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CLÍNICA PSICOLÓGICA: EMERGENCIA E INTERCONSULTA.

Unidad Nº 1: el problema de la nosología

CAZAU, PABLO: “DSM-IV RESEÑA HISTÓRICA Y DESCRIPCIÓN”


La tarea de clasificar las enfermedades mentales arranca desde los griegos, y que no viene al caso
recorrer aquí. Existen en EEUU antecedentes que desembocan en la creación del DSM. En el censo
de 1880 se diferenciaron siete categorías de trastornos mentales: manía, melancolía, monomanía,
demencia, paresia, dipsomanía y epilepsia (hoy se encuentran fuera de toda clasificación). Las
clasificaciones desde ese entonces han sido sucediéndose, ampliándose, perfeccionándose, hasta
llegar a las CIE y DSM, que son creaciones del siglo XX.
La historia del DSM está ligada indisolublemente a la historia de la CIE, más anterior en el tiempo.
Por ejemplo, el borrador de las versiones de los criterios diagnósticos para la investigación de la
CIE-10, han sugerido una serie de criterios para los estudios de campo del DMS-IV. La gran
cantidad de consultas mutuas entre los autores del DSM-IV y la CIE-10 ha sido muy útil para
aumentar la congruencia y reducir las diferencias poco significativas entre los términos de ambos
sistemas.

DSM = MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADISTICO DE TRASTORNOS MENTALES


Características Generales: para entender las características se debe desglosar los componentes de
la denominación DSM.
 Manual: Todo libro que se auto-titule un manual tiene toda la intención de ser un texto
que “siempre se debe tener a mano”, es decir, que siempre está listo para ser usado,
consultado, como una especie de acompañante.
 Diagnóstico: Una clasificación de trastornos mentales permite hacer diagnósticos, lo que a
su vez puede servir a tres propósitos principales: clínico, de investigación y estadístico. Los
autores han priorizado el primero de estos objetivos, expresando para ello en forma
concisa, clara y explícita los diferentes diagnósticos. La clasificación es importante debido
a que en la práctica siempre cabe la posibilidad de tener que contactarse con otros
profesionales (sean colegas para hacer una interconsulta, sean superiores para responder
ante ellos). Parte de la información que se comparte con los demás profesionales son los
diagnósticos.
 Clínico: Un diagnóstico sirve para identificar la patología del paciente. Sobre esta
base podrá luego planificar el tratamiento. Se debe tener en cuenta que para
realizar un diagnóstico es necesaria más información que la que provee el manual.
 Investigación: Clasificar enfermedades equivale a formular hipótesis acerca de la
naturaleza y característica de las enfermedades mentales. El investigador somete
a prueba estas hipótesis, de lo cual podrá resultar la ratificación, una rectificación
o una refutación de las mismas.
 Estadístico: El hecho de que los diagnósticos estén codificados, recortados,
identificados, facilita la recolección de datos y la recuperación y compilación de
información estadística.
 Trastorno mental: Es un concepto amplio, se pueden obtener distintas definiciones en
función a que aspectos de los trastornos se tomen en cuenta (etiología, grado, patrón
sindrómico). “Un trastorno mental es un síndrome o patrón comportamental psicológico
de significación clínica, que aparece asociado a un malestar (Ej: dolor), a una discapacidad

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(Ej: el deterioro en una o más áreas de funcionamiento), o a un riesgo significativamente
aumentado de morir o sufrir dolor, discapacidad o pérdida de la libertad”.
Los autores del DSM-IV critican la expresión “mental” porque implica una distinción entre
trastornos mentales y físicos, distinción derivada del anacronismo reduccionista mente-
cuerpo. La división carece hoy de sentido porque los conocimientos actuales indican que
hay mucho de “físico” en los trastornos “mentales”, y mucho de “mental” en los
trastornos “físicos”. La denominación que se utilizará en el DSM-IV para designar a los
trastornos físicos es, “enfermedad médica”: todo aquel trastorno categorizado en el CIE y
que esté fuera de uno de sus capítulos, el de “trastornos mentales y del
comportamiento”.
 Episodio vs. Trastorno: Un episodio es un acontecimiento, algo que le sucede o le sucedió
al sujeto y que sirve para luego poder ubicarlo en alguna categoría o trastorno. Los
trastornos tienen la categoría de enfermedad, son entidades independientes, y solo ellos
van codificados como tales: los episodios son solo elementos de juicio que sirven, para
ubicar a un sujeto en una estructura determinada.
 El DSM es una herramienta que sirve esencialmente para clasificar trastornos mentales,
no clasifica personas, solamente trastornos (una de las críticas que se le realiza). El CIE
clasifica enfermedades médicas y trastornos mentales simultáneamente.
 Objetivo: Proporcionar descripciones claras de diferentes categorías diagnósticas, con el
fin de que los clínicos y los investigadores puedan diagnosticar, estudiar e intercambiar
información y tratar distintos trastornos mentales.

¿QUÉ TIPO DE CLASIFICACIÓN ES EL DSM?


En general existen dos tipos de clasificaciones: la clasificación categorial y la clasificación
dimensional, cada una tiene sus ventajas y desventajas.
 Clasificación Categorial: Un sistema de este tipo es más adecuado cuando los miembros
de una clase diagnostica son homogéneos, cuando existen límites claros entre ellos y
cuando se excluyan mutuamente. Sin embargo, este no es el caso de los trastornos
mentales. En el DSM no se asume que cada categoría de trastorno mental sean una unidad
separada, con límites precisos que lo diferencie de otros trastornos. Es por ello que se
utiliza un criterio politetico, donde solo se necesita presentar unos pocos síntomas de la
lista general (“Debe reunir por lo menos 5 síntomas de los 9 que se presentan”)
 Clasificación Dimensional: Este sistema aumenta la fiabilidad y proporciona mayor
información, ya que define atributos o características que pueden pasar desapercibidos
utilizando el sistema categorial. El sistema dimensional fue dejado de lado en el DSM
especialmente porque las descripciones dimensionales numéricas resultan menos
familiares y claras que los nombres de las categorías de los trastornos mentales
Las clasificaciones deben reunir varios requisitos para ser eficaz:
 Las categorías deben ser mutuamente excluyentes, dado que no podemos incluir al
paciente en puntos de superposición.
 Las categorías deben ser exhaustivas.

Los autores describen dos formas de utilizar el manual con fines diagnósticos: REGISTROS NO
AXIAL Y MULTIAXIAL

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La evaluación multiaxial cubre varios ejes:

TRASTORNOS CLINICOS / OTROS PROBLEMAS QUE PUEDAN SER OBJETO DE


ATENCION CLINICA: generalmente se ubica el diagnóstico principal o el motivo de
consulta (si una persona cuenta con diagnóstico ya sea en el eje I o en el eje II se
EJE I supondrá que el motivo de consulta estará en el eje I). Se podrá elegir cualquier
categoría con excepción de los trastornos de personalidad y retraso mental, que
corresponden al eje II. Todas estas categorías excepto los incluidos en el eje II se
denominan “trastornos clínicos”, o bien “problemas que pueden ser objeto de
atención clínica”

TRASTORNO DE PERSONALIDAD / RETRASO MENTAL: Los trastornos del eje I suelen


ser floridos, llamativos y evidentes: una depresión, un problema de pareja, etc.
Cuando prestamos atención directa a estos trastornos, pueden pasar desapercibidas
EJE II otras anomalías más escondidas, que entonces serán consignadas en el eje II. Por eso
en este eje se encuentran los trastornos de la personalidad y el retraso mental, y
vamos a seleccionar la clasificación del DSM. El eje II también puede consignar
mecanismos de defensa y características desadaptativas de la personalidad, que no
cumplen con los requisitos mínimos para constituir un trastorno de personalidad.

ENFERMEDADES MEDICAS: Aquí incluiremos toda enfermedad medica que pu7ede


ser relevante para la comprensión o el abordaje del trastorno mental del individuo.
Para ello buscaremos otra clasificación como la que nos brinda el CIE (Clasificación
EJE III
Internacional de Enfermedades). El hecho de que incluyamos la enfe4rmedad medica
no significa necesariamente que tenga o no que ver con el trastorno mental, y se
consigna para una evaluación más minuciosa y para facilitar la comunicación entre los
diferentes profesionales que atienden o atendieron al paciente.

PROBLEMAS PSICOSOCIALES Y AMBIENTALES: Consignaremos problemas


psicosociales y ambientales que puedan afectar el diagnostico, el tratamiento o el
pronóstico de los trastornos mentales indicados en el eje I y el eje II. Se consideraran
estresantes negativos, mientras que los estresantes positivos solo se indicarán si traen
algún problema. El DSM sugiere como ejemplo los siguientes:
EJE IV  Problemas relativos al grupo primario de apoyo;
 El ambiente social;
 La enseñanza;
 Problemas laborales;
 Vivienda;
 Problemas económicos;
 Acceso a los servicios sanitarios de asistencia;

EVALUACION DE LA ACTIVIDAD GLOBAL: aquí se incluye la opinión del clínico


EJE V
respecto de la actividad general del sujeto, lo que permite planear el tratamiento y
predecir su evolución.

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EVALUACION NO AXIAL: se pueden enumerar los diagnósticos apropiados, pero siguiendo la
norma general de registrar todos los trastornos mentales coexistentes, las enfermedades médicas
y otros factores en cuanto sean relevantes a los fines de la asistencia y el tratamiento del sujeto. El
diagnóstico principal o el motivo de consulta deberán citarse en primer lugar.
DSM IV Y PSICOANALISIS: el sistema clasificatorio del DSM no utiliza más la terminología
psicoanalítica para categorizar algunos trastornos mentales. Igualmente, es posible establecer
algunas correspondencias entre ambas nosografías. Debe tenerse en cuenta que estas
correspondencias solo son aproximadas y se establecen sobre la base de significativas analogías
entre las sintomatología descripta. Ej: la esquizofrenia.

PRECAUCIONES PARA EL USO:


 Los criterios y categorías deben ser utilizados por personas con experiencia clínica; no es
aconsejable que los profesionales con escasa información y experiencia utilicen el manual
(cualquier profesional puede encontrar útiles algunos apéndices como por ejemplo los
árboles de decisión diagnóstica diferencial)
 Los criterios diagnósticos específicos deben servir solamente como una guía y usarse con
juicio clínico, sin seguirse maniáticamente como un libro de cocina. El juicio clínico debe
justificar el diagnóstico más allá de los signos y síntomas.
 La falta de familiarización con el manual o su uso demasiado flexible o demasiado estricto
resisten su utilidad como lenguaje habitual de comunicación entre profesionales.
 Establecer un diagnóstico por el DSM no es suficiente. Para formular un adecuado plan
terapéutico es preciso una evaluación más completa: el clínico habrá de necesitar más
información sobre el presunto enfermo que la requerida para realizar un diagnóstico
según los criterios del DSM.
 Las clasificaciones del DSM reflejan un consenso a partir de los conocimientos actuales,
pero no incluye todas las situaciones que pueden ser objeto de investigación o
tratamiento.
 Debemos ser cautos cuando estamos evaluando personas de una cultura diferente a la
nuestra, porque hay conductas patológicas que pueden ser normales en otros contextos
(se ha confeccionado un apartado específico sobre cultura, donde se incluye un glosario
de síndromes relacionados con esta, y las directrices apropiadas para ello).

CUESTIONAMIENTOS AL DSM IV:


 Nadie puede subestimar la utilidad que para los profesionales de la salud puede acarrear
el hecho de encontrar un lenguaje común. Pero interesa preguntarse, si los fines del
manual son inocentes o si su uso, cada día más difundido, no comporta serios riesgos para
la subjetividad y por ende la salud mental de los pacientes (Utilización del manual para
darle lugar a los laboratorios)
 El manual no considera que el comportamiento desviado o el conflicto entre el ciudadano
y la sociedad en que vive, son trastornos mentales.
 La utilización del DSM como unidad de criterios responden a una excesiva simplificación
de la patología. Con eso se orientan los tratamientos, en particular el farmacológico, en
función de los síntomas. El descubrimiento y el empleo de los psicofármacos que lograron
modificar la conducta ha sido sin duda un avance en el seguimiento y evolución de
pacientes gravemente perturbados. Esto solamente incita a decapitar los síntomas
rápidamente, como si ese fuera el fin terapéutico último y no la valoración de los

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síntomas como requisito previo, fundamental para que la persona pueda sentirse
protagonista de su tratamiento.
 El síntoma es el emergente de un trastorno biopsicosocial de la persona, que exige para su
comprensión y tratamiento una visión integradora. El dolor psíquico se puede expresar
como un síntoma psicopatológico o somático.
 La extrema simplificación que, en nombre de la nomenclatura, preconiza que el DSM IV
no es inocente. Está fuertemente inducida por la industria farmacéutica. La lógica
impuesta es a igual nomenclatura igual patología; a igual síntoma igual producto
farmacéutico. Su efecto influye en las los criterios de las obras sociales, las prepagas y los
sistemas de seguros, que establecen que los diagnósticos se hagan en función del DSM IV.
 El psiquiatra que se dejó impregnar por esta manera de concebir la psiquiatría, se reduce a
observar los síntomas a través de la lectura propuesta por el DSM IV. Esto le garantiza la
evolución de los hechos empíricos, pero se menosprecia la verdad psíquica del paciente.
Así, el paciente es compulsivamente inducido a hacer caso omiso a toda responsabilidad
subjetiva por lo que le sucede. El aparente triunfo terapéutico consiste en imponer un
orden farmacológico allí donde los síntomas solo son concebidos como expresión en un
caos, sin ningún relieve metafórico.
 La gran excluida del sistema es la persona. Desprecio de la verdad intrapsiquica (No
interesa que es lo que tiene sino que lo que tiene se calme) rechazan al paciente como
persona, solo la ven como patología.

MARIETAN HUGO. (1991). “SOBRE LOS CONCEPTOS DE SALUD/ENFERMEDAD-


NORMALIDAD/ANORMALIDAD”

Normalidad/ Anormalidad

Tres criterios básicos de los cuales derivan los conceptos de normalidad vigentes:

1. Criterio estadístico: establece como normal al “hombre promedio”, a aquel que por sus
características se aproxima a la media aritmética de las características del grupo a que
pertenece. Es un criterio cuantitativo y “realista”, basado en hechos de observación, ya que
tiene en cuenta cómo el hombre ES (y no cómo “DEBE SER”).
Es decir que si un individuo tiene una conducta semejante a las conductas mayoritarias de su
comunidad es NORMAL. Está adaptado. Y aquellos que se alejan del promedio son
considerados ANORMALES.

2. Criterio normativo: tiende a considerar al hombre NORMAL a aquel que se asemeja a un


MODELO de perfección humana, que reúne las características DESEABLES (ideales) de acuerdo
a un sistema de valores imperante. Establece cómo el hombre normal “DEBE SER”, es decir, es
un criterio axiológico, para el cual la normalidad es una condición cualitativa.
Por ejemplo algunos autores resumen las cualidades deseables de una persona adulta
“madura” en externas e internas.
Cualidades externas:
 Aceptación de la realidad: tener una percepción objetiva de deseos y fantasías.
 Armonía y adaptación: en lo social, laboral y familiar.
 Independencia: poseer criterios propios, capacidad de lograr sustento económico, alcanzar
un adecuado nivel de relación heterosexual.

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 Tolerancia: a las propias frustraciones, fracasos y limitaciones y a las diferencias e
imperfecciones de los demás.
 Responsabilidad: por el resultado de nuestras acciones y por las personas que están en
nuestro cuidado.
 Expresividad: capacidad para comunicar los propios sentimientos e ideas.
 Creatividad: como expresión de iniciativa, plasticidad y libertad.
Cualidades interiores:
 Capacidad de “insight”: darse cuenta de las propias posibilidades, motivaciones y
limitaciones. Aceptarse como se es.
 Manejo de ansiedad y agresividad.
 Aceptación de la variabilidad de las circunstancias (buenas y malas). Satisfacción con la vida.
 Capacidad para establecer relaciones afectivas estables y satisfactorias.
 Continuidad, consistencia y unidad de la personalidad.
 Capacidad de estar solo: tolerar sin angustia los períodos de soledad.
 Tener proyectos y metas y ser consecuentes con ellos.

3. Conceptos mixtos de normalidad/anormalidad. Salud/enfermedad


De estos criterios básicos derivan conceptos mixtos. Por ejemplo para la OMS la SALUD MENTAL es
“la capacidad del hombre para adaptarse al medio social (criterios estadístico) y de lograr
satisfacción para sí mismo y para sus semejantes (criterio normativo)”. Encontramos subsumido el
concepto normal en el de salud. Lo mismo ocurre en los siguientes ejemplos:

a. La salud mental es amar y trabajar (Freud).


b. La salud mental es la adaptación de los seres humanos al mundo y a los otros con un
máximo de eficacia y felicidad (Karl Menninger).
c. Es sana o normal la persona que puede cumplir con sus roles sociales (E. Fromm)
d. Otra de la OMS: Salud Mental es la capacidad para establecer relaciones personales
armónicas.
e. Según Jahoda es mentalmente sano el que se adapta o tiene intentos activos de dominio
del ambiente; conserva unidad de la personalidad y capacidad de percibir correctamente al
mundo y a sí mismo.
f.“La enfermedad mental configura una pérdida de la libertad dado que al evadirse de la
realidad y no realizarse como proyecto, el individuo no cumple con su destino existencial. Si la
salud, en este sentido, es libertad para definirse, optar y comprometerse como ser humano
en la acción, la enfermedad es limitación, rigidez y estereotipia.
g. Para Hughling Jackson la enfermedad mental se producía por un déficit en un plano
superior del sistema nervioso central, mientras que los planos inferiores continuaban
funcionando.
h. Adolf Meyer: “la enfermedad mental es una respuesta psico-biológica a la situación vital
especial y compleja dentro de la cual es colocado un individuo.
i. Ginsburg: “la salud mental es la capacidad de mantenerse en un trabajo, de tener una familia,
de evitar problemas con la justicia y de disfrutar de las oportunidades habituales de placer
(amor, trabajo, juego)

Salud/ Enfermedad
Hace 45 siglos el pueblo Asirio Babilónico creía que la enfermedad era una impureza moral o
espiritual, provocada por los dioses como réplica a una transgresión moral. La culpa se busca en la
biografía del enfermo.

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Para los griegos la enfermedad también era de origen divino, pero la impureza ya no era normal,
sino física, y por lo tanto tratable con baños purificadores.
Esto fue un salto conceptual enorme, ya que si la enfermedad era causada por los dioses y
significaba una impureza del alma, el hombre no tenía acceso a ella (cosa de los dioses), es decir,
no podía ser curado por otros hombres, sólo por el perdón de un dios. Pero si la impureza estaba
en lo físico (cosa de los hombres) un hombre que conociera las leyes de la naturaleza podía curar a
otros.
Los griegos pensaban que la naturaleza se guiaba por leyes, que tenía un orden, una armonía. Así,
si conocían las leyes propias de la naturaleza del organismo, la fisiología, cuando un hombre
enfermaba otro hombre podía ayudar, acompañar a la naturaleza en el proceso de restitución de
la armonía (la salud). Cuidar al otro, hacer medicina.

El trípode del concepto enfermedad


El concepto de enfermedad deriva de 3 ideas básicas:

1) Intrínseca: es generada por un desequilibrio interno del individuo. El origen de la


enfermedad se ubica en el propio individuo, la causa es interna, es una desarmonía, un
desorden en la pshysis de la persona.
Este modelo de explicar la enfermedad es el adoptado por la mayoría de las concepciones
médicas: exceso o déficit de sustancias químicas, alteraciones estructurales o funcionales
que desequilibran otras estructuras o funciones.
En psiquiatría es de preferencia usada por la tendencia biológica.
Desde este modelo: todos pueden enfermedad a consecuencia de un desequilibrio.
2) Extrínseca: es generada fuera del individuo y éste la incorpora. Tiene sus raíces en las
posturas mágico-religiosas, donde fuerzas o influencias externas inciden sobre el hombre y lo
enferman. Ciertos objetos, personas, animales o circunstancias pueden influir sobre la
persona y enfermarla.
Lo mágico irrumpe con la ruptura del orden (de lo lógico, lo coherente, lo conocido, lo
previsto). Es la pérdida de confianza (de seguridad) en el conocimiento establecido, legal,
oficialmente reconocido, cuando estos ya no ayudan, no sirven.
En psiquiatría de este modelo se toma la influencia de las circunstancias y de las personas
sobre el individuo.
Desde este modelo: todos pueden enfermar si están sometidos a ciertas influencias o
circunstancias.
3) Mixta: el individuo presenta una predisposición que lo sensibiliza a ciertos agentes externos.
La enfermedad es una predisposición del cuerpo, o sea: a) el factor previo es un desorden en
la naturaleza del individuo (factor intrínseco); b) más la presencia de una causa externa
(factor externo); c) que actúa sobre un individuo sensible a ella (o predispuesto) produce la
enfermedad.
Desde este modelo: no todos enferman ante determinadas circunstancias, sólo los
predispuestos (no enferma el que quiere, sino el que puede).
Sobre este trípode conceptual se asientan las múltiples combinaciones sobre la teoría de la
enfermedad. Sin embargo ninguno de los modelos por sí mismo consigue satisfacer la completud
teórica que requiere el tema: son útiles para entender parcialmente algunas patologías. La misma
insatisfacción producen los criterios de normalidad fácilmente rebatibles.
El médico, por lo general, ratifica la enfermedad, la concretiza, la personaliza, la extrae de la
persona y la convierte en un ente viviente, con el cual “debe enfrentarse”; por eso se refiere a “la

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catatonía”, “el cáncer”, “la esquizofrenia”, etc. Esto, que es operacional, se convierte en una
distorsión conceptual: separar la enfermedad del paciente.
Este alejamiento de la persona del paciente tuvo dos consecuencias: por un lado aumentó el grado
de conocimiento de los aspectos de la resonancia que el padecimiento tenía en el individuo. Es
decir, al concentrar la atención en campos cada vez más estrechos permite que el saber sobre ese
campo aumente en detrimento del resto. Sólo al agotarse las respuestas de esta metodología se
vuelve al procedimiento inverso: aumentar los límites del campo de estudio hasta abarcar la
totalidad de la persona haciendo una nueva separación, esta vez cayendo en el otro extremo:
olvidarse de los elementos concretos de la enfermedad, concentrándose sólo en los aspectos
psicológicos y sociológicos. Este reciclar (atomismo-holismoatomismo) se da permanentemente en
la historia de la medicina, siendo su evolución en espiral.
A pesar de los distintos puntos de vista con que se elaboraron los variados conceptos sobre estos
temas no se ha conseguido la unidad de criterio necesaria para tener principios operativos de
utilidad para la práctica psiquiátrica cotidiana. Este es uno de los casos en el cual lo pragmático
supera ampliamente lo teórico.
Otro obstáculo para llegar a una generalización que concite el acuerdo universal, radica en la
particularidad del ser humano, que, por un lado incorpora patrones de conducta comunes a su
cultura y a su tiempo pero por otro posee un grado de libertad que le permite su sello personal, de
tal manera que no existen dos individuos iguales. Esto hace que la valoración sobre la normalidad
y anormalidad sólo pueda realizarse en forma parcial.

Médico / Enfermo. Vivencias


La salud es el bienestar, que le permite recuperar su nivel de acción habitual. Los grados de
sintomatología van de la simple molestia, superada con prestarle poca atención, a la incapacidad
que concentre la máxima atención en el síntoma. El grado de atención que el individuo utiliza para
sus síntomas depende de factores como: sensibilidad, inseguridad, experiencias de sintomatología
de cuadros similares (ejemplo: dolor precordial en anginosos), es decir la manera particular con
que la persona vivencia el miedo generado por el síntoma.
El síntoma es desagradable, subjetivo, intransferible, poco comunicable, genera inseguridad y en
consecuencia, miedo. Existen estados de euforia patológica o groseras fallas en la evaluación del
estado interior en los que, el síntoma como vivencia subjetiva, no existe, y la valoración de la
distorsión es realizada por un observador. En estos casos, desde luego, al no existir el “sentirse
mal”, tampoco existe la necesidad de ayuda. El enfermo valora de acuerdo a su grado de “sentirse
mal” y de su incapacidad, la enfermedad.
Para el médico, la enfermedad es un conjunto se síntomas y signos que responden o no a un
patrón, ubicable en la clasificación nosológica, que es de su conocimiento. Es un trabajo
intelectual asociativo, relacional, donde los síntomas, los signos dan como resultado un cambio de
nivel (de lo concreto a lo abstracto) que le permite al médico rotularlos como una enfermedad.
El médico, por lo general, reifica la enfermedad, la concretiza, la personaliza, la extrae de la
persona y la convierte en un ente viviente, con el cual debe enfrentarse; por eso se refiere a “la
catatonía”, “el cáncer”, “la esquizofrenia”.

Evolución del concepto de enfermedad mental

1. Como castigo divino (concepción mágico religiosa)


2. Como posesión diabólica (época de la inquisición)
3. Como enfermedad médica (Waldeyer, Vives)
4. Como alteración de la estructura cerebral (Griensiger, Wernicke, Kleist)

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5. Como transmisión hereditaria en familias “degeneradas” (Morel- Magnan)
6. Como resultado de conflictos psíquicos (Psicoanálisis)
7. Como reacción de desadaptación social (Adolf Meyer)
8. Como trastorno de la comunicación familiar (Bateson, sistémicos)
9. Como refugio ante la presión social (Laing, Cooper)
10. Como trastorno en el procesamiento de la información (Cognitivos)
11. Como alteración de la bioquímica cerebral (Aminas)
12. Como alteración de las estructuras cerebrales
13. Como manifestación de una alteración genética

ARRIZABALAGA JON, (2000). CULTURA E HISTORIA DE LA ENFERMEDAD


Cuando se habla de “factores culturales” en la historia de la enfermedad puede hacerse referencia
a muchas y muy diferentes cosas, en función de qué se entiende por enfermedad y de qué manera
se efectúe el acercamiento al estudio de este fenómeno en el pasado.
Tal como Charles Rosenberg destacó, la enfermedad es una entidad esquiva, que constituye al
mismo tiempo, un acontecimiento biológico, un repertorio generador específico de constructos
verbales que reflejan la historia intelectual e institucional de la medicina, una ocasión de legitimar
y la legitimación potencial del sistema público, un aspecto del rol social y de la identidad
individual, una sanción de valores culturales, un elemento estructurador de las interacciones
médico-paciente.

Biología y cultura en la reciente historiografía de las enfermedades humanas


La ciencia y la medicina occidentales modernas son un constructo humano. El marco de
comprensión de la realidad impuesto por estas formas de ciencia y medicina ocupa una posición
nuclear en el mundo contemporáneo. De ahí, el enorme poder conferido por ambas a los estados,
corporaciones privadas o públicas y elites sociales que las poseen y/o regulan sus usos.
El enorme impacto que tuvo la nueva medicina de laboratorio en la reconceptualización de las
enfermedades había hecho que la historia de las enfermedades humanas se reconstruyera como
un proceso de adquisición de saberes y técnicas conducentes al presente de forma lineal,
progresiva e inexorable. En los estudios histórico médicos de las últimas décadas del siglo XIX y
primeras de XX, el laboratorio era presentado como el escenario donde, definitivamente, la
medicina había logrado dotarse de un método, el recursos sistemático a la investigación
experimental, fiable y rigurosa para objetivar la realidad de la salud y la enfermedad humana.
La historia de la medicina era presentada como la historia de la lucha de la evidencia y el sentido
común contra la teoría y la estupidez, una contienda que finalmente se había ganado merced al
laboratorio.
La medicina y las ciencias occidentales modernas dejaron de ser actividades libres de valores,
neutrales, cuya evolución fuera independiente del contexto sociocultural donde tenía lugar su
cultivo y sólo obedeciera a la lógica interna del conocimiento científico. Fue a partir de 1940
cuando se incrementó de forma significativa el número de historias de la enfermedad que en
mayor o menor medida subrayaban la especificidad sociocultural inherente a las enfermedades
humanas, a la par que disminuía de forma gradual el interés por las ya aludidas historias
bacteriológicas.
Desde los años 60 cobró un peso creciente en los estudios histórico-médicos la idea de que los
fenómenos etiquetados como enfermedades no son sólo realidades biológicas “a-históricas”,
esencialmente continuas en el espacio y en el tiempo o, a lo sumo, susceptibles de experimentar
cambios de carácter evolutivo biológico ligados a la interacción huésped- parásito, sino también y
sobre todo construcciones humanas producto de contextos socioculturales concretos y, como

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tales, solo comprensibles desde las coordenadas específicas de los mismos. Esta perspectiva
constructivista que subraya la naturaleza dual, biológica y cultural de la enfermedad.
Todos los acercamientos constructivistas tienen en común su énfasis en la premisa de que la
enfermedad es un fenómeno social, y por ello, solo puede comprenderse plenamente en el seno
del preciso contexto sociocultural donde se percibe como tal.

