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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGIA

CURSO: CÁTEDRA SIPÁN

PLAN DE TRABAJO
VÍDEO DOCUMENTAL APLICANDO TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE
INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA

TÍTULO: SEMANA SANTA EN LAMBAYEQUE FE, TRADICIÓN Y CULTURA


VIVA

COMPONENTE CULTURAL: CULTURA SIMBOLICA O INTANGIBLE

AUTOR:
SALIRROSAS HUARNI JEAN DIDIER

CICLO:
II

DOCENTE DE LA ASIGNATURA:
MG. JOB ACUÑA GONZALES

PIMENTEL – PERÚ
2022
PLAN DE TRABAJO
Vídeo documental aplicando técnicas e instrumentos de
investigación etnográfica

I. Datos informativos

Facultad FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES


Escuela Profesional PSICOLOGIA
Curso CÁTEDRA SIPÁN
Docente JOB ACUÑA GONZALES
Investigador (estudiante) SALIRROSAS HUARNIZ JEAN DIDIER
Componente cultural CULTURA SIMBOLICA O INTANGIBLE
Elemento cultural de SEMANA SANTA EN LAMBAYEQUE FE, TRADICIÓN Y CULTURA VIVA
investigación (tema)
Título del vídeo documental SEMANA SANTA FE, TRADICIÓN Y CULTURA VIVA
Duración aproximada del
vídeo
Departamento Provincia Distrito
Lugar de investigación LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE

II. Propósito
El propósito de este estudio de tipo etnográfico es de dar a conocer esta costumbre que se realiza
hace varios años es considerada desde fines del siglo XVIII como una de las tradiciones más
celebres de la ciudad por su gran popularidad. Durante su trayectoria ha ido adquiriendo
diferentes expresiones culturales propias de las costumbres lambayecanas, siendo sus procesiones
las protagonistas en esta remembranza.
Como instrumento de recolección de los datos se utilizará entrevistas. El origen de esta tradición
que puede definirse como cultura viva.

III.Justificación
Esta investigación etnográfica se sustenta en dar a conocer la Semana Santa en la ciudad de Lambayeque
la misma que transmite la religiosidad de un pueblo que por años viene conservando este patrimonio
inmaterial de tradición y fe.

IV. OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL
Dar a conocer la larga y antigua tradición religiosa que es mostrada en las procesiones de las 11
imágenes que cuentan cronológicamente la pasión de Cristo, las mismas que van acompañadas
por la enorme feligresía de la Ciudad Evocadora.

OBJETIVOS ESPECIFICOS
Mostrar los rasgos de la religiosidad popular, como parte de nuestro patrimonio cultural
Identificar las expresiones culturales adquiridas de las costumbres lambayecanas

Resumen
En presente trabajo, a través de una descripción etnográfica y una exploración histórica de la Semana
Santa, intenta hallar el significado que encierra la fiesta más importante de la ciudad de Lambayeque.
Combinando el método antropológico con el histórico, postula la idea de que la Semana Santa es un
espacio que ritualiza la historia regional y a la vez reproduce la estructura social local. La fiesta adquirió
esta doble característica a lo largo del siglo XX, cuando su celebración fue normada por la Iglesia Católica
interesada en consolidar su hegemonía en la región.

