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Vínculos docente-alumno:

una mirada psicológica

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA


FACULTAD DE HUMANIDADES - PROFESORADO EN LETRAS
PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO OP.
Equipo docente: M. Eugenia Burgos, Valeria Hanne, Pamela Moreno.
Estudiante: M. de los Ángeles Rocha Louzán
Año: 2018
INDICE

Indice.................................................................................................. 2
Introducción........................................................................................3
Teoría del vínculo................................................................................4
Voces en primera y tercera persona...................................................5
Psicodinamismos profundos...............................................................7
Los roles y sus representaciones........................................................8
Reflexiones finales..............................................................................11
Bibliografía...........................................................................................12
Anexo
INTRODUCCIÓN
Llevar a cabo una experiencia de análisis y reflexión a partir datos recogidos de
la realidad empírica, resulta un proceso de aprendizaje que pone en juego no solo
las capacidades de saber entrecruzar los estudios teóricos con la información que
brinda la vida concreta, sino también, la sensibilidad de poder mirar más allá de lo
que los críticos y estudiosos han propuesto y construir, tomándolos como punto de
apoyo, conocimiento que nazca de la propia experiencia y deducción. Asimismo,
contribuye a nuestra formación individual como futuros actores del campo educativo.
En este trabajo, pretendemos hacer foco en el llamado vínculo intersubjetivo
docente-estudiante adolescente desde una mirada psicológica, por ende, remitimos
a las pedagogías psicológicas. Para ello, nos valimos de tres entrevistas en
profundidad realizadas a adolescentes de segundo y tercer año del secundario con
el objetivo poner de manifiesto esta voz en primera persona, desde donde
partiremos a la reflexión de las propuestas teóricas.
Este movimiento de lo “real” a lo “teórico” tiene por finalidad poder generar un
debate acerca de los tipos de vínculos que se establecen entre dos actores del
ámbito educativo para desentrañar los procesos psicológicos inconscientes que
entran en juego en dichas relaciones. También pretendemos problematizar ciertos
estereotipos que se reproducen en torno a los vínculos docente-alumno.
Para conformar nuestro marco teórico, nos servimos de los aportes de Ana
Abramowski, Noemí Allidiere, Sigmund Freud y Pichón-Rivère.
La teoría del vínculo
La llamada teoría del vínculo proviene del ámbito de la psicología y es
desarrollada especialmente por Pichón- Rivère (2000). El punto de partida es
comprender que los vínculos son una realidad compleja que propone una
bidireccionalidad en la relación puesto que supone la afectación mutua entre los
sujetos, esquemáticamente:

INFLUENCIA

SUJETO INTERACCION SUJETO

INFLUENCIA

Asimismo, existe un elemento más que entra en juego al momento de hablar de


las relaciones: la cultura. Es decir, el contexto social, cultural e histórico en que se
produce dicha interacción entre los sujetos. Tener en cuenta este tercer factor
implica asumir que ejerce alguna clase de influencia en el tejido relacional de los
individuos pertenecientes a una misma sociedad.
Por ello, la teoría del vínculo concibe a este como una estructura pues se
encuentra compuesta por una serie de elementos relacionados entre sí de modo que
si se modifica uno de ellos, se ve afectada la estructura en su totalidad.
Por otro lado, esta posición teórica plantea que cada vínculo que se produce
posee una significación particular para cada individuo ya que entran en juego
dinamismos psíquicos con características propias de cada sujeto.
Voces en primera y tercera persona
Luego de una breve introducción acerca de los vínculos y sus características,
nos proponemos ahora, centrarnos en colocar sobre la mesa las voces en primera
persona de tres adolescentes junto a las voces en tercera persona constituidas por
los aportes teóricos que nos brindan las categorías y conceptos guías para el
análisis, con el objetivo de poder entrecruzarlas y crear un diálogo entre ellas.
Ahora bien, si nos centramos en los llamados vínculos pedagógicos, es decir, la
relación que se establece entre el docente y el estudiante, nos encontramos que uno
de sus rasgos característicos es la asimetría (Allidiere, 2004). Si bien, ésta es
fuertemente cuestionada en nuestros días, Guillermo Jaim Etcheverry propone la
siguiente reflexión:
como parte de la apertura a la realidad social, se nos trata de convencer
por todos los medios posibles de que la escuela es una democracia
dirigida por la mayoría. Es indudable que por la naturaleza de la tarea que
realiza, no puede serlo y no debe serlo. Debe, eso si, ser una escuela al
servicio de la democracia, que es algo muy distinto. La institución
educativa es un lugar de transmisión y de trabajo. También de obediencia y
de respeto, porque la relación entre docente y alumno no es una relación
entre iguales. (Etcheverry citado por Allidiere, 2004: 25)