A modo de conclusión: factores culturales en la historia de la enfermedad


Podemos entender por factores culturales todos aquellos que no son estrictamente biológicos. Así
pues, se trataría del conjunto de factores que también llamados socioculturales o simplemente
sociales, en el sentido más amplio de este calificativo.
Tanto si surge “ex novio” (“enfermedad emergente”), como si resulta de la reconceptualización de
otra entidad previa, una sociedad se construye socialmente a partir de las variadas percepciones y
reacciones que un fenómeno o conjunto de fenómenos juzgados anómalos desde una
determinada idea de salud, suscitan en uno o más grupos sociales en el marco de un contexto
sociocultural especifico. Se trata de un proceso determinado por distintos agentes sociales, así
como por los conflictos potenciales entre ellos, que puede y suele frecuentemente dilatarse en el
tiempo y cuyo cierre, nunca totalmente definitivo, está sujeto a procesos de negociación social
entre las partes. En este proceso, conviene distinguir una primera fase de cristalización de la
enfermedad como entidad específica, por la cual ésta cobra legitimidad intelectual y moral en
nuestra cultura, de otra subsiguiente a ella, en la que la enfermedad se convierte por sí misma en
un factor reestructurados de situaciones sociales, en un actor y mediador social.
En la construcción de una enfermedad intervienen agentes sociales de índole muy variada.
Habitualmente, el proceso de construcción de la enfermedad es modulado en todo tipo de
sociedades por la intervención de agentes sociales ajenos a las prácticas sanitarias, como los
poderes políticos, sus instrumentos de coerción social y grupos de presión de diversa índole
(económicos, mediáticos, científicos, religiosos, culturales, entre otros). Intervienen también en
este proceso los propios individuos directamente afectados por la enfermedad, y sus allegados.

MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, ANGEL (2000) ANATOMIA DE UNA ILUSIÓN. EL DSM IV Y LA


BIOLOGIZACIÓN DE LA CULTURA.
Una característica evidente de la psiquiatría contemporánea es su tendencia a la biologización y al
abandono del interés por el papel de los factores culturales y sociales en la enfermedad psíquica.
Como resultado de este proceso de biologización, las tendencias psicológicas y psicosociales que
basan su práctica en la escucha atenta del relato del paciente, han quedado regladas a un segundo
plano. Hoy en día los trastornos mentales ya no son percibidos como enfermedades peculiares
cuyos síntomas responden a mecanismos culturales, psicológicos y/o biológicos. Por el contrario,
los trastornos mentales son aprehendidos bajo la analogía de las enfermedades físicas, y sus
síntomas son entendidos como señales de una disfunción biológica subyacente.
Asumir la analogía de las enfermedades físicas ha creado un mayor acercamiento de la psiquiatría
al modelo de la medicina occidental. “El retorno de la psiquiatría a sus raíces medicas”. Surgen
algunos problemas a la hora de situar la psiquiatría en el marco de la biomedicina.
 La dificultad de establecer los procesos fisiopatológicos específicos que producen la
mayoría de los trastornos metales.
 Los obstáculos a una intervención directa y precisa sobre las vías etiopatologenicas.
 La debilidad de los criterios diagnósticos y las taxonomías existentes.
 El especial enlace que se produce en los trastornos mentales entre el órgano alterado y la
conciencia del paciente.
El neokraepelinismo y sus taxonomías

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La orientación biomédica en psiquiatría, también conocida como neokraepelinismo, ha sido
definida como una tendencia caracterizada por el énfasis en la clasificación, la descripción precisa
de los cuadros clínicos, la oposición a la perspectiva psicoanalítica, el interés por la investigación
clínica y epidemiológica, y el reduccionismo biológico o psico-biologico de los procesos mentales.
Las taxonomías emblemáticas de este paradigma son el DSM III, el DSM IIIR y el DSM IV.
El DSM III es un manual diagnostico publicado originariamente en 1980. Si bien se redactó
originariamente para uso exclusivo en el contexto norteamericano, ha sido posteriormente
publicado en veinte lenguas diferentes. Se elabora en un contexto de biomedicalización de la
práctica psiquiátrica. Se plantea la elaboración del mismo a partir de un serie de objetivos como la
creación de una clasificación útil para tomar decisiones y pautar tratamientos.
Uno de los principios más criticados del DSM III ha sido el proyecto de elaborar una clasificación
integradora de las diversas tendencias teóricas. Se ha tratado de poner en evidencia la clara
hegemonía en los comités de asesoramiento de los defensores de la orientación biomédica y
neokraepeliniana. El comité de asesoramiento que forjo el DSM III no fue representativo de los
intereses, los valores y la diversidad teórica de la profesión; más bien estuvo compuesto por una, y
solo una, la escuela invisible de la psiquiatría americana (escuela invisible = orientación
neokraepeliniana).
En segundo lugar la crítica ha ido dirigida al procedimiento de selección de las categorías
diagnosticas que deberían entenderse como válidas y fiables. En epidemiologia la validez de una
categoría es su capacidad de adecuación a la realidad, la potencialidad para definir lo que tienen
que definir. La fiabilidad se entiende como la concordancia de los dictámenes de diferentes
profesionales sobre una serie de casos, es decir, la medida en que pueden diferenciarse unos
casos de otros.
Debido a las dificultades para establecer la validez de las categorías y criterios diagnósticos en
psiquiatría, los ensayos del DSM III se llevaron a cabo tomando como base primordial el criterio de
fiabilidad diagnostica. La fiabilidad ofrece solo un índice de concordancia entre juicios
diagnósticos, no una medida de validez.
Esta nosología norteamericana se presenta como marcadamente a-teórica y descriptiva. El DSM III
y sus continuadores no tratan en apariencia de introducir hipótesis causales ni de tratamiento,
sino que se limitan a presentar el conjunto de síntomas y características que aparecen asociados a
cada trastorno.
La racionalidad que estructura a los nuevos DSM se descubre como fundamentalmente
clasificatoria. Se trata de definir las manifestaciones de formas más precisas para evitar un grado
elevado de inferencias. Y estas manifestaciones pueden ser signos y síntomas conductuales
fácilmente identificables.
En esta compleja descripción de los cuadros clínicos se priman los factores que corresponden a las
dimensiones biológicas, los factores sociales quedan excluidos como criterios que puedan
determinar el valor de anormalidad que presenta un determinado trastorno. De esta manera se
redunda en la apariencia a-teórica de estas taxonomías, así como en su objetividad y neutralidad
científicas. El carácter aséptico e individualizador de las manifestaciones de los trastornos
mentales muestra en la práctica las discrepancias a la hora de aislar lo conductualmente
patológico de lo socialmente normativo.
Se hace énfasis, también, en que una clasificación de trastornos no tata de catalogar a los
individuos particulares, una cosa son las enfermedades, y otra muy distinta los individuos que las
padecen. Con este principio se trata de quebrantar una asunción tradicional que marginaba a la
psiquiatría por el lado de su objeto de conocimiento, a saber, la idea de que gran parte de las
enfermedades físicas responden a un padecer o a un tener. Los trastornos mentales aparecen
asociados principalmente no al tener sino al ser.

11
Al situar la enfermedad fuera del espacio del ser, los nuevos DSM (IIIR y IV) permiten no generar
una mayor estigmatización de los individuos que sufren un trastorno mental. En un segundo
avance, esta forma de entender los fenómenos patológicos permite a la psiquiatría adelantarse a
cualquier intento de marginalización con respecto al modelo médico.
Otra de las características de las taxonomías neokraepelinianas es su ambigüedad con respecto a
si las diferentes categorías diagnosticas responden a enfermedades discretas. En la introducción
de todos los manuales (DSM) se informa que las categorías no deben entenderse como entidades
separadas.
Ni afirman ni niegan que existan familiaridades o parentescos entre las diferentes especies
psicopatologícas. No obstante, la afirmación no evita que los diferentes trastornos sean
construidos, finalmente como entidades discretas. El ejercicio de diagnosticar implica siempre una
delimitación del cuadro clínico. No es extraño que la analogía del trastorno mental como entidad
discreta se desprenda de su propia estructura interna, porque si la coherencia del manual es
fundamentalmente clasificatoria, lo lógico es que las diferentes categorías psíquicas desaparezcan
como unidades más o menos delimitadas.
En los nuevos DSM se muestra como prioritario definir los límites entre los diferentes trastornos,
pero no tanto sus familiaridades. Tanto el DSM IIIR y el DMS IV introducen un sistema multiaxial en
el que el clínico puede ordenar los diferentes tipos de información. El primer eje “trastornos
clínicos y otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica”, el segundo eje “trastornos
de personalidad y retraso mental”, el tercero “enfermedades medicas”, el cuarto “problemas
psicosociales y ambientales” y el quinto “evaluación de la actividad grupal”. El énfasis recae aquí
sobre las enfermedades y no sobre los enfermos, la idea de que un “individuo padece un
trastorno” más que “es un trastornado” se ve reforzada. Se reafirma el modelo del “padecer” y se
diluye la vinculación de la enfermedad con el “ser” del afligido. Al hacer eso el enfermo se
convierte en un espacio mudo en donde simplemente coinciden diferentes especies patológicas.
Esta imagen aséptica ha sido objeto de polémica por parte de diferentes sectores de la psiquiatría
que no se ven reflejados en este tipo de nosologías, y que perciben en su aplicación los peligros de
una práctica biomedicalizada, estática, descriptiva, falsamente objetiva y reduccionista.

La copia de los hechos


La vinculación que establecen estos autores entre empirismo y medicina occidental es claramente
acertada. Una categoría diagnostica no es perciba como una construcción social más o menos
arbitraria, que se caracteriza por su inscripción en un contexto cultural e histórico determinado,
que es el resultado de formas históricas de tratamiento. Desde la psiquiatría biomédica las
categorías son entendidas como unidades reales y universalmente válidas.
Como el DSM se muestran como una simple presentación de trastornos, síndromes, síntomas y
manifestaciones, el camino hacia la teoría emerge como una tarea inacabada que habrá que
completar cada clínico de acuerdo con su bagaje teórico, planteamiento que subyace en ese
listado de síntomas, cursos, evoluciones y diagnósticos que componen los nuevos DSM no es un
estado a-teórico, intacto y posible, sino su circunscripción a una teoría empirista del lenguaje, a
una doctrina que establece una identificación isomorfa entre las categorías y los fenómenos a
designar. Diagnosticar se convierte, en las taxonomías neokraepelinianas, en el simple ejercicio de
otorgar los nombres ya preestablecidos de las cosas.
En el desarrollo de su práctica clínica, el psiquiatra se encuentra con manifestaciones que más que
signos físicos son quejas, comportamiento y expresiones de malestar; realidades lingüísticas y
culturales expresadas por los pacientes, y no tanto fenómenos físicos naturales que pueden ser
observados por el profesional. Los DSM resuelven rápida y superficialmente está clara distancia
reificando las expresiones de malestar, reconvirtiendolas en realidades objetivas.

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El listado de criterios diagnostico ofrece una imagen de las diferentes manifestaciones como
elementos estables que, a la hora de elaborar un diagnóstico, pueden ser desgajados de su
contexto histórico cultural. Difícilmente se puede llevar a cabo una contextualización cultural de
toda una extensión cuando se parte de criterios diagnósticos en donde los diferentes atributos
sociales y psicosociales han sido previamente biomedicalizados. De hecho, los factores
psicosociales y socioculturales son convertidos en este manual en criterios diagnósticos utilizados
como realidades físicas que responden a un orden de realidad universal y reconocible.
Evidentemente la distancia que separa a las categorías (ideales) de los fenómenos (reales) no es
una cuestión que se circunscriba a la psiquiatría, sino que es una condición de toda forma de
conocimiento. El problema es que la validez de una categoría en psiquiatría necesita, tanto de una
interpretación del contexto en donde los síntomas adquieren su sentido, como de una
autorreflexión sobre el carácter auxiliar de las propias categorías. El problema crucial de las
taxonomías neokraepelinianas es la forma de cerrar la interpretación de los fenómenos
fisiopatológicos y sus factores psicosociales asociados con una estructura descriptiva que se erige
sobre el modelo de las representaciones como copia de los hechos.

Unidad Nº 2: ¿De qué hablamos cuando hablamos de la Psicología de la emergencia y


Psicoprevención?

Psicoprevención y psicología de la Emergencia.


Cristian Araya Molina
La educación psicopreventiva: un enfoque imprescindible para enfrentar los desafíos del 2000
Concepto general: La educación preventiva es un movimiento pedagógico, que tiene como
objetivo modificar las actitudes del hombre en general, especialmente de las nuevas generaciones.
No es una asignatura pedagógica, ni una sugerencia metodológica, si no que representa la
búsqueda urgente de soluciones a un problema que ya no espera: La destrucción de la vida, del
hombre y del planeta.
Es un nuevo enfoque educativo, llamado psicoprevención, que enfatice la recuperación de los
valores fundamentales del hombre, el amor a la vida, el respeto a las personas, y el cuidado del
planeta.
La violencia de múltiples acciones y condiciones psicológicas inseguras, que muchos hombres han
vivido y otros han realizado. Mientras no se modifique esta actitud mental a través de programas
generales y por medio de las asignaturas especificas, seguirán ocurriendo accidentes y latrocinios
en el mundo.

Los pros y los contras del proceso:


Los avances científicos y tecnológicos han producido grandes adelantos para la humanidad. Esto
han tenido un costo humano y ecológico, que a no medir una reacción inmediata, éste, verá más
amenazado su futuro. Frente a esta situación, la educación debe cambiar su esquema mental,
debe modificar sus estrategias y debe enfatizar la Psicoprevención a través de metodologías
significantes.

Concepto de psicoprevención:
Psicoprevención: es una actitud de vida, que pretende evitar sufrimiento; minimizar riesgos y
reducir accidentes a través de la recuperación de los valores trascendentes del hombre,
encaminados al bien común. Su objetivo principal es preservar la vida y fomentar acciones que
promuevan la salud física, psicológica y social de las personas, desarrollando el eros en la

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sociedad, convirtiéndose así, en el fundamento filosófico de este nuevo enfoque educacional. Para
lograrlo, debemos crear un ambiente propicio que permita cambiar nuestra actitud.
Las actividades del aula deberán estar orientadas y ser coherentes con los resultados que se
persigan. Asi surge la necesidad de definir un nuevo perfil del profesor, del alumno y del sistema
educativo, con el fin de crear un arquetipo educativo.
El profesor, profesional, es el encargado de transmitir este nuevo enfoque a través de la
metodológica más adecuada, y generar en el educando un esquema permanente. Así dará como
resultado en la etapa laboral un hombre constructivo creador y reparador.
La educación psicopreventiva, es el epilogo definitivo para evitar el ingreso al abismo, de una
sociedad sin rumbo, un mundo destruido, con inconvenientes transmisiones consientes e
inconscientes de esquemas, vestidos del ropaje de asignaturas tradicionales de un sistema
educativo obsoleto, que necesita reformular objetivos, perfeccionar metodologías, pero lo que es
fundamental, incluir contenidos de la época.

Capítulo II psicología de la emergencia:


Se verá el aporte de diversas ramas de la psicología, especialmente de la neuropsicología, que nos
permite conocer la relación de nuestro cerebro y el peligro, a la vez poder comprender por qué
actuamos torpemente en situaciones de peligro y porque nos bloqueamos en el momento de
actuar. Sólo en la medida que conozcamos lo que ocurre en una situación de emergencia y los
cambios psicológicos que experimentan los participantes y asimismo, estamos en condición de
aplicar técnicas psicológicas en estas circunstancias, podremos minimizar riesgos.

DEFINICION:
La psicología de emergencia es aquella rama de la psicología general que estudia los distintos
cambios y fenómenos personales presentes en una catástrofe sea ésta natural o provocada por el
hombre, en forma casual o intencional.
La psicología de emergencia es una Psicoprevención y sus principios fundamentales son los
siguientes:
-Muchas desgracias suceden por la reacción psicológica de las personas, más que por el evento
que inicialmente produjo dicha emergencia.
-Pretendemos lograr buenos resultados y sin embargo, tenemos una actitud de indiferencia frente
al peligro, hecho que facilita la ocurrencia de accidentes.
-Se ha demostrado que la casi totalidad de los accidentes se producen por fallas humanas.

Objetivos generales de la psicología de emergencia:


Describir y explicar fenómenos psicológicos presentes en una catástrofe.
Identificar los rasgos personales que faciliten el miedo y la angustia.
Aplicar técnicas psicológicas en situaciones de emergencia.
Seleccionar personal para integrar grupos de rescates.
Capacitar psicológicamente a la comunidad para afrontar accidentes y así evitar consecuencias
mayores una vez producida una situación de peligro.
Destinatarios:
La psicología de la emergencia está destinada a capacitar grupos de rescate, a trabajadores, y a
toda la comunidad. La formación y capacitación de cada uno de estos grupos será distinta. A los
integrantes del grupo de rescate se los seleccionara física y psicológicamente. Luego se los
capacidad teóricamente en la materia. Por su parte a los trabajadores tendrán capacitaciones
específicas. La comunidad debe darse cuenta que los siniestros, cualquiera sea su naturaleza, son

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habituales e imprescindibles. Por ello el comportamiento adecuado en una emergencia será
decisivo para evitar consecuencias mayores.

Metodología de la enseñanza.
Las características de la vida moderna, marcadas por el progreso, exponen al hombre a enfrentar
nuevos riesgos. Surgen entonces los prevencionistas, señalando normas y pautas e indicando el
procedimiento muy acertado para disminuir los accidentes. Sus planes de prevención los
podríamos considerar equivalentes a una prevención primaria, es decir a evitar que ocurran
accidentes.
En psicología de la emergencia la primera información que debemos entregar a nuestros alumnos
es teórica. Con el fin que sepan el porqué de los que se les enseña.
Necesitamos enseñar de nuevo el mismo contenido con una modalidad diferente, que lo lleve a
poner en acción otras áreas cerebrales y active otros procesos, el aprendizaje de esta materia es
lento, pero cuando se obtiene no se olvida más.

Toma de decisiones bajo presión:


En un momento de peligro, codificamos y decodificamos una cantidad enorme de información, lo
que redunda en una organización y acción contra el tiempo. Por tratarse de una situación de
peligro, el miedo y la angustia pueden bloquear nuestro desempeño intelectual.

Entrenamiento masivo bajo presión:


Sometidos al intenso estrés que significa actuar contra el tiempo, nuestro desempeño y eficacia
intelectual disminuye. La angustia genera el síntoma, y el síntoma genera la angustia. Este es el
círculo vicioso habitual. Cuando no podemos realizar bien una tarea en situación de emergencia. El
tratamiento bajo presión tiene como objetivo, convertir ese círculo vicioso, en un círculo virtuoso.
La escancia de una situación de emergencia es el estrés que genera. En términos técnicos, se
entiende por estrés la fuerza que actúa sobre un objeto y que al sobrepasar un cierto nivel
produce la deformación o destrucción del objeto o sistema. Los estímulos que pueden generar
estrés son de diferentes tipos: Físicos, como la temperatura o el sudor; químicos, como el smog;
bioquímicos, como el alcohol, o psicológicos propiamente tales. En una situación de emergencia,
puede haber simultáneamente, estos estímulos de varios tipos. Las consecuencias a nivel
fisiológico son trastornos digestivos, espasmos estomacales, taquicardia. Y a nivel motor la tensión
reside en todas las zonas de control voluntario del cuerpo. En un comienzo el organismo tiene a
adaptarse haciendo un gran esfuerzo. Es decir, la reacción de alarma que se produce en el estado
de estrés se sigue de una fase de resistencia, que se traduce en una elevada disposición a
responder a la sobre estimulación. Es muy importante que quienes participen en actividades de
rescate se encuentren lo más familiarizados que sea posible con situaciones de estrés. Se debe
tener en cuenta que pese a todo entrenamiento, nos podemos ver enfrentados a situaciones de
emergencia que dejen más de una secuela.

Fases de un desastre
En un fenómeno de desastre, existen distintos momentos en el desarrollo del mismo. Un una fase
de impacto o choque y una posterior o postraumático o postimpacto
Las manifestaciones conductuales dependerán, entre otros factores, de las características de las
fases en que se encuentre el desastre.

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La percepción psicológica del riesgo y el desastre. REVISTAS CUADERNOS DE CRISIS. German
Cortes Trujillo

La percepción psicológica del riesgo y el desastre


Resumen: los esquemas convencionales de la prevención y atención de emergencias y desastre
están limitados comúnmente a criterios médicos, técnicos, logísticos, sociales, administrativos y
hasta económicos.

Capítulo I: presentación:
Las personas responden a los peligros de acuerdo a las percepciones de los riesgos que poseen.
INTRODUCCIÓN:
El propósito central para las labores de prevención, atención, y rehabilitación de emergencias y
desastres es el ser humano.
A la larga la mayor parte de los resultados de esos esfuerzos se mide en esos mismos términos:
cuántas vidas humanas se salvaron o se perdieron, cuales consecuencias hubo y que tan graves
fueron sobre la forma de vida de la gente, cuantas pérdidas materiales se evitaron o se sufrieron.
Emergencia y desastre son obras físicas sobre la naturaleza o las construcciones humanas. Pero
por otra parte, siempre presente, es la intervención sobre el comportamiento de las personas
expuestas a los riesgos a través de estrategias de información, difusión, educación, organización y
entrenamiento hacia cambios de comportamiento que se reflejan en menor exposición a los
mismos riesgos.

Descripción del problema:


Hay una notable distancia entre lo que las políticas, planes, programas, y presupuestos persiguen a
este respecto y lo que en realidad las personas y comunidades hacen.
Una cosa es lo que dicen los libros, protocolos, reglamentos, capacitaciones, entrenamientos,
indican en cuanto a qué acciones seguir antes, durante y después de estos eventos, y otra bien
distinta lo que las personas, incluso las entrenadas, en realidad hacen, especialmente en el
momento del evento mismo.
Quinteros declara que en primer instancia hemos aprendido que nuestros conceptos académicos
están bastante alejados de la realidad cotidiana de los barrios, hogares pereiranos,
conceptualizamos desde los textos europeos y norteamericanos que han sido construidos en otras
latitudes, otros climas, otros sueños, otros tiempos.
Una vez más salta a la vista el conflicto entre lo que se piensa y planea y lo que realmente se hace.
Incluso hasta unos investigadores afirman “que la gente esta usualmente mas orientada hacia el
riesgo que hacia los beneficios”, y que los accidentes, emergencias y desastres suceden no solo a
pesar, sino también por la formulación misma de medidas preventivas.
Los desastres naturales podrían ocurrir en todas partes y la población debería estar preparada
para responder cuando ocurren. Pero respecto al comportamiento de la población, “se plantean
bien pocas explicaciones para el mismo, y menos se exploran sus bases, y con ellas opciones para
enfrentarlo.”
También se ignora que las emergencias y desastres no solo impactan en la infraestructura civil y en
la integridad física de las personas, sino que también afectan la salud psicosocial de estas.
Frecuentemente tiende a creerse que en los momentos de emergencia predominan las
necesidades materiales. Hay que tener en cuenta desde el inicio los aspectos psicosociales, que
puede ayudar a: entender el comportamiento y reacciones de la población, desarrollar planes de
acción y prevención de problemas, comprender los mecanismos y acciones de apoyo mutuo de la

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gente en las situaciones de emergencia, y tener una comprensión holística de la acción
humanitaria teniendo en cuenta las exigencias físicas, psicológicas y sociales de la población.
A partir de las propuestas teóricas de “comienzan a estructurar una rama de la psicología,
denominada “psicología de la emergencia”, entendida como aquella rama de la psicología general
que estudia los distintos cambios y fenómenos presentes en una situación de peligro, sea natural o
provocada por el hombre en forma casual o intencional”.
Zint afirma: la necesidad de identificar los riesgos, interpretar las probabilidades, examinar la
valoración del riesgo, evaluar las influencia psicológicas y sociales en el juzgamiento y la
percepción de los riesgos, entender como son manejados los riesgos, aprender sobre las
habilidades de procesamiento de información y estimular acciones personales y sociales para
minimizar los riesgo a la luz de los costos y beneficios.
La importancia de tener una visión integral en el manejo del desastre, el manejo de alojamientos
temporales y otros importantes temas innegablemente relacionados con el bienestar humano
entorno a la crisis.
Estamos hablando del estudio del comportamiento humano, y en éste lo relacionado con el
proceso de percepción de riesgo y el desastre. La percepción, porque a partir de ella podemos
iniciar el recorrido de la información en nuestros procesos de pensamientos para que la
entendamos o no, la valoremos o no como significativamente de un riesgo, ese riesgo en realidad
nos importe o no, actuemos en consecuencia, o en el momento de la crisis reaccionemos como
supuestamente deberíamos hacerlo.
Wilches plantea que “las personas y comunidades afectadas no se convierten automáticamente en
victimas, si no que al igual que los ecosistemas, poseen los mecanismos de superación que no solo
les permiten recuperarse sino rediseñar el curso de su vida en fusión de aproximadamente a la
sostenibilidad.

Marco teórico:
Quiero mostrar la coherencia entre el conductismo y la gestión de riesgo, en cuanto a la
posibilidad de acceder al comportamiento humano de una forma objetiva práctica, con
interpretaciones y procedimientos normalizados y resultados rápidos, directamente reconocibles y
validables estadísticamente, lo cual da un buen margen de seguridad instrumental y validez
científica.
El análisis se ocupa de la explicación, control y predicción de la conducta. La explicación se
centrará en la descripción minuciosa de las relaciones entre organismos y sus entornos. Al
referirse al análisis del comportamiento Morris distingue tres subdisciplina.
El análisis experimental del comportamiento, para la investigación básica encargada de descubrir
los procesos fundamentales comportamentales.
El análisis comportamental aplicado, para la implementación de estos procesos, tecnologías
derivadas y métodos de investigación para los problemas clínicos y de la comunidad.
El análisis conceptual del comportamiento para las investigaciones históricas, teóricas y
metodológicas.
(Implemento esos procesos y métodos de investigación en un problema práctico definido, la
conducta humana alrededor de las emergencias y desastres).

Definiciones básicas:
Percepción:
“función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir y elaborar las
informaciones provenientes del exterior y convertirlas en totalidades organizadas y dotadas de

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significado para el sujeto. Hasta que producimos una reacción, y eventualmente la archivamos
para recuperarlas después.
La percepción del riesgo es difícil de entender. Varios factores influyen en ella.

RIESGO:
Romer, lo define como “la medida de las probabilidades de que ocurra un daño o una perdida”.
Cortéz “es la probabilidad de exceder un valor especifico de consecuencias económicas, sociales o
ambientales en un sitio particular y durante un tiempo de exposición.
Se obtiene de relacionar la amenaza con la vulnerabilidad de la comunidad expuesta, y se expresa
usualmente mediante la simple ecuación A X V = R (Amenaza x Vulnerabilidad = Riesgo): si una
comunidad está expuesta a una amenaza, y además es vulnerable ante ella, está en riesgo.
Berganza lanza varias de sus características:
Tiene carácter subjetivo, primero debe percibirse, y luego abordar su reducción.
Es también una expresión de racionalidad.
Tiene una dimensión temporal, dado que su percepción cambia con el paso del tiempo.
Es un proceso dinámico, cambia en el tiempo o en la perspectiva de la observación.

La noción acerca del riesgo, también depende de diferentes factores: la percepción del tiempo, la
edad, el sexo, el estado civil, los valores, el nivel socioeconómico, la información y otros múltiples
factores que pueden hacer el contexto de una tragedia y la percepción de la misma.
Escobar y Narváez dicen que es importante conceptualizar el concepto de riesgo, dado que se
manejan diferentes concepciones, que lógicamente influyen en la manera de percibirlo, asumirlo y
enfrentarlo.