1. Introducción

La Semana Santa lambayecana, que en marzo o abril de cada año congrega a miles de fieles que
participan en ceremonias y procesiones relacionadas con los últimos días de Cristo en la tierra, es
considerada por los lambayecanos como una fiesta religiosa «tradicional» y de «orígenes coloniales», y a
la vez es defendida puesto que en los últimos años ha sido transformada en un espectáculo por miles de
turistas deseosos de encontrar diversión. Por ejemplo, al hacer una evaluación de la Semana Santa del
2008, el Patronato Cultural de Lambayeque – una suerte de gremio citadino encargado de cuidar la
propiedad material, histórica y cultural de todos los lambayecanos «encontró» en ella una serie de
«vicios» y exigió que se le brinde «todo el respeto del caso, no como un fin de semana de diversión». De
igual modo, un diario local demandó declarar a la Parroquia San Pedro de Lambayeque como «zona
rígida» durante el desarrollo de la fiesta para prohibir el consumo de bebidas alcohólicas. Y todos los
lambayecanos coinciden en señalar, con algo de nostalgia en la mirada, que esta fiesta ha cambiado
bastante en los últimos años.
Por su lado, los (pocos) textos de Antropología e Historia dedicados a ella coinciden con esta apreciación.
Luis y Renata Millones señalan, por ejemplo, que la Semana Santa constituye
«la oportunidad de alternar con gente de otros pueblos, concertar negocios, establecer lazos de
matrimonio y compadrazgo, etc.» (Millones y Millones, 2003: 60). Además, ambos autores ofrecen una
interpretación simbólica de la fiesta, aclarando que las imágenes que en estos días se sacan en procesión
«expresan los estados de ánimo atribuidos a los personajes históricos» y sugieren de manera confusa
cierta dicotomía en las percepciones religiosas que la élite y los campesinos tienen sobre estas imágenes
(2003: 67). González Carré y Carrasco (2004) consideran que la Semana Santa es un hecho social que
reúne a la gente, establece cierto tipo de conducta ritual y tradicional, recrea el poder, reafirma la fe y
mantiene viva la memoria histórica y la identidad local en un tiempo corto pero extraordinario. Desde un
punto de vista más estructuralista, Pinto (2005) señala que configura un conjunto de oposiciones entre lo
sagrado y lo profano, lo superior y lo inferior, el campo y la ciudad, lo masculino y femenino, el dios
cristiano muerto y el Wamani vivo3; es decir, una estructura dualista que –según el autor– proviene de la
época colonial.
La idea de los orígenes coloniales de la fiesta es común entre los lambayecanos y creo que constituye una
estrategia discursiva para esencializarla y convertirla en exitoso atractivo turístico. En un interesante
artículo aparecido precisamente en una revista turística, Gamarra sugiere que la Semana Santa es una
«enorme representación teatral acerca del drama de la pasión y muerte de Cristo, que fue impuesta por
las autoridades españolas probablemente hacia finales del siglo XVI», en la que la población indígena era
obligada a participar para lograr «una mejor identificación […] con la religión del colonizador» (Gamarra,
1995: 36-37). González Carré et al. (1995: 99) sugieren otra hipótesis: la Semana Santa, de procedencia
virreinal, habría adquirido importancia y configurado su estructura actual hacia mediados del siglo XIX,
cuando se eslabonó con las ferias ganaderas de la región. Esta hipótesis tiene mucho sentido, puesto que
cualquier simple observador notará que en la Semana Santa existe una relación del rito con la feria y
viceversa. Sin embargo, todos los textos citados, a partir de un enfoque estructural-funcionalista,
intentan revelar una estructura inmutable de la fiesta que marca –cual libreto de representación teatral–
los comportamientos y conductas de los actores sociales que participan en ella y donde las relaciones
sociales tensas no encuentran cabida.
En el presente trabajo intento demostrar lo contrario; es decir, que la estructura actual de la Semana
Santa no proviene de los tiempos coloniales, sino de un período de mediana duración (Braudel, 1982),
ubicado entre los siglos XIX y XX, y que las transformaciones que la fiesta tuvo en este período tienen que
ver con los intereses del sector social que monopoliza los «instrumentos de la salvación» y con el marco
social que en ella se realiza. Para ello, es importante considerarla como una performance; es decir, una
puesta en escena mediante la cual los actores sociales y la sociedad se representan y constituyen a sí
mismos y a los demás. A través de la fiesta-performance la realidad es experimentada y configurada por
los individuos, quienes colocan un inicio y un final al devenir. Esta nueva experiencia es comunicada a
través de alguna forma expresiva y, a la vez, vivida y significada por ellos, es decir, experimentada con la
intervención de la memoria, puesto que cada momento observado se convierte en un momento
recordado. De este modo, las fiestas expresivas no constituyen reflejo alguno de la realidad preexistente;
al contrario, «tomadas como proceso creativo y comunicativo de significados, crean eventos donde los
significados se constituyen mientras son experimentados. Es esta dimensión ejecutiva y preformativa [...],
es decir, el significado puesto en práctica, lo que les otorga eficacia como formas constitutivas de la
realidad» (Cánepa 2001b: 13).
Esta representación performativa de la realidad ocurre dentro de un marco contextual definido por el
momento mismo de la fiesta y el contenido de lo narrado, que es el producto de la negociación entre los
agentes de la representación y los observadores, convirtiendo de este modo a la fiesta en una
representación de carácter reflexivo y político que ocurre de manera particular en un momento
determinado (Ibíd.). Así, cada versión de la fiesta es diferente de la precedente y de la posterior. Sin
embargo, el uso del enfoque de mediana duración en el estudio de la fiesta-performance postula la
existencia de un devenir cambiante, puesto que los momentos y contextos que marcan la representación
se van modificando, como también van cambiando las experiencias representadas y las significaciones
vividas por los actores y espectadores