Podemos tomar las palabras de este autor como un modo de plantear las
diferenciaciones que son importantes realizar en cuanto a los roles que ocupan los
sujetos en la dinámica educativa. Considerar la escuela como una democracia
dirigida por la mayoría atentaría contra la estructura organizativa de la misma y los
roles diferenciados que les corresponden a cada sujeto. Este posicionamiento nos
permite avalar la idea de asimetría pero no desde una mirada de superioridad-
inferioridad, sino trascendiendo hacia un lugar que tenga en cuenta las
responsabilidades y tareas asignadas a los agentes educativos, como así también
las mutuas influencias inertes al concepto de vínculo que planteamos con
aterioridad.
La cuestión sobre los roles, las relaciones de poder y la asimetría, es una
realidad que se trasluce en las vida escolar. Queda de manifiesto, si tomamos las
palabras de los sujetos entrevistados, nos encontramos con frases como:
es como si ellos tuvieran su lugar y yo el mío. Las relaciones son
buenas pero ellos son los profes y yo hago la mía, digo... como
alumna (entrevista uno, anexo uno)

Mmm es como si esa distancia entre los profes y nosotros no fuera


tan como te la marca la directora o las preces. Porque está bueno
saber de los profes fuera del curso y se hace como un vinculo más
cercano o menos formal digamos. (entrevista dos, anexo tres)

O sea es buena porque no tengo ni tuve ningún problema con alguna


profe como otros compañeros pero tampoco es que yo quiera ser
amiga de alguna de ellas, sino que son solo profes. (Entrevista tres,
anexo seis)
Si tomamos las citas uno y tres, nos encontramos con una fuerte idea de que
los profesores ocupan su rol de docente y no es necesario ni se produce ningún otro
tipo de vínculo más allá de lo “académicamente establecido”, es decir, están los
adultos que tiene algo para enseñarles y ellos que solo desempeñan su tarea de
estudiantes. En estos casos, notamos una profunda asimetría, consciente o
inconsciente, que toma como cimiento los roles establecidos institucionalmente e
influenciados por el tercer elemento del vínculo, la cultura, que establece el lugar
que han de ocupar ambos.
En cambio, la cita dos, pertenece a una chica que su actitud es la de establecer
algún vínculo más estrecho mediante acercarse a sus docentes en los recreos e
indagar sobre ellos como persona; es entonces cuando vivencia una disminución de
la distancia entre ellos. Es en estos casos, en que la asimetría, aunque no
desaparezca, adquiere menor dimensión.
Este tipo de vínculos son los que el discurso psicológico fomenta pues donde
“antes se apelaba a la autoridad, hoy se insiste con acortar las distancias, contar con
un conocimiento profundo del alumno, generar vínculos afectivos” (Abramowski,
2010: 92) haciendo foco en las relaciones interpersonales.
A la luz de estos dos tipos de posturas, vemos que cobra importancia lo que
enunciábamos anteriormente como la singularidad de los vínculos de cada sujeto
pues son estudiantes que comparten la misma realidad institucional, por lo tanto, los
mismos docente mas lo que se ve modificado es la actitud de uno de los sujetos.
Este modo de plantear el trato con el docente implica un cambio en uno de los
elementos del sistema del vínculo, por ende, la estructura completa se altera y, si
pudiésemos acceder a la voz de los profesores, muy probablemente nos
encontraríamos con resultados similares.
Cuando hablamos acerca de los vínculos desde una perspectiva psicológica,
es necesario que hagamos referencia a los psicodinamismos profundos que se
ponen en acción en los vínculos pedagógicos.

