Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Procesal Penal Programa y Modulos
Procesal Penal Programa y Modulos
NOMBRE DE LA ASIGNATURA
ABOGACÍA 2018
OBJETIVOS: OBJETIVOS
GENERALES
ESPECIFICOS
2
6) Principios y Garantías en el derecho procesal penal.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD. PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD. LA
VERDAD SOBRE LA ACUSACION. LA PENA.
GARANTIAS. Noción y fin. Fuentes (Art. 75, Inc. 22 C. N.).
Fundamento. Límite. Clases de garantías: Garantías Penales.
Garantías Procesales: a) Igualdad ante los tribunales; b) La
reserva de la intimidad; c) El estado de inocencia. Derivaciones;
d) Juez Natural; e) Imparcialidad del tribunal; f) Juicio previo; g)
Non bis in ídem; h) El derecho de defensa; i) La defensa del
imputado.
3
3) COMPETENCIA.
Concepto, Naturaleza, Competencia en razón de la materia, del
lugar, de la función, del grado, de la persona, conexión.
Competencia de cada órgano jurisdiccional en particular.
ACTOS PROCESALES
a) Disposiciones generales. Idioma, fecha, día, hora.
b) Acto y actividad procesal
c) Declaraciones, requisitos
d) Actos y resoluciones judiciales.
e) Exhortos, mandamientos y oficios.
f) Actas, contenido y formalidades.
g) Relación temporal en el proceso: Términos y plazos.
Clasificación.
h) Notificaciones, citaciones y vistas.
NULIDADES.
4
Formas de proceder del Ministerio Fiscal. Obligaciones en cuanto a
la acción penal. El requerimiento. Facultades para la investigación.
Concepto de autoridad competente.
5
EXCEPCIONES PROCESALES.
6
7) Recurso 14 de la ley 48. Recurso de inaplicabilidad de ley.
7
• Vázquez Rossi, Jorge E. “Derecho Procesal Penal”, Ed.
Rubinzal - Culzoni, Santa Fe, 1995.
8
9
SEMANA 1
MÓDULO 1
SEMANA 1
MÓDULO 1
0
SEMANA 1
MÓDULO 1
El Derecho Procesal Penal es la rama del orden jurídico interno de un Estado, cuyas normas
instituyen y organizan los órganos públicos que cumplen la función judicial penal del Estado y
disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario para imponer y actuar una
sanción o medida de seguridad penal, regulando así el comportamiento de quienes intervienen
en el.
Queda excluida toda posibilidad de aplicación directa de la ley penal a quien aparece prima
facie como autor de un hecho descripto por ella.
Ante la necesidad del Estado de proveer a la manutención de la paz social, surgen las normas
del Derecho Procesal como el instrumento adecuado para discernir si se debe o no, en el caso
concreto, aplicar sanción o eximir de ella al presunto culpable. A la función esencial del
Derecho Procesal Penal es realizar el derecho penal, permitir su efectivización en el caso
concreto.
Clariá Olmedo nos dice que el derecho procesal penal es la ciencia que estudia
sistemáticamente el conjunto de principios y normas referidos a la actividad judicial que se
cumple a través del proceso, dirigida fundamentalmente a la efectiva realización jurisdiccional
del orden jurídico penal.
Nos dice también que el derecho procesal penal se encarga de organizar la magistratura penal
especificando sus distintas funciones y estableciendo los presupuestos, modos y formas del
trámite procesal.
Análisis de la definición:
Ciencia: debido a que tiene principios, objeto, método que le garantizan autonomía y conceptos
propios como la acción. Su jerarquía cinética fue conseguida paralelamente y como
consecuencia de la concepción científica del derecho procesal civil.
1
SEMANA 1
MÓDULO 1
Realización jurisdiccional: pues busca aplicar la ley penal a través de los órganos que
conforman el Poder Judicial. Esto es en definitiva la función realizadora del derecho procesal
penal.
CARACTERES:
- Publico: No caben dudas de que el derecho procesal penal tiene un carácter público,
pues hay un interés generalizado de toda la comunidad para el cumplimiento efectivo
de sus fines.
Hay que aclarar que el hecho de puedan haber situaciones que dependan de la acción privada
del querellante, como por ejemplo las calumnias, no desvirtúan la naturaleza pública del
derecho procesal penal. Mayer advierte que en este supuesto, el dcho. procesal penal es en
parte privado. Mancini dice que es incorrecto, puesto que la estructura del proceso, la condena
y en donde se desenvuelve la acción civil, es de carácter pco.
Justamente por su carácter público, debe intervenir el estado, a través de sus órganos
competentes, para la efectiva realización de la justicia penal.
- Secundario: Se dice que es un derecho secundario, pues para que entre en acción, es
necesario que previamente se haya violentado una norma penal. De esto surge una
consecuencia inevitable, si no hay norma penal, no hay derecho procesal penal.
Justamente por lo dicho hay autores como Cafferata Nores que consideran al derecho procesal
penal como un sirviente imprescindible del derecho penal.
Binder dice: que es errónea esta concepción, y considera al derecho penal y al derecho
procesal penal como ciencias complementarias que van de la mano, y de ninguna manera
autónoma o independiente.
- Interno o local: la potestad de legislar sobre la forma de los procesos no ha sido
delegada por las provincias a la nación, de ahí el carácter local del derecho procesal
penal.
En la actualidad se ha planteado la necesidad de contar con un Código Procesal Penal
Federal, el cual, sin atentar contra las potestades legislativas de forma de las provincias,
legisle en forma uniforme para toda la nación sobre las pautas mínimas indispensables y
generales para todas las provincias, como por ejemplo la excarcelación.
- Instrumental (o formal; adjetivo, realizador): Se dice que el derecho procesal penal
es instrumental pues se lo ve como una vía, diferente al derecho penal, tendiente a
concretar la norma penal a través del dictado de una sentencia.
- Científico: Pues tiene, como toda ciencia, métodos, objetos, principios y conceptos
propios.
- Autónomo: No obstante su carácter de secundario, se le asigna también el carácter de
autonomía, pues es independiente del derecho penal, con respecto a su
desenvolvimiento, contenido y finalidad. En síntesis, goza de una autonomía científica,
legislativa y didáctica.
-
Objeto:
El objeto del proceso es una entidad peculiar con valor conceptual propio y que se diferencia,
de tal suerte, del sentido ordinario con el que se lo señala comúnmente como indicativo de la
finalidad del proceso.
Su jerarquía es de tal nivel que constituye la materia o tema central de investigación fáctica y
jurídica, base de la decisión; por ello es que sobre el mismo se desarrolla todo el proceso,
cubriendo su iniciación, informando todo su desenvolvimiento y centrando su extinción.
El objeto del proceso es un hecho humano considerado desde el punto de vista penal y en
función punitiva. Es decir, en primer lugar, como hecho es la modificación del estado anterior
de cosas en el mundo exterior: por ejemplo, un hombre muerto, a cuyo respecto, la muerte es
un hecho que produce el cambio de la vida anterior al estado posterior muerto. Pero ese
cambio, para la materia que tratamos, debe ser causado por la acción de un hombre (ello lo
diferencia del hecho de la naturaleza).
2
SEMANA 1
MÓDULO 1
Ese trozo de vida humana, este fenómeno vital “hecho humano” sólo es relevante para el
proceso penal, como su objeto, si se lo considera desde el punto de vista de la ley penal con la
aspiración de aplicarse una pena.
El derecho procesal penal tiene relación con otras disciplinas jurídicas y extrajurídicas.
Dentro del campo de las primeras, se vincula con:
3
SEMANA 1
MÓDULO 1
Fuentes:
La fuente puede ser conceptuada en términos sencillos como el lugar del cual emana o se
origina la norma. Son fuentes del derecho procesal penal:
Constitución Nacional: si bien el carácter del derecho procesal penal es eminentemente local,
no se puede negar que la Constitución Nacional sea su principal fuente, pues:
- es la piedra fundamental de todo nuestro ordenamiento jurídico.
- en ella nos encontramos con principios y garantías aplicables a todos los procesos.
- ella delega la potestad legislativa de fondo para dictar el CP al Congreso, y debemos recordar
que las normas penales son esenciales para la existencia de las normas procesales penales.
No obstante algunas reglas constitucionales son fuente del derecho procesal penal en sentido
estricto, como ser las que se refieren a la competencia de la Administrativa de la justicia
Federal (arts 116 y 117 CN), creación de la CSJN (art 108 CN), al nombramiento de los jueces
(art 99 inc 4) y a las condiciones para ser juez de la CSJN (art 111).
Ley Procesal: la ley de procedimiento es la principal fuente del derecho procesal, pues es la
más abarcativa de la materia ritual por haber sido específicamente prevista para el desarrollo
integral del proceso.
4
SEMANA 1
MÓDULO 1
A ella le podemos agregar también algunas leyes especiales que contienen disposiciones
acerca del procedimiento penal, como sucede por ejemplo con las leyes referidas a los juicios
de menores.
Practica del foro: cuando hablamos de la práctica del foro nos estamos refiriendo a los usos de
los tribunales. En materia penal, generalmente se limitan a las actuaciones de rutina en actas,
oficios, decretos y constancias.
La Doctrina y la jurisprudencia: al igual que la exposición de motivos y las notas del articulado
de los códigos, la doctrina y la jurisprudencia no pueden ser consideradas como fuentes en
sentido propio. De todas formas, serán muy útiles para la interpretación de la ley procesal penal
y para unificar los criterios de su aplicación. Es por eso que Rita Mir de Pereyra nos dice que, si
bien la jurisprudencia no es fuente en sentido estricto, si puede ser vista como una fuente de
carácter interpretativa.
La ley 20.050 estableció la obligatoriedad de la jurisprudencia en la Corte de Casación Penal.
Algunos autores como Julio Maier consideran que esta disposición es inconstitucional, pues la
jurisprudencia va a variar con cada caso, razón por la cual no se puede impedir a un juez que
falle en forma distinta, siempre y cuando fundamente la razón de la solución dada.
En el tratamiento del presente punto es conveniente distinguir en lo que hace a las leyes
procesales, las que tienen una naturaleza estática en cuanto regulan la organización del juez
(Ley Orgánica de Tribunales) por las que se crea, organiza y regula la composición del tribunal,
fijándole su competencia, funcionamiento por instancias: sustitución de un tribunal por otro en
el caso de recusación o excusación masiva, etc. Es decir, lo que hace a los jueces creados por
la ley en forma permanente y con anterioridad a cada hecho.
Es incuestionable que ello se vincula con la garantía del juez natural que regula el art. 18, CN
("Ningún habitante de la Nación puede ser... juzgado por comisiones especiales, o sacado de
los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa") y por consiguiente aquí sí tiene
mucha importancia el momento de comisión del delito de que se trate por cuanto ese momento
fija un límite temporal después del cual no se puede crear un nuevotribunal, ya sea en forma
íntegra ya en forma parcial, en cuanto al ya existente al momento del hecho, se le modifiquen
las competencias y, sacando el juzgamiento del "hecho anterior" del tribunal competente en ese
momento, lo trasladen al de la nueva competencia.
De esta suerte y con relación al hecho ya cometido, cristalizado en el tiempo, la ley procesal
estática posterior que crea nuevos tribunales en forma total o parcial, no tiene ningún efecto
respecto del tribunal existente antes del hecho, por cuanto por imperio del art. 18, CN ningún
habitante de la Nación puede ser sacado del conocimiento y juzgamiento de estos últimos
"designados por la ley antes del hecho de la causa".
Es decir, este tipo de ley procesal penal no tiene efecto retroactivo con relación al hecho ya
cometido, y en cambio la ley antigua (la derogada) tiene efecto ultraactivo. En todo esto está
comprometido el orden público en cuanto se refiere a extremos básicos sobre los que se
asienta la organización fundamental de la Nación, en consulta con la garantía del juez natural.
5
SEMANA 1
MÓDULO 1
Por el contrario la situación no es igual con relación al otro tipo de ley procesal, cual es el que
regula el proceso mismo como forma instrumental usada por el juez para el cumplimiento del
objeto de la administración de justicia, esto es la actuación del derecho material penal, en el
caso concreto.
En efecto, al respecto no hay previsión alguna en la ley fundamental que sea similar a la de
retroactividad impuesta para la ley de fondo (arts.18, 1ª parte, CN, y 2°, Cód. Penal), con
referencia al hecho, por lo que con relación a éste la ley procesal dinámica (la reguladora del
proceso) no tiene punto de referencia temporal. El objeto mismo del proceso en lo que hace a
la acreditación de hecho y autor en función del derecho penal y con aspiración represiva,
esdiferente al del de derecho penal de fondo que es el de la incriminación de acciones e
imposición de las penas.
Por estas razones es que temporalmente la nueva ley procesal dinámica, salvo que
expresamente prevea lo contrario, desde el momento mismo de su vigencia es aplicable,
respecto de hechos ya cometidos con anterioridad, a los procesos que aún no se hayan
iniciado, a los ya iniciados para los actos procesales pendientes y, por cierto, quedan excluidos
los procesos terminados. Es decir, como regla, la ley de este tipo rige para el futuro.
En el caso concreto de la nueva ley procesal penal nacional 23.984, se prevé en sus arts. 536 y
537 que sus disposiciones se aplicarán para el futuro, para lo cual señala como fecha de inicio
de vigencia el día 5 de septiembre de 1992 (art. 539, a partir del año de su promulgación).
Pero condiciona tal aplicación para las causas y a en trámite al extremo de que a la fecha de
entrada en vigencia, no se hubiere contestado ya el traslado de la defensa, en cuyo caso se
seguirían aplicando las normas del Código viejo. La previsión es clara y fundada por cuanto
ése era el momento en que el plenario ya abierto por la acusación, se convertía en bilateral. Lo
cierto es que la norma era imperativa. Por no arribado ese momento se aplicaba de oficio el
nuevo Código, conservando su validez los actos anteriores.
El sistema sancionado se deroga, a poco, por el art. 12, ley 24.121, que dispone que en todos
los casos las causas proseguirán sustanciándose y terminarán de conformidad con las
disposiciones de la ley 2372... y sus modificatorias, salvo que el procesado o acusado solicitare
la aplicación delprocedimiento previsto en la ley 23.984... Dentro de los quince (15) días de
notificado legalmente para el ejercicio de esa opción", la que debe ser unánime en caso de
haber varios procesados, siendo su última oportunidad para todos los casos hasta antes de
contestar el traslado de la acusación.
El sistema introducido por esta última norma nos parece totalmente inapropiado, por las
siguientes razones:
a) Para la etapa de la instrucción, e incluso el primer tramo de la del juicio, torna posible,
poniendo en manos del procesado, la aplicación —a su voluntad— del régimen viejo en lo que
hace a la falta de publicidad del proceso. El silencio de la escritura y la rémora de su lentitud
continuarán siendo base de rédito para todos aquellos famosos que, teniendo mucho que
rendir, también tenían mucho que ocultar. Se rompió así el símbolo de la nueva justicia de la
ley 23.984, la rapidez, publicidad y transparencia del "juicio".
b) La extensión de la oportunidad de opción hasta ya entrada a la etapa de juicio o plenaria,
trastrueca el orden procesal con incidencia directa en la dilatación temporal de su trámite,
imponiendo contramarchas y, en su caso, adecuaciones inadmisibles.
En efecto, limitada la oportunidad de opción al trámite procesal de la instrucción, haciendo
coincidir la oportunidad del art. 429 —clausura del sumario— del Código viejo, con la de la vista
del art. 346 sobre el mérito de la instrucción con miras a la clausura y elevación a juicio, sin
perder tiempo se daba oportunidad para, por vía abierta en forma clara, ir a la clausura y luego
a la apertura del plenario por el dictamen fiscal y traslado a la defensa; o, en su caso,
totalmente diferente en actos procesales y oportunidades, recibir la acusación inicial en
instrucción (dictamen de elevación), dar el traslado a la defensa, proveer a la elevación o no, y
luego entrar al juicio.
Con el sistema adoptado, se abre el plenario y (hasta) antes de contestar la acusación, se opta
por el sistema nuevo, para el cual sobra todo lo hecho y le falta todo lo nuevo previsto. Ello
fuerza a conferir valores a actos ya producidos, que no lo tienen por la nueva ley ni por la vieja.
6
SEMANA 1
MÓDULO 1
El trámite de adecuación, ante la opción, tendría que hacerlo la instrucción, con retorno al
juzgado respectivo, por lo que, incluso la remisión al tribunal de juicio, en el caso del proceso
nuevo, debe cumplirlo luego del traslado a la defensa (art. 349), el juzgado de instrucción
(apartándose del régimen viejo) que cesa en holocausto ante el régimen nuevo.
Tiempo, tiempo, pérdida de tiempo.
La reducción del tiempo en la duración del proceso es una garantía constitucional que debe ser
respetada siempre, si se desea tener seguridad jurídica.
La nueva jurisprudencia ha debido pronunciarse expresamente sobre esta materia y no ha sido
uniforme'.
Efectos espaciales:
Rige respecto de este tipo de ley el principio de territorialidad, por el cual ésta es de aplicación
dentro del territorio nacional o provincial para el cual se ha dictado. Entendiendo por territorio,
el espacio circunscripto por los límites jurídicos, tanto en lo que hace a la tierra como a las
aguas. Y la ley se difunde por todos esos espacios de tierra o agua en los que por la naturaleza
o por convenio se ha extendido la soberanía.
Se incluye dentro de ese aspecto espacial los conocidos como territorios flotantes, esto es,
existen delitos cometidos en lugares donde la única expresión de soberanía, en medio de un
vacío de ella (aguas o espacio aéreo internacionales) es la bandera de la nave o aeronave.
De este modo, todo acto procesal penal propio o rogado por otro Estado se cumplirá por la ley
procesal penal del lugar de producción. Y los Estados regularán por acuerdos interestaduales
(nacionales o internacionales) sus formas y validez.
Efectos personales
Por imperio del art. 16, CN, todos los habitantes de la Nación siendo iguales ante la ley, lo son
también ante la ley procesal penal, ante los tribunales naturales y los procesos regulados.
Pero esa garantía se adecúa a cada caso, según la igualdad de condiciones, por lo que,
recogiendo la realidad y con finalidad pedagógica, el proceso común se especializa por normas
que se suman a las comunes, para el caso de los menores de cierta edad imputados de delitos.
Con objetivo tutelar se les excepciona de la detención y prisión preventiva y se suspende a su
respecto por un año, tras la declaración de responsabilidad, el dictado de su sentencia, que por
el perdón, puede ser absolutoria.
Pero con esa variante, los menores imputables autores de delito, al igual que los mayores, son
sometibles al proceso penal.
Hay también otras previsiones que sin exceptuar la aplicación del art.
16, CN, demoran el sometimiento de algunas personas al proceso penal. La razón de ello es su
carácter funcional.
Así, al presidente, al vicepresidente, al jefe del gabinete de ministros, a los ministros y a los
miembros de la Corte Suprema, a fin de preservar su función institucional, se les concede el
privilegio de no entrar directamente al proceso penal, como ocurre respecto de los demás
habitantes, sino que en las causas de responsabilidad por delito en el ejercicio de sus
funciones, o por crímenes comunes, previamente deben ser sometidos al juicio político que
resuelve el Senado, actuando como tribunal, a instancia acusatoria cumplida por Diputados. La
finalidad de este juicio es, si prospera, dictar un fallo cuyo objeto es el de destituir al acusado,
quitándole así el privilegio que lo amparaba, momento desde el cual queda sometido lisa y
llanamente al proceso penal en la misma forma que cualquier otra persona.
Éste es el régimen que actualmente establece la Constitución Nacional, en sus arts. 53, 59 y
60, en lo que hace al Poder Judicial de la Nación, únicamente para los jueces de la Corte
Suprema.
En lo que respecta a las magistraturas nacionales inferiores la misma Ley Suprema, en su art.
114, ha modificado el régimen instituyendo el Consejo de la Magistratura que, como órgano de
súper control, se encarga de todo lo referente al nombramiento, disciplina y remoción de sus
7
SEMANA 1
MÓDULO 1
cargos. Es esa misma nueva institución la que se integra con un órgano —tribunal de
enjuiciamiento— que es el que tramita el juicio de la destitución, como lo hace sobre el punto el
Senado respecto de los jueces de la Corte Suprema.
Tras la destitución, desaparecido el privilegio, el ex juez queda ante el proceso penal en
situación de plena igualdad con el resto de los habitantes dela Nación.
La total vigencia y aplicación del nuevo régimen constitucional demandó como recaudo previo
la sanción de una ley especial que integra y regula el citado Consejo de la Magistratura.
Se agrega a lo anterior la situación de los legisladores, los que abierto el proceso, no podrán
ser procesados sin que anteriormente, con vista de las constancias procesales, la cámara
respectiva les suspenda los fueros parlamentarios.
Esta situación está prevista en el art. 70, CN y por cierto abre la posibilidadde que salvado el
obstáculo del fuero, el legislador suspendido se encuentre en plenitud frente al proceso penal,
al igual que cualquier otro ciudadano. Pero hay un caso en el que nunca va a ser igual y se
sustrae a esa igualdad, porque el privilegio funcional lo va a proteger siempre, durante la
duración del mandato y, después de él, toda la vida. Se trata del previsto por el art. 68, Ley
Fundamental, en cuanto manda que "ninguno de los miembros del Congreso puede ser
acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita
desempeñando su mandato de legislador". La función, el debate legislativo, en aras de lo
mejor, es superior al posible agravio individual.
La ley procesal penal nacional prevé en sus arts. 189/191 estos "obstáculos fundados en
privilegio constitucional" y bajo las formas de desafuero y antejuicio instituye el procedimiento a
seguir en su caso para la remoción de ellos. Lo mismo ocurre con los miembros de las
representaciones diplomáticas extranjeras, hasta que el Estado representado acepte la
intervención de la justicia del lugar del hecho. En caso negativo ésta no interviene.
Los principios generales del derecho procesal, son los presupuestos políticos que determinan
la existencia funcional de un ordenamiento procesal cualquiera. Estos concretan y mediatizan
las garantías constitucionales de la norma fundamental”.
Principio de Oficialidad:
- Legalidad.
- Oportunidad.
8
SEMANA 1
MÓDULO 1
- Imparcialidad.
- Independencia.
- Indeclinabilidad.
- Improrrogabilidad.
Subprincipios:
- Inmediación.
- Publicidad.
- Oralidad.
- Identidad física del juzgador.
- Continuidad.
- Concentración.
- Amplitud y comunidad de la prueba.
- Libre convicción.
Subprincipios:
- Imputación.
- Intimación al imputado.
- Contradicción.
- Ampliación de la acusación.
- Correlación entre la acusación y la sentencia.
- Reparación del daño.
- La base de la Sentencia.
Principio de la oficialidad:
La intervención estatal es esencial en el proceso penal, pues mediante los delitos se atacan a
los bienes y valores sociales y públicos, estando comprometido por ende un auténtico interés
de toda la comunidad en su investigación y juzgamiento.
Los órganos competentes del estado para ejercitar esta potestad – deber pueden ser
jurisdiccionales, como el juez por ejemplo, o no jurisdiccionales, como la policía.
- Regla de la obligatoriedad: hace referencia a que los órganos públicos deben ejercer
necesariamente la función penal que la ley les asigna dentro del proceso
- Regla de la legalidad: hace referencia a que los órganos encargados de promover la acción
penal tienen el deber de hacerlo sin posibilidad de analizar sobre su conveniencia o no,
debiendo aplicar estrictamente lo que surge de la ley.
9
SEMANA 1
MÓDULO 1
Cifra Dorada: son conocidos pero no entran al aparato judicial por razones económicas, y
políticas.
Legalidad Oportunidad
10
SEMANA 1
MÓDULO 1
11
SEMANA 1
MÓDULO 1
Independencia: cada juez es libre al decidir el caso conforme a la ley. Sólo a ella está sujeto el
magistrado, y aunque eventualmente su decisión puede ser recurrida, eso no debe entenderse
como una expresión de subordinación jerárquica, sino como una necesidad de evitar errores
judiciales para garantía del justiciable.
Indeclinabilidad: es la regla que impone al juez que una vez que ha sido investido del
conocimiento de un ilícito penal, no puede sustraerse al ejercicio de su función, debiendo
pronunciarse de acuerdo con la ley, cuyo mandato le resulta inexcusable.
El principio de la verdad real tiene como una de sus fuentes principales el interés general de la
comunidad con respecto a la averiguación de lo efectivamente sucedido.
El principio de la verdad real juega dentro del proceso penal un papel diferente al de la verdad
formal dentro del proceso civil, en el cual el juez de la causa solo se puede valer de los
elementos de convicción aportados por las partes durante el proceso. En el proceso penal, por
el contrario, el juez podrá ir más allá de lo que aportan las partes, pues justamente se le exige
que intente llegar a la, muchas veces muy distante, verdad real.
12
SEMANA 1
MÓDULO 1
Desde ya que si bien el objetivo dentro de todo proceso penal debe ser llegar a la verdad real,
muchas veces esto es imposible. Es por eso que se sostenga que la verdad real, mas que una
certeza, se trata de una verdad aproximada, en virtud de la cual, un sujeto que no vivencio el
hecho (el juez), pueda llegar a un convencimiento sobre el mismo a través de ciertos elementos
probatorios.
Expresamente nos dice el CPP que si el juez considera que no tiene elementos de
convencimiento suficientes, no puede condenar al imputado, pues se requiere para ello, una
certeza plena.
Inmediación:
La inmediación hace referencia al contacto directo que debe mantener en todo momento el juez
con las partes y los elementos probatorios y de interés para la causa.
Podemos hablar entones de una inmediación subjetiva entre el juez y el resto de los sujetos
procesales, y de una inmediación material, entre el juez y los medios probatorios y demás
elementos de interés para la causa.
Para que este subprincipio se de en forma eficaz, es necesario el pleno funcionamiento de los
subprincipios de publicidad, oralidad, identidad física del juzgador y de continuidad.
Si bien lo ideal sería que la inmediación esté presente a lo largo de todo el proceso, la practica
nos demuestra que se dará solo en la etapa del plenario, mas no en la de la instrucción.
Publicidad:
La publicidad se presenta dentro del proceso penal primordialmente en la etapa del plenario,
mas no en la instrucción.
Oralidad:
La oralidad es sumamente conveniente dentro del proceso atento a que por esta vía se permite
una manifestación más amplia de lo sucedido, que la que puede permitir la escrita. Por otra
parte favorece al principio de inmediación subjetivo.
En nuestro sistema solamente la etapa del plenario es oral, aclarando que la misma no es
absolutamente oral, ya que a pedido de las partes los secretarios deberán hacer constar en
acta todas aquellas cuestiones que se presenten como relevantes. Inclusive hay que decir que
la práctica nos demuestra que los secretarios no solo asentaran las cuestiones relevantes, sino
también muchas otras que carecen de trascendencia, contradiciendo así la disposición del CPP
que nos dice que solo se deberán asentar en acta las cuestiones más importantes.
Primeramente se debe aclarar que este es un subprincipio que rige solo para la etapa del
debate.
13
SEMANA 1
MÓDULO 1
En virtud del subprincipio de la identidad del juzgador nos vamos a encontrar con que es
necesario que el mismo juez que actuó en el debate, sea quien dicte sentencia. Esta es un
subprincipio establecido entonces en garantía del imputado y de la fidelidad de los hechos.
Que es lo que sucede entonces en aquellos casos en los cuales el juez que comenzó a
entender en el plenario no puede continuar en el mismo:
- en caso de enfermedad grave del juez, se suspenderá el proceso, pero si dicha enfermedad
subsiste, se deberá anular el proceso
Continuidad:
Este subprincipio implica que todas las audiencias deberán ser realizadas en los plazos más
cercanos posibles, y que una vez iniciada la audiencia, debe concluir.
- El aplazamiento que se da cuando se pospone el día y la hora del debate, antes de que haya
comenzado el debate.
- El cuarto intermedio, que es la forma de interrupción más común. Mientras dure el cuarto
intermedio, no se podrá resolver otro expediente.
- La suspensión, que se podrá dar por hasta 10 días, ya que de lo contrario corresponde
declarar la nulidad de todo lo actuado. La suspensión es procedente solo en los supuestos
previstos por la ley:
1) Cuando deba resolverse alguna cuestión incidental que por su naturaleza no pueda
decidirse inmediatamente;
2) Cuando sea necesario practicar algún acto fuera del lugar de la audiencia, y no pueda
verificarse en el intervalo entre una y otra sesión;
3) Cuando no comparezcan testigos, peritos o intérpretes cuya intervención sea
indispensable a juicio de la cámara, salvo que pueda continuarse con la recepción de
otras pruebas hasta que el ausente sea conducido por la fuerza pública
4) Si algún Juez, Fiscal o Defensor se enfermare hasta el punto de no poder continuar su
actuación en el juicio a menos que los dos últimos puedan ser reemplazados;
5) Si el imputado se encontrare en la situación prevista del inciso anterior, caso en que
deberá comprobarse su enfermedad por los médicos forenses, sin perjuicio de que se
ordene la separación del juicio,
6) Si alguna revelación o retractación inesperada produjere alteraciones sustanciales en
la causa, haciendo indispensable una Instrucción Formal suplementaria;
7) Cuando el defensor lo solicite conforme el Art. 406.
14
SEMANA 1
MÓDULO 1
cumplido cuando se dispuso la suspensión. Siempre que esta exceda el término de 10 días,
todo el debate deberá realizarse nuevamente bajo pena de nulidad. Durante el tiempo de
suspensión, los Jueces y Fiscales podrán intervenir en otros juicios.
Concentración:
Mediante este subprincipio se busca acumular en un mismo acto, audiencia, la mayor cantidad
de cuestiones posibles por su compatibilidad.
La libertad de la prueba hace referencia al derecho que tienen las partes de ofrecer y producir
libremente todas las pruebas que hagan a su derecho, como así también concurrir al control de
la prueba ofrecida y producida por la otra parte.
La comunidad de la prueba por su parte, implica que una vez introducido un elemento
probatorio al proceso, el mismo deja de pertenecer a quien lo ofreció, y pasa a estar al servicio
superior de la justicia y la verdad real. Por ello quien ha introducido una prueba, no podrá luego
evitar su producción mediante su renuncia por ejemplo.
Libre convicción:
El subprincipio de la libre convicción hace referencia al la valoración del juez de los elementos
probatorios, y no es otro que el sistema de la sana critica racional, en aplicación directa de la
experiencia común y de las reglas de la lógica.
Imputación:
La etapa preparatoria de todo proceso penal presupone siempre una imputación concreta de
un delito determinado a una persona individualizada o no.
Habiéndose iniciado una causa en su contra, el juez deberá intimar al imputado a los fines de
informarle:
15
SEMANA 1
MÓDULO 1
Para que la intimación cumpla con sus fines debe ser concreta, expresa, clara y
circunstanciada. Con esto se quiere decir que deberá indicar todas las cuestiones relacionadas
con el lugar, tiempo y modo del hecho que se le imputa. La simple mención del delito que se le
imputa no es suficiente.
Se requiere también que sea precisa, integral y oportuna. Con esto se quiere decir que debe
ser redactada en forma clara, de manera tal que pueda ser entendida por el imputado. Es
necesario que en ella no se le oculte nada al imputado, y por último que se efectuada en
tiempo y forma, para que éste pueda ejercer su derecho de defensa.
Tal es la importancia de la presencia del imputado, que la norma dispone que el juicio no podrá
tramitarse en rebeldía, y que en el caso de que el imputado se negare a comparecer, podrá ser
llevado por la fuerza pública e inclusive privado de su libertad.
- Declarar libremente
- Ofrecer pruebas
- Exponer las razones que le asisten para obtener una decisión jurisdiccional
favorable.
- Derecho de defenderse personalmente o mediante un defensor.
No sucede lo mismo con respecto al demandado civil, cuya rebeldía no afectara ni paralizara el
trámite del proceso.
Contradicción:
Sin embargo hay que destacar que la contradicción no tendrá la misma fuerza en todas las
etapas del proceso, ya que mientras que en el plenario nos encontramos con una contradicción
plena, en la instrucción nos vamos a encontrar con una contradicción limitada.
16
SEMANA 1
MÓDULO 1
Ampliación de la acusación
Si de la instrucción o del debate resultaren hechos que integren el delito o que lo agraven, el
fiscal podrá ampliar la acusación efectuada en el requerimiento fiscal.
La posibilidad de ampliar la acusación encuentra su fundamento en un principio de económica
procesal, pues de no admitirse la ampliación necesariamente se debería retrotraer el juicio a la
instrucción siempre que apareciera alguna circunstancia calificante no prevista con
anterioridad.
El límite de la facultad de ampliar la acusación esta dado en el derecho de defensa del
imputado, ya que la misma podrá ser solicitada siempre que no afecte dicho derecho.
Correlación entre acusación y sentencia:
Este subprincipio nos dice que entre la acusación, originaria o ampliada, y la sentencia, debe
mediar una correlación esencial sobre el hecho, lo que impide al juez condenar al acusado por
un hecho diferente del que fuera objeto de la imputación formulada.
Hay que aclarar que la correlación o congruencia atañe específicamente al hecho imputado, y
no a su calificación legal, la cual quedara siempre a criterio del juzgador.
Consecuencias de la correlación
La base de la sentencia:
El fundamento o base de la sentencia deberá surgir siempre de los actos del debate o de los
medios de prueba y demás elementos de convicción que se hubieran presentado durante el
proceso. Nunca una sentencia podrá fundarse en hechos de conocimiento personal y exclusivo
del juez, que han sido adquiridos fuera del proceso. La violación de este subprincipio,
determina la nulidad de la sentencia por falta de fundamentos.
17
SEMANA 1
MÓDULO 1
Este principio nos dice en pocas palabras que no puede haber pena sin proceso previo.
Entonces, toda pena presupone un proceso penal previo, en el cual se hayan realizado las
investigaciones necesarias para llegar a la averiguación de la verdad real, y se haya respetado
siempre el derecho de defensa del imputado.
Este principio no requiere entonces solamente el proceso previo sino que requiere además que
el mismo haya sido tramitado acorde a todas las formalidades y exigencias de la ley.
El principio del juez natural proscribe en nuestro sistema la posibilidad de los llamados
tribunales de excepción, que son aquellos constituidos especialmente para el conocimiento de
causas determinadas, y con posterioridad a los hechos que motivan la causa.
Por ello cualquier sujeto podrá exigir válidamente que quien lo juzgue sea el órgano con
competencia legal previa a los hechos que motivan la causa.
En términos sencillos este principio significa que nadie puede ser penado sin ley previa que
condene el hecho cuestionado. Esto plantea dos consecuencias:
- Ninguna acción no tipificada como delictiva podrá ser condenada judicialmente, por mas que
atente contra la moral o las buenas costumbres (tipicidad de la ley penal)
- La ley que tipifique el delito deberá provenir de un órgano competente, que en este caso será
el Congreso de la Nación
- El juez no podrá aplicar otra sanción que la prevista por la ley para cada hecho especifico
- Para que el juez aplica la sanción correspondiente, no solo será necesario que la conducta
encuadre en un delito tipificado, sino también que la misma no encuadre en una causal de
eximición o absolutoria
- Las leyes penales no tendrán efectos retroactivos, salvo aquellas que se presentaren como
más benévolas para el imputado
Garantías:
Noción y fin: Las garantías procuran asegurar que ninguna persona pueda ser privada de
defender su derecho vulnerado (por el delito) y reclamar su reparación (incluso penal, lo que es
incuestionable en casos de acción penal privada, mientras avanza la idea para el caso de la
acción pública) ante los tribunales de justicia.
Asimismo, las garantías procuran asegurar que ninguna persona pueda ser sometida por el
Estado, y en especial por los tribunales, a un procedimiento ni a una pena arbitraria (“acto o
proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes, dictado sólo por la voluntad o el capricho”)
en lo fáctico o en lo jurídico, tanto porque el Estado no probó fehacientemente su participación
en un hecho definido (antes de su acaecimiento) por la ley como delito, como también porque
no se respetaron los límites impuestos por el sistema constitucional a la actividad estatal
destinada a comprobarla y a aplicar la sanción. O sea que, en el proceso penal, las garantías
se relacionan con quien ha resultado víctima de la comisión de un delito, a quien se considera
con derecho a la “tutela judicial” (arts. 1.1, 8.1 y 24, CADH) del interés (o derecho) que ha sido
lesionado por el hecho criminal, y, por lo tanto, con derecho a reclamarla ante los tribunales
(art. 8.1, CADH) penales, actuando como acusador, aun exclusivo. También se erigen como
18
SEMANA 1
MÓDULO 1
resguardo de los derechos del acusado, no sólo frente a posibles resultados penales
arbitrarios, sino también respecto del uso de medios arbitrarios para llegar a imponer una pena.
Fuente:
Artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional:
Luego de la incorporación a la Constitución Nacional de los principales tratados sobre derechos
humanos, y de situarlos a su mismo nivel (art. 75 inc. 22, CN), puede hablarse de un nuevo
“sistema constitucional” integrado por disposiciones de igual jerarquía "que abreva en dos
fuentes: la nacional y la internacional". Sus normas, "no se anulan entre sí ni se neutralizan
entre sí, sino que se retroalimentan" formando un plexo axiológico y jurídico de máxima
jerarquía (Bidart Campos), al que tendrá que subordinarse toda la legislación sustancial o
procesal secundaria, que deberá ser dictada "en su consecuencia" (art. 31, CN). Además, la
paridad de nivel jurídico entre la Constitución Nacional y esa normativa supranacional, obliga a
los jueces a "no omitir" las disposiciones contenidas en esta última "como fuente de sus
decisiones", es decir, a sentenciar también “en su consecuencia”.
Este sistema constitucional diseña un esquema de garantías para los derechos que reconoce,
las que se proyectan sobre el proceso penal, esquema que es también ley suprema en
Córdoba, conforme a lo dispuesto por el art. 18 de su Constitución, que dispone que “todas las
personas en la Provincia gozan de los derechos y garantías que la Constitución Nacional y los
tratados internacionales ratificados por la República reconocen y están sujetos a los deberes y
restricciones que imponen”, y que además en una “Disposición complementaria” establece que
“toda edición oficial” de ella “debe llevar anexa los textos de la “Declaración Universal de los
derechos del Hombre” de la ONU de 1948 y la parte declarativa de derechos de la “Convención
Americana sobre Derechos Humanos”. Pero, además, la Constitución de Córdoba profundiza
para nosotros ciertos aspectos de la normativa “nacional-supranacional” aludida.
Todo esto forma un verdadero “bloque de legalidad” de máximo nivel jurídico que debe presidir
la formulación de las normas procesales penales y, sobre todo, su interpretación y aplicación
prácticas. No es con citar las constituciones y los pactos que se cumple con ellos: a veces es
ese el mejor método para esconder su vulneración.