IMPACTO, CRISIS, O DESASTRE:


Si el riesgo no es manejado o intervenido evoluciona pro si mismo. Y su desarrollo normal, lo lleva
a convertirse en desastre, una situación extraordinaria de carácter natural, socio-natural o
antrópico. Significa alteraciones en las personas, los bienes, los servicios y el medio ambiente,
excediendo la capacidad de respuesta.
La ecuación seria:
AXV=R D
El desastre ya es la precipitación de perdidas y daños más allá de lo aceptable. La amenaza se
convierte en un hecho real. Mientras el riesgo es potencial, el desastre es un hecho cumplido. Pero
el desastre viene incubándose de tiempo atrás a partir de la exposición a la amenaza y la
vulnerabilidad ante ésta, que produce el riesgo, la flecha hacia el desastre indica esta evolución.
La crisis cumple 4 condiciones: es una situación extraordinaria, por fuera de lo que una persona
común vive, que desestabiliza el equilibrio físico, psicológico, social, económico o ambiental del
individuo o grupo. Para superarla se carecen de los recursos suficientes, por lo tanto necesita
ayuda externa.
Peses que en la vida cotidiana hay diferentes tipos de crisis, para el sistema nervioso central todas
tienen la misma via, estructuras y formas de manejo. La diferencia entre una y otras, corresponde
a la magnitud e intensidad con que nos afectan y a la valoración y la discriminación racional que
establecemos posteriormente entre una y otras.
Hay una confusión muy extendida en los términos de emergencia y desastre, estos no son
sinónimos. Desastre se diferencia de emergencia en cuanto que supera la capacidad de respuesta.
La emergencia, entonces, es toda situación generada por la ocurrencia real o inminente de un
evento adverso, que requiere de una movilización de recursos, sin exceder la capacidad de
respuesta.

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Secuencia de comportamiento antes, durante y después del impacto:
El comportamiento de las personas expuestas a una situación de crisis varía en función del
momento. A lo largo del tiempo desde antes del impacto hasta después del mismo. Se establece
así una secuencia, más o menos pero no siempre lineal de respuesta, refiriéndonos a personas o
grupos no intervenidos por estrategias de entrenamiento específicos al respecto, sino que
responden de manera natural.
Serpa ofreció un primer modelo de 3 momentos de la respuesta ante la situación: percepción de la
amenaza, impacto de la catástrofe y el post-impacto. Al mismo tiempo Fonnegra describe una
secuencia comportamiento más flexible y más completa, con las etapas de AVISO, IMPACTO,
INVENTARIO, RESCATE y RECUPERACIÓN.

AVISO: antes del impacto, en la etapa de aviso el sujeto o el grupo es informado sobre la probable
ocurrencia futura de un evento que puede perjudicar su bienestar o su supervivencia.
La primera reacción puede ser la de negar el evento, restarle importancia, desplazar su
responsabilidad y probable ocurrencia hacia otros y en general neutralizarlo por un sentimiento de
invulnerabilidad. Objetivamente falso pero más fácil de manejar que el reconocimiento de una
realidad incierta y amenazante.
Tabasso incluso menciona mecanismos neutralizantes inconscientes opuestos a la acción racional
de asumir el riesgo, exponiendo la teoría de la homeostasis del riesgo desarrollada por Wilde: esta
habla del riesgo objetivo como el realmente existente, y el riesgo percibido como el observado por
el sujeto, generalmente visto como de menor cantidad que el objetivo. Asi el sujeto se siente
seguro e incurre consiente e inconscientemente en conductas mas riesgosas que lo acercan otra
vez al riesgo objetivo.

En el psicoanálisis la etapa de aviso es comparada con la de “impensabilidad del riesgo”. Para


Romano, la pensabilidad (conc. Psicoanalítico) utilizado para describir la función mental capaz de
transformar los estímulos sensoriales en pensar, como construcción transformativa del dato
sensorial y que implica siempre una diferencia con la reproducción de lo percibido. El pensar
siempre está acompañado por el dolor, un sufrimiento derivado de la experiencia de la falta, de la
perdida de la homeostasis. No es solamente una capacidad mecánica, sino una función creativa.
En este sentido, la negación puede definirse como impensabilidad, que puede evidenciarse antes,
durante o después del evento catastrófico., en los individuos o en los grupos sociales.
Con la negación utilizo mecanismos mentales infantiles o primitivos que aplacan el ansia con
fantasías de salvación mágico-omnipotente, individuales o colectivas como aquellas religiosas.

AMENAZA:
En la medida en que el riesgo sigue desarrollándose, se tiende al abandono de la negación y a la
búsqueda de protección.
Como dice Romero: superando las defensas que protegen la “impensabilidad del riesgo”. Esta
tarea está ligada a la comprensión de la forma en que las personas y comunidades perciben el
riesgo, y por esta razón es de capital importancia para los objetivos de este trabajo.
Es de fundamental necesidad para estimular un afrontamiento efectivo, el haber brindado
oportunamente la información necesaria sobre las posibilidades de la ocurrencia de un evento
natural o producido por el hombre.
Él mismo agrega que es también importante revisar la existencia de mitos y sus respectivas
realidades en desastres masivos y emergencias comunitarias. El entrenamiento psicológico
realizado con los individuos y las familias, desarrollando habilidades cognitivas, emocionales,

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conductuales, sociales, y organizacionales que les permitan un enfrentamiento afectivo en el
momento de ser requerido por la situación y el evento.
Agrega luego que el orden de llegada de la información determina las formas en que ésta es
organizada. También influye el peso que el sujeto le da a la información.
Astin y Resick hablan de la teoría del procesamiento de la información, que tiene que ver con
cómo se codifica, se organiza, se almacena y se recupera la información en la memoria.
Cuando sucede algo discrepa con el esquema, los individuos tienen que reconciliar este
acontecimiento con sus creencias, o sus esquemas, deben modificarse o adaptarse para incorporar
esta nueva información. Sin embargo se evita a menudo este proceso debido al potente efecto
asociado con el trauma y por que la modificación de las creencias puede hace que las personas se
sientan más vulnerables ante acontecimientos traumáticos futuros.
De este modo, en vez de adaptar sus creencias para incorporar el trauma, pueden distorsionar
(asimilar) el trauma para mantener intactas sus creencias.
Cuando ya es tarde para actuar eficazmente, la etapa de amenaza es útil para la inserción y
aplicación urgente de estrategias preventivas o de preparativos inmediatos para la emergencia,
gracias al desvanecimiento aún parcial pero ya importante de las barreras de negación e
incredulidad del riesgo, y al afán emergente de la búsqueda de protección.

IMPACTO:
El momento de ocurrencia del evento.
Beverly y Raphael, citada por Fonnegra: “las respuestas al desastre son muy intensas, entre otras
cosas hay fuerzas naturales poderosas e incontrolables de por medio, y por el desastre trae
muerte y pérdidas que pueden ser humanas pero también de los hogares, las posesiones mas
valoradas, la comunidad y la seguridad con que uno se desenvuelve habitualmente en el medio
que lo rodea”.
Las opciones de respuestas son muchas, destacado la sorpresa, el miedo, la ansiedad, la confusión,
el síndrome de desastre (choque emocional, impacto sensorial descomunal y desorden
cognoscitivo subsecuente).
En esa variabilidad de respuesta subyace la complejidad del manejo de la crisis: en personas y
grupos sin entrenamiento previo y suficiente no podemos prever cómo responderán, ya sea ante
el mismo tipo de impacto en momento diferentes o ya sean las respuestas heterogéneas de
distintos sujetos presentes en el mismo impacto.
Como garantía de supervivencia de la especie humana: si todos responden igual, una de las
probabilidades es que todos tomen la opción equivocada y el grupo se extinga. Pero si los sujetos
responden heterogéneamente algunos morirán y otros se salvarán, y con ellos la continuidad de la
especie.
Invar propone “que desde el momento del suceso hasta la primera media hora las conductas
características son la pérdida del equilibrio psicológico, dificultades o deterioro en el sentido de la
orientación, turbación, incertidumbre, perplejidad, reacciones emocionales serias, miedo, pánico
(el cual trata como mito) y reacciones fisiológicas serias. Agrega que el comportamiento tiende a
ser mas instintivo que reflexivo, calculado y programado.
La fase del impacto es tan importante para la comprensión de la secuencia y el proceso en general.

INVENTARIO:
Que Valero lo llama recuento, inmediatamente después del impacto, en el que mostramos
ansiedad de separación y comenzamos a hacernos conscientes de las pérdidas, en orden de
importancia.

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La ansiedad de separación se hace patente en la preocupación por las pérdidas que se podrían
sufrir, que de una u otra forma podrán perjudicar nuestra estabilidad y bienestar. La conciencia de
estas pérdidas no siempre es tan clara durante la etapa de inventario, pero comienza a alcanzarse
en la de inventario.

RESCATE:
Desde pasividad hasta integración a las labores de salvamento: heroísmo, grupos espontáneos de
socorro, cooperación, desorden, o participación en acciones diferentes a la del rescate mismo.
El rescate lo realiza en primer lugar el afectado por la crisis que conserva alguna capacidad de
autoayudarse o ayudar a otros, a continuación las personas no directamente afectadas pero que
están presentes en el lugar y en e momento dl impacto, y luego las entidades y las autoridades.
Invar menciona que “desde la media hora inicial del suceso hasta las 4-5 horas posteriores se
presenta intento de auto-salvación, intento de salvar a los familiares, salvamento de bienes
importantes, búsqueda de información y de directivas y descubrimientos de voluntarios y de
asistencia mutuas.
Las personas y comunidades próximas al evento que actuarán, estén entrenadas, equipadas y
organizadas o no, y en esa medida prestarán auxilio de excelencia, regular o pésima calidad antes
de que se establezca algún control formal del evento. Pero su actuación sin la preparación
adecuada o suficiente, simplemente reactiva y precipita ante la crisis, tal y como suele presentarse
todavía en la mayoría de los países latinoamericanos, conlleva consecuencias negativas para la
supervivencia y la futura recuperación de los pacientes, hablando solamente de la presentación de
los primeros auxilios y el transporte de las personas lesionadas.
Aunque las emergencias pueden generar diversos grados de confusión y desorganización de las
rutinas, no devienen necesariamente en un caos social. Tampoco es cierta la creencia que afirma
que sale a flote lo peor de la sociedad. El hecho es que durante el momento posterior al impacto,
los mecanismos de control social del estado, y la sociedad, también afectados pro el impacto no
funcionan o lo hacen imperfectamente, porque pudieron haber sido colapsado o debilitados o
sencillamente no estaban presentes. Mientras que se restablecen, afloran tal y como son las
características morales de la comunidad impactada: si esta cuenta con valores como la solidaridad,
la disciplina, la protección de los más débiles y similares estos se manifiestan como usualmente
ocurre.
Ruano rescata el mantenimiento de los mecanismos colectivos de control social afirmando que
“siempre es posible que, como consecuencia de la amenaza, lejos de conseguirse un efecto
disgregador y masificador se obtenga, por el contrario, la condensación de la amenaza en un
comportamiento social auto-organizado, en un efecto contraproductivo de la amenaza que
colocaría al sistema social al borde de la ruptura de su hasta entonces vigente orden social”
Pero también hay antivalores, estos se hacen presentes hasta que el restablecimiento del control
social e institucional lo reprime.
Es importante notar un detalle particular significado para el personal operativo en emergencias,
sus preparadores y manejadores: entrenados y todo siguen siendo humanos, y como tales
susceptibles de presentar las conductas descriptas. Su entrenamiento los provee de respuestas
más adaptativas, probablemente las necesarias para resolver la situación, pero igual siguen
expuestos ante la exposición de reacciones.

RECUPERCAIÓN:
Posterior al evento, prolongada en el tiempo, intenta reconstruir el ambiente perdido. Según
Bevely Raphael, aún citada por Fonnegra: “los desastres no se olvidan, permanecen en la mente
de aquellos involucrados por mucho tiempo; se convierten en puntos de referencia para organizar

21
otras experiencias.” Kübler-Ross afirma que ante las pérdidas graves las personas en general
comienzan “con un estado fuerte de conmoción y negación, luego indignación y rabia, y después
aflicción y dolor”. Más adelante regatean con Dios, y finalmente se retiran dentro de sí mismas
durante un tiempo, y en el mejor de los casos, llegan a una fase de paz y aceptación, (no de
resignación).
Naturalmente puede haber manifestaciones conductuales de duelo, rabia, aflicción, privación, que
juntos configuran el síndrome de estrés post-traumático; suele requerir tratamiento clínico hacia
la búsqueda (recuperación) de la calidad de vida, que también se da en lo físico, lo económico, y lo
general.
Invar habla de reacciones tardías desde las 4-5 horas del desastre hasta la rehabilitación de la
población.
A mayor pérdidas sufridas, más lenta, costosa, y con menor probabilidad de éxito la recuperación.
Se estima generalmente que la recuperación es una responsabilidad posterior al impacto. Más o
menos, hay que esperar a que suceda el evento para trabajar en la recuperación.
Invar dice, que a mejores preparativos, mayor probabilidad de recuperación. Esta responsabilidad
previa al impacto es inherente a todos los actores sociales de la comunidad en riesgo.
Más allá, el desastre mismo en su definición de crisis constituye una ruptura con los esquemas
tradicionales, incluso de pensamiento, y con esto una oportunidad de cambio. Es decir, a la vez
que cuestiona las formas de vida que permitieron la aparición del desastre, ofrece la oportunidad
de considerar y valorar opciones diferentes, que tal vez no permitan la aparición de un nuevo
desastre.
Invar trae otro término, “la resiliencia”, definámosla como un constructo psicológico, relacionando
la capacidad para soportar la crisis y adversidades en forma positiva, afrontando de manera
efectiva situaciones de estrés, ansiedad y duelo, adaptarse d manera inteligente a los cambios
surgidos, resistir, y sobrellevar los obstáculos en situaciones de incertidumbre, crear procesos
individuales, grupales y familiares (también comunitarios), logrando recobrarse y recuperarse para
continuar su proyecto de vida. Además es la capacidad de recuperación de una comunidad por sí
misma, reciba o no ayuda externa.
Aunque al principio la resiliencia es positiva, le resta peso a la dependencia externa, conserva los
valores sociales autóctonos y desplaza el mito de postración post-desastre, presenta un riesgo
inherente a su naturaleza: al reconstruirse siguiendo el modelo de lo que era antes del evento, es
probable que la comunidad vuelva a exponerse a las amenazas y reproduzca nuevamente las
condiciones que le hicieron vulnerables frente a esa amenaza. En otras palabras que repita los
riesgos que la llevaron al desastre.

OTRAS FIGURAS ASOCIADAS


COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL Y COLECTIVO
La reacción a una situación de crisis puede variar dependiendo si se está solo o en grupo. Mientras
que el individuo rige buena parte de sus conductas a partir de sus valores, su formación previa y
sus características particulares, manteniendo un control más o menos consciente de sus actos, al
compartir actitudes, movimientos y emociones con un grupo durante una situación de crisis sus
actos pueden ser influidos por el grupo, por varias razones:
Los símbolos, los dichos, sonidos, ritmos, frases de batalla, indumentaria uniforme y demás
expresiones comunes ejercen un efecto sincronizado del comportamiento grupal.
La aceleración psciofisiológica emergente en el sujeto durante la crisis es contagiosa hacia las
personas próximas, y se retroalimentan entre ellas.
La personalidad individual tiende a debilitarse, diluirse en el anonimato o a la relatividad de
control personal de los actos que ofrece el grupo.

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Así, la reacción grupal puede llegar a la despersonalización, que Prada define como “sensación de
irritabilidad, autoextrañeza y pérdida de la identidad personal”: el individuo no participa en las
manifestaciones de la muchedumbre, sino que la muchedumbre arrastra la conducta del
individuo. El peligro radica en que el sujeto puede abandonar el control racional de sus actos, y por
lo tanto emitir comportamiento inadecuado. Esto es más probable entre sujetos y grupo con
personalidad débil, impresionable o inestable, etc.

MIEDO Y PÁNICO:
Pérez de Trueda dice “que el miedo es causado por la incertidumbre, la falta de experiencia, así
como el desconocimiento del lugar, disminuyendo o impidiendo la capacidad de acción. Es un
estad emocional de inhibición acompañado de ansiedad, excitación o angustia, producido como
reacción ante una amenaza. Pero no implica la desconexión de la razón. También se ha definido
como un mecanismo comportamental de seguridad, como entidad de precaución.
El pánico es la huida colectiva, desenfrenada, sin orden alguno, con retrocesos a lo primitivo,
acompañado de violencia cuando a la huida se le oponen obstáculos. Se relaciona con lo que
hemos llamado comportamiento “cardumen” en que el individuo imita exactamente lo que hace
el grupo sin preguntarse la razón.
Miedo y pánico no son lo mismo. De hecho mientras que el miedo es más frecuente y esperable en
este contexto, el pánico se acerca más al mito. En realidad es una entidad psicológica rara, de
aparición infrecuente. Pero siguiendo con el mismo autor el miedo puede desembocar en pánico.
Una probable fuente de confusión: en el medio psicológico se reconocen dos tipos de pánico, el
aquí descripto o exógeno, originado por eventos externos al sujeto, como los desastres,
generalmente experimentado de manera colectiva. El otro es el endógeno, originado por el sujeto
mismo e manera individual, sin necesidad de exposición a situaciones externas extraordinarias,
con episodios y crisis nerviosas categorizadas y descriptas como trastorno de pánico.
Mientras que el exógeno no implica ni trastorno ni patología clínica en quién lo vive, el endógeno
puede indicar algún tipo de desorden psicológico en la persona que lo sufre.

CAPITULO III: OTROS DESARROLLOS Y CIERRE:


Vías alternas de presentación y registro de la información referente a los riesgos:
Ya sabemos que un método es el entrenamiento sistemático, pero otro tan o más eficiente es la
implantación de experiencias semejantes a las aversivas que elicitan las respuestas autonómicas,
pero de manera controlada y enfatizando sobre las respuestas adaptativas deseadas
“traumatizando” a los sujetos con experiencias controladas similares a las reales de la crisis, para
condicionar en ellos tanto la emisión a las respuestas prediseñada adaptativas como para extinguir
las no adaptativas.
Weber y Cols concluyes que “el factor terror, el control y el potencial catastrófico son relevantes
para la percepción y la valoración del riesgo”.
Podemos provocar traumas de laboratorio, también semejantes a los originales pero sin lesiones
psicológicas severas y asociados a las conductas adaptativas que queremos introducir en el
comportamiento del sujeto. Lo estamos condicionando, si se quiere programando para una
respuesta prefabricada, más previsible, controlables y estables a lo largo del tiempo que el solo
aprendizaje racional.
Otra vía de aprendizaje es la de las emociones, presentes y de gran peso en el sistema límbico.
Pueden ser una herramienta de introducción de las conductas deseadas.
Las actividades lúdicas, los juegos de roles y otras vías no convencionales de formación que tocan
las emociones y los afectos de los cursistas, han demostrado excelentes niveles de recordación y
aplicación posterior de los conceptos y habilidades preventivos y asistenciales introducidos.

23
Antes de hablar de aprendizaje, es indispensable allanar las necesidades elementales del grupo a
intervenir.
Tabasso, resalta el papel de la motivación “como llave maestra de la seguridad y de la salud: si en
las medidas de seguridad no hay un elemento psicológico motivador que movilice a las personas
para asegurarse a si misma, ocurrirá lo que ocurrió siempre: la caída en la frustración y en el
contraproducente derroche de los recursos que solo sirve para multiplicar los problemas y las
pérdidas humanas y materiales: esta motivación, se pregunta cómo hacer del “enseñar” una
aventura compartida de explorar, de descubrir, y de aprender” y propone y aplica entonces
metodologías más activa, recursivas en el uso del lenguaje, divertidas y productivas en la
transmisión y conciencia del conocimiento.
Los canales son bien diversos: el humor, la sorpresa, la gama de sentimientos humanos, el
rompimiento de los rígidos esquemas pedagógicos convencionales, lenguaje y vías perceptuales
alternativos, la reducción de las distancias sociales y artificiales entre emisor y receptor,
aprovechar espacios de aprendizajes diferentes en las aulas.
La enseñanza a de venir temprano. Roman y Johnston concluyen que “los programas de educación
sobre las amenazas puedan ayudar a los niños a lograr: a) conciencia aumentada; b) percepciones
del riesgo más realistas; c) más conocimiento de la mitigación del riesgo y d) niveles aumentados
de ajustes frente a las amenazas en el hogar,”

Otros desarrollos:
Zint exige proveer a los educadores con recursos pedagógicos y entrenamiento para afrontar este
reto. De manera que los recursos y el entrenamiento se hacen más necesarios aún para superar el
conflicto planteado pro Gavin, respecto a las distancias epistemológicas entre los científicos que
identifican y describen los riesgos, los políticos que reglamentan su manejo y el público que debe
integrar lo que recibe y entiende de estos dos a su cotidianidad.

El discurso puramente racional y unidireccional, por más correcto y válido que sea, no ofrece ese
camino sino que magnifican las distancias. Es de gran importancia tanto involucrar proactivamente
a las personas expuestas a los riesgos, como buscar y lograr la innovación en el momento y la
forma de presentación del mensaje alrededor de la prevención y atención de emergencia y
desastres.
No estamos hablando aquí solo de la necesidad de producir información correcta sino también de
la necesidad igualmente importante de traducirla eficazmente a mensajes válidos para el receptor.
El empoderamiento incluye la capacidad de poder expresarse plenamente a través de la riqueza
de una identidad cultural que evoluciona en función de sus capacidades para realizar sus propios
deseos y aspiraciones. La idea de empoderamiento se manifiesta en todos los niveles de
interacción social.
También se encuentra en la creación de nuevas instituciones que garanticen la responsabilidad
pública y el control de quienes ejercen el poder democráticamente.
Slovic dice: “la aceptación de cualquier riesgo depende más de la confianza del público en la
gestión del riesgo que en los estimados cuantitativos del riesgo”
Para Sjöberg “la confianza es de mucho interés en la actual investigación social del riesgo”

Taxonomía y diferencias entre los distintos tipos de desastre: Mónica García Remedo y José Gil
Beltrán:
Resumen:

24
No todos los desastres presentan las mismas con secuencias a nivel individual y social, ello va a
depender de las características del propio evento. Por eso los investigadores establecieron
diferentes taxonomías para diferenciar los diferentes tipos de desastres. Esto va a facilitar tener
un conocimiento más exacto del tiempo de reacción, comportamiento y consecuencia que puedan
llegar a presentar victimas en función del tipo de desastre y ofrecer la ayuda adecuada.

Taxonomía de los eventos generadores de desastre:


Clasificaciones desde el punto de vista del origen: naturales vs causados por el hombre:
Una clasificación que comúnmente se utiliza, es la diferenciación desde el punto de vista del
origen mismo. Los desastres se clasifican en aquellos causados por la naturaleza y los causados por
el hombre.
Siguiendo a Balcarcel, los desastres causados por la naturaleza, son aquellas situaciones que
tienen que ver con la dinámica de la tierra y esta puede desencadenar otros eventos. Se producen
dos tipos de desastres naturales, los de origen meteorológicos, (inundaciones, huracanes,
tormentas tropicales, tornados, etc) todas las que tienen que ver con el agua y el viento, y las de
origen geológico, relacionadas con el movimiento de la corteza terrestre y su dinámica con las
partes internas de la tierra, (terremotos, los desplazamientos o fenómenos de remoción de masa y
erupciones volcánicas). Nos podemos encontrar con desastres naturales de origen combinado
cuando sus causas son diversas. Ej.: maremotos.
Por otro lado, los desastres causados por el hombre (entrópicos), los podemos clasificar en:
-Desastres contaminantes: tienen que ver con la contaminación ambiental, presentada por
derrames, dispersión, o emisión de sustancias tóxica en el suelo, agua o aire.
-Desastres tecnológicos: son los accidentes tecnológicos (un accidente aéreo, choque de trenes)
-Desastres socio-naturales: es una combinación de los fenómenos naturales pero con la
participación de la acción humana.

Otra clasificación nos la proporciona la Federación Internacional de la Cruz Roja, esta clasificación
introduce la variable de la “duración”. Así una combinación de ella con el origen del desastre
(natural o humano) nos da la posibilidad de diferenciar cuatro tipos de desastre.
Entendemos que la Organización de la Cruz Roja considera desastres naturales de larga duración,
se podría considerar como desastre producto de la inacción humana, son desastres que se
producen por una falta de planificación o inadecuada distribución de recursos. Algunos autores
consideran a estos tipos de desastres como calamidades, como los efectos prolongados de un
problema social. Por otro lado cuando consideran que los desastres producidos por el hombre son
de ocurrencia súbita e inesperada habría que hacer una matización. Alguno accidentes no se
producen de forma súbita son el resultado de largos años de gestación, no produciéndose en un
momento crítico como ocurre con los desastres naturales.
Otra clasificación es la ofrecida por Montero, que clasifica los desastres en:
Naturales: geológicas, climáticas, bacteriológicas, animales.
Tecnológicas: incendios, inundaciones, accidentes de circulación, ferroviarios, aéreos.
De guerra: bombardeo intensivo, acción química nuclear, invasión de un país, campos de minas.
Sociales: terrorismo civil, hambre, secuestros, revueltas destructivas.

Algunas líneas actuales de trabajo plantean que los desastres causados por inundaciones como un
desastre causado por los humanos donde los conceptos de vulnerabilidad y riesgo humano irían
muy ligados a esta idea.
Montero distingue dos grupos dentro de los desastres causados por el hombre, por un lado
aquellos que pueden ser causados indirectamente, y por otro lado aquellos que la acción del

25
hombre puede ser directa o intencionalmente la causa del suceso. Este autor considera que si el
inicio del evento tiene un motivo intencional va a propiciar la vigencia de los efectos negativos o
incluso incrementarlos, redundando en la producción de secuelas cada vez más negativas y
perdurables, en las posibles víctimas y en los detractores del suceso.
Berren, Santiago, Beigel y Timmons, proponen otra clasificación para distinguir los desastres
provocados por el hombre, lo actos de omisión y los actos de comisión. Los actos de omisión
surgen de una pobre planificación, un intento de ahorro de dinero, de recursos y de tiempo por
parte de las empresas implicadas. Bajo los actos de comisión se incluirían los actos intencionados,
como son los actos de violencia, secuestros, terrorismo.

Clasificación basada en más de un criterio:


Berren, Beigel y Gherther identificaron cinco factores primarios para distinguir un desastre de
otro:
a) Tipo de desastre (natural vs hombre): ha sido el criterio que más comúnmente se ha
utilizado para diferenciar los diferentes tipos de desastres. Los desastres surgen de la combinación
de un suceso natural y los errores humanos.

b) Grado de impacto personal: es la del modelo critico vs ausencia del momento crítico del
desastre. El momento crítico de desastre hace referencia a la ocurrencia del desastre en el tiempo
y espacio. El momento crítico se situaría en el momento en que el evento está causando los daños
en la comunidad, generalmente con una duración determinada. Cuando hacemos referencia a un
desastre sin un momento crítico, nos referimos algunos desastres causados por el hombre. Berren
y otros les denominan “nuevos tipos de desastres invisibles”, invisibles porque consideran que el
alcance y las consecuencias del mismo no son tan visibles como en los desastres naturales,
arrastrando las consecuencias durante muchos años. En estos desastres invisibles las
consecuencias emocionales son diferentes de otros desastres tradicionales, ya que no hay una
evidencia no hay una evidencia perceptible del desastre, por lo que el impacto inicial es
diferentes, ya que se situara en los años posteriores. Es decir se anticipará el impacto inicial.

c) Alcance: el alcance del desastre comúnmente afecta a las personas que viven en esa
comunidad. Otros desastres afectan a miembros de diferentes comunidades, así las víctimas de
estos desastres serían de diferentes comunidades y las victimas secundarias estarían dispersas por
todo el mundo. La diferencia de las victimas alcanzadas por un desastre se sitúan en la cohesión de
grupo y en el factor apoyo. Se produciría un sufrimiento del fenómeno en aquellos que afectan a
una comunidad, formando a una mayor cohesión de grupo.

d) Tamaño del desastre: Un desastre tiene grande implicaciones, no solo en las


consecuencias emocionales de las víctimas, sino también en los efectos negativos acumulativos
que tiene para el sistema. Entre los diferentes factores que pueden afectar nos encontramos con
los conceptos de amenaza, riesgo, vulnerabilidad. Es importante que todas las comunidades
dispongan de una adecuada evaluación de las amenazas, riesgos y las vulnerabilidades a que esta
expuesta la comunidad. Para evaluar riesgo hay que evaluar las amenazas y las vulnerabilidades a
la que cada comunidad está expuesta

e) El grado de impacto personal: las víctimas de un desastre difieren en la magnitud y el tipo


de impacto que les suponen. Esto no está relacionado con el tipo o tamaño del desastre. Este
impacto depende más de variables como pueden ser las características de la personalidad, peligro

26
percibido contra la propia vida, experiencias propias, daños causados, recursos, si la victima esta
directamente involucrada en el desastre, pérdidas.