Psicodinamismos profundos
Se trata de mecanismos psicológicos inconscientes que se activan durante el
desarrollo de las relaciones interpersonales. Desde la psicología se proponen tres: la
identificación (“proceso psicológica inconsciente mediante el cual el sujeto asimila un
aspecto, una propiedad o un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente,
sobre el modelo de este” Allidere, 2004: 16), la proyección (“dinamismo psíquico
inconsciente por el cual se puede atribuir a un objeto, persona, grupo o situación,
afectos y/o deseos de uno mismo” Allidere, 2004: 18) y la transferencia afectiva
(entrecruzamiento de las mutuas proyecciones entre los sujetos). A partir de estos,
podemos identificar algunos en las entrevistas realizadas.
El primero que podemos nombrar es el de los fenómenos transferenciales,
donde las relaciones entre docentes y alumnos puede dar lugar a las transferencias
filiales. Esto quiere decir que los sujetos heredan los vínculos establecidos con los
individuos de otros ámbitos. En lo particular, vemos como en las entrevistas sale a la
luz el tan conocido traslado de la figura materna hacia la docente de primaria:
que nos cuidaban como si fueran mi mamá, era como tener una
segunda mamá acá en el colegio pero que tenía que compartirla con
mis compañeros (entrevista dos, anexo tres)

Ella era como una mamá para mi y creo que para otros, varios de
mis compañeros hicieron la típica de decirle mamá en medio del
grado. (entrevista tres, anexo cinco)
Estos dos testimonios dan cuenta que el vínculo establecido en el núcleo
familiar interno se ve trasladado hacia otros sujetos que adoptan algunas
características del rol de la maternidad, por ejemplo. Es decir, que “los docentes
'heredan' por transferencia directa los vínculos que los educandos tienen [aún] con
sus padres” (García Arzeno citado por Allidiere, 2004: 30).
Asimismo, la segunda cita aporta también un dato interesante. Al incluir la frase
“hicieron la típica de decirle mamá”, nos lleva a pensar que esta transferencia del
vínculo es una realidad que se da frecuentemente en las aulas y no son casos
aislados.
Otra observación que nos parece importante realizar tiene que ver con este
mismo fenómeno transferencial pero en la educación media. Por lo general, en este
nivel los profesores se convierten en figuras de autoridad y los sustitutos paternos
(Freud, 1914) que puede ser expresada mediante una completa hostilidad en el caso
de que los sujetos no hayan resuelto aún su “problemática de autonomía con
relación a sus padres” (Allidiere, 2004: 31); o bien, pueden demostrar que les
responden con cierto respeto y confianza. Este último es el caso de una de nuestras
entrevistadas:
Si, varias veces con una profe que es muy jovencita y super chura.
Una vuelta, yo había tenido un problema en mi casa y ella se dio
cuenta o no sé, porque me preguntó si me pasaba algo, si todo
estaba bien en mi casa y yo le conté lo que me pasaba y ahí ella me
aconsejó lo que ella haría y después me convidó unas galletas.
(entrevista dos, anexo tres)

Esta situación particular es prueba de cómo una docente puede asumir,


momentáneamente, un rol maternal que implica la contención y el acompañamiento
del sujeto frente a una dificultad. A raíz de ello, el vínculo entre estos dos individuos
se ve forjado desde esta experiencia de transferencia filial.
Existen otros tipos de psicodinamismos que son habituales de ver en la
realidad escolar, como la demanda de amor mediante el mal comportamiento o las
transferencias eróticas y enamoramientos transferenciales hacia los docente. Sin
embargo, al no haber emergido de los datos de las entrevistas, no nos parece
relevante hacer detalle de ellos en este trabajo.