Fundamento:
Estas garantías tienen como fundamento los atributos de la persona humana" y emanan de su
"dignidad inherente", estos derechos son reconocidos por el sistema constitucional, que
establece instituciones políticas y jurídicas que tienen como fin principal la protección de los
derechos esenciales del hombre, y también procedimientos y prohibiciones para proteger,
asegurar o hacer valer su plena vigencia, para resguardarlos frente a su posible
desconocimiento o violación, y para asegurar su restauración y reparación, aun mediante la
invalidación o la sanción de las acciones u omisiones violatorias, provengan o no de la
autoridad pública en el ejercicio de su función penal. Estas garantías son de naturaleza
jurídico-política, pues surgen de las leyes fundamentales, imponen obligaciones a cargo del
Estado y establecen límites a su poder.
Límite:
Si bien los derechos que las garantías tutelan no son absolutos, pues están "limitados por los
derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bienestar
general y del desenvolvimiento democrático" (art. XXVIII, DADDH), las restricciones que con
tales propósitos establezcan las leyes que reglamenten su ejercicio por razones de interés
general, deberán guardar directa relación con las razones que las autorizan y no podrán
alterarlos en su esencia (art. 28, CN). Es por eso que la interpretación de aquéllas debe ser
conforme al sistema constitucional, es decir con sujeción a la Constitución, que impone al juez
la crítica de las leyes inválidas a través de su reinterpretación en sentido constitucional y la
denunciade su inconstitucionalidad, e inspirada en el principio "pro hómine".
19
SEMANA 1
MÓDULO 1
Y aun cuando se funden en una ley, las restricciones podrán considerarse arbitrarias si fueren
incompatibles con el respeto de los derechos fundamentales del individuo por ser, entre otras
cosas, irrazonables, imprevisibles, o tengan falta de proporcionalidad. En otras palabras, la
restricción arbitraria a los derechos humanos es aquella que, aun amparándose en la ley, no se
ajusta a los valores que informan y dan contenido sustancial al Estado de Derecho.
Clases de Garantías:
Garantías penales:
El sistema constitucional argentino, por ideología y en sus disposiciones expresas, consagra
las siguientes garantías penales: Legalidad: Sólo la ley, es decir un acto emanado del Poder
Legislativo –y no de los otros poderes–, de alcance general y abstracto, puede definir qué
acción u omisión de una persona es punible como delito, estableciendo a la vez la pena que le
corresponderá al infractor. Reserva: Sólo podrá aplicarse pena a quien incurra en la conducta
descripta por la ley como delito (con sus notas de tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad y
punibilidad), nunca otras no atrapadas por aquella descripción (todo lo que no está penalmente
incriminado, estará penalmente autorizado), ni con una especie o cantidad diferente de pena
que la prevista (lo que excluye la posibilidad de aplicación analógica de la ley penal).
Ley previa: Sólo podrá reprimirse una conducta humana si se encuentra descripta por la ley
como punible, antes de su acaecimiento y sólo con la pena prevista en ese momento.
Irretroactividad: No podrá invocarse para reprimir esa conducta una ley posterior a su
ocurrencia, sea porque recién la tipifique como delictiva, o porque le asigne una sanción más
grave (sí podrá aplicarse retroactivamente la ley penal más benigna).
Estas garantías se utilizan en la conocida máxima "nullum crimen nullapoena sine
proevialegepoenali", expresamente receptado en nuestro sistema Constitucional (art. 18, CN.;
art. 15, PIDCP).
Como precisiones de lo expuesto, se admite en forma generalizada que sólo pueden
conminarse como punibles conductas (no pensamientos, ni condiciones o situaciones
personales: se pena por lo que se hace o se deja de hacer, no por lo que se es, o se cree o se
piensa), que deben ser actual o potencialmente dañinas para algún bien susceptible de ser
protegido por el derecho (nunca aquellas que "de ningún modo ofenden al orden o a la moral
pública, ni perjudiquen a un tercero, art. 19, CN) y culpables, es decir, cometidos u omitidos con
conciencia y voluntad (por dolo o culpa del autor): no hay responsabilidad penal objetiva.
Además, la descripción de las conductas punibles tendrá que reunir la máxima precisión, y
debe ser posible de verificar su existencia o inexistencia a través de la prueba.
Con relación a la pena, también existen disposiciones garantizadoras. No puede existir la pena
de muerte (art. 4.3, CADH), ni tampoco alguna que sea cruel, inhumana o degradante (art. 5.2,
CADH) infamante o inusitada (art. XXVI, DADDH), lo que exige un estricto control de la
ejecución de otras, como la de prisión, para que en la práctica no tengan tales características.
Es también una garantía el principio de proporcionalidad de la pena, y que no pueda
"trascender la persona del delincuente" (art. 5.3, CADH).
Garantías Procesales:
El sujeto a quien se le atribuye participación en un hecho delictivo, es decir, el imputado, es
reconocido por el sistema constitucional (Constitución Nacional y tratados internacionales
incorporados a su mismo nivel –art. 75 inc. 22 CN–) como titular de derechos que emanan de
su condición de persona humana, la que se valoriza en su dignidad (Preámbulo de la CADH).
De allí que se le reconozcan derechos como tal y se los proteja aun durante el proceso penal.
Pero el sistema constitucional le confiere además otros derechos y garantías (mínimas)
especiales en virtud de su específica condición de penalmente perseguido, procurando
asegurarle un "juicio justo".
Esta concepción debe tener como reflejo (muchas veces no lo tiene en la práctica) una firme
actitud de todos los poderes del Estado en el marco de sus respectivas competencias,
20
SEMANA 1
MÓDULO 1
tendiente a evitar cualquier afectación a los derechos del imputado que no pueden ser
restringidos bajo ningún concepto (por ejemplo: la integridad física) durante el curso del
proceso, y a minimizar la restricción de aquellos que sí puedan verse limitados por razones
procesales, a la medida de lo estrictamente imprescindible, limitaciones que siempre serán de
aplicación e interpretación restrictiva.
- Igualdad ante los tribunales:
Derivado de la dignidad personal y como corolario del principio de igualdad ante la ley
(art. 16, CN), la legislación supranacional sobre derechos humanos de nivel constitucional
(art. 75 inc. 22, CN) establece que "todas las personas son iguales ante los tribunales y
las cortes de justicia" (art. 14.1, PIDCP).
Concepto:
Implica que se acuerde tanto a la víctima que reclama investigación y juicio, como al
imputado, durante el proceso penal, un trato que será igual, cualquiera sea su condición
personal: no puede haber ni privilegios, ni discriminación de ninguna naturaleza, ni por
ninguna razón, ni durante el proceso, ni en la decisión final. A la vez, cualquiera que sea
el sentido que ésta adopte, deberá ser equitativa e imparcial y fundarse solamente en la
prueba y en la ley. Esto exige que no se hagan excepciones personales respecto a la
formación o a la prosecución de las causas penales, ni a la posibilidad de intervenir en
ellas, ni a su radicación ante los tribunales; ni que se impulsen procesos por motivos
exclusivamente personales, derivados sólo de quien es la persona que los impulsa, o
quien es la persona contra quien se promueven. Tampoco podrá admitirse un tratamiento
diferencial (ni mejor ni peor) de las víctimas que reclaman penalmente, ni de los
imputados, por razones económicas, sociales, religiosas, políticas o culturales, etc. En el
plano estrictamente normativo la igualdad de las partes en el proceso penal no tendrá
mejor modo de expresarse, que respetando el principio contradictorio.
- La reserva de la intimidad:
El derecho a la intimidad, en sus diferentes expresiones, es otro de los
reconocidos por el sistema constitucional, porque emana de la dignidad personal
del imputado. Protege todo aspecto de la vida privada de un individuo que éste
quiera preservar del conocimiento e intrusión de los demás (art. 11.1, CADH). Si
bien puede verse restringido por el desarrollo del proceso penal, ello sólo podrá
ocurrir bajo ciertas condiciones que aquella legislación superior autoriza. Los datos
obtenidos en violación de esta garantía no podrán ser utilizados como prueba.
Proyecciones:
El pudor: Debe asegurarse, en primer lugar, el respeto al pudor del imputado
(intimidad corporal) cuando sea objeto de la persecución penal. Al respecto, es
preciso restringir al límite de la más estricta necesidad cualquier medida judicial
sobre su cuerpo (como sería una inspección corporal o una requisa personal), la
que deberá ser objeto de una cuidadosa reglamentación en orden a las causas de
su procedencia y a la forma de su realización (ejemplo: la requisa sobre una mujer
deberá practicarla personal femenino).
El domicilio: El domicilio es una proyección espacial del ámbito de intimidad de la
persona, lo que ha determinado el reconocimiento general de su inviolabilidad y la
exclusión de posibles injerencias arbitrarias en él (art. 18, CN; art. 11.2, CADH). Si
bien se podrá autorizar su registro y allanamiento, será en base a la regulación por
ley de las razones de su procedencia (art. 18, CN), el que será dispuesto sólo por
un juez competente mediante orden motivada y previa al acto, escrita y
determinada, y no reemplazable por ningún otro medio, ni siquiera por el
consentimiento del interesado.
21
SEMANA 1
MÓDULO 1
22
SEMANA 1
MÓDULO 1
23
SEMANA 2
MÓDULO 2
SEMANA 2
MÓDULO 2
0
SEMANA 2
MÓDULO 2
Si analizamos el desarrollo y evolución del proceso penal, nos vamos a encontrar con dos
sistemas clásicos extremos: el inquisitivo y el acusatorio. A estos dos sistemas, le podemos
agregar un tercer sistema intermedio: el mixto.
Sistema Inquisitivo:
Encuentra su origen en la Roma Imperial desde donde se extiende a toda Europa Continental.
Sus principales características son:
- El sujeto principal del proceso es el juez, quien tiene todas las atribuciones.
- Se impide la libre defensa del imputado.
- No están correctamente diferenciadas la acción, la defensa la función juzgadora
- El juez es el único directo e impulsor del proceso.
- El procedimiento es escrito, secreto y no contradictorio.
- El juez valorara la prueba acorde al sistema legal positivo.
- Sentencia recurrible.
Sistema Acusatorio:
Sistema Mixto:
1
SEMANA 2
MÓDULO 2
- Las pruebas serán valoradas según el sistema de la íntima convicción para los
casos de tribunales populares, o de la libre convicción para los casos de
tribunales técnicos.
- La sentencia hace cosa juzgada, y solo proceden contra ella los recursos de
casación, de inconstitucionalidad y de revisión
El proceso penal de un Estado se vincula en forma directa con la concepción política plasmada
en su Constitución -pero esta afirmación, si bien inobjetable, no siempre se corresponde con la
realidad-.
En ese contexto, el sistema penal de un estado democrático debe proveer diferentes formas de
solución de los conflictos sociales de naturaleza penal, a partir del respeto de la dignidad
humana de sus protagonistas -víctima y victimario- y de la ley establecida en resguardo de sus
intereses y del interés general de la comunidad.
Históricamente los ciudadanos, amoldaron los sistemas procesales a sus fines políticos.
Grecia instauró:
El Tribunal era presidido por el pretor que dirigía el juicio mientras se recibían las pruebas y se
escuchaba a las partes -actuación y defensa-.
Al finalizar el juicio, el jurado deliberaba y votaba -sin intervención del pretor- por la absolución,
la condena o por falta de pruebas. Para asegurar el derecho de defensa se prohibió el juicio en
rebeldía y se asignó al imputado un patronus que se enfrentaba al acusador en el litigio en el
que sus habilidades profesionales permitían al abogado cimentar su prestigio. En el juicio oral,
las partes debían mostrar al jurado los hechos a través de las pruebas para que estos las
valoren según su íntima convección.
2
SEMANA 2
MÓDULO 2
El Tribunal era presidido por el pretor que dirigía el juicio mientras se recibían las pruebas y se
escuchaba a las partes -actuación y defensa-.
Al finalizar el juicio, el jurado deliberaba y votaba -sin intervención del pretor- por la absolución,
la condena o por falta de pruebas. Para asegurar el derecho de defensa se prohibió el juicio en
rebeldía y se asignó al imputado un patronus que se enfrentaba al acusador en el litigio en el
que sus habilidades profesionales permitían al abogado cimentar su prestigio. En el juicio oral,
las partes debían mostrar al jurado los hechos a través de las pruebas para que estos las
valoren según su íntima convección.
Inquisición y autoritarismo:
La instauración del imperio Romano requería un modelo de enjuiciamiento penal a las
concepciones filosóficas del nuevo régimen político. La soberanía se desplazó de los
ciudadanos al Emperador y para concretar este objetivo político, el proceso acusatorio fue
reemplazado por el inquisitivo.
Más adelante, se facultó a los magistrados a actuar de oficio. La confusión de las funciones
requirente y decisoria se convirtió en el rasgo distintivo de este modelo.
El proceso se dividió en dos etapas -instrucción preliminar, escrita y secreta y el juicio, que
continuó siendo oral y público-.
La principal tarea del inquisidor era lograr la confesión del imputado -reina de las pruebas- y
para alcanzarla se justificaron algunas formas de tortura.
Se asignó a los recursos el efecto devolutivo, pues a través de ellos se devolvía a su titular el
monarca.
Con el correr de los siglos el modelo inquisitivo se fue consolidando como modelo de
enjuiciamiento, se convirtió en una pieza fundamental para el sostenimiento de los Estado
totalitarios y se enquistó también en el procedimiento canónico de la iglesia católica.
3
SEMANA 2
MÓDULO 2
En el siglo XIII la Iglesia estableció el Tribunal de la Santa Inquisición o Santo Oficio que pronto
se convirtió en el Tribunal más temido y por la severidad de sus penas, por la privación de
derechos a los imputados y por las torturas utilizadas para arrancar la confesión del imputado,
concebida como un modo de expiación de los pecados.
CUADRO COMPARATIVO:
4
SEMANA 2
MÓDULO 2
b) En el debate oral:
es oral, público,
contradictorio y
continuo.
Rige el sistema legal Impera el régimen de Libre convicción o
VALORACIÓN DE o tasado la íntima convicción sana crítica racional.
LA PRUEBA
NORMATIVA
El Código Procesal de la Nación y los CPP de algunas provincias argentinas, lejos de reglar las
garantías establecidas en el Sistema Constitucional, siguen siendo una fuente de violaciones
sistemáticas a los Derechos Humanos allí reconocidos.
Sistema mixto: Salta, Formosa, Misiones, Corrientes, San Juan, La Rioja y San Luis.
Sistema acusatorio: Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero, Sta. Fe, Entre Ríos, La Pampa,
Neuquén, Río Negro y Chubut.
Cabe aclarar que no todas las provincias señaladas lograron instaurar aún el sistema
acusatorio en forma completa y sufren los avances y retrocesos de todo proceso de reforma
cultural.
El Código Procesal Penal del Chaco, se presenta, a partir de la reforma integral operada por
la Ley 4538, como un catálogo normativo, que pretende ser predominantemente acusatorio,
abandonando definitivamente la estructura Mixta vigente bajo el modelo de la Ley 1062. La
reforma de la Ley 7143, continúa en el camino de acentuar los aspectos acusatorios.
5
SEMANA 2
MÓDULO 2
Fue la Ley 4538 la que sentó las bases para el establecimiento de un sistema
predominantemente acusatorio, redefiniendo roles y potestades de los operadores y sujetos del
proceso penal. Así, la investigación preliminar fiscal se encuentra en cabeza del fiscal de
investigaciones.
6
SEMANA 3
MÓDULO 3
SEMANA 3
MÓDULO 3
0
SEMANA 3
MÓDULO 3
UNIDAD III: LA ACCIÓN
Concepto:
La acción es un instituto jurídico procesal autónomo, por medio del cual se materializa el
derecho de peticionar ante la autoridad judicial (concretada en un órgano jurisdiccional) la
actividad pública necesaria para conocer y juzgar respecto de una pretensión jurídica.
De esta manera, la acción estimula a la jurisdicción o, como se ha dicho, es la fuerza motriz del
mecanismo procesal.
Naturaleza jurídica:
La acción tiende hacia la realización del derecho subjetivo, que podrá alcanzar al ser
reconocido en la sentencia que, de tal suerte, transformará la pretensión jurídica en derecho
subjetivo. Pero también puede ocurrir que el pretendido derecho no exista, o no se lo pueda
probar, extremo ante el cual la sentencia se pronunciará rechazando la pretensión jurídica.
En ambos casos ha existido acción y proceso válido porque la acción sirve para poner en
marcha la jurisdicción y obtener de ella un pronunciamiento respecto de la pretensión.
Enseña Clariá Olmedo que la jurisdicción es única; no obstante ello, las cuestiones penal y civil
resultantes de una misma hipótesis fáctica responden a pretensiones de distinta naturaleza, las
que deben ser decididas en distintos extremos aunque se trate de una sentencia única. Ante
ello, no se justifican pronunciamientos contradictorios, lo que ha llevado a establecer
prevalencia vinculante del proceso y de la decisión penal sobre la civil.
En un capítulo rotulado "Del ejercicio de las acciones para la indemnización de los daños
causados por los delitos", el Código Civil establece un sistema al respecto. El Código Penal lo
ha completado con lo previsto en el artículo 29 y los códigos procesales lo reglamentan.
El artículo 1101 del Código Civil prohíbe la "condenación" civil si promovido el proceso penal no
se hubiere condenado al acusado, o sea que establece la prioridad del pronunciamiento de la
cuestión penal frente a la solución de la civil.
Pendiente el proceso penal, en sede civil el proceso debe detenerse al entrar a fallo. Si ambas
pretensiones son contenido del proceso penal, en la sentencia debe resolverse primero la
penal y después la civil. Las excepciones de la ley civil rigen para el primer supuesto y se
refieren a la muerte y a la rebeldía del imputado.
Esa prioridad es la base para la solución de los arts. 1102 y 1103 del Código Civil: la
declaración de existencia o de inexistencia del hecho o de la culpa del condenado al resolverse
la cuestión penal no puede ser contradicha al resolverse la cuestión civil. Especie de cosa
juzgada en cuanto a su efecto dentro de esos límites; o más bien medio de impedir un
pronunciamiento contradictorio sobre una misma conducta, dándose prevalencia al fallo penal
para proteger el interés más valioso.
1
SEMANA 3
MÓDULO 3
Ni la doctrina ni la jurisprudencia han llegado a soluciones uniformes. Los fallos más modernos
han conseguido unificar criterios en varios aspectos tanto frente a la condena como a la
absolución penal, pero aún quedan algunos dudosos en lo que respecta a la valoración de la
culpa y al efecto del sobreseimiento. Dado que estas normas son de orden público, el tribunal
puede aplicarlas de oficio.
Es posible plantear la cuestión civil juntamente con la penal, por lo que aun cuando un solo
tribunal entienda en ambos tipos de causas, la regla suele ser la no acumulación procesal.
Entre las excepciones se cuenta la posibilidad de introducir en el proceso penal el tratamiento
conjunto de las consecuencias civiles surgidas del mismo hecho imputado penalmente.
Esta posibilidad se presenta cuando ha sido demandada en favor del damnificado por el delito,
es decir por su titular o en su beneficio.
Esta normativa está incluida en el Código de fondo como poder implícito del Congreso para
integrar la relación de las cuestiones penal y civil cuya base es el mismo hecho. Resultan
constitucionales las normas de los códigos procesales que además acuerdan al tribunal la
facultad de resolver la cuestión civil demandada aun en caso de absolverse penalmente.
Radicada la cuestión civil en sede penal, el poder jurisdiccional amplía su campo de actuación
del derecho a las normas privadas.
En su esencia el poder de acción es único cualquiera sea la relevancia jurídica del fundamento
de la pretensión hecha valer, pero es diverso el titular y la naturaleza del interés cuya
protección jurídica se pretende.
En lo que hace a la defensa frente a la cuestión civil, es poder que tiene el imputado o tercero
demandado en el proceso penal que responde a la garantía constitucional de su inviolabilidad.
Pero debe aclararse que este poder también corresponde al actor civil, en cuanto particular que
hace valer sus intereses jurídicos en el proceso. En cuanto a los demandados, se manifiesta
fundamentalmente a través del ejercicio del poder de excepción, sea en cuanto al mérito o en
cuanto al rito.
Actualización: El Código Civil y Comercial que comenzó a regir desde el año 2015 en nuestro
país establece en su Título V (Otras fuentes de las obligaciones), Capítulo I (Responsabilidad
Civil) Sección 11 (Acciones civil y penal) la independencia entre la acción civil y penal
resultantes del mismo hecho, no obstante ello en su art. 1774 dispone: “En los casos en que el
hecho dañoso configure al mismo tiempo un delito del derecho criminal, la acción civil puede
interponerse ante los jueces penales, conforme a las disposiciones de los códigos procesales o
las leyes especiales”.
2
SEMANA 3
MÓDULO 3
b) Si la dilación del procedimiento penal provoca, en los hechos, una frustración efectiva
del derecho a ser indemnizado;
c) Si la acción civil por reparación del daño está fundada en un factor objetivo de
responsabilidad.
Art. 1776 CCC: Condena penal. La sentencia penal condenatoria produce efectos de cosa
juzgada en el proceso civil respecto de la existencia del hecho principal que constituye el delito
y de la culpa del condenado.
Art. 1777 CCC: Inexistencia del hecho, de autoría, de delito o de responsabilidad penal. Si la
sentencia penal decide que el hecho no existió o que el sindicado como responsable no
participó, estas circunstancias no pueden ser discutidas en el proceso civil.
Art. 1778 CCC: Excusas absolutorias. Las excusas absolutorias penales no afectan a la acción
civil, excepto disposición legal expresa en contrario.
Art. 1779 CCC: Impedimento de reparación del daño. Impiden la reparación del daño:
Art. 1780 CCC: Sentencia penal posterior. La sentencia penal posterior a la sentencia civil no
produce ningún efecto sobre ella, excepto en el caso de revisión. La revisión procede
exclusivamente, y a petición de parte interesada, en los siguientes supuestos:
Acción Penal:
Para que pueda instaurarse la pretensión punitiva del Estado y si la misma tiene fundamentos
se dicte sentencia, es decir, se realice el Derecho Penal, es necesario que previamente, se
lleven a cabo una serie de actos, formalmente previstos en la ley procesal, que constituyen el
proceso penal. Pero para que éste se inicie y válidamente se desarrolle, es preciso el acto de
instancia que se denomina acción penal.
3
SEMANA 3
MÓDULO 3
Se define así a la acción como una pretensión de tutela jurídica hecha a los órganos
pertinentes del Estado, lo que tendría que ver con el derecho a la jurisdicción.
A partir de aquí surge un debate elaborándose distintas teorías sobre la naturaleza jurídica de
la acción, como “derecho potestativo” (Chiovenda) que constituye la relación jurídico-procesal y
que pone en movimiento las condiciones para la actuación de la ley (Calamandrei).
En nuestro derecho Alsina entiende que la acción es un derecho público subjetivo contra el
Estado para obtener la tutela de un derecho”, pero advierte que si bien es autónoma respecto
del derecho sustantivo que instrumenta, no se puede olvidar la relación que existe entre el
derecho procesal y la norma de fondo, ya que si bien es cierto que la acción pone en marcha la
secuencia procesal recorriendo todos los caminos hasta el pronunciamiento jurisdiccional
conclusivo y pudiendo arribar a un decisorio que se pronuncia negativamente respecto de la
pretensión sostenida, no lo es menos que resulta inconcebible (y procesalmente inadmisible)
una acción que no presente como sustento un pedido de actividad jurisdiccional, una
apariencia, al menos, de derecho.
Acción (desde el punto de vista procesal): es el poder o potestad para el particular ante el
órgano jurisdiccional, para que se pronuncie acerca de una pretensión procesal.
- Acción va dirigida al juez
- Pretensión va dirigido al imputado o sujeto pasivo
- Titular de la acción: Ministerio Público
Acción penal: es la potestad del actor penal, Ministerio Público Fiscal de peticionar al juez a fin
de que pronuncie respecto a una pretensión que se hace valer en concreto y oportunamente
aplicar la ley.
Pretensión Penal: es la afirmación de que un hecho existió de una determinada manera y de
que se subsume en una figura penal, y la pretensión de que se le aplique la sanción prevista en
la norma penal.
CLASIFICACIÓN
El modo del ejercicio de la acción penal se corresponde con el tipo de delito. Las acciones
penales se dividen en: Públicas y Privadas; las primeras por su promoción se subdividen en
perseguibles de oficio o promovibles a instancia privada. La regla general está constituida por
la acciones públicas promovibles de oficio.
PRIVADAS.
4
SEMANA 3
MÓDULO 3
A) Acción Pública: Es aquella en la cual la promoción de una investigación y juzgamiento
penal se encuentra en manos del Estado, que actúa de modo oficial y oficioso. El conflicto
penal es sacado del ámbito de voluntad y control de sus protagonistas reales para
convertirse en un asunto estatal.
La acción penal es pública por el objeto al cual se refiere y por la finalidad que persigue.
El ofendido:
El Art. 72 Código Penal dispone que son acciones dependientes de instancia privada, las que
nacen de los siguientes delitos: abuso sexual, lesiones leves (dolosas o culposas),
impedimento de contacto de los hijos menores con los padres no convivientes.
Sin embargo, se procederá de oficio cuando el delito fuere cometido contra un menor que no
tenga padres, tutor ni guardador, o que lo fuere por uno de sus ascendientes, tutor o
guardador.
Cuando haya intereses gravemente contrapuestos entre algunos de éstos y el menor, el Fiscal
podrá actuar de oficio.
5
SEMANA 3
MÓDULO 3
B) Acción Privada (excepción): el Art. 71 CP afirma implícitamente el principio general de que la
acción penal es pública, establece la categoría excepcional de las acciones privadas.
Este derecho subjetivo material que recae sobre el contenido sustancial del proceso, se pone
en evidencia por los arts. 59, inc. 4º y 69 CP.:
4º. Por la renuncia del agraviado, respecto de los delitos de acción privada.
Art. 69 - El perdón de la parte ofendida extinguirá la pena impuesta por delito de los
enumerados en el artículo 731.
El Art. 73 CP prescribe: Son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:
1. Calumnias e injurias.
1
Art. 73 Son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:
1. Calumnias e injurias.
2. Violación de secretos, salvo en los casos de los artículos 154 y 157.
3. Concurrencia desleal, prevista en el artículo 159.
4. Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, cuando la víctima fuere el cónyuge
2
Art. 154 - Será reprimido con prisión de uno a cuatro años, el empleado de correos o telégrafos que,
abusando de su empleo, se apoderare de una carta, de un pliego, de un telegrama o de otra pieza de
correspondencia, se impusiere de su contenido, la entregare o comunicare a otro que no sea el
destinatario, la suprimiere, la ocultare o cambiare su texto
3
Art. 157 - Será reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por uno a cuatro
años el funcionario público que revelare hechos, actuaciones o documentos que por la ley deben quedar
secretos
4
Art. 159 - Será reprimido con multa de dos mil quinientos pesos a treinta mil pesos, el que, por
maquinaciones fraudulentas, sospechas malévolas o cualquier medio de propaganda desleal, tratare de
desviar, en su provecho, la clientela de un establecimiento comercial o industrial.
6
SEMANA 3
MÓDULO 3
un posible hecho delictivo, ante el Tribunal y las posteriores instancias, imperativas o
facultativas, continúa excitando la actividad jurisdiccional hasta el logro de la finalidad
del proceso manifestada en la Sentencia firme y en su consiguiente ejecución; el
órgano (público o privado) encargado del ejercicio de la acción penal, que ocupa en el
proceso la posición de parte activa, desde el punto de vista formal, pretendiendo
mediante la comprobación de la verdad destruir la presunción de inocencia del
imputado, recibe el nombre de ACUSADOR o ACTOR PENAL.
Principio de la oficialidad: los órganos judiciales del Estado tienen asignada una
función pública, obligatoria: el ejercicio de los poderes sustanciales de realización
penal. EL PROCESO PENAL, cuando su promoción se encomienda a órganos
públicos, no puede evitarse cuando se inicia debe concluir o sea terminar con
alguno de los medios previstos.
Oficiosidad: se aplica con referencia a la promoción 5 del proceso penal por los
órganos titulares del poder de ejercitar la acción penal. Esta regla se enuncia en el
Art. 71 cuando dice que la acción penal se inicia de oficio salvo los casos
exceptuados por la ley (las que dependieren de instancia privada y las acciones
privadas).
Legalidad: significa establecer la prohibición para los órganos del Estado (que actúan
el Derecho Penal integrador), de toda discrecionalidad en cuanto a decidir sobre la
conveniencia o inconveniencia del ejercicio de la función asignada para el caso
concreto. Los poderes de acción y de jurisdicción deben ejercitarse hasta el
agotamiento mientras no exista causa legal de detención o de supresión de la
actividad. La legalidad es la automática e irremediable acción del Estado ante un
delito penal.-
5
Acto inicial de todos los posteriores de ejercicio de la acción. Actividad promotora del proceso
reglamentada por la ley procesal.
7
SEMANA 3
MÓDULO 3
todo lo que dice la CN debe ser aplicado. Acá se puede recusar pero siempre CON
CAUSA.
Fueron los fines principales que se persiguieron (alcanzaron y conservaron) con la creación del
Ministerio Público:
b) Como el ministerio Público no fue concebido para cumplir una función unilateral de
persecución (como en el angloamericano), redefinió su rol institucional de “custodio
de la ley”. Ello significa que su tarea también consiste en velar a favor del imputado
para que se obtenga todo el material de descargo y que ninguno de sus derechos
procesales sea menoscabado.
El Ministerio Público:
8
SEMANA 3
MÓDULO 3
Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y los
demás miembros que la ley establezca.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones
El FISCAL es el titular de la acción penal (CPPN y CPP Ctes, Misiones y Chaco): La acción
penal pública será ejercida por el Ministerio Público... No existe posibilidad de que la ejerza el
juez de oficio.
La víctima del delito en el proceso penal es el titular del bien jurídicamente protegido que ha sido
lesionado por un delito.
El querellante: la víctima tiene un mayor protagonismo merced a que lo impone la CN, ella puede
participar en el proceso y es la que está en mejores condiciones p/ brindar datos y vivencias del
hecho delictivo
Los CPPN y de Provincias incorporaron a la víctima en el conflicto penal (objeto del proceso) como
de intervención necesaria, actor civil, o querellante conjunto o simplemente como víctima a quien
se le informa los derechos que como consecuencia del daño sufrido por el delito es posible
ejercitar, también están dispuestas su protección y la recompensa o indemnización de los gastos
que provoque el desarrollo del proceso
El Art. 71 CP establece que en lo delitos de acción pública dependiente de instancia privada y los
de acción privada se requiere la voluntad del directamente ofendido por el delito para el ejercicio y
promoción de la acción. En lo delitos de acción pública el particular ofendido puede participar por
medio de querella en el proceso penal o en forma directa.
No se niega que la represión penal es pública y monopolizada por el Estado por lo que la
intervención del particular ofendido por el delito en el proceso penal es sólo y exclusivamente a los
fines del EJERCICIO CONJUNTO de la ACCIÓN PENAL, el Querellante Conjunto interviene solo
demandando su pretensión en tanto y en cuanto ella sea justa en el Derecho sustancial.
Tipos de querellantes:
9
SEMANA 3
MÓDULO 3
Representa la reglamentación Presupone la intervención del M
procesal para vehiculizar las Fiscal, por cuanto actúan (ejerciendo
pretensiones punitivas del ofendido a la par la acción penal) en los
por los delitos perseguibles por delitos perseguibles por acción de
acción de ejercicio privado (CP Art. ejercicio público (CP arts. 71 y 72).
73).
Su condición: sujeto eventual en el
Su condición: sujeto esencial del proceso.
proceso penal.
Ejercicio de la Acción civil: se re quiere para ser Actor, capacidad para estar en juicio o ser
representados, autorizados o asistidos en la forma establecida por la ley civil.
Está regulado en los arts. 25 a 29, y en las disposiciones comunes con el querellante particular.
Para ejercer la acción civil su titular deberá constituirse en actor civil, deben tener capacidad
para estar en juicio,. De lo contrario podrán actuar por medio de sus representantes.
- Art. 25: TITULAR. La acción civil destinada a obtener la restitución del objeto
materia del delito y la indemnización por el daño causado, sólo podrá ser
ejercida por el damnificado directo, aunque no fuere la víctima del delito, o sus
herederos en los límites de su cuota hereditaria, o por los representantes legales
o mandatarios de ellos, contra los partícipes del delito y, en su caso, contra el
civilmente responsable.
- Art. 28: OPORTUNIDAD. Excepto en el proceso de menores, la acción
resarcitoria podrá ser ejercida desde el comienzo de la investigación penal
preparatoria, pero la absolución del acusado no impedirá que el Tribunal de
juicio se pronuncie sobre ella en la sentencia, ni la ulterior extinción de la
pretensión penal impedirá que el Tribunal respectivo decida sobre la civil.
- Art. 26: EJERCICIO POR EL FISCAL DE ESTADO. La acción civil será ejercida
por el Fiscal de Estado cuando la Provincia resulte perjudicada por el delito.
- Art. 27: EJERCICIO POR EL DEFENSOR OFICIAL. La acción civil será ejercida
por el Defensor Oficial, con las mismas atribuciones de un representante: 1.
Cuando el titular de aquella sea incapaz para hacer valer sus derechos y no
tenga quien lo represente sin perjuicio de la representación promiscua. 2.
Cuando el titular de la acción careciera de recursos sin haberse constituido y le
delegue expresamente su ejercicio
10
SEMANA 3
MÓDULO 3
- Art. 29: EJERCICIO POSTERIOR. Si la acción penal no puede proseguir en
virtud de causa legal, la acción civil podrá ser ejercida ante el Tribunal
respectivo.
11
0
UNCAUS
UNIDAD IV
1.- JURISDICCIÓN.
CONCEPTO.
Se denomina "JURISDICCIÓN" al poder que el Estado confiere normativamente a ciertos órganos
propios -que crea desde su constitución política, y estatuye y organiza por ley- para que puedan
decidir o dar solución a conflictos sociales, conforme su ley.
Su denominación proviene del latín "iuris dicto": decir el derecho.
Es ejercida a personas que transitoria o permanentemente caen bajo la soberanía Argentina, o entre
éstos individuos y el propio Estado, decisión o solución que respalda y cumple con su propia fuerza
pública, si fuere necesario.
De esta forma, la JURISDICCIÓN es la capacidad que tiene el juez para decir el derecho. Los jueces de
cada provincia tienen limitada su capacidad para decir el derecho sólo en el ámbito territorial
provincial, y en caso de los jueces penales esa limitación opera, propio del concepto de comparencia,
respecto a hechos reputados como delito por el fiscal.
La "extensión" de jurisdicción se presenta en el ámbito federal, y es ejercida por órganos judiciales
designados de acuerdo a la Constitución Nacional y las leyes reglamentarias, mientras tanto existe la
jurisdicción ejercida dentro del territorio de cada provincia por los tribunales designados con arreglo a
las constituciones provinciales y las leyes reglamentarias.
Esta previsión entra en concordancia con los artículos 75, inciso 12, y 118 de la Constitución nacional
en cuanto establecen con jurisdicción a la provincia donde se hubiera cometido el delito.
Francisco J. D´Albora, en su código procesal penal comentado, afirma al respecto que: "la
Jurisdicción es la función pública procesal ejercida por órganos estatales -en el proceso penal
con exclusividad, no así en el proceso civil, donde pueden asumirla árbitros y amigables
componedores- en cuya virtud se dilucidan o dirimen conflictos suscitados entre particulares
o entre éstos y la comunidad. De manera elemental puede decirse que consiste en la
aplicación del derecho en los casos concretos. Se trata de una potestad para resolver,
mediante una decisión motivada, el conflicto entre el derecho punitivo del Estado y el
derecho de libertad del imputado de conformidad con la norma penal" (Código Procesal
Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado. T. I, sexta edición corregida,
ampliada y actualizada- LEXIS NEXIS. Abeledo Perrot.).
1
comunes y prioridad de juzgamiento (20) y la unificación de penas (21).
2.- NATURALEZA
CLARIÁ OLMEDO afirmó que es un ejercicio impuesto del poder estatal soberano.
El concepto de jurisdicción penal comprende TRES POTESTADES:
1. la de declarar la aplicación de la ley penal en
los casos concretos;
2. la de imprimir fuerza
ejecutiva a la declaración con que se aplica la ley penal en el caso concreto;
3. la de dictar disposiciones
adecuadas para la ejecución de la sentencia, y en general, para la efectiva aplicación de la ley penal y
medidas de seguridad.
La naturaleza de la jurisdicción es un tema que ha sido analizado y estudiado desde varias ópticas por
la doctrina, que ha dividido las teorías en: subjetivas, objetivas, mixtas y funcionalistas.
a. Subjetivas: entienden que la jurisdicción se encuentra ligada directamente a las personas
individuales, por lo que consiste en tutelar los derechos subjetivos de los particulares afectados a un
caso concreto. Fue sustentada por Carnelutti, para quien las normas jurídicas en general tienen por fin
dirimir conflictos de intereses.
b. Objetivas: la jurisdicción aparece o se muestra más como la actuación del Derecho y el
mantenimiento del orden jurídico en el campo social. Las funciones del Derecho son la de dar orden a
la convivencia entre los hombres y la de componer los conflictos que entre ellos pueden surgir; se
complementan con las reglas de conducta y la declaración y observación de lo resuelto a través de los
órganos judiciales.
c. mixtas: Chiovenda propone una nueva posición y dice que: "la jurisdicción puede ser definida como
la función del Estado que tiene por fin la actuación de la voluntad concreta de la ley mediante la
sustitución, por la actividad de los órganos públicos, de la actividad de los particulares o de otros
órganos públicos, sea al afirmar la existencia de la voluntad de la ley, sea al hacerla prácticamente
efectiva".
Para este autor, la jurisdicción se opera en un doble sentido: intelectivo, al decidir el órgano
jurisdiccional quien tiene razón; y material, al utilizar la fuerza pública para satisfacer efectivamente el
interés de quien tiene razón.
d. funcional y organista: distingue las funciones jurisdiccionales de las administrativas según el órgano
que aplica el derecho.
La naturaleza de la jurisdicción no es más que restablecer el espíritu social y legal cuando existe un
litigio (civil) o un conflicto (penal).
Por tanto, la jurisdicción cumplimenta una función integradora del derecho, ya que cuando el juez
aplica la ley no la está aplicando a ciegas ni sin razonar, tiene que pensar para aplicar la ley al caso
concreto le está añadiendo un valor agregado a la norma. El juez sustituye la funcionó de raciocinio
que cumplen dos sujetos en juicio.
Es decir, el juez está razonando por los dos, al valorar las pruebas y al emitir la sentencia. De allí que
puede señalarse que la jurisdicción, aparte de aplicar, integra la ley. Cumple un papel de sustitución,
es decir realiza una actividad enteramente funcional.
3.- MANIFESTACIONES
La jurisdicción es un concepto abstracto que denota determinado poder existente en el Estado. Por su
2
parte, la función de la jurisdicción o función jurisdiccional se halla primariamente asignada al poder
judicial y se manifiesta y exterioriza a través de actos jurisdiccionales. Éstos actos, se diferencian de
los puramente administrativos del tribunal (acordadas, reglamentos) y son las sentencias y demás
resoluciones judiciales que se dictan en el curso y como consecuencia de un proceso. Puede suceder
que se cumplimenten dentro del tribunal (audiencias) o fuera de él (sentencia) o por auxiliares
judiciales (policía, peritos).
