Está en la página 1de 6

Violencia bajo la alfombra

- Leandro Saner. Prof. Educación Superior en Física.

En este trabajo, se tiene por objetivo realizar una articulación de conceptos teóricos sobre
psicología y adolescencia con la escena planteada en un trabajo anterior. En ella, se cuenta
como, ante la viralización en internet de varios videos de estudiantes de un secundario
privado agrediéndose físicamente luego de salir de la escuela, (y con el uniforme de la
institución puesto) el profesor de la materia "política y ciudadanía", refiriéndose al tema,
expresó que, si entre estudiantes nos vamos a pelear en la calle al salir del colegio, no
tenemos que quitar el uniforme, cambiándonos de ropa, para que la institución no quede
expuesta.

Ante la situación dada, se plantean interrogantes que buscarán explicar la lógica posible que
los sustenta, sin llegar a conclusiones finales sobre las razones de los sujetos. En primer lugar,
surge pregunta sobre qué es lo que allí se pone en juego y que de qué manera es posible
explicarlo. En segundo lugar, se plantea la duda que qué rol asume el profesor y cómo puede
influir su posición en los estudiantes.

Un primer enfoque teórico, para abordar la primera cuestión, lo tomo de una


correspondencia entre Freud y Einstein conocida como "¿Por qué la guerra? (1932)", en la
cual se busca explicar la lógica que sustenta la violencia entre las personas y entre las
naciones. De acuerdo con Freud, los conflictos de intereses entre personas se dan en principio
mediante la violencia donde el más fuerte gana y, además, satisface una tendencia pulsional
(que Freud postula que solo existen dos, las sexuales y las de destrucción, que son la que se
satisfacen). Bajo este mismo marco, es interesante articular la escena con lo que Zelmanovich
(2013) describe sobre la pulsión, la cual, basándose en Freud, describe como un concepto
frontero entre lo físico y lo psíquico que no entiende de razones que no sean las de su
satisfacción y, se caracteriza por el pasaje de la necesidad de satisfacción por la interpretación
de un Otro (representante de la cultura). Es importante entonces, indica Zelmanovich, que el
aparato psíquico ligue la energía pulsional a representaciones que, aludiendo en otro instante
a Lacan, postula que se constituyen en el lenguaje y la tarea del psiquismo es "anudar
significante y pulsión". Cuando no ocurre esta conexión, dice la autora, se presentan
dificultades para conquistar una posible relación subjetiva y del propio cuerpo. Este último
aspecto nos interesa pues, en lo escolar el desenlace entre significante y pulsión, que indica
un exceso pulsional desregulado, es lo que se denomina cotidianamente "violencia escolar",
que es lo que se logra ver en la escena con el conflicto entre estudiantes.

Un segundo enfoque teórico que nos ayudará con el abordaje de nuestra segunda cuestión,
lo encontramos cuando Zelmanovich, en el ensayo ya trabajado en nuestro primer enfoque,
advierte de la posible “des-responsabilización” de los agentes escolares y familiares cuando
la desregulación es atribuida al sujeto. Asimismo, resulta interesante lo que Silvia Bleichmanr
(1997) postula al hablar del "malestar sobrante", la cual describe como una "cuota extra" de
malestar que se le suma al malestar estructural (que Freud postula en "El malestar en la
cultura"), donde el sujeto se ve despojado de un proyecto trascendente que posibilite modos
de disminución del malestar estructural. Los efectos de esta "cuota extra" en los adultos
(producto de una melancolía y sentimiento de ausencia de porvenir) frente a los jóvenes,
produce una reducción de que los logren herramientas futuras para sobrevivir en un mundo
cruel. En esta misma línea, Zelmanovich (2003) habla de "desamparo" como aquella situación
donde la falta de recursos para la subsistencia se le suma la fragilidad y la inconsistencia de
los discursos que sostienen el vínculo social. De esta manera, plantea la autora, la transgresión
de normas elementales en la sociedad por parte de los jóvenes dan cuenta del debilitamiento
del contrato social y de ausencia de un porvenir, pues se encuentran desprotegidos de
propósitos y expuestos a una violencia de la cual se apropian.

De esta manera, los aportes teóricos resultan útiles para analizar el rol del docente de
ciudadanía frente a una situación de violencia entre estudiantes, pues siguiendo a
Zelmanovich, puede analizarse desde la des-resposabilización de los agentes escolares frente
a una desregulación pulsional entre adolescentes, los cuales pueden apropiarse de una
violencia a falta de una protección o de una visión de un porvenir. Además, siguiendo a
Bleichmar, resulta interesante ver cómo el malestar sobrante, sumado al malestar estructural,
puede afectar a los jóvenes frente a una ausencia de los adultos.

Frente a esto, Laura Kiel (2005) teoriza acerca de cómo una situación de fragmentación social
afecta fuertemente a las instituciones escolares, haciendo que se presenten situaciones
inéditas en las clases que llevan a preguntar acerca de los límites en los alumnos. Es útil tomar
como Kiel concibe a los límites como una operación necesaria en el humano ya que mantiene
una función de convivencia (es decir que permite además de prohibir) y se transmiten por la
cultura (que puede ser un contexto de aprendizaje escolar), como un recurso que permite a
los jóvenes no quedar echado por las determinaciones sociales y lograr un mayor autocontrol
de las emociones. En la escena, se puede pensar desde si hay límites en los estudiantes y, si
no los hay, cómo actúa el docente frente a esta falta de límites como recursos culturales.