Los roles y sus representaciones


En la interacción establecida entre los sujetos del vínculo, cada uno de ellos
ocupa un rol determinado ya sea mediante transferencias y contratransferencias, o
en respuesta a posiciones otorgadas cultural y socialmente. Hablar de roles nos
habilita a reflexionar acerca de las diferentes representaciones y características casi
consideradas inseparables de la labor docente.
El primero de ellos al que nos gustaría hacer referencia es la asociación directa
de los docentes, especialmente de educación primaria, a los sentimientos de amor,
comprensión y a ese vínculo maternal del que hablamos anteriormente. Este hecho
se deja ver en las respuestas de los sujetos:
Sí, por que era una buena persona y además le tomé mucho cariño
porque ella me prestaba mucha atención y me escuchaba cuando le
hablaba o contaba historias, cosa que no me pasó con otras seños.
Ella era como una mamá para mi y creo que para otros, varios de
mis compañeros hicieron la típica de decirle mamá en medio del
grado (risas). (entrevista tres, anexo cinco)
La señorita que más me marcó digamos fue la seño Marina que la
tuve en primer grado porque era una persona muy mm paciente,
amorosa, cariñosa y siempre estaba sonriendo aunque se enoje con
nosotros. Era muy alegre y enérgica, siempre la veíamos haciendo
cosas. Se notaba que nos quería. (entrevista dos, anexo tres)

Em... sí. Me acuerdo de mi seño de segundo grado porque ella era


re buenita y me gustaba su forma de enseñanza. Además, también
era como que tenía un buen trato con nosotros que eramos chiquitos
y siempre estábamos preguntándole cada cosa que nos pasaba por
la cabeza y era ella muy amorosa. (entrevista uno, anexo uno)

Podemos decir que si hay un denominador común en todas estas docentes a


las que refieren los sujetos, es el amor por sus estudiantes. Vemos que está muy
arraigada la idea de “docentes amables, sinceros, circunspectos, dulces, firmes y
justos” (Abramowski 2010: 72) que responde al nuevo imperativo pedagógico
vincular que ingresa a la escuela en el siglo XIX, desplazando las prácticas
autoritarias y coercivas. Son las maestras amorosas, pacientes y sonrientes las que
quedaron en el recuerdo de estas estudiantes como parte de sus trayectoria escolar
primaria.
Sin embargo, es posible cuestionar este imperativo y plantearnos si un docente
debe cumplir como condición excluyente el “amar” a sus alumnos, es decir, que nos
preguntemos si un docente está obligado darles amor a todos ellos por que es la
“práctica afectiva correcta” (Abramowski, 2010) sin atender a sus propias emociones
suscitadas por ciertos estudiantes. Es aquí donde entramos en el campo de la
ambivalencia afectiva (Abramowski, 2010) como un rasgo de la afectividad escolar
donde el docente debe controlar, medir o dominar lo inadmisible.
En este sentido, indagamos en los sujetos acerca de situaciones en que algún
docente haya incurrido en lo “políticamente incorrecto”; las respuestas a la pregunta
“¿Presenciaste alguna situación en que algún docente haya expresado “no
aguantar” o “no soportar” a algún grupo de alumnos? ¿Expresó sus motivos?
¿Cuáles eran? ¿Qué opinás al respecto?” fueron las siguientes:
Si, una... varias veces me pasó. Pero fue porque... por la manera en
la que se comportaban mis compañeros y era como si le faltaban el
respeto entonces la profe se enojó mucho porque eran muchos
gritos y estaban todos parados y los chicos no hacían caso.
Yo opino que está muy bien que se haya expresado diciendo lo que
pensaba. (entrevista uno, anexo dos)

Si, me pasó. Varias veces. Pero eran situaciones donde la profe nos
decía que estábamos muy inquietos o que hacíamos mucho bullicio
y alboroto y nosotros no hacíamos caso. También pienso que
muchas veces, los profes agrandan o exageran ese llamado de
atención porque a veces no es tanto el desorden, otras veces, sí
deberíamos comportarnos mejor y ponernos en su lugar. (entrevista
dos, anexo cuatro)