Es decir que, el Tribunal emite una declaración y la eventual orden, y ésa orden goza de "imperium" o
facultad ejecutiva para el cumplimiento del mandato, porque en ella está contenido todo el poder del
Estado en punto a la jurisdicción.
Así, los actos jurisdiccionales no están conformados únicamente por la sentencia en la cual se declara
el derecho aplicable al caso concreto y singular, sino que además de la potestad de decisión
comprende la potestad de conocimiento, de coerción y ejecución, ejercidas dentro del ámbito de su
"competencia".
La jurisdicción es en esencia, la actividad que desarrollan los jueces, aunque por cierto no toda la
actividad que realiza el Poder Judicial es jurisdiccional ya que, existen además otros actos que llevan a
cabo los tribunales que tienen naturaleza estrictamente administrativa.
Principios reguladores
La actividad jurisdiccional, está regulada por una serie de principios, a saber: es
a.- INDECLINABLE,
b.- IMPRORROGABLE
c.- INDEFECTIBLE.
El conflicto tiene que ser decidido luego de un proceso preestablecido legalmente en el cual las partes
tengan el derecho de defenderse ante un juez imparcial.
a.- La "indeclinabalidad" consiste en la prohibición que tiene el juez para rehusar la decisión. El
juez es el órgano designado por el Estado para ejercer jurisdicción y no puede negarse a ello,
cualquiera sea la personal o el hecho sometido a su juzgamiento.
Es decir que, la jurisdicción no es "fungible", esto es que no puede ser sustituida por otras formas de
actividad cognoscitiva o potestativa a cargo de otros sujetos públicos o privados. O sea que, el
monopolio de la represión lo tiene el Poder Judicial (Ferrajoli).
b.- La "improrrogabilidad": se refiere a la prohibición que tienen las partes de acudir a un juez
distinto de aquel previamente señalado por la ley.
c.- La "indefectibilidad" es la garantía de que la decisión provenga de un órgano jurisdiccional,
único habilitado para imponer una pena luego de un juicio previo, debiendo ser activada por una
acción acusatoria, con lo que no puede acudirse a la utilización de la justicia por mano propia.
Del principio de juicio previo, se desprende la "garantía de inviolabilidad de la defensa de las partes",
en especial que el imputado goza del estado de inocencia, y el Estado, a través de los órganos
predispuestos (acusador) tiene que probar su culpabilidad liego de un proceso preestablecido ante un
juez imparcial objetiva y subjetivamente.
La jurisdicción como concepto abstracto, para ponerse en movimiento requiere de una serie de
presupuestos concretos y necesarios. Estos son la existencia de: un órgano jurisdiccional competente,
una acción procesal cálidamente ejercida y una conducta humana que presuntamente ha violado la
norma penal.
La existencia de un órgano jurisdiccional competente es el primer presupuesto cuya consideración se
demanda. Es decir, tiene que existir un tribunal designado de acuerdo al procedimiento dispuesto por
3
la Constitución y las leyes del Estado nacional o provincial según sea el caso, el cual además debe
tener competencia para intervenir en el caso concreto sometido a su juzgamiento, en lo relativo al
territorio, materia, función y conexión de acuerdo a lo establecido por el respectivo Código Procesal.
La acción procesal válidamente ejercida demanda dos exigencias, una subjetiva y otra objetiva.
Subjetivamente se requiere que la acción haya sido promovida por el sujeto legalmente autorizado,
esto es, el acusador, sea público o privado. Objetivamente, la exigencia es que la misma haya
respetado las condiciones formales para la promoción requerida por ley.
La acción procesal, enciende el órgano jurisdiccional, el cual sólo podrá decidir en función de lo
pretendido, que opera como umbral máximo. Con ello el tribunal no puede fallar más allá de lo
pretendido por las partes ni actuar de oficio.
El tercer presupuesto es la existencia de una conducta humana presuntamente violadora de la ley
penal.
No puede hacerse alusión a que ésa conducta humana haya infringido efectivamente la ley penal,
puesto que esa cuestión es el motivo que habilita la intervención del órgano jurisdiccional
competente, el que decidirá según las pretensiones del acusador, la actividad ejercida por la defensa,
la prueba producida por las partes y la correspondiente alegación sobre el mérito de la misma. Es
decir, solamente puede hablarse de presunción o probabilidad puesto que recién puede confirmarse
la existencia de un delito cuando luego del proceso de verificación anunciado se dictó una sentencia y
ésta ha quedado firme.
Tal se advierte, la existencia de una conducta humana debe contradecir supuestamente unaley penal,
lo que da origen al principio de legalidad sustancial.
La circunstancia habilita al ejercicio de la acción procesal por parte del acusador en la cual ejerce su
pretensión penal ante un órgano jurisdiccional competente.
De allí que si bien la valoración de cada presupuesto es autónoma en cuanto a su evaluación, los tres
presupuestos deben funcionar en forma conjunta.
5.- CARACTERÍSTICAS
A.- Es un PODER-DEBER, desde que comprende la facultad del juez o tribunal de decidir los asuntos
que se someten a su conocimiento y el deber en que se encuentra de administrar justicia cada vez que
esa actividad sea requerida en un caso concreto.
B.- Es ejercida por órganos INDEPENDIENTES, que integran un poder del Estado provisto de autonomía
con relación a los poderes políticos, y que, a diferencia de los órganos administrativos, no se hallan
sujetos a las directivas o instrucciones de superiores jerárquicos.
C.- Es INDELEGABLE, es decir que sólo puede ser ejercida por la persona designada al efecto cuyas
condiciones de idoneidad han sido consideradas . Esta persona tiene el deber de ejercer
personalmente las funciones que le fueron asignadas por lo que tiene prohibido delegarlas a un
tercero.
D.- Hace a la SOBERANÍA DEL ESTADO, por lo que la jurisdicción solamente puede ejercerse dentro de
los límites territoriales del Estado y también en aquellos lugares permitidos por las leyes
internacionales. Se ejerce sobre todas las personas o cosas, nacionales o extranjeros, que se
encuentren dentro de ese espacio territorial. La única excepción es respecto a algunas personas que
gozan de inmunidad como el personal diplomático de Estados extranjeros.
Con ello, las decisiones de la jurisdicción argentina no tienen en principio efecto en otros Estados
salvo que medien tratados internacionales en cuyo caso su eficacia es limitada a lo prescrito en el
acuerdo.
E.- Posee el "IMPERIUM" necesario para desarrollar la actividad que le es propia, y puede emplear la
fuerza que le es propia, y puede emplear la fuerza, si es preciso, para practicar embargos o secuestros,
4
compeler a testigos, hacer practicar embargos o secuestros, compeler a testigos, hacer comparecer a
las partes y ejecutar las sentencias, etc.
F.- Es de ORDEN PÚBLICO, lo que implica que las leyes no pueden ser modificadas ni alteradas por la
simple decisión o voluntad de las personas.
G.- Es EXCLUSIVA, solamente puede ser ejercida por los jueces que son los órganos creados por la ley
de Estado para su ejercicio. Hace a la garantía del juez natural.
H.- Se vincula con la IDEA DE CONFLICTO. Allí donde no hay conflicto, no hay necesidad de
intervención de la jurisdicción. Este rasgo común a la jurisdicción se presenta en su aspecto penal
inicialmente como un conflicto entre el Estado, representado por el acusador público y el imputado,
aunque es dable destacar que modernamente al ser admitida la víctima como querellante se puede
traducir la idea de conflicto como disputa entre intereses subjetivo de particulares.
I.- Es UNITARIA puesto que siempre cumple la función de declarar el derecho ante un conflicto
concreto, pudiendo distinguirse la competencia penal, civil, laboral, comercial.
6.- COMPETENCIA
La "competencia" es el ámbito lícito dentro del cual los órganos judiciales pueden cumplir con su
específica función de desplegar la tarea jurisdiccional" (F. D´Albora. CPPN comentado, anotado y
concordado. 6º edición. Lexis Nexis. Abeledo Perrot).
Dice Rosenberg, que la "competencia" es, en sentido objetivo, el círculo de negocios de la autoridad.
Por consiguiente, existe incompetencia si una autoridad (órgano Jurisdiccional) traspasa su circulo de
negocios y penetra en el de otra autoridad.
Vázquez Rossi afirma que la competencia "es una división de índole funcional dentro de la que se
desenvuelve el ejercicio del poder jurisdiccional por parte del órgano correspondiente. Esa división
funcional se concreta a través de la noción de competencia que fija el ámbito y modalidades dentro
de los cuales cada órgano jurisdiccional ejerce sus facultades, por lo que puede entenderse como la
aptitud del juzgador para el ejercicio de la jurisdicción en los casos que corresponden."
mientras el concepto de jurisdicción es único e idéntico, la competencia, entendida como "aptitud" y
por ello mismo, es cambiante, múltiple y variable y se justifica en razones de división del trabajo y en
la necesidad de adecuar a los requerimientos reales el servicio de justicia, adaptándolo a las
particularidades regionales y de los objetos y personas puestos a la consideración del órgano. Desde
esta perspectiva, la competencia es una sección de la jurisdicción que está integrada por todas las
competencias.
En consecuencia, la competencia delimita la zona de conocimiento, intervención, decisión y ejecución
del juez o tribunal, determinando el espacio, materia y grado de los asuntos que le incumben.
La división y distribución de la competencia se centra en la imposibilidad de que una determinada
persona absorba todas las cuestiones judiciales de un Estado.
La competencia se funda en la ley y los caracteres fundamentales son: la improrrogabilidad y la
indelegabilidad.
Dentro de la República Argentina y como consecuencia directa del sistema federal de gobierno,
encontramos las competencias 1.- ORDINARIA, normal o habitual, como una facultad no delegada de
las provincias a la Nación;
2.- la NACIONAL que actúa como justicia ordinaria dentro del territorio de la
Capital Federal del país. cuando se federalizó la ciudad de Buenos Aires y se convirtió en Capital
Federal del país, los tribunales de la Provincia de Buenos Aires que allí funcionaban fueron
desplazados, sustituyéndoselos por los nacionales. La distinción entre jueces "nacionales" y
"federales" ha sido objeto de más de una confusión y también de proyectos de unificación de
competencia, toda vez que se sostenía que no surgían de la Constitución.
3.- y la FEDERAL, que es excepcional, limitada y circunscripta a
5
determinado ámbito territorial, personas y cosas en relación con el Estado Nacional, y a algunas
materias específicas.
* COMPETENCIA FEDERAL
De acuerdo a la normativa vigente, son de competencia federal las causas que versen sobre puntos
regidos por la Constitución y por los tratados internacionales: las que traten sobre embajadores,
ministros públicos y cónsules extranjeros; las de almirantazgos y cuestiones marítimas; los asuntos en
que la Nación sea parte; las que se susciten entre dos o más provincias; entre una de ellas y los
vecinos de otra; entre los vecinos de diferentes provincias, y entre una provincia o sus vecinos contra
un Estado o ciudadano extranjero.
Se ha caracterizado a la justicia federal como 1.- suprema, ya que sus decisiones no pueden ser
revisadas por otro tribunal que no sea de índole federal, aunque algunos autores (Jauchen por
ejemplo) advierten que las decisiones pueden ser revisables por la corte Suprema por intermedio del
recurso extraordinario puesto que toda sentencia definitiva de mérito dictada por un tribunal
nacional o local es pasable de esa vía; de 2.- excepción por la ya señalada circunstancia de que las
provincias conservan las facultades que no han sido expresamente delegadas, es decir que, se
sostiene en función del propio modelo constitucional que se basa en una organización federal, según
la cual sólo pueda intervenir en los casos en los cuales expresamente las provincias delegaron esta
posibilidad a la Nación (Art. 116 CN), y expresa o restrictivo, de acuerdo con lo anterior, lo que
igualmente implica que debe circunscribirse a los casos taxativamente determinados, sin que pueda
extenderse por vía de interpretación ni analogía, ni por una ley del Congreso porque estaría
colisionando con la propia Constitución Nacional.
La inalterabilidad y la improrrogabilidad son también características que hacen a la competencia
federal, sin embargo no hacen a sus rasgos distintivos y propios en tanto son compartidos por la
competencia en general.
Dentro de la arquitectura constitucional y de acuerdo con los antecedentes que llevaron a la
construcción del sistema, la justicia federal aparece con características muy propias y estrictamente
restringida a aquellas cuestiones en que la Nación como tal se encuentra en alguna medida
involucrada.
En lo que atañe a los criterios que determinan la competencia federal en materia penal, resulta
acertada la caracterización de D´Albora en el sentido de que tal competencia "surge cuando puede
considerarse vulnerado algún interés relativo a la seguridad, defensa y resguardo de las instituciones
federales". Sobre la base de éste criterio, y atendiendo a la circunstancia de la materia considerada, el
lugar y/o la investidura del sujeto se determina la competencia federal.
Está fijada por el Art. 116 de la CN (ya referido) y el artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación
y otras leyes complementarias de naturaleza penal.
* COMPETENCIA ORDINARIA
Es la que ejercen cada una de las provincias dentro del ámbito de sus respectivos territorios.
El Art. 5º de la CN establece que cada provincia dictará su propia constitución "bajo el sistema
representativo republicano" en la que se aseguren los derechos fundamentales de los habitantes y su
"administración de justicia". El articulo 7 dispone que "los procedimientos judiciales de una provincia
gozan de entera fe en las demás", fijando el artículo 8 que la extradición de los criminales es
obligación recíproca entre todas las provincias.
A su vez, el artículo 75 que fija las atribuciones del Congreso de la Nación, en su inciso 12 le otorga la
de dictar los códigos generales, sin que alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su
aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo
sus respectivas jurisdicciones. A su vez, el artículo 116 rige los supuestos de competencia federal,
entendiéndose que todos aquellos casos que no son comprendidos dentro del precepto corresponden
6
a la competencia ordinaria y originaria.
Habida cuenta de que la competencia provincial es la original y ordinaria, los diversos digestos no
incluyen disposiciones relativas a enumeración de delitos de su competencia, ya que la regla es que,
en principio, las infracciones unibles corresponden al conocimiento de los tribunales de las provincias
donde se cometió el hecho y la excepción es la de que, por razón de lugar o metería, intervenga la
justicia federal.
De allí que, los preceptos de los diversos códigos establezcan que la competencia penal
(improrrogable) se extiende al conocimiento de los delitos y contravenciones cometidos en el
territorio de los delitos y contravenciones cometidos en el territorio de la provincia, excepto los de
jurisdicción federal o militar.
El poder jurisdiccional de cada uno de los Estados provinciales, se especifica a través de sus propios
ámbitos territoriales, por lo común dividido en distritos, que entienden en la investigación y
juzgamiento de los delitos comunes ocurridos dentro de sus respectivos límites. Es decir que, desde
un punto de vista lógico y jurídico, la competencia deriva y es consecuencia de la facultad
jurisdiccional de los respectivos Estados que conforman la Nación Argentina.
Esta competencia se estructura según criterios de jerarquía (superiores tribunales, cámaras de
apelaciones, jueces de instancia); materia (penal, civil, laboral, etc) entidad o importancia de la
materia (juzgado del crimen, correccionales y contravenciones) y personas (menores).
En síntesis: la competencia ordinaria se extiende al juzgamiento de los delitos comunes y las
contravenciones o faltas dentro de los Estados provinciales; en lo que hace a los aspectos territoriales,
los códigos sientan el principio de que será competente el tribunal o juez de la circunscripción o
distrito donde tuvieron lugar los hechos delictivos. Este principio ha sido conocido en doctrina bajo la
máxima latina "locus commissi delicti" cuya procedencia ha sido destacada señalando razones que
derivan de l necesidad de que la justicia actúe en la zona donde han ocurrido lo hechos y los mismos
han tenido repercusión, tanto por motivos que facilitan la investigación y el conocimiento como por la
mera oportunidad de defensa del imputado. Claro está que este criterio determinativo de la
competencia supone la existencia de múltiples jueces de similar competencia material, distribuidos en
diferentes circuitos para su actuación dentro de los mismos.
De modo subsidiario, opera la regla que si se ignora dónde ocurrió el hecho, resulta competente el
tribunal que intervino en primer término.
Asimismo, todo órgano jurisdiccional que advierta su incompetencia territorial deberá remitir las
actuaciones al que corresponda, sin que lo anteriormente realizado resulte nulificado.
De igual modo, los códigos de procedimientos regulan lo que se conoce como competencia por
conexión que refieren a hipótesis de comisión de varios delitos de algún modo relacionados entre sí,
objetiva y subjetivamente, estableciéndose que resultará competente el que interviene en el delito de
mayor gravedad o, cuando no hay al respecto diferencias, el que primero previno.
Clásicamente estas son las tres maneras de determinación de la competencia, y están sujeto a una
razón previa y es que solo es competente la justicia federal cuando el hecho imputado, cualquiera sea
su contenido, el lugar de su comisión, o su autor o el ofendido por él, atente contra los intereses de la
soberanía o la seguridad del Estado Nacional.
Se esos intereses nacionales no están en juego, la justicia de excepción notiene competencia para
intervenir. En lo concreto, las pautas normativas se encuentran en el Artículo 3 de la ley Nº 48 y el
artículo 33 del CPPN, aún cuando algunas de ellas puedan merecer algún cuestionamiento
* MATERIA: la determinación de la competencia por razón de la materia implica que habrá de
intervenir la justicia federal cuando el hecho previsto en la norma penal protege o custodia bienes
jurídicos que configuran intereses de la Nación como poder central. Se trata entonces de una
determinación basada en la naturaleza del interés o bien jurídico lesionado y que la norma penal
7
tutela. Ello es así, porque la norma violada nada aporta al esclarecimiento de la competencia en tanto
no se determine la naturaleza nacional o provincial del bien jurídico lesionado.
Por ejemplo, cuando se comete un delito de hurto, esta calificación del hecho nada nos dice respecto
a la competencia. Habrá de determinarse si el objeto hurtado es un bien de la Nación o no lo es y
recién entonces podrá establecerse la competencia federal, cuando por las características de bien
hurtado entren en juego intereses de alcance nacional.
Para la determinación de la competencia federal por razón de la materia debe conocerse el Artículo 3,
inciso 3º de la ley Nº 48; el juego armónico de ésta disposición con las pertinentes del Código Penal y
de las leyes penales especiales, permite determinar los casos en que la competencia es de la justicia
federal, siempre teniendo en cuenta que el bien jurídico lesionado debe ser de carácter o naturaleza
nacional.
Aparte de lo contemplado en el citado, artículo 3, inc. 3º de la ley 48, habrá competencia federal por
la materia, cuando: 1.- se trate de atentados a la forma representativa, republicana y federal de
gobierno; 2.- cuando se trate de delitos que configuren defraudación o causen disminución del
patrimonio nacional; 3.- en casos de interrupción o ataque a la seguridad del tráfico entre provincias o
internacional o de las comunicaciones; 4) en caso de falsificación de billetes o moneda de curso legal
en el país; 5) en caso de falsificación de documentos de carácter nacional; 6) en caso de lesión del
funcionamiento y seguridad de las telecomunicaciones; 7) cuando se perturben elecciones nacionales;
8) si se produce lesión a los derechos relacionados con marcas de fábrica, patentes de invención,
identificación de personas o de mercaderías.
El Código Procesal Penal de la Nación, trata a partir de su artículo 22 la competencia en razón de la
materia, enunciando expresamente cuál es la competencia del máximo tribunal argentino: la Corte
Suprema de Justicia de la Nación. El artículo 23 describe la competencia de la Cámara de Casación,
cuando afirma que juzga los recursos de inconstitucionalidad, casación y revisión, como además del
previsto en el Art. 445 bis de la ley 14.029 del código de justicia militar. El 24 relata la competencia de
la Cámara de Apelación (los recursos interpuestos contra las resoluciones de los jueces de instrucción,
correccional, de menores y de ejecución, cuando corresponda, en los casos de la suspensión del
proceso a prueba; de los recursos de queja por petición retardada o denegada por los mismos jueces;
de las cuestiones de competencia que se planteen entre ellos.
El 25 confirma que "los tribunales en lo criminal juzgarán en única instancia de los
delitos cuya competencia no se atribuya a otro tribunal".
El 26 dice que el "juez de instrucción investiga los delitos de acción pública de
competencia criminal, excepto en los supuestos en lo que el ministerio fiscal ejercite
la facultad que le otorga el artículo 196".
El 27 determina que la competencia del juez correccional será la de investigar y
juzgar en única instancia:
1- En los delitos reprimidos con pena no privativa de libertad de su competencia-
2- En los delitos reprimidos con pena privativa de la libertad cuyo máximo no exceda
dd tres (3) años.
3- En grado de apelación en las resoluciones sobre faltas o contravenciones policiales
y de queja por denegación de este recurso.
Los artículos 28 y 29 se ocupan de determinar la competencia del tribunal de
menores y del juez de menores respectivamente; y el 30 el tribunal de ejecución.
Los artículos 31 y 32 se encargan de desarrollar y puntualizar las competencias de las
Cámaras Federales de Apelaciones y de los Tribunales Orales en lo Criminal
Federales. Y el artículo 33 puntualiza la competencia del Juez Federal.
8
* PERSONA
Este criterio de determinación de la competencia federal deriva de la investidura del sujeto.
Vale decir, cuando el hecho motivo de juzgamiento lesiona la investidura nacional del sujeto. Ello
ocurre cuando la ofensa a la soberanía o a la seguridad de la Nación se produce debido a que el sujeto
interviniente en el delito -sea autor o víctima- tiene atribuida una función de carácter nacional. Aquí
no interesa el hecho en sí mismo o su materialidad, sino que se atiende a la investidura del sujeto,
aunque la investidura por sí sola no basta para general la competencia federal, ella debe
complementarse con el efectivo ejercicio de la función por la autoridad o funcionario nacional o la
representación del Estado Nacional con ocasión o como motivo del hecho.
Respecto a esta competencia derivada de la investidura del sujeto ella nace en relación a todas las
autoridades de los poderes públicos de la Nación.
También cuando se trata de los demás funcionarios y empleados nacionales y asimismo, en los casos
relacionados con ministros diplomáticos, cónsules de países extranjeros y personas que representan a
otros estados soberanos.
Esa investidura del autor o víctima del delito, debe existir al momento de la comisión del hecho
porque de otro modo la competencia federal no puede nacer "a posteriori".
* TERRITORIO
Este criterio se relaciona con el lugar físico de comisión del hecho ilícito, es decir, el espacio físico
dentro del territorio del país en el que se lleva a cabo la conducta y se produce el resultado que
configuran el hecho objeto del proceso.
Cuando el lugar de producción del hecho delictivo tiene influencia en la naturaleza del delito a
investigar nos encontramos con otra situación en l que nace la competencia federal. Tal cosa ocurre
cuando el hecho se produce en determinados lugares en los que, por diversas circunstancias, es el
poder central el que despliega su autoridad. Esa autoridad exclusiva del Estado nacional se da siempre
que para el ejercicio del poder central es necesario el asentamiento en determinada porción de
territorio, aún dentro del ámbito geográfico provincial.
Si el delito ocurre en algunos de ésos lugares, aún cuando por la materia o por la investidura del
sujeto no nazca la competencia federal, por la comisión del hecho en ese especial lugar, habrán de
tener intervención los tribunales federales, porque en ésos casos está en juego el interés nacional.
Estos intereses se ven afectados por la sola razón de que el hecho haya ocurrido en un lugar en el que
el poder central ejercita de modo excluyente su autoridad y jurisdicción.
La afectación del interés nacional se ve claramente cuando hecho ocurre en ámbitos extraprovinciales
(aguas territoriales argentinas, por ejemplo), pero no se advierte la misma claridad cuando el hecho
ocurre dentro del ámbito del territorio provincial.
Sin embargo, el juego armónico de los principios que emanan del texto del artículo 75 de la CN con el
artículo 3º inc. 4º de la ley 48, permite determinar los casos de competencia federal por el lugar de
comisión del hecho.
En definitiva, el principio general queda establecido en el sentido de que simple que el hecho ocurra
dentro del territorio sobre el que la Nación ejerce jurisdicción con exclusión de los poderes
provinciales, la competencia para el juzgamiento del hecho será federal.
Antes de la sanción del Estatuto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuando esta era Capital
Federal y tenía estatus de espacio físico nacional, todo hecho ocurrido dentro de ése ámbito era de
competencia federal y no de los tribunales provinciales de la provincia de Buenos Aires.
Del mismo modo, cualquier porción de territorio provincial que corresponda a la Nación por compra o
cesión dará lugar a la competencia federal en lo referido a los hechos que en él ocurran, sin que sea
necesario que la Nación tenga jurídicamente la propiedad de ese lugar, bastando con que ejerza
jurisdicción sobre él. Buen ejemplo de ello, pueden constituirlo los edificios destinados en las
provincias al funcionamientos de los tribunales de justicia de la Nación; o de las Universidades
9
Nacionales; o de los puertos o aduanas. En todos estos casos, esos organismos han sido establecidos
para el normal funcionamiento del gobierno nacional y por lo tanto tienen utilidad pública común
para toda la Nación.
Las reglas generales de la competencia territorial, están impuestas en el artículo Nº 37 del CPPN, que
expresamente reza: "…Será competente el tribunal de la circunscripción judicial donde se
ha cometido el delito. En caso de delito continuado o permanente, lo será el de la
circunscripción judicial en que cesó la continuación o la permanencia. En caso de
tentativa, lo será el de la circunscripción judicial donde se cumplió el último acto de
ejecución…".
Determinar dónde se cometió el delito es cuestión del derecho penal material, que
contiene las pautas que determinarán el momento en que puede considerarse que se
cometió el delito consumado. El juez competente será aquel a quien la ley asigne el
conocimiento de la causa por haberse cometido el delito dentro de una determinada
"circunscripción". En las cuestiones de delitos continuado y permanente, son de
competencia del juez en que cesó la continuación o permanencia.
Delito continuado es aquel integrado por una pluralidad de acciones ejecutadas con
unidad de resolución, de "hechos dependientes" que configuran una acción total.
Delito permanente es aquel en el cual la actividad ejecutiva perdura y el tiempo de
su duración es una constante consumación (por ejemplo asociación ilícita, privación
ilegal de la libertad). En el caso de tentativa, se establece que es competente el juez
del lugar donde se ejecutó el último acto que habría conducido a la consumación
frustrada.
Por su parte, el artículo 38 del mismo texto legal, propone una solución en caso de
dudas, y dice: "…si se ignora o duda en que circunscripción se cometió el delito,
será competente el tribunal que prevenga en la causa…".
10
* Competencia territorial provincial
Es esta la primera regla de competencia penal común, vale decir, el de la competencia según el lugar
de comisión del hecho o competencia territorial, es el primer criterio de atribución de causas en el
sistema procesal penal argentino.
Como consecuencia de ello, los jueces provinciales son competentes para intervenir cuando se trata
de hechos ocurridos en el territorio que la ley les asigna para el ejercicio de su jurisdicción. A su vez
cada provincia establece en su sistema legal, determinadas secciones o circunscripciones en las que
divide su propio territorio y asigna a determinados jueces o tribunales o grupos de ellos, aptitud para
intervenir en los casos que se produzcan en cada una de esas divisiones territoriales.
el referido criterio de competencia territorial trae como consecuencia mayor rapidez y eficiencia y
menores costos de funcionamiento de los órganos jurisdiccionales dada la cercanía geográfica entre el
lugar en el que ocurrió el hecho motivo del proceso y el lugar de asiento del juez o tribunal encargado
de su investigación o juzgamiento.
Ahora bien, el criterio de distribución de causas por el lugar en que el delito se entiende cometido, no
resulta en ocasiones suficiente para la atribución de la competencia. Ello es así, porque puede ocurrir
que al momento de iniciarse las investigaciones no se conozca el lugar en que el hecho ocurrió o se
dude de ello. En estos casos, la regla básica no resulta útil y deben buscarse soluciones alternativas y
en forma prácticamente unánime la doctrina, acompañada por las legislaciones procesales, señalan
como criterios sustitutivos: a.- el juez del lugar de residencia del imputado cuando él hubiese ya
iniciado la investigación; b) si la investigación no se encuentra iniciada, el juez del lugar en el que se
procedió al arresto del imputado; c) si no se ha producido intervención de juez alguno ni se ha llevado
a cabo el arresto, el juez al que se le hayan remitido las actuaciones por parte de la autoridad policial
interviniente. Estas reglas tienen la definida finalidad de evitar que se produzca inacción de los
órganos encargados de llevar adelante la investigación y el juicio debido a la falta de conocimiento de
cuál ha sido el lugar del hecho.
* Competencia material provincial
Se entiende por tal, la que tiende a la distribución de causas según determinados elementos externos
al hecho en sí y a su naturaleza y contenido. Se trata de un modo diferente de establecer la
competencia si se lo compara con la determinación de la competencia material de los tribunales
federales. Así es que para la determinación de la competencia material, los códigos procesales parten
de elementos tales como la pena amenazada para el delito, o la edad del sujeto activo del mismo o a
la titularidad del ejercicio de la acción o, en fin, de la etapa procesal en la que la causa se encuentra.
Como se advierte son todos elementos ajenos al hecho delictivo en sí mismo.
11
reporta centralizar la investigación y juzgamiento de delitos) que justifican que se alteren las reglas de
competencia material y territorial (Cafferata Nores y Tarditti).
Entonces para que se procesa a la acumulación de causas y la consecuente unificación del tribunal,
básicamente se exigen los siguientes requisitos:
a.- que se trate de pluralidad de causas;
b.- que den lugar a una acción de igual naturaleza (acción pública o privada);
c.- determinar entre que tribunales procedería la acumulación.
* REGLAS
Las normativas procesales prevén presupuestos objetivos y subjetivos para propiciar la conexión y la
unificación del tribunal. "Estas reglas no alteran el principio de juez natural porque el
tribunal queda debida y previamente determinado por la ley conforme a la necesidad
práctica de mejor justicia y de evitar desgaste jurisdiccional.
No contradicen las exigencias de los presupuestos procesales por cuanto a pesar de
su purificación el objeto procesal queda debidamente presentado. La regla absoluta
de improrrogabilidad también se respeta porque no se puede disponer de la
determinación que la conexión provoca" (CLARIÁ OLMEDO).
El presupuesto subjetivo como nexo de conexión se presenta cuando a una persona se le imputa más
de un delito. Es decir, contempla a un solo sujeto al que se le imputa más de un hecho reputado como
delito en concurso real (Art. 55 del CP). En este caso no existen limitaciones territoriales provinciales
de ningún tipo.
El presupuesto objetivo para la conexión se puede dar en dos supuestos diferentes.
El primero de ellos es cuando los delitos imputados se afirmaran cometidos simultáneamente por
varias personas reunidas o en distintos lugares y tiempo mediando acuerdo entre ellas.
En verdad, se advierten aquí dos hipótesis que parten de la base de la existencia de una pluralidad de
delitos imputados. Surge de la utilización de la conjunción disyuntiva "o", que denota la existencia de
alternativa.
La primera de ellas atiende al caso de que los mismos hayan sido cometidos por varias personas
reunidas pero sin mediar acuerdo previo. Es decir, son casos de convergencia objetiva pero no
subjetiva en el hecho plural.
La segunda subhipótesis prevé que exista acuerdo entre los distintos imputados, resultando que la
pluralidad de delitos imputados se cometen en distintos lugares y tiempo (asociación ilícita).
El otro caso de conexidad subjetiva es cuando un delito se afirmara cometido para perpetra otro,
facilitar su comisión o procurar para sí o para otra persona su provecho o impunidad.
Comprende la conexidad objetiva, pues atiende, exclusivamente a las características y relaciones de
los hechos entre sí. Si el propósito es único, pese a que resulten diferenciales, la comunidad
probatoria implica la conveniencia de que intervenga un solo tribunal (D´Albora).
Nuestro ordenamiento legal trata y regula estas situaciones de competencia por conexión, en el
Código de Procedimiento Penal Argentino, puntualmente en sus artículos 41 que describe los casos, el
42 que determina las reglas de conexión, y el 43 puntualiza cuáles son las excepciones a las reglas de
conexión.
* CUESTIONES DE COMPETENCIA
El tema puntual es motivo de tratamiento "in extensum" en la próxima unidad, de manera que sólo a
manera de referencia y por tener una conexión directa con el tema, podemos afirmar que por alguna
razón, existen circunstancias que hacen dudosa o controvertida la competencia de un determinado
órgano jurisdiccional sobre un concreto asunto, surgen las denominadas cuestiones de competencia
que son, de modo genérico, aquellas que llevan a la decisión sobre quien deberá entender en esa
causa determinada.
Recordamos que la competencia aparece como la aptitud del juez para resolver sobre un caso y tiene
12
que ver con las condiciones particulares del correcto y válido ejercicio de la facultad jurisdiccional, por
lo que determinar si en ese caso puede o no actuarse resulta un tema de extrema relevancia que se
conecta con los presupuestos procesales, es decir, con aquellos requisitos cuya existencia permiten al
juzgador expedirse sobre la cuestión de fondo sometida.
Corresponde al propio juez, de oficio o a pedido de parte, resolver lo relativo a su propia competencia,
ya que se trata de una cuestión de orden público, indisponible para los sujetos procesales, que se
determina conforme a las disposiciones legales que regulan la actuación e intervención de los órganos
jurisdiccionales, y cuya inobservancia apareja la sanción de nulidad.
Desde un punto de vista estricto, las cuestiones de competencia son aquellas que surgen cuando dos
órganos jurisdiccionales se declaran en forma simultánea y contradictoria competentes o
incompetentes para la investigación o juzgamiento de un mismo hecho.
El problema puede suscitarse por razones de materia, territorio o cualquiera de los criterios
determinantes de la competencia. Puede darse entre jueces de la jurisdicción federal y de una
provincia, entre los de diferentes provincias o entre los integrantes de una. Asimismo, se presenta de
modo positivo cuando dos o más jueces pretenden conocer del mismo hecho, y de manera negativa,
cuando rehusan su intervención.
El conflicto surge cuando, el juez inoficiosamente sobre su competencia o cuando es planteado por las
partes. Tradicionalmente, esto se concreta mediante la INHIBITORIA, que se interpone ante el órgano
jurisdiccional que se considera con competencia sobre el asunto en trámite, o bien, por
DECLINATORIA, ante el tribunal entendido como incompetente, disponiendo los códigos que no
podrán utilizarse de modo conjunto ambos medios. Si ante los referidos planteos los jueces no
aceptan lo pertinente, corresponde la decisión a quien resulte superior jerárquico común de los
enfrentados. Cuando se trata de jueces de diferente jurisdicción (federal y provincial o de distintas
provincias) corresponde pronunciarse a la Corte Suprema de Justicia de la Nación como máximo
tribunal del país.
9.- ORGANIZACIÓN JUDICIAL
La organización judicial del país sigue en lo básico un esquema jerárquico, de estructuración
predominantemente vertical. El poder está encabezado por las Cortes Supremas o Tribunales
Superiores en las provincias, y representan institucionalmente al órgano y ejercen funciones de
superintendencia.
En un segundo nivel, encontramos en el ámbito nacional al tribunal de Casación, al que siguen las
Cámaras de apelaciones, los tribunales de juicio y los jueces de primera instancia.
Asimismo, la forma de organizar cada uno de estos cuerpos mantiene características de notoria
autonomía, al extremo de que cada juzgado -entendiendo por tal la oficina judicial de cualquier grado,
compuesta por jueces, secretarios, y empleados- se articula de una manera completes en sí misma y
desconectada de los restantes, al modo de unidades autónomas con sus propias particularidades
definitorias que, con frecuencia, imprimen notas distintivas a las tramitaciones y decisiones que allí se
efectúan. Ello es particularmente notorio en los juzgados de instrucción, en los que el fenómeno de
delegación de funciones resulta habitual.
Dentro de la organización Federal, las provincias han delegado en el poder central determinadas
facultades como ser la sanción de los códigos de fondo, entre ellos el penal (Art. 75, inc 12 de la CN),
no obstante se reservaron todo el poder no delegado al gobierno federal (Art. 121 CN) entre ellos la
potestad de dictar códigos de procedimientos y de organización de tribunales.
Las normas contenidas por el Código Penal y las leyes complementarias de naturaleza penal pueden
ser aplicada tanto por la justicia federal como por las justicias provinciales según el suceso caiga bajo
su respectiva jurisdicción.
En el conjunto del sistema institucional de justicia penal vigente en la Argentina, encontramos:
a.- Juez de instrucción: que es quien tiene a cargo la dirección de la etapa investigativa conocida como
instrucción formal, caracterizada por la preeminencia de este sujeto, dotado de amplias facultades en
orden a la investigación y regida plenamente por el principio de oficialidad que refiere no sólo al
13
carácter público de la actuación, sino además por la iniciativa e impulso de todos los actos, tomando
resoluciones de mérito instructorio-
En aquellos sistemas que disciplinan la investigación fiscal preparatoria corresponde hablar del juez
de la instrucción que es el magistrado encargado de actuar durante toda esa etapa y dirimir las
cuestiones suscitadas entre fiscalía y defensa, y disponer sobre todas aquellas medidas que afecten
derechos y garantías constitucionales y sobre las diligencias definitivas e irreproducibles.
b.- Juez correccional: cuanto tal competencia se encuentra dispuesta para delitos de menor
importancia, por lo común los conminados con penas de hasta tres años de prisión y a través de
procedimientos más simples que el ordinario, con facultades investigativas y decisorias.
c.- Juez de faltas o contravencional: con competencia sobre las denominadas faltas o contravenciones
y según la respectiva legislación sustantiva y procesal que, en el caso de nuestro país, es una facultad
provincial no delegada, correspondiendo por lo tanto a las respectivas provincias.
d.- Jueces de Cámaras de Apelaciones o Tribunales de grado: que entienden en las causas llegadas a
través del recurso de apelación y el consecuente procedimiento de segunda instancia, con facultades
de nulificar y/o modificar lo resuelto por los jueces de primera instancia. En el procedimiento escrito
entendían de las apelaciones de los autos y sentencias y dentro del proceso oral únicamente de las
primeras, ya que las sentencias del tribunal oral son de instancia única. En digestos que mantienen la
oralidad como opción también intervienen como tribunales de juicio oral.
e.- Jueces de Cámara de tribunales de juicio oral: ante los cuales se tramita el juicio oral y público, en
el cual dictan sentencia de única instancia.
f.- Jueces de tribunales superiores: En el orden nacional, actúa luego de la reforma de la ley 23.984 el
tribunal de casación que entiende en este recurso contra las sentencias de los tribunales de juicio oral
o cierto tipo de autos. En las diversas provincias, interviene en el mencionado recurso la sala
correspondiente del Superior Tribunal.