sociales. Al respecto, Diez sugiere que los cambios en las fiestas responden a transformaciones más
profundas en ellas mismas – nuevas formas de participación, nuevos actores sociales y en las sociedades
que las producen –reacomodos políticos de las ciudades donde ellas ocurren. Propone además cinco
factores que actúan de manera diferente en la transformación de las fiestas. Entre estos factores figura el
de mayor o menor vinculación con la política, dependiendo del tamaño y cobertura de la fiesta. Según el
autor mencionado, una fiesta importante en una localidad de proyección regional estará «a disposición
de intereses y grupos para la exhibición o reafirmación de prestigios relativos al interior o exterior de la
localidad» (Diez, 2000: 7).
Este es el caso del carnaval de Oruro, un desfile inventado y apropiado por la élite boliviana para
representar una identidad redentora, nacional y excluyente, donde «el centro dramático y procesional
del carnaval está dominado por tropos que mezclan la piedad y el patriotismo, suficientemente
persuasivos como para redimir al pecador indio más empecinado y convertir el problema indio de una
época anterior en una preciosa herencia nacional» (Abercrombie, 1992: 305). ¿Acaso la Semana Santa
lambayecana puede ser considerada como una performance que contiene un «sistema semiótico» con el
que la élite local representa nociones de identidad y exclusión social y que termina con una nueva
experimentación y simbolización de la representación y de sus actores sociales? Tal vez una revisión más
o menos detallada de la historia de la Semana Santa de los siglos XIX y XX me ayude a encontrar pistas
para despejar la duda.

CALENDARIO DE LA SEMANA SANTA

1. Domingo de Ramos
Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos
y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y
participamos en la misa.

2. Jueves Santo
Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un
ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó
su cuerpo y su sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la
última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho
tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.

3. Viernes Santo
Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la
flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con
la ceremonia de la Adoración de la Cruz.

4. Sábado de Gloria
Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues
no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se
lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “la tarde y
noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas
en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.

5. Domingo de Resurrección
Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte
y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir
siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

C. CELEBRACIONES LITURGICAS
La Liturgia de las Horas se celebra tal como se describe en el propio del tiempo. La Misa vespertina de la
Cena del Señor el jueves Santo, la Celebración de la Pasión del Señor el viernes Santo y la Vigilia Pascual
tienen rúbricas propias, como se indica en el Misal. Las Celebraciones Litúrgicas están por encima de
todos los ejercicios piadosos y de todas las manifestaciones populares de la piedad religiosa. Tanto unos
como otros deben ocupar un segundo plano.
En la tarde del sábado Santo no se celebran las Misas anticipadas del Domingo de Resurrección. La Iglesia
se recoge en silencio a la espera de la Resurrección del Señor en la Vigilia Pascual.
En cada templo sólo se debe celebrar una única Vigilia Pascual, que debe hacerse toda ella de noche.
“La Vigilia pascual, la noche santa de la Resurrección del Señor, se considera como «lo madre de todas las
santas Vigilias», durante ella, la Iglesia espera velando la resurrección de Cristo y la celebra en los
sacramentos. Por consiguiente, toda la celebración de esta Vigilia sagrada ha de tener lugar durante la
noche, de manera que empiece una vez que se ha iniciado la noche y termine antes de la aurora del
domingo”

D. SUGERENCIAS PARA VIVIR LA SEMANA SANTA


 Durante la semana santa se realizan las siguientes actividades:
 Asistir en familia o a los oficios y ceremonias propios de la Semana Santa porque la vivencia
cristiana de estos misterios debe ser comunitaria.
 Se puede organizar una pequeña representación acerca de la Semana Santa.
 Poner algún propósito concreto a seguir para cada uno de los días de la Semana Santa.
 Elaborar unos cartelones en los que se escriba acerca de los días de la Semana Santa y algunas
ideas importantes acerca de cada uno de los días.