Ambas respuestas dan cuenta de que existen situaciones en que los docentes
dejan fluir su estado anímico real y se escapan del rol de la amabilidad. Sin
embargo, nos parece más importante hacer alusión al hecho de que en ambas
respuestas vemos que los sujetos están muy a favor de que el docente pueda
expresar su descontento haciendo uso de su “competencia emocional” (Abramowski,
2010), es decir, de su habilidad para la adquisición y manejo del capital emocional y
justifican el accionar de estos como una reacción ante el mal comportamiento de sus
pares.
Ahora bien, nos gustaría hacer referencia a dos atributos que conviven en el rol
docente: el ser “bueno o malos”. Analizando las respuestas de los sujetos, nos
encontramos con que la paciencia, la amabilidad, la comprensión y la capacidad de
explicar los temas y consignas son las características que un docente debe tener
para que lo califiquen como “bueno”; mientras que, los adjetivos de impaciente y
gritones son los que convierten a un docente en “malo”. Nos llamó la atención que
uno de las voces rescató la utilización de diferentes didácticas como un elemento
favorable hacia el docente (“que tenga diferentes didácticas” entrevista dos).
Por último, nos parece importante que destaquemos el hecho de que en dos de
las entrevistas, las alumnas expresan que prefieren los docentes estrictos puesto
que de ese modo llevan a cabo mejor sus tareas. Hacemos foco en este punto
podría considerarse que va en contra de los prácticas afectivas aceptadas y
desestructura el prejuicio de que los adolescentes prefieren docentes que no los
hagan hacer nada.
Reflexiones finales
Haber reflexionado acerca de los vínculos pedagógicos y los sentidos que se
asocian a los distintos roles del mismo, nos permitió acercarnos a algunas
conclusiones.
La primera de ellas remite al hecho de que la asimetría en la relación docente-
alumno es una realidad innegable mas no significa que sea planteada en términos
de dominación, sino que adherimos a lo enunciado por Madeleine Grumet citada por
Abramowski: “la distancia que separa a estudiantes de profesores debe ser
ciertamente achicada, pero siempre y cuando esta sea entendida como una brecha
cultural y política, y no psicológica” (2010, 93).
También referido al vínculo, podemos decir que la idea de la transferencia e
identificación de las docentes del nivel primario con un el lugar materno sigue siendo
un psicodinamismo vigente en el sistema escolar, respondiendo al nuevo imperativo
pedagógico vincular.
Pensando en los roles de los sujetos, nos encontramos con una aceptación por
parte de los alumnos de las prácticas afectivas que no condicen con este imperativo
que “castiga” la libre competencia emocional de los docentes. Los estudiantes, por
su parte, contemplan la realidad humana de sus docentes y validan que exprese su
autoridad y malestar frente al comportamiento del grupo.
Estas conclusiones nos llevaron a pensar en que los vínculos pedagógicos no
se configuran como homogéneos sino que son estructuras que se construyen a
partir de la puesta en juego de los psicodinamismos individuales de cada sujeto
partícipe de la interacción. A ello debemos sumarle la influencia de la cultura que
dictamina los modos de relación y las actitudes de los sujetos al colocarse en
determinado rol.
Poder ser conscientes de estas realidades nos permite tener una mirada más
amplia acerca de las realidades educativas y las relaciones que se establecen entre
los alumnos y nosotros como docentes. Teniendo en cuenta que no solo se trata de
una interacción superficial sino que se hacen presentes las experiencias vinculares
primarias de los agentes, se entrecruzan las transferencias y contratransferencias y
se activan las identificaciones partes de la psiquis de los sujetos.
Bibliografía

 Allidiere, Noemí (2004) El vínculo profesor-alumno. Una mirada psicológica.


