Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Indice.................................................................................................. 2
Introducción........................................................................................3
Teoría del vínculo................................................................................4
Voces en primera y tercera persona...................................................5
Psicodinamismos profundos...............................................................7
Los roles y sus representaciones........................................................8
Reflexiones finales..............................................................................11
Bibliografía...........................................................................................12
Anexo
INTRODUCCIÓN
Llevar a cabo una experiencia de análisis y reflexión a partir datos recogidos de
la realidad empírica, resulta un proceso de aprendizaje que pone en juego no solo
las capacidades de saber entrecruzar los estudios teóricos con la información que
brinda la vida concreta, sino también, la sensibilidad de poder mirar más allá de lo
que los críticos y estudiosos han propuesto y construir, tomándolos como punto de
apoyo, conocimiento que nazca de la propia experiencia y deducción. Asimismo,
contribuye a nuestra formación individual como futuros actores del campo educativo.
En este trabajo, pretendemos hacer foco en el llamado vínculo intersubjetivo
docente-estudiante adolescente desde una mirada psicológica, por ende, remitimos
a las pedagogías psicológicas. Para ello, nos valimos de tres entrevistas en
profundidad realizadas a adolescentes de segundo y tercer año del secundario con
el objetivo poner de manifiesto esta voz en primera persona, desde donde
partiremos a la reflexión de las propuestas teóricas.
Este movimiento de lo “real” a lo “teórico” tiene por finalidad poder generar un
debate acerca de los tipos de vínculos que se establecen entre dos actores del
ámbito educativo para desentrañar los procesos psicológicos inconscientes que
entran en juego en dichas relaciones. También pretendemos problematizar ciertos
estereotipos que se reproducen en torno a los vínculos docente-alumno.
Para conformar nuestro marco teórico, nos servimos de los aportes de Ana
Abramowski, Noemí Allidiere, Sigmund Freud y Pichón-Rivère.
La teoría del vínculo
La llamada teoría del vínculo proviene del ámbito de la psicología y es
desarrollada especialmente por Pichón- Rivère (2000). El punto de partida es
comprender que los vínculos son una realidad compleja que propone una
bidireccionalidad en la relación puesto que supone la afectación mutua entre los
sujetos, esquemáticamente:
INFLUENCIA
INFLUENCIA
Podemos tomar las palabras de este autor como un modo de plantear las
diferenciaciones que son importantes realizar en cuanto a los roles que ocupan los
sujetos en la dinámica educativa. Considerar la escuela como una democracia
dirigida por la mayoría atentaría contra la estructura organizativa de la misma y los
roles diferenciados que les corresponden a cada sujeto. Este posicionamiento nos
permite avalar la idea de asimetría pero no desde una mirada de superioridad-
inferioridad, sino trascendiendo hacia un lugar que tenga en cuenta las
responsabilidades y tareas asignadas a los agentes educativos, como así también
las mutuas influencias inertes al concepto de vínculo que planteamos con
aterioridad.
La cuestión sobre los roles, las relaciones de poder y la asimetría, es una
realidad que se trasluce en las vida escolar. Queda de manifiesto, si tomamos las
palabras de los sujetos entrevistados, nos encontramos con frases como:
es como si ellos tuvieran su lugar y yo el mío. Las relaciones son
buenas pero ellos son los profes y yo hago la mía, digo... como
alumna (entrevista uno, anexo uno)
Psicodinamismos profundos
Se trata de mecanismos psicológicos inconscientes que se activan durante el
desarrollo de las relaciones interpersonales. Desde la psicología se proponen tres: la
identificación (“proceso psicológica inconsciente mediante el cual el sujeto asimila un
aspecto, una propiedad o un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente,
sobre el modelo de este” Allidere, 2004: 16), la proyección (“dinamismo psíquico
inconsciente por el cual se puede atribuir a un objeto, persona, grupo o situación,
afectos y/o deseos de uno mismo” Allidere, 2004: 18) y la transferencia afectiva
(entrecruzamiento de las mutuas proyecciones entre los sujetos). A partir de estos,
podemos identificar algunos en las entrevistas realizadas.
El primero que podemos nombrar es el de los fenómenos transferenciales,
donde las relaciones entre docentes y alumnos puede dar lugar a las transferencias
filiales. Esto quiere decir que los sujetos heredan los vínculos establecidos con los
individuos de otros ámbitos. En lo particular, vemos como en las entrevistas sale a la
luz el tan conocido traslado de la figura materna hacia la docente de primaria:
que nos cuidaban como si fueran mi mamá, era como tener una
segunda mamá acá en el colegio pero que tenía que compartirla con
mis compañeros (entrevista dos, anexo tres)
Ella era como una mamá para mi y creo que para otros, varios de
mis compañeros hicieron la típica de decirle mamá en medio del
grado. (entrevista tres, anexo cinco)
Estos dos testimonios dan cuenta que el vínculo establecido en el núcleo
familiar interno se ve trasladado hacia otros sujetos que adoptan algunas
características del rol de la maternidad, por ejemplo. Es decir, que “los docentes
'heredan' por transferencia directa los vínculos que los educandos tienen [aún] con
sus padres” (García Arzeno citado por Allidiere, 2004: 30).