Diferencia entre los desastre naturales y causados por el hombre:


Aunque existen similitudes entre ambos tipos de desastres con respecto a las pérdidas masivas
materiales y personales, así como a la grave desorganización social.
Algunas diferencias importantes entre ambos tipo de desastres son: diferencias en cuanto a las
características del evento y características en cuanto a las consecuencias y repercusiones
psicosociales de las víctimas.

Diferencias en cuanto a las características del evento:


Mientras que en los desastres naturales su origen es repentino (en la mayoría de los casos) ,en los
provocados por el hombre, pueden ser desencadenados por la acción humana. Así mismo los
desastres naturales generalmente siempre causan daños y pérdidas. Por el contrario en los
desastres causados por el hombre pueden no causar daños y los efectos pueden no ser tan
visibles.
Otra diferencia se sitúa en las características relacionadas con la brusquedad, predivctividad y
capacidad de control. Mientras que los desastres naturales se encuentra en su brusquedad, poca
predictividad y poca capacidad de control.
Respecto a la percepción del control, en los desastres naturales, las victimas asumen su
incontrolabilidad, mientras que en los provocados por el hombre, se da una falta de confianza por
parte de las víctimas, así como el público en general. Estos efectos traen consigo reacciones y
consecuencias psicológias. Mientras que en los desastres naturales su persistencia no será
superior a un año, en los desastres causados por el hombre puede ser crónico debido a la
incertidumbre que crea a largo plazo.

Diferencias en cuanto a las reacciones y repercusiones psicosociales de las victimas


Frederick sugiere que ambos tipos de desastres no son equivalentes, tienen consecuencias
diferentes para sus víctimas. Sugiere que las víctimas de los dos tipos de desastres difieren en
términos de las fases emocionales por las que pasan, los síntomas psicológicos que sufren y los
procesos sociales que encuentran.
Las víctimas de desastres naturales, son víctimas de eventos fuera de su control. Mientras las
víctimas de la violencia son percibidas como parcialmente responsables de su destino generado,
más rechazo por parte de los demás y una cohesión social más a largo plazo.
Respecto a sentimientos y emociones, en los desastres causados por el hombre se asocia un
sentimiento mayor de indefensión e incertidumbre debido al escaso control sobre la duración y los
tipos de desastres. Las víctimas de desastres tecnológicos tienen una visión negativa de sí mismos,
el mundo y otros, mientras que las víctimas de desastres naturales empiezan a dudar del sentido
del mundo, y lo van percibiendo como menos benevolente. Los problemas psicológicos tienden a
ser mas graves y duraderos cuando las causas son obras del ser humano y no meramente
accidental.
Dentro de los desastres causados por el hombre, la primera diferencia se encuentra en el impacto
inicial. Por un lado los actos de omisión, el impacto inicial sigue a una comunicación pública de los
eventos precipitantes. A diferencia de las víctimas de desastres naturales o actos de terrorismo, las
víctimas de un acto de omisión, no saben que ellos están siendo víctimas hasta que no son
informados. Así la información publicada y los informes del gobierno son los símbolos del impacto
inicial.

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Otra diferencia reside en los sentimientos y emociones, que se despiertan con respecto a los
causantes del desastre. Las víctimas de actos de omisión tienden a desarrollar un alto grado de
desconfianza generalizado mientras que las víctimas de un acto de comisión son más específicas
en sus sentimientos y emociones hacia el autor/es de los mismos.
Respecto a los síntomas psicológicos después del desastre, las víctimas de actos de omisión tienen
síntomas de enfado y frustración más altos que las víctimas de comisión.
Respecto a la intervención, es más complicado trabajar el enfado en las victimas de omisión, ya
que este no se dirige a ninguna persona en concreto, es un enfado generalizado hacia el sistema,
de igual modo pasa en las víctimas de desastres naturales.
Los procesos sociales para las víctimas de ambos actos son similares. Así tienden a recibir menos
soporte emocional que las víctimas de desastres naturales.
Aproximación conceptual del Desastre. Monica Garcia Remedo Y Beltran

1-DIFERENCIACION TERMINOLOGICA EN TORNO A OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS.

Tierney (1989), la literatura de desastre nos proporciona poco consenso en la comunidad científica
en la definición de los diferentes términos.
Fouce, Hernandez- Conrado y otros explican las características comunes entre desastres,
accidentes y emergencias.
-Precisan de una intervención ante una demanda no demorable.
-En función de la magnitud del evento y las repercusiones en el sujeto, hay reacciones psicológicas
similares en función de las consecuencias.
-Pueden ser imprescindibles y accidentales y por lo tanto causar sorpresa, indefensión y
desestabilización.
-Pueden constituir una situación de peligro inmediata para la vida o integridad física.

Además todas ellas son una fuente de destrucción, provocando daños materiales y humanos.
Auf Der Heide (1989) sugiere reconocer que existen elementos diferenciadores, es importante
distinguir el desastre de los otros eventos el Dr. Weisaeth expone tres aspectos para tener en
cuenta a la hora de distinguir:
-Declarar un evento como desastre va a influir en la cantidad de ayuda a ofrecer.
-El concepto de desastre también tiene peso emocional, político y económico que influirán en las
victimas y en el público en general.
-La pura magnitud del desastre es contraste con otros sucesos serios y traumáticos, crean unas
necesidades que dejan atrás los recursos disponibles. A diferencia de los accidentes y las
emergencias, donde los recursos habituales son suficientes para dar respuesta a las demandas en
una situación de desastre estas nuevas demandas no pueden ser cubiertas por los recursos
habituales por lo que se requerirá ayuda adicional.
De este modo, el declarar el suceso como desastre o accidente puede implicar una mayor o menor
movilización de recursos, diseñar planes de intervención y planificación.
Aptekar (1994) ha utilizado indicadores convencionales como la tasa de muertes y el daño en la
propiedad para diferenciar entre accidentes, desastres y catástrofes.
Desde la Cs. Soc. Este único criterio resultaría muy limitado, se tendrían que utilizar otros criterios
más cualitativos.
Britton (1986), la diferencia entre cada concepto lo sitúa en tres aspectos:
-el número de personas implicadas.
-el grado de implicación de las personas

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-la cantidad de ruptura o destrucción causada en el sistema social por el agente inductor del estrés
colectivo.

El desastre estaría situado en el extremo que causaría mayor estrés colectivo e implicaría el mayor
número de víctimas afectadas, así como una ruptura en la mayoría de las estructuras sociales y la
infraestructura.
La emergencia estaría situada en el centro del continuo, produciría menos estrés colectivo que el
desastre ya que estas crisis interfieren sobre las actividades realizadas de un número determinado
de personas implicadas.
El accidente se encontraría en el extremo de menor estrés colectivo, donde la ruptura se
produciría en un grupo muy específico de víctimas pero no sobre los niveles más altos de la
sociedad ni comunidades.
Así las catástrofes se situarían en el extremo que producirían un mayor grado de estrés colectivo
debido la ruptura total de todas las estructuras sociales de la comunidad afectada.
El Glosario de la Dirección General de Protección Civil en España distingue los sucesos traumáticos:
Emergencia: situación que aparece cuando en la combinación de factores conocidos, surge un
fenómeno o suceso que no se esperaba, eventual, inesperado y desagradable por causar o poder
causar o poder causar daños o alteraciones en las personas, los bienes, los servicios o el medio. La
emergencia supone una ruptura de la normalidad de un sistema, pero no excede la capacidad de
respuesta de la comunidad afectada.
Accidente: cuando los individuos afectados por un siniestro, son un segmento de la población de
fácil delimitación por una variable nominal: ocupantes de un auto...
Desastre: cuando toda la población de forma indiscriminada, se ve afectada por los hechos
infaustos, la vida social cotidiana se ve alterada.
Catástrofe: es aquella situación en que el fenómeno infausto e imprevisto afecta a una
colectividad de forma global, incluidos sus sistemas de respuesta institucional. En la catástrofe los
individuos afectados no podrán contar con ayuda institucional, al menos en primer momento,
tendrán que hacer frente con sus propias fuerzas.
Calamidad es aquella situación que se alarga en el tiempo, bien por reiteración o prolongación o
por sus efectos derivados, como la sequía continuada.

2) APROXIMACION CONCEPTUAL AL DESASTRE


Aunque en la literatura los términos de desastre, catástrofe, emergencia, crisis se emplean con
frecuencia de forma indistinta, la palabra que prevalece es la de desastre.
Etimológicamente la palabra desastre proviene del latín des (negativo, desafortunado) y astre
(astro, estrella), desgracia derivada de los astros o dioses, más allá del control humano.
La definición pionera: Charles Fritz (1961): “un evento concentrado en el tiempo y espacio y
espacio, en el que una sociedad o subdivisión de esa sociedad relativamente autosuficiente, sufre
un daño severo e incurre en tales perdidas personales y materiales que se rompe la estructura
social y se impide el cumplimiento de todas o de algunas de las funciones esenciales de la
sociedad. Visto de este modo, un desastre es un suceso que altera el funcionamiento vital de una
sociedad. Esto afecta el sistema de supervivencia biológica (subsistencia, refugio, salud,
reproducción), al orden del sistema (división del trabajo, patrones de autoridad), al sistema moral
(valores, diferentes definición de realidad) y la motivación de los participantes dentro de estos
sistemas”.
Esta definición se centra más en los efectos sociales que en las características físicas de los
desastres.

29
Harshbaeger (1974) define los desastres como eventos rápidos y dramáticos que dan por
resultado daños materiales y humanos considerables. Subraya la importancia de la vida
comunitaria. La distinción con respecto a otros eventos se sitúa en la capacidad de destrucción
que puede generar en una comunidad y sus miembros.

Cohen y Aheam (1980)


“Sucesos extraordinarios que causan una gran destrucción de la propiedad y puede resultar en
muerte, daño psíquico y sufrimiento humano”
Esta definición no delimita bien la distinción entre accidente y desastre.

Slaby y Trancredi (1981)


“Un huracán, tornado, tormenta, inundación, maremoto, terremoto, erupciones volcánicas,
tormentas de nieve, fuego los cuales causan daños de suficiente severidad y magnitud para
garantizar asistencia en el desastre”
Aquí solo se consideran los desastres naturales.

Mc Caughey (1984):” Un evento que ocurre de repente, inesperadamente e incontrolablemente


que es de naturaleza catastrófica, envuelve amenazas o perdidas de vida o propiedad, rompe el
sentido de la comunidad y tiene consecuencias psicológicas adversas para los sobrevivientes”
Aquí se tiene en cuenta también lo psicológico.

Kreps (1984): “Eventos observables en el tiempo y en el espacio, en los cuales las sociedades o
sub-unidades mayores sufren daños y pérdidas físicas y ruptura de su funcionamiento rutinario.
Tanto las causas como las consecuencias de estos eventos están relacionadas con las estructuras y
procesos sociales de las sociedades o de sus sub-unidades”.
Sigue las líneas de Fritz pero introduce un elemento al considerar que las causas y consecuencias
que ocasione el evento depende de la organización y planificación de las estructuras sociales.

Shah (1985): “el impacto sobre una comunidad estructurada, por una fuerza externa capaz de
destrozar la vida humana o sus recursos para sobrevivir, en una escala suficientemente ancha para
provocar la alarma publica, romper los patrones normales de conducta, impactar o sobrecargar
alguno de los servicios centrales necesarios de la conducta normal o para la prevención o alivio del
sufrimiento y perdida”.

Quarantelli (1985): “Un evento critico en el que las demandas empiezan a tomar lugar en el
sistema humano debido a que el evento excede la capacidad de responder del sistema”.
El autor plantea el concepto de desastre como una ambivalencia entre demandas y capacidad de
respuesta del sistema social.

Britton (1986): “Una expresión de la vulnerabilidad de la sociedad humana que depende de la


interacción entre los seres humanos y su utilización del medio físico y social.”
Esta es una visión más interaccionista.

Puy y Romero (1998)


“Situaciones críticas de estrés colectivo, que no solo tienen efectos sociales importantes, sino que
a la vez en sí mismos son un producto social”

30
Cortes (2000), plantea que un desastre está muy ligado a los conceptos de riesgo, amenaza,
vulnerabilidad. Según este autor un desastre es: “Situación extraordinaria causada por un
fenómeno origen natural, socio-natural o antrópico (la amenaza expresada en un evento real) que
significa alteraciones intensas en las personas, los bienes, los servicios y el medio ambiente,
excediendo la capacidad de respuesta. Es el resultado de un riesgo no manejado y como tal entra a
la ecuación añadiendo una flecha entre R (riesgo) y una D de desastre: A (amenaza) x V
(vulnerabilidad)= R (riesgo)? D (desastre)”Se entiende que el desastre es el producto de la
convergencia de dos factores en un momento y lugar determinado: riesgo (la probabilidad de que
un peligro impacte sobre un sistema socioeconómico con cierto nivel de vulnerabilidad).
Es importante notar como en estas últimas definiciones ya no se centran en el concepto de
desastre como en un evento o suceso, sino más bien el énfasis de un desastre se centraría en la
situación de estrés que generaría el impacto de un evento o fuerza externa en la comunidad o
grupo de personas, considerándose como producto social.

Un aspecto común en todas las definiciones es q podemos encontrar como aspectos comunes:
1)Considerar el desastre como un evento suceso o como una situación de estrés colectivo que
afecta a una comunidad o parte de ella.

2) produce serios daños materiales y humanos.


3) produce consecuencias psicológicas en las personas implicadas.

Teniendo en cuanta los aspectos mencionados un desastre seria: “una situación traumática que
genera un alto grado de estrés a los individuos de una sociedad o una parte de ella, debido la
acción de un agente en una comunidad vulnerable, produciéndose una alteración en el
funcionamiento, tanto a nivel comunitario como individual, así como una serie de reacciones y
consecuencias psicológicas para las personas implicadas. Las demandas creadas exceden los
recursos habituales de respuesta con los que cuenta la comunidad”

________________________________________________________________________________
__________________

Desastres. Impacto psicosocial. Oscar Alfredo Santini y Daniel Osvaldo Lopez.

Fases de un Desastre.
Para hacer un análisis del fenómeno desastre en su totalidad, se debe tener en cuenta que existen
distintos momentos en el desarrollo del mismo.
Una fase anterior al impacto o pre-impacto, una fase de impacto o de choque, y una posterior o
postraumática o post-impacto.
También se debe tener en cuenta que las manifestaciones conductuales dependerán, de las
características de la fase en que se encuentre el desastre.

1-Fase de Pre-Impacto:
Período inmediato anterior al impacto en el que se deberían realizar todos los preparativos
posibles para prevenir consecuencias lamentables, esto no resulta ser una tarea sencilla.
Lima sostiene que produce angustia y negación en parte de la población y la persistencia y
fortalecimiento de la invulnerabilidad emocional y realización de actividades inadecuadas e
ineficaces en lo relativo a respuestas negativas. Por eso se recomienda para este momento

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actividades de acciones comunitarias, panificación, capacitación, educación, diseminación de
información.
En el momento de la amenaza, puede aparecer problemas como: hiperactividad ineficiencia y sin
propósito, y negación (del peligro). Las intervenciones necesarias en éste momento se relacionan
con actividades comunitarias como el establecimiento de una autoridad clara y fuerte y la
implementación de una red de comunicación adecuada.
La fase de pre-impacto esta relacionada con los indicios y signos que tiene que ver con la
posibilidad de un desastre a producirse con cierta inmediatez; vinculada al tipo de desastre, si se
produce dentro de los naturales o dentro de los originados por el hombre. Las diferencias tienen
que ver con el tiempo, lo súbito y la velocidad en la aparición de los signos.
Los antecedentes de esta fase la mayoría de las veces son relatadas por los sobrevivientes a
posteriori de producida la tragedia, con un alto contenido de negación de los indicios o rescatando
algunos de estos con componentes mágicos.
Otra de las cuestiones es que si bien la fuerza destructiva es real ella no podrá afectarlo en lo
personal, es un recurso defensivo que en ocasiones resulta peligroso.
La negación es una de las modalidades conductuales defensivas más frecuente en esta etapa.
Afecta la percepción de la realidad externa evitando que emerja la angustia y a la desorganización
psicofisiológica que el organismo padecerá como consecuencia del desastre.
También puede darse una captación subliminal de indicios que de ser respetados como tales
hubieran posibilitado producir una planificación para prevenir y sostener la situación aguda; por
ejemplo planificar con tiempo una evacuación ante la amenaza de una gran tormenta, ruidos
decrecientes o avances del nivel de agua.
A pesar de todos los indicios y datos que se obtuvieron la angustia dispara un mecanismo
defensivo, la negación. Dos conductas son posibles, a partir de este momento, en el sujeto en
situación de peligro inminente: la proyección del miedo o el bloqueo afectivo. Esta situación de
ocultamiento inconciente condiciona una inmovilidad, una indiferencia y una omnipotencia que
configurarán reacciones características dentro de la comunidad, como son el aislamiento, la falta
de cooperación y el egoísmo.
El número de muertes, heridos y pérdidas materiales que ocasionan los desastres, así como las
consecuencias psicológicas derivadas de éstos, podrán verse disminuidas si se trabajara
preventivamente sobre mecanismos de negación de la realidad.
La eficacia de al respuesta de al gente ante la advertencia de un posible desastre, se ha visto
disminuida como consecuencia de falsas alarmas que no fueron debidamente aclaradas.
Un desastre normalmente afecta a una comunidad conformada por una mayoría de personas
sanas, por lo que las reacciones deben ser tenidas en cuenta desde esta mirada y por lo
cuantitativo y/o perdurabilidad de las mismas.
La posibilidad a nivel preventivo de controlar y por momentos dominar con velocidad informativa
y realización de acciones coordinadas que permitían evacuar a tiempo y disminuir el impacto de
un evento desastroso tiene una importancia fundamental en la elaboración, enfrentamiento y
superación del impacto a nivel tanto intapsíquico como vincular y comunitario. Disminuyendo así
una buena medida el nivel de vivencia de vulnerabilidad tanto individual como social y la toma de
conciencia de que es posible disponer de las capacidades y recursos para enfrentar el fenómeno
con mayor eficacia.
Sobre el Líder de al Resistencia al Cambio en al Fase de Pre-Impacto.
Para P.Riviere y A. Quiroga su fantasía consiste en que la fuerza de su pensamiento o de su
decisión podría conjurar el daño que en su primer termino negaba, asumiendo un liderazgo frente
a la catástrofe.

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Si penetramos profundamente en las motivaciones de este líder omnipotente nos encontramos
con que ese rol que él trata de a-sumir, sin que le sea adjudicado por al comunidad a la que
pertenece, es el de un impostor, ya que se adueña por asalto de una función social como es el
liderazgo, para emerger como cabecilla de la conspiración contra el cambio.
Su peligrosidad radica en el hecho de que teniendo características demagógicas, de un coraje
irracional y dramático, basado en la negación del miedo, se convierte en el saboteador de la
operación salvaje. Este personaje deber ser objeto de un manejo adecuado, destinado a debilitar
su influencia y destronarlo por medio de técnicas de trabajo de comunidad, que consiste en lograr
que el grupo o comunidad que le responde adquiera conciencia de que los móviles que lo hacen
actuar de esa manera obedecen a cierto tipo de proselitismo.
Se trata de un oportunista que introduce, por la brecha que abre la angustia colectiva, una
ideología. Su fantasía inconciente es en la última instancia la de transformarse en un héroe.
El personaje contrario corresponde a aquel que en el período de amenaza utilizó la proyección de
su miedo, y que es víctima luego de una reacción de boomerang: su propio miedo, puesto en el
otro, le es devuelto reforzando a su vez ansiedades anteriores; esto lo mueve a buscar los medios
y las oportunidades adecuadas para ser evacuado con la menor pérdida posible. Esta en
condiciones de asumir un liderazgo positivo, contrafigura del anterior, organizando la “operación
rescate”.
Una sola perturbación grave puede sucederle: el boomerang del miedo puede provocarle un
impacto talq ue le sobrevenga el pánico, quedando entonces también él en estado de inmovilidad.
Su peligrosidad reside en el hecho de que, por procesos múltiples de identificación, el pánico se
extiende, se hace colectivo, perturbando la evacuación, no ya por una oposición activa sino por
una pasiva.

2- Fase de Impacto.
Comienza en el momento en que la comunidad se ve afectada por el desastre. Cuando la violencia
destructurante del impacto altera totalmente el ritmo de lo cotidiano.
Las respuestas emocionales que se observan en esta fase son variadas y tienden generalmente a
una conducta adaptativa. Estadísticamente entre el 15-25 % de la población afectada permanece
frágil y consciente, puede evaluar su situación, controlar su ansiedad y operativizar un plan de
acción que le permita salir de al emergencia; entre el 60-75% actúan confusamente, deambulan
desorientadas, en estado de shock temporal que puede durar minutos u horas; y
aproximadamente, un 10% se comporta en forma irracional, sin control de sus emociones,
paralizados por la ansiedad, necesitando de por lo menos unos dos días para recién poder adoptar
una conducta intencional.
Al momento del impacto, e inmediatamente después del mismo, se produce un verdadero desafío
a la capacidad organizativa, solidaria, técnico asistencial de la gente menos damnificada y de lso
responsables técnicos y profesionales especializados en emergencias y de toda la comunidad para
auxiliar, asistir, rescatar a los heridos en el evento.
Allí es donde aparece la formación previa de la comunidad toda, en al prevención de desastres,
aspectos que posibilita acciones de salvatajes más organizadas y eficaces. Se asume más
rápidamente el control de al situación, las responsabilidades y se atiende más adecuadamente a
los heridos, atrapados y aislados.
También la formación previa para situaciones de desastre, disminuye las consecuencias
psicosociales del mismo, favorece las respuestas solidarias y la elaboración psicoemocional de la
experiencia, disminuyendo también las posibilidades de cronificación de síntomas producidos o
encapsulamiento patológico del impacto, y su transmisición profunda a nivel vincular en lo social y
transgeneracional.

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La asistencia inmediata a las personas afectadas es fundamental par su recuperación, ya que
acelera un diagnostico más preciso y al intervención más adecuada para el damnificado ya sea por
lesiones físicas o afecciones psico-emocionales necesaria de realizar en el lugar y/o con la
derivación correspondiente.

El Héroe en Situación de Desastre.


Una de las reacciones más frecuentes es la emergencia de fuertes sentimientos de solidaridad
entre la sociedad civil. Que posibilita el reforzamiento de los lazos sociales y al elaboración de las
pérdidas en la medida que al solidaridad aparece como un valor.
El héroe cumple una función social notablemente necesaria, ya que propone una hazaña o entrega
sin límites por su comunidad y por los valores u objetivos necesitados por la misma. Como
consecuencia de esto se produce un fundamento ideológico positivo de coherentización de un
proyecto y destinos comunes.
Mejorando así al solidez en los lazos sociales y de vivencia de comunidad, porque posibilita la
construcción de historias, de mitos, de ideales colectivos y de un imaginario social compartibles,
sostenidos por los hechos o hazañas de tipo heroico.
La comunidad necesita depositar en el héroe la actividad desmedida para salvar a los que están
descontrolados, pasivos o paralizados por el desborde emocional que sufren. El héroe puede jugar
su rol en la medida que sus actos no tengan la representación de al propia muerte, por lo tanto,
una negación de la misma: “no le a pasar nada”.
Es importante tener en cuenta, además el desamparo y el abandono, puede movilizar
especialmente al que se convertirá en héroe, por identificación con sus propias historias
tempranas de desprotección, falta de sostén y amenaza a su propia existencia.

Acerca de otros Liderazgos.


La situación social producida por un impacto desastroso genera un caos en la red vincular social,
en la que emergen liderazgos inesperados. Pueden generarse confrontaciones y violencia porque
los liderazgos formales (encargados de la seguridad, hospitales, representantes políticos) de los
que se espera inmediata asunción de responsabilidades, se encuentran impactados, desbordados,
entrando en colisión con los líderes naturales que comienzan a emerger.
Es una situación esperable en esta fase del desastre y que de asocia con la conducta heroica, la
emergencia de líderes operativos que sintetizan la necesidad de la población de lograr un mínimo
de organización y de solidaridad como para enfrentar decididamente la gravedad del hecho.
Un desastre pone en estado de emergencia toda la estructura socioeconómica y política, produce
un quebranto de lo cotidiano y de la modalidad habitual de experimentar las relaciones sociales.
Es decir, la quiebra de lo cotidiano, crisis de referencia y normas, es la movilización y a veces hasta
la dispersión de los roles sociales.
La red interaccional esta movilizada, puesta en crisis e incluso desestructurada, las posiciones,
roles, funciones dentro de esa red sufren el mismo impacto.
La crisis de liderazgos formales, pueden acarrear graves consecuencias políticas posteriores, por
encontrarse en cuestión, en el haber estado o no, a la altura de las circunstancias.
Los liderazgos operativos son fundamentales para la toma de decisiones en los momentos
culminantes de un desastre y que los mismos reúnan las características que los hacen necesarios
para el grupo, como ser:
*Favorecen el mantenimiento del contacto con la realidad, conteniendo el control.
*Visualizan y viabilizan las expectativas del grupo con velocidad.
*Están al servicio de las necesidades del grupo y sus proyectos.
*Impulsan y estimulan a la participación y organización.

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*Asumen responsabilidades y son catalizadores de los proyectos de los grupos.
*Promueven el sostenimiento y amparo grupal.
*Recrean y defienden el encuadre de los grupos y de la tarea.
En el trabajo de todos los organismos de seguridad, salvataje, es fundamental que puedan
compartir-integrar la tarea con los líderes naturales surgidos. Esto posibilita agilidad en la
comunicación y diálogo organismos-lideres y comunidad, con al creación de instancias
participativas para la toma de decisiones, asegurando de este modo la efectividad de las mismas.
Esto produce la base de una participación activa de la comunidad, mayor contención de la misma,
disminución del rumor, mayor control de las acciones y del boicot a la tarea.
Todas las instituciones de una comunidad que ha sufrido un desastre, entra en crisis, poniendo en
juego su ejecutividad, solidaridad, principios fúndanles, soporte de sus miembros y de la
comunidad de la que forma parte. Los miembros de las distintas instituciones educativas,
religiosas de seguridad, muchas veces desean colaborar, pero desde un voluntarismo
desorganizado, sin una adecuada conducción de los responsables institucionales, quienes x estar
impactados, están con dificultades para ejercer su rol.

Actos de Pillaje.
Las personas afectadas por desastres suelen sufrir modificaciones en su conducta, volviéndose
esta menos intelectual y más emocional, impulsiva y hasta violenta.
Como consecuencia del impacto y el quiebre del encuadre psicosocial pueden producirse
profundas regresiones a etapas tempranas del desarrollo del pensamiento, de las relaciones
objeto, de las descarga o satisfacción impulsiva y de al estructuración del comportamiento. Surgen
vinculaciones entre el hecho traumático y conflictos infantiles que han sido reactivados,
emergiendo fantasías y angustias que pueden derivar en una despersonalización profunda.
Los actos de pillaje que suelen ocurrir en el momento del impacto o posterior a éste, podrían ser
un intento por recuperara la identidad amenazada.
Estos actos de pillaje primario pueden ser un intento de restitución de la identidad, cargando o
invistiendo a los objetos y pertenecías ajeno de tal manera que puedan ser reparadores de los
propios perdidos, de su sí mismo y de su vivencia de continuidad.; x eso es necesario transformar
estos grupos o conductas individuales delictuosas en grupos y tareas de trabajo que colaboren con
el personal incluido en el proyecto de rescate y reconstrucción de al comunidad.
Miedo Terror y Pánico en la Situación de Desastre.
Ante el peligro real o amenaza de una situación desastrosa, una de las reacciones ante el mismo,
es la señal de angustia y miedo de encontrarse con un desafío a la propia potencia disponible para
dominar la emergencia.
Una situación de peligro externo e/o interno moviliza, en al vida anímica, los sucesos traumáticos
previos, en los cuales el psiquismo se encontró desbordado en su capacidad para dominar el flujo
de excitaciones mediante los dispositivos de protección adecuados, necesitando el auxilio, el
amparo de vínculos primarios para poder superar la situación, por la vivencia de impotencia
psíquica para dominarla y controlarlas por sí mismo.
Ante al situación peligrosa, aparece la señal de angustia y ante la posible vivencia de lo traumático
se produce una estimación de nuestra fortaleza en comparación con el peligro real y al magnitud
del mismo.
También, emocionalmente puede aparecer ante la vivencia de impotencia y descontrol, el terror,
el pánico. Sobre el terror, el sujeto sabe a que le teme, pero no hay defensa operacional contra lo
temido, el ataque puede venir de cualquier lado, y nunca se sabe cuales son las defensas que
evitarán la destrucción,

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El pánico configura el emergente más significativo de una circunstancia catastrófica. Es un
conjunto integrado por temor, alarma, perplejidad, pérdida de control y orientación.
Estado psico-afectivo del cual uno no se puede defender o proteger, la amenaza del peligro lo
invade y no puede reaccionar adecuadamente.
No se encuentra una salida o escape ante la situación desbordante.
Su carácter contagioso puede desencadenar fenómenos colectivos de graves consecuencias, como
las actitudes de huida o tumulto, furia y desenfrenada agresión.
Riviere y Quiroga sostiene que esta situación es siempre grupal, invade a todo el grupo familiar,
produciéndose un momento caótico que impide toda planificación adecuada y operativa.
El estado de pánico va acompañado también de los más variados estados psicosomáticos, que son
el producto de la derivación, al área del cuerpo de los miedos provenientes de al mente o de los
peligros exteriores.
Cuando el moledlo o molde común se ve amenazado en su integridad, empieza a aparecer la
“angustia colectiva”, malestar difuso, desazón o descontento, que suele estar en la base de
diferentes prácticas colectivas con valor sintomático. Ella sirve para proteger al grupo contra la
catástrofe que significaría un desmoronamiento inesperado del soporte.