Cap. 1 y 2. Buenos Aires: Biblos herramientas educativas.
 Abramowski, Ana (2010) “Afectos pedagógicos apropiados e inapropiados” en
Maneras de querer. Los afectos docentes en las relaciones pedagógicas. Buenos
Aires: Paidós.
 Bernal Z., Hernando Alberto Sobre la teoría del vínculo en Enrique Pichón
Rivière. Una sistematización del texto Teoría del vínculo de Pichón.
 Freud, Sigmund (1914) Sobre la psicología del Colegial. Editorial Amorrortu.
 Pichón−Rivière, Enrique (2000) Teoría del vínculo. Buenos Aires: Nueva Visión.
21ª edición
ANEXO
ENTREVISTA UNO
EDAD: Dieciséis años
SEXO: femenino
AÑO QUE CURSA: tercer año del ciclo orientado
COLEGIO: la joven asiste a un colegio privado religioso de zona centro
1- ¿Recordás alguna maestra de la primaria? ¿Porqué?
Em... sí. Me acuerdo de mi seño de segundo grado porque ella era re buenita y me
gustaba su forma de enseñanza. Además, también era como que tenía un buen trato
con nosotros que eramos chiquitos y siempre estábamos preguntándole cada cosa
que nos pasaba por la cabeza y era ella muy amorosa.
2- ¿cómo describirías tu relación con los profesores en general?
Yo creo que buena, nunca tuve ningún problema con ninguno.
3- ¿Sos de charlar con los profes o acercarte a ellos por motivos “no académicos”
digamos?
Mm por lo general no, o sea si tengo buen trato con los profes y por ahí les hago
chistes pero no me acerco a los profes para charlar así de la nada.
4- ¿Porqué?
No sé... pero es como que ellos tuvieran su lugar y yo el mio. Las relaciones son
buenas pero ellos son los profes y yo hago la mía, digo... como alumna
5- ¿Tenés algún docente (maestra o profesor/a) que te haya marcado y el cual
recuerdes hasta hoy? ¿Porqué?
Si. Me quedó el recuerdo por el cariño que mostraba y la confianza que nos daba
porque eso está bueno, cuando confían en nosotros y nos dejan hacer cosas que no
son solo copiar teoría o hacer tps.
6- ¿Consideras alguno de tus profesores (actuales o pasados) como una figura de
autoridad? ¿En qué aspectos te basás para afirmarlo?
No, ninguno.
7- Frente a un profesor, ¿qué es lo primero a lo que prestás atención? (Forma de
vestir, de hablar, sus gestos, cómo explica, etc)
Y... me fijo en cómo explica y en su forma de hablar y expresarse.
8- ¿Tenés algún docente como modelo a seguir? ¿Porqué?
Sí, la profesora Pamela Nur por todo lo que sabe y las actividades que nos hace
hacer, es que son diferentes a las de los otros profes. Y la profesora Claudia
Alvarado porque nos explica bien.
9- ¿Presenciaste alguna situación en que algún docente haya expresado “no
aguantar” o “no soportar” a algún grupo de alumnos? ¿Expresó sus motivos?
¿Cuáles eran? ¿Qué opinás al respecto?
Si, una... varias veces me pasó. Pero fue porque... por la manera en la que se
comportaban mis compañeros y era como si le faltaban el respeto entonces la profe
se enojó mucho porque eran muchos gritos y estaban todos parados y los chicos no
hacían caso.
Yo opino que está muy bien que se haya expresado diciendo lo que pensaba.
10- ¿Con qué clase de docente te sentís más a gusto: severos, exigentes, cariñosos,
amables, indiferentes, etc? ¿Porqué? Describí tu profesor/a ideal.
Me gusta que sean exigentes porque así nos obligan a hacer la tarea pero que
también sean amables y comprensivos porque hay veces que no nos tienen
paciencia.
11- Teniendo en cuenta toda tu trayectoria escolar, ¿Cuántos maestros o profesores
varones tuviste?
Tuve solo dos: el profesor Angel Chocobar y David Quiroga.
12- ¿Encontrás alguna diferencia respecto de docentes o profesoras mujeres?
¿Cuáles? ¿Y similitudes? ¿cuáles?
Si, es diferente el trato y la confianza. Por ahí las profes mujeres son más estrictas y
los profes varones son como más relajados digamos o manejan mejor el grupo.
13- ¿Qué características debe tener un/a docente para que lo califiques como
“bueno”?
Es bueno cuando tiene paciencia y es amable con nosotros, que no nos grita toda la
hora y es comprensible para explicarnos o cuando hay que entregar los tps.
