológica" es “una cualidad mental que ayudará a los
que la pɔsean a utilizar la informa- ción y a desarrollar la razón para lograr un resumen lúcido de lo que ocurre en el mundo y
de lo que puede estar ocurriendo dentro de ellos mismos". La sociología es una fuerza educadora.
PARK, Robert E., BURGESS. Ernest y W.: Introduction to the Science of Sociology. Chicago: University of Chicago Press, 1924. Quizá
sea este el libro de texto sociológico más in- fluyente que jamás se haya escrito en este país. Se publicó hace casi
cuatro decenios y contiene opinio- nes y conceptos que han desarrolla- do posteriormente otros sociólogos. PARSONS,
Talcott: "Some Problems Confronting Sociology as a Profes- sion", American Sociological Review, 24: 547-59 (agosto de
1959). Aunque se dirige principalmente a los miem- bros de la profesión, este meditado y largo artículo de uno de los
más destacados sociólogos americanos es muy útil a los estudiantes por su amplia exposición de! papel de la so- ciología en
la sociedad moderna. WILLIAMS, Robin M., Jr.: "Continui- ty and Change in Sociological Stu- dy", American
Sociological Review, 23: 619-33 (diciembre de 1959). Es- te discurso presidencial a la Ameri- can Sociological Society estudia al-
gunas de las tendencias más genera- les de la disciplina. El título sugiere el que tanto la continuidad como cambio son visibles en este terreno, de
rápida aparición, de los estudios científicos.

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