Un tercer enfoque teórico para un abordaje integral de las interrogantes puede realizarse
desde las teorizaciones sobre la adolescencia. Para esto, se tomarán los aportes de Brignoni
(2002), que toma a la adolescencia como un periodo tormentoso que se produce entre los
períodos de relativa quietud que son la niñez y la adultez. En esta "tormenta", plantea la
autora, se presenta una crisis de identidad (desde lo biológico, lo psicológico y lo social) de la
cual las respuestas encontradas o inventadas para tratarla, forman a la adolescencia. Este
enfoque general nos ayuda a pensar la escena de un modo más completo, pues permite
analizar los comportamientos de los estudiantes desde un enfoque que tenga en cuenta el
período crítico que están pasando y que los afecta tanto subjetivamente como
biológicamente.

Siguiendo con los planteos de Brignoni, cabe destacar lo que la autora, refiriéndose al
psicoanálisis, plantea como los adolescentes son muy activos en sus "acciones", pues se
encuentran en un hacer constante. Estas acciones se diferencian del "acto" en que este último
es algo que transforma al sujeto que lo realiza. Por último, Brignoni plantea que aquellas
acciones que se caracterizan por la transgresión representan un tipo distinto que la autora
llama "actuaciones", que implican un intento desesperado de separarse del otro. En base a
esto la autora llega a la conclusión de que, por parte del adulto con respecto al adolescente,
tiene el encargo de brindar los medios para que los jóvenes puedan separarse de la acción y
comiencen a hacer cargo de sus actos. Estos conceptos nos son de utilidad para comprender
en la escena de qué manera podría clasificarse las conductas violentas entre estudiantes y el
rol del docente frente a ello, o sea si de alguna manera brinda los medios para que los
adolescentes comiencen a hacerse cargo de sus actos.

Esto último puede complementarse con lo que Brignoni, refiriéndose a la pubertad, plantea
sobre la "identificación". Este concepto hace alusión al proceso por el cual el adolescente, en
un momento importante de diferenciación, necesita ideales de manera que pueda
reconstruirse. Para esto, plantea la autora, toma los ideales de quien en algún momento de
su vida lo sostuvo y lo alojó. Entonces, articulando con el posible análisis de la escena, puede
pensarse cómo los adultos, frente a los adolescentes que comenten acciones violentas (y su
difusión por redes sociales que podría verse como una actuación o llamado de atención),
ofrecen (o no) herramientas o valores con los cuales identificarse y así no quedar librado o
expuesto a la violencia. Es decir, según la autora, es importante ayudarle al adolescente a
construir un nuevo punto de vista del cual pueda verse y pueda encontrar un lugar en el otro
en el que puedan ser amables. En esto Brignoni es clara al plantear: "el empeño del
adolescente, siempre dirigido a otro, es para hacerse escuchar. El que eso se sostenga como
una voz y no tenga que convertirse en un alarido, depende, muchas veces, de la respuesta
que los adultos den a los adolescentes" (Brignoni, 2012, pp 16).

Un último enfoque conceptual que brinda Brignoni, que es útil para el análisis de la escena,
es sobre la relación entre las adolescencias y los síntomas. Este último término está
totalmente relacionado con lo descrito anteriormente sobre la identificación pues la autora
plantea que el sujeto adolescente, con algunos comportamientos, acciones o actos no
necesariamente adecuados, de algún modo está realizando una demanda mediante un modo
particular de pedir que el otro recurra o intervenga. De esta manera, no es conveniente que
las acciones de los adultos sean una insistencia a la eliminación del síntoma ya que esto sólo
conlleva a fijar al sujeto a él. Lo adecuado, según Brignoni, se trataría de ofrecer
oportunidades para que el sujeto pueda optar a otro lugar. En la escena, se puede pensar
como el docente podría estar determinando o legitimando el lugar de violencia entre los
jóvenes sin ofrecerle otros recursos culturales que permitan un cambio de lugar.

En conclusión, en este trabajo, se expuso un enfoque teórico de manera tal que permita
realizar un análisis que explique la lógica de una escena dada a partir de dos interrogantes.
Para esto, se introdujo los conceptos de violencia y pulsión que Freud postula, dando un
marco teórico a los comportamientos agresivos posibles en estudiantes. Otras nociones
expuestas sobre pulsión, su anudamiento con un significante y responsabilización de los
agentes escolares, se tomaron de Zelmanovich, que nos es de utilidad analítica para la escena
donde se encuentran posibles desregulaciones pulsionales en estudiantes y posible des-
responsabilización de un agente escolar. En un mismo sentido, se abordó el concepto de
límites en el sujeto en formación de Kiel, para obtener una perspectiva útil sobre cómo las
limitaciones pueden ser necesarias en estudiantes y cómo el rol del adulto responsable puede
ser indispensable para que los jóvenes no queden librados por determinaciones sociales.
Finalmente, nos apoyamos en la teorización sobre las adolescencias de Brignoni, que
permiten un abordaje integral sobre las crisis, padecimientos, síntomas, acciones y actos
posibles en adolescentes y permiten reconocer un rol importante de los agentes
responsables.

Referencias Bibliográficas

- Freud, S; Einstein, A (1932). “Carta abierta de Freud a Einstein sobre ¿Por qué la guerra?”

- Zelmanovich, P (2013). “El sujeto de la educación y del aprendizaje, en la pesrpectiva del


psicoanálisis”. Tesis de doctorado, capítulo 3.

- Bleichmar, S (1997). “Acelca del malestrar sobrante”. Revista Topia Nro. 21.

- Zelmanovich, P (2003). “Contra el desamparo”. Enseñar hoy.

- Kiel, L (2005). “De sin límites a limitados”. Buenos Aires, Secretaría de educación.

- Brignoni, S (2012). “Pensar las adolescencias”. Laboratorio de Educación Social; Editorial uoc.

También podría gustarte