EL Dolor Psíquico en Situaciones de Desastre.


Puede ser provocado por una pérdida o decepción significativa que se recibió en un estado de no
preparación y una defensa común frente a él, es el traslado o desplazamiento a los límites
espaciales: la enrancia, el viaje, la deambulación.
El desplazamiento al espacio externo es actuado en la búsqueda de un espacio desconocido;
sentimiento muy asociado a lo traumático, generado por al sorpresa, la impotencia de dominar la
situación y el fracaso de la señal de angustia por la falta de preparación del yo, que hubiesen
posibilitado acciones de protección.
Luego de un impacto desastroso pueden producirse estados de despersonalización como defensa
contra la angustia de al dispersión, de al fragmentación, del despedazamiento; x lo que la
fragmentación pasajera puede ser una defensa contra al depresión.
Las pérdidas significativas tanto en el duelo como en la simple decepción, producen la herida
narcisista, que en sus formas graves lleva a la depresión.
Los traumas vividos acumulativamente son dificultades para su elaboración, agudizan la angustia a
niveles preocupantes, ayudando su recuperación el trabajo solidario con el grupo…. : es este
estado es importante lo vínculos sustitutivos de los primarios, por una de las formas de salir de la
angustia de fragmentación es procurar de un objeto sustitutivo presente e incorporable que
integra y calma mágicamente. También el abrazo, el contener-sostener desde la palabra con
afecto, es fundamental para la salida del estado de fragmentación.
Es importante conocer estructura de base para evaluar el impacto ante el descontrol, sorpresa y
sus consecuencias.
El desastre se supera, en parte, por al reproducción, en el exterior, de condiciones lo más
semejante posible a la vida intrauterina desde lo vincular social. Así lo pensamos para el trauma
del nacimiento, también lo podemos pensar para el trauma del renacimiento de una situación de
desastre.
Ante lo imprevisto del impacto desastroso es necesario que se cuente con formación, preparación
y conceptualización del fenómeno.
El manejo de situaciones de desastre tiene que ver con las medidas preventivas en lo que hace a
la organización, asignación de responsabilidades, normativas especificas, información precisa,
diagnostico de zonas de riesgo y también la promoción de vínculos solidarios en al comunidad. Ya
que el apoyo social otorga un nivel de contención fundamental en todas las fases de un desastre.

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También se suma la necesidad de comprensión del pánico y al desesperación que puede
producirse ante la caída de los soportes narcisisticos personales, familiares y también
comunitarios. El desastre puede herir gravemente, paralizar, matar o desaparecer a líderes tanto
naturales como formales y sabemos el fenómeno de conmoción, desbande, confusión, pánico y
descontrol y que un evento de este tipo puede generar.

Rumor.
Puede ser un emergente situacional y operacional de consecuencias graves para la comunidad. El
Rumor es la comunicación masiva y difusa, centrada en al información de que un hecho-de
características no explicitas- va a suceder. Es un mensaje subliminal susceptible de ser
realimentado e intercambiado. El rumor tiene un contenido manifiesto y otro latente. La
transmisión en cadena que caracteriza al rumor tiene como punto de partida de un hecho real
pero distorsionado. –Riviere y Quiroga-
La información distorcionante del rumor suele ser utilizada para boicotear tareas. También puede
aparecer para llenar un vacío inquietante por falta de información adecuada en la situación de
emergencia, sirviéndose de él para depositarle sus temores y fantasías, deformándolo aún más al
comunicarlo.
El rumor aparece en situaciones de pánico y lo realimenta. Ante la inseguridad e incertidumbre, de
descontrol y falta de planificación e información, el rumor refuerza lo anterior y provoca
sentimientos de mayor inseguridad, volviendo a la gente más agresiva. El rumor impacta y
convierte a las posibles víctimas del desastre en ingenuas y cédulas.
El rumor en una situación de desastre, hace revivir al damnificado el momento del impacto. En
pleno proceso de recuperación un rumor puede tener el efecto de volver a cero, encontrándose
nuevamente en uan situación de la fase de impacto y desde allí agravarse o significar una prueba.
Una posibilidad de prever situaciones, reacciones o defenderse más o mejor que la primera vez.

Más cerca de lo Traumático.


No todo sujeto enferma con una situación traumática, ya que depende su capacidad de respuesta,
de su ecuación personal, de su capacidad elaborativa y de otras situaciones, de los vínculos
familiares y sociales, de la posibilidad de encontrar vías adecuadas de descarga y significación que
faciliten la superación del dolor, pérdidas y sufrimientos vivenciados.
Luego de un desastre, algunos vínculos entran en crisis ya sean laborales, familiares, de pareja.
Superar las crisis generada puede quedar como proyecto de alianza de pareja el que estaba muy
mal antes de al tragedia.
Habitad, vivienda familiar y cotidianeidad.
La vivienda, el medio ambiente y todo lo que comprende el hábitat de las personas en
comunidad, se encuentra pleno de significaciones profundas, que intervienen en la organización e
intercambios de al vida cotidiana.
Los significados sociales se encuentran regulados por el valor simbólico adjudicado a los objetos,
pertenecías, intereses, ligares etc. Jerarquizándose y estratificándose las posibilidades de
intercambio en una sociedad.
El ser humano necesita la demarcación de territorio, de una especialidad y marco propios al igual
que al mayoría de sus hermanos del reino animal.
La vivencia y espacios propios para la persona humana, más allá de ser un derecho natural,
configura un componente fundamental para la conformación de su identidad.
Es importante considerar que al estructura vincular familiar, en sus niveles concientes e
inconcientes, también tiene que ver con la distribución espacial y funcionamiento dentro de la
vivienda.

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Un impacto desastroso puede alterar no sólo viviendas y una parte importante de una ciudad, sino
que también puede alterar o afectar profundamente la estructura urbana y la actividad principal
de al zona o al producción de recursos, que hasta el momento del impacto, fueron su principal
fuente de ingreso. –el ejemplo de al ciudad de Miramar-.
El espacio familiar y también los espacios comunitarios comprometen mucho más que lo
meramente funcional-racional y remiten a distintas necesidades corporales, psicológicas, sociales,
histórico-culturales. Participando en su estructuración, crisis, transformaciones, identificaciones
desde cada integrante a partir de su estructura psíquica vincular.

3- Fase de Post- Impacto.


Se va a ir focalizando la misma desde una mirada psico-socio-comunitaria. Una comunidad que ha
sufrido un impacto desastroso, desde ese momento comienza a estar en emergencia social, desde
el pensamiento de P. Riviere “la modificación súbita y significativa de las condiciones materiales y
sociales de existencia de una comunidad, y al impacto de dicha modificación provoca en sus
miembros. Esta transformación radical de condiciones de vida puede tener su origen en
fenómenos naturales: inundaciones, terremotos, etc, o surgir por causas originadas en actividades
del hombre, como socio-económicas y políticas: tumultos, guerras, etc”. La situación de
emergencia coloca a los integrantes de una comunidad ante una circunstancia de cambio agudo,
frente a las cual las formas habituales de organización y respuesta resultan insuficientes e
inadecuadas, ya que se ha producido una ruptura de la cotidianeidad. La población queda
sometida a una exigencia adaptativa masiva, a una redefinición inmediata de pautas de conducta,
esto implica, una desestructuración y reestructuración de los marcos de referencia que permiten
interpretar su circunstancia y guiar su acción.
Las respuestas de las personas, grupos e instituciones varían de acuerdo a distintos aspectos que
hacen a la significación que el desastre adquiere para el psiquismo individual. Interviene también
su ideología, su inserción de clase, su sentimiento de pertenecía su arraigo, las experiencias
acumuladas por sus grupos de procedencia pertenecía. “a nivel individual y grupal, se producen
reacciones más organizadas, con mayor capacidad de lectura de la realidad, lo que le permite
asumir liderazgos operativos, o reacciones más desorganizadas y pasivas”. –A.Quiroga-
Las consecuencias a corto, mediano y largo plazo, están en relación directa con al posibilidad de
producir procesos elaborativos y el despliegue técnico facilitador de los mismos. Riviere y Quiroga
plantean la necesidad de trabajar los miedos apuntando su tarea al esclarecimiento del origen de
los mismos y a la creación de ámbitos de elaboración y continencia, lo que permite definir formas
de adaptación a la realidad.
La importancia de la promoción de diálogos familiares grupales e institucionales, para romper con
el bloqueo afectivo.
Pueden aparecer muchas personas con características del Síndrome de desastre, que tiene que ver
cuando las mismas muestran estar en shock emocional, desorientadas, vagan sin rumbo, confusas,
con apatía, aturdidas y sin voluntad propia. Presentando como reacciones: sorpresa, incredulidad,
miedo, angustia y la búsqueda inconciente de familiares y pertenencias.
-A. Quiroga- en la confusión producida, queda afectada una función fundamental adaptativa del
psiquismo: la discriminación. Pero la confusión posibilita, una situación de aprendizaje y de
adaptación, el movimiento de desestructuración del marco previo de referencia y el pasaje a una
nueva estructuración, con un marco de referencia operativo para la nueva situación.
Es fundamental la discriminación para la salida de la inhibición, de la parálisis emergente de la
confusión, e ir flexibilizando los mecanismos defensivos primarios.
Luego del impacto comienza la puja, entre las conductas adaptativas, solidarias y organizadas.

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El impacto social producido por un desastre, atraviesa a todas las instituciones de al organización
comunitaria y compromete a sus responsables a responder de forma inmediata, aguda
desbordándolos, por la intensidad y pasividad adaptativa que exige el fenómeno y la sorpresa. La
media de la operatividad, la emergencia de nuevos liderazgos funcionales y el temor a perder
posiciones de prestigio social de líderes formales que no se adecuan a la emergencia, van
produciendo una división social en gran escala, las que tiene la correlación con profundas
disociaciones internas producidas en los damnificados por el impacto, en lo psico-emocional.
La ruptura o quiebra de la cotidianidad, la crisis del marco de referencia que daba cuenta de esa
cotidianeidad, provoca en el sujeto una crisis de identidad. La movilización de roles, de referentes,
de las pautas orientadoras de acción, la desestructuración y la reestructuración de las redes
interacciónales ante al emergencia de nuevas necesidades, provocan un sentimiento de soledad y
desamparo. Se intensifican vivencias de incomunicación e impotencia. Frente a esto emerge la
necesidad de identificación, de encontrarse con otro. La integración, le pertenencia a un grupo nos
permite fortalecer la identidad amenazada. Nos integramos a un grupo pero ala vez nos
integramos nosotros mismos a través de encontrar continencia en el dialogó e intercambio grupal.
A-Quiroga-.
Esto trae consecuencias negativas ya que el diálogo, la continencia grupal, permite metabolizar
experiencias dolorosas y traumáticas se reconocen necesidades y se desarrollan tareas conjuntas,
con cierta operatividad estratégica participativa y de solidaridad, pero también ocurren alianzas
grupales fomentadas desde intereses disociadores políticos e ideológicos que traen graves
complicaciones en la dinámica social.
Es importante el trabajo de los líderes y el grupo, que movilizan vínculos relacionados
fundamentalmente con la estructura familiar y las funciones maternas y paternas. Además con
fines de explicitar y reflexionar sobre los fenómenos expuestos y su participación en la elaboración
de significaciones.
También es importante trabajar con atenuaciones de estrés de los responsables de tareas con
sobrecarga o sobreadaptación, con escasa oportunidades de reflexión sobre las consecuencias del
impacto a nivel personal.
Después de un tiempo de transcurrido el desastre las problemáticas que pueden aparecer a nivel
psicológico, orgánico, social.
La superación traumática tiene relación directa con la actividad representacional, y la
discriminación afectiva, que posibilita una adecuada descarga de tensión. Se establece la
necesidad de encontrara significaciones que permiten mantener la coherencia en al relación entre
el mundo interno y externo.
En conclusión la riqueza vincular social de una persona, su historia y su contexto sociocultural
determinarán, su capacidad para superar más o menos exitosamente una situación critica por
desastre. (hasta pag, 73)

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Unidad Nº 3: Estrés

Historia y concepto del estrés. Dr. Oscar Eduardo Slipak.


Primera Parte
Hans Selye (1907-1982) decía que el estrés “es la respuesta no especifica del organismo a toda
demanda que se le haga”. Mediante un experimento observó que cada cambio era independiente
del otro y el conjunto formaba un síndrome bien definido, al que denomino Síndrome General de
Adaptación. (S.G.A.) (1936).
Estrés deriva del griego STRINGERE, que significa provocar tensión.
Claude Bernard en 1867 sugirió que los cambios externos en el ambiente pueden perturbar el
organismo y que una de las principales características de los seres vivos reside en su poder de
mantener la estabilidad de su medio ambiente interno aunque se modifiquen las condiciones del
medio externo. Entonces “la estabilidad del medio ambiente interno es la condición indispensable
para la vida libre e independiente”.
Cannon en 1922 propuso el término homeostasia (del griego homoios, similar y statis, posición)
para designar los procesos fisiológicos coordinados que mantienen constante el medio interno
mediante numerosos mecanismos fisiológicos.
En 1939 adopta el término stress y se refirió a los “niveles críticos de estréss”, los cuales definió
como aquellos que podrían provocar un debilitamiento de los mecanismos homeostáticos.
En cuanto a la breve definición “es la respuesta no específica del organismo a toda demanda que
se le haga” implicaría la interacción del organismo con el medio ambiente lo que nos podría llevar
a definir el estrés según:
a- El estímulo: estrés es la fuerza o el estimulo que actúa sobre el individuo y que da lugar a
una respuesta de tensión.
b- La respuesta: estrés es la respuesta fisiológica o psicológica que manifiesta un individuo
ante un estresor ambiental.
c- El concepto estímulo-respuesta: estrés es una consecuencia de la interacción de los
estímulos ambientales y la respuesta idiosincrásica del individuo.
Para la organización Mundial de la Salud (OMS) el estrés es “el conjunto de reacciones fisiológicas
que prepara al organismo para la acción”.
Para Richard Lazarus (1966) sería “el resultado de la relación entre el individuo y el entorno,
evaluado por aquél como amenazante que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar”.
Es hoy el estrés, el de la civilización, un Estrés Atribucional, emocional. Un examen, un informe
laboral, una cita, un éxito inesperado o una frustración real o aparente por expectativas
exageradas, pueden provocar cambios cardiovasculares, musculares energéticos, plaquetarios,
preparando al organismo para la lucha, la que no siempre se produce, generando permanentes
cambios funcionales en nuestros órganos.

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El Estrés es hoy un acompañante privilegiado de nuestra experiencia. La correcta utilización de sus
mecanismos y el conocimiento de nuestra personalidad podrán llevarnos a la prevención de
enfermedades Psicosomáticas y Somatopsiquicas.
Hans Selye, “el hombre moderno debe dominar su estrés y aprender a adaptarse, pues de lo
contrario se verá condenado al fracaso profesional, a la enfermedad y a la muerte prematura”.

Segunda Parte
El esquema de organización de nuestra sociedad está dotado de situaciones, responsabilidades y
exigencias en función de sí misma. En todos los ambientes habrá siempre un nivel de estrés que
forma parte de la vida. El estrés actúa como factor de motivación para vencer y superar
obstáculos. No obstante ese nivel puede ser superado por un estresor muy intenso que excede el
umbral óptimo de adaptación de un sujeto, por un estresor prolongado y continuo que termina
superando las etapas de alarma y resistencia del S.G.A., un estresor “habitual” que desborda la
capacidad reducida de adaptación de un sujeto o bien situaciones de distress atribuibles a
condiciones particulares del individuo y características del estresor actuando sinérgicamente.
Estrés agudo>>>> úlceras hemorrágicas de estomago, trastornos cardiovasculares.
Estrés crónico>>>> enfermedades de adaptación.
Es decir que cuando el organismo se encuentra sobre estimulado, agotando las normas fisiológicas
del individuo, el estrés se convierte en distress.
La respuesta física, psíquica y biológica de estas respuestas, con sus alteraciones en el equilibrio
bioquímico y metabólico de nuestro organismo, nos plantean la ubicación del estrés como la
puerta de entrada a la medicina psicosomática.
Hay factores condicionantes que hacen que no todos los sujetos reaccionen de la misma manera y
las respuestas sean diferentes, como la herencia, el alcohol, el contexto, etc.
Las causas de estrés son variadas y pueden ser objetivas y subjetivas; ya q una persona puede
atribuir como amenazante un determinada situación que no lo es en realidad o que adquiere para
la misma una situación de Estrés Atribucional con todas las respuestas psicobiológicas.
Así los factores psicoemocionales como la frustración, la insatisfacción, las emociones intensas
agradables o desagradables, el fracaso, enfermedades, muertes, divorcio, mudanzas pueden
provocar estrés.
El mecanismo y la fisiología del estrés es en sí mismo complejo ya que además de las estructuras
del organismo involucradas en las respuestas autonómicas y neuroendocrinas, la respuesta es
variable de acuerdo a la cognición o el procesamiento que el sujeto realice de la información
sensorial desde su psiquismo y de ahí la activación generada. Se podría mencionar una vía de
respuesta rápida, inmediata, se produce en segundos, es la respuesta adrenérgica, a la cual se
denomina activación autonómica.
La segunda respuesta, más tardía, pero lenta y continua, es la llamada activación neuroendocrinas
o vía corticoadrenal que se expresa por la secreción de corticoides. La primera reacción al estresor,
previa cognición, facilitando la respuesta de lucha o huida para mantener en equilibrio el medio
interno, se realiza por la activación del sistema simpático-adrenal (compuesto por el Sistema
Nervioso Simpático).
Si bien la actividad de respuesta de la corteza suprarrenal es variable en cada sujeto, es indudable
su importancia como marcador psicobiológico de estrés (Valdez).
Es la falta de adaptación al estrés o la reacción excesiva del mismo la que puede provocar en su
intensidad (Estrés agudo) o en su cronicidad, las enfermedades en los diferentes aparatos del
organismo.
La personalidad de un sujeto reaccionando crónicamente con una determinada vía de activación
y/o un órgano considerado lábil por características hereditarias o elegido como descarga de

41
conflictos emocionales no resueltos, serán finalmente los factores que determinarán las
enfermedades de adaptación.

Tercera Parte
El estrés o los factores causantes de estrés serán iguales para todos los individuos, pero la vía
elegida, (autonómica o neuroendócrina) y la forma de reaccionar ante el mismo dependerán de su
grado de vulnerabilidad y de su perfil psicológico. Recordemos entonces que la vulnerabilidad de
un sujeto para llegar al distrés por el fracaso de sus mecanismos adaptativos está determinados
por los factores condicionantes, la herencia, antecedentes de enfermedades anteriores, salud
física y mental, la alimentación, el contexto profesional y social, como así también las adicciones.
Destacamos también el concepto de vulnerabilidad no solamente para el distrés sino como
elemento clave para otras patologías donde serán de gran importancia la herencia, la función
cerebral, la bioquímica cerebral, las pautas conductuales y los acontecimientos vitales.
Con respecto al perfil psicológico hemos mencionado que los individuos con Patrón de conducta
tipo A tienden a reaccionar con la vía autonómica, es decir por la activación del Sistema Simpático
Adrenal y aquellos que reaccionan con la vía neuroendócrina corresponden a los sujetos con
Patrón de conducta tipo C.
Patrón de Conducta de un sujeto reúne rasgos de personalidad, actitudes, creencias, conducta
manifiesta y una determinada activación psicofisiológica.
Patrón de conducta tipo A con una vía de activación Autonómica con descarga de Catecolaminas,
tendrá evidente riesgo de enfermedad cardiaca. Corresponden a perfiles psicológicos donde
predomina una respuesta excesiva, hiperactividad, irritabilidad, son ambiciosos, agresivos,
hostiles, impulsivos, etc. ya sea con su medio ambiente y con ellos mismos y sus relaciones
interpersonales son problemáticas y con tendencia a la dominancia.
Patrón de conducta tipo C responden en forma crónica con el eje Hipotálamo-Hipófisis-Corteza
suprarrenal, con mayor liberación de Glucocorticoides, la mayor predisposición a alteraciones
inmunológicas, alteraciones dermatológicas como Psoriasis, el Acné y la Seborrea que tienen altos
valores de cortisol. Se presenta en sujetos introvertidos, obsesivos, que interiorizan su respuesta al
estrés, pasivos, resignados y apacibles, siempre controlando las expresiones de hostilidad y
deseosos de aprobación social.
Los sujetos con Patrón de conducta tipo B son en general tranquilos, confiados, relajados, abiertos
a las emociones, incluida las hostiles. El B corresponde al Sistema Activador de la acción (sistema
de recompensa) y son la corteza frontal y el hipotálamo ventro medial las zonas activadas.
La neurotransmisión se define como la serie de fenómenos dinámicos concadenados que sirven
para comunicar las neuronas entre sí y con los órganos efectores mediante procesos metabólicos,
eléctricos y energéticos. Se utilizan mediadores químicos que se sintetizan y almacenan en las
neuronas.
Si el estrés se define como una cognición de amenaza que activa al organismo por encima de sus
recursos adaptativos, entonces el estrés es un estado antihomeostático que fuerza parámetros
biológicos a un alto costo.

Cuarta Parte.
Búsqueda de factores de estrés:
a- Factores estresantes para evaluar como: profesionales o laborales, económicos, familiares,
sanitarios, alimentarios, actividad física y el medio ambiente en el cual se desarrolla el
individuo.

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b- Perfil psicológico de acuerdo al patrón de conducta del individuo y la respuesta adaptativa
y a las consecuencias patógenas del distrés (tipo A, B, C), según diagnóstico clínico o
mediante test.
c- Antecedentes de situaciones estresantes del sujeto en un periodo de su vida.
d- Las modificaciones de parámetros biológicos a medir en el estrés son variados y
fundamentalmente dictados para la investigación y el pronóstico que para el diagnóstico.
e- El informe clínico sobre trastornos o alteraciones vinculadas al estrés que afectan al
sujeto, ya sean: psíquicos, cardiovasculares, digestivos, cutáneos, sexuales y ginecológicos,
articulares y musculares, dentarios, nutricionales y urológicos.
Estos trastornos podrán ser síntomas de estrés y/o la claudicación del equilibrio adaptativo y la
aparición de enfermedades psicosomáticas asociadas a factores de estrés.
El verdadero tratamiento es aquel que combate la causa en cualquier enfermedad pero no
siempre el desequilibrio adaptativo se produce de igual manera en todos los individuos ya que
dependerá del contexto psicoemocional del individuo y de los factores biológicos y físicos a que se
ve sometido y su grado de vulnerabilidad.
La terapéutica adecuada tendrá entonces que tener en claro la causa específica de cada trastorno
para su implementación.
La prevención del distrés en base a los cincos ítems mencionados será fundamental para evitar
que el individuo enferme. Pensar en la posibilidad de una futura enfermedad de adaptación nos
permitirá tomar los recaudos necesarios.
Como medidas preventivas generales para cualquier individuo el autor propone: dieta equilibrada,
entrenamiento deportivo o gimnasia adecuada a edad y estado clínico del individuo y la relajación
posterior a la actividad (muscular).
Con respecto a la utilización de psicofármacos debemos plantearnos, previo diagnóstico y pruebas
de laboratorio posibles, los beneficios y consecuencias de los mismos.

Estrés y Ansiedad: Preguntas frecuentes. SEAS (Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad
y el Estrés).
¿Qué es la ansiedad?
Es una emoción natural. La ansiedad es experimentada como una emoción desagradable,
negativa, que surge en una situación ante la que el individuo percibe una amenaza (posibles
consecuencias negativas). Para afrontar esta situación el sujeto debe ponerse en alerta.
La reacción emocional puede observarse a un triple nivel:
A nivel cognitivo-subjetivo, síntomas: sentimientos de malestar, preocupación, tensión, temor,
miedo, inseguridad, pensamientos negativos sobre sí mismos, sobre la actuación ante los otros,
percepción de fuertes cambios fisiológicos, etc.
A nivel fisiológico, activación de diferentes sistemas, el Sistema Nervioso Autónomo y el Sistema
Nervioso Motor, y demás. De todos los cambios que se producen, el individuo sólo percibe algunos
cambios en respuestas tales como la tasa cardiaca, tasa respiratoria, síntomas tales como
sudoración, tensión muscular, temblor, mareos, náuseas, etc. La persistencia de estos puede
acarrear dolores de cabeza, insomnio, etc.

A nivel motor u observable, la ansiedad se manifiesta con síntomas de inquietud motora,


hiperactividad, movimientos repetitivos, dificultades para la comunicación, evitación de
situaciones temidas, consumo de sustancias, llanto, tensión en la expresión facial, etc.
Trastornos asociados
La ansiedad está presente en muchos trastornos, tantos mentales como físicos:
Trastornos mentales:

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-Trastornos de ansiedad, como ataques de pánicos.
-Trastornos psicológicos, estados de ánimos, las adicciones, trastornos de alimentación, del sueño,
sexuales, etc.
Trastornos físicos:
-Trastornos psicofisiológicos, como cardiovasculares, digestivos, respiratorios, dermatológicos.
-Trastornos relacionados con el sistema inmune, como cáncer, artritis reumatoide.
-Trastorno crónico, implica una pérdida importante de la vida o una amenaza para la
supervivencia, como dolor crónico, enfermedad terminal.

Las mujeres puntúan más en los test de ansiedad y presentan unas tasas de prevalencia en los
trastornos de ansiedad mucho más elevadas. Las diferencias entre varones y mujeres pueden ser
en parte culturales, pero sin duda obedecen también a razones biológicas, principalmente de tipo
hormonal.
El estrés puede entenderse como una sobrecarga para el individuo. Esta sobrecarga depende
tanto de las demandas de la situación, como de los recursos que cuenta el individuo. El estrés
puede ser positivo o negativo. En ambos casos el estrés produce cansancio, activación fisiológica,
etc.; sin embargo, el estrés positivo genera emociones positivas o agradables, mientras que el
estrés negativo produce emociones negativas o desagradables.
El estrés se ha entendido como estímulo, como una serie de situaciones altamente relevantes y
con una fuerte demanda de recursos para el individuo (catástrofes naturales, separaciones,
perdidas de un ser querido).
También el estrés se ha entendido como respuesta, como los cambios biológicos que siguen tres
fases: fase de preparación- fase de mantenimiento- fase de agotamiento. Estas fases componen el
Síndrome General de Adaptación, que estudió Selye.
Ansiedad y Estrés, son sinónimos: El estrés es un proceso en el cual el individuo se enfrenta a las
demandas de una situación importante para él. Este proceso puede desencadenar una reacción de
ansiedad, que es una emoción desagradable que surge ante una posible amenaza. Pero el estrés
también puede desencadenar otras reacciones emocionales distintas de la ansiedad.
El estrés está relacionado con salud. El estrés negativo, intenso y persistente durante un largo
periodo de tiempo (más de dos años) aumenta la posibilidad de desarrollar problemas de
ansiedad, cansancio crónico, agotamiento y otros problemas de salud.
No todas las personas muestran los mismos síntomas o con la misma intensidad, sino que cada
individuo se ha especializado en sus propias respuestas típicas de ansiedad.
Afrontamiento: es cualquier actividad que el individuo puede poner en marcha, tanto de tipo
cognitivo como de tipo conductual, con el fin de enfrentarse a una determinada situación. Ante
una situación estresante es posible adoptar distintos tipos de afrontamientos. Una clasificación
sería: Afrontamiento activo, pasivo y evitación. Otra podría ser: afrontamiento cognitivo y
afrontamiento conductual. Y por ultimo otra clasificación: afrontamiento dirigido a cambiar la
situación y afrontamiento dirigido a reducir la emoción.
Si un individuo tiene buenas estrategias de afrontamiento, puede estar mejor preparado para
afrontar el estrés, pero es posible que las demandas de la situación superen sus recursos.
La ansiedad no es solo una reacción emocional, sino que también puede ser considerada como un
rasgo de personalidad. Distinguimos entre rasgo de ansiedad y estado de ansiedad. El rasgo de
ansiedad se refiere a la tendencia individual a reaccionar de forma ansiosa, mientras que el estado
es descrito como un estado emocional transitorio y fluctuante en el tiempo.