Asimismo, la segunda cita aporta también un dato interesante. Al incluir la frase
“hicieron la típica de decirle mamá”, nos lleva a pensar que esta transferencia del
vínculo es una realidad que se da frecuentemente en las aulas y no son casos
aislados.
Otra observación que nos parece importante realizar tiene que ver con este
mismo fenómeno transferencial pero en la educación media. Por lo general, en este
nivel los profesores se convierten en figuras de autoridad y los sustitutos paternos
(Freud, 1914) que puede ser expresada mediante una completa hostilidad en el caso
de que los sujetos no hayan resuelto aún su “problemática de autonomía con
relación a sus padres” (Allidiere, 2004: 31); o bien, pueden demostrar que les
responden con cierto respeto y confianza. Este último es el caso de una de nuestras
entrevistadas:
Si, varias veces con una profe que es muy jovencita y super chura.
Una vuelta, yo había tenido un problema en mi casa y ella se dio
cuenta o no sé, porque me preguntó si me pasaba algo, si todo
estaba bien en mi casa y yo le conté lo que me pasaba y ahí ella me
aconsejó lo que ella haría y después me convidó unas galletas.
(entrevista dos, anexo tres)
Si, me pasó. Varias veces. Pero eran situaciones donde la profe nos
decía que estábamos muy inquietos o que hacíamos mucho bullicio
y alboroto y nosotros no hacíamos caso. También pienso que
muchas veces, los profes agrandan o exageran ese llamado de
atención porque a veces no es tanto el desorden, otras veces, sí
deberíamos comportarnos mejor y ponernos en su lugar. (entrevista
dos, anexo cuatro)
Ambas respuestas dan cuenta de que existen situaciones en que los docentes
dejan fluir su estado anímico real y se escapan del rol de la amabilidad. Sin
embargo, nos parece más importante hacer alusión al hecho de que en ambas
respuestas vemos que los sujetos están muy a favor de que el docente pueda
expresar su descontento haciendo uso de su “competencia emocional” (Abramowski,
2010), es decir, de su habilidad para la adquisición y manejo del capital emocional y
justifican el accionar de estos como una reacción ante el mal comportamiento de sus
pares.
Ahora bien, nos gustaría hacer referencia a dos atributos que conviven en el rol
docente: el ser “bueno o malos”. Analizando las respuestas de los sujetos, nos
encontramos con que la paciencia, la amabilidad, la comprensión y la capacidad de
explicar los temas y consignas son las características que un docente debe tener
para que lo califiquen como “bueno”; mientras que, los adjetivos de impaciente y
gritones son los que convierten a un docente en “malo”. Nos llamó la atención que
uno de las voces rescató la utilización de diferentes didácticas como un elemento
favorable hacia el docente (“que tenga diferentes didácticas” entrevista dos).
Por último, nos parece importante que destaquemos el hecho de que en dos de
las entrevistas, las alumnas expresan que prefieren los docentes estrictos puesto
que de ese modo llevan a cabo mejor sus tareas. Hacemos foco en este punto
podría considerarse que va en contra de los prácticas afectivas aceptadas y
desestructura el prejuicio de que los adolescentes prefieren docentes que no los
hagan hacer nada.
Reflexiones finales
Haber reflexionado acerca de los vínculos pedagógicos y los sentidos que se
asocian a los distintos roles del mismo, nos permitió acercarnos a algunas
conclusiones.
La primera de ellas remite al hecho de que la asimetría en la relación docente-
alumno es una realidad innegable mas no significa que sea planteada en términos
de dominación, sino que adherimos a lo enunciado por Madeleine Grumet citada por
Abramowski: “la distancia que separa a estudiantes de profesores debe ser
ciertamente achicada, pero siempre y cuando esta sea entendida como una brecha
cultural y política, y no psicológica” (2010, 93).
También referido al vínculo, podemos decir que la idea de la transferencia e
identificación de las docentes del nivel primario con un el lugar materno sigue siendo
un psicodinamismo vigente en el sistema escolar, respondiendo al nuevo imperativo
pedagógico vincular.
Pensando en los roles de los sujetos, nos encontramos con una aceptación por
parte de los alumnos de las prácticas afectivas que no condicen con este imperativo
que “castiga” la libre competencia emocional de los docentes. Los estudiantes, por
su parte, contemplan la realidad humana de sus docentes y validan que exprese su
autoridad y malestar frente al comportamiento del grupo.
Estas conclusiones nos llevaron a pensar en que los vínculos pedagógicos no
se configuran como homogéneos sino que son estructuras que se construyen a
partir de la puesta en juego de los psicodinamismos individuales de cada sujeto
partícipe de la interacción. A ello debemos sumarle la influencia de la cultura que
dictamina los modos de relación y las actitudes de los sujetos al colocarse en
determinado rol.
Poder ser conscientes de estas realidades nos permite tener una mirada más
amplia acerca de las realidades educativas y las relaciones que se establecen entre
los alumnos y nosotros como docentes. Teniendo en cuenta que no solo se trata de
una interacción superficial sino que se hacen presentes las experiencias vinculares
primarias de los agentes, se entrecruzan las transferencias y contratransferencias y
se activan las identificaciones partes de la psiquis de los sujetos.
Bibliografía