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Conferencia: Trabajo docente y evaluación

Emilio Tenti Fanfani

Seminario Internacional del IIPE-UNESCO Buenos Aires


Buenos Aires, 10 y 11 de octubre de 2012

Resumen

El trabajo que voy a presentar se organiza alrededor de los siguientes ejes temáticos.
El primero tiene que ver con ciertas particularidades del oficio docente en relación con
el tipo de conocimiento que emplean los maestros en su trabajo cotidiano en las aulas
y las instituciones escolares. Sostendré que en este oficio existe una combinación
particular entre conocimiento práctico y conocimiento codificado donde tiende a
predominar el primero sobre el segundo. Por otro lado, afirmaré que no existe una
integración fuerte entre ambos y que muchas veces, lo que el maestro es capaz de
hacer no tiene mucha relación (cuando no se opone abiertamente) a lo que es capaz
de “decir” o verbalizar (teoría).

En la segunda parte propondré una hipótesis a modo de contribución para una


explicación del clásico fenómeno del divorcio “Teoría” “práctica” en el campo del
trabajo docente. Propondré que una de las raíces de este desencuentro hay que
buscarla en el modo muy particular en que se aprende este oficio, en relación con las
formas de aprendizaje que caracterizan a otras profesiones modernas.

Con base en las consideraciones anteriores presentaré una descripción de las dos
formas típicas que estructuran el espacio de la discusión intelectual y política acerca
de la construcción social del oficio docente. Por un lado están los que defienden una
concepción tecnocrática del trabajo docente y lo definen con las mismas categorías
que usan los economistas para rendir cuentas de los procesos de producción de
bienes materiales (lógica insumos-procesos-producto). Por otro lado están quienes
sostenemos que el quehacer del maestro se parece más a una performance, es decir
a una ejecución virtuosa (practica sin producto inmediato) que requiere de la
participación de un público (los alumnos y sus familias). Mientras que los que
sostienen la primera posición piensan al docente como un agente individual y tienden
a imputar sus prácticas a su conocimiento profesional y a sus actitudes y valores, en la
segunda resulta obvio que es preciso pensar la docencia como un trabajo colectivo
que se ejerce en marcos institucionales (reglas y recursos) muy desiguales y
jerarquizados. Para terminar diré que esta oposición se expresa también en el plano
de las estrategias de evaluación de maestros que luchan por imponerse en el campo
de las políticas educativas específicamente orientadas a resolver “la cuestión
docente”.

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