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Estrés y Salud. Fundación Favaloro: “Estrés y Salud” en Enciclopedia de la salud, programa de
Medicina preventiva
El estrés es la respuesta del organismo a una demanda real o imaginaria.
Las situaciones estresantes llamadas estresores que pueden causar el cambio o adaptación son de
un espectro enorme. Desde el enojo transitorio a sentirse amenazado de muerte.
El estrés tiene dos caras: una negativa, el llamado distrés, y otra provocada por hechos positivos,
el eustrés.
Una cierta cantidad de estrés es necesario para romper con la rutina de la vida y hacerla más
interesante. ¿Pero cuanto? Quizá la fase que compara la cantidad de estrés con las cuerdas de un
violín sea la más adecuada: demasiado flojas y la música sonará mal, demasiado ajustada y podrán
romperse.
El cuerpo reacciona ante el estrés por ajustes y adaptaciones de cambios en la fisiológia del
mismo. Se han descripto dos tipos de respuesta al estrés, una aguda y otra crónica.
La respuesta aguda descripta en 1935 por Canon y llamada “reacción de lucha o huida” se
manifiesta cuando el individuo enfrente un peligro grave inminente.
La respuesta aguda es una reacción natural y necesaria del organismo que ha permitido la
supervivencia de nuestros antepasados en un medio que les era físicamente hostíl.
Selye, un investigador húngaro de la década de 1940 que trabajaba en Canadá, descubrió que
existe otro tipo de respuesta emocional al estrés llamada crónica o estado de vigilancia.
Los investigadores trataron de determinar que situaciones de la vida producen estrés. Existen al
respecto experimentos muy interesantes realizados principalmente por científicos rusos utilizando
monos.
Demostraron que los sujetos indefensos padecían mayor estrés que los que podían defenderse,
aunque sea parcialmente.
Hemos dicho que cierta tensión en la vida es necesaria y deseable, que sin ella el hombre no
tendrá empuje ni iniciativas. Por lo tanto debemos afinar las cuerdas de nuestro violín para que la
melodía sea apropiada para nuestro tipo de vida. Las modificaciones de los procesos nerviosos y
hormonales producidas por estrés, junto con sus consecuencias pueden ser controladas o
moderadas por tres mecanismos básicos:
1- modificación de la conducta emocional (psicoterapia).
2- Modificación del estilo de vida (eventualmente con apoyo psicoterapéutico)
3- Terapia farmacológica y/o médica especializada.
Vemos entonces que en una persona un acontecimiento determinado no es el que lo altera sino su
interpretación de lo que ocurre, su propia realidad. Por lo tanto uno puede elegir cuando quiere
que el estrés lo afecte.
Los mecanismos sugeridos para reducir las consecuencias indeseables son:
1. Actuar suprimiendo o reduciendo los hechos estresores que detonan el proceso. Ser
realista con las expectativas. Detectar los hechos activantes. Definir las prioridades.
Desacelérese. Regálese tiempo para disfrutar. Desarrolle un sistema para manejar
situaciones.
2. Actuar modificando la interpretación o creencia del hecho.
3. Actuar sobre la respuesta o consecuencia, verifique su necesidad de relajación.
4. Mover la anatomía (actividad física).

Estrés, afrontamiento y vulnerabilidad. Saranon Irwin

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Al referirnos a la forma en que las personas se adaptan, es importante considerar las condiciones
en las cuales se realiza la adaptación. Algunas personas tal vez demuestren una conducta
adaptativa en la misma situación en las que otras se manejen pobremente.
¿Cuál es la razón? Tres conceptos: Estrés, control y vulnerabilidad.
El termino estrés se refiere a las reacciones de la gente ante situaciones que representan
exigencias, apremios u oportunidades que deban aprovecharse. La gente tiende a experimentar
estrés `psicológico cuando tiene que enfrentar un cambio inesperado o fuera de lo común, como
un desastre natural. Es probable que el estrés sea mayor cuando el cambio ocurre al mismo
tiempo que una crisis severa en su vida o al principio de un periodo crítico del desarrollo (como la
adolescencia).

El termino afrontamiento se refiere a la forma en que las personas manejan las dificultades y
tratan de superarlas. La capacidad de afrontamiento son las técnicas disponibles para que un
individuo haga esos intentos. Varias habilidades generales son útiles en el manejo de las
situaciones estresantes. Estas incluyen el pensamiento constructivo, el manejo de los problemas
conforme se presentan, el comportamiento flexible y el ofrecimiento de retroalimentación para sí
mismo acerca de que tácticas funcionan en una situación determinada y cuáles no. Lo útil que sea
cualquier habilidad en particular, depende de la naturaleza de la situación y de las vulnerabilidades
y cualidades del individuo. Tener una variedad efectiva de habilidades para el control fortalece la
sensación de autocontrol e independencia.

El termino vulnerabilidad se refiere a que tan probable es que respondamos de manera


desadaptada a ciertas situaciones. La vulnerabilidad puede aumentar por la herencia, por
características de personalidad, por falta de ciertas habilidades o por acumulación de experiencias
negativas inesperadas. Ciertas condiciones de la vida incrementan la vulnerabilidad de la gente y el
riesgo que corren de presentar una conducta desadaptada. Las personas que comparten estas
condiciones se convierten en parte de un grupo de alto riesgo que es más propenso a
experimentar los efectos negativos del estrés, estos grupos incluyen a los niños y adolescentes,
ancianos e inválidos y las minorías en desventajas.
Las intervenciones clínicas son formas de ayudar a las personas a manejar el estrés de modo más
efectivo. Una de las intervenciones puede ser una droga tranquilizante, esta reduce la
vulnerabilidad a la angustia intensa que se experimenta durante un tiempo específico. En otro
caso es necesario tomar en cuenta el deseo, motivaciones o conflictos de la persona. En ocasiones
la persona necesita aprender nuevas habilidades o nuevas conductas especificas en el manejo de
situaciones difíciles, para otras es necesario cambiar la forma en que se piensa sobre una
situación.
En la valoración de cualquier situación existen dos etapas. Durante la valoración inicial, los
individuos interpretan una situación ya sea como amenazante, o inofensiva. Durante la valoración
secundaria, considera la clase de acción que se requiere, así como la naturaleza y potencial de sus
recursos para manejarla. El grado en que la gente se sienta amenazada depende de la estimación
de sus recursos, que a su vez se basa en gran parte en la información que proporciona el ambiente
y sus propias experiencias y características.
La vulnerabilidad al estrés de una persona está influenciada por su temperamento, capacidades
para el afrontamiento y el apoyo social.

1. El temperamento comprende esos aspectos de la conducta de una persona que


demuestran un grado significativo de consistencia a través del tiempo y de una
situación cotidiana a otra. El nivel de actividad, el estado de ánimo y la propensión

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a distracción son ejemplo de los atributos del temperamento. Durante el ciclo de
la vida estos atributos pueden ser favorables o desfavorables dependiendo de las
situaciones cotidianas que enfrente el individuo.
2. Las capacidades de afrontamiento que las personas poseen para las experiencias
de la vida (sus expectativas, temores, habilidades) tienen una influencia sobre la
cantidad de estrés que sienten y cómo lo manejen. La experiencia y el éxito para
manejar situaciones similares, la confianza en sí mismo son bases solidas y la
capacidad para permanecer tranquilo, contribuyen a valorar en forma realista las
situaciones y las respuestas que se les dan. Estas características son un punto del
desarrollo de la personalidad, que a su vez, está influenciada por las relaciones
sociales. la cantidad de estrés que sienten.

Técnicas de afrontamiento
En el afrontamiento la gente utiliza sus recursos para dominar una situación o problema. Distintas
estrategias de afrontamiento son efectivas en los diferentes tipos de situaciones. La gente que por
lo general tiene un afrontamiento exitoso, cuenta con diversos recursos personales que incluyen la
capacidad para:
 Buscar información pertinente
 Compartir preocupaciones y encontrar consuelo cuando lo necesita
 Volver a definir una situación de manera que se pueda facilitar su solución
 Considerar las alternativas y analizar las consecuencias
 Emplear el sentido del humor para hacer menos tensa la situación
Aprender habilidades generales para controlar el estrés comprende el aprendizaje sobre como
pensar en forma constructiva, resolver problemas, comportarse de manera flexible y
proporcionarse retroalimentación acerca de las técnicas que funcionan y las que no.
3. El apoyo social. Existe cada vez mas evidencia que las formas desadaptadas de
pensar y comportarse ocurren con frecuencia entre personas que tiene poco
apoyo social. La cantidad y la efectividad del apoyo social disponible para una
persona desempeña un papel tanto en la vulnerabilidad como en el
afrontamiento. El apoyo social no solo es útil en el periodo se estrés sino que
también lo es en momentos de tranquilidad relativa. Nos ofrece la seguridad y
confianza en nosotros mismos para poner a prueba estrategias y obtener
habilidades adicionales de afrontamiento.

Desencadenamiento del estrés


Ya que el estrés tiene efectos perjudiciales en la conducta, el pensamiento y el funcionamiento del
organismo, es importante construir los recursos que tiene una persona para ayudar al
afrontamiento de la conducta.los sentimientos psicológicos molestos se presentan cuando la
gente experimenta estrés. Este también afecta la presión sanguínea, los niveles hormonales, las
ondas cerebrales, los niveles elevados de estrés pueden dar estremecimiento, tartamudeo y una
disminución en la efectividad con las que se realizan las actividades.las respuestas ante el estrés
comprende síntomas corporales, psicológicos y conductuales, pero la correlación entre estos con
frecuencia es baja.
 Respuestas psicológicas: incapacidad para concentrarse, irritabilidad, pérdida de confianza
en sí mismo, dificultad para tomar decisiones, distractibilidad, etc
 Respuestas orgánicas: pulso rápido, palpitaciones, aumento de transpiración, rechinar de
dientes, tensión de músculos, etc

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 Respuestas conductuales: deterioro de la efectividad de la actividad, aumento o reducción
de la alimentación, aumento o reducción del sueño, conductas nerviosas, tabaquismo,
consumo de alcohol o drogas, etc

Situaciones desencadenantes del estrés.


Dos tipos de condiciones que hacen que se desencadene el estrés y que requieren de una
adaptación son las situaciones que se presentan en la vida, con frecuencia en forma inesperada, y
las transiciones del desarrollo. Se presentan a continuación algunas formas en las que varían las
situaciones y circunstancias desafiantes:
1. Duración
2. Severidad
3. Posibilidad de pronosticar
4. Grado de pérdida de control (ejemplo, víctimas de un terremoto)
5. El nivel de confianza de sí mismo
6. Aparición repentina (ejemplo, un accidente es inesperado, en cambio las crisis
de la adolescencia se presentan de manera gradual)

Eventos traumáticos: su impacto psicológico proviene del daño físico real o de la amenaza de
daño, así como la posibilidad de `perder la vida los desencadenantes extremos del estrés ponen
en movimiento un ciclo de reacciones que se dirigen hacia la restauración del equilibrio entre el
concepto que la persona tiene de sí misma y las nuevas realidades de su vida. Las características
de personalidad preexistentes pueden inferir con una respuesta adaptativa después de un
desastre.
Crisis personales: los estresores pueden ser sucesos de largo alcance que afectan a muchas
personas, como un accidente aéreo, o pueden ser una crisis personal, como ser una violación.
Transiciones de la vida: en tanto que los desastres y otras crisis llegan a la persona desde el
exterior, otras crisis se originan a partir de la trayectoria de desarrollo personal del individuo.
Algunas transiciones del ciclo de la vida que pueden provocar el estrés son las siguientes:
 El nacimiento y logro de coordinación entre el infante y la madre
 Primeros pasos hacia la independencia
 Cambios biológicos
 Las principales transiciones educativas
 Entrada en el mundo del trabajo
 El matrimonio
 El tener hijos
 La jubilación, etc

Reacciones clínicas ante el estrés


El estrés desempeña un papel en la mayor parte de las condiciones que constituyen la psicológica
normal. Los trastornos del estrés que requieren atención médica o psicológica son patológicos
porque van más allá de las reacciones cognitivas y emocionales normales, esperadas, hasta los
desafíos personales más severos.
 Respuestas normales: sentir emociones fuertes después del evento, oponerse a pensar en
el suceso, tener pensamientos indeseables, síntomas físicos temporales, volver a tomar el
patrón normal de la vida
 Respuestas anormales: sentir preocupación excesiva por las emociones intensas,
experimentar pánico, resistencia extrema a pensar en el suceso, imágenes persistentes,
reacciones orgánicas fuertes, problemas a largo plazo para amar y trabajar.

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Tres condiciones que están relacionadas con el desencadenamiento del estrés: los trastornos
adaptativos, los trastornos postraumáticos y trastornos disociativo
Trastornos adaptativos: una persona con un trastorno desadaptativo es alguien que no se adapto
tan bien como la persona promedio a uno o más desencadenamientos del estrés que se
presentaron en los tres meses anteriores. Muchas veces las conductas desadaptativas tienden a
desaparecer cuando estas circunstancias estresantes desaparecen o cuando la persona aprende a
vivir con la nueva condición.
La severidad de un trastorno adaptativo no es directamente proporcional a la severidad del
desencadenante del estrés, ya que las características de la personalidad, así como las normas
culturales y grupos de pertenencia contribuye en la forma en la que un individuo maneja un
conjunto determinado de circunstancias.
Ejemplo, el duelo es la respuesta normal ante una pérdida, los síntomas del duelo son parte
normal de un proceso normal de recuperación, las primeras reacciones son un estado de choque,
sensación de incredulidad, negación de la realidad durante un tiempo, después viene un periodo
de desesperación, trastorno del sueño, pérdida del apetito, palpitaciones, etc. Cuando todos estos
síntomas perduran el tiempo y se hacen más fuertes es recomendable psicoterapias porque se
estarían manifestando de forma patológica.

Trastorno postraumático
En tanto que los desencadenantes del estrés en el trastorno adaptativo se encuentra dentro del
rango de la experiencia común, los trastornos postraumáticos comprenden experiencias extremas
cuyo efecto se pueden extender durante un periodo prolongado. Una característica es que en el
trastorno postraumático hay una tendencia de volver a experimentar el suceso. La aparición de la
condición clínica en los trastornos postraumático varía desde poco después del trauma hasta
mucho tiempo después. Estos trastornos se consideran agudos si la condición comienza dentro de
los primeros seis meses después del trauma, y tardíos si los síntomas surgen después de más de
seis meses. Las probabilidades de recuperación son mejores en formas agudas que en la tardía. A
pesar que las dificultades psicológicas preexisten pueden intensificar los trastornos
postraumáticos, muchas personas que desarrollan estos trastornos no tienen antecedentes de
problemas psíquicos.
Las personas que sufren estrés postraumático quizás muestren excitación automática excesiva, un
estado de hiperalerta, dificultades para concentrarse o para comprender las tareas y dificultad
para conciliar el sueño. La preocupación por el suceso traumático también puede llevar a la
reducción del interés en las relaciones sociales, la intimidad y la sexualidad. Son comunes los
síntomas dolorosos de culpabilidad, al igual que la depresión, la inquietud y la irritabilidad, en
algunos casos pueden existir brotes de conductas impulsivas, por lo general de naturaleza no
violenta, abuso de albohol y drogas. Debido al temor de volver a pasar por la situación traumática,
estas personas viven en un estado de hipervigilia y agitación.

Trastorno disociativo.
Estos trastornos son disturbios o alteraciones en las funciones de identidad, memoria y conciencia.
El trastorno se puede presentar en forma repentina o gradual y puede durar un breve período o
ser duradero y crónico. La identidad de la persona se puede olvidar de manera temporal, quizá se
asuma una identidad nueva o puede existir un sentimiento de pérdida del sentido de realidad.
Las personas con trastorno disociativo emplean una variedad de recursos dramática para escapar
de la ansiedad y conflictos provocados por el estrés. Su conducta comprende alteraciones
temporales, repentinas de la conciencia que sirven para olvidar las experiencias dolorosas.

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Muchos trastornos disociativos parecen empezar y terminar de forma abrupta y son provocados
por las experiencias estresantes. A pesar que estos trastornos ocurren por lo general después de la
niñez, en la mayor parte de los casos existen antecedentes de disturbios familiares graves.
Cuatro condiciones que se califican como trastorno disociativo son:
 Amnesia psicógena: comprende perdida de la memoria extensa pero selectiva. Ernest
Hilgard sostiene que la unidad de la conciencia es ilusoria, nuestra representación
consiente de de nuestras acciones es incompleta, casi siempre nuestra atención se divide
entre dos o más corrientes de pensamiento o cursos de acción. Los síntomas inconscientes
de ideas quizás se separa de la personalidad principal más importante y existen como
personalidades subordinadas, capaces de representarse en el consciente en determinadas
condiciones.
 Fuga psicógena: tiene como característica esencial un viraje inesperado lejos de casa y del
lugar de trabajo, adoptar una nueva identidad y la incapacidad o para recordar la anterior.
Esa persona forma una nueva vida en algún lugar distante como un individuo
aparentemente distinto. Este estado casi siempre termina cuando la persona “despierta”
de manera repentina, temerosa y afligida por estar en un lugar extraño en circunstancias
extrañas.
 Personalidad múltiple: es uno de los trastornos disociativo más dramáticos, un individuo
asume personalidades opuestas. Con frecuencia ninguna de las personalidades están
conscientes de las demás. En otros casos, existe una amnesia en un solo sentido, en la cual
la personalidad A es consciente de las experiencias de la personalidad B, `pero tanto que
esta última permanece inconsciente de la A.
Muchos clínicos coinciden que la personalidad múltiple es una adaptación psicológica a las
experiencias traumáticas de los primero años de vida. Estas experiencias son severas y dramáticas
 Despersonalización: existe un cambio de la percepción de sí mismo y el sentido de realidad
de la persona se pierde o cambia en forma temporal. Con frecuencia el individuo tiene la
sensación de no controlar por completo sus acciones, inclusive su lenguaje. La aparición de
la despersonalización es casi siempre rápida y da lugar a un deterioro social u ocupacional.

Interpretación de los trastornos disociativo.


La disociación parece representar un proceso en el cual ciertas funciones mentales, que por lo
general se encuentran integradas con otras funciones, en apariencia operan en una forma separa
o automática, casi siempre fuera de la esfera de la conciencia y el recuerdo. Quizás se describa
como una condición en la cual la información se aparta de manera activa de sus asociaciones
normales o esperadas. Estos trastornos son difíciles de explicar porque no es claro si un caso
comprende de disociación o si es alguna clase de manifestación psicótica, también es difícil
obtener información para sacar conclusiones razonables.
Los trastornos disociativo generalmente se analizan en términos psicodinámicos y cognitivos.

“Stress”. Evolucion histórica del concepto de estrés”. Soly Bensabat, Hans Selye y otros
Los investigadores en el campo de la medicina han demostrado que a pesar de la diversidad de
problemas que se pueden plantear a los individuos, el cuerpo reacciona en ciertos aspectos
siguiendo un modelo estereotipado, es decir, por medio de cambios biológicos que le permiten
hacer frente a demandas acrecentadas de actividad vital.
En la antigua Grecia, Hipócrates reconoció la existencia de un poder curativo de la naturaleza,
compuesto de mecanismos inherentes al cuerpo y destinados al restablecimiento de la salud
después de una exposición del cuerpo a los agentes patógenos.

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Las primeras investigaciones tropezaron con obstáculos porque no se había establecido una
diferenciación entre distres y estrés.
En el siglo xx Claude Bernard demostró que una de las principales características de los seres vivos
reside en su poder de mantener la estabilidad de su medio ambiente interno cualesquiera que
sean las condiciones externas y las modificaciones que se produzcan en el ambiente externo.
Lo que Claude Bernard legó fue un estímulo para los investigadores que le sucedieron, para seguir
los estudios de pionero respecto a la adaptación, a los cambios particulares que aseguran un
estado de estabilidad.
En el siglo XX Cannon propuso el término “homeostasis”, estas investigaciones establecieron la
existencia de mecanismos fisiológicos bien definidos que aseguran una protección contra el
hambre, la sed, la hemorragia y contra los factores que tienden a perturbar la temperatura normal
del cuerpo, el pH de la sangre, el porcentaje de azúcar, de grasa, de calcio que entran en la
composición plasmática y aseguran el equilibrio del metabolismo.

¿A QUE LLAMAMOS ESTRÉS?


“Es la respuesta no especifica del organismo a toda demanda que se le haga”, es una definición
amplia y significa que cualquier demanda que se le haga ya sea física, psicológica o emocional,
provoca una respuesta del organismo idéntica y estereotipada.
En otros términos una emociónagradable, una alegría intensa, etc. producen los mismos efectos
que una emoción desagradable o una mala noticia, los dos casos son causa de estrés.
Se deduce que” el estrés es la respuesta a unas demandas muy dispares llamadas llamadas
factores de estrés o estresores”
Existe una respuesta completamente biológica y común a todos esos factores y por tanto no
especifica, independiente del tipo de factor causante y que se traduce en un conjunto de cambios
y de reacciones bilógicas y orgánicas de adaptación general. El estrés está íntimamente unida esas
reacciones no específicas de adaptación que Selye llamo SINDROME GENERAL DE ADAPTACION,
Gracias a este nos adaptamos a las condiciones cambiantes del medio ambiente.

¿EL ESTRÉS ES UN FENOMENOS SOCIAL NUEVO? (SOLY BENSABAT)


No es un fenómeno nuevo, ha existido siempre, ligado al proceso de vida y evolución del hombre.
Lo que es nuevo es la cualidad dele estres, que se ha hecho más psicológico y emocional que físico,
pero también más nefasto y mortífero.
El estrés reviste en las sociedades modernas una forma mortífera y mórbida. Se ha hecho más
refinado, esencialmente psicoemosional, remplazando al estrés físico de las sociedades primitivas
o al de la supervivencia del hombre y de la enfermedad en las sociedades en vía de desarrollo.

¿QUE ES EL SINDROME GENERAL DE ADAPTACION O SGA? (HANS SELYE)


Desde el punto de vista científico el estrés se define como el estado manifestado por el síndrome
general de adaptación, hay estrés cuando existe SGA y es causante de estrés todo agente que
provoca SGA.
El SGA afecta al organismo entero, corresponde al síndrome del estrés, es decir a la respuesta
aportada al agente y que se traduce en un conjunto de modificaciones bilógicas responsables de
las distintas manifestaciones somáticas funcionales y orgánicas.
El estrés se puede medir por la intensidad de las manifestaciones de SGA y gracias a este nuestros
diversos órganos, principalmente las glándulas endocrinas y el sistema nervioso nos ayudan a
adoptarnos a las modificaciones que se producen en el interior y exterior de nuestro cuerpo.
El SGA en su forma típica se desenvuelve en tres fases:
-una reacción de alarma.

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-una fase de resistencia.
-una fase de agotamiento.
No es necesario que intervengan las tres fases para que podamos hablar de SGA. Solo un estrés
muy grave desemboca en el agotamiento y en la muerte. La mayor parte de los esfuerzos físicos o
mentales de adaptación, las infecciones y los otros agentes posibles de estrés provocan unas
modificaciones que corresponden solamente a la primavera y a la segunda fase.
En primer lugar los individuos nos encontramos en estado de alarma y de sufrimiento y luego
viene una adaptación del organismo. En el transcurso de una vida normal pasamos con mucha
frecuencia por las dos primeras fases.
El agotamiento en sí mismo no es siempre total irreversible puesto que solo afecta a determinada
parte del cuerpo.
Cuando un microbio virulento atraviesa la piel, provoca una inflamación local aguda, este
síndrome local de defensa y de adaptación a nivel de la piel se llama síndrome local de adaptación
o SLA.
Varios síndromes más se pueden producir a nivel local y según su intensidad y amplitud pueden
provocar un SGA. Solo cuando el organismo es usado por la suma importante de adaptaciones se
alcanza el ultimo estadio de agotamiento de SGA. Es la fase de aparición de las enfermedades de
adaptación y desgaste:
- La secreción de los corticoides en la sangre sube muy rápido durante la reacción de
alarma, lo que explica la hipertrofia de las capsulas suprarrenales observadas en la
autopsia.
- Esa secreción desciende enseguida hasta el límite de lo normal durante la fase de
resistencia.
- Y vuelve a subir de nuevo durante la fase de agotamiento.
Esas tres fases nos hacen pensar en tres etapas de la vida:
-infancia caracterizada por débil resistencia y demanda excesiva de respuesta a los estímulos.
-edad adulta, el organismo se va a adaptando a los agentes causantes de estrés y la resistencia
acrecienta.
-tercera edad, perdida de adaptación agotamiento que de ella se deriva.

¿EXISTE ESTRÉS BUENO Y ESTRÉS MALO? (SOLY BENSABAT)


Si, el termino estrés abarca dos situaciones distintas, una agradable el buen estrés o eustres, otra
desagradable, el mal estrés o distres.
El buen estrés e todo aquello que causa placer, todo lo que se quiere o se acepta hacer en armonía
con uno mismo, con el medio ambiente y con su propia capacidad de adaptación.
El mal estrés es todo aquello que disgusta, todo cuento se hace a pesar nuestro, en contradicción
con uno mismo, su medio ambiente y su propia capacidad de adaptación.
En los dos casos existe una respuesta biológica de adaptación y secreción de hormonas de
adaptación. Pero de hecho la distinción es mal sutil porque el buen estrés biológicamente se
puede convertir en un mal estrés cuando supera el nivel de adaptación propio de cada individuo y
provoca una respuesta excesiva que acarrea las respuestas somáticas.
Todo depende también la manera en que se reciben e interpretan los acontecimientos.

¿CUANDO SE DICE QUE UNA PERSONA ESTA SOMETIDA A ESTRÉS?


Cuando la dosis de estrés acumulada supera un umbral óptimo de adaptación y su organismo
empieza a manifestar señales de agotamiento, la fecha de aparición de esta fatiga de adaptación
es variable y depende tanto del perfil psicológico de la persona como de la suma de la frecuencia
de las adaptaciones vividas.

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La fatiga es una señal frecuente y precoz puede ser física, mas importante por la mañana que por
la tarde, traducida por un cansancio, falta de energía y ausencia de gusto para hacer lo que se
debe hacer, la fatiga intelectual e falta de concentración, los vacíos de memoria. Las relaciones
sociales se hacen difíciles y tensas.

¿A QUE LLAMAMOS AGENTES PRODUCTORES DE ESTRÉS?


A los que provocan el SGA, estos agentes no son exclusivamente de naturaleza física, los hay así
mismo de naturaleza psicoemosional, el despertar psicológico es un fenómeno que favorece al
estrés pero no indispensable.

¿QUE DIFERENCIA EXISTE ENTRE ESTRÉS AGUDO Y ESTRÉS CRONICO?


- El estrés agudo corresponde a una agresión frecuentemente violenta, física o
psicoemosional, pero limitada en el tiempo.
- El estrés crónico corresponde a agresiones violentas o con más frecuencia moderada, pero
repetidas y próximas en el próximas en el tiempo, exigiendo una adaptaciónfrecuente. Es
la suma de pequeños estrés, que constituyen a la larga una dosis total excesiva y que
sobrepasa un umbral de resistencia.
- En los dos casos la respuesta del organismo se hace en el plano físico, psicológico y
evidentemente en el biológico. El estrés agudo también puede ocasionar, en
determinados casos, unos trastornos psicosomáticos.

¿CUALESSON LAS CAUSAS DEL ESTRES?


Factores del mal estrés, los que exigen un exceso de adaptación física, psicológica o biológica:
Factores Psiciemosionales:
-la frustración.
-Insatisfacción, tedio, el miedo, el agotamiento por cansancio.
-La decepción.
-Los celos, envidia, timidez.
- la impresión de no haber logrado el éxito.
- preocupaciones materiales y profesionales.
-problemas afectivos y conyugales.
- cambios frecuentes de cambio de ambiente, el trasplante, mudanzas, etc.
Factores físicos:
-el hambre y la enfermedad.
-agotamiento por cansancio físico o fatiga.
-el frio, grandes calores.
-la polución.
- el ruido.
- el trabajo de noche.
Factores Biológicos:
Estos son los factores alimentarios: -subalimentación y superalimentación.
-malnutrición y desequilibrio alimentario.

