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Consolidación del Estado Constitucional

Una vez derrotado Rosas en la batalla de Caseros, el año 1852 fue decisivo para el
proceso de organización nacional. Urquiza inició una etapa que llevaría a la sanción
de la Constitución de 1853, la que organizaría finalmente la Nación. Sin embargo, las
discrepancias entre la Confederación y Buenos Aires no cesarían. Ambas se
mantuvieron separadas, llevando a un nuevo enfrentamiento militar, y
posteriormente, a la celebración del Pacto de San José de Flores, el cual condicionó
la incorporación de Buenos Aires a la Confederación y se solicitó la reforma de la
Constitución, acentuando más su carácter federal.

El Congreso Constituyente de 1853. La Constitución de 1853. Fuentes ideológicas

Pacto de San José de Flores. Reforma constitucional de 1860

Referencias

Revisión del módulo


LECCIÓN 1 de 4

El Congreso Constituyente de 1853. La Constitución


de 1853. Fuentes ideológicas

A los fines de introducirnos en el tema nuevamente, presentamos a


continuación la figura 1 para recordar a partir de cuáles hechos se llegó al
Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos.

Figura 1: Camino hacia la organización nacional


Fuente: Elaboración propia

El gráfico describe las instancias previas a la convocatoria del Congreso


General Constituyente de 1853.

El Acuerdo de San Nicolás fue ratificado por todas las provincias


a excepción de Buenos Aires, donde se produjo un grave
conflicto. Los términos del Acuerdo crearon desconfianza en
Buenos Aires debido a las excesivas atribuciones que le confería
a Urquiza, temiendo que sucediese lo ocurrido durante el
gobierno de Rosas o peor aún que perdiera la autonomía política
y financiera de la que gozaba hasta entonces ya que según el
Acuerdo las rentas aduaneras debían contribuir al sostenimiento
de los gastos nacionales. (Tau Anzoátegui & Martiré, 1967. pp.
442-443).

La Legislatura de la provincia de Buenos Aires discutió y rechazó


el acuerdo de San Nicolás, por lo que Buenos Aires quedó
enfrentada a la Confederación (es decir, al resto del país).

Buenos Aires fue la única provincia que no ratificó ni adhirió al


acuerdo, no acató las órdenes del Director ni nombró diputados.
La legislatura porteña se transformó, entonces, en el lugar de
enfrentamiento entre quienes propugnaban la ratificación del
Acuerdo y quienes lo rechazaban. Ante esto y al agravarse la
crisis de Buenos Aires por la renuncia de su gobernador Vicente
López y Planes, Urquiza expatrió a los principales diputados
opositores, clausuró la legislatura y asumió provisionalmente el
gobierno de la provincia. Al producirse una breve ausencia de
Urquiza, el 11 de septiembre de 1853 “un movimiento militar
restableció en el gobierno a los adversarios y ahora enemigos de
Urquiza”. (Tau Anzoátegui & Martiré. 1967.pp. 442-443).

El 22 de septiembre, Buenos Aires se dispuso retirarle a Urquiza el encargo


de las relaciones exteriores otorgadas a través del Protocolo de Palermo y
“en condiciones de ejercer directamente la conducción de los negocios
internos y externos” (Tau Anzoátegui & Martiré, 1967. p. 444).

Buenos Aires, como estado libre, renunció a participar en el Congreso de


Santa Fe y desconoció toda autoridad confederada.

El Congreso General Constituyente, convocado por el Acuerdo de San


Nicolás, se instaló solemnemente en la ciudad de Santa Fe, el 20 de
noviembre de 1852 con la representación de todas las provincias excepto la
de Buenos Aires (San Juan se incorporó en febrero de 1853). El 1 de mayo de
1853, luego de cumplirse dos años del pronunciamiento de Urquiza, se firmó
la Constitución, que fue promulgada por el director supremo el 25 de mayo, y
jurada por todas las provincias, salvo Buenos Aires, el 9 de Julio de 1853.
Fueron sus precedentes e influencias, sin lugar a dudas, las Constituciones
Nacionales de 1819 y 1826, los pactos y tratados interprovinciales, las Bases
y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina, de
Juan Bautista Alberdi, y la Constitución de Estados Unidos de Norteamérica,
entre otros. (Tau Anzoátegui & Martiré, 1967).