Asimismo, en la Nación el máximo organismo jurisdiccional a quien la Constitución confía su
interpretación es la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con competencia originaria en
determinados y específicos temas y de control constitucional a través del recurso extraordinario
federal.
En relación a la organización derivada del sistema federal, encontramos dentro del orden nacional:
* a la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN (CSJN) que surge de la propia constitución, con
sede en la Capital Federal (CABA) regulada inicialmente en la ley Nº 27 y con una integración que ha
sufrido cambios a lo largo de la historia.
Ejerce su jurisdicción de modo originario y como supremo tribunal de grado. Respecto de lo primero,
interviene en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros.
Interviene además como Tribunal de apelación ordinario en recursos contra resoluciones relativas a
extradición pasiva y como máximo tribunal en la resolución del recurso extraordinario de
inconstitucionalidad previsto en el artículo 14 de la ley 48 en contra de sentencias definitivas
provenientes de superiores tribunales federales, nacionales o provinciales. Corresponde a la Corte
además, lo relativo a los conflictos de competencia como superior común de órganos judiciales
inferiores.
La instauración en el orden nacional del procedimiento mixto en el cual el juzgamiento se realiza ante
tribunales orales de instancia mixta, eliminó el recurso de apelación contra las sentencias y exigió la
creación de un * TRIBUNAL DE CASACIÓN (ley 24.050 de organización y competencia Penal,
concordante con la ley 24.121 de implementación y organización del proceso penal oral). La
competencia refiere a los recursos de inconstitucionalidad, casación y revisión (Art. 23, ley 23984). De
tal modo, actúa dentro de la justicia federal y nacional la Cámara Nacional de Casación, integrada por
trece miembros divididos en cuatro salas de tres miembros cada una, bajo la dirección general de un
presidente, con competencia sobre todo el territorio nacional y sede en CABA.
La CAMARA NACIONAL DE CASACIÓN PENAL actúa como tribunal pleno a los efectos de resolver sobre
cuestiones reglamentarias de su propia labor, para unificar la jurisprudencia de sus salas y evitar
14
sentencias contradictorias, y para establecer interpretaciones legales.
Dentro de la organización de la justicia de la nación, debe distinguirse entre la que aparece como
"justicia nacional" para la investigación y juzgamiento de delitos comunes y ordinarios dentro del
ámbito territorial de la ciudad de Buenos Aires como Capital Federal del país, y en el resto del país en
aquellos asuntos que conciernen a la competencia federal.
Dentro de lo primero, encontramos la "CÁMARA DE APELACIÓN" (art. 24, ley 23984) con competencia
para entender en los recursos de apelación interpuestos en contra de las resoluciones de los jueces de
instrucción, correccionales, de menores y de ejecución. La reforma del procedimiento ha reducido
sensiblemente la importancia de estos tribunales, toda vez que al desaparecer el recurso de apelación
en contra de sentencias definitivas y establecerse la única instancia propia del juicio oral, su labor se
circunscribe a los autos, tales como los de procesamiento, falta de mérito, sobreseimiento y
decisiones sobre la libertad provisional.
los * TRIBUNALES EN LO CRIMINAL juzgan en única instancia los delitos de competencia del
procedimiento ordinario, es decir, infracciones conminadas con pena máxima superior a tres años. Se
integran con tres miembros, actuando uno como presidente de las audiencias de juicio.
* JUECES DE INSTRUCCIÓN UNIPERSONALES: con competencia en la investigación de delitos de acción
pública conminados con pena máxima superior a tres años y cometidos por personas mayores de 18
años dentro del ámbito territorial de la ciudad de Buenos Aires.
* JUECES CORRECCIONALES (ART. 27 CPPN) investigan y juzgan en única instancia delitos reprimidos
con penas no privativas de libertad y con pena privativa de libertad que no exceda de tres años.
igualmente intervienen como órgano de apelación en los recursos contravenciones policiales.
* TRIBUNALES DE MENORES (creados por ley 24.050) establecidos para el juzgamiento oral de delitos
con competencia nacional reprimidos con pena superior a tres años cometidos por menores de 18
años de edad.
* JUECES DE MENORES: actúan en la investigación de delitos de acción pública cometidos por menores
de 18 años y en el juzgamiento en única instancia de delitos de los comprendidos dentro de la justicia
correccional y contravenciones. También intervienen en casos tutelares por simple abandono o
inconducta.
* JUECES DE EJECUCIÓN: intervienen en aquellas cuestiones reguladas en el libro V del Código
Procesal Penal de la Nación y que son las que pueden suscitarse con posterioridad y como
consecuencia de la sentencia definitiva. Su competencia refiere exclusivamente al ámbito penal, ya
que las cuestiones de ejecución civil están reservadas a la justicia de ese fuero, según el artículo 493
del CPPN.
Dentro de la JUSTICIA FEDERAL encontramos al * JUEZ FEDERAL cuya competencia específica está
detallada en el artículo 33 del CPPN y que dentro de la actual organización actúa como órgano
jurisdiccional de instrucción a los efectos de la investigación de los delitos de su competencia con
pena máxima superior a tres años y como juez correccional, con facultades de investigación y
juzgamiento en instancia única en los delitos federales con pena máxima inferior a tres años. Su
asiento se encuentra dentro del ámbito territorial de la Capital federal y en las principales ciudades
del país.
* Las CÁMARAS FEDERALES DE APELACIONES, con sede en la ciudad de Buenos Aires y diversas
ciudades argentinas, actúan como tribunales de alzada de las resoluciones de los juzgados federales
que corresponden a su competencia territorial. Su importancia se ha reducido sensiblemente al
implementarse el juicio oral, ya que al igual que la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional
ahora su poder revisor se limita a los recursos de apelación en contra de autos instructorios.
La organización judicial del país sigue en lo básico un esquema jerárquico, de estructuración
predominantemente vertical. el poder está encabezado por las cortes supremas o tribunales
superiores, que representan institucionalmente al órgano y ejercen funciones de superintendencia. en
un segundo nivel, encontramos en el ámbito nacional al tribunal de casación, al que siguen las
cámaras de apelaciones, los tribunales de juicio y los jueces de primera instancia. Asimismo, la forma
15
de organizar cada uno de estos cuerpos mantiene características de notoria autonomía, al extremo de
que cada juzgado, entendiendo por tal la oficina judicial de cualquier grado, compuesta por jueces,
secretarios y empleados, se articulan de una manera completa en sí misma y desconectada de los
restantes, al modo de unidades autónomas con sus propias particularidades definitorias que, con
frecuencia, imprimen notas distintivas a las tramitaciones y decisiones que allí se efectúan. Ello es
particularmente notorio en los juzgados de instrucción, en los que el fenómeno de delegación de
funciones resulta notorio y habitual, al igual que modos de trabajo oficinescos constitutivos de
hábitos notoriamente burocráticos.
10.- DESIGNACIÓN DE JUECES
La cuestión de la designación, permanencia y remoción de los integrantes del Poder Judicial es una de
aquellas que pueden considerarse como cruciales y el verdadero punto de toque para el correcto
funcionamiento del sistema. En definitiva, todo lo que se estudia respecto de los encuadres
normativos será operado por las concretas personas que tienen a su cargo la dirección del proceso y la
aplicación del derecho objetivo y, por cierto, la vigencia de las garantías constitucionales.
Dentro de la idea de la división de poderes, el judicial es de igual jerarquía que el Legislativo y el
Ejecutivo, y ejerce la soberanía estatal en el área que funcionalmente le corresponde, área que
aparece delimitada como una zona de autoridad y tareas específicas, sin dependencia alguna hacia los
otros poderes y con una estructuración institucional particularizada.
Esto surge con claridad del propio texto constitucional, que refuerza el diseño con disposiciones como
la relativa a la estricta prohibición al ejecutivo de intervenir en causas judiciales, la estabilidad de los
jueces profesionales y la intangibilidad de sus remuneraciones.
El método de selección del Poder Legislativo a través de una propuesta realizada por el Poder
Ejecutivo, si bien no puede entenderse como una manifestación indirecta de la voluntad popular, que
que quienes intervienen representan las mayorías políticas en el gobierno, ofrece abundantes flancos
a la crítica, ya que resulta harto discutible que opere una auténtica representatividad y, por otra
parte, implica una notoria dependencia política del Judicial respecto del Ejecutivo que, en definitiva,
efectúa la selección y como lo evidencia la realidad, en muchos casos ejerce de hecho formas más o
menos notorias de predominio e influencia.
A partir de la reforma constitucional del año 1.994, se institucionalizaron organismos llamados
CONSEJO DE LA MAGISTRATURA encargados de la selección y remoción de Jueces, mediante métodos
que privilegien la transparencia e idoneidad. Finalmente la cuestión quedó sancionada, en el Art. 114
que encomienda al Consejo de la Magistratura "la selección de los magistrados y la administración del
Poder Judicial", estableciendo el siguiente precepto que el organismo se integrará periódicamente de
modo que se procure el equilibrio entre la representación de los órganos políticos resultantes de la
elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la matricula federal, más
personas con destacados antecedentes académicos y científicos.
Lamentablemente, el texto constitucional remite la referida composición a la regulación de una ley
especial. Por cierto, la composición de éstos organismos ofrece arduos problemas y se discute si debe
integrarse con una mayoría de jueces y abogados, cuál debe ser la influencia del partido político en el
gobierno y oposición, y cuál el peso del poder académico, a más de objetarse que puede incurrirse en
un intolerable corporativismo y organización estamental.
De todas maneras, pareciera que el establecimiento de ese tipo de procedimientos asegura un mayor
cuidado selectivo en las condiciones de los candidatos e implica también un alejamiento de la directa
voluntad del gobernante que propone y que, obviamente, puede algún día recordar al elegido quien
lo designó.
El tema de la selección de los jueces, constituye un tema clave para la vida republicana y apareja
graves responsabilidades en los organismos y personas que tienen a su cargo la delicada tarea
designativa.
16
SEMANA 5
MÓDULO 5
SEMANA 5
MÓDULO 5
0
SEMANA 5
MÓDULO 5
La cuestión puede surgir con motivo de una instancia de inhibitoria, del éxito de
una declinatoria o de la incompetencia declarada de oficio, cuando el juez del
otro tribunal las rechaza. Si ambos tribunales sostienen su competencia, la
cuestión será positiva; si se declaran incompetentes, será negativa. Cuando se
plantea entre tribunales de distintos órganos jurisdiccionales (de dos provincias
o uno provincial y otro nacional) se habla de cuestión de jurisdicción. Deben ser
resueltas igual que las de competencia (entre tribunales de un mismo órgano
jurisdiccional) salvo previsiones de tratados interprovinciales. La solución del
conflicto corresponderá al tribunal jerárquicamente superior y común de ambos
contradictores.
La inhibitoria puede ser instada por el Ministerio Fiscal, por el querellante, por
el imputado y por las partes civiles ante el tribunal que se considere
1
SEMANA 5
MÓDULO 5
2
SEMANA 5
MÓDULO 5
3
SEMANA 5
MÓDULO 5
Sin embargo, la normativa legal vigente establece los supuestos en los cuales
no procederá la extradición, y consecuentemente en esos casos el pedido
deberá ser rechazo in limine.
A. Cuando el delito que expresara la solicitud del Estado requirente fuese uno
de los llamados “políticos”, es decir de aquellos que han tenido en cuenta
lesionar la existencia de un determinado gobierno, más no del Estado mismo.
B. Cuando el delito que motiva la requisitoria del Estado extranjero, fuese uno
de los previstos exclusivamente en la ley penal militar.
4
SEMANA 5
MÓDULO 5
5
SEMANA 5
MÓDULO 5
Por otra parte, y a través de una sana medida procesal, la ley establece que de
haberse denegado la petición, la persona requerida recuperará la libertad hasta
tanto se sustancia el correspondiente recurso ante la Corte Suprema.
Una vez que la Justicia de nuestro país hiciera lugar al pedido de extradición,
no procederá la sustanciación de otro Estado requirente sobre la misma
persona.
La ley 24.767 fue sancionada para establecer las reglas para la tramitación de
las extradiciones, tanto pasivas como activas.
Inhibición y recusación:
6
SEMANA 5
MÓDULO 5
Son causales de vinculación directa del juez con el proceso de que se trata:
7
SEMANA 5
MÓDULO 5
Las causales de vinculación indirecta con los interesados son extensión de las
anteriores a los parientes o allegados al juez como se ha venido expresando:
juicio pendiente, acreedores o deudores de beneficios o regalos. No están
contemplados expresamente por el Código nacional. El juez debe apartarse si
advierte la presencia de un motivo legal. Es el apartamiento de oficio que los
códigos denominan inhibición o excusación. Resuelto el apartamiento, el
proceso será remitido al juez que corresponda, o se integrará al cuerpo
conforme lo determina la ley. No obstante, con respecto a algunas causales
que vienen a caracterizarse como relativas, la excusación puede quedar sin
efecto cuando a solicitud de los interesados el juez acepte continuar
conociendo en la causa. Se requiere acuerdo de todos los sujetos procesales.
Sobre esto son expresos los códigos modernos. Las causales absolutas actúan
como presunciones legales con respecto a la sospecha de parcialidad, por lo
cual no pueden ser allanadas, pero los códigos no son uniformes en su
determinación.
9
SEMANA 5
MÓDULO 5
El incidente se sustancia por cuerda separada para que la causa principal siga
su curso. La prueba se recibirá por el trámite escrito u oral según el tipo de
legislación de que se trate. Hay discusión, por el procedimiento oral, en la que
intervienen el fiscal y las partes privadas, pero no el juez recusado; éste ya fue
oído al rechazar e informar sobre el rechazo de la recusación, o al inhibirse, y
al oponerse el reemplazante a la inhibición o informar sobre ello. El plazo para
resolver es brevísimo, y la decisión es inimpugnable, salvo los artículos 98 y
108 del Código nacional.
10
0
UNCAUS
MANUAL DEL ALUMNO. CÁTEDRA PROCESAL PENAL.
UNIDAD VI
1.- EL PROCESO.
La ACCIÓN opera como el impulso que pone en movimiento y desarrolla la serie de actos que
denominamos PROCESO, entendiendo por tal el mecanismo que conduce a la aplicación del Derecho
sustantivo al caso concreto. La acción es la instancia que, proyectándose sobre el accionado, tiene a la
obtención de una decisión sobre el caso sometido. Y habida cuenta de que tal decisión se da luego de
una particular sucesión de actos que denominamos proceso, lo propio y más significativo de la acción
es su carácter promotivo del proceso.
Vázquez Rossi, entiende que el PROCESO es el "conjunto de averiguaciones y discusiones
dirigidos a la aplicación de la norma sustantiva general a la situación singular
realmente acontecida".
en la realidad social nos encontramos con determinadas instituciones (Tribunales) y con ciertas
personas (jueces, fiscales, abogados) que operan de modo específico, realizando en ciertos sitios actos
dirigidos a averiguar y discutir si algunos individuos, sindicados como autores de infracciones a la ley
penal vigente, se los declara culpables y se manda aplicarles una sanción de diversa gravedad. Ése
conjunto de actos, que aparecen desde el punto de vista fáctico como apresamientos, citaciones,
notificaciones, audiencias, diligencias probatorias, etc, y que a veces se concretan en registros y otras
se realizan oralmente, todo con determinadas formalidades, se encuentra regulado por disposiciones
preceptivas, por lo común organizadas con relativa coherencia, a las que se ajustan más o menos
fielmente los protagonistas.
El análisis de este conjunto de operaciones puede y debe realizarse desde un punto de vista realista
que, por definición, se centra en lo que es y, por ende, exige la consideración empírica de esos modos
de actuación.
Podemos tener claro que, hay una realidad perceptible y que la misma se encuentra estructurada
mediante disposiciones normativas. A ésa realidad, la denominamos PROCESO, pudiendo proponer la
caracterización inicial de que es el método vigente para determinar la aplicación de disposiciones
sustantivas a los casos e individuos concretos. Y si dirigimos nuestro estudio hacia ese diseño
normativo, nos encontraremos dentro de la particular zona de conocimiento que es lo jurídico.
No debemos confundir los términos PROCESO con PROCEDIMIENTOS.
El "PROCESO" aparece en gran medida ligado a los esfuerzos desplegados por construir una teoría
abarcativa de todas las manifestaciones de índole realizativa lo que, precisamente, se conoce como
"teoría del proceso" en la que las notas definitorias serían el énfasis en el carácter auto´opimo y
específico de la regulación normativa y de los estudios al respecto. En cambio la utilización del
vocablo " PROCEDIMIENTO" alude a modos de actuación, a las maneras de desarrollo que se
disciplinan parra arribar a la decisión, con subordinación a las prescripciones particulares de cada
ordenamiento. Clariá Olmedo dice que el proceso aparece como de índole teórico, mientas que la de
procedimiento presenta contenidos mayormente prácticos, pudiendo entendérsela como sinónimo
de rito, trámite o modos prescritos de actuación.
Binder es de opinión que, en toda sociedad resulta prácticamente inevitable un cierto grado de
conflicto social, y de control social, una de las cuales es el Derecho. El sistema penal, constituye uno
de los medios de control social de la sociedad actual; es un medio de control jurídico altamente
formalizado, realizador del Derecho Penal sustantivo. Esa realización se concreta por medio del
1
proceso penal.
El proceso penal responde -entre otras finalidades- a la necesidad por parte del Estado de impedir que
los particulares hagan justicia por mano propia, pasando por la determinación de concretar en la
práctica lo que en abstracto se tipifica en leyes de fondo, hasta llegar al dictado de una sentencia que
resuelva la culminación del procedimiento garantizando la seguridad jurídica y la credibilidad de la
sociedad.
Está integrado por elementos subjetivos y objetivos: personas que actúan y actividad que resulta de
esa actuación. Entre ellos hay interdependencia puesto que la actividad procesal es obra de las
personas del proceso cuando ejercitan las atribuciones o se someten a las sujeciones legales.
Vélez Mariconde enseña que desde un punto de vista objetivo "el proceso penal es un conjunto
o serie gradual, progresiva y concatenada de actos disciplinados por el derecho
procesal penal y cumplidos por órganos públicos predispuestos y por particulares
obligados o autorizados a intervenir, mediante el cual se procura investigar la verdad
y actuar concretamente la ley penal sustantiva"
1.- Este conjunto o serie de actos es gradual porque la sucesión de ellos se descompone en momentos,
fases o grados de fines específicos. La nota de progresividad hace referencia a que la ley determina un
orden progresivo que necesariamente debe ser respetado, de modo que, salvo vicios o defectos
sustanciales, el procedimiento no puede ser paralizado o retrotraído. Por último, esta serie de actos
es concatenada, lo que significa que los actos fundamentales del proceso penal se hallan
estrictamente unidos entre sí, de modo que algunos son presupuestos formales de otros.
2.- Todos estos actos no quedan al arbitrio del juez o de los otros sujetos del proceso, sino que están
disciplinados por el Derecho Procesal Penal, que prescribe las formas que deben observares y el orden
o procedimiento que es preciso seguir. Los actos procesales penales son actos jurídicos regulados por
normas de carácter procesal penal y cuyo efecto o finalidad es el inicio, desenvolvimiento y
finalización del proceso penal.
3.- Los órganos públicos predispuestos para cumplir estos actos son el juez o tribunal, el Ministerio
Público y la Policía Judicial (en caso de que exista). Al juez le incumbe la misión de aplicar la ley penal
sustantiva, hasta el punto de ejecutar las sanciones que llegara a imponer. El ministerio público fiscal
tiene como función la de promoción y ejercicio de la acción penal pública. La Policía judicial procura
evitar la dispersión de los medios probatorios o que los culpables eludan la acción de la justicia,
actuando como auxiliar de los órganos judiciales y promoviendo la acción penal mediante el sumario
de prevención policial.
Los particulares obligados a intervenir en el proceso son, a modo de ejemplo, los testigos, peritos e
intérpretes. Están autorizados pero no obligados a intervenir, el actor civil, el civilmente responsable y
el querellante particular.
2
1.- Comprobar si existe un hecho delictuoso, y en tal caso, establecer circunstancias objetivas que
sean jurídicamente relevantes, esto es, aquellas que lo califiquen, agraven o atenúen, justifiquen o
influyan sobre su punibilidad.
2.- Individualizar a los culpables de la infracción penal:
3.- Establecer las condiciones personales (edad, educación, condiciones de vida, etc) del culpable, en
cuanto sirvan para determinar su imputabilidad y para fijar la medida de la pena;
4.- fijar la sanción que se debe aplicar al culpable;
5.- comprobar la extensión del daño causado por el delito.
CLARIÁ OLMEDO dice que revisten la condición de sujetos del proceso penal "las personas públicas o
privadas que, necesaria o eventualmente, intervienen en él por se titulares del ejercicio de uno y otro
de los poderes sustanciales para la realización del orden jurídico, puestos en acto por la presencia de
un concreto objeto procesal".
Los sujetos del proceso penal, pueden clasificarse en: A.- ESENCIALES (PRINCIPALES) O B.-
EVENTUALES (SECUNDARIOS), según sea su intervención indispensable o no.
A.- ESENCIALES: el juez, el acusador (público o privado) y el imputado.
El juez ejerce la función jurisdiccional investigando o juzgando sobre la culpabilidad o inocencia del
imputado. El acusador es el sujeto que ejerce la acción penal, haciendo valer la pretensión represiva
que nace del delito; puede ser público o privado. El público es el ministerio público fiscal que actúa
cuando se traten de la investigación de un delito de acción pública; el privado es denominado
"querellante".
El imputado, es la persona sospechada de participación de una infracción penal en cualquier acto
inicial del proceso. Es el sujeto contra el cual se ejerce la acción penal, y eventualmente la civil.
Si bien es cierto que, hay en la práctica otras personas que deban intervenir necesariamente en el
proceso para la validez de los actos del mismo (defensores, secretarios de juzgados, mandatarios) no
pueden ni deben ser confundidos con los sujetos esenciales, por cuanto ellos son auxiliares de los
sujetos esenciales, careciendo de la titularidad directa del ejercicio de los poderes penales.
3
El querellante particular, actúa como acusador al lado del ministerio público fiscal.
4
En palabras de CLARIÁ OLMEDO, el querellante es: "…un acusador privado que cumple
facultativamente un acto penalmente imperativo, ya formulando directamente una imputación y
manteniéndola, ya una incriminación que tiene a ella; ejercita la acción penal a la par,
subsidiariamente o con absoluta exclusión del ministerio fiscal y se distingue del instante porque este
solo tiende a liberar un obstáculo para ese ejercicio por el acusador público".
Se clasifican según las características que le asignan los diversos sistemas normativos. Los hay:
populares, exclusivos, conjuntos, subsidiarios y adhesivos.
En el Código Procesal Penal de la Nación (CPPN) el QUERELLANTE PARTICULAR se halla legislado desde
el artículo Nº 82 al 86 inclusive.
El Articulo 82 autoriza a que "…toda persona con capacidad civil particularmente ofendida por un
delito de acción pública tendrá derecho a constituirse en parte querellante, y como tal impulsar el
proceso, proporcionar elementos de convicción, argumentar sobre ellos y recurrir…". El querellante
además -por propio imperio del mismo artículo- podrá constituirse en actor civil.
Esta persona que toma la decisión de participar activamente en el proceso en la calidad de
querellante, debe estar instituida por un "interés legítimo" que pueda ser claramente comprobable;
es decir que, no cualquiera puede tentarse con este derecho. Debe estar realmente legitimado para
poder reclamar este derecho.
El artículo 83 declama cuáles son los requisitos formales que debe cumplimentar la presentación de
solicitud de parte querellante, bajo pena de inadmisibilidad, es decir que, de no poder cumplir con
dichos requisitos insalvables, no podrán ser admitidos en tal calidad. Finalmente, el 86 aclara que el
mote formal de querellante no exime a la persona que lo lleve de la carga pública de ser testigo en el
juicio.
* ACTOR CIVIL:
El hecho de la realidad que general la lesión del bien jurídico penalmente tuteado tiene consecuencias
en el campo penal y también en otros ámbitos del Derecho. Ello es así porque esa conducta humana,
que presuntamente es penalmente típica, antijurídica y culpable, al originar una lesión a un bien
jurídico, no sólo da lugar a una reacción estatal para la sanción de quien resulte penalmente
responsable, sino también motiva una respuesta prevista por el Derecho para posibilitar la reparación
del daño sufrido por quien es ofendido por el delito. En otras palabras, el hecho que se considera
como presunto delito puede generar además, un daño resarcible, regulado dentro del campo del
Derecho Civil.
Ricardo Nuñez dice que: "…el delito del derecho criminal es, antes que nada, un hecho que afecta a la
sociedad, porque a la par del daño o del peligro de daño que implica para el interés jurídico de un
individuo o de la comunidad, produce otro daño de naturaleza moral…".
Por ello, la consecuencia directa es que, se abre la posibilidad del ejercicio de esa acción civil por parte
del damnificado a fin de obtener la reparación del daño, ya sea mediante la restitución de la cosa
obtenida por el delito o en su defecto con la indemnización correspondiente que habrá de incluir el
daño material y moral ocasionado por el hecho.
El CPPN trata este sujeto procesal entre sus artículos 87 y 96, confirmando quienes se pueden instituir
como parte, que procede aún cuando el imputado no estuviese individualizado; si hubiera varios
imputados se podrá ir contra todos ellos, que se puede constituir en cualquier estado del proceso
hasta la clausura de la instrucción. Tendrá como facultades, intervenir para acreditar la existencia del
hecho delictuoso y los daños y perjuicios que haya causado. Se deberá obligadamente notificar al
imputado. Puede desistir en cualquier momento del juicio.
* CIVILMENTE DEMANDADO:
La pretensión civil que eventualmente puede hacerse valer en el proceso penal va dirigida a obtener
la indemnización del daño causado a la víctima. Ésa pretensión tiene por destinatario al propio
imputado, sin embargo, puede darse el caso de que no sea el imputado solamente el responsable del
daño causado por el delito, esto se advierte claramente en los casos en los que el autor del hecho es
un menor imputable, situación en la que la responsabilidad puede alcanzar a sus progenitores. O bien,
5
los casos en los que hay culpa "in eligendo" o "in vigilando" o bien cuando hay responsabilidad
contractual, como por ejemplo en un contrato de seguro.
El CPPN trata este sujeto y lo institucionaliza en sus artículos 97 a 103, y especifica en ellos quienes
pueden tener el derecho a pretender serlo, la oportunidad y la forma en que se debe solicitar, cuando
es nula la citación, la caducidad del derecho, y el trámite.
6
inconstitucionalidad y revisión.
6.- Fase ejecutiva: Se arbitran los medios para el cumplimiento de las disposiciones contenidas en la
sentencia y, en caso de sentencia condenatoria, todas las cuestiones que se susciten con motivo del
cumplimiento de la pena.
7
atribuirles un poder de indulto o perdón.
Esta regla rige en el momento de la promoción y durante el ejercicio de la acción penal:
* Necesidad de la promoción: En el momento inicial, cuando la policía judicial o el MPF llegan a
conocer la existencia de un delito de acción pública promovible de oficio, tienen el deber de
promoverla en la forma establecida por la ley. Por otra parte, si reciben una denuncia y consideran
que el hecho referido en ella no constituye delito, no tienen facultad para rechazarla o archivarla.
Debe remitirla al juez de instrucción y agente fiscal, para que ellos -si consideran- procedan a su
archivo cuando no se pueda proceder o no encuadre en alguna figura penal.
* Irrectractabilidad:
Promovida la acción, su ejercicio no puede suspenderse, interrumpirse ni hacerse cesar (salvo los
casos expresamente estipulados). Como consecuencia de ello, el MPF no puede transar con el
imputado ni renunciar o desistir de la acción penal ni de la instancia. El órgano estatal ejerce un poder
puramente formal (excitar la jurisdicción) que no incide sobre el contenido sustancial de la relación
procesal, de modo que no puede evitar el pronunciamiento del juez, no puede desapoderarlo del
conocimiento de lo ilícito penal.
d.- Indeclinabilidad:
Este subprincipio se refiere a la función jurisdiccional y significa que una vez que el juez ha sido
investido del conocimiento de lo ilícito penal, no puede sustraerse al ejercicio de su función; tiene el
deber de pronunciarse de acuerdo con la ley, desde que no tiene poder de indultar o perdonar.
e.- Improrrogabilidad:
Las normas legales sobre jurisdicción y competencia penal son de orden público por cuanto hacen
práctica la garantía del juez natural, de allí que son absolutamente improrrogables, es decir, no
pueden ser modificadas por la voluntad del juez ni de los otros sujetos procesales, ni con el acuerdo
de todos.
f.- Indisponibilidad:
En el proceso penal, los poderes de las partes son de la misma naturaleza formal que los
correspondientes a los funcionarios públicos; la voluntad de ellas (incluso el imputado que confesara)
no puede restringir el campo de la investigación, ni puede aplicarse la teoría de la carga probatoria.
Ello se debe a que, la pretensión represiva es indisponible porque pertenece al Estado.
8
modo más equitativo de armonizar el conflicto entre víctima y autor, según los casos.
Se encuentran dentro de estas soluciones alternativas, la reparación de la víctima
que hoy se plantea como el tercer fin del derecho procesal (al lado de la pena y la
medida de seguridad), o la resocialización del autor (prevención especial) por
tratamientos alternativos (por ej: cumplimiento de las condiciones de la suspensión
del juicio a prueba. Art. 76 bis CP), o su rehabilitación (ejemplo: tratamiento de
recuperación del adicto acusado de tenencia de droga para consumo personal, art 18
ley 23.737), o la pérdida del interés de castigar (delito que en sí mismo o en su
consecuencia infringe un daño al autor superior a la pena); o cuando la pena
impuesta por otros delitos (prisión perpetua) hace irrelevante perseguir el nuevo; o
cuando concurre la misma razón por la gran cantidad de hechos imputados, entre
otras propuestas…".
En algunos códigos, el MPF podrá solicitar que se suspenda total o parcialmente la
persecución penal, que se limite a alguna o varias infracciones o a alguna de las
personas que participaron en el hecho, cuando:
* se trate de un hecho insignificante, de mínima culpabilidad del autor o del partícipe
o exigua contribución de éste.
* cuando se haya producido la solución del conflicto, que deberá acreditarse
sumariamente;
* en los casos de suspensión del juicio a prueba;
* en casos de juicio abreviado;
* cuando revelare la identidad de coautores, partícipes o encubridores de los hechos
investigados o de otros conexos, proporcionando datos suficientes que permitan el
enjuiciamiento de los sindicados o un significativo progreso de la investigación.
* cuando aportare información que permita secuestrar los instrumentos o los efectos
del delito, valores, bienes, o dinero.
9
* Investigación judicial autónoma
El poder autónomo de investigación del juez es característico del proceso inquisitivo. Significa que el
órgano jurisdiccional tiene en el proceso penal una posición activa y prominente, sin estar
condicionado o limitado por la actividad de las partes. Según Vélez Mariconde, este principio se hace
evidente en los poderes jurídicos que le competen al juez, con respecto al desarrollo de la relación
procesal y a la actividad probatoria.
El Juez penal es titular de un poder de IMPULSIÓN PROCESAL, no bien se ha promovido la acción
penal, independiente o autónomo de los que corresponden al Fiscal o a las partes: puede ordenar,
aún de oficio, los actos necesarios para la marcha normal del proceso, sin necesidad de ser excitado
por ellos. Tiene además la potestad de investigar de oficio la verdad de los hechos, incluso a pesar de
la inactividad del Fiscal y partes.
* Libre convicción
Este es el criterio o sistema de valoración de la prueba llamado también "sana crítica racional".
Libre convicción no significa arbitrariedad o puro sentimiento, sino que el sistema se caracteriza por la
ausencia de reglas abstractas y generales que prefijan el valor de la prueba -evaluada según la lógica,
psicología y experiencia común- y por la exigencia de que los autos y sentencias sean motivados, es
decir, que se consignen los fundamentos de esas resoluciones.
El Juez y el Fiscal deben valorar los medios probatorios para dar fundamento a sus decisiones o
dictámenes, tanto en la investigación como en el juicio. Esa valoración debe limitarse a las pruebas
legalmente introducidas en el proceso, sin interferencias de elementos extraños aunque fueren de
conocimiento del juzgador.
* Comunidad de la prueba
Cuando un elemento de prueba se incorpora al procedimiento, se desvincula por completo del sujeto
que ofreció su producción y del interés concreto que condujo a su incorporación. El conocimiento
adquirido es "propiedad" común de todos aquellos que intervienen en el procedimiento.
Cualquiera que fuese la parte que propone una prueba, en el momento en que es aceptada por el
tribunal deja de pertenecer a quien la propuso, para pasar a ser del proceso. Pertenece a todos por
igual y por ello no es posible la renuncia unilateral de quien ofreció el medio de prueba.
DERIVACIÓN
* a.- Inmediación:
Los sujetos del proceso deben estar en contacto personal y directo entre sí durante el debate y recibir
10
inmediata, directa y simultáneamente los medios de prueba que han de dar fundamento a la
discusión y a la sentencia.
Implica en contacto directo del juez con los medios probatorios en que ha de basar su juicio, y el
contacto directo de los sujetos procesales entre sí en el momento de recibir esas pruebas.
* b.- Concentración o continuidad:
Esta regla exige la mayor aproximación temporal posible entre el momento en que se recibe la prueba
y se dicta la sentencia basada en ella. La concentración de los actos del debate asegura que la
sentencia será dictada inmediatamente después de examinada la prueba que ha de darle fundamento
y de oídos los alegatos de las partes.
El debate continúa durante todas las audiencias consecutivas que fueren necesarias hasta su
terminación; inmediatamente de terminado, los jueces pasan a deliberar en sesión secreta para dictar
sentencia.
* c.- Identidad física del juzgador
La sentencia debe ser dictada por los mismos jueces que intervinieron en el debate, desde el
comienzo hasta su fin, es decir, por quienes oyeron al imputado, recibieron la prueba que dará base a
la sentencia y escucharon los alegatos y argumentaciones de las partes.
* d.- Publicidad del debate
La publicidad del debate consiste en la posibilidad de que cualquier persona pueda presenciar el
desarrollo total del debate y conocer luego los fundamentos de la sentencia.
Es una característica propia del sistema republicano, y resulta impuesta por nuestra Constitución.
Es el medio más efectivo de control de la sociedad sobre los magistrados que intervienen en el
debate, favoreciendo la formación del espíritu cívico y la confianza en la justicia. Con relación al
imputado, es beneficiosa para asegurar un fallo justo y evitar posibles arbitrariedades judiciales. En
cuanto a los jueces, los coloca al amparo de sospechas, contribuyendo a la transparencia de la función
judicial, y los pone a salvo de presiones de otros poderes del Estado.
11
desestime las pretensiones ejercidas. El imputado tiene el derecho de poner de manifiesto su
inocencia o cualquier circunstancia que atenúe su responsabilidad. El actor civil, el de acreditar el
fundamento de la pretensión resarcitoria que hace valer. El querellante de hacer valer su derecho a
obtener una resolución jurisdiccional que resuelva el conflicto que el delito genera.
El imputado, sujeto incoercible de la relación procesal, no puede ser obligado a declarar contra sí
mismo (Art. 18 CN) y su derecho de defensa se traduce en una serie de poderes jurídicos:
* intervenir en el proceso invocando en su contra;
* conocer los hechos que se le atribuyen y las pruebas a su cargo;
* declarar libremente con relación al hecho que se le imputa;
*ofrecer pruebas pertinentes;
*exponer las razones que a su criterio le asisten para obtener una decisión jurisdiccional favorable;
* defenderse personalmente o elegir un defensor que lo represente.
La defensa del imputado no es sólo un derecho subjetivo individual, es una actividad esencial del
proceso, un elemento indispensable que integra el triángulo formal de la justicia represiva; ya que, la
sociedad tiene un interés efectivo en la tutela de la libertad personal y de los derechos individuales
que el proceso amenaza y porque tiene interés en el verdadero culpable y absolución del inocente.
Cafferata Nores dice que: "El derecho de defensa no solo es una emanación de la
dignidad personal del imputado, sino, además un requisito indispensable para
asegurar el desarrollo de un proceso respetuoso de la escala de valores del Estado de
Derecho. El sistema procesal debe asegurar todas sus manifestaciones desde el
primer momento de la persecución penal y en cada una de las etapas procesales".
*Repercusiones:
Este principio tiene repercusión en la actividad de todos los sujetos procesales: no se limita al
imputado, sino que influye sobre las actividades propias del acusador y del juez y se traduce en una
serie de reglas procesales íntimamente vinculadas entre sí.
1.- necesidad de una oportuna intervención del imputado y citación de los sujetos secundarios de la
relación procesal.
2.- Necesidad de un proceso que asegure el contradictorio.
3.- Necesidad de que el proceso tenga por base una imputación concreta, que en el juicio plenario
debe estar contenida en una acusación formal.
4.- Necesidad de que la imputación sea intimada correctamente, incluso en el caso de que la
acusación pueda ser ampliada.
5.- Necesidad de que exista correlación entre la acusación intimada y la sentencia.
12
CARACTERES:
A.- Legalidad:
La regulación de los actos procesales provienen de manera directa de la ley, lo que significa que la
existencia y efectos del acto deviene de lo establecido en la normatividad. Las disposiciones de los
códigos procesales contienen los requisitos y oportunidades de realización de tales actos, las
sanciones por el no cumplimiento de esos requisitos y los efectos que producen.
B.- Procedibilidad:
El requisito de legalidad es de legalidad procesal, pero también refiere al esencial elemento del acto
como componente del proceso. Dice Clariá Olmedo: "… el actuar indiferente para el proceso no
constituye acto procesal…", ya que lo decisivo del acto es su repercusión dentro del proceso.
C.- Objetividad:
Deben manifestarse a través de una materialidad externa de una objetividad perceptible y verificable.
Es la característica más notable y evidente y la que se asocia naturalmente a la idea de proceso, en
cuanto a un orden de regulaciones rituales; ésta forma constituye la exterioridad del acto y su
conjunto integra la manifestación material del proceso como causa. Las manifestaciones de voluntad
que constituyen los actos procesales se dejan testimoniadas en actas, constancias, resoluciones.
D.- Expresividad:
En lo básico, los actos procesales son expresiones que indican una determinada dirección intencional,
ya fuere como solicitud, decisión, constatación o información y ya se concreten de modo oral o
escrito.
Un acto procesal es una manifestación destinada a la comunicación.
E.- Formalidad:
Esta exteriorización está regulada por la ley procesal. Debe responder al cumplimiento de diversos
requisitos que le dan validez y eficacia, cuya inobservancia trae aparejadas sanciones procesales,
como la inadmisibilidad o la nulidad. Los requisitos generalmente son de forma, de tiempo y lugar.
F.- Voluntariedad:
Es la expresión volitivo-intelectual del sujeto actuante, y es uno de los aspectos más difíciles de
teorizar. Esta voluntariedad refiere al contenido del acto y se integra con los estratos psíquicos y
significativo. Traducido esto en una norma jurídica, es por ejemplo cuando hablan de que una
cuestión prejudicial sea "seria, fundada y verosímil".