¿EXISTEN FACTORES INCONSCIENTES DE ESTRÉS?


No siempre son conocidos, pueden que sean desconocidos, subestimados, inconscientes.
La frustración, el darle vueltas a un asunto, el temor, el recelo, el sentimiento de insatisfacción, la
ausencia de motivación y de finalidad de la vida son otros tantos estrés inconscientes y
responsables de una tensión psicológica latente y constante.

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¿CUAL ES EL NIVEL OPTIMO DE ESTRES?
El nivel óptimo es la dosis de estrés biológicamente necesaria para cada individuo con el fin de que
funcione de manera armónica en unas condiciones óptimas compatibles con su personalidad y sus
posibilidades de adaptación.
- Si nos apartamos del nivel óptimo ya sea por exceso o por defecto el estrés se convierte
en distres y exige una adaptación particular de nuestro organismo por encima de las
normas fisiológicas en los diferentes planos.
- Por debajo del umbral la respuesta se traduce en enojo y fatiga. La inactividad exagerada y
el reposo completo no son de recomendar.

¿CUALES SON LOS FACTORES CONDICIONANTES?


Son aquellos que modifican nuestra receptividad a los agentes causantes del estrés. Estos factores
condicionan y determinan la respuesta física, psicológica y biológica del organismo.

LA TEORIA DEL PUNTO DEBIL


El eslabón más débil dela cadena es que se romperá bajo el efecto del estrés. Ese eslabón es
distinto según los individuos. Todos tenemos un órgano más débil que los otros.
Los factores condicionantes modifican la eficacia de las respuestas neuro-hormonales de defensa
del organismo, y entre ellas la cualidad y la cantidad de secreción de adrenalina y de corticoides.
La secreción de estas hormonas que determinan las respuestas metabólicas y las reacciones de
nuestro comportamiento depende del psiquismo que juega un papel primordial en el dominio del
estrés.
Como conclusión, podemos decir que el mecanismo biológico del estrés es siempre idéntico, pero
los resultados varían en función del agente causante del estrés y de los factores que condicionan
el grado de vulnerabilidad al estrés. Una buena prevención del estrés de tener en cuenta a la vez el
factor causante, la personalidad del individuo y el órgano vulnerable que hay que proteger.

¿LA INTENSIDAD Y LA DURACION CONDICIONAN LA CUALIDAD DEL ESTRES?


Cuanto más intenso es el factor causante de estrés más importante es la reacción de adaptación,
tanto en el aspecto biológico, como psicológico y físico. De la misma forma, un estrés
psicoemocional, una emoción agradable o desagradable provocan una respuesta del organismo,
tanto más importante cuanto más violenta es la emoción.
Las experiencias del Dr. Lennart Levi han demostrado que las películas de violencia, de guerra, de
horror o las eróticas producen en el espectador una secreción masiva de adrenalina, mientras que
las películas sin violencia ni excesos de cualquier orden no modifican esa secreción de
catecolaminas.
Las consecuencias patológicas de la intensidad de estrés están vinculadas a la cantidad de
hormonas segregadas.
La duración de estrés y el tiempo de exposición al mismo condicionan el agotamiento.

¿EL CAMBIO ESUN FACTOR DE ESTRÉS?


Todo cambio es factor de estrés. Y también podemos incluso decir que el estrés es la enfermedad
del cambio, del cambio rápido o excesivo que obliga a adaptarse constantemente.
En el siglo XX el ser humano ya no dispone de posibilidad de elección, se ha de adaptar o
desaparecer.

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Los cambios deseados y preparados causan menos estrés que los cambios imprevistos, bruscos y
sobre todo sucesivos.
Todo cambio provoca una solicitación psicológica de atención y una reacción de adaptación
psicológica, física y biológica. Cuando el hombre modifica sus costumbres, eso se traduce por un
cambio de los estímulos familiares que el cerebro reconocía sin esfuerzo de adaptación.
Desde el punto de vista biológico, hay que saber que toda situación nueva conlleva en si una
reacción de atención y de vigilancia que va acompañada de una secreción aumentada de
adrenalina, y de ahí el peligro de los cambios sucesivos y sobre todo importantes. En efecto, ello
da como resultado una secreción y una acumulación de adrenalina, cuyos efectos secundarios
sobre el sistema cardiovascular son bien conocidos. Mientras que, al contrario, una situación
familiar va acompañada de una disminución de la secreción de adrenalina.
La acción directa de un agente de estrés sobre una parte limitada del cuerpo se llama “estrés
local”, y la reacción defensiva de adaptación “síndrome local de adaptación”, o SLA.
Nuestro cuerpo puede sufrir simultáneamente varios estrés locales sin que exista un estrés y una
reacción general de defensa. Solo cuando el estrés local se hace intenso y la agresión “desborda”
se da una respuesta más extensa por medio del síndrome general de adaptación que aporta su
ayuda a la lucha local.
La acción de un agente sobre un mismo órgano puede terminar con el agotamiento y la “muerte”
de ese órgano. De ahí el interés en diversificar la acción de los agentes de estrés y de repartirlos
por el cuerpo. Un exceso de estrés físicoesagotador, y de ello es también valido para el exceso de
estrés psicoemocionales, que sirven del psiquismo y del equilibrio mental.

¿EL HOMBRE Y LA MUJER REACCIONAN DE LA MISMA FORMA AL ESTRÉS?


 La mujer presenta con mucha más frecuencia dolores de cabeza, jaquecas, vértigos, asma
y sobre todo alteraciones cutáneas. En la mujer algunas reacciones cutáneas pueden surgir
en circunstancias específicas tales como el parto y la completa amenorrea durante meses
o muchos años son característicos del estrés crónico de la mujer y representan una
expresión original y no excepcional.
 El hombre, al contrario, está más sujeto a las enfermedades cardiovasculares que la mujer,
a la hipertensión arterial y a la ulcera gástrica. Sin embargo, desde la generalización del
trabajo femenino y el consumo del alcohol y de tabaco por las mujeres, la predilección de
las enfermedades cardiovasculares por el hombre resulta cada vez menos cierta.
 El hombre y la mujer se ven igualmente afectados por los trastornos sexuales, la frigidez,
el descenso de la libido, y asimismo por la depresión reaccional ente el estrés. La
diferencia de sensibilidad y de reacción al estrés se debe ciertamente a la sensibilidad
particular de los apartados de nuestros organismos, al distinto papel social del hombre y
de la mujer, y sobre todo a la influencia de otros factores de riesgo, tales como el
nicotismo, el alcoholismo, el modo de vivir, etc.

VINCULO ENTRE ANSIDAD, ANGUSTIA Y ESTRES


La ansiedad y la angustia son una expresión corriente y constante del estrés. La ansiedad y la
angustia se manifiestan a menudo bajo la forma disfrazada de un trastorno psicomático, variable
de un individuo a otro. La aceleración inopinada del ritmo cardiaco es una traducción frecuente de
cello que llega hasta la crisis de taquicardia que aparentemente se sucede sin causa, al reposo y a
veces a distancia de la situación que causa estrés, lo que implica un fenómeno de “darle vueltas al
asunto”.
La ansiedad es una causa de estrés y el estrés crónico es una causa de angustia y ansiedad. La
distinción entre ansiedad y angustia resulta algo difícil de establecer. La ansiedad corresponde a la

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espera psicológica y al temor de un acontecimiento feliz o desgraciado. Va acompañada de un
dolor psíquico penoso que puede ser muy vivo y en determinados casos, de manías, de palabras
calculadas, de excitación o al contrario en las formas de gran ansiedad de postración con la mirada
siempre fija.
La angustia en una forma particular de ansiedad en la que predomina el dolor torácico y la
sensación de muerte inminente.
La ansiedad y la angustia crónica son responsables de una fatiga muchas veces importante, de una
disminución psicomotora y de una falta de entusiasmo, de iniciativa y de interés que pueden llevar
a una depresión reaccional.
Desde el punto de vista fisiológico la ansiedad se confunde con estrés psicoemocional que la
provoca. El estímulo emocional provoca a nivel del cerebro y de los neurotransmisores unas
reacciones que pueden ser anormalmente amplificadas y que modifican las percepciones
sensoriales y el análisis cognoscitivo y real de las situaciones. La excitación de los sistemas
vegetativos y del hipotálamo provoca unas descargas hormonales responsables de
manifestaciones somáticas (palpitaciones, sudores, etc.).

¿EXISTE CORRELACION ENTRE TENSION MUSCULAR Y ESTRÉS?


La tensión muscular es un buen indicador de estrés y ansiedad. Toda tención psicológica se
traduce por un aumento inconsciente y reflejo de tensión muscular, que prepara el cuerpo para la
defensa y en situaciones de amenaza, para la huida o para el combate. Esa tensión muscular es
responsable de los estados de estrés de las agujetas, de las contracciones dolorosas, etc. A la
inversa la relajación muscular, lleva consigo relajación psicológica y la sensación de bienestar,
La tensión muscular es provocada por el estrés para que el sujeto se mantenga en pie y esté
alerta. Cuando la tensión psicológica persiste como el estrés crónico, la relajación muscular no
tiene tiempo de hacerse, la tensión se mantiene incluso durante el sueño.

¿CUAL ES EL PAPEL DEL ESTRÉS EN EL PROCESO DEL DOLOR?


Estrés y dolor son ciertamente fenómenos independientes. El dolor es una causa de estrés y por
regla general el estrés amplifica el dolor.
Ambos estimulan a la hipófisis que segrega ACTH (corticotropina) y a si mismo endorfinas u
hormonas cerebrales neurotransmisoras, que acentúan a su vez para modular tanto el dolor como
las reacciones de estrés. El dolor lo mismo que el estrés depende de la manera como lo percibimos
y lo comprendemos. Los factores psicológicos y culturales desempeñan un papel importante en su
percepción.
Existe una víaespecífica para el dolor en la región dorsal de la medula espinal y un centro cerebral
especifico del dolor, situado en la base del cerebro en la formación reticulada y los canales de
acueducto, muy ricos en encefalinas y en endorfinas, que son antalgicos muy fuertes. Las
informaciones dolorosas procedentes de la piel y de cualquier otra parte del cuerpo y transmitidas
por las vías sensitivas llegan a la córnea dorsal de la medula, de donde el mensaje del dolor
asciende a través de la medula espinal hasta el cerebro que integra el dolor por medio de la
formación reticulada.

¿LA PERTURBACION DE LOS RITMOS BIOLOGICOS CONSTITUYEN UN FACTOR DE ESTRÉS? (SOLY


BENSABAT)
Sí, es un factor de estrés. ¿Qué es el ritmo biológico? Es el ritmo de actividad natural de nuestro
organismo en función del tiempo, este ritmo comprende fases alternas de gran y débil actividad.

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La perturbación de los ritmos provoca una perturbación de las constantes biológicas del
organismo, unas secreciones hormonales y también una perturbación de la actividad psicológica,
responsable de diversos trastornos: fatiga, irritabilidad, alteraciones del sueño, etc.

¿EL ESTRÉS FAVORECE EL ENVEJECIMIENTO PREMATURO?


Según Hans Selye el estrés es el equivalente a un fenómeno de desgaste del organismo, ese
desgaste es tanto más importante y precoz cuando mayor es la dosis de estrés.
Existe una diferencia entre la edad cronológica que depende de la fecha de nacimiento y la edad
fisiológica, “la edad de las arterias” que depende de la calidad de vida.
Cada estrés y más en particular el fracaso, la frustración y la coacción, determinan un desgaste y
deja una cicatriz indeleble y resultante de la acumulación de los tejidos de los subproductos de las
reacciones químicas y metabólicas que ha provocado.

Unidad Nº 4: El sujeto en emergencia

Las crisis individuales. “esto solo me pasa a mi” o “esto solo le pasa a mi familia”. Otras de
situaciones terribles de las crisis individuales es la sensación, el sentimiento de alienación, de no
pertenecer. Es un estado confusional, de mucha desorientación, por eso al no tener más recursos
personales con que contaba el sujeto, al perder los recursos habituales, aparece el aislamiento.
La culpa como sentimiento predominante, tanto por el que padece, porque produjo todo un
cambio en su estructura, como por su entorno, porque dudan con respecto a lo que sienten y a
sus propias percepciones, lo que aumenta y amplia la crisis.
La diferencia entre crisis individuales y las situaciones colectivas: inundaciones terremotos,
incendios: son experiencias compartidas, es decir, hay un apoyo social de inmediato; entonces
aparece la validación de estos sentimientos y percepciones; es decir hay una posibilidad de
compartir, de elaborar estas situaciones de una manera totalmente distinta.
Los grupos de autoayuda, reemplazan la posibilidad de contención social., por la situación de
compartir con otros las experiencias, de aprender de las experiencias de otro, de no sentirse tan
solo, ésta es la función básica e importantísima de favorecer lo grupal. Porque van dándole a una
crisis con vivencia de aislamiento, de culpa, de alienación un marco de contención que la
transforma en una experiencia compartida. Dolorosa, angustiante, y difícil pero compartida.
Validada: lo que yo pienso, lo que yo siento, les pasa a otras personas que están en situaciones
similares, la función del grupo es pasar la vivencia individual, solitaria, a una vivencia vivida
grupalmente.
Es importante no olvidar la función que tiene aportar información a la gente, sobre la
problemática que presente, como un recurso de conocimiento que puede ser de gran ayuda para
él o su familia. También es una forma para que las personas puedan recuperar el control de a
poco, de esas situaciones que viven como descontroladas.
El modelo de intervención en crisis, debemos tener en mente la posibilidad de que a esa persona o
familia vamos a verla una sola vez. Cuando trabajamos en crisis es importante que tratemos de
descubrir que recursos tiene el consultante, que tiene de sano, porque con eso vamos a resolver la
crisis. Hay que buscar lo sano y las personas con que cuenta. Descubrir rápidamente cuales son sus
mecanismos de resolución de problemas, porque es absurdo en situaciones de crisis enseñar algo
nuevo. Hay que buscar sus características de personalidad, su estilo, para que pueda resolver una
situación nueva. Como psicoterapeuta debemos ser ampliadores, facilitadores de caminos. En una
situación confusional, en una situación de angustia extrema, tenemos que darles los elementos,
no podemos esperar a que los descubra el paciente. Nosotros si se los podemos dar porque,

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nosotros sí estamos entrenados: descubrir su estilo y sus recursos habituales para los que pueda
desplegar es esa situación y después si podemos ampliar.

Los que intervienen en una situación de crisis son:


Profesionales: médicos, psicólogos, asistentes sociales.
Paraprofesionales: paramédicos, policías, bomberos, sacerdotes, voluntarios, auxiliadores.
A nivel profesional serían todos los llamados agentes de salud, pero también los abogados, jueces,
azores de menores, etc. Para poder manejarse en un mínimo de coherencia, deberían todos recibir
entrenamiento en intervención en crisis.
De hecho los paraprofesionales también deberían ser entrenados así mismos como los maestros
de todos los niveles.
Lo que caracteriza a una situación de crisis es lo inesperado, lo abrupto. La crisis funciona como
amenaza, a lo que conocíamos, como nuestra estabilidad emocional, a nuestro bienestar,
económico, a nuestra identidad.
Como terapeutas debemos trabajar, sin importar sobre la línea con lo que lo hagamos, tres
niveles: lo emocional, lo cognitivo, y lo conductual. ES importante tomarnos un tiempo como
terapeutas cuando ante situaciones entran en contacto nuestra historia, porque desde cuidarnos
vamos a poder cuidarnos, por eso es importante no trabajar solos, debemos tener grupos de
pertenencia, donde podamos decir que nos pasa como persona, como padres, como parejas, etc.
Intervención en crisis. Para hablar de ello tomamos la teoría de dos psicoterapeutas
norteamericanos-1944- a raíz de que se incendio una discoteca donde murieron cientos de
personas, siendo uno de ellos psicólogos del hospital de Boston, Lindenmann y Caplan, empezaron
a trabajar y a improvisar con lo que tenían porque no había experiencias anteriores. Empezaron a
trabajar con la comunidad y a descubrir desde la práctica.

Cuatro fases de reacción ante la crisis:


Ante la situación de crisis, fase 1: tensión, modos habituales de resolución de problemas.
La tensión aparece en nuestro lenguaje corporal, a en nuestra experiencia. Por lo general hacemos
modos de resolución de problemas o diversas situaciones según nuestros mecanismos habituales,
pero seguimos estando muy tensos y además se suman reacciones físicas; si estos modos no
resultan eficaces la tensión va a seguir aumentando porque la situación no se resuelve; todo va ir
en aumento, es ahí cuando se empieza a practicar estrategias por ensayo y error, y así hasta que
nada resulta; por eso no debemos olvidar que la crisis implica una reacción emocional, y debemos
trabajar para aliviar la reacción emocional, bajar la ansiedad, bajar la tensión, lo que empieza a
caracterizar la fase2: aumenta la tensión, fracasan los modos habituales de resolución de
problemas, se intentan estrategias de ensayo, fase 3: aumenta la tensión, aparecen recursos
adicionales y originales de emergencia, en un solo día u horas, el paciente puede llegar a una
situación de excitación psicomotriz o de sintomatología ,,muy florida, en los días puede acarrear
trastornos de alimentación, de sueño, etc. Momento en que debemos “tener cuidado” porque la
gente suele hacer las cosas sin tener metas claras y se puede correr riesgos, económicos, físicos,
emocionales, porque esta moviéndose par bajar la ansiedad, con mucha desorganización,
moviéndose para cualquier lado.
Lo ideal es que ayudemos ala persona para que no llegue a este cuadro fase 4: debemos redefinir
el problema, si tenemos éxito en la intervención: se redefine el problema, se lo acepta
(resignación), se resuelve el problema.
En toda crisis lo primera que debemos hacer es desculpabilizar al sujeto; por lo consiguiente
debemos mostrarles que, las personas no podemos elegir las situaciones que vamos a vivir, pero sí

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podemos elegir como las vamos a vivir; es decir, no podemos prometer ningún futuro, pero si
podemos ayudar aprender d esa situación, que l puede servir para el futuro.
Un factor importante es conocer la religión y/o credo de los pacientes ya que nos pueden dar
muchos elementos de trabajo, sobre todo en una situación de crisis donde los sentimientos
religiosos pueden actuar como muy buen sostén.
Es importante, en cada entrevista, desde la propia emoción reconocer que es lo que nos mueve,
que nos despierta, que nos asusta de lo que esta planteando la persona.

Debemos armar con los pacientes un ecograma = armar conciente, cognitiva y puntualmente una
red social, so hay o no familiares, amigos, etc. =buscar un contexto ecológico. Empezamos
pidiéndole al paciente que haga una lista de personas, empezando por las mas cercanas- “cuadro
concéntrico, que marca el grado de distancia de relaciones- donde el más lejano es el “carnicero”
que es quizás con el que no tenemos un relación muy directa, hasta llegar al los amigos
incondicionales, que son los que nos escucharan sin prejuicio. A estos últimos se les asignan las
siguientes características: franqueza, contacto personas, sentimientos, afecto, servicialidad,
humor, contradicciones, crítica, admiración.
En muchas situaciones de crisis funcionamos como un “banco de datos”, debemos manejar
números telefónicos, instituciones o servicios que puedan proveer sostenes diferentes.
En los grupos de autoayuda se corre el riesgo de que se transforme en “ghetto”, se cierran mucho
las fronteras, es decir, que no sean el único lugar por donde circula la gente con problemas, que
tengan contactos con otras personas. Estos grupos son un lugar de aprendizaje.

Conclusiones de Linderman y caplan:


- una persona o familia en crisis puede ser receptiva a cambios importantes en un
periodo de tiempo corto y pueden ser ayudados en un período de tiempo corto y pueden ser
influenciados y ayudados por otros. Nos encontramos haciendo cosas que jamás imaginaríamos
que las hubiéramos hecho.
- La resolución adaptativa de las crisis puede resultar en cambios positivos y
duraderos, quizás cambios que en situaciones normales no lograríamos.
- La relación con otros significantes, terapeuta, familia, amigos, es una parte
importante de la intervención en crisis.
- La meta fundamental de la intervención en crisis es proveer al máximo apoyo y
asistencia a individuos y sus familias para permitirles recuperar su equilibrio psicológico lo antes
posible, para reducir riesgos en en plano de la salud psicológica, física, económica, material,
familiar, etc.

En situaciones en crisis debemos tratar de conseguir información focalizada, la mayor cantidad de


información en el menor tiempo posible; por ejemplo hacer un genograma que nos permite
ubicarnos en el contexto familiar.
Los vecinos son elemento a recatar en intervenciones en crisis; también el promover, las
emociones del consultante, permitirle que llore que exprese su bronca, ponerle una mano en el
hombro a modo de contención, etc.
Es bueno trabajar con el plano de una casa, que permite ubicar a la persona, por ejemplo en
situaciones de violencia saber donde esta la puerta y así salir de manera rápida de la habitación.
También en situaciones de crisis de la persona puede desorganizarse hasta que puede ser
peligroso para sí mismo o para nosotros como terapeutas, lo que nos obliga a pensar en nuestra
propia integridad, por ejemplo trabajar con la puerta abierta.

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Las intervenciones en crisis apuntan al reconocimiento y clasificación de la situación nueva, al
cuidado de la salud y a bajar la tensión. Desde el punto de vista afectivo se trata de favorecer el
reconocimiento y expresión de las emociones y sentimientos: culpas, miedos, rabia, confusión, e
impotencia. Desde lo cognitivo, revisar creencias y expectativas, buscar nuevas soluciones y
proyectos, diferenciar lo urgente de lo importante. En lo comportamental proponer que solo s
realicen los cambios inevitables en un primer momento, luego lograr paulatinos cambios de
actividades, conductas, actitudes y relaciones con la gente.
Es bueno pedirle al consultante que escriba una carta como reparación del dolor o pérdida, es un
recurso sencillo pero eficiente.
En situaciones de crisis hay que tomar la menor cantidad de decisiones posibles, porque es muy
fácil confundir lo urgente con lo importante.
Ninguna crisis se resuelve, se elabora, si no hay un cambio comportamental, porque la crisis nos
enfrenta a situaciones de cambio.
Watzlawick, Weakland y Fisco “Modelo de ayuda de cuatro personas”:
Describir el problema o crisis de forma concreta y comportamentales. Tratar de comprender la
función del problema y si tiene algún beneficio.
Investigar los intentos de solución previos para dichos problemas.
Clara definición del cambio que es necesario realizar.
Formular e implementar un plan que reproduzca el cambio.
Resumidamente: para intervenir en crisis se requiere: multiplicidad de recursos terapéuticos:
elementos como el dibujo, la poesía, el modelado, explorar con el consultante que es lo que puede
servir como elemento de trabajo en una actividad reparadora.
Profesionales sensibilizados y concientizados.
Trabajo multidiciplinario: contacto frecuente con otros profesiones dar y recibir información.
La intervención en crisis es activa, directa, breve, práctica y focaliza los recursos y fortalezas y no la
patología.

Intervenciones en Crisis desde el Enfoque Posracionalista y el Marco Narrativo de la Experiencia


Humana. A gusto Zagmutt Cahbar

Desde el marco pos racionalista la noción de crisis es consistente con la idea de que el
conocimiento humano es algo que dice el organismo que conoce y no de algo externo a él como si
la crisis fuera una enfermedad o una desviación de un orden ideal y evaluable desde afuera.
Comprender que la experiencia humana centrándonos en las restricciones experenciales que están
en la base del desarrollo y mantención de un sentido de si mismas únicas y estables en el tiempo,
condición fundamental para sobrevivir e un mundo intrsubjetivo en el que es central mantener la
coordinación y reciprocidad con los demás.
Crisis surge cuando la presión de las vivencias no reconocidas sobrepasa la barrera de estos
mecanismos de contención de la coherencia y desafían directamente el mundo explicito
construido en la trama narrativa, amenazando el sentido de continuidad vital, dado que el no
reconocimiento de uno mismo implica el riesgo de desintegración.
Abordaje terapéutico: promover las condiciones para que el paciente use sus capacidades
autoorganizativas para asimilar la experiencia en curso. Busca que el paciente logre relacionar lo
que le ocurre con su propia modalidad de organizar la experiencia, descentrándose de la
necesidad de controlar lo que le ocurre y recentrandose en comprender como esta dejando fuera
de su historia personal aspectos emotivos centrales. Llegar a comprender cuales son las reglas
internas de funcionamiento por las que esto ocurre, pudiendo de este modo llegar a lograr una
articulación y control de desbalance.

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Guiar al paciente a examinar y reconstruir los eventos que tienen carga emotiva significativa en un
contexto terapéutico en que el terapeuta guía al paciente a examinar diversas experiencias
traducidas a escenas de un modo estratégico aunque intruccional. Ayudar al paciente a visualizar
en su pantalla interior de modo tal de que el logre hacer distinciones en al experiencia inmediata
que la hagan viable el poder integrar estas distinciones a su historia personal, como algo real,
propio y comprensible y no como algo extraño y amenazante.
Intervención en crisis: el ingrediente activo sigue siendo el método autoobservacional y la calidad
particular de la relación terapéutica.
La condición de crisis es un problema terapéutico menor que una condición sintomatológica
crónica; basta un mínimo de reconocimiento de aspectos no reconocidos de la experiencia
inmediata, para producir una disminución muy importante de la emotividad disruptiva inicial. El
trabajo terapéutico mas difícil ocurre después de resuelta la crisis.
El aspecto más difícil o menos predictibilidad del trabajo en crisis es poder establecer una relación
con el paciente para que el este dispuesto a revisar su experiencia inmediata. Para poder operar
con el paciente desde una condición emotiva, las reformulaciones del terapeuta deben ser
aceptadas como información reconocible sobre si mismo y no como provenientes de teorías del
terapeuta que no sintonizan con el mundo experencial del paciente. Esto se puede lograr con el
involucramiento emotivo del terapeuta al modo de un apostor que se arriesga de manera real y
creíble al confiar en la potencia del paciente.

Intervención en Crisis y Psicoanálisis. José Perrés


La intervención en crisis, con el Psicoanálisis como disciplina. Se diferencian dos niveles de
reflexión: el psicoanálisis como teoría del psiquismo y el psicoanálisis en su dimensión práctica –
generar un trabajo elaborativo, efectos psicoterapéuticos- la situación psicoanalítica clínica.

“Crisis” e “Intervención”: la situación de crisis puede ser referida tanto en situaciones vitales muy
difícil, como así mismo que la crisis están indisolublemente unida a la vida. Ósea, crisis vitales que
caracterizan psicológicamente la existencia humana.
Desde la perspectiva psicoanalítica la noción de crisis esta ligado al conflicto, desde Freud mismo
que considera que la existencia humana es resultado de crisis y conflictos, desde el momento del
nacer hasta las diferentes instancias de decisión en la vida misma.
Noción de Intervención: concepciones positivas: ayuda, cooperación, apoyo, de interceder, mediar
o interponerse en situaciones conflictivas, etc. Pasando por la idea de intervención de la idea de
control hasta llegar ale extremo de las acepciones más “negativas” intervencionismo, vínculadas a
diversas formas de autoritarismo, intromisión, injerencia, coerción y/o represión gubernamental,
estatal o a un internacional.
La metáfora más adecuada para entender el concepto de “intervención”, es el de “operación
quirúrgica”, se trata de operar sobre un campo de realidad previamente explorado, analizado, con
la intención de incidir en él, de provocar ciertas modificaciones.
Ardoino: “intervención psicoanalítica en crisis”: - la demanda del paciente o damnificado,
debemos distinguir quién demanda, o quien encarga?
- Contrato metodológico, conjunto de reglas prácticas que regirán las relaciones
entre los intervinientes y los clientes.
- Forma de indemnización de los gastos de los intervinientes,
- Redacción de un contrato jurídico entre las partes.

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Fiorini, plantea las diferentes formas de intervenciones verbales del terapeuta en las modalidades
de psicoterapias focalizadas, perfectamente aplicable a las intervenciones en crisis: 1- interrogar al
paciente, 2-proporcionarle información, 3-Confirmar o rectificar, 4-clarificar, 5-recapitular, 6-
señalar, 7-interpretar, 8-sugerir, 9-indicar, 10-encuadrar, 11-meta-intervenir, 12-otras formas de
intervención.