Figura 2: Constitución de 1853


Fuente: Elaboración propia.

El gráfico describe el marco ideológico de la Constitución de 1853, dentro del


cual no debemos olvidar los pactos preexistentes, como el Tratado del Pilar de 1820 y
el Pacto Federal de 1831. En relación a las partes, ¿en qué se diferencia con la actual

Constitución reformada en 1994?

C O NT I NU E
LECCIÓN 2 de 4

Pacto de San José de Flores. Reforma constitucional


de 1860

Reforma constitucional de 1860. La instalación de la Corte


Suprema de Justicia de la Nación. La reforma constitucional
de 1860

Durante el período siguiente, hasta 1959, hubo tiempos de tensión


permanente entre ambos espacios políticos, a pesar de estar en relación de
igualdad gracias a la celebración de tratados recíprocos que tenían como fin
solucionar las diferencias sin recurrir a las armas. Sin embargo, a pesar de
los intentos mediadores, la Confederación quería obtener la reincorporación
de Bs. As. Como consecuencia, ambos ejércitos al mando de Urquiza (al
frente de la Confederación) y de Mitre (al frente de Buenos Aires) se
enfrentaron en la batalla de Cepeda, librada el 23 de octubre de 1859, cuya
victoria se llevó la Confederación. El 11 de noviembre de 1859, se acordó el
Pacto de San José de Flores, cuyas partes principales establecían lo
siguiente:

1 Buenos Aires se declaró parte integrante de la Confederación


Argentina.
2 Buenos Aires realizaría una revisión a la Constitución Nacional de
1853, mediante la convocatoria de una convención provincial. Si
esta “proponía reformas al texto constitucional, las mismas debían
ser sometidas a decisión final a una convención nacional con la
participación de todas las provincias, incluso Buenos Aires”.(Tau
Anzoátegui & Martiré, 1967, p. 447).

3 La aduana pasó a corresponder a la Nación y se le aseguró Bs. As.


una cobertura de los gastos de su presupuesto desde 1859 hasta 5
años más.

La Constitución nacional se reformaría siguiendo el procedimiento


establecido, lo que en principio permitiría la unión de todas las provincias bajo
un solo texto constitucional, pero no fue este el caso. Persistieron las
profundas diferencias ideológicas y de predominio político, económico y
financiero.

Los motivos reales eran el control del Congreso que había estado
funcionando en Paraná desde 1852. Cuando iniciaron las sesiones en 1861,
los diputados y senadores bonaerenses fueron elegidos de acuerdo al
sistema electoral vigente en la provincia y no de acuerdo a lo establecido en
la Constitución de 1853.Por tal motivo, la Cámara de Diputados rechazó a los
representantes y solicitó que debían realizarse nuevas elecciones de
acuerdo a la ley nacional. A pesar de “que los senadores porteños fueron
aceptados por la Cámara respectiva, aquéllos dispusieron no incorporarse
hasta que se resolviera definitivamente la situación de los diputados de
Buenos Aires” (Tau Anzoátegui & Martiré, 1967, p. 450).

Esta situación, que se tensó hasta los límites de la resolución negocial, llevó a
un enfrentamiento militar en Pavón en septiembre de 1861, entre Urquiza,
representando a la Confederación y Mitre, representando a Bs. As. En esta
ocasión, fue Mitre el vencedor, quien llevaría a cabo la reorganización
nacional bajo los principios liberales y la hegemonía porteña.

Pacto de San José de Flores

La convención provincial encargada de estudiar la Constitución aceptó, por


treinta y dos votos contra diecisiete abstenciones, las reformas que solicitó
Buenos Aires (o la comisión). Estas apuntaban a disminuir los poderes del
Gobierno central y asegurar los poderes reservados a las provincias y
proponían una serie de cambios destinados a asegurar la autonomía de
Buenos Aires frente al Gobierno federal.