CONCLUSION
Sin lugar a dudas, la Semana Santa que los lambayecanos celebramos hoy no es la misma fiesta que
nuestros ancestros celebraron hace cuarenta, ochenta o cien años atrás. Tampoco es la tradicional fiesta
con una estructura sincrética o dual proveniente de los tiempos coloniales y del contacto entre la
religiosidad andina y el catolicismo occidental. Muy al contrario, se trata de una gran representación
(parateatral) estructurada especialmente en la primera mitad del siglo XX por una jerarquía eclesiástica
interesada en representar pública y repetitivamente (como una «costumbre») una evocación revificadora
que se proyectaba hacia la eternidad durante un tiempo solemne y especial, relacionada con los
discursos fundadores del catolicismo: la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, descritas por los
evangelios. Como bien escribió un anónimo sacerdote: «Los grupos que representan a Cristo y a su
bendita Madre en los diversos pasos de la Pasión, el severo y majestuoso Crucifijo que se saca del fondo
del altar a la Plaza Pública, producen en el alma distraída y olvidada una impresión solemne que no la
producirá el mejor orador» (El Estandarte Católico, 1902: n°48)..
V. Cronograma

ETAPAS SEMANAS

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Producto Acreditable 1: (PA1)
1. Definir el tema de investigación
2. Plantea el título de investigación
3. Elabora un cuestionario tentativo de preguntas.
4. Asigna los recursos humanos y materiales
5. Entrevistas.
4ª. semana
Producto Acreditable 2: (PA2)
6. Etapas
7. Escenas
8. Descripción de la escena general
9. Narración de audio
11ª. semana
Producto Acreditable Final: (PAF)
10. Grabación de video
11. Edición de video
12. Redacción de trabajo final
13. Difusión de video en YouTube
14. Presentación del PAF: Entrega AULA
VIRTUAL USS
14ª. semana
15. Sustentación: Semanas 14, 15 y 16
VI. Técnicas e instrumentos
El estudio etnográfico supone la ejecución de un trabajo de campo que permite
recabar los datos en el medio natural donde ocurre el fenómeno, por eso es
importante realizar entrevistas y filmaciones de las prácticas de la cultura viva.
La Observación y la entrevista son técnicas que permite recoger información muy
valiosa para la realización del documental.
Instrumentos como diarios de campo, notas de campo, cuestionarios, instrumentos
audiovisuales

VII.Recursos
VII.1. Equipos tecnológicos a utilizar
 Cámara de teléfono móvil (Smartphone)
 Computadora
 Programa de edición de video

VII.2. Recursos humanos


 Entrevistados
 Entrevistador
 Camarógrafo
 Editor de videos

VII.3. Otros (si los hubiera)

VIII. Presupuesto

NATURALEZA DESCRIP CANTIDAD PRECIO PRECIO


DEL GASTO CIÓN UNITARIO TOTAL

Cámara de video 01
Bienes 4.000 4.000
Computador 4.500 4.500
a 01
Programa de 60.00 60.00
edición 01
MOVILIDAD
03 15.00 45.00
Servicios

8.605
TOTAL
Referencias

 https://andina.pe/agencia/noticia-asi-se-prepara-lambayeque-para-celebrar-semana-santa-
747643.aspx

 https://www.semanarioexpresion.com/Presentacion/noticia2.php?
noticia=402&categoria=Regional&edicionbuscada=954

 http://www.munilambayeque.gob.pe/lambayeque_semanasanta.php
Anexos
En este apartado se presenta un cuestionario de entrevista, con 10 preguntas como mínimo referidas al
tema (elemento cultural) de investigación seleccionado. Ejemplo:

CUESTIONARIO DE ENTREVISTA N°

Elemento cultural

Lugar de la entrevista
Departamento Provincia Distrito

Fecha

Nombres y apellidos del Edad: Lugar de nacimiento:


ENTREVISTADO
Grado de instrucción:
Actividad u oficio al que se dedica:
1. ¿Desde qué edad desarrolla esta actividad?
2. ¿Qué significa para usted realizar esta actividad?
3. ¿Cómo aprendió esta costumbre, la ha heredado o la aprendió solo (a)?
4. ¿Quiénes de sus familiares participan en esta actividad?
5.
6.
7.
8.
9.
10.

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