G.- Oportunidad:
Otra característica fundamental de los actos procesales que contribuye a dibujar nítidamente su
peculiaridad, propia del ámbito en el que opera, es el de su eficacia está condicionada además de los
otros elementos ya señalados, por su ubicación cronológica dentro de la dinámica del proceso.
La regulación procesal marca con respecto a cada uno de los actos oportunidades en que pueden y
deben producirse, fuera de las cuales carecerán de eficacia. En cierta medida, este requisito se
relaciona con el ya tratado de la formalidad entendida como la adecuación del acto a condiciones de
forma, espacio y tiempo.
A modo de ejemplo, se citan las disposiciones que hacen admisible la constitución del actor civil hasta
la clausura de la instrucción, las que determinan los momentos en que debe producirse la requisitoria
fiscal, la demanda civil, la defensa, la apertura a prueba, los alegatos, etc.
Todo el desarrollo del proceso, desde su iniciación hasta su finalización, se estructura como una
secuencia de momentos dentro de los cuales deben producirse ciertos actos en orden a la marcha del
mismo.
* Constitutivos: son aquellos que producen efectos en orden al establecimiento de una determinada
situación procesal que definen una especial relación del sujeto y su ubicación dentro del proceso.
13
Su importancia es decisiva, ya que de ellos se derivarán derechos y deberes, poderes y cargas,
delimitando uno o varios roles procesales.
A modo de ejemplo, pueden citarse aquellas conductas que en diversa forma sindiquen a una persona
como autor de un delito, lo que hace que la misma revista el rol de imputado. Dentro de la
instrucción, el acto inicial constitutivo del proceso penal es la providencia jurisdiccional que ordena la
apertura de la instrucción. Además son constitutivos, la designación del defensor, la constitución del
actor civil y de los terceros civilmente demandados.
* Enunciativos: Son aquellos que, en cualquier forma y por cualquiera de los medios regulados por la
legislación pertinente enuncian hechos relativos a la averiguación del objeto de la relación procesal.
Estos actos permiten la incorporación al proceso de elementos de conocimientos tendientes al logro
de la investigación integral propia del mismo.
Son actos enunciativos: la denuncia, las declaraciones testimoniales, dictámenes periciales,
respuestas informativas.
* Operativos:
Están compuestas por aquellas diligencias que implican citaciones, notificaciones, pedidos y
resoluciones sobre aspectos relativos al trámite de la causa. Hacen a lo que hemos denominado como
"procedimiento" y significan la forma de la actividad necesaria a la marcha del proceso desde su inicio
hasta su finalización y por lo común se concretan como proveídos o decretos.
* Posicionales:
Son aquellos actos emanados de las partes en los cuales se evidencia y acentúa, el carácter "partido"
derivado de las respectivas posiciones dentro de la situación procesal y dirigidos a la exposición
argumental y petición concreta con miras a la obtención de una decisión judicial que defina la relación
procesal en el sentido del interés del sujeto procesal.
Este tipo de actos, lo constituyen las presentaciones de la defensa material y técnica, las
intervenciones acusatorias del ministerio público, y en su caso, del querellante y la demanda civil y la
contestación de la misma. De igual manera, el pedido de sobreseimiento y todas aquellas expresiones
en las cuales las partes constituidas aboguen y peticionen en favor de sus respectivas finalidades.
* Decisorios:
Son actos propios del juez o tribunal e implican la manifestación por excelencia de la actividad y poder
jurisdiccional. A diferencia de los "posiciones", son esencialmente partivos, los decisorios aparecen
como una definición imparcial de la voluntad de lay a través del conocimiento y decisión del juzgador
en la aplicación de la situación concreta.
Puede decirse que todo el desarrollo de la relación procesal, desde el inicio de la misma y a través de
su desenvolvimiento, se orienta hacia la resolución final o sentencial.
Los actos constitutivos, operativos, las posiciones de las partes en sus posiciones, no son sino avances
hacia esa conclusión lógica que declarará la aplicación del derecho sustantivo general al caso singular,
significando el cierre del caso, la obtención de certeza jurídica sobre la relación de fondo y la
producción del efecto de cosa juzgada.
* Impugnatorios:
Tienden a la modificación -sea por contrario imperio o por revisión de órganos superiores
jerárquicamente- de un pronunciamiento impugnado por cualquiera de las partes.
La legislación habla de recursos de reposición (revocatoria o revisión) y procede contra resoluciones
dictadas sin sustanciación para que el propio juez que la dictó la revoque por contrario imperio.
La apelación aparece como una impugnación fundada en una sentencia o auto resoluto de incidente,
efectuada ante juez o tribunal de grado superior al que emitió el pronunciamiento.
14
* Ejecutorios:
Son los actos emanados del órgano jurisdiccional que llevan a la realización concreta y efectiva de las
decisiones del mismo, tienen especial importancia dentro del proceso penal, ya que por su naturaleza
presentan, especialmente durante la etapa instructora, múltiple manifestaciones de tales actos, que
también se traducen cho coacciones personales para el cumplimiento de los actos que se ordenan.
* Preclusión:
"Preclusio" significa "clausurar, cerrar el paso". Y esto es precisamente lo que ocurre en el caso, ya
que la preclusión opera no solamente como caducidad de la facultad no ejercitada, sino como
imposibilidad de replanteo de la situación previa establecida.
Este instituto ocurre a partir del vencimiento del término y tiende a impedir que una situación
consolidada se retrotraiga a un momento anterior. El concepto se relaciona con el de caducidad como
específica sanción procesal, ya que la preclusión significa en la práctica la pérdida del derecho o
facultad no empleado en la oportunidad correspondiente.
Dentro del proceso penal podemos citar como ejemplos del instituto: la constitución definitiva del
15
actor civil; el carácter de firme de las resoluciones no impugnadas por parte habilitada dentro de los
plazos correspondientes; la investigación instructora que, salvo supuestos excepcionales, no puede
ser reabierta a partir de la elevación de la causa a juicio.
* Codificación:
El tratamiento de los actos procesales, se codificó en nuestro ordenamiento legal argentino a partir
del artículo 114 al 119 del CPPN.
En ellos, trata el idioma que debe utilizarse en los actos, y lo conmina con una pena de nulidad (114).
Estipula como se fecha un acto procesal, con día, mes y año en que se cumple. La hora es consignada,
sólo cuando es exigida expresamente. Es el secretario del tribunal el que deba poner el "cargo" (sello
que hace constancia de la fecha y hora de presentación del escrito) que tienen por función dar certeza
del lugar en que aquellas ocurrieron, esto es importante ya que carecerá de eficacia el escrito que no
hubiere sido presentado en la Secretaría pertinente (115).
Se establece que los actos procesales deberán ser cumplimentados en días y horas hábiles, y deja
como excepción a los actos instructorios que pueden excederse en casos excepcionales en días y horas
inhábiles (por ejemplo la apelación de la excarcelación, que se estipula debe ser presentado 24 hs
después de su notificación) Art. 116 CPPN.
El 117 trata la cuestión del juramento, quien lo recibe y cuando. El 118 describe la forma y modo en
que se harán las declaraciones; y el 119 refiere a las declaraciones especiales.
16
formaliza cuales son los plazos en que estas resoluciones deberían ser dictadas formalmente; y así, los
decretos el día en que los expedientes sean puestos a despacho; los autos a los 5 días y las sentencias
en las oportunidades especialmente previstas.
Estos decisorios pueden ser modificados dentro del término de 3 días de dictadas las resoluciones, y
se puede hacer de oficio o a instancia de parte; siempre y cuando no signifique una modificación
esencial (Art 126).
* Actas
Las actas se formalizan e instituyen según las formalidades y detalles expuestos en los artículos 138,
139 y 140 del CPPN.
Se formulan cuando el funcionario público que intervenga en un proceso deba dar fé de los actos que
haya realizado o que fueran cumplimentados en su presencia.
Deben contener: la fecha, nombre y apellido de las personas que intervengan; el motivo que haya
impedido la intervención de las personas obligadas a asistir, la indicación de la diligencia realizada y
su resultado; las declaraciones que se recibieran. Una vez finalizado el acto que se pretende dejar
constancia, el acta será firmada -previa lectura- por todos los intervinientes que deban hacerlo. En
caso de quien deba firmar sea ciego o analfabeto, la leerá una persona de su confianza.
A falta de algunos de los datos que obligadamente deben constar (fecha, firma del fedatario, testigos
de actuación) el acta puede ser NULA en sus efectos y como instrumento público. De igual modo que
serían nulas además las enmiendas, interlineados o sobrerraspados efectuados en el acta, y que no
hayan sido "salvados" al final de ésta.
17
El precepto general de la regla general, dispone un término temporal en que deben efectuarse las
notificaciones, citaciones o vistas; es decir, las comunicaciones por las que pone en conocimiento a las
partes, órganos o terceros las decisiones del tribunal que puedan serles de interés o que los obliguen
a comparecer o que les habiliten para el ejercicio de un derecho o cumplimiento de un deber.
En efecto, el artículo 142 dice que "las resoluciones generales se harán conocer a quienes
corresponda, dentro de las 24 horas de dictadas, salvo que el tribunal dispusiere un plazo menor y no
obligarán sino a las personas debidamente notificadas".
Pueden ser efectuadas, dependiendo el caso: en la * oficina, o sea personalmente al interesado en la
sede del tribunal; * en el "despacho" en el caso de fiscales y defensores oficiales; * en el lugar de
detención a las personas que estuvieran privadas de libertad; * por cédula expedida por el Secretario
(Arts. 144 y 149); * mediante exhorto diplomático; * por edictos.
El articulo 144, establece los lugares donde deberán notificarse cada acto procesal. Y el 145 estipula
que las partes al comparecer a proceso, deberán constituir domicilio dentro del radio del ejido urbano
dentro del asiento del tribunal. Esto es para facilitar precisamente la ubicación en caso de ser
necesario, para poder dar publicidad a los actos procesales notificando puntualmente a quien
corresponda.
El articulo 147 regla la forma en que se efectivizarán las notificaciones. Se deberán entregar una copia
autorizada de la resolución, aunque en caso de que la notificación sea de una sentencia o un auto, la
copia que se deje a quien se comunique se limitará a transcribir el encabezado o la parte resolutiva. El
148 y 149 determinan la forma en que las notificaciones se harán según sea el caso, en la oficina o en
los domicilios.
Y el 151 conmina con nulidad, a aquellas que no hay resguardado las formas necesarias y pre-
estipuladas por la ley: suceden en caso de que haya existido error sobre la identidad de a quien se
notifique; si la resolución que intenta notificarse sea incompleta; si en la diligencia no constara la
fecha, o cuando corresponda la entrega de la copia o si faltare alguna de las firmas prescritas.
* Citaciones:
La citación es una orden del órgano jurisdiccional dirigida a una persona (parte, testigo, funcionario,
etc) para que concurra a la secretaría o al lugar que se le indique, a fin de realizar o intervenir en un
acto procesal. Implica un desplazamiento del citado y es una actividad coercitiva.
El artículo 153 estipula la forma de realizarse, y dice: "Cuando sea necesaria la presencia de una
persona para algún acto procesal, el órgano judicial competente ordenará su citación…" Se debe hacer
bajo las normas prescritas y se deberá indicar tribunal que lo ordenó, objeto, lugar, día y hora de la
citación.
El 154 determina algunas citaciones especiales para los testigos, peritos, intérpretes y depositarios.
* Vistas:
Es el requerimiento de opinión de alguna de las partes del proceso, que resulta indispensable para la
realización de un acto procesal. Traslado en cambio, es la providencia por la cual el órgano
jurisdiccional dispone poner en conocimiento de una de las partes la petición formulada por otra, en
general el adversario (Arts. 346 CPPN).
Se realizan, entregando al interesado las actuaciones en las que se ordenaren, y se deja constancia en
las actuaciones. Cuando no se encuentre a la persona que se le corre la vista, se procede según el art.
149 CPPN.
Por su parte el 158 ordena que la vista que no tenga un término puntual fijado, se considerará
otorgada por 3 días. Las vistas son nulas en las mismas ocasiones que las notificaciones.
* Términos y plazos:
El código utiliza indistintamente los conceptos de "plazo" y "término" que pueden diferenciarse ya
que el primero indica el período dentro del cual un acto puede efectuarse, en tanto que el segundo
18
sólo el momento final o determinado en el que aquél debe ser cumplido.
Los actos procesales se practicarán dentro de los términos fijados en cada caso, sino existiera se
practicarán dentro de los 3 días y corren para cada notificado desde su notificación. (161 CPPN)
Hay plazos de varios tipos fijados a lo largo del código. Por ejemplo, veinticuatro horas (arte 54, 180 y
331) de cuarenta y ocho horas (61) de cinco días (422, 455 y 491) de seis días (215, 346 y 348) de ocho
días (451), de diez días (306, 329, 354, 428 y 465) de veinte días (469) de sesenta días (422). También
existen de forma imprecisa o indeterminada, como los que se señala con expresiones
"inmediatamente" o de "inmediato" o "sin tardanza".
Existen otros cuya indeterminación es relativa, como los que ejemplifica el artículo 359 en la
expresión "intervalo no menos de diez días"; o bien en el artículo 365 "máximo diez días" o el 454 "no
mayor de cinco días" o 525 "después de un año".
Se diferencian además entre términos individuales y comunes. Los "individuales" son los que
transcurren independientemente para cada interesado en el acto de que se trate (por ejemplo los que
gozan para apelar las partes); y los "comunes" transcurren para todos los interesados de manera
conjunta (ejemplo: el reglado en el 465 del CPPN).
10.- NULIDADES
Dentro del esquema normativo, la más importante de las sanciones procesales es la nulidad,
entendida como una declaración de invalidez de un acto procesal que debe ser dispuesta por un
órgano jurisdiccional, reconociendo la existencia de un vicio en el acto que tiene magnitud suficiente
como para que sea necesario privarlo de efectos producidos y a producirse.
Es una forma de extirpar el acto del proceso una vez que el mismo ya forma parte de él.
La nulidad es una sanción procesal por la cual se declara inválido un acto del proceso, privándolo de
sus efectos en virtud de haber sido realizado de modo contrario a la ley.
Es un remedio procesal restricto que cede siempre ante los principios de conservación y
trascendencia.
Entonces, la declaración de nulidad de un acto -en tanto sanción procesal- es un medio de sanear el
proceso de la irregularidad o vicio en que se ha incurrido, volviéndolo a la normalidad. Es una manera
de corregír desviaciones que se han producido en el curso de la actividad procesal.
19
podrá el juez declararla a petición de parte, pero nunca de oficio.
Pueden instarlas solo las partes que no hayan concurrido a causarla y que tengan interés en la
observancia de las disposiciones legales respectivas.
* Oportunidad de oponerlas:
Las nulidades absolutas pueden declararse, aún de oficio, en cualquier etapa y grado del proceso. Las
relativas el tribunal que no pudo cumplir con el deber preventivo de ellas, deberá esperar la instancia
del Fiscal o las partes. Y esa instancia y oposición de la nulidad, debe hacerse bajo pena de caducidad:
1. las producidas en la instrucción durante esta o en el término de citación a juicio; 2.- las producidas
en actos preliminares al juicio, hasta inmediatamente de abierto el debate. 3.- las producidas durante
el debate, al cumplirse el acto inmediatamente después. 4.- Las producidas durante la tramitación de
un recurso, hasta inmediatamente después de abierta la audiencia o el memorial (Art. 170 CPPN).
* Modo de subsanarlas:
La subsanación tiene su fundamento en que la observancia de las formas no es un simple rigor, para
entorpecer los procedimientos, así que a quien no se agravió de la violación de la formalidad en el
momento oportuno, no se le debe conceder oportunidad de que plantee su agravio después, con el
solo propósito de dilatar el trámite del proceso o buscar reparar los efectos de un acto desfavorable.
En consecuencia, no son subsanables las nulidades absolutas y las que establezca expresamente la ley
que deben ser declaradas de oficio.
El artículo 171 del CPPN dispone que: "Toda nulidad podrá ser subsanada del modo
establecido en este código, salvo las que deban ser declaradas de oficio. Las
nulidades quedarán subsanadas: 1.- cuando el ministerio fiscal o las partes no las
opongan oportunamente; 2.- cuando los que tengan derecho a oponerlas hayan
aceptado, expresa o tácitamente los efectos del acto; 3.- si no obstante su
irregularidad, el acto hubiere conseguido su fin con respecto a todos los interesados".
* Efectos:
La declaración de nulidad produce como efecto inmediato la ineficacia del acto atacado o anulado;
priva de todo efecto jurídico al acto viciado por la irregularidad sancionada.
Los efectos de la invalidez también alcanza a los actos anteriores o contemporáneos, por conexión con
el acto anulado. Esa conexidad específica o nexo íntimo entre el declarado nulo y los anteriores o
concomitantes, se apreciará en el caso concreto y el tribunal así lo establecerá (ejemplo: anulada la
sentencia, puede caer o declarar la invalidez también del debate). A su vez, la norma procesal
establece que el acto nulo puede ser renovado o rectificado, lo cual se ordenará cuando fuere posible
o necesario. Puede ocurrir que el acto invalidado no suministre elementos para juicio, porque el
proceso puede seguir sin renovarlo o rectificarlo y como consecuencia se haya perdido el interés en
cumplirlo nuevamente (Ejemplo: se anula un testimonio recibido que para las partes carece ya de
valor convictivo). Debe finalmente tenerse presente que son actos imprescindibles y que serán
siempre necesarios renovarlos o rectificarlos, la declaración del imputado, el requerimiento fiscal,
citación a juicio, debate o alegatos.
El articulo 172 contempla los efectos, y dice: "La nulidad de un acto, cuando fuere declarada,
hará nulos todos los actos consecutivos que de él dependan. Al declarar la nulidad, el
tribunal establecerá, además, a cuáles actos anteriores o contemporáneos alcanza la
misma por conexión con el acto anulado. El tribunal que la declare ordenará, cuando
fuere necesario y posible, la renovación, ratificación o rectificación de los actos
anulados…".
Finalmente se dispone -a modo de sanción- que si un tribunal superior declare la nulidad de actos
cumplidos por uno inferior, podrá disponer su apartamiento de la causa o imponerle las medidas
disciplinarias que le acuerde la ley. (Art. 173 CPPN).
20
SEMANA 7
MÓDULO 7
SEMANA 7
MÓDULO 7
0
SEMANA 7
MÓDULO 7
Concepto:
La instrucción formal es la etapa procesal preparatoria del procedimiento penal. Es la primera
de las dos etapas en que se divide el trámite el proceso penal nacional. La otra es la del
"juicio".
La instrucción se extiende desde que el órgano judicial recibe la noticia de la existencia de un
hecho que puede ser constitutivo de delito, hasta el momento en que por realizada por éste
toda la investigación posible, entendiendo cumplido el objeto puesto a su cargo o, por el
contrario, que es imposible allegar otra prueba y completar el conocimiento del hecho o de su
autor, clausura su secuencia y eleva a juicio en el primer supuesto; o sobresee en el segundo.
Limitadamente publica:
Porque solamente pueden conocer de las actuaciones los abogados y cualquier otro
profesional que pueda demostrar un interés legítimo en las actuaciones judiciales.
Por el fin que persigue, es secreto para los terceros extraños, se excluye la publicidad popular
aun en el momento crítico y también algunos actos son reservados hasta para las partes.
El carácter reservado de la instrucción tiene dos finalidades básicas: por un lado darle mayor
tranquilidad a los órganos del estado para que efectúen una investigación más eficaz; y por el
otro evitar la innecesaria divulgación de la causa, para proteger al imputado, antes de que se
concrete en forma definitiva la imputación.
En pocas palabras, tiende a evitar la desvirtuación de la investigación, y la estigmatización del
acusado.
Limitadamente contradictoria:
El contradictorio es aquel sub principio de la defensa en juicio, en el sentido de que las partes
tienen garantía constitucional de contradecir todo lo que sea perjudicial a sus intereses.
En el caso de la instrucción penal no es ampliamente contradictorio porque ello se garantiza en
la etapa del juicio oral y público.
Finalidad:
El objeto del proceso penal y, por ende, también la instrucción como una de sus partes, es una
acción que se supone delictiva producida por el hombre, tipificada por nuestro código penal,
buscando determinar la responsabilidad del autor sobre el que se aspira aplicar una condena o
determinar el sobreseimiento del mismo.
El Código Procesal Penal, en su art. 193, dice: "La instrucción tendrá por objeto: 1º) Comprobar
si existe un hecho delictuoso mediante las diligencias conducentesal descubrimiento de la
verdad. 2o) Establecer las circunstanciasque califiquen el hecho, lo agraven, atenúen o
justifiquen, o influyan en lapunibilidad. 3o) Individualizar a los partícipes. 4o) Verificar la edad,
educación,costumbres, condiciones de vida, medios de subsistencia y antecedentesdel
imputado; el estado y desarrollo de sus facultades mentales, lascondiciones en que actuó, los
motivos que han podido determinarlo a delinquiry las demás circunstancias que revelen su
mayor o menor peligrosidad.5o) Comprobar la extensión del daño causado por el delito,
aunqueel damnificado no se hubiera constituido en actor civil”.
1
SEMANA 7
MÓDULO 7
Juez Competente:
La instrucción, como etapa que debe cumplirse en todo proceso que se promueva por la
comisión de delitos de acción pública oficiosa, está a cargo de órganos jurisdiccionales que
varían según las distintas competencias.
La regla común está impuesta para la "instrucción criminal", encomendada a los jueces de
instrucción, tanto en lo ordinario como en lo federal (arts. 26, 32, 174 y 353).
Sin duda alguna el órgano característico de la etapa instructoria es el tribunal unipersonal de
instrucción, es decir el juez de instrucción.
Este juez tendrá durante esta etapa amplias atribuciones de gobierno e investigación. Sus
atribuciones decisorias sin embargo, son semi plenas, si se tiene en cuenta que no puede
incriminar definitivamente, sino que solo puede incriminar provisoriamente al elevar la causa a
juicio.
Art. 196 del CPPN: “El juez de instrucción podrá decidir que la dirección de la
investigación de los delitos de acción pública de competencia criminal quede a cargo del
agente fiscal, quien deberá ajustar su proceder a las reglas establecidas en la sección II del
presente título.”
En aquellos casos en los cuales la denuncia de la comisión de un delito de acción pública sea
receptada directamente por el agente fiscal, o promovida por él la acción penal de oficio, éste
deberá poner inmediatamente en conocimiento de ella al juez de instrucción, practicará las
medidas de investigación ineludibles, cuando corresponda, solicitará al juez de instrucción que
recepte la declaración del imputado, conforme las reglas establecidas en la sección II de este
título, luego de lo cual el juez de instrucción decidirá inmediatamente si toma a su cargo la
investigación, o si continuará en ella el agente fiscal.
El primer párrafo del art. 196 faculta al juez de instrucción a delegar la investigación de los
delitos de acción pública al agente fiscal.
En los casos en que la denuncia de un delito de acción pública fuera receptada directamente
por el agente fiscal o éste promoviera la acción penal de oficio, si el juez de instrucción,
conforme a lo establecido en el segundo párrafo del artículo 196, decidiera tomar a su cargo la
investigación, el agente fiscal deberá así requerirla.
1°) Las condiciones personales del imputado, o, si se ignoraren, las señas o datos que mejor
puedan darlo a conocer.
2°) La relación circunstanciada del hecho con indicación, si fuere posible, del lugar, tiempo y
modo de ejecución.
2
SEMANA 7
MÓDULO 7
El requerimiento fiscal de instrucción formal es el acto por el cual el Agente Fiscal promueve y
ejercita la acción penal pública ante el órgano jurisdiccional, que en este caso será el juez de
instrucción. La finalidad del requerimiento es la apertura de un proceso para la averiguación de
la verdad real del supuesto hecho delictivo, y la eventual sanción o desvinculación para su
autor.
El requerimiento fiscal es entonces una provocación de la jurisdicción. Por ello se exige que
sea lo suficientemente completo para que el juez, al momento de recibirlo, tenga elementos
suficientes para determinar provisoriamente la existencia de un hecho delictivo.
Investigación Penal Preparatorio: esta etapa procesal equivale a la instrucción penal que se
realiza en los procesos penales pertenecientes al Sistema Mixto, y se aplica en los Sistemas de
tipo acusatorio, como el que se encuentra vigente en la Provincia del Chaco o de Córdoba.
Es la etapa preparatoria o preliminar del proceso penal que se practica ante la hipótesis de un
delito de acción pública, realizándose en forma escrita, limitadamente pública y relativamente
contradictoria, y que tiene por finalidad reunir las pruebas útiles para fundamentar una
acusación o, caso contrario, determinar el sobreseimiento de la persona que se encuentre
imputada.
Esta etapa es preparatoria, ya que sirve para dar base a la acusación o determinar el
sobreseimiento. Sus actos nunca podrán ingresar directamente al juicio con carácter definitivo,
ni constituir fundamento de una sentencia condenatoria, salvo que la prueba obtenida sea
ofrecida, examinada y discutida en el debate.
Así los roles de los distintos actores de la IPP quedará conformada de la siguiente manera:
c) El Imputado, que debe estar siempre presente, acompañado por su Defensor, e intentar
rebatir la teoría del caso presentada por el fiscal, pudiendo proponer prueba, producirla y
llevarla ante el Juez a fin de evitar el proceso, pudiendo asimismo proponer alguna vía
3
SEMANA 7
MÓDULO 7
La Denuncia: es un acto inicial de la instrucción que contiene la noticia del delito. Atento a su
formalidad es algo más que un simple anoticiamiento, pero no implica el ejercicio (promoción)
de la acción penal porque en sus efectos no trasciende del anoticiamiento imputativo y de la
vinculación funcional que él implica.
La denuncia es un acto de colaboración del particular para iniciar la persecución de los delitos.
Contiene la transmisión del conocimiento, y consiste en la comunicación a la autoridad,
cumplida las formalidades de la ley, sobre el conocimiento directo o indirecto que el
denunciante tiene acerca de un hecho delictuoso perseguible por el órgano público de
acusación.
Las formalidades que la ley prevé tienden a impedir el anonimato, y por ende la delación,
asegurando la responsabilidad del que la formula.
Art 174 CPPN: “Toda persona que se considere lesionada por un delito cuya represión sea
perseguible de oficio o que, sin pretender ser lesionada, tenga noticias de él, podrá denunciarlo
al juez, al agente fiscal o a la policía. Cuando la acción penal depende de instancia privada,
sólo podrá denunciar quien tenga derecho a instar, conforme a lo dispuesto a este respecto por
el Código Penal. Con las formalidades previstas en el capítulo IV, del título IV, del libro primero,
podrá pedirse ser tenido por parte querellante.”
Forma:
Art. 175 CPPN: “La denuncia presentada ante la policía podrá hacerse por escrito o
verbalmente; personalmente, por representante o por mandatario especial. En este último caso
deberá agregarse el poder. En el caso de que un funcionario policial reciba la denuncia en
forma escrita comprobará y hará constar la identidad del denunciante. Cuando sea verbal, se
extenderá en un acta de acuerdo con el Capítulo IV, Título V, del Libro I.”
En el caso que la denuncia sea presentada ante la fiscalía o el juez la misma deberá ser
escrita; personalmente, por representante o por mandatario especial. En este último caso
deberá agregarse el poder, debiendo ser firmada ante el funcionario que la reciba, quien
comprobará y hará constar la identidad del denunciante.
Art. 175 bis CPPN: “Cuando la denuncia escrita sea presentada ante la policía, el funcionario
que la reciba, luego de la comprobación de identidad señalada en el artículo 175 CPPN, deberá
colocar en el escrito un sello que acredite la hora y el día de la recepción, el nombre de la
4
SEMANA 7
MÓDULO 7
En ningún caso se podrá rechazar la presentación de la denuncia, sin perjuicio del trámite
judicial que ulteriormente corresponda.
Por regla la denuncia es una colaboración facultativa, pero hay casos en que se la prohíbe y
otros en los que se la impone.
Contenido:
Art. 176. CPPN:” La denuncia deberá contener, en cuanto fuere posible, la relación del hecho,
con las circunstancias del lugar, tiempo y modo de ejecución, y la indicación de sus partícipes,
damnificados, testigos y demás elementos que puedan conducir a su comprobación y
calificación legal.”
Obligación de denunciar:
Art. 177 CPPN: Tendrán obligación de denunciar los delitos perseguibles de oficio:
1°) Los funcionarios o empleados públicos que los conozcan en el ejercicio de sus funciones.
2°) Los médicos, parteras, farmacéuticos y demás personas que ejerzan cualquier rama del
arte de curar, en cuanto a los delitos contra la vida y la integridad física que conozcan al prestar
los auxilios de su profesión, salvo que los hechos conocidos estén bajo el amparo del secreto
profesional.
Prohibición de denunciar
Art. 178 CPPN: “Nadie podrá denunciar a su cónyuge, ascendiente, descendiente o hermano, a
menos que el delito aparezca ejecutado en perjuicio del denunciante o de un pariente suyo de
grado igual o más próximo que el que lo liga con el denunciado.”
Art. 180 CPPN: El juez que reciba una denuncia la transmitirá inmediatamente al agente fiscal.
Dentro del término de veinticuatro (24) horas, salvo que por la urgencia del caso aquél fije uno
menor, el agente fiscal formulará requerimiento conforme al artículo 188 o pedirá que la
denuncia sea desestimada o remitida a otra jurisdicción.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, el juez de instrucción que reciba una
denuncia podrá, dentro del término de veinticuatro (24) horas, salvo que por la urgencia del
caso fije uno menor, hacer uso de la facultad que le acuerda el artículo 196, primer párrafo, en
cuyo caso el agente fiscal asumirá la dirección de la investigación conforme a las reglas
establecidas en el título II, del libro II de este Código o pedirá que la denuncia sea desestimada
o remitida a otra jurisdicción.
La denuncia será desestimada cuando los hechos referidos en ella no constituyan delito, o
cuando no se pueda proceder. La resolución que disponga la desestimación de la denuncia o
su remisión a otra jurisdicción, será apelable por la víctima o por quien pretendía ser tenido por
parte querellante.
5
SEMANA 7
MÓDULO 7
Art. 181 CPPN: “Cuando la denuncia sea presentada ante el agente fiscal, éste procederá
conforme a lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 196 o requerirá la desestimación o
remisión a otra jurisdicción.
Art. 182. - Cuando la denuncia sea hecha ante la policía o las fuerzas de seguridad, ellas
actuarán con arreglo al artículo 186.
La Querella:
La querella es la vía promotora para iniciar el proceso para los delitos de acción privada. A
diferencia de lo que sucede en los casos de denuncia para los delitos de acción pública, la
querella podrá ser presentada solo por el ofendido del delito, quien asume en el proceso el rol
de “querellante exclusivo” y la titularidad de la acción penal.
Entonces, nos encontramos aquí con otra diferencia entre los delitos de acción pública y los de
acción privada, ya que mientras que en los primeros el actor penal es el ministerio publica
fiscal, en los segundos el actor penal será el querellante exclusivo.
En la querella se confunde el acto inicial con el acto promotor, porque por un lado se presenta
como un escrito por el cual se pone en conocimiento del hecho al juez, y por el otro inicia el
proceso penal.
Investigación de oficio:
Como una de las consecuencias de la aplicación del principio de oficialidad, toda vez que la
policía o el agente fiscal tomen conocimiento de un presunto hecho delictivo, a menos que se
trate de delitos de acción privada o de acción pública dependientes de instancia privada,
deberán iniciar la investigación de oficio de los hechos.
En estos casos el acto inicial es la toma directa de conocimiento del presunto hecho delictivo; el
acto promotor dependerá de quien sea el órgano que tomo conocimiento: si es el agente fiscal,
el acto promotor será el requerimiento de instrucción formal en el caso del sistema mixta o el
simple conocimiento del hecho y su posterior formalización en el proceso en el caso del
sistema acusatorio. Si es la policía, el acto promotor se dará a través del sumario de
prevención policial.
La Policía Judicial: Prevista por la teoría y por las leyes como brazo largo del Ministerio
Público Fiscal o del Poder Judicial, o integrando sus estructuras orgánicas, o simplemente
dirigida por éstos, la realidad indica que la policía se encuentra al servicio de los órganos que
tienen a su cargo la investigación del delito.
Función:
Art. 183 CPPN: “La policía o las fuerzas de seguridad deberán investigar, por iniciativa propia,
en virtud de denuncia o por orden de autoridad competente, los delitos de acción pública,
impedir que los hechos cometidos sean llevados a consecuencias ulteriores, individualizar a los
culpables y reunir las pruebas para dar base a la acusación.”
6
SEMANA 7
MÓDULO 7
Si el delito fuera de acción pública dependiente de instancia privada, sólo deberá proceder
cuando reciba la denuncia prevista por el artículo 6.
Art. 184 CPPN: Los funcionarios de la policía o de las fuerzas de seguridad tendrán las
siguientes atribuciones:
2°) Cuidar que los rastros materiales que hubiere dejado el delito sean conservados y que el
estado de las cosas no se modifique hasta que lo disponga la autoridad competente.
3°) Disponer, en caso necesario, que ninguna de las personas que se hallaren en el lugar del
hecho o sus adyacencias, se aparten de aquél ni se comuniquen entre sí mientras se llevan a
cabo las diligencias que correspondan, de lo que deberá darse cuenta inmediatamente al juez.
4°) Si hubiera peligro de que cualquier demora comprometa el éxito de la investigación, hacer
constar el estado de las personas, de las cosas y de los lugares, mediante inspecciones,
planos, fotografías, exámenes técnicos y demás operaciones que aconseje la policía científica.
5°) Disponer con arreglo al artículo 230, los allanamientos del artículo 227, las requisas e
inspecciones del artículo 230 bis y los secuestros del artículo 231, dando inmediato aviso al
órgano judicial competente.
6°) Si fuere indispensable, ordenar la clausura del local en que se suponga, por vehementes
indicios que se ha cometido un delito grave, o proceder conforme al artículo 281 dando
inmediato aviso al órgano judicial competente.
8°) Aprehender a los presuntos culpables en los casos y formas que este Código autoriza y
disponer su incomunicación cuando concurran los requisitos del artículo 205, por un término
máximo de diez (10) horas, que no podrá prolongarse por ningún motivo sin orden judicial.
9°) En los delitos de acción pública y únicamente en los supuestos del artículo 285, requerir del
sospechoso y en el lugar del hecho noticias e indicaciones sumarias sobre circunstancias
relevantes para orientar la inmediata continuación de las investigaciones. Esta información no
podrá ser documentada ni tendrá valor alguno en el proceso.
10) No podrán recibir declaración al imputado. Sólo podrán dirigirle preguntas para constatar su
identidad, previa lectura que en ese caso se le dará en alta voz de los derechos y garantías
contenidos en los artículos 104, párrafo 1° y último, 197, 295, 296 y 298 de este Código, de
aplicación analógica al caso, todo ello bajo pena de nulidad en caso de así no hacerse, sin
perjuicio de la comunicación que hará el juez a la autoridad superior del funcionario a los
efectos de la debida sanción administrativa por el incumplimiento.
Si hubiese razones de urgencia para que el imputado declare, o éste manifestara su deseo de
hacerlo, y el juez a quien corresponda intervenir en el asunto no estuviere próximo, se
arbitrarán los medios para que su declaración sea recibida por cualquier juez que posea su
misma competencia y materia.
Los auxiliares de la policía y de las fuerzas de seguridad tendrán las mismas atribuciones,
deberes y limitaciones que los funcionarios para los casos urgentes o cuando cumplan órdenes
del tribunal.
7
SEMANA 7
MÓDULO 7
Art. 184 bis CPPN: Cuando se tratare de delitos cometidos por personas que tuvieran estado
militar y en el interior de establecimientos militares o bajo control militar, la autoridad superior
militar deberá notificar a la autoridad judicial competente y tendrá las facultades y obligaciones
previstas en los incisos 2º, 3º, 4º, 8º y 9º del artículo anterior hasta que se haga presente en el
lugar la autoridad judicial competente.
Art. 185 CPPN: Los funcionarios de la policía y fuerzas de seguridad no podrán abrir la
correspondencia que secuestren, sino que la remitirán intacta a la autoridad judicial
competente; sin embargo, en los casos urgentes, podrán ocurrir a la más inmediata, la que
autorizará la apertura si lo creyere oportuno.
Comunicación y procedimiento:
Art. 186 CPPN: Los encargados de la prevención, comunicarán inmediatamente al juez
competente y al fiscal la iniciación de actuaciones de prevención. Bajo la dirección del juez o
del fiscal, según correspondiere, y en carácter de auxiliares judiciales, formarán las actuaciones
de prevención que contendrán:
3°) Las declaraciones recibidas, los informes que se hubieran producido y el resultado de todas
las diligencias practicadas.
Concluidas las diligencias urgentes, las actuaciones de prevención serán remitidas al juez
competente o al fiscal, según corresponda.
Las actuaciones de prevención deberán practicarse dentro del término de cinco días,
prorrogables por otros cinco días previa autorización del juez o fiscal, según corresponda, sin
perjuicio de que posteriormente se practiquen actuaciones complementarias con aquellas
diligencias que quedaren pendientes.
Sanciones
Art. 187 CPPN: “Los funcionarios de la policía o de las fuerzas de seguridad que violen
disposiciones legales o reglamentarias, que omitan o retarden la ejecución de un acto propio de
sus funciones o lo cumplan negligentemente serán sancionados, salvo que se aplique el
Código Penal, por el tribunal superior de oficio o a pedido de parte y previo informe del
interesado, con apercibimiento, multa de acuerdo con el artículo 159 segunda parte o arresto
de hasta 15 días, recurribles --dentro de los tres días-- ante el órgano judicial que corresponda,
sin perjuicio de las sanciones disciplinarias que pueda aplicarles la autoridad de quien dependa
la policía o la fuerza de seguridad de que se trate.”
Clariá Olmedo define al Ministerio Público como una corporación, legalmente organizada, de
funcionarios públicos instituida en general para la defensa de determinados intereses de la
sociedad.
El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía
financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad
y de los intereses generales de la sociedad en coordinación con las demás autoridades de la
República.
A los fines de asegurar que sus funciones sean cumplidas en forma eficaz, la ley le acuerda a
sus miembros inmunidades funcionales, intangibilidad de remuneraciones, e independencia
con respecto a los otros poderes del estado.
8
SEMANA 7
MÓDULO 7
La principal función del ministerio público de acuerdo a lo establecido por el CPPN es entonces
promover y ejecutar la acción penal. Hay que aclarar que no ejerce ningún tipo de función
jurisdiccional.
Siempre que el fiscal tomara conocimiento de un delito de acción pública, deberá realizar las
investigaciones correspondientes para formular el requerimiento de instrucción formal.
Hay que dejar en claro, que, no obstante ser el fiscal el actor penal natural dentro de los
procesos de acción pública, esto no quita que siga teniendo el carácter de un órgano estatal
objetivo, el cual deberá por ello, buscar en todo momento la verdad, pudiendo pedir el
sobreseimiento cuando a su criterio esto fuera correspondiente.