Terminada esta labor, se hizo necesario resolver todo lo concerniente a la


siguiente instalación de la Asamblea Nacional, que habría de abocarse al
estudio de las reformas propuestas. Con ese fin arribó Vélez Sarsfield a la
capital de la Confederación y se reunió allí con el doctor Daniel Aráoz y con
Benjamín Victorica. En virtud de unas nuevas bases presentadas por este
último, se redactó el convenio definitivo, conocido como Convenio
Complementario del Pacto de San José de Flores, que fue firmado el 6 de
junio de 1860. Este documento constaba de 19 artículos o estipulaciones, en
los que se fijó la necesidad de la convocatoria de la convención ad hoc que
habría de sancionar las modificaciones a la Constitución vigente. Además,
declaraba que, luego de que se expidiera el Congreso Nacional, el Gobierno
de la Confederación llamaría a elecciones de convencionales en toda la
República. A fin de que Buenos Aires pudiera tomar parte en la obra
legislativa futura, se estableció que, una vez jurada la Constitución Nacional
por dicha provincia, el Congreso prorrogaría sus sesiones para que pudieran
incorporarse los diputados y senadores de Buenos Aires y se le asegurara a
esta última la continuación del régimen y administración de todos los objetos
comprendidos en el presupuesto de 1859, aun cuando ellos correspondieran
por su naturaleza a las autoridades nacionales.

La reforma constitucional de 1860

Así, en cumplimiento del artículo 5 del Pacto de San José de Flores y del 1. °
Convenio del 6 de junio de 1860, se reunió en la ciudad de Santa Fe la
Convención Nacional Reformadora. La primera sesión tuvo lugar el 14 de
septiembre y se designaron como presidente al doctor Mariano Fragueiro y
como secretarios a José María Gutiérrez y Carlos Bouquet.

En relación a la distribución del poder, la reforma fue, en general, adecuada,


pues pretendía asegurar más eficazmente las autonomías provinciales, lo
cual era de indudable conveniencia política y económica para la Provincia de
Buenos Aires, pero también le fue útil a las demás provincias. Así, fueron
suprimidos el juicio político a los gobernadores de provincia y el control del
Congreso Nacional sobre las constituciones provinciales.

El 23 de septiembre, luego de que el debate hubiera culminado con una


patriótica moción de Victorica en pos de la unión nacional, aplaudida y
vitoreada por todos los presentes, quedaron aprobadas las reformas a la
Constitución de 1853 propuestas por la Convención Provincial de Buenos
Aires y el 25 de septiembre quedó definitivamente sancionada. 

Luego, el 21 de octubre de 1860, el pueblo de Buenos Aires juró la


Constitución de 1853, con las reformas recientemente sancionadas.

Las principales modificaciones fueron, además de las proyectadas por la


Comisión Reformadora, las siguientes:

Se reemplazó el artículo 3, que declaraba a Buenos Aires capital de


la República. La capital se establecería por ley del Congreso, previa
cesión de la legislatura o legislaturas del territorio a nacionalizar.

Se restringió el régimen de intervenciones en las provincias.

Se eliminó el requisito de aprobación de las constituciones


provinciales por parte del Congreso Nacional.

Se suprimieron los juicios que el Congreso Nacional podía entablar


sobre los gobernadores provinciales.
Se prohibió la eliminación de las aduanas exteriores existentes al
tiempo de la integración y la fijación de diferencias en beneficio de
algunos puertos.

En el artículo 101 se aclaraba que las provincias conservaban todo


el poder no delegado por la Constitución en el Gobierno federal y el
que habían reservado en tiempos de su incorporación.