14- ¿Y como “malo”?
Y que tengan poca paciencia y se enojen por cada cosa que hacemos o que nos
gritan mucho y eso es cansador porque no es lindo que nos griten por todo.
ENTREVISTA DOS
EDAD: Quince años
SEXO: Femenino
AÑO QUE CURSA: segundo año del ciclo básico
1- ¿Recordás alguna maestra de la primaria? ¿Porqué?
Si, recuerdo la mayoría de mis maestras de la primaria porque cada una tenía una
característica en particular.
2- ¿Por ejemplo?
Algunas eran más amorosas que otras pero con otras era más divertido aprender
porque usábamos canciones o cuentos y entonces no era tan aburrido como copiar
la tarea y hacerla. Sino también, tuve seños que se dedicaban mucho a decorar el
aula o salíamos de paseo como a la granja o la fábrica de dulce de leche. Y otras
que nos cuidaban como si fueran mi mamá, era como tener una segunda mamá acá
en el colegio pero que tenía que compartirla con mis compañeros.
3- ¿cómo describirías tu relación con los profesores en general?
Buena por suerte. Me gusta acercarme en los recreos o en las horas libres y charlas
con las profes, les pregunto de su vida o de cuando eran estudiantes.
4- ¿Cómo crees que eso influye en la relación?
Mmm es como si esa distancia entre los profes y nosotros no fuera tan como te la
marca la directora o las preces. Porque está bueno saber de los profes fuera del
curso y se hace como un vinculo más estrecho o menos formal digamos.
5- ¿Alguna vez tuviste algún vínculo de amistad con algún docente?
Si, varias veces con una profe que es muy jovencita y super chura. Yo había tenido
un problema en mi casa y ella se dio cuenta o no sé, porque me preguntó si me
pasaba algo, si todo estaba bien en mi casa y yo le conté lo que me pasaba y ahí
ella me aconsejó lo que ella haría y después me convidó unas galletas.
5- ¿Tenés algún docente (maestra o profesor/a) que te haya marcado y el cual
recuerdes hasta hoy? ¿Porqué?
La señorita que más me marcó digamos fue la seño Marina que la tuve en primer
grado porque era una persona muy mm paciente, amorosa, cariñosa y siempre
estaba sonriendo aunque se enoje con nosotros. Era muy alegre y enérgica, siempre
la veíamos haciendo cosas. Se notaba que nos quería
4- ¿Consideras alguno de tus profesores (actuales o pasados) como una figura de
autoridad? ¿En qué aspectos te basás para afirmarlo?
Al profe Angel. Considero que él es como una figura de autoridad ante nosotros
porque cuando a él le toca cuidarnos es cuando mejor nos portamos y él ni siquiera
tiene que levantar la voz, solo estar ahí parado ya mantenemos la disciplina.
5- Frente a un profesor, ¿qué es lo primero a lo que prestás atención? (Forma de
vestir, de hablar, sus gestos, cómo explica, etc)
Creo que lo primero que veo son los gestos que hace, si entra de mala cara o no.
Después, también me fijo en la manera en que se expresa y nos enseña.
6- ¿Tenés algún docente como modelo a seguir? ¿Porqué?
Así como modelo a seguir, desde el punto de vista de la enseñanza digamos, la
tengo a la profe de historia porque usa didácticas diferentes a los otros profes como
exposiciones orales originales o vemos películas como Troya cuando estudiamos
historia antigua.
7- ¿Presenciaste alguna situación en que algún docente haya expresado “no
aguantar” o “no soportar” a algún grupo de alumnos? ¿Expresó sus motivos?
¿Cuáles eran? ¿Qué opinás al respecto?
Si, me pasó. Varias veces. Pero eran situaciones donde la profe nos decía que
estabamos muy inquietos o que hacíamos mucho bullicio y alboroto y nosotros no
hacíamos caso. También pienso que muchas veces, los profes agrandan o exageran
ese llamado de atención porque a veces no es tanto el desorden, otras veces, sí
deberíamos comportarnos mejor y ponernos en su lugar.
8- ¿Con qué clase de docente te sentís más a gusto: severos, exigentes, cariñosos,
amables, indiferentes, etc? ¿Porqué?
Me siento más a gusto con docentes amables porque de esa manera creo que
podríamos entender mejor los temas o consignas y tendríamos una mejor relación