1) Las condiciones personales del imputado, o si se ignoraren, las señas o datos q mejor
puedan darlo a conocer: se debe individualizar al imputado, pero ello no es esencial ya q basta
la indicación de los datos q puedan darlo a conocer para q más adelante se pueda lograr con el
avance de la investigación su identidad.
2) La relación circunstanciada del hecho, con indicación, si fuere posible, del lugar, tiempo
y modo de ejecución, y de la norma penal que considere aplicable: la individualización
circunstanciada del hecho es el elemento más, importante ya q hace al conocimiento cabal que
se debe tener del hecho para q se pueda ejercer el derecho de defensa y proponer todas las
diligencias necesarias para probarlo o desvirtuarlo. Además opera como límite de lo q se debe
investigar, de lo q será objeto de preguntas en la declaración indagatoria o en las testimoniales,
etc. Sirve en definitiva para circunscribir al objeto procesal de investigación y la actividad
jurisdiccional.
3) La indicación de las diligencias útiles para la averiguación de la verdad: a juicio del
agente fiscal este deberá indicar cuáles son las diligencias más útiles para la averiguación de la
verdad sobre la existencia del hecho delictivo y de la participación del imputado en el.
En los sistemas acusatorios como vimos anteriormente el Ministerio Público Fiscal tendrá a su
cargo la investigación penal preparatoria, como ser el ejemplo de la Provincia del Chaco, en la
cual se faculta al Fiscal de Investigación a practicar la I.P.P tal como lo establece el art. 300 del
código procesal penal de dicha Provincia.
Estableciéndose como excepción la investigación a cargo por el Juez de Garantías en el art.
338.
Sobreseimiento:
9
SEMANA 7
MÓDULO 7
Este sobreseimiento es definitivo en su eficacia sustancial, favorece al imputado con el “non bis
in idem”, al igual que la sentencia absolutoria; pero no se trata en realidad de una absolución
sino de un truncamiento del proceso que evita el juicio o sus resultados.
Oportunidad:
Art. 334 CPPN: “El juez, en cualquier estado de la instrucción, podrá dictar el sobreseimiento,
total o parcial, de oficio, o a pedido de parte, salvo el caso del artículo 336, inciso 1, en que
procederá en cualquier estado del proceso.”
Alcance:
Art. 335 CPPN: “El sobreseimiento cierra definitiva e irrevocablemente el proceso con relación
al imputado a cuyo favor se dicta.”
Procedencia:
5°) Media una causa de justificación, inimputabilidad, inculpabilidad o una excusa absolutoria.
Forma:
Art. 337 CPPN: El sobreseimiento se dispondrá por auto fundado, en el que se analizarán las
causales en el orden dispuesto en el artículo anterior, siempre que fuere posible.
Será apelable en el término de tres (3) días por el ministerio fiscal, y la parte querellante, sin
efecto suspensivo.
Podrá serlo también por el imputado o su defensor cuando no se haya observado el orden que
establece el artículo anterior, o cuando se le imponga a aquél una medida de seguridad.
Efectos:
Art. 338 CPPN: “Decretado el auto de sobreseimiento se ordenará la libertad del imputado, si
estuviere detenido, se efectuarán las correspondientes comunicaciones al Registro Nacional de
Reincidencia y Estadística Criminal, y si aquél fuere total, se archivará el expediente y las
piezas de convicción que no corresponda restituir.”
La Querella:
En nuestro derecho es querellante el particular que produce querella para provocar el proceso
penal o que se introduce en un proceso en trámite como acusador, estando legalmente
legitimado.
10
SEMANA 7
MÓDULO 7
Querellante Exclusivo: es la vía promotora para iniciar el proceso para los delitos de acción
privada.
A diferencia de lo que sucede en los casos de denuncia para los delitos de acción pública, la
querella podrá ser presentada solo por el ofendido del delito, quien asume en el proceso el rol
de “querellante exclusivo” y la titularidad de la acción penal.
Entonces, nos encontramos aquí con otra diferencia entre los delitos de acción pública y los de
acción privada, ya que mientras que en los primeros el actor penal es el ministerio publica
fiscal, en los segundos el actor penal será el querellante exclusivo.
Querellante conjunto: Lo dicho anteriormente no impide que en los procesos de acción pública
pueda el ofendido concurrir a participar del proceso. Podrá hacerlo, solo que lo hará como un
querellante adhesivo o conjunto, junto al ministerio publico fiscal. Es decir, su participación
dependerá de la actividad y el impulso que realice el Ministerio Público Fiscal.
Derecho de querella
En los casos de delitos de acción privada el Art. 7° del CPPN establece: La acción privada se
ejerce por medio de querella, en la forma especial que establece este Código.
Art. 82 CPPN: Toda persona con capacidad civil particularmente ofendida por un delito de
acción pública tendrá derecho a constituirse en parte querellante y como tal impulsar el
proceso, proporcionar elementos de convicción, argumentar sobre ellos y recurrir con los
alcances que en este Código se establezcan.
Cuando se trate de un delito cuyo resultado sea la muerte o la desaparición de una persona,
podrán ejercer este derecho el cónyuge, el conviviente, los padres, los hijos y los hermanos de
la persona muerta o desaparecida; si se tratare de un menor, sus tutores o guardadores, y en el
caso de un incapaz, su representante legal.
11
SEMANA 8
MÓDULO 8
SEMANA8
MÓDULO 8
0
SEMANA 8
MÓDULO 8
Concepto:
En un sentido amplio la prueba puede ser conceptuada como aquellos datos encargados de
confirmar o desvirtuar una hipótesis o afirmación precedente.
En sentido estricto del proceso penal puede ser vista como, todo lo que pueda servir al
descubrimiento de la verdad de los hechos que en el proceso se investigan y respecto de los
que se pretende actuar la ley sustantiva.
Importancia de la prueba:
La prueba es muy importante dentro del proceso por dos cuestiones:
- en primer lugar porque es el modo más confiable para descubrir la verdad real. En este
sentido se dice que la prueba es el único medio seguro de lograr la reconstrucción
conceptual del acontecimiento histórico sobre el cual versa el procedimiento penal.
Hay que aclarar que la verdad que se sigue en el proceso penal, no es la que se busca en
el proceso civil, conocida tradicionalmente como “verdad formal”.
En términos sencillos la verdad real, que es la que se busca en el proceso penal, puede ser
conceptuada como la adecuación entre la idea que se tiene de un objeto u lo que ese
objeto es en realidad.
Función de garantía:
Conforme al sistema jurídico vigente, es la mayor garantía contra la arbitrariedad de la decisión
judicial. En la resolución judicial solo podrán admitirse como ocurridos los hechos o
circunstancias que hayan sido acreditados mediante pruebas objetivas, lo que impide que la
resolución sea fundada en elementos puramente subjetivos. La convicción de culpabilidad
necesaria para condenar, únicamente puede derivar de los datos probatorios legalmente
incorporados al proceso En síntesis, quien condena al imputado no es el juez ni el fiscal, sino la
prueba.
La prueba va impactando en la conciencia del juez a lo largo de todo el proceso. Esto genera
diferentes estados de conocimiento:
1
SEMANA 8
MÓDULO 8
- En el inicio del proceso: no interesa en este momento que exista en el juez ningún tipo
de convencimiento sobre la verdad del objeto que se presenta para ser investigado.
Solo se requiere la afirmación por parte de los órganos públicos autorizados (Ministerio
Fiscal y Poder Judicial) de la posible existencia de un hecho delictivo.
- Para vincular a una persona al proceso como posible responsable del delito: se
requiere motivos bastantes para sospechar su participación punible. Ello impedirá el
sometimiento de una persona al procedimiento si se tiene la certeza de que no hubo
participación punible, o esta aparece como improbable. Sin embargo, en caso de duda,
corresponderá la convocatoria.
- En el momento de resolver la situación legal del imputado: 10 (diez) días después de
haberse recibido la declaración indagatoria, se podrán dictar las siguientes
resoluciones según el estado intelectual al que hubiera arribado el juez:
1- certeza negativa. En este caso el juez deberá ordenar el sobreseimiento del imputado.
Esta resolución procederá cuando sea evidente que la pretensión represiva se ha
extinguido, cuando no encuadre en una figura penal, o cuando medie alguna causa de
justificación, inculpabilidad, inimputabilidad o alguna excusa absolutoria
2- probabilidad. El juez deberá ordenar el procesamiento del imputado. Esto se da en los
casos en los que hay elementos de convicción suficientes para estimar que existe un
hecho delictuoso y que el imputado es culpable como partícipe del mismo
3- duda. Por no existir mérito para ordenar el procesamiento, ni tampoco para sobreseer,
se dictara un auto de falta de merito
- En el momento de la clausura de la instrucción y la elevación a juicio: se puede dar lo
siguiente:
1- certeza negativa. Determina el sobreseimiento
2- probabilidad. Determina la elevación a juicio
3- duda. Se dicta la prorroga extraordinaria de la instrucción
- En la oportunidad del dictado de la sentencia definitiva: si hay una certeza positiva
acerca del delito y de la identidad del autor del mismo, se debe condenar. Si hay una
certeza negativa, se debe absolver.
Elemento de prueba:
El elemento de la prueba es todo dato que se incorpora legalmente al proceso, capaz de
producir un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la imputación.
Este dato debe provenir del mundo externo al proceso, y no ser un fruto del conocimiento
privado del juez.
Prueba Ilícita:
Irregular obtención
Del orden jurídico vigente surge la prohibición de utilizar ciertos métodos para la obtención de
las pruebas. Están prohibidos por ejemplo:
2
SEMANA 8
MÓDULO 8
Incorporación irregular
El ingreso del dato probatorio en el proceso deberá realizarse respetando el modo para hacerlo
previsto en la ley específicamente, o el analógicamente aplicable.
Cuando la ley impusiera alguna formalidad especial, la inobservancia de ella será causal
suficiente para que se tenga a la prueba como irregularmente incorporada. Por ejemplo: si se
trata de un acto definitivo e irreproducible y no se notifica a las partes.
Otras veces, en virtud de las características propias de la etapa del proceso que se tramita, se
impone una forma de recepción determinada. Por ejemplo: durante el juicio, los testimonios se
recibirán en forma oral.
Esto implica que la tacha de ilegalidad deberá alcanzar no sólo a las pruebas que constituyan
en sí mismas el corpus de la violación a la garantía constitucional
(Por ejemplo: la confesión obligada), sino también a las que se pudieran colectar gracias a
aquel quebrantamiento; es decir, a las que sean sus consecuencias necesarias e inmediatas –
pruebas ilícitas por derivación– (Por ejemplo: el secuestro de efectos del delito en el lugar
indicado por la confesión forzada), siempre que éstas no hubiesen podido obtenerse
igualmente sin la vulneración de aquélla. Lo contrario importaría una interpretación
indebidamente restrictiva del ámbito de actuación de la garantía constitucional, pues se la
reduciría a los casos de quebrantamiento palmario y evidente, privándola de operatividad en
las hipótesis de vulneración larvada o encubierta (Núñez), legitimando el fruto de su violación,
lo que alteraría su esencia. Además, al otorgarle a la violación de la Constitución alguna
eficacia (aun indirecta), significaría estimularla en la práctica.
Pero no es menos cierto que el orden jurídico ha optado en muchos casos por ella, si éste fuera
el precio de la tutela de otros valores o intereses que ha considerado más valiosos que el
castigo del ilícito, dándoles una protección de rango constitucional (y a veces también a través
de legislación de jerarquía inferior).
Objeto de la prueba:
El objeto de la prueba es aquello susceptible de ser probado, es decir, aquellos sobre lo que
debe o puede recaer la prueba.
3
SEMANA 8
MÓDULO 8
- sobre hechos, los cuales pueden ser naturales, la lluvia por ejemplo, físicos, una lesión
por ejemplo, o psíquicos, la intención homicida por ejemplo
- sobre la existencia de cualidades, como por ejemplo las cualidades de una persona,
cosa o lugar
- sobre las normas de la experiencia común, como por ejemplo los usos y costumbres
comerciales
- sobre el derecho no vigente, como por ejemplo a norma extranjera
- Aquellos temas sobre los cuales las leyes prohíben hacer prueba.
Todas estas cuestiones no serán objeto de prueba, salvo que sean controvertidas y
razonables.
Medio de prueba:
El medio de prueba es el procedimiento establecido por la ley tendiente a lograr el ingreso del
elemento de prueba en el proceso.
Los medios de prueba tienden a posibilitar que el dato probatorio existente fuera del proceso,
penetre en él para ser conocido por el tribunal y las partes.
Órgano de prueba:
El órgano de prueba puede haber tomado conocimiento del dato accidentalmente, en el caso
de un testigo por ejemplo, o por encargo, en el caso de los peritos por ejemplo.
- Objeto de la prueba: aquello que se investiga y sobre lo cual se interroga al testigo para
que diga lo que sepa al respecto.
- Medio de prueba: la regulación legal acerca del testimonio (obligación de atestiguar,
citación y compulsión del testigo, forma de la declaración).
4
SEMANA 8
MÓDULO 8
Alcances:
Esto no significa que se haga prueba de cualquier modo –ya que hay que respetar las
regulaciones procesales de los medios de prueba–, ni mucho menos “a cualquier precio”, pues
el orden jurídico impone limitaciones derivadas del respeto a la dignidad humana u otros
intereses (por ejemplo: secreto profesional).
Limitaciones:
La prueba no podrá recaer sobre hechos o circunstancias que no estén relacionadas con la
hipótesis que origino el procedimiento de modo directo o indirecto (pertinencia de la prueba y
utilidad de la prueba); hay ciertos temas sobre los cuales no se puede probar por expresa
prohibición de la ley penal (por ejemplo: la prueba de la verdad de la injuria)
Limitaciones:
Sin embargo, la omisión de llevar a cabo aquél, pudiendo hacerlo, practicando, en cambio, uno
que ofrezca menos garantía de eficacia (por ejemplo: no ordenar el reconocimiento en rueda de
personas y conformarse con interrogar a la víctima en el debate sobre “si conoce al señor allí
sentado” –en el banquillo de los acusados, claro–) configurará un caso de arbitrariedad, ajeno
al principio de libertad probatoria. Es que aquella libertad, como cualquier otra procesal que se
acuerde a los jueces, tiene como condición de su existencia la responsabilidad de su ejercicio:
ni la libertad probatoria ni la libre convicción pueden ser usadas como “patentes de corso”
probatorias.
5
SEMANA 8
MÓDULO 8
Alcances: Es posible hacer prueba no sólo con los medios expresamente regulados por la ley,
sino con cualquier otro no reglamentado, siempre que sea científicamente adecuado para
descubrir la verdad. Las leyes imponen la obligación de ejecutar “todas las diligencias
conducentes al descubrimiento de la verdad”, a cuyo fin, además de los medios de prueba
específicamente regulados, se autoriza, por ejemplo, la realización de las “demás” operaciones
que aconseje la policía científica. Cada prueba se ajustará al trámite asignado, y cuando se
quiera optar por un medio probatorio no previsto, se deberá utilizar el procedimiento regulado
que le sea analógicamente más aplicable, según la naturaleza y modalidades de aquél.
Excepciones:
Pero el principio de libertad probatoria con relación a los medios de prueba, admite algunas
excepciones. En primer lugar, no corresponde admitir medios de prueba que afecten la moral, o
expresamente prohibidos, (por ejemplo: utilización de cartas sustraídas) o incompatibles con
nuestro sistema procesal (por ejemplo: juramento decisorio) o con el ordenamiento jurídico
argentino (que tiendan a quebrantar la inviolabilidad de la conciencia humana). Tampoco serán
admisibles aquellos no reconocidos por la ciencia como idóneos para generar conocimientos
(Ej: adivinación) o los que puedan producir alteraciones físicas o psíquicas (Ej: sueros de la
verdad). En segundo lugar, para acreditar determinado objeto de prueba la ley puede
establecer un medio probatorio específico con carácter obligatorio. Sobre el punto cabe citar,
como ejemplo indiscutible, lo relativo al estado civil de las personas que, según la mayoría de
los códigos, sólo puede probarse conforme a lo establecido por la ley, o la inimputabilidad por
enfermedad mental, que requiere dictamen pericial, tanto para disponer la internación
respectiva, como para ordenar su cesación (art. 34, inc. 1. CP), o la condena anterior,
acreditable sólo por instrumento público (ley 22.117), o la titularidad del dominio de un
automóvil (art. 1º, Dec. 6582/58; ley 14467).
Actividad probatoria:
En un sentido amplio, la actividad probatoria consiste en el deber que tienen los órganos
predispuestos por el Estado para obtener, asegurar y conservar los elementos que acreditan la
existencia de un hecho que se presume delictuoso. Actividad que también es permitida a las
demás partes que integran la relación procesal.
La actividad probatoria se cristaliza inicialmente con los elementos que la policía incorpora por
iniciativa propia, o por los que indica la denuncia.
Responsabilidad Probatoria:
A diferencia del procedimiento civil en el cual rige por lo general la carga de la prueba, en el
procedimiento penal este principio no tiene mayor aplicación.
6
SEMANA 8
MÓDULO 8
Es la solicitud que el ministerio fiscal y las partes formulan ante el tribunal para que se disponga
la recepción de un medio de prueba.
- En juicio, el ministerio fiscal y los sujetos privados tienen un derecho a ofrecer pruebas
y el tribunal tiene el deber de recibirlas, si fueron oportunamente ofrecidas claro está,
con la excepción de aquellas que se presenten como impertinentes o superabundantes
Recepción
Ocurre cuando el tribunal lleva a cabo el medio de prueba posibilitando el efectivo ingreso en el
proceso del dato probatorio que resulta de su realización.
- Durante la instrucción, el juez debe realizar de oficio o a pedido del ministerio fiscal y
las partes, todas las diligencias probatorias conducentes al descubrimiento de la
verdad, que se harán constar en acta, y que solo servirán para dar base a la acusación.
Si se las quiere usar para fundar la sentencia deberá ser reproducidas en el juicio.
La prueba podrá incorporarse sin conocimiento ni intervención de los defensores de las
partes cuando la instrucción sea secreta. Sin embargo, en caso de actos definitivos e
irreproducibles, no habrá posibilidad alguna de evitar la intervención de los defensores de
las partes, a quienes se deberá notificar previamente a su realización, bajo pena de
nulidad.
El ministerio fiscal podrá participar en todos los actos de instrucción, pues para el no hay
secreto de ningún tipo. Deberá ser notificado de los actos definitivos e irreproducibles al
igual que los defensores.
Valoración
7
SEMANA 8
MÓDULO 8
- Prueba legal: en este sistema es la ley procesal la que pre – fija de modo general, la
eficacia conviccional de cada prueba, estableciendo bajo que condiciones el juez debe
darse por convencido de la existencia de un hecho, y a la inversa, señalando los casos
en que no puede darse por convencido.
Este es un sistema propio de los procesos inquisitivos, y no es el mas apropiado para
descubrir la verdad real, porque puede ocurrir que la realidad de lo acontecido pueda
probarse de un modo distinto al previsto en la ley
- Intima convicción: en este sistema la ley no establece regla alguna para la apreciación
de la prueba. El juez es libre de convencerse. Se caracteriza por la inexistencia de la
obligación de fundamentar la decisión judicial. Es un sistema propio de los procesos
con jurado popular.
Tiene como ventaja el hecho de que no se ata al juez a reglas pre – establecidas. Tiene
como desventaja el hecho de que no exige motivación del fallo, dando lugar a decisiones
arbitrarias.
- Sana crítica racional: al igual que el sistema anterior, establece la más plena libertad de
convencimiento de los jueces, pero exige, a diferencia de aquel, que las conclusiones a
que se llega sean el fruto racional de las pruebas en que se la apoye. Si bien el juez no
tiene reglas que limiten su posibilidad de convencerse, su libertad encuentra un límite:
el respeto a las normas de la sana crítica.
Las características de este sistema son:
Clariá Olmedo dice que la inspección es el medio probatorio cumplido por el juez
inmediatamente sobre el mundo físico, consistente en la observación y examen de personas,
cosas o lugares, que se estiman relacionados con el hecho imputado. Obviamente a la
percepción u observación, le sigue la consiguiente descripción de los elementos en cuestión.
La principal característica de este medio probatorio, es que es el propio juez, quien en forma
directa, percibe con sus sentidos materialidades que pueden ser útiles por si mismas para la
reconstrucción del hecho que se investiga.
Nos dice nuestro CPP que el juez de instrucción realizara en forma directa la comprobación,
mediante la inspección, de personas, lugares y cosas, rastros y otros efectos materiales que el
8
SEMANA 8
MÓDULO 8
El juez también podrá ordenar todo tipo de operaciones técnicas y científicas convenientes
pudiendo llamar a testigos, peritos e intérpretes.
Clases de inspecciones
- Inspección de personas: puede tener por fin determinar la individualización de una persona,
según tenga en su cuerpo señales o no (tatuajes por ejemplo). Otra alternativa de inspección
seria la expresión corporal mental del imputado, cuidando que se respete su pudor.
Cuando no se trate del imputado la inspección podrá llevarse a cabo en casos de graves y
fundadas sospechas o de absoluta necesidad.
- Inspección de cadáveres: para obtener huellas del cuerpo y resultados del delito que permitan
esclarecer la trayectoria de la bala, distancia de donde se efectuó el disparo, y otros datos
relacionados con el hecho. En estos casos el auxilio pericial es también realmente importante.
Nuestro CPP permite la identificación de cadáveres por medio de testigos antes del entierro o
previo a su exhumación
- Inspección de cosas: a fin de comprobar mediante aquellas los rastros o efectos materiales
que el hecho ha dejado.
El concepto de cosa es amplio comprende toda corporalidad física, entendiendo por esta a todo
aquello que tiene entidad material susceptible de ser captado, por ejemplo una huella digital
permite que sea inspeccionada o recogida. Se excluyen de la inspección de las cosas los
bienes inmuebles por estar asimilados a la inspección de lugares.
- Inspección de lugares: para verificar la existencia de elementos, señas o huellas que haya
dejado el delito, por ejemplo sangre en la pared, ubicación del cadáver, la forzadura de una
puerta o la rotura de una ventana, etc.
La inspección de lugares puede practicarse además para verificar otras cosas por ejemplo,
luminosidad en que se produjo el hecho, cantidad de gente que camino en determinado
horario, etc.
El juez podrá ordenar la reconstrucción del hecho, de acuerdo con las declaraciones recibidas
u otros elementos de convicción, para probar si se efectuó o pudo efectuarse de un modo
determinado.
Nunca se obligara al imputado a intervenir en el acto, el que deberá practicarse con la mayor
reserva posible para evitar la presencia de extraños que no deban actuar.
Procedimiento
Tanto el juez de instrucción como el agente fiscal en los casos de citación directa si práctica
información sumaria conforme a las reglas de la instrucción formal podrán llevar a cabo
inspecciones.
9
SEMANA 8
MÓDULO 8
También las inspecciones podrán practicarse por la Cámara en el debate, ya sea por
ofrecimiento de prueba de las partes de oficio o como elementos indispensables en el curso del
debate.
La policía entre sus atribuciones puede si hubiere peligro en que cualquier demora
comprometa el éxito de la investigación, realizar inspecciones por medio de planos, fotografías,
exámenes técnicos, etc.
Facultades coercitivas:
Para asegurar los resultados del esfuerzo probatorio, la ley autoriza ciertas restricciones
derechos personales o reales del imputado o de los terceros, siempre que estas se presenten
como indispensables para garantizar la producción o fiel conservación de la prueba. Así por
ejemplo:
- El imputado podrá ser restringido en su libertad personal cuando hubiese motivos para
pensar que podrá intentar destruir los rastros del hecho o que existiese peligro de fuga.
- La sospecha de que en un lugar existen cosas pertinentes para la investigación del
delito, posibilitara su allanamiento. Entre otras
Registro
Esta medida tiene por objeto que no se sustraiga de la justicia, el imputado, el evadido o se
pierdan elementos probatorios de importancia para la causa. Para ello se busca:
Orden:
Los allanamientos solo serán validos si encuentra su fundamento en una orden judicial previa.
10
SEMANA 8
MÓDULO 8
El juez ordenara el allanamiento por decreto fundado, siempre que haya motivos suficientes
para presumir que existen elementos que pueden ser conducentes para la resolución del caso
Hay que aclarar que al exigirse un decreto fundado no se esta haciendo referencia a una
consignación somera de las razones, sino que se deben dar explicaciones concretas de por
que se toma la medida.
La CSJN ha sostenido que por más que exista consentimiento del propietario del domicilio o
responsable del local registrado, de todas maneras debe existir la orden judicial emanada por
el tribunal competente para que este acto se encuentre legalmente legitimado. Si no existe tal
orden estamos en presencia de una violación del domicilio.
Notificación:
La orden de allanamiento será notificada al que habite en el lugar en que debe efectuarse.
Cuando esté ausente, a su encargado, o a falta de este a cualquier persona mayor de edad
que se encuentre en el lugar, prefiriendo a los familiares de primero.
Cuando no se encontrare a nadie ellos se hará constar en el acta por ante 2 testigos
prefiriéndose a vecinos.
Cuando el registro deba realizarse en lugar habitado la diligencia solo podrá comenzar desde
que sale el sol hasta que se pone, salvo que el interesado preste su consentimiento En casos
de suma gravedad y urgencias en que peligre el orden público podrá efectuarse a cualquier
hora.
11
SEMANA 8
MÓDULO 8
La policía judicial podrá proceder al allanamiento de morada sin previa orden judicial cuando
se trate de casos de suma urgencia o este en juego el orden público o se encuentren en peligro
bienes jurídicos de terceros.
De todas formas, para evitar que esta facultad sea utilizada en forma indiscriminada, la misma
ha sido limitado mediante la enumeración taxativa en el CPP de los supuestos en los cuales se
puede allanar sin orden.
Órgano ejecutor
La requisa
Tanto en la requisa persona como en el registro domiciliario deben existir elementos objetivos
que hagan presumir que se podrán hallar elementos vinculados al delito que se investiga.
Procedimiento
El juez ordenará la requisa a una persona, mediante decreto fundado siempre que haya
motivos suficientes para presumir que oculte en su cuerpo cosas relacionadas con un delito.
Antes de proceder a la medida podrá invitársela a exhibir el objeto de que se trate. En caso de
negativa, se procederá con la requisa compulsiva, respetando siempre el pudor del sujeto y las
formas previstas por la norma procesal.
Secuestro
El secuestro puede ser conceptuado como el desapoderamiento legitimado por orden judicial
de una cosa mueble que se encontraba en poder de un particular, por estar involucrada en una
causa penal.
El secuestro se presenta como una medida de coerción real ordenada por el juez respecto de
cosas relacionadas con el delito o sujetas a confiscación, y que sirven como medios de prueba.
Debido a que es una medida que afecta el derecho constitucional de propiedad, deberá ser
aplicada con un criterio restrictivo, toda vez que la obtención del objeto en cuestión no se
pueda dar por otras vías.
12
SEMANA 8
MÓDULO 8
Orden de presentación
La ley faculta en estos casos al juez para que, en vez de dictar la orden de secuestro, y si lo
considera oportuno, disponga que el objeto o documento le sea presentado en forma voluntaria
por el requerido. .
A diferencia de lo que sucede con el registro domiciliario, que debe dictarse por resolución
fundada, la orden de presentación puede dictarse por simple decreto, bajo pena de secuestro.
Existe una limitación con respecto a la facultad del juez de pedir la presentación de objetos o
documentos relacionados con la causa, y está dada en que la orden no puede ser dirigida a
las personas que pueden abstenerse a declarar como testigos, por razones de parentesco,
secreto profesional o secreto de estado, por ejemplo.
El fundamento de esta limitación tiene que ver con el hecho de que no tendría sentido autorizar
a estos sujetos a guardar silencio con respecto al delito, si luego se les exigiera que entregaren
por ejemplo, el arma con que se lo cometió.
El órgano jurisdiccional deberá asegurar las cosas secuestradas con el sello del tribunal y con
la firma del juez y secretario, debiéndose firmar los documentos en cada una de sus hojas.
El CPP de la Nación impone una serie de deberes respecto de los bienes secuestrados:
Interceptación de correspondencia
Siempre que lo considere útil para la comprobación del delito, el juez podrá ordenar la
interceptación o el secuestro de la correspondencia postal o telegráfica o de todo otro efecto
remitido por el imputado o destinado al mismo aunque sea bajo nombre supuesto.
13
SEMANA 8
MÓDULO 8
La medida de interceptación puede ser cumplimentada por la policía, previa orden judicial,
constituyéndose en la oficina de correos respectiva a efectos de verificar e interceptar la
correspondencia enviada por el imputado o remitida a el. Pero en ningún caso pueden ser
abiertas las cartas o efectos, porque es una facultad exclusiva del juez.
Documentos excluidos
No podrán secuestrarse las cartas, documentos que se envíen o entreguen a los defensores
para el desempeño de su cargo.
Algún sector de la doctrina opina que las comunicaciones del imputado con su defensor no
pueden ser intervenidas, pues en caso de que así lo fueren, dicha medida sería nula, pues se
presenta como una restricción al derecho de asistencia por un abogado.
En opinión contraria, Clariá Olmedo considera que la intervención en las comunicaciones del
imputado con su defensor no son nulas, pues de todas formas, el medio telefónico, de por si,
es un medio que no ofrece ningún tipo de garantías a los interlocutores, con respecto a la
privacidad de lo conversado. Concluye diciendo que quien intenta utilizar esos medios, sabe de
antemano, que no está protegido.
Prueba testimonial
14
SEMANA 8
MÓDULO 8
- el testigo, que es aquel que indica frente al juez las percepciones directas y personales
atinentes al objeto de prueba del proceso. Solo pueden ser testigos las personas de
existencia real que no estén involucradas en la causa. Debe ser citado legalmente de
acuerdo a las formalidades de la ley
- la declaración, que es la manifestación o exteriorización oral del conocimiento del
hecho o circunstancias relacionadas con él o sus autores. Debe ser efectuada acorde a
las formalidades requeridas por la ley
Obligación de testificar
Todo habitante del país tendrá la obligación de concurrir al llamamiento judicial y declarar la
verdad de cuanto supiere y le fuere preguntado, salvo las excepciones establecidas en la ley.
El deber de comparecer:
En el caso de que el testigo resida en un lugar distante del juzgado, el juez solicitare la
declaración de aquel por exhorto o mandamiento, salvo que considere indispensable hacerlo
comparecer. En este caso fijara prudencialmente la indemnización que corresponda al citado.
Están exceptuadas del deber de comparecer: las personas que no puedan concurrir al tribunal
por estar físicamente impedidas (serán examinadas en su domicilio o lugar en que se
encuentren); el presidente, vicepresidente, ministros, gobernadores y demás miembros o
poderes de gobierno nacionales, provinciales, municipales y entidades autárquicas, etc. El
tratamiento especial obedece a la investidura que ostentan estas personas, en razón de no
desentender sus actividades de interés público.
El deber de declarar
El deber del testigo no se agota con su comparecencia, sino que es necesario además, su
efectiva declaración de los hechos percibidos. Si después de comparecer el testigo se negare a
declarar, se dispondrá su arresto por 2 días, al término de los cuales cuando persista la
negativa, se iniciar contra el la causa criminal.
El testigo tiene la obligación de decir la verdad de lo que ha percibido directamente por sus
sentidos, pero si incurriere en falso testimonio se ordenara las copias pertinentes y se las
remitirá al ministerio público sin perjuicio de ordenarse la detención.
Ofrecimiento de la testimonial
Durante la instrucción
15
SEMANA 8
MÓDULO 8
El fiscal y las partes al ofrecer las diligencias probatorias, presentaran una lista de testigos, con
indicación de las condiciones personales conocidas de cada uno, indicándose el nombre,
profesión y domicilio.
En el juicio
Las partes podrán ofrecer testigos junto al resto de las pruebas indicándose sus condiciones
personales. Podrán ofrecer también nuevos testigos, siempre que indiquen los hechos sobre
los cuales van a declarar, bajo pena de nulidad.
Si lo creyeren conveniente, podrán manifestar que se conforman con la simple lectura de las
declaraciones testificales de la instrucción.
Recepción de la testimonial
Durante la instrucción
Acto seguido el juez procede a investigar en forma separada a cada testigo recibiendo su
nombre, apellido, edad, estado, profesión, domicilio y vinculo de parentesco o interés con las
partes u otras circunstancias que sirvan para apreciar su veracidad.
Si el testigo no supiere darse a entender por ignorar el castellano, ser sordomudo o ciego se
procederá de la siguiente manera:
- para interpretar declaraciones que deban producirse en lenguas extranjeras el juez nombrara
un intérprete. El declarante podrá escribir su declaración la que se insertara en el expediente
junto con la traducción.
- cuando un ciego deba suscribir un acta, podrá pedir que antes la lea una persona de su
confianza, la cual se la hará saber, bajo pena de nulidad. La declaración se expresará en forma
oral, salvo que se trate de las personas que están facultades de declarar mediante informes.
La declaración es pública para las partes y tienen derecho a concurrir para formular por
intermedio del tribunal las preguntas que considere pertinentes y relevantes.
16
SEMANA 8
MÓDULO 8
Si el juez de instrucción ha declarado secreto del sumario la declaración se prestara ante aquel
y no podrán concurrir los defensores.
Durante el juicio
Una vez aceptada la prueba testimonial por la cámara antes del debate y con citación al fiscal y
de parte, el presidente podrá ordenar actos de instrucción indispensables para la declaración
de las personas que presenten impedimentos para concurrir al debate.
Vencido el término de citación a juicio el presidente fijara día y hora de debate ordenando la
citación de fiscal, de las partes y de los testigos para la audiencia en que deberán declarar.
Antes de declarar los testigos no podrán comunicarse entre sí ni con otras personas, no ver u
oír, ni ser informados de lo que ocurre en la sala de audiencias.
El testigo podrá ser interrogado por los vocales de cámara, con la venia del presidente. El
fiscal, las partes y los defensores podrán formular preguntas.
Las declaraciones testifícales no podrán ser suplidas, bajo pena de nulidad, por la lectura de
las recibidas durante la instrucción, salvo en los siguientes casos y siempre que se hayan
observado las normas de la instrucción formal:
- Cuando el testigo haya fallecido, este ausente del país se ignore su residencia, o se halle
inhabilitado por cualquier causa aunque no figure en lista
Deber de abstención
Podrán abstenerse de declarar sobre los hechos secretos que hubieran llegado a su
conocimiento en razón del propio estado, oficio o profesión, bajo pena de nulidad: los ministros
de un culto admitido, los abogados, los procuradores, y escribanos; los médicos, farmacéuticos,
parteras y demás auxiliares del arte de curar; militares y funcionarios públicos sobre secretos
de estado.
Sin embargo, estas personas no podrán negar el testimonio cuando sean liberadas por el
interesado del deber de guardar secreto, con excepción de las mencionadas en primer término.
Prueba pericial
La prueba pericial puede ser conceptuada como el medio mediante el cual se introduce al
proceso un conocimiento científico e idóneo, sobre un elemento probatorio, que por sus
características requiere la intervención de personas diferentes a los sujetos procesales.
17
SEMANA 8
MÓDULO 8
El órgano de prueba en este caso es el perito, quien se presenta como un sujeto con
conocimientos técnicos o científicos idóneos, respecto de una materia determinada, que emitirá
una conclusión probatoria sobre los puntos que le se sometan.
Según Clariá Olmedo se presenta como un medio de prueba autónomo y puede ser realizado
de oficio o a petición de parte, y no solo debe recurrir a la pericia cuando el juez desconozca en
absoluto o no posea suficientes conocimientos técnicos sobre el objeto de la prueba, sino
cuando se requiera conocimiento diferente al común.
Deberes
El principal deber del perito es realizar la tarea encomendada acatando las directivas del juez.
El juez dirigirá la pericia, formulara las cuestiones a dilucidar, fijara el plazo en que ha de
expedirse, si lo juzgare conveniente, asistirá a las operaciones. Podrá igualmente indicar donde
deberá efectuarse aquella y autorizar al perito para examinar las actuaciones o asistir a
determinados actos procesales.
El otro deber esencial del perito es guardar reserva sobre el motivo de su actuación.
Procedimiento
Nombramiento y notificación
El juez designara un perito, salvo que estime indispensable que sean más. Notificara la
resolución al ministerio público y a los defensores antes de que se inicien las operaciones, bajo
pena de nulidad, a menos de que haya suma urgencia o que la indagación sea
extremadamente simple. En estos casos, bajo la misma sanción se les notificara que se realizo
la pericia.
Proposición y nombramiento
Puntos de pericia
El dictamen se debe limitar a los puntos que han sido planteados a los peritos y a las
aclaraciones o adicionales que posteriormente se le sometan. El dictamen sobre puntos
diferentes carece de eficacia.
18
SEMANA 8
MÓDULO 8
Las investigaciones sobre otros puntos son nulas, lo mismo que la decisión judicial que se
basara exclusivamente en esa parte del dictamen, pero será valido el dictamen sobre hechos
que estaban fuera de su misión, si todas las partes lo han autorizado.
El dictamen es el acto del perito en el cual responde fundadamente a los puntos de pericia para
los que fue convocado. Debe contener:
Interpretes
Reconocimientos
El juez podrá ordenar que se practique el reconocimiento de una persona, para identificarla o
establecer que quien la menciona o alude, efectivamente la conoce o la ha visto.
Antes del reconocimiento, quien haya de practicarlo será interrogado para que describa a la
persona de que se trata, y para que diga si la conoce o si con anterioridad la ha visto
personalmente o en imagen.
Después del interrogatorio se pondrá a la vista del que haya de verificar el reconocimiento,
junto con otras personas de condiciones exteriores semejantes a la que deberá ser reconocida
en la rueda.
En presencia de ellas o desde un punto en que no pueda ser visto, el deponente manifestara si
allí se encuentra la persona a que haya hecho referencia invitándosele a que en caso
afirmativo la designe clara y precisamente.
En el caso de que sean varias personas las que deban reconocer a una, cada reconocimiento
se practicara separadamente, sin que los deponentes se comuniquen entre sí.
Cuando sean varias las personas a las que una deba identificar, el reconocimiento de todas
podrá efectuarse en un solo acto.
Careos
Podrá ordenarse el careo de personas que en sus declaraciones hubieran discrepado sobre
hechos o circunstancias importantes. El imputado no podrá ser obligado a carearse. En el caso
de que se sometiera a un careo, podrá asistir al mismo su defensor.
Los que hubieren de ser careados prestaran juramento, bajo pena de nulidad, salvo el
imputado por supuesto.
19
SEMANA 8
MÓDULO 8
El careo podrá verificarse entre dos o más personas. Para efectuarlo se leerán, en lo pertinente
las declaraciones que se reputen contradictorias y se llamara la atención de los careados sobre
las discrepancias, a fin de que se reconvengan o trate de ponerse de acuerdo.