Figura 3: Proceso de incorporación de la Provincia de Buenos


Aires a la Confederación

Fuente: elaboración propia.
El gráfico describe el proceso de incorporación de Buenos Aires a la
Confederación. Por ello, se produce un nuevo enfrentamiento militar, el de
Cepeda y posteriormente la celebración del Pacto de San José de Flores.

La instalación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

La Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina se instaló el 15 de


enero de 1863. Es el Superior Tribunal de Justicia de la República Argentina.
La Corte es el último tribunal competente y capacitado para impartir justicia,
o sea que sus fallos no pueden ser apelados. Además, decide en casos en
los que se ponga en duda la constitucionalidad de alguna ley o algún fallo de
tribunales inferiores. Puede, también, declarar nula una ley aprobada por el
Congreso Nacional si juzga que es incompatible con la Constitución (recurso
de inconstitucionalidad).

Los requisitos que se establecen para ser miembro de la Corte son ser
abogado de la nación con ocho años de ejercicio y tener las condiciones
requeridas para ser senador nacional. Los miembros son elegidos por el
presidente con acuerdo del Senado y duran en su cargo mientras tengan
buena conducta. Sin embargo, una vez que cumplen 75 años, necesitan un
nuevo nombramiento. Solo podrán ser removidos de sus cargos por medio
de un juicio político, procedimiento especial para tal fin, llevado a cabo en el
Senado y exclusivamente bajo el cargo de mal desempeño de sus funciones.
Allá por sus orígenes, la Constitución sancionada en 1853 estableció que la
Corte Suprema iba a estar integrada por nueve jueces y dos fiscales.

A fines de 1854, Urquiza designó una Corte que nunca logró reunir. La
reforma constitucional de 1860 modificó esta conformación y dispuso que
una ley nacional debía fijar el número de miembros. Luego, se estableció que
serían cinco los ministros de la Corte. El entonces presidente Bartolomé
Mitre procedió a la designación de los miembros de la Corte el 18 de octubre
de 1862, de acuerdo a la ley orgánica de la justicia federal, que estableció el
nuevo número de miembros. Los nuevos miembros eran Valentín Alsina
(presidente), Francisco de las Carreras, Salvador María del Carril, Francisco
Delgado, José Barros Pazos y Francisco Pico, como procurador general. Sin
embargo, Alsina no aceptó ser presidente de la Corte, por lo que el 1 de junio
de 1863 fue nombrado en el puesto Francisco de las Carreras. La Corte entró
en función en octubre de 1863.

La primera Corte quedó integrada, entonces, por Francisco de las Carreras


(presidente), Salvador María del Carril, José Barros Pazos, José Benjamín
Gorostiaga y Francisco Delgado. Según lo visto en la historia, el número de
magistrados de la Corte no sería una constante. En 1958 aumentó su
número a siete, en tanto que durante el Gobierno dictatorial de Onganía, sus
miembros volvieron a ser cinco. La Corte Suprema aumentó de cinco a
nueve miembros durante los años 90. Los cinco nuevos miembros fueron
escogidos por el entonces presidente Carlos Menem.

Estableciendo una relación entre el pasado y el presente


En la actualidad, ¿cuántos son los miembros de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación?

¿Quién determina el número de sus miembros, la Constitución o una ley


nacional?

Actividades de repaso y refuerzo

A través de la celebración de cuál convención se incorpora la Provincia de


Buenos Aires a la Confederación

Pacto de San José de Flores

Tratado del Pilar

Tratado de Benegas

Convención de Cañuelas

SUBMIT
¿Cuáles fueron algunas de las reformas de 1860 introducidas por la
Convención de Bs. As.a la Constitución de 1853 y aceptadas por la
Convención Nacional?

La capital se establecería por ley del Congreso, previa


cesión de la legislatura o legislaturas del territorio a
nacionalizar.

Se restringió el régimen de intervenciones en las


provincias y se dispuso que el requerimiento de las
autoridades constituidas provinciales debía mediar.

Se suprimieron los juicios que el Congreso Nacional


podía entablar sobre los gobernadores provinciales,
pues correspondía a las legislaturas provinciales.