El psicoanálisis y las situaciones catastróficas:


El concepto freudiano de trauma: sobreexcitaciones que el psiquismo no consigue tramitar
adecuadamente, bloqueándose.
También se entiende como el efecto de una excitación violenta, que sobreviene en una situación
que el psiquismo del sujeto no se halla en condiciones de hacer disminuir la tensión así provocada,
por medio de una acción o reacción emocional inmediata, como a través de una elaboración
mental suficiente. En términos freudianos ante situaciones que provocan en forma inesperada un
violento trastrocamiento y descontrol en los equilibrios dinámicos y económicos del
funcionamiento del aparato psíquico del sujeto, sin que este pueda encontrar formas de
restablecerlos.
Situaciones en las que un acontecimiento padecido, sin preparación y trabajo psíquico adecuado.
Pone en peligro la supervivencia biológica y/o psíquica del sujeto.
El trauma en las situaciones catastróficas; es importante definir, si el terapeuta o quien intervenga
en ellas se encuentra también damnificado o bajo los mismos efectos psíquicos. Para eso hay que
hacer una clara diferenciación sobre las formas de catástrofes y crisis, porque sus efectos suelen
ser diferentes.
Cuanto más extendida y significativa resulte la catástrofe natural frente a la que deberemos
intervenir, mayor será la posibilidad de que también nosotros, supuestos profesionales de la salud

62
mental, estemos afectado por los efectos traumáticos del mismo, reprimiendo, paralizándonos,
inhibiéndonos, etc.
Más graves serán los casos de catástrofes sociales, verdaderos traumas insidiosos y penetrantes
que generan masivas represiones en sus víctimas, pero también en toda la población, incluyendo a
los profesionales “psi”, que deberían poder ayudar a los damnificados.

Primera entrevista en situaciones de crisis. Jorge Daniel Moreno


La situación de crisis se define en virtud de tres variables:
1) variable espacial: Una urgencia se transforma en situación describir cuando los contextos
habituales se sobrepasan y se afecta el normal desenvolvimiento de su entorno.

2) variable temporal: interesa la historia porque brinda un contexto de significados, además


las situaciones de crisis devienen buscando alternativas q sean capaces de restablecer el equilibrio
perdido.

3) y variable termodinámica: la dinámica de las situaciones describir se entiende en los


siguientes términos: el desequilibrio es contenido por su sistema de referencia o bien provoca una
apertura hacia el entorno en la búsqueda de alternativas q le permitan mantener su estabilidad

La intención del abordaje es la reorganización de la estructura, reedificar la situación y provocar un


cambio en el posicionamiento de los actores y sus expectativas.
La intención última es aprovechar la inestabilidad del sistema para propiciar un cambio en su
estructura.

La primera entrevista en equipo es importante para el abordaje de las situaciones de crisis.


Con ella se intenta comprender un hecho en relación a sus interacciones y su pasado, temores
frente a una situación de cambio.
El abordaje debe ser empatico y comprensivo y la primera entrevista es interventiva.
La primera entrevista es un interrogatorio centrífugo que va desde el punto de urgencia hasta
descubrir la inestabilidad en términos de riesgo.
1) preguntas sobre la urgencia: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué usted cree q esto ocurre?-->
intenta obtener una primera descripción
2) circunstancias que motivaron la consulta: ¿Por qué consulta en este momento?
3) Preguntas sobre el tiempo y el espacio en que ocurrió: ¿Cómo manejan estas situaciones?
¿hubo otros tratamientos?.
4) Al final de la primera entrevista el terapeuta debe contar con un mapa mínimo que le
permita contextualizar el punto de urgencia y evaluar la inestabilidad en términos de riesgo.
La consideración del riesgo se relaciona con la evaluación de la tercera variable: la inestabilidad
termodinamica. Esto porque el riesgo no se puede evaluar de manera aislada, sino que teniendo
en cuenta el contexto en el que se produce.
Toda inestabilidad que se extiende hasta configurar una crisis empuja hasta el punto donde el
sistema elige entre distintas organizaciones “punto de bifurcación” es en el momento en que
el terapeuta aborda el cuadro en términos situacionales para propiciar otra organización posible.
Los objetivos de la primera entrevista es evaluar el riesgo y tomar medidas pertinentes para
disminuirlo.

PRE-ENTREVISTA
Es el primer contacto que tiene la enfermera con los consultantes. Los objetivo son:

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 Saber si se debe realizar una primera entrevista urgente
 Tener un mapa mínimo de la situación
 Y que los consultantes contaran con un encuadre a partir del cual supieran como y cuando
serían entrevistados

Los datos requeridos hacen referencia a:


 El problema por el que consultan
 Como se lo considera al problema
 Los antecedentes que lo ocasionan
 Porque la consulta en este momento
 Información sobre la flia
 La expectativa frente a la consulta

Permite:
- reencuadrar la situación
- y contener la inquietud de los consultantes

Ciclo de la familia. Jay Haley


Las flias recorren un proceso de desarrollo, y los síntomas y sufrimientos surgen cuando ese
proceso se perturba.
Ericsson plantea que los síntomas aparecen cuando el ciclo de vida en curso de una flia se disloca o
interrumpe. El síntoma es la señal de q la flia enfrenta dificultades para superar una etapa del ciclo
vital.
Un clínico debe tolerar las diferentes formas de vivir, tener una captación del proceso evolutivo de
las flias, que le sirva como guía para reconocer etapas críticas.

La libertad y crecimiento del individuo esta determinada por su participación exitosa en su grupo
natural y en el desarrollo de este.
Hay 2 maneras de adaptar a una persona sin producir cambios:
- con medicamentos que impide el surgimiento de dificultades pero cronificará la situación
- terapia individual: centrada en ayudar a la persona a comprender su desarrollo infantil y
sus distorsiones, más q en la realidad presente.
Impide el cambio al imponer la idea de q el problema esta dentro de su psique y no en la situación.

Etapas del ciclo vital:


1) Galanteo: refiere al apareamiento. Lo más habitual es q los hombres elijan una única
pareja para toda la vida.
El matrimonio no es sólo la unión de dos personas, sino la conjunción de dos flias q ejerce
influencia y crean una red de subsistemas.
Establecer el propio estatus en relación con los otros y seleccionar una compañera.
El adolescente enfrenta un problema: se involucra con su flia y con sus pares. Los padres se
convierte en parte del proceso de decisiones, su elección no es independiente. Existe un problema
de destete: no se completa hasta que el adolescente abandona el hogar.
La terapia reubica al joven en una vida en la q puede desarrollar al máximo sus aptitudes
potenciales.
Pero no hay un único método terapéutico, ya que cada individuo esta en un contexto singular y la
terapia debe ser flexible para adaptarse a las necesidades de la situación particular.

64
Lo difícil para el clínico es determina cuales son las restricciones que impiden al joven alcanzar una
vida mas compleja.
Los jóvenes evitan el matrimonio por razones fliares o se lanzan al mismo para liberarse de la flia.
La tarea de un clínico es refrenar un pasaje rápido

2) El matrimonio y sus consecuencias: algunos matrimonios enfrentan dificultades desde el


comienzo debido a la finalidad que los animó. La ilusión de lo q puede lograrse con el matrimonio
suele estar muy alejada de a realidad.
Cuando la pareja empieza a convivir, debe elaborar una cantidad de acuerdos, nuevas maneras de
manejarse con sus flias y las diferencias sutiles y gruesas que existen entre ellos. Se deben diseñar
maneras de encarar los desacuerdos.
Las decisiones que hace una pareja están influidas por lo que cada uno aprendió en su flia, sino
tmb por las alianzas actuales con los padres.
Los jóvenes deben terminar su dependencia respecto a los padres por una relación mas adulta,
independiente y comportarse con ellos de modo diferente.

3) el nacimiento de los hijos y el trato con ellos: cuando empiezan a resolverse los problemas del
matrimonio, surge el nacimiento de un niño que plantea otras cuestiones y desestabiliza las
antiguas.
Con el nacimiento de un niño, están automáticamente en un triángulo y se desarrolla un nuevo
tipo de celos cuando un miembro de la pareja siente que el otro está más apegado al niño que a él
o ella.
En muchos casos el casamiento se precipita debido a un embarazo, y la joven pareja nunca tiene la
experiencia de vivir juntos en sociedad de a dos. El matrimonio comienza como un triángulo y
sigue así hasta q los hijos dejan el hogar.
El inminente nacimiento de un hijo crea abuelos y tios. Las dos flias quizás discutan por asuntos
tales como la forma de criar al hijo.
Con el nacimiento de un hijo, la pareja queda más enredada en el sistema fliar. Siendo padres, son
menos hijos, y se individualizan como adultos, pero el niño lo introduce mas en la red de
parientes, se modifican vínculos viejos y surgen nuevos.
Los pareceres de la crianza de los hijos suelen estar contrabalanceados por la tensión q supone el
hallarse continuamente enfrascados en problemas.
En la etapa de cuidado de los hijos se plantea un problema especial a las mujeres. El ser madres es
una forma de autorrealizarse. Pero tmb puede ser una fuente de frustración personal. Se
encuentran aisladas de la vida adulta y habitando nuevamente un mundo infantil. La madre puede
sentirse insatisfecha y envidiosa de las actividades de su marido.
El periodo más común de crisis es cuando los niños comienzan la escolaridad. Los conflictos entre
los padres acerca de la crianza de los niños se hacen más manifiestos cuando su producto es
exhibido en público. La escuela representa su primera experiencia.
El problema más habitual es que un progenitor, generalmente la madre, se alíe sistemáticamente
con un hijo en contra del otro.
Frecuentemente, la madre se muestra a la vez servicial y exasperada con el chico, y frustrada en
sus intentos de manejarse con él. El padre es más periférico y el niño se convierte en el medio para
que los padres se comuniquen acerca de los problemas que no pueden encarar directamente.
Las disputas intergeneracionales dentro de una flia suelen hacerse evidentes recién cuando el
chico alcanza la edad en que debiera involucrarse en la comunidad externa a la flia.

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4) dificultades matrimoniales del periodo intermedio: a medida que lso padres envejecen, los
hios empiezan a cuidar de ellos. Al paso que cambian las relaciones dentro de la flia, el vínculo
matrimonial está sometido a una revisión constante.
Suele ser este uno de los mejores períodos de la vida. El marido esta disfrutando del éxito y la
mujer puede compartir el mismo, esta más libre porque los niños plantean menos exigencias.
Las dificultades iniciales que experimentó la pareja se han resuelto, la relación matrimonial se
profundiza, y se hace más estable la relación con la flia.
Pero para muchas parejas es una época difícil.
Cuando los niños han ingresado en la escuela, la mujer siente que debe introducir cambios en su
vida. A medida que los niños crecen y la flia cambia, las pautas previas pueden resultar
inadecuadas, y tal vez surjan crisis.
Esté período, en que los niños están menos en casa, tmb obliga a los padres a comprender que los
hijos terminarán por irse del todo. En estos años medios pueden sobrevenir graves tensiones y
tmb el divorcio.
La resolución de un problema conyugal en la etapa media del matrimonio suele ser más difícil que
en los primeros años.

5) el destete de los padres: toda flia ingresa en un período de crisis cuando los niños comienzan a
irse. Frecuentemente, el matrimonio entra en estado de turbulencia y elaboran una nueva relación
como pareja. Esto si logran resolver sus conflictos
Una dificultad matrimonial que puede emerger en esta época es que los padres se encuentren sin
nada que decirse ni compartir. Durante años no han conversado de nada, excepto de los niños.
Con frecuencia el conflicto lleva a la separación o al divorcio.
No es accidental el que la gente enloquezca (esquizofrenia) preferentemente alrededor de los 20
años, la edad en que se espera que los hijos dejen el hogar. Esto porque tanto los padres como el
hijo no toleran la separación.
A menudo el terapeuta verá el problema en términos hijos vs padres y se pondrá del lado hijo-
víctima, acarreando mayores dificultades a la flia.
Debe llegar a separarse de su flia y, con todo, seguir involucrado en ella equilibrio.
El terapeuta familiar le ofrece al adolescente ver la situación fliar global, interactuando con la flia
de tal manera que el hijo se una al mundo adulto y los padres aprendan a tratarlo y tratarse de
modo diferente. El terapeuta debe facilitar la salida del chico de la flia y resuelve los conflictos que
surgieron en torno de la separación.
Cuando el joven abandona el hogar y comienza a establecer una flia propia, los padres se
convierten en abuelos y deben aprender a ser buenos abuelos, elaborar reglas y arreglárselas para
funcionar solos en su propio hogar.

6) el retiro de la vida activa y la vejez: cuando una pareja logra liberar a sus hijos llegan a un
período de relativa armonía: jubilación, el retiro de la vida activa. Así se hallan frente a frente las
24 horas del día. No es raro q en esta época una esposa desarrolle algún síntoma incapacitante, el
terapeuta debe centrarse en facilitar a la pareja el acceso a una relación mas afectuosa.
Con el tiempo, por supuesto uno de los cónyuges muere, y el otro queda solo y buscando una
manera de involucrarse con la flia. En esta etapa la flia debe enfrentar el difícil problema de
cuidar de la persona mayor o enviarla a un hogar de anciano.

Cualidades personales del psicoterapeuta. Frank Gerome

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El entrenamiento del terapeuta y su posición social relativa a la del paciente influyen en la relación
terapéutica.
El éxito de un psicoterapeuta depende de cierto grado de su auténtica preocupación por el
bienestar del paciente.
Los escasos estudios objetivos de las cualidades personales de un buen terapeuta son de tres
tipos:
 Función de los juicios que emiten sus colegas o superiores.
 En función de las opiniones de sus propios pacientes
 Propio éxito real.
El buen terapeuta surge del primer tipo de estudio como una buena persona en general: es
inteligente y responsable, posee un juicio recto y es creativo. Se lo juzga asimismo como sincero, y
capaz de ofrecer una afabilidad controlada con sus pacientes; esto es, se deja llevar algo
emocionalmente a la situación del paciente pero sin perder objetividad.
La confianza en sí mismo y la energía contribuyen al éxito de un psicoterapeuta. La ansiedad
debería obrar en su contra.

Desgaste por empatía: las consecuencias de ayudar:


En 1980 se incorporaron al DSM- III el diagnóstico de Trastorno por Estrés post Traumático. Así
reingresa oficialmente al campo de la psicología y la psiquiatría. El trauma es una realidad
permanente presente a lo largo de la historia de la humanidad.
Con la aparición del DSM-IV se produce un cambio de paradigma, poniéndose el acento, no ya en
la calidad del hecho traumático, sino que ahora lo determinante radica en la reacción de la
persona expuesta al hecho traumático.
Como resultado de
Como resultado de ello experimenta además tres clases de síntomas:
1. Uno de reexperimentación del hecho traumático
2. De evitación y de embotamiento psíquico.
3. De hiperacitvación.
Se dice que sufre de un trastorno por estrés post traumático.
Es suficiente motivo para desarrollar un estrés post traumático el haber presenciado o haberse
enterado de un acontecimiento caracterizado por muerte o amenazas para su integridad física o la
de los demás. Como terapeuta, estamos casi continuamente expuesto a “presenciar o enterarnos”
de tales acontecimientos, en la narración y vivencia de nuestros pacientes.

Traumatizacion Vicaria, estrés traumático secundario o desgaste por empatía:


Términos utilizados para nombrar el estrés post traumático sufrido por terapeutas, o cualquier
otro profesional o trabajador involucrado en el manejo de situaciones altamente estresantes y/o
traumatizantes.
Charles Figley  Compassion Fatigue (Desgaste por empatía): En ingles compassion significa,
sentimiento de profunda empatía y pena por otro que está sufriendo, acompañado por un fuerte
deseo de aliviar el dolor o resolver sus causas.
La capacidad de compasión y empatía parece estar en el centro mismo de nuestra capacidad para
realizar el trabajo con nuestros consultantes, y al mismo tiempo en nuestra capacidad para ser
lastimados por el trabajo.
Desgaste por empatía  son las emociones o conductas naturales de enterarse de un evento
traumático experimentado por otro significativo (Figley)
Se caracteriza por tres grupos de síntomas:
1. Reexperimentación.

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2. Evitación y embotamiento psíquico.
3. Hiperactividad o hyperarousal.
Puede derivar de la exposición a un acontecimiento traumatizante, o a una serie de ellos y puede
aparecer súbitamente y sin aviso.

Diferencias con el Burt-out: estado de agotamiento físico, emocional, y mental causado por el
involucramiento en situaciones emocionalmente demandantes durante un tiempo prolongado.
Es un proceso más que un estado. Y es progresivo (acumulación de contacto intenso con
consultantes).
El proceso incluye:
1. Exposición gradual al desgaste laboral.
2. Desgaste del idealismo.
3. Falta de logros.
Los síntomas de burn-out son:
1. Físicos: fatiga, problemas del sueño, dolores de cabeza, gastrointestinales, etc.
2. Emocionales: irritabilidad, ansiedad, depresión, desesperanza.
3. Conductuales: agresión, defensividad, cinismo, abuso de sustancias, etc.
4. Relacionados con el trabajo: ausentismo, falta de rendimiento, robos, etc.
5. Interpersonales: pobre comunicación, falta de concentración, aislamiento, etc.
Los efectos del burn-out son:
 Afecta negativamente la resiliencia del trabajador, haciéndolo más susceptible al desgaste
por empatía.
 Favorece la Silencing Response o Respuesta Silenciosa: que es la incapacidad para atender
a las experiencias de los consultantes, que resultan abrumadoras, redireccionando al cliente a
material menos estresantes para le profesional.

Predisposición al desgaste por empatía:


Quienes trabajan en el área del trauma, o del sufrimiento humano, son más vulnerables al
desgaste por empatía; dado que la empatía es un recurso importante en el trabajo con
poblaciones traumatizadas, o sufrientes.
El hecho de que el profesional haya sufrido algún suceso traumático, lo predispone a sufrir más de
este desgaste.
Los traumas no resueltos pueden ser activados por el material aportado por el paciente.
Quienes trabajan con niños están más expuestos, dado que el trauma y el sufrimiento infantil
afecta más intensamente a los trabajadores.

Con que recursos contamos:


Según Laurie Pearlman dar y recibir supervisión alivia la carga emocional sufrida por el terapeuta.
La supervisión en grupos puede promover la conexión con la realidad. Tb usar el humor para lidiar
con el estrés laboral es una herramienta eficaz. Psicoeducación.

Sgún Catherall: características de un sistema contenedor:


1. Brindar apoyo material.
2. Escucha y acepta incondicionalmente el material aportado por el profesional y sus
reacciones.
3. Ayudar a corregir las distorsiones.
4. Ayuda a reformular la situación.
5. Brinda apoyo empático.

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El programa de recuperación acelerada de J Eric Gentry.
Este programa consiste en un protocolo de 5 sesiones cuyos objetivos son:
1. Identificar, entender, y desarrollar una jerarquía de eventos que disparan los síntomas de
desgaste por empatía.
2. Desarrollar habilidades para enfrentar esas dificultades.
3. Identificar recursos para fortalecer la resiliencia.
4. Aprender técnicas de reducción de la tensión.
5. Desarrollar técnicas para resolver conflictos internos y auto supervisión.

Características comunes de la psicoterapia. Frank Gerome


Que es la psicoterapia?
La pscioterapia  relación de dos personas, en la que una asiste a consultar a otra- idónea y
capacitada en resolver problemas humanos- con el objetivo de solucionar su propio problemas. La
psicoterapia puede realizarse de manera individual, pareja o familia, o grupo.
La pericia del terapeuta consiste en haberse capacitad en un modelo de trabajo psicológico
compuesto por una serie de procedimientos, técnicas y estrategias clínicas, que se hallen
sistematizadas y que se apliquen de acuerdo a los particulares de cada situación.
Psicoterapia vieja  manera clásica, como una forma de tratamiento que tiene por objetivo curar
a las personas. Definición sostenida en el sentido medico. Concepción de tratamiento como una
metodología que conlleva una serie d pasos a seguir en pos de curar la enfermedad del paciente.
El hecho de curar, implica la creencia de entender a la persona como un enfermo (concepción
biológica-médica). De esta manera nos encontramos estableciendo diferenciaciones entre las
polaridades de salud y enfermedad, y a su vez puntos de convergencia con lo que da en llamarse
normalidad y anormalidad.
En el campo práctico, existe una equidistancia que homologa los términos de normalidad y salud.
En la primera antinomia normalidad-anormalidad, se entrevé que el polo de lo normal se
establece a partir de la asociación entre común y mayoría. Normal: todo fenómeno que se dé en
amplios porcentajes en el contexto social.
En el ámbito científico, se elabora la segunda antinomia salud-enfermedad, en donde la desviación
o degeneración del correcto funcionamiento- en términos biológicos- es considerado enfermedad.
Ambas antinomia se elaboraron a través de la convergencia de factores científicos y sociales, y
resulta un utopía aislar ambos territorios como compartimientos estancos.
El baremo de lo normal a lo anormal se relativiza aún más cuando se involucra al contexto.
Mientras que en cierto tipo de sociedades, algunos hechos son considerados normales, en otras
forman parte de la esfera de la anormalidad. Es el contexto, entonces, el que delimita la
diferenciación.

La definición de salud de la OMS señala que: la salud sugiere el completo estado de bienestar
psicofísico, mental, social, y no solamente ausencia de afecciones o enfermedades.
Curar en este sentido, implica corregir una desviación. La desviación puede observarse tanto en el
significado científico como en el social. La enfermedad, es una desviación respecto de lo esperable
en tanto funcionamiento adecuado. Lo anormal es el apartamiento de la norma.
Diferente concepción en pensar al ser humano, no como un enfermo sino como una persona con
problemas a resolver.
Las clasificaciones psiquiátricas se crearon con la misma orientación que la medicina tradicional.

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Los manuales de diagnostico psicopatológico, conciben al ser humano de manera lineal u
monádica y centra la patología en la persona, lejos de entender a la sintomatología como causa y
efecto del entorno.
Permutar el concepto de enfermedad por problema, implica entender al hombre en relación con y
no como un sujeto aislado.
Desde la práctica clínica, la relación entre profesional y el consultante siempre está teñina de una
asimetría por múltiples razones.

Entre las razones:


 Figura del médico o psicólogo como profesionales universitarios- mayor capacidad-
(idealización del profesional)
 La urgencia de ser ayudado del paciente- posición de ser ayudado. Uno de los
interlocutores es el que presenta el problema y el otro las herramientas para solucionarlo.

Es la misma asimetría la que permite el efecto de la palabra del profesional esté revestida de un
mayor efecto de persuasión: la atribución semántica que el paciente le otorga al mensaje del
terapeuta, posee un nivel de jerarquía que produce un mayor resultado en dirección al cambio.
El termino designado para la persona que consulta: “paciente”, significa: el que espera ser
atendido, y esto traza de cierta forma una distancia asimétrica en la relación.
Paciente tb deriva de la terminología médica, y ha sido apropiado por el mundo de la psicoterapia.
(La escuela de Palo Alto ha implementado el concepto de cliente, realizando una distinción con el
término de paciente).
Un término inteligente es el que designa a la persona como usuario (el que usa un servicio). Este
rotulo, encierra un concepto que desestructura e invierte l asimetría por debajo a favor del
consultante.
El terapeuta hablará como un amigo con el paciente (en la forma): simétrica, horizontal, afectiva,
circular, respetuosa, pero el contenido de lo que intenta transmitir labra la diferencia: estará
poblado de estrategias y técnicas. El mensaje del terapeuta, demuestra la experiencia clínica y los
años de estudio del profesional.
El terapeuta es el que, según los casos, guía, orienta al paciente. Lo provocara, inducirá el humor
mediante un chiste o una historia graciosa, lo estimulará, mandara acciones a realizar, contendrá.
Teatralizara en el centro del espacio de la sesión, etc.
Revisará hábilmente soluciones intentadas, fracasadas y trata de encontrar las vías directas o
paradojales para la solución. Es el que maneja la palabra y los sentimientos más profundos,
mediante su propio cuerpo, tal como si fuese un instrumento de intervención, dramatizando,
acerándose o alejándose de manera precisa, en tiempo y momento adecuado. Utilizara
multiplicidad de recursos con el objetivo de ayudar al paciente a resolver sus problemas.
Todo esto es posible gracias a la formación profesional del terapeuta.
Siempre debe estar coronado por la ética y la responsabilidad.
Todas estas propuestas dependerán del estilo del terapeuta, la persona del paciente, el problema
consultado, la interacción de ambos y el contexto donde se desarrolla la sesión.
Por último es el contexto en donde transita todo este interjuego el que pone su sello de influencia
y las reglas de juego de la interacción. Son factores que incrementan, alientan, retrotraen,
aceleran, o enllentecen el proceso terapéutico.
La relación terapéutica está mediatizada por el dinero. El paciente le paga a un profesional para
ser escuchado y recibir una devolución que lo lleve a mejorar su calidad de vida. El manejo de lo
económico obliga a establecer pautas claras que eviten futuras confusiones y de esta manera,
sostener un vínculo claro limpiando obstáculos.

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Tanto el terapeuta como el paciente entregan algo. El paciente parte de su vida, sus afectos, sus
problemas, sus cosas cotidianas, entre otras cosas. El terapeuta, por su parte entrega su sapiensa,
conocimientos, su afecto y su experiencia. Pero el medio que inicia la interacción, más allá del
problema de consulta, es el económico, puesto que la psicoterápia, puede ser concebida como
una prestación de servicios.
La psicoterapia puede ser entendida como un estabilizador del caos. Es un instrumento que opera
negentropicamente. O sea opera como un núcleo corrector de las amplificaciones o fugas que el
sistema genera mediante el problema. También desestructura la estabilidad nomeostática que
genera el fracaso de los intentos de solución fallidos en pos del problema.
Es importante, que la concepción de la psicoterapia encierre la importancia del vínculo afectivo
entre profesionales y el paciente.
La cuestión afectiva, tan relegada por los modelos de psicoterapia, es un campo que no excede a
los sistémico.
Uno de los elementos por los que se caracteriza la terapia sistémica, es la gama de estrategias y
tácticas clínicas.
Han creado técnicas que permiten agilizar, destrabar, incrementar entre otras cosas, los flujos de
la comunicación entre las personas.
Por estrategia entendemos a cualquier planificación articulada y coordinada que posee un
objetivo predeterminado. Para el logro de tal objetivo es necesaria la organización y utilización de
recursos de manera adecuada.
Un planeamiento sobre el trabajo terapéutico permite la utilización al máximo de los recursos del
paciente en pos del cambio. A su vez las maniobras que se realizan para posibilitar arribar a un
buen puerto son denominadas tácticas. Muchas de estas maniobras son técnicas que como tales
están estandarizadas y sistematizadas. Es decir todas las técnicas son parte de las tácticas, pero no
todas las tácticas son técnicas. Las tácticas son producto de la espontaneidad y creatividad del
terapeuta a diferencia de las técnicas que están más estandarizadas y cuya creatividad radica en
saber cuándo y cómo aplicarlas.
La aplicación de tácticas y técnicas, dependerán de la planificación estratégica que se haya
elaborado. En este sentido están subordinadas a la estrategia a seguir. Ambas dependerán en gran
medida de la combinación de creatividad y conocimiento teórico.
Ambas pueden dividirse en tres tipos de intervenciones:
1. Las intervenciones verbales, que son aquellas que se desarrollan en el contexto de la
sesión. Se caracterizan por el nivel de persuasión, la capacidad de directividad, del cambio de
marcos semánticos, entre otras cosas. En estas intervenciones, el terapeuta sabe cuándo debe
provocar, utilizar la resistencia, utilizar el lenguaje del consultante, contar una historia, etc.
2. Las intervenciones corporales, son las que se implementan utilizando técnicas corporales
como el psicodrama, de expresión corporal, ejercicios, y juegos gestálticos. Se incluye todo lo que
involucra el lenguaje analógico, es decir todo lo que involucra a la gestualidad, las acciones y el uso
del cuerpo en el espacio de la sesión.
3. Las intervenciones de acción, principalmente se desarrollan a fuera del contexto de la
sesión y son las clásicas prescripciones de comportamiento. Estas tareas para el hogar, necesitan
como prólogo una aguda y obsesiva exploración y un uso de lenguaje preciso y poblado de
sutilezas persuasivas, para que las acciones prescriptas se traten de ejecutar.
Cabe concebir a la relación terapéutica, como una coreografía en donde se implementan los tres
tipos de intervención.
Lo importante es incorporar la habilidad de detectar cual es el momento para introducir el tipo de
intervención adecuada y con qué paciente. Y que todo este desarrollo se realice con extrema

71
espontaneidad para no caer en imposturas que generen resistencias que atenten con el objetivo
que se pretende: el bienestar humano.

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