La prueba documental puede ser vista desde una óptica estricta y desde una óptica amplia:
- desde un punto de vista estricto, el documento se presenta como una escritura u otro
signo grafico destinado a expresar una idea
- desde un punto de vista amplio, el documento es todo objeto material que sirve para la
convicción de la existencia de un delito
Desde el punto de vista del proceso penal, el documento es todo elemento de convicción
diferente a la prueba testimonial y a la pericial, pues se caracteriza por haber nacido antes del
proceso.
Formalidades
Eficacia probatoria
a) Autenticidad de su creación
b) Autenticidad de su contenido
La Confesión:
Es importante destacar que la confesión no se trata de un medio de prueba sino que se trata de
una fuente de prueba (declaración de parte).
Clariá Olmedo dice que se nos presenta como la expresión voluntaria y libre del imputado, por
la cual reconoce y acepta ante el juez su participación en el hecho que se le atribuye.
20
SEMANA 8
MÓDULO 8
La aceptación puede ser total o parcial; simple o calificada y referirse a cualquiera de los
elementos integradores de la conducta incriminada u otro del cual ella se pueda inferir
(indicios).
En definitiva es la aceptación total o parcial hecha por el imputado ante el juez, del contenido
de la imputación al momento de prestar indagatoria.
Valoración
Como regla general, podemos decir que el juez es libre en la apreciación de la confesión; ella
no tiene un valor preestablecido y si bien puede servir como argumento de condena, tampoco
obsta a pesar de ella, que el juez dicte sentencia absolutoria.
El juez debe ser cuidadoso al valorar esta fuente, pues la experiencia judicial nos ha señalado
que muchas veces las confesiones obedecen a pactos carcelarios, en donde el que no es
imputado, asume ese rol por diversas motivaciones y circunstanciadamente expone lo que otro
hizo y le contó.
En conclusión la confesión debe ser merituada por los principios de la sana crítica y la lógica.
Hay autores que consideran que la confesión constituye un indicio porque no tienen el valor de
plena prueba. Otros opinan que es solo un elemento más incorporado al proceso para ser
valorado en forma conjunta.
En rigor de verdad debemos decir que ninguna de estas posturas esta en lo correcto, pues los
códigos modernos rechazan a la confesión como medio de prueba, considerando que la
indagatoria es un medio de defensa de imputado y un elemento de convicción del juzgado. Si
contiene la confesión del hecho incriminado, solo puede adquirir tal valor si las demás
probanzas corroboran el dicho que se ha declarado.
La confesión no dispensa al juez de practicar todas las diligencias necesarias para adquirir el
conocimiento de la verdad, pues por ejemplo se puede tratar de una confesión falsa por
diversas motivaciones.
El indicio se presenta como un hecho conocido que permite, por datos sensibles de la
experiencia o de la ciencia, obtener un conocimiento de otro hecho desconocido. Este
conocimiento puede ser cierto o probable.
Cuando un indicio prueba de una manera terminante otro hecho, decimos que estamos en
presencia de un indicio necesario. Por ejemplo, una mujer embarazada, necesariamente debió
tener relación sexual con un hombre (el ejemplo hoy en día no es tan claro pues existen casos
de inseminación)
Si un hecho conocido revela otro de una manera probable, se lo denomina indicio contingente.
Por ejemplo: las manchas de sangre halladas en la ropa de Pedro después del homicidio de
Juan, no constituirá más que un indicio contingente de la responsabilidad de Pedro.
21
SEMANA 8
MÓDULO 8
Los indicios corroboran una hipótesis, ya sea mostrando, cuando el hecho desconocido se
percibe cognositivamente: por ejemplo un cadáver implica que ha ocurrido una muerte, o
demostrando, cuando indican el hecho desconocido mediante presunciones.
Los indicios surgen debido a que no siempre es posible la prueba directa de los hechos, porque
muchas veces dichos hechos acaecen sin la presencia de testigos. De esta forma, solo es
posible corroborarlos mediante los indicios.
- un hecho conocido, cierto y verificado. Esto es lo que se conoce como hecho indiciario
- un hecho desconocido, no demostrado, cuya existencia se trata de comprobar
- un enlace para el hecho conocido y el hecho desconocido.
En los casos en que el enlace solo permite relacionar al hecho indiciario con el hecho
desconocido, estamos en presencia de un supuesto de univocidad del indicio. Este tipo de
indicios dan certeza.
En los casos en que el enlace permite relacionar al hecho indiciario al hecho desconocido y
a otros hechos a la vez, estamos en presencia de un indicio anfibológico. Este tipo de
indicios dan probabilidad.
Cuantos más sean los indicios que concuerden, mayor será la valoración objetiva del juez y por
ende, más seguras serán las conclusiones.
La presunción:
La presunción, a diferencia de los indicios, es una norma legal que suple en forma absoluta la
prueba del hecho. Pueden ser clasificadas en: presunciones que admitan pruebas en contrario,
o presunciones que no admitan pruebas en contrario.
Esta prueba indiciaria presenta como inconveniente ser indirecta y compleja. Sin embargo su
valor reside esencialmente en ser objetiva. Posee carácter objetiva, pues se apoya sobre
hechos debidamente probados y que deben ser a su vez interpretados por la razón.
Se presta atención a este tipo de prueba no en lo que prueba un indicio, sino lo que prueba el
conjunto de los mismos, pues según Gorphe “ahí donde un solo indicio no prueba, una
pluralidad concordante resulta concluyente”
22
SEMANA 8
MÓDULO 8
23
SEMANA 9
MÓDULO 9
SEMANA 9
MÓDULO 9
0
SEMANA 9
MÓDULO 9
1) El imputado:
Concepto: Es la parte esencial del proceso penal, sobre quien recae la pretensión jurídico-
represiva, imputado es la persona indicada “de cualquier forma” como partícipe de un hecho
delictuoso en cualquier acto de la persecución penal dirigido en su contra y desde el primer
momento de ella (art. 72 CPPN). A partir de esa indicación gozará del derecho de defensa en
todas sus manifestaciones y podrá ejercer plenamente los derechos que la ley acuerda al
imputado. Por ello, el otorgamiento a una persona de la calidad de imputado, que significa
reconocerlo como sujeto del proceso (y no mero objeto de persecución penal), importa un
indudable beneficio jurídico desde el punto de vista de su defensa. Y ello es así, si se tiene en
cuenta que a partir de allí el sujeto es titular de un derecho que consiste en exigir la decisión
del Juez, derecho este que se manifiesta a través de otras series de facultades y potestades
que puede ejercer desde el comienzo de cualquier acto persecutorio en su contra. De allí
deriva que no sea un simple sujeto pasivo, sino un sujeto esencial armado de poderes
suficientes para resistir, en una posición de igualdad, la pretensión represiva ejercida por el
Ministerio Público Fiscal.
Identificación:
La pretensión represiva del Estado debe recaer sobre la persona que realmente ha cometido el
delito; debe establecerse que la persona sometida a juzgamiento es la misma que
presuntamente ha delinquido. Son los hombres los que delinquen, no sus nombres. En este
caso lo que importa es la correlación entre el presunto infractor de la Ley Penal y el sometido a
juzgamiento. Esta identidad física debe ser cierta.- De allí que el Art. 74 del CPPN establezca
de manera expresa que: “La identificación se practicará por las generales del imputado, sus
impresiones digitales y señas particulares, por medio de la oficina técnica respectiva, y cuando
no sea posible porque el imputado se niegue a dar sus generales o las dé falsamente, se
procederá a su identificación por testigos, en la forma prescrita para los reconocimientos por los
artículos 270 y siguientes, y por los otros medios que se juzguen oportunos”.
Identidad física:
Una vez establecida la identidad física del imputado poco importa la identificación nominal. Aún
más, si no se tuviera ningún dato de su identidad nominal, el Juez podrá ordenar que se lo
tenga por identificado de esta manera por número o por cualquier otra manera conveniente (por
ejemplo “innominado”). En tal sentido señala el Art. 75 del CPPN: “Cuando sea cierta la
identidad física de la persona imputada, las dudas sobre los datos suministrados y obtenidos
no alterarán el curso de la causa, sin perjuicio de que se rectifiquen en cualquier estado de la
misma o durante la ejecución”.
Adquisición de la calidad: Para adquirir la calidad de imputado se requiere una indicación que
puede provenir de un señalamiento expreso (Ejemplo: el requerimiento fiscal.), o de un acto
objetivo que implique sospecha oficial (Ejemplo: citación a prestar declaración indagatoria), o
que genere medidas de coerción (Ejemplo: orden de detención.), siempre que atribuya a una
persona determinada –identificada o identificable– alguna forma de participación (autoría,
coautoría, complicidad necesaria o secundaria, o instigación) en un delito.
Cesación de la condición:
Capacidad Procesal:
1
SEMANA 9
MÓDULO 9
La capacidad procesal es la aptitud para poder ser imputado (capacidad de ser parte) o a la
aptitud para intervenir válidamente en el Proceso Penal.- En consecuencia tenemos:
1) Capacidad de ser parte (aptitud para asumir la condición de sujeto de la relación procesal
penal.)
2) Capacidad de intervenir (aptitud para intervenir válidamente en el proceso).
Bajo el segundo aspecto, la capacidad procesal del imputado es la aptitud de entender, querer
y obrar válidamente, la cual hace posible que intervenga en él efectivamente, en condiciones
psíquicas que aseguren el ejercicio de su derecho de defensa.
Así, diversos son los motivos de incapacidad del imputado; a veces resulta de su cierta o
presunta inimputabilidad penal, y otras es la consecuencia de una enfermedad mental
sobreviniente:
- Menor inimputable: son aquellas personas menores de 16 años estas no son punibles,
es decir no son pasibles de penas.
De esto resulta que la presunción iure et de iure de inimputabilidad debe estimarse que
protege a los que no hayan cumplido los 16; estos son doblemente incapaces: de
adquirir la condición de imputado y de intervenir válidamente en el proceso; su
incapacidad procesal es una consecuencia de las previsiones de la ley sustantiva. De
allí, que el juez no puede realizar investigación alguna de carácter psicológico para
establecer el discernimiento real del menor. Bastará la simple verificación de una edad
inferior a ese límite para que la acción no pueda ser legalmente promovida o
proseguida.
- Menor imputable: si el menor tuviere menos de 18 años, sus derechos de parte podrán
ser ejercidos también por sus padres o tutor. La integración aquí no es forzosa sino
facultativa. El imputado tiene en principio capacidad para defenderse, puesto que,
siendo imputable, se puede presumir un desarrollo mental a ese fin suficiente, sin
perjuicio de que el padre o el tutor ejerzan el derecho de intervenir en el proceso, caso
en que al actuante corresponden los derechos del imputado. En realidad, son ellos los
que juzgan sobre la capacidad intelectual de aquel para defenderse; pero la ley no crea
una verdadera incapacidad, estando en esto de acuerdo con el Código Civil.
La incapacidad Procesal se funda en la imposibilidad del Imputado, sin facultad para entender y
querer, de ejercer su actividad defensiva (Art. 18 de la C.N.).
2
SEMANA 9
MÓDULO 9
Presentación espontánea:
Art. 279 CPPN: La persona contra la cual se hubiera iniciado o esté por iniciarse un proceso,
podrá presentarse ante el juez competente a fin de declarar. Si la declaración fuere recibida
en la forma prescripta para la indagatoria, valdrá como tal a cualquier efecto. La presentación
espontánea no impedirá que se ordene la detención, cuando corresponda.
Citación:
Art. 282 CPPN: Cuando el delito que se investigue no esté reprimido con pena privativa de la
libertad o parezca procedente una condena de ejecución condicional, el juez, salvo los casos
de flagrancia, ordenará la comparecencia del imputado por simple citación.
Procede respecto de la persona contra la que se haya iniciado un proceso y a fin de recibirle
declaración indagatoria o de imputado, para que manifieste todo lo que tenga por
conveniente en su descargo o aclaración de los hechos, y a indicar las pruebas que estime
oportunas. Es decir, que la comparecencia del imputado es para darle oportunidad de ejercer
su derecho de defensa material y nombrar abogado defensor.
Si la citación es ordenada por el Juez, deberá practicarse con las formas establecidas para
las notificaciones. Cuando la persona que deba notificar esté fuera de la sede del Tribunal, la
notificación se practicará por intermedio de la autoridad judicial que corresponda.-
Arresto:
A diferencia del resto de las formas de coerción personal, el arresto se presenta como una
medida inicial que no se dirige contra una persona determinada, sino contra varias, entre las
que probablemente se encuentre el autor del delito. Será utilizada toda vez que, habiendo
varias personas en el lugar de los hechos, no exista información que permita individualizar al
culpable o a los partícipes.
El arresto se presenta como una medida subsidiaria, pues podrá ser utilizada solo en
aquellos casos en que no sea posible ni conveniente, para el éxito de la investigación,
limitarse a ordenar a las partes que no se alejen del lugar en el que se hallan.
3
SEMANA 9
MÓDULO 9
testigos, y no pueda dejarse de proceder sin peligro para la instrucción, el juez podrá
disponer que los presentes no se alejen del lugar ni se comuniquen entre sí antes de prestar
declaración y, aún ordenar el arresto si fuere indispensable.
Ambas medidas no podrán prolongarse por más tiempo que el estrictamente necesario para
recibir las declaraciones, a lo cual se procederá sin tardanza y no durarán más de ocho (8)
horas. Sin embargo, se podrá prorrogar dicho plazo por ocho (8) horas más, por auto
fundado, si circunstancias extraordinarias así lo exigieran.
Vencido este plazo podrá ordenarse, si fuere el caso, la detención del presunto culpable.
Detención:
En principio la detención procede solo respecto de los delitos penados con pena privativa de
libertad. Sin embargo, también será procedente, como medida indirecta, cuando el citado no
se hubiera presentado en la fecha y lugar fijados, a los fines de que preste declaración ante
el juez.
La detención puede ser ordenada cuando el instructor compruebe su necesidad. Por eso se
dice que la medida queda librada, bajo cierto punto, a un criterio de discrecionalidad del juez.
Art. 283 CPPN: Salvo lo dispuesto en el artículo 282, el juez librará orden de detención para
que el imputado sea llevado a su presencia, siempre que haya motivo para recibirle
indagatoria.
La orden será escrita, contendrá los datos personales del imputado u otros que sirvan para
identificarlo y el hecho que se le atribuye, y será notificada en el momento de ejecutarse o
inmediatamente después, con arreglo al artículo 142.
Sin embargo, en caso de suma urgencia, el juez podrá impartir la orden verbal o
telegráficamente, haciéndolo constar.
Art. 284. - Los funcionarios y auxiliares de la policía tienen el deber de detener, aún sin orden
judicial:
1°) Al que intentare un delito de acción pública reprimido con pena privativa de libertad, en el
momento de disponerse a cometerlo.
4
SEMANA 9
MÓDULO 9
Dicha figura abarca tres modalidades: a) la flagrancia propiamente dicha (cuando se está
cometiendo el hecho delictual), b) la cuasi flagrancia (momento inmediatamente posterior, la
persecución por parte de alguno de los sujetos contemplados en el ordenamiento), y c) la
flagrancia presunta (presencia de huellas o rastros de haber participado en el hecho
delictuoso o tiene en su poder objetos vinculados).-
No cabe lugar a dudas que esas situaciones de flagrancia, constituyen una excepción a la
regla del art. 18 de la Constitución Nacional, que reza que nadie puede ser detenido sin
orden escrita de autoridad competente; pero debemos tener su vez en cuenta, que nuestra
Constitución Provincial, la contempla como excepción a esa regla al establecer en su art. 21
que “ninguna persona, salvo el case de ser sorprendida en flagrante delito, podrá ser
detenida sin orden escrita de autoridad competente….”. Por otra parte resulta lógico
señalar, que si nuestra Carta Magna nacional expresamente autoriza expresa la aprehensión
en flagrancia de los legisladores (art. 69° C.N.) a pesar de las inmunidades que los mismos
gozan, no habría una razón legal ni lógica para negarla respecto de quien no goza de tales
privilegios.
Concretamente el mencionado artículo 436 bis del C.P.P. del Chaco introducido por Ley N°
7.143, establece: “Procedencia. Audiencia de detención y acuerdos. En los casos en que se
procediera a la aprehensión in fraganti del prevenido, conforme regulan los Artículos 274 y
275, y siempre que se trate de delito doloso de acción pública cuyo máximo no supere la
escala penal prevista en abstracto de quince años de prisión o concurso de delitos que no
superen dicho monto, el Fiscal de Investigación formara las actuaciones en el plazo de tres
días hábiles de aquella y presentará al imputado frente al juez de Garantías y con la
presencia de las partes. Se efectuará el procedimiento previsto en los Artículos 258, 259,
260, 304 y concordantes y se revisará, con vista a las partes, la condición de detención del
imputado de acuerdo con lo normado por el Artículo 280. En dicha audiencia el Juez de
Garantías declarara el caso como en flagrancia y en caso de que el Fiscal disponga la prisión
preventiva, la defensa podrá oponerse inmediatamente a esta decisión, así como a la
declaración de flagrancia. El juez deberá resolver ambas cuestiones en la misma audiencia y
su decisión será recurrible a través del recurso de apelación.
5
SEMANA 9
MÓDULO 9
En esta única oportunidad el imputado con la asistencia de su defensor deberá optar por la
aplicación de los siguientes institutos:
1) Suspensión del Proceso a Prueba. El Juez de Garantías correrá vista a las partes y sin
más trámite, resolverá. El dictamen Fiscal tendrá carácter vinculante y deberá ser
debidamente fundado. La denegatoria será recurrible a través del recurso de apelación.
3) Mediación o conciliación.
4) Procedimiento directísimo”.
Ahora bien, lo que se intentó al menos a través de esa regulación del proceso de flagrancia a
nivel provincial, es a acortar los plazos de duración de muchas causas judiciales que no
ameritan extensas demoras que de hecho ocurren en la práctica, descomprimiendo así
también la actividad de fiscalías y juzgados.-
En tal sentido, el hecho de abordar –tal como lo establece ese artículo 436 bis-, en una
primera audiencia oral la resolución de aquellas cuestiones que impliquen inclusive
imposición de alguna medida cautelar -prisión preventiva del imputado-; hace que primen y
cobren relevancia criterios de sencillez, informalidad, brevedad, y se apliquen en forma
efectiva principios de publicidad, concentración, contradictorio e inmediación; volviendo así a
poner a la persona del imputado, y no a unos cuantos papeles, en el centro de la escena,
desterrando así para siempre la perniciosa delegación funcional, que impide el contacto entre
el afectado por una decisión y quién la va a adoptar.-
En cuanto a lo que concretamente surge del análisis de la norma antedicha, podemos decir
que la principal limitación que la misma establece, es en cuanto al límite máximo punitivo
requerido para su aplicación (delitos con pena máxima de 15 años de prisión o concurso de
delitos con ese máximo de pena).-
Por otra parte, en lo que respecta al trámite en sí mismo, el fiscal de investigaciones deberá
formar las actuaciones dentro de los 3 días hábiles desde la aprehensión del imputado (se le
hace además designar defensor de confianza o se le designa en su defecto defensor oficial).
Luego de ello deberá presentar al encausado en primera audiencia ante el juez de garantías.
En el marco de dicha audiencia, se le deberá informar al imputado –con la presencia de su
defensor- cuál es el hecho que se le acusa y las pruebas obrantes en su contra, y que puede
declarar o abstenerse de hacerlo. Si decide declarar, se lo invitará a manifestar todo lo que
haga a su descargo y a ofrecer la prueba que acrediten sus dichos que estime oportunas.
Dicha audiencia constituye el primer momento en que el juez de garantías tomará contacto
directo con el aprehendido, y en base al hecho atribuido al mismo, deberá resolver dos
cuestiones: a) Declarará –o no- el caso como flagrancia –a lo que la defensa puede oponerse
inmediatamente en esa misma audiencia; y b) En caso de que el fiscal disponga la prisión
6
SEMANA 9
MÓDULO 9
En lo que hace a la posible intervención del querellante particular, la instancia respectiva será
deducida ante el fiscal de investigación desde el inicio de las actuaciones y hasta la
finalización de esa primera audiencia. A diferencia de lo que ocurre en el procedimiento
ordinario en el que el querellante particular puede constituirse como tal hasta el momento de
la clausura de la investigación penal preparatoria; aquí, por razones de celeridad del mismo
proceso, se acota ese término, limitándolo a la finalización de esa primera audiencia.-
Siguiendo con el desarrollo de tal audiencia, debe tenerse presente que el juez de garantías
debe declarar si resulta de aplicación o no el procedimiento de flagrancia.- Si en tal sentido
considera que no corresponde aplicar dicha modalidad de proceso, así lo debe declarar y la
causa continuará su trámite mediante la investigación penal preparatoria habitual, salvo que
sea el propio imputado quien manifieste –en esa audiencia- su voluntad expresa de continuar
siendo sometido al proceso de flagrancia.- Por otra parte, en esa única oportunidad, el
imputado podrá hacer uso: 1) De la aplicación de la suspensión del juicio a prueba.- en
cuyo caso el juez correrá vista a las partes y sin más trámite resolverá. El dictamen del fiscal
tiene un carácter vinculante, y la decisión que adopte el juez denegando el planteo podrá ser
recurrida por el imputado o su defensor vía apelación; 2) Podrá también peticionar el juicio
abreviado, en cuyo caso el juez de garantías lo remitirá al tribunal que corresponda para su
juzgamiento, en un plazo máximo de 2 días hábiles; 3) Podrá optar y solicitar el trámite de
mediación o conciliación, si correspondiere; y 4) Podrá solicitar asimismo la aplicación del
procedimiento directísimo que establece el artículo 436 ter.-
Posteriormente a lo largo del presente programa volveremos sobre las figuras de Suspensión
de Juicio a Prueba o “Probation”, Juicio Abreviado y los procedimientos de Mediación y
Conciliación.- Sí resulta oportuno abordar en qué consiste ese procedimiento directísimo
establecido por el artículo 436 ter del mismo rito provincial.
Tal como surge de dicha norma, dicho procedimiento consiste en que una vez celebrada esa
primera audiencia del proceso de flagrancia, en el marco de la misma, el juez de garantías a
pedido del imputado, podrá conceder la aplicación de un procedimiento especial (el
directísimo), y en consecuencia –si ello ocurre- en esa misma audiencia y sin solución de
continuidad, el fiscal de investigaciones formulará la acusación en forma oral mediante el
requerimiento e inmediatamente se remitirán las actuaciones ante el tribunal de juicio; el cual
en un plazo de hasta 5 días hábiles desde la aprehensión llevará a cabo una primera
audiencia.- En esa primera audiencia, las partes ofrecerán las pruebas a producirse en el
debate, que podrán ser aceptadas o rechazadas por el tribunal (si se rechaza alguna prueba
queda expedito el recurso de reposición que será resuelto en la misma audiencia. si el
resultado es denegatorio de la reposición, lo único que se pueden formular son las reservas
de casación pertinentes).- En caso de la prueba cuya producción se declare pertinente y útil
y que pueda demandar –esa producción- más tiempo, el mismo no excederá los 10 días
hábiles. Y allí mismo –en esa primera audiencia- ya se notifica a las partes la fecha y hora de
realización de la segunda audiencia, a celebrar dentro de los 15 días hábiles de haber tenido
lugar la aprehensión en flagrancia.- Por su parte esa segunda audiencia a la que se hace
referencia -a celebrar dentro de los 15 días hábiles de haber sido detenida la persona en
flagrancia-, es la denominada “audiencia de finalización”, prevista por el artículo 436 quater, y
que no es otra cosa que la audiencia de debate del juicio común, con las mismas reglas y los
mismos alcances que cualquier audiencia de debate.-
7
SEMANA 9
MÓDULO 9
Dicho en otros términos y para concluir: Como corolario de ese procedimiento, un sujeto
detenido en flagrancia, se encontraría en una audiencia de debate dentro de los quince días
a contar de su detención (algo absolutamente impensado en nuestro anterior sistema
procesal penal provincial).- Señalo al respecto, que si bien el Procedimiento Directísimo se
caracteriza por ser sumarísimo, ello de ninguna manera es óbice para que se respeten los
principios vigentes en materia probatoria; lo que sí se tiende a evitar, son las demoras
injustificadas e innecesarias en la implementación del proceso.-
Art. 288 CPPN: Será declarado rebelde el imputado que sin grave y legítimo impedimento no
compareciere a la citación judicial, o se fugare del establecimiento o lugar en que se hallare
detenido, o se ausentare, sin licencia del tribunal, del lugar asignado para su residencia.
Declaración:
La acción civil podrá tramitarse en la sede respectiva. Cuando el rebelde comparezca, por
propia voluntad o por fuerza, la causa continuará según su estado.
Justificación:
2) Declaración Indagatoria:
8
SEMANA 9
MÓDULO 9
entendemos que es así, por cuanto si el imputado juzga conveniente para sus intereses
defensivos guardar silencio, seguirá siendo inocente más allá de lo que pueda pensar el
hombre común. El silencio del inocente es meramente silencio, sigue siendo inocente.
En tal sentido debemos tener presente que en los primeros momentos de la investigación y
recibida ya la declaración indagatoria, en los códigos tradicionales del procedimiento penal
mixto, el tribunal debe pronunciar un mérito que determine la situación procesal del imputado.
Se trata de una declaración provisional que puede ser incriminadora o dubitativa, según que
haya mérito suficiente o que falte el mérito para pronunciar el procesamiento. Esto no impide
que pueda sobreseerse antes de determinar la situación del imputado, y aun antes de ser
indagado conforme a esos códigos y a los más modernos que han receptado con mayor
amplitud el principio acusatorio.
Como el imputado podrá ejercer su defensa guardando silencio, esta actitud (el silencio) no
podrá ser utilizada como presunción de culpabilidad en su contra, aspecto del que debe ser
informado debidamente por el órgano que lleva adelante el acto.
Por cierto, que aquella información abarcará la mención de cuál es el delito por el que la
declaración se recibirá: es decir, tendrá que consignar el encuadramiento legal (aún
provisorio) de los hechos, para permitir un ejercicio eficaz de la defensa que comprende, no
sólo el aspecto fáctico, sino también el jurídico. Además no debe olvidarse que la atribución
de un delito (no de un mero hecho) es el único "título" que tiene el Estado para someter a un
ciudadano a un procedimiento penal (proyección procesal del principio de reserva de la ley
penal).
Naturaleza Jurídica
Procedencia y término
Art. 294 CPPN: Cuando hubiere motivo bastante para sospechar que una persona ha
participado en la comisión de un delito, el juez procederá a interrogarla; si estuviere detenida,
inmediatamente, o a más tardar en el término de veinticuatro (24) horas desde su detención.
Este término podrá prorrogarse por otro tanto cuando el magistrado no hubiere podido recibir
la declaración, o cuando lo pidiere el imputado para designar defensor.
9
SEMANA 9
MÓDULO 9
Formalidades previas
Forma de la Indagatoria
Art. 299 CPPN: “Si el imputado no se opusiere a declarar, el juez lo invitará a manifestar
cuanto tenga por conveniente en descargo o aclaración de los hechos y a indicar las pruebas
que estime oportunas. Salvo que aquél prefiera dictar su declaración, se le hará constar
fielmente; en lo posible, con sus mismas palabras.
Después de esto el juez podrá formular al indagado las preguntas que estime convenientes,
en forma clara y precisa, nunca capciosa o sugestiva. El declarante podrá dictar las
respuestas, que no serán instadas perentoriamente. El ministerio fiscal y los defensores
tendrán los deberes y facultades que les acuerdan los artículos 198 y 203.
Si por la duración del acto se notaren signos de fatiga o falta de serenidad en el imputado, la
declaración será suspendida hasta que ellos desaparezcan”.
Cabe aclara que en este estadio de la indagatoria, se debe escuchar fielmente al imputado, y
en lo posible, transcribir textualmente su declaración. Debe dejárselo hablar con importunarlo,
siempre y cuando se refiere al objeto procesal de la intimación previa. Cabe recordar
asimismo, que es nula la declaración indagatoria que omite interrogar al imputado sobre cada
uno de los hechos que en concurso material se le reprochan, pues previamente al acto de la
declaración “la intimación debe ser completa” y circunstanciada a efectos de que el imputado
la comprenda en toda su extensión, pues si el recaudo no es satisfecho se compromete la
estructura de la indagatoria, que podría ser nulificada, y consecuentemente la de todos los
actos subsiguientes.
Cuando el imputado se abstiene de prestar declaración, el acto concluye allí mismo; se firma
y se cierra el acta. En cambio, cuando el imputado decide declarar sobre el hecho que se
investiga, el secretario deberá dar lectura a todo lo consignado en el acta –sin perjuicio de
que la lean el imputado o su defensor-, bajo sanción de nulidad, La omisión de la lectura de la
indagatoria produce la nulidad del acto. Luego de ello, el acta será suscripta por todos los
presentes; mas si alguno de ellos no pudiere o no quisiere hacerlo, esto se hará constar y no
afectará a la validez del acto, que subsistirá con la firma del Juez y del Secretario.
Finalmente, si se tratare de un ciego se le hará saber que podrá hacer leer su declaración por
una persona de su confianza.
Cuando los imputados en la misma causa sean varios, las indagatorias se recibirán separada
y sucesivamente, evitándose que se comuniquen antes de que todos hayan declarado.
10
SEMANA 9
MÓDULO 9
Garantías
Las normas procesales que regulan la producción de este acto están todas incluidas en el
orden público, por lo que cualquiera de las exigencias que fuere violada lleva a la nulidad del
acto, con las consiguientes responsabilidades.
En efecto, si bien el proceso debe consultar en todos los casos el interés colectivo de la
seguridad como garantía, también debe hacerlo con la libertad del individuo sometido al
proceso. El equilibrio es la única forma de preservación. Por ello, como en este acto
indagatorio un hombre —una persona— está sometido a una verdadera limitación de libertad
se deben aumentar todas las garantías.
Por ello la ley impone abrir el acto inmediatamente si el imputado está privado de libertad, o
dentro de las veinticuatro horas a contar del momento de su detención. Pudiendo prorrogar
este término sólo cuando el reo lo pida para designar defensor o cuando el tribunal por
recargo de trabajo u otra causa extrema no pueda cumplir en ese lapso.
Por consiguiente su autoridad receptora es, en primer lugar, el juez de instrucción para
cuando él la convoca, como para todas las veces que el reo quiera ampliarla voluntariamente
y para ello lo pida al tribunal..
Ese acto debe producirse nuevamente con todas las garantías citadas y con las formalidades
explicadas, por el "tribunal del juicio", una vez abierto el debate.
Al final del juicio, sobre el cierre para sentencia, la ley otorga una nueva oportunidad para
declarar al reo, cuya forma no puede ser sino la de la indagatoria. Ello aun cuando en
definitiva sea voluntaria y un alegato por sobre el de la defensa letrada.
Incomunicación
El juez tendrá la facultad de Incomunicar al detenido, cuando concurran los requisitos del Art.
213, por un plazo no mayor a 48 horas, salvo prórroga que por otro tanto podrá ordenar el
Juez de Instrucción, por decreto fundado.
11
SEMANA 9
MÓDULO 9
Nos referimos a una resolución instructoria del órgano jurisdiccional, con fundamento en las
actividades previas de los tres sujetos fundamentales del proceso. En realidad se trata del
fundamental mérito que el tribunal debe hacer ante la prístina imputación contestada, para
orientar el proceso, desde el comienzo, hacia la acusación o hacia el sobreseimiento.
Es una resolución provisional que puede ser revocada y reformada aun de oficio, en el
sentido de que durante la instrucción puede transformarse de incriminadora en
desincriminadora y viceversa, conforme al cambio de las circunstancias. Esas modificaciones
pueden ser totales o parciales; pero no se puede llegar a la acusación sin procesamiento, y sí
al sobreseimiento no obstante existir el procesamiento.
La ley establece un término para producirse este pronunciamiento. El plazo que se fija es
meramente ordenatorio; pero se persigue una pronta solución sobre la situación jurídica del
imputado, proveyendo a través de ella al resguardo de su libertad y de su defensa en el
proceso. Esto permite concluir que la resolución comentada constituye el eje de la instrucción
en su trayectoria hacia el resultado que corresponda obtener.
Término y Condiciones
La ley exige dos condiciones: primero, que haya elementos de convicción suficientes para
juzgar que existe un hecho delictuoso; y segundo, que el imputado es culpable como
partícipe del mismo. Como el procesamiento se dictas por auto, serán los elementos de
convicción suficientes los que ha de mencionar el Juez para acreditar sus afirmaciones
respecto de autoría y culpabilidad.
El Código Procesal Penal de la Nación establece un término de diez (10) días hábiles a
contar a partir de la indagatoria para resolver la situación del imputado (ya sea dictando Auto
de Procesamiento o de Falta de Mérito). Como se dijo anteriormente, se trata de un plazo
ordenatorio conforme ha sentado de manera pacífica la doctrina y jurisprudencia en la
materia.
- Solicitar el sobreseimiento, o
12
SEMANA 9
MÓDULO 9
- Acusar al imputado.
Se trata de un momento del proceso en que, tras el agotamiento de las vías de conocimiento
formales (o sea, la producción de pruebas pertinentes y útiles) obtenidas durante la
investigación preparatoria, se abre un espacio para la reflexión crítica sobre la investigación,
tendiendo a obtener un mérito conclusivo de la misma, que se formalizará en un
requerimiento concreto sobre la solución desincriminatoria o acusatoria que se estima
corresponde al caso. Cualquiera de estos requerimientos a su vez admitirá la posibilidad de
discrepancia o controversia a su respecto, dando lugar a una instancia de control a cargo de
un tribunal imparcial.
Falta de mérito
La falta de mérito es una resolución jurisdiccional que se dicta cuando en el término fijado
para resolver la situación del imputado, los elementos de convicción no son suficientes para
ordenar el procesamiento ni tampoco para sobreseer, correspondiendo entonces un auto que
así lo declare, ordenando la libertad del detenido (si el mismo se halla privado de su libertad
ambulatoria).
Pero desde el punto de vista formal, se muestra como un mérito desincriminador y provisional
del período instructorio, con respecto al indagado como imputado y al hecho que se le
atribuyó. Este instituto tampoco resulta necesario en el esquema de la investigación penal
preparatoria.
La falta de mérito debe dictarse cuando no procede el procesamiento, o sea dentro del
mismo plazo previsto para éste. Es un derecho que tiene el imputado para poner término a la
incertidumbre de los primeros momentos de la investigación. Mientras esa situación subsista,
no es posible llegar a la acusación; si no se producen cambios que determinen el
procesamiento, evidentemente que la causa seguirá camino al sobreseimiento.
Prisión Preventiva
El hecho que sea un “estado” ha llevado a decir que la prisión preventiva es en la realidad la
verdadera pena, y que el juicio oral y público es sólo una suerte de recurso de revisión contra
ella.
Los tratados internacionales con jerarquía constitucional (CN, art. 75, inc. 22) disponen que la
prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general,
pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del
acusado en el acto del juicio, o en cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en
su caso, para la ejecución del fallo (PIDCP, art. 9, inc. 3°).
13
SEMANA 9
MÓDULO 9
La medida puede ser dispuesta, en el caso de delito de acción penal pública, sancionado con
pena privativa de la libertad, por el fiscal de instrucción o juez de instrucción, según el tipo de
investigación de que se trate (fiscal o jurisdiccional, respectivamente). En el caso de
investigación jurisdiccional, si se tratara de persona con privilegio constitucional, el juez sólo
puede dictarla previo allanamiento de la inmunidad (art. 16); para los coimputados sin dichos
privilegios puede disponerla directamente.
Cabe recordar que la prisión preventiva contradice el principio de inocencia, por ello exige
este principio que aquélla sea solamente una medida cautelar (no una pena) autorizada con
el fin de evitar el peligro de un “daño jurídico”: que el imputado en libertad consiga burlar la
ley, ocultando la verdad o eludiendo la sanción.-
Procedencia
Art. 312. - El juez ordenará la prisión preventiva del imputado al dictar el auto de
procesamiento, salvo que confirmare en su caso la libertad provisional que antes se le
hubiere concedido cuando:
2°) Aunque corresponda pena privativa de libertad que permita la condena de ejecución
condicional, si no procede conceder la libertad provisoria, según lo dispuesto en el artículo
319.
Tratamiento de presos
Art. 313. - Excepto lo previsto por el artículo siguiente, los que fueren sometidos a prisión
preventiva serán alojados en establecimientos diferentes a los de los penados. Se dispondrá
su separación por razones de sexo, edad, educación, antecedentes y naturaleza del delito
que se les atribuye.
Podrán procurarse, a sus expensas, las comodidades que no afecten al régimen carcelario y
la asistencia médica que necesiten, sin perjuicio de la gratuita que deberá prestarles al
establecimiento donde se alojen, por medio de sus médicos oficiales, recibir visitas íntimas
periódicas sin distinción de sexo, en las condiciones que establezca el reglamento respectivo
y usar los medios de correspondencia, salvo las restricciones impuestas por la ley.
Los jueces podrán autorizarlos, mediante resolución fundada, a salir del establecimiento y ser
trasladados bajo debida custodia, para cumplir sus deberes morales en caso de muerte o de
grave enfermedad de algún pariente próximo, por el tiempo que prudencialmente se
determine.
Prisión domiciliaria
Art. 314. - El juez ordenará la detención domiciliaria de las personas a las cuales pueda
corresponder, de acuerdo al Código Penal, cumplimiento de la pena de prisión en el
domicilio.
Menores
14
SEMANA 9
MÓDULO 9
Art. 315. - Las disposiciones sobre la prisión preventiva no regirán con respecto a los
menores de dieciocho (18) años, siéndoles aplicables las correspondientes normas de su
legislación específica.
La prisión preventiva no podrá ser superior a dos años, sin que se haya dictado sentencia.
No obstante, cuando la cantidad de los delitos atribuidos al procesado o la evidente
complejidad de la causa hayan impedido el dictado de la misma en el plazo indicado, éste
podrá prorrogarse por un año más, por resolución fundada, que deberá comunicarse de
inmediato al tribunal superior que correspondiere, para su debido contralor.
Artículo 9º — Cuando un procesado permaneciera dos años privado de su libertad, sin que se
haya dictado sentencia a su respecto, el tribunal interviniente tiene la obligación de informar en
el plazo perentorio de 48 horas al Consejo de la Magistratura los siguientes datos:
- Objeto de la investigación;
- Fecha de la detención;
- Estado de la causa;
Cuando un procesado sobre el que se hubiere informado en virtud de lo dispuesto por este
artículo cesara de cumplir prisión preventiva, el tribunal deberá confeccionar de inmediato un
formulario para informar de ello y de los motivos de su liberación, al Consejo de la Magistratura.
b) Hacer público anualmente un informe con los datos insertos en el registro referido
precedentemente;
c) Diseñar los formularios que contengan la información a que se refiere este artículo.