Los derechos de exportación corresponderían a la


nación por tiempo ilimitado.

SUBMIT
Uno de los motivos por los que Urquiza se pronunció en contra de Rosas fue
que este último se negaba a convocar un Congreso que dictara la
Constitución.

Es verdadero porque Rosas no consideraba aún el


momento oportuno para dictar la Constitución.
Sostenía que era prematuro y que se debía esperar
hasta la pacificación y organización de las
provincias. Rosas era conservador, religiosamente
ortodoxo y partidario del orden y de una férrea
disciplina.

Es falso porque era Urquiza el que se oponía a la


sanción de la Constitución que organizara la nación.

SUBMIT

C O NT I NU E
LECCIÓN 3 de 4

Referencias

Ortiz Pellegrini, M. A., Aguirre, S. L. & Zanotti, E. R. (1999). Nociones de


Historia del Derecho Argentino. Tomo II. Córdoba, AR: Lerner.

Tau Anzoátegui, V. & Martiré, E. (1967). Manual de Historia de las


Instituciones Argentinas. 6º ed. Buenos Aires: Macchi.

C O NT I NU E
LECCIÓN 4 de 4

Revisión del módulo

Hasta aquí aprendimos...

Antecedentes de la Revolución de Mayo



Como frente a los hechos acaecidos tanto en Europa como en América, los
criollos del Virreinato del Río de la Plata comienzan a cuestionarse sobre la
legitimidad del poder monárquico del Rey y del Virrey sobre estas tierras. Así,
supieron adaptar las ideologías predominantes en Europa, a la realidad
rioplatense para ser utilizadas como fundamento en el cabildo abierto del 22
de mayo de 1810.

Primeras reglamentaciones desde la Semana de Mayo de 1810



A partir de la Revolución de Mayo de 1810 fueron varios los intentos
constitucionales que tendrían por fin otorgarle a nuestro Estado una
organización política institucional. Desde el Reglamento del 25 de Mayo
hasta la Constitución unitaria de 1819 se crearon, bajo la teoría política de la
división de poderes, diferentes órganos que cumplieron las funciones
ejecutivas, legislativas y judiciales. Estos ensayos constitucionales fueron
rechazados o, por ser inconvenientes al centralismo porteño o, a las ideas
autonomistas de los pueblos del interior. Este período institucional finaliza
con la Crisis de 1820, a partir de la cual las provincias asumen sus
autogobiernos y solo delegan en el gobernador de Buenos Aires las
facultades de las relaciones exteriores.

El proceso de construcción del Estado Constitucional



La crisis de 1820 queda evidenciada con el enfrentamiento en la batalla de
Cepeda, en febrero de 1820, entre los caudillos López y Ramírez y el Director
Supremo Rondeau, celebrándose a continuación el Tratado del Pilar. Como
consecuencia, las autoridades nacionales, el Congreso y el Directorio, son
disueltas; y, son las propias provincias quienes reasumen su gobernabilidad
cobrando forma el principio de autonomía provincial. A partir de allí, surge un
medio eficaz para relacionarse: los tratados. Sin embargo, Buenos Aires no
perderá las esperanzas de volver a concentrar su poder, recorriendo un
camino un hacia la sanción de la Constitución de 1824, de neto corte
centralista.

Consolidación del Estado Constitucional



Una vez derrotado Rosas en la batalla de Caseros, el año 1852 se convierte
en decisivo, en el proceso de organización nacional. Urquiza inicia una etapa
que llevará a la sanción de la Constitución de 1853, la que organizará
finalmente a la Nación. Sin embargo, las discrepancias entre la
Confederación y Buenos Aires no cesarán. Ambas se mantienen separadas,
lo que las llevará a un nuevo enfrentamiento militar, el de Cepeda y
posteriormente a la celebración del Pacto de San José de Flores. En el
acuerdo se condiciona la incorporación de Buenos Aires a la Confederación,
solicitando la reforma de la Constitución, la que se realiza, acentuando más,
su carácter federal.

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