con ellos porque no sería tan cortante o distante el trato.
9- ¿Cómo describirías tu profesor ideal?
Mi profesor ideal sería que sea amable, comprensivo emm paciente, estricto y
también que no siempre sea rígido. También que tenga diferentes didáctias.
10- Teniendo en cuenta toda tu trayectoria escolar, ¿Cuántos maestros o profesores
varones tuviste?
En toda la escuela tuve tres profes varones.
11- ¿Encontrás alguna diferencia respecto de docentes o profesoras mujeres?
¿Cuáles? ¿Y similitudes? ¿cuáles?
Y... creo que, según mi experiencia ¿no?, los profes varones son más comprensivos
y como que no se enojan tanto o no demuestran tanto cuando se enojan o inquietan
como las profes mujeres que siempre nos retan rápido o se enojan más fácil y nos
retan.
11- ¿Qué características debe tener un/a docente para que lo califiques como
“bueno”?
Un buen docente sería algo así como te describí mi profe ideal.
12- ¿Y como “malo”?
Malo... sería un profe que sea impaciente o que todo el tiempo esté elevando la voz.
También que dicte mucho. (risas)
ENTREVISTA TRES
EDAD: Quince años
SEXO: Femenino
AÑO QUE CURSA: tercer año del ciclo orientado
1- ¿Recordás alguna maestra de la primaria? ¿Porqué?
Si, recuerdo a algunas. Más que nada por su forma de tratarnos, con amor y
paciencia.
2- ¿cómo describirías tu relación con los profesores en general?
Ni buena ni mala. O sea es buena porque no tengo ni tuve ningún problema con
alguna profe como otros compañeros pero tampoco es que yo quiera ser amiga de
alguna de ellas, sino que son solo profes.
3- ¿Tenés algún docente (maestra o profesor/a) que te haya marcado y el cual
recuerdes hasta hoy? ¿Porqué?
Sí, por que era una buena persona y además le tomé mucho cariño porque ella me
prestaba mucha atención y me escuchaba cuando le hablaba o contaba historias,
cosa que no me pasó con otras seños. Ella era como una mamá para mi y creo que
para otros, varios de mis compañeros hicieron la típica de decirle mamá en medio
del grado (risas)
4- ¿Consideras alguno de tus profesores (actuales o pasados) como una figura de
autoridad? ¿En qué aspectos te basás para afirmarlo?
No, ninguno.
5- Frente a un profesor, ¿qué es lo primero a lo que prestás atención? (Forma de
vestir, de hablar, sus gestos, cómo explica, etc)
Lo que más me fijo es en sus modos de explicar o de expresarse en el aula. El
manejo del grupo y hasta dónde nos tiene paciencia.
6- ¿Tenés algún docente como modelo a seguir? ¿Porqué?
No, ninguno.
7- ¿Porqué?
Mmm... supongo que porque no busco modelos en ellos porque no es algo a lo que
yo me quiera dedicar en el futuro entonces ni me fijo.
8- ¿Presenciaste alguna situación en que algún docente haya expresado “no
aguantar” o “no soportar” a algún grupo de alumnos?
Si, cuando los chicos eran bastante indisciplinados y la profe se enojo mucho porque
no hacían caso.
9-¿Expresó sus motivos? ¿Cuáles eran?
No dijo porqué pero si nos decía que siempre la hacíamos renegar o no hacíamos
caso cuando ella pedía silencio.
10- ¿Qué opinás al respecto?
Yo pienso que está bien que exprese lo que piensa y sus motivos.
11- ¿Con qué clase de docente te sentís más a gusto: severos, exigentes, cariñosos,
amables, indiferentes, etc? ¿Porqué? Describí tu profesor/a ideal.
Creo que con profes que sean comprensibles, amables y que expliquen de una
manera que se entienda porque, pasa que, a veces, nadie entiende y los profes no
quieren explicar o te explican igual que la primera vez y es lo mismo que nada.
12- Teniendo en cuenta toda tu trayectoria escolar, ¿Cuántos maestros o profesores
varones tuviste?
Tuve tres.
13- ¿Encontrás alguna diferencia respecto de docentes o profesoras mujeres?
¿Cuáles? ¿Y similitudes? ¿cuáles?
Solo que las profesoras mujeres son más exigentes que los profes.
14- ¿Qué características debe tener un/a docente para que lo califiques como
“bueno”? ¿Y como “malo”?
Para ser bueno, tiene que ser comprensible y amable.... y malo, que no tenga
paciencia.

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