15
SEMANA 9
MÓDULO 9
El proceso sigue su trámite, por cierto, como también sigue vigente la necesidad de
aseguramiento de ejecución de su resultado, pero la gravedad de las medidas que conducen
a esto último puede amainarse. La instrumentación de ello es la libertad provisional con sus
distintas formas que regula la ley procesal.
Esas formas son, también, cautela personal. Ellas sustituyen la privación de libertad, esencial
de la detención y la prisión preventiva, por un sometimiento de contralor y obligación
caucionada de presencia y disponibilidad ante el tribunal, nucleados en un domicilio en el que
se esté siempre a disposición de citación y en el respeto de reglas de buena conducta.
Por otra parte cabe recordar que nuestra Constitución Nacional establece una regla básica
que es el punto de partida: el estado de inocencia del que goza todo ciudadano. Este
principio, vale la aclaración, se encuentra además en diversos Tratados Internacionales con
raigambre constitucional por vigencia del artículo 75 inciso 22 de la misma Carta Magna -
caso por ejemplo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 11°;
en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en su artículo 26°; el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 14 inciso 2º, por citar
algunos que reiteran la consagración de este principio-.
De tal regla constitucional surgiría el derecho del imputado a gozar de libertad durante el
proceso penal.- Es lógico que quien es inocente no sea privado de su libertad. Por supuesto
que como todo derecho no es absoluto, sino que se encuentra sujeto a restricciones.- En tal
sentido claro está, durante el proceso puedan dictarse –justificadamente- medidas coercitivas
de seguridad, entendido esto fundamentalmente, como la privación de libertad.-
En tal sentido debemos tener presente que el Código Procesal Penal de la Provincia del
Chaco, claramente dispone en su artículo 267 que “con las limitaciones dispuestas por
este código, toda persona a quien se le atribuya la participación en un delito
permanecerá en libertad durante el proceso”; y ello se complementa con lo que establece
a su vez, el artículo siguiente, el 268, que consigna “que la restricción de la libertad sólo
se impondrá en los limites absolutamente indispensables para asegurar el
descubrimiento de la verdad y la actuación de la ley”.-
Ahora bien, el correlato lógico de esa regla, es que sea la misma ley procesal la que
consagre las pautas que dotadas de objetividad y racionalidad, actúen como “indicios
vehementes” que justifiquen que el principio de libertad durante el proceso debe ser
restringido en un caso concreto. Debe evitarse así todo criterio subjetivo ya sea de parte del
fiscal de investigación en el caso de nuestro sistema provincial o del juez de instrucción en el
sistema federal.-
16
SEMANA 9
MÓDULO 9
Lo cierto es que los códigos procesales, establecen claramente cuáles son esas pautas que
actuarán como “indicios vehementes” de que el imputado puesto en libertad, tratará de eludir
la acción de la justicia o entorpecerá su investigación; y que deben ser tenidos en cuenta
para disponer su detención en un primer momento, o para dictarle la prisión preventiva
posteriormente.-
En el caso del C.P.P. del Chaco esos indicios se señalan en el artículo 280, el cual al
referirse a los casos en que debe disponerse la prisión preventiva del imputado, establece
dos grandes grupos en sus dos incisos:
Respecto de ello, señala en su último párrafo, que la existencia de esos peligros “se inferirá
de algunas de las siguientes circunstancias:
g).- O condena impuesta sin que haya transcurrido el término que establece el artículo
50 del código penal” (que recordemos, hace referencia a lo que se considera como
reincidencia, y establece que a tales fines, la pena sufrida no se tendrá en cuenta, cuando
desde su cumplimiento hubiera transcurrido un término igual a aquél por la que hubiera sido
impuesta, plazo que nunca excederá de 10 años ni será inferior a 5).-
Formas
Las formas que admite la libertad provisional pueden agruparse en dos grandes clases: 1) la
que evita entrar en privación de la libertad; 2) las que permiten la salida de ella una vez
concretada y en plena ejecución.
A su vez, unas deben ser caucionadas y otras no. La evitativa de ingreso es la exención de
prisión y es caucionada. La suspensiva de la privación en curso es la excarcelación y es
caucionada. También puede haber suspensión con la declaración de falta de mérito, pero no
es caucionada.
Exención de Prisión: Es el procedimiento que todo sujeto que tenga noticia o presuma que
puede ser privado de libertad por disposición judicial en proceso penal determinado, puede
asumir para evitarlo por petición personal o por la de un tercero en su favor, ante el juez de la
causa. Y si no sabe cuál es, ante el juez de turno, el que de inmediato debe determinar quién
es aquél y pasarle, según el caso, la solicitud para su trámite.
17
SEMANA 9
MÓDULO 9
Esta forma de proteger la libertad individual cuya posibilidad máxima se extiende a poderla
promover incluso en el caso de que se desconociere quién es el juez que puede haber
decretado su detención, o, incluso que no la decretó aún; este procedimiento que tiene un
trámite veloz en el tiempo, tiene una gran similitud finalista con la acción de hábeas corpus
preventivo. Su única diferencia de oportunidad es la de que esta última se promueve por
amenaza de libertad ajena a toda decisión judicial dictada en causa determinada, por lo que
debe promoverse, lógicamente, ante el juez de instrucción de turno, quien no la puede derivar
a nadie; él tiene que tramitarla.
Excarcelación
Caución
Por eso es que hemos dicho ya que la excarcelación y la exención no son "contracautela";
sino lisa y llanamente medidas cautelares. Su núcleo se radica precisamente en la caución a
que se las somete. Si no se presta la fijada no hay libertad. Si se viola el sometimiento
procesal* se pierde la libertad y la caución.
Caución Personal: caución personal dada junto con el imputado por uno o más fiadores que
asumen junto con el reo, la obligación solidaria de pagar el monto fijado por el juez. Es decir,
en el auto de concesión se fija una suma de dinero, frente a ella aparecen los obligados a
pagarla. Esto último ocurriría si el imputado se sustrajere a su obligación de someterse al
tribunal (art. 322CPPN). Los fiadores deben probar su solvencia y ser capaces civiles (art.
323 CPPN).
18
SEMANA 9
MÓDULO 9
Caución Real: caución real que se constituye mediante el depósito del dinero fijado por el
juez, o por la entrega de valores cotizables o efectos públicos, u otorgando prendas o
hipotecas, todo lo cual quedará sujeto a privilegio especial en orden al cumplimiento de las
obligaciones del liberado remiso (art. 324 CPPN)
Pero fuera de tales posiciones claras, se puede dar el caso de que se presente una
indefinición provocada por la insuficiencia de prueba tanto para uno como para otro de los
extremos citados. Es decir: no hay mérito para su dictado en autos.
En este último caso, que no es sino una tercera posición, previa declaración de la falta de
mérito probatorio para definir el proceso, se continúa la investigación.
Esta liberación se enrola, también, dentro de las clases de "libertad provisional", como una
forma de cautela. Ello así, porque el imputado sigue bajo la jurisdicción del tribunal que, en el
acto de soltura, le hace constituir un domicilio para citación, con la advertencia de obligación
de concurrir al llamado. Ello se cumple sin caucionar.
Este sometimiento se debe a que, como la investigación continúa, puede darse el caso de la
incorporación de nuevas pruebas de cargo y la definición procesal hacia el procesamiento, en
cuyo caso el sujeto debe estar a disposición para la satisfacción de todos los fines que
fundan los actos de cautela personal.
Con la reforma al Código Penal por la ley 24.316 se agregaron tres artículos más al artículo
76 (el 76 bis, ter y quater), por los cuales se introdujo el instituto conocido como la probation
o suspensión del proceso a prueba.
El motivo del legislador para introducir este instituto fue buscar el otorgamiento al imputado
de una posibilidad de acceder a otras condiciones, evitándole el cumplimiento de la condena
y evitando asimismo el desgaste de la actividad jurisdiccional.
19
SEMANA 9
MÓDULO 9
La suspensión del juicio a prueba contribuye a una respuesta más humana en la justicia
penal, ya que tiende a evitar las consecuencias negativas del encarcelamiento, como así
también desde un punto de vista práctico impedir que llegue la sentencia en procesos de
poca importancia en política criminal ahorrando recursos materiales y humanos, con la gran
ventaja que se producen importantes reducciones de costos al Estado.
De acuerdo al artículo 76 bis del Código Penal, el imputado por un delito de acción pública
cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar el beneficio de la suspensión del
proceso a prueba.-
Art. 76 bis. - El imputado de un delito de acción pública reprimido con pena de reclusión o
prisión cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba.
En los casos de concurso de delitos, el imputado también podrá solicitar la suspensión del
juicio a prueba si el máximo de la pena de reclusión o prisión aplicable no excediese de 3
años.
Al presentar la solicitud, el imputado deberá ofrecer hacerse cargo de la reparación del daño
en la medida de lo posible, sin que ello implique confesión ni reconocimiento de la
responsabilidad civil correspondiente. El juez decidirá sobre la razonabilidad del ofrecimiento
en resolución fundada. La parte damnificada podrá aceptar o no la reparación ofrecida, y en
este último caso, si la realización del juicio se suspendiere, tendrá habilitada la acción civil
correspondiente.
Si el delito o algunos de los delitos que integran el concurso estuviera reprimido con pena de
multa aplicable en forma conjunta o alternativa con la de prisión, será condición, además, que
se pague el mínimo de la multa correspondiente.
El imputado deberá abandonar en favor del Estado, los bienes que presumiblemente
resultarían decomisados en caso que recayera condena.
20
SEMANA 9
MÓDULO 9
Tampoco procederá la suspensión de juicio a prueba respecto de los delitos reprimidos con
pena de inhabilitación.
Tiempo después surge una tesis amplia, que viene a rebatir a la tesis restringida, planteando
que el requisito de que el máximo de la pena de prisión o reclusión del delito que se le imputa
no exceda los tres años, y el requisito de que exista la posibilidad de una condena de
ejecución condicional proceden para supuestos distintos; expresando entonces que con el
cumplimiento de uno de aquellos dos requisitos basta para que proceda la suspensión,
siendo innecesario que se cumplan ambos requisitos en forma conjunta. Dicha tesis amplia
funda su posición en la interpretación gramatical y teleológica que realiza a partir de las
diferenciaciones que el mismo artículo establece en cuanto a tribunal y jueces unipersonales,
previendo en el primer párrafo una pena en abstracto (pena cuyo máximo no exceda de tres
años), en tanto que en el cuarto párrafo considera la pena en concreto, con clara alusión al
artículo 26 del digesto sustantivo
La controversia planteada entre ambas tesituras tiene asidero en el Plenario Nro. 5 en el caso
“Kosuta” de la Cámara Nacional de Casación Penal con respecto a la suspensión del juicio a
prueba con relación al régimen penal tributario, adoptando finalmente la tesis restrictiva.
Luego de más de cinco años de vigencia de la reforma al Código Penal que introdujera la
suspensión del juicio a prueba, ello se concretó en ese fallo plenario Nro. 5 en autos
caratulados “Kosuta, Teresa R.”, fechado el 17/08(99, donde se resolvió por mayoría lo
siguiente:
1) Que la pena sobre la que debe examinarse la procedencia del instituto previsto en el
artículo 76 bis y siguientes del Código Penal es la de reclusión o prisión cuyo máximo en
abstracto no exceda de tres años;
2) Que no procede la suspensión del juicio a prueba cuando el delito tiene prevista pena de
inhabilitación como principal, conjunta o alternativa;
Este “triunfo” de la tesis restrictiva ha generado, como era previsible, diversas repercusiones
en las instancias inferiores, que por distintas vías procuraron “resistir” la doctrina
jurisprudencial fijada por la Casación. Así, por ejemplo, hay tribunales que optaron por la
declaración de inconstitucionalidad de la obligatoriedad de la jurisprudencia plenaria, como el
Tribunal Oral Criminal 23 de Capital Federal en causa “Menghini”.
21
SEMANA 9
MÓDULO 9
Con posterioridad a ello, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó el Fallo "Recurso
de Hecho Acosta, Alejandro Esteban s/infracción art.14, primer párrafo de la ley 23.737
– causa N° 28/05" S.C.A. 2186, L.XL -, que receptó la tesis amplia y el principio pro homine;
permitiendo así la aplicación de la probation (así denominada tras una defectuosa traslación
del instituto de derecho anglosajón denominado divertion) a casos y situaciones que
quedaban fuera de dicha instituto en el marco de la tesis restrictiva. Concretamente en dicha
causa la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal declaró mal concedido en recurso
interpuesto contra lo resuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la Provincia de
Santa Fe, en cuanto no hizo lugar a la suspensión del juicio a prueba solicitada por el
imputado Acosta. Contra ese pronunciamiento la defensa del mismo interpuso Recurso
Extraordinario cuya denegatoria dio lugar a la articulación de la pertinente queja ante la
C.S.J.N.
En el citado fallo nuestro máximo órgano jurisdiccional nacional sentó en el Considerando 7°:
“Que, en tales condiciones, cabe concluir que el criterio que limita el alcance del beneficio
previsto en el artículo 76 bis a los delitos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión
cuyo máximo no supere los tres años se funda en una exégesis irrazonable de la norma que
no armoniza con los principios enumerados, toda vez que consagra una interpretación
extensiva de la punibilidad que niega un derecho que la propia ley reconoce, otorgando una
indebida preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al que deja totalmente
inoperante”.
Desde ya que entendemos que esta tesis amplia recepcionada por la C.S.J.N. en el citado
fallo es la correcta. Así sostenemos que dicha interpretación es correcta y razonable, toda
vez que el monto de la pena del delito que se indilga en un caso concreto, no puede constituir
obstáculo para el análisis y concesión de la Probation.- En tal sentido compartimos lo
sostenido por el Profesor Almeyra, en cuanto a que más allá de la controversia así planteada
respecto a que “…si la pena que ha de tomarse en cuanta para la aplicación del instituto, es
la que, en abstracto, se ha fijado en su máximo para el delito o por el delito o por el contrario,
la que se perciba como adecuada en el caso concreto y que pueda dar lugar a una condena
de ejecución condicional, aun cuando la escala penal para el delito atribuido supere dicho
máximo, tesis esta considera correcta” (PROBATION de Miguel Ángel ALMEYRA, Sup. De
Jurisprudencia penal a cargo de Francisco J. D ALBORA, s/nº Págs. 7 y ss.).
En apoyo de tal postura cabría recordar que similar disputa fue generada por la primitiva
redacción del art. 26 del C. P. en relación a si el tope de 2 años – actualmente 3 año, ley
23.057 – se refería a la pena que en abstracto se conminaba en la escala penal para el delito
imputado o la concretamente fijada en la sentencia, que en definitiva fue zanjada a favor de la
segunda posición por el plenario “ARIAS, ENRIQUE” del 07 de Agosto de 1923 (Fallo
Plenario Pág. 191 y ss.) y por la Ley de fe de erratas 11.221. La mayoría conformada en
dicho plenario, excediendo el estrecho límite que la interpretación gramatical de la norma
ofrecía, adhirió a la tesis amplia – en coincidencia con el autor del Código penal Rodolfo
MORENO (h) “El Código Penal y sus antecedentes, T. II pág. 121 y siguientes H. A
TOMASSI EDITOR, BS. AS 1922 – que significó no tener en cuenta la gravedad objetiva del
hecho sino a la pena individualizada en la sentencia, señalando en tal oportunidad el Dr. D. J.
FRIAS, que es una regla general del derecho que las leyes que favorecen la libertad
individual de las personas deben ser interpretadas de manera más amplia, a fin de que se
hagan realmente efectivos los principios de equidad y justicia que el legislador tuvo en vista al
sancionarlos.
Ante lo así expuesto, y frente a un detenido análisis del tema, persuade adherirse a dicha
postura amplia, por cuanto se advierte, que si se interpretara literalmente la expresión
utilizada en el primer párrafo del art. 76 bis del C.P., según ley 24.316, no se vería la
razonabilidad de denegar el beneficio al acusado de un delito, cuando de acuerdo a la
naturaleza del hecho y sus condiciones personales, merecería una condena de ejecución
condicional y ello por la sola circunstancia de que el máximo de la escala prevista para el
mínimo excediera los tres años.
22
SEMANA 9
MÓDULO 9
Una interpretación tan estricta estaría en pugna con los modernos principios que informan a
la oportunidad de la aplicación de la pena y su individualización, sin obtenerse, por el
contrario, ninguna utilidad. Siendo entonces el fundamento de la PROBATION sustituir el
juicio sometiendo al acusado a un régimen de control tras el cual la acción penal se extingue
de una manera definitiva y congruente con el fundamento del instituto de la condena
condicional, es decir “…evitar las penas privativas de libertad de corta duración” (Conf.
Sebastián SOLER, DERECHO PENAL ARGENTINO T. II Pág. 497 y Sig. Ed. TEA 1992),
sometiendo al imputado a igual control (Art. 27 Bis y 76 del C. P. Ley 24316).
Cabe concluir conforme los fundamentos expuestos, que “…la pena que ha de tenerse en
cuenta para decidir sobre la procedencia del instituto es la que en concreto se perciba como
adecuada y pueda dar lugar a una condena de ejecución condicional aun cuando el máximo
previsto para el delito atribuido supere los tres años” (Conf. Julio DE OLAZÁBAL en
SUSPENSIÓN DEL PROCESO A PRUEBA Pág. 43 y sig. Ed. ASTREA 1994 y Miguel
ALMEYRA Ob. Cit.).
23
SEMANA 10
MÓDULO 10
SEMANA 10
MÓDULO 10
0
SEMANA 10
MÓDULO 10
La actividad del proceso se cumple en torno al objeto o materia del mismo que es lo que
constituye el objeto procesal. Éste se integra con dos elementos: uno material que es el hecho
producido por el hombre, dentro del marco del derecho penal; el otro, respecto del hecho
citado, el hombre que lo produjo, como su propia obra, esto es, el responsable que es el
elemento subjetivo. La existencia tanto del uno como del otro debe ser acreditad (por los
medios de prueba) en el proceso, de modo tal que ambos se reconstruyan en el proceso como
un presente permanente, apreciable en todo momento que las partes, el juez o cualquiera que
se asome al proceso, pueda conocerlo. Esa realidad reconstruida es la que luego de poseerla
se enfrenta con el Derecho de fondo y se la califica en función del mismo y se concluye su
consecuencia: si se concuerdan, la condena.
En el caso de que toda esa actividad pueda cumplirse, se lleva a la terminación normal del
proceso en todas sus etapas.
Pero en caso de que ello no se logre y se deba suspender su trámite por imposibilidad de
continuación, esa terminación es la anormal. Esa anormalidad puede estar referida a
insuficiencia de prueba, ya sobre el extremo objetivo o material del objeto procesal (sobre el
hecho), ya sobre el elemento subjetivo del mismo (la responsabilidad del imputado).
El arribo a ese triunfo o a ese fracaso puede darse también en la etapa instructoria, en cuanto
la investigación arroje éxito sobre la totalidad de los elementos que constituyen su finalidad
específica (art. 193, CPP), o, por el contrario, se frustre ya sobre la acreditación del hecho
mismo y su carácter delictivo, ya sobre la responsabilidad del o de los imputados.
Clausura Normal
La forma normal de terminación de la etapa instructoria del proceso penal está dada, o mejor,
concentrada en el auto de elevación de la causa ajuicio.
Asimismo deberá disponer vista al fiscal y a la parte querellante -si la hubiere-, por el término
de seis días para que ambas dictaminen sobre el mérito de las pruebas y se expidan sobre si
siendo ellas insuficientes se debe sobreseer o, por el contrario, si son positivas, se debe
continuar con el proceso, pasando a la etapa que le sigue que es la del "juicio".
Si fuere esta última la que se presenta, tanto el fiscal como el querellante se expedirán con un
dictamen que recibe el nombre legal de requerimiento de elevación.
1
SEMANA 10
MÓDULO 10
En este acto se deben cumplir requisitos formales. Deben señalarse los datos personales del
imputado, una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos, su calificación legal, la
responsabilidad del agente y los motivos en que se funda para pedir (requerir) la elevación a
"juicio". En síntesis, estos actos constituyen la acusación.
Concretamente se le acuerda en el sistema federal (nacional) al Fiscal seis días para que
dictamine, término este que es meramente ordenatorio, en razón que si no existe requisitoria
fiscal de elevación a juicio o acusación, el Juez no podrá continuar entendiendo en la causa por
propia iniciativa (ex officio). Es por ello que el Código Nacional, al haber establecido términos
perentorios e improrrogables para el Juez y las partes, acuerdas seis días más al Agente Fiscal
para que dictamine “en casos graves o complejos”.
Debe también tenerse presente que si el Fiscal considera que a instrucción está completa y
requiere la elevación a juicio, el Juez notificará al defensor y si éste no formula incidente de
oposición, o dedujere excepciones, el Juez decretará la elevación a juicio.
Tanto es así que, si por conferida la vista de mérito el fiscal se limita a pedir medidas
probatorias, el juez una vez aceptadas y cumplidas o rechazadas las mismas, debe correr
nueva vista de mérito para que específicamente el fiscal dictamine sobre la elevación. Si el juez
no lo hiciere y dictare directamente el auto de elevación, o remitiere el proceso ajuicio, la
resolución es nula.
Por su parte y en lo que hace al actor civil su demanda debe estar ajustada a las exigencias del
Código Procesal Civil (art. 93 del CPP).
Lo que ocurre es que estos dictámenes (requerimientos), pueden no ser compartidos por el
juez en cuanto le pidan no continuar con el proceso y producir un cierre anormal del mismo –
sobreseimiento-.
Todo se nuclea en definitiva en el dictamen del fiscal. Si éste y también el querellante piden el
pase a juicio, y el juez está de acuerdo así lo decreta, previo traslado a la defensa.
En cambio, si el fiscal pide el sobreseimiento y el juez no está de acuerdo porque piensa que
debe pasar a juicio o en el caso de que estuviere de acuerdo, pero hubiere querellante y éste lo
2
SEMANA 10
MÓDULO 10
pidiera, la ley obliga al juez a pasar las actuaciones a la Cámara Criminal de Apelaciones en
consulta, y ésta decide. Allí concurren dos posibles soluciones al conflicto planteado:
1) Si dicho Tribunal de Alzada comparte el criterio del Fiscal de primera instancia, el dictado de
sobreseimiento es obligatorio para el Juez; o
Intervención de la defensa:
Siempre que el Fiscal requiera la elevación a juicio de una causa de instrucción formal, las
conclusiones de su dictamen serán notificadas al defensor del imputado.
Dicho traslado a la defensa se corre por el término de seis días –improrrogables-, plazo durante
el cual el defensor podrá:
a) Oponer las excepciones que estime proceder (las cuales se tramitarán de acuerdo con los
incidentes de previo y especial pronunciamiento); o
c) Ejercer la opción de ser juzgado por un tribunal colegiado o unipersonal –con la conformidad
del imputado-.
Si en el plazo así acordado, la defensa técnica del imputado no contestó dicho traslado y no
optó por plantear ninguna de las posibilidades previamente enunciadas; el juez deberá remitir
por simple decreto (sin necesidad de mayores fundamentaciones) la causa al Tribunal de
Juicio, declarando clausurada la instrucción.
Por el contrario, si hubiere habido articulación de la defensa, una vez resueltas las
excepciones y en su caso el pedido de sobreseimiento –en caso de rechazarse tal planteo-, en
ese mismo auto fundado en cuanto a hechos y sujetos, el tribunal ordenará la elevación a
juicio. Pero en este caso se le impone al juez bajo pena de nulidad que en dicho Auto de
Elevación se coloque fecha cierta, se haga una nómina de las partes -tanto penales como
civiles, en el proceso-, se formule una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos,
de su calificación legal, de las pruebas; nombre los responsables y sus pruebas; cite el derecho
y ordene la elevación; indicando además si el imputado y su defensor se expidieron en cuanto
a la posibilidad de juzgamiento por un tribunal colegiado o unipersonal.
Art. 349: Siempre que el agente fiscal requiera la elevación a juicio, las conclusiones de los
dictámenes serán notificadas al defensor del imputado, quien podrá, en el término de seis (6)
días:
Si no dedujere excepciones u oposición, la causa será remitida por simple decreto, que
declarará clausurada la instrucción, al tribunal que corresponda, en el término de tres (3) días
de vencido el plazo anterior.
3
SEMANA 10
MÓDULO 10
Dicho decreto deberá mencionar si el imputado y su defensor se expidieron en los términos del
inciso 3 del presente artículo.
Tanto este auto de elevación complejo como el otro simple citado anteriormente, cuando
quedan firmes, se comportan ambos como autos de clausura normal de la instrucción y el
proceso sigue su marcha.
Por el contrario, cuando por aceptada la petición de sobreseimiento -dado el mérito negativo de
lo actuado en la instrucción-, el juez dicta el auto fundado que lo declara, este sobreseimiento
cuando queda firme, también se comporta como auto de clausura, pero anormal. Aquí y con él
el proceso se termina y no continúa por pase alguno a la etapa de juicio (art. 353, CPPN).
Recurso:
La clausura normal, esto es, el auto de elevación a juicio, es inapelable en el sistema del
Código Procesal Penal de la Nación.
En tanto que la clausura anormal por vía del sobreseimiento sí es apelable por el agente fiscal
y por la parte querellante –si la hubiere en el proceso- en el término de tres días de dictada (art.
353 del C.P.P.N.). Dicho recurso se tramita por ante la Cámara de Apelaciones, y sólo si ésta
confirma el Auto en cuestión, será clausura. Sin trámite de la etapa de juicio porque allí termina
todo.
Para ubicarnos en la temática corresponde recordar que en la Provincia del Chaco, a partir del
dictado de la Ley Provincial N° 4.538 (y modificatoria 7.143), se estableció el sistema de
Investigación Preliminar Fiscal -o Investigación Penal Preparatoria-, en el marco de la cual se
estructura la actividad investigativa preparatoria a cargo del Ministerio Público Fiscal, que como
titular de la acción penal pública, es el responsable de recabar los elementos probatorios sobre
los que habrá de fundar su acusación. De tal manera se ha avanzado hacia una mecánica
acusatoria, se ha desplazado la instrucción inquisitiva y se ha restituido a los sujetos
procesales esenciales sus verdaderos y auténticos roles.-
Cabe recordar que en el proceso mixto, esto es, en aquél que presenta una etapa de
instrucción predominantemente inquisitiva, reservando sólo el debate como etapa con ciertos
elementos acusatorios, la investigación se encuentra en cabeza del juez de instrucción que
4
SEMANA 10
MÓDULO 10
Hecha tal aclaración, pasemos ahora a analizar cómo funciona en el sistema procesal penal del
Chaco, el trámite de oposición al requerimiento fiscal de elevación a juicio que hasta aquí
hemos considerado a la luz de las previsiones del Código Procesal Penal de la Nación.
Trámite:
Debemos señalar en primer lugar, que conforme señala el artículo 352 del rito provincial, el
Fiscal de Investigación es quien debe requerir la elevación a juicio cuando estimare cumplida la
investigación preliminar y siempre que hubiera elementos de convicción suficientes para
sostener como probable la participación punible del imputado en el hecho que oportunamente
se le intimare al mismo. En el caso que el Fiscal estimare que esos elementos de convicción
son insuficientes o inexistentes, deberá solicitar fundadamente el sobreseimiento del imputado.-
Ahora bien, en el primer supuesto, las conclusiones de ese requerimiento fiscal deben ser
notificadas al defensor del imputado y al querellante particular.- En el caso de la defensa
técnica del imputado, la misma podrá en el término de tres días de notificada, oponerse
instando el sobreseimiento o el cambio de calificación legal de la conducta atribuida a su
defendido.- Por su parte, el querellante en igual término podrá oponerse al cambio de
calificación legal –en caso de que hubiere existido el mismo por parte del Fiscal- (art. 354 del
C.P.P. del Chaco).
Allí el trámite a impartir a dichas oposiciones, será el establecido en el artículo 336 del rito:
Art. 336: Oposición. Trámite: “En los casos que la ley autoriza la oposición a una resolución,
requerimiento u otro acto de Fiscal de Investigación o de la Cámara en su caso, ésta será
anunciada ante quien la dictó y la audiencia será solicitada por escrito ante el Juez de
Garantías en el término de tres días, en la que deberán exponerse oralmente los fundamentos.
Audiencia: La oposición, el control jurisdiccional y la primera audiencia de flagrancia, se
llevarán a cabo ante el Juez de Garantías, con las partes interesadas que se encuentren
presentes en una audiencia que será fijada a los tres días hábiles a contarse desde el pedido.
El Juez dará a conocer su decisión inmediatamente pudiendo diferir la lectura de los
fundamentos hasta cinco días. Su decisión será apelable por las partes cuando impliquen una
restricción de la libertad del imputado o impidan la continuación de la investigación
preparatoria.
Si la parte que solicito la audiencia, no se presentare, se declarara desierta e irrenovable la
cuestión suscitada”.
Dicha previsión normativa establecida en forma genérica para todas las oposiciones que se
deduzcan ante el Juez de Garantías a lo largo de la etapa de investigación, se ve
complementada en lo que respecta a la elevación a juicio con lo dispuesto por el artículo 355
del mismo rito, el cual señala que
“El Juez resolverá la oposición en el término de cinco (5) días. Si no le hiciere lugar, dispondrá
por auto la elevación de la causa a juicio. El auto deberá ajustarse a lo dispuesto por el Artículo
281. De igual modo procederá si aceptase el cambio de calificación legal propuesto por la
defensa”.
5
SEMANA 10
MÓDULO 10
“Cuando hubiere varios imputados, la decisión deberá dictarse con respecto a todos, aunque
en derecho que acuerda el Artículo 354 haya sido ejercido solo por el defensor de uno”.
“Cuando no se hubiere deducido oposición, el expediente será remitido por simple decreto al
Tribunal de juicio”.
Vale aclarar que el artículo 281 del mismo rito al cual remite la norma en cuestión, regula los
requisitos que debe contener el Auto de Prisión Preventiva bajo penal de nulidad (los datos
personales del imputado o los que sirvan para identificarlo, una sucinta enunciación de los
hechos, los fundamentos de la decisión, la calificación legal del delito con cita de las
disposiciones aplicables y la parte resolutiva); los cuales en líneas generales se condicen con
los exigidos también por el artículo 351 del Código Procesal Penal de la Nación para el Auto de
Elevación a Juicio como anteriormente hemos visto.-
Cambio de calificación:
Como se desprende del análisis del artículo 355 del rito precedentemente efectuado, en caso
de que prosperase el cambio de calificación legal propuesto por la defensa, el Juez de
Garantías allí mismo dispone la elevación a juicio por auto fundado.-
Sobreseimiento:
Podemos apreciar así que las previsiones de dicha norma constituyen el correlato provincial del
ya analizado artículo 348 del C.P.P.N.; ello con las particularidades propias del sistema de
Investigación Preliminar Fiscal (las actuaciones se elevan a conocimiento del Fiscal
Coordinador y no de la Cámara de Apelaciones).-
A los fines de una mejor intelección de la figura del sobreseimiento, corresponde recordar que
se trata de un instituto procesal penal que produce la suspensión del curso regular del proceso
de modo tal que en forma definitiva no se lo pueda continuar, produciéndose su clausura. Ésta,
sin posibilidad alguna de futuro procesal, es la que hemos rotulado como terminación anormal
del proceso y dada su contundencia: clausura anormal.
1) Los que afectan la esencia misma del objeto procesal, en cuanto no se ha podido probar la
existencia del hecho que lo integra; o, en su defecto, que probado ello, éste no es constitutivo
de delito alguno. Esto es: la faz objetiva no existe;
2) O que por acreditado el citado extremo objetivo, no se haya probado la responsabilidad del
imputado por la comisión material del hecho;
6
SEMANA 10
MÓDULO 10
Se ve claro de lo que antecede que lo que se ha extinguido es el objeto mismo del proceso en
alguno de sus extremos, por lo que carece de virtualidad para fundar reproche penal. Los
motivos de procedencia son de derecho de fondo; no puede actuar el derecho material.
Puede a su vez ser total o parcial, por lo que podría abarcar, ya todos o algunos de los hechos
endilgados a un sujeto; o a todos o algunos de los sujetos procesados por un mismo hecho.
Totalmente diferentes a los extremos de procedencia hasta aquí analizados son los que,
escapando a las previsiones de fondo que excluyen la actuación del derecho sustantivo por lo
que hemos nominado inocuización del objeto procesal en alguno de sus extremos: hecho o
sujeto, atacan al proceso mismo, en su propia existencia, como medio de realización. Allí lo que
desaparece es el proceso; desaparece la forma; se trata de una extinción adjetiva (ya sea por
la muerte del imputado; por la amnistía; por la prescripción, por el pago total de la multa y la
indemnización civil y por la renuncia del agraviado de los delitos de acción privada)
En todos los casos el dictado de sobreseimiento lo será por auto fundado, en el que se
analizarán las causales previstas por la ley procesal en el orden que se las señalan, siempre
que ello fuere posible.
Los efectos que el sobreseimiento produce en todos los casos es el de cerrar definitiva e
irrevocablemente el proceso con relación al imputado a cuyo favor se dicta. Lo que se
complementa, por vía de consecuencia, con la puesta en libertad inmediata del imputado si
estuviere detenido, con la correspondiente comunicación de ello al Registro Nacional de
Reincidencia. A ello se suma que si el sobreseimiento es total, esto es que no continúa el
7
SEMANA 10
MÓDULO 10
Recursos:
La defensa, beneficiada por el sobreseimiento, no puede apelar por falta de agravio, salvo el
caso de que formalmente el auto no se ajuste al análisis de las causales previstas en el orden
legal, o se derivare de la imposición de ello una medida de seguridad contra el imputado.
8
SEMANA 11
MÓDULO 11
SEMANA 11
MÓDULO 11
0
SEMANA 11
MÓDULO 11
El juicio (o juicio plenario) es la etapa principal y jurisdiccional del proceso penal que tiene por
fin establecer si puede acreditarse con certeza, fundada en la prueba en él recibida, que el
acusado es penalmente responsable del delito que se le atribuye, lo que determinará una
sentencia de condena y la imposición de una pena; o si tal grado de convencimiento no se
alcanza, una de absolución.
Si bien se predica de todo el juicio, en realidad su núcleo esencial, el debate, es el que deberá
realizarse en forma oral, pública, contradictoria y continua, con inmediación entre todos los
sujetos (públicos y privados) que en él actúen, ante un tribunal integrado por las mismas
personas desde el principio hasta el fin (identidad física del juzgador), que deberá garantizar la
igualdad entre las partes y los derechos del acusado, y decidir imparcialmente sobre la
acusación.
Se trata de un espacio que se abre para la discusión plena de la prueba aportada, con el
propósito de determinar si se acredita o no la culpabilidad del acusado en un hecho
determinado, tratando de evitar procederes y decisiones arbitrarias. Es en este sentido que
aparece, más que como un instrumento de aplicación de la pena, como un sistema de
garantías que aleja el peligro de la arbitrariedad (Vélez). Hoy existe una tendencia para
preservar el juicio común, oral y público, con Tribunal Colegiado, para aquellos casos que, por
su complejidad o importancia, realmente justifiquen el compromiso de recursos humanos y
materiales que su desarrollo importa. Si así no ocurriera, se propone recurrir a modelos de
juicio simplificados, o abreviados por acuerdo de partes, o a cargo de tribunales unipersonales.
La base del juicio es la acusación, con la que culmina la investigación penal preparatoria: el
“requerimiento fiscal de citación a juicio” expresa y contiene a la acusación. Pero
excepcionalmente puede ser ampliada o modificada en las audiencias de debate en los
supuestos previstos por la ley. La acusación es una exigencia de nuestro sistema
constitucional. Por un lado, la Constitución Nacional establece la secuencia de “acusación,
juicio y castigo” (arts. 60 y 115, CN); por otro, los tratados internacionales incorporados al
mismo nivel (art. 75, inc. 22 CN) hacen expresa referencia a ella como presupuesto del juicio
(CADH, art. 8.1.; DUDH, art. 10; PIDCP, art. 14.1.; DADDH, art. XXVI), por lo que no puede
existir un juicio válido si no preexiste una acusación sobre la cual debe expedirse la jurisdicción
en la sentencia (SCJN, caso “Marcilese”, 2002). 632
Si bien cada una de ellas tiene sus propios fines, todas contribuyen a lograr una decisión del
tribunal actuante sobre el fundamento de la acusación, con la debida, igual y bilateral actuación
de partes. Si bien el debate es el núcleo del juicio, el mismo se encuentra precedido de una
etapa destinada a su preparación, y de otra destinada a la formación de la decisión que debe
emitirse como consecuencia de lo debatido. Las desarrollamos a continuación
2) Actos Preliminares:
Concepto:
La fase preliminar del juicio comprende el control, de la corrección formal de la acusación (no
de su fundamento probatorio), tanto en los requisitos internos que las leyes establecen
cuidadosamente, como de la correcta realización de actos procesales que son sus
antecedentes necesarios.
1
SEMANA 11
MÓDULO 11
Superado airosamente este examen, se desarrollarán luego una serie de actos preparatorios
del debate, primordialmente destinados a impedirlo definitivamente (v. gr., sobreseimiento) o
provisionalmente (v. gr., suspensión por fuga del acusado), o a posibilitar su realización (v. gr.,
ofrecimiento de pruebas para receptar en el debate, que no sean manifiestamente
impertinentes o superabundantes; recepción anticipada de pruebas que no podrán ser
recibidas en él), o a facilitar su desarrollo ordenado (v. gr., integración unipersonal o colegiada
del tribunal; aceptación o rechazo de pruebas, unión o separación de juicios, fijación de fecha
del debate; rechazo y exclusión de oficio del actor civil, etc).
Los actos preliminares, si bien nunca podrán ser reservados para las partes, son escritos y
pueden cumplirse sin publicidad externa (la del público en general). En general, esta etapa es
conducida por el Presidente del Tribunal, cuando se actúa colegiadamente, debiendo decidirse
en conjunto las cuestiones relativas al control formal de la acusación, al rechazo de la prueba
ofrecida y a los recursos planteados.
El único recurso que el Código admite contra las resoluciones que se dicten en esta fase, es el
de reposición, el que, contrariamente a la regla general, se resolverá sin trámite (art. 440 del
C.P.P.N.). Se discute sobre esta limitación impugnativa en materia de encarcelamiento
preventivo del imputado, llegándose a admitir el recurso de casación (SCJN, “Rizzo”, La Ley
20/12/00). En caso de que la reposición sea rechazada, siempre podrá hacerse reserva de
recurrir en casación contra la sentencia definitiva.
Control de la acusación:
El primer acto de la fase preliminar que el art. 354 del C.P.P.N. impone al tribunal de juicio en
pleno es el control de la observancia de las prescripciones de la etapa de investigación. En ese
marco deberá analizar la validez formal de la acusación. Ésta podría verse comprometida tanto
por vicios de su estructura como acto procesal conminados con sanción de nulidad (v. gr., falta
de descripción circunstanciada del hecho atribuido), como por la inexistencia o la invalidez de
los actos que se regulan como sus presupuestos necesarios (v. gr., nulidad en la declaración
del imputado), o por la violación a disposiciones constitucionