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Entonces Dios permitió que Satanás atacara la vida de Job para poner a prueba su fe.
Los siervos de Job le trajeron noticias trágicas: los sabeos robaron sus bueyes y asnos,
los caldeos robaron sus camellos, y una tormenta mató a sus hijos e hijas mientras
comían en casa de su hermano. A pesar de todo, Job mantuvo su fe y no blasfemó
contra Dios, sino que se postró en adoración y aceptó que todo lo que tenía venía de
Dios y era suyo para tomar. En resumen, el libro de Job explora la pregunta de por qué
los justos a menudo sufren y cómo mantener la fe durante las pruebas.
El libro de Job cuenta la historia de un hombre llamado Job, que era recto, temeroso
de Dios y apartado del mal. Tenía siete hijos, tres hijas y grandes riquezas en ganado y
sirvientes. Job ofrecía holocaustos por sus hijos todos los días por temor a que pecaran
contra Dios en sus corazones.
Un día, Satanás se presentó ante Dios y cuestionó la fidelidad de Job, diciendo que sólo
temía a Dios por las bendiciones que había recibido. Dios permitió a Satanás tomar
todo lo que Job tenía, pero no poner su mano sobre él. Los sabios tomaron el ganado y
mataron a los criados, un fuego consumió las ovejas y los pastores, los caldeos se
llevaron los camellos y mataron a los criados, y un viento destruyó la casa de su hijo y
mató a sus hijos e hijas. A pesar de esto, Job no pecó ni atribuyó despropósito alguno a
Dios. En su aflicción, Job se levantó, rasgó su manto, rasuró su cabeza y adoró a Dios,
diciendo que él vino desnudo al mundo y se irá desnudo, y que Dios da y quita, por lo
que su nombre debe ser bendito.
El libro de Job comienza describiendo a Job como un hombre perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal, con una gran cantidad de riquezas y una familia
grande. Sus hijos hacían banquetes en sus casas y Job se aseguraba de ofrecer
sacrificios por ellos para prevenir que pecaran contra Dios.
Un día, Satanás se presenta delante de Jehová y le pregunta si Job realmente teme a Dios o si
su obediencia es solo porque tiene una vida cómoda y próspera. Dios permite que Satanás
ponga a prueba a Job, pero le prohíbe tocar su vida. Entonces, Satanás destruye la riqueza de
Job y mata a todos sus hijos e hijas en una serie de desastres naturales y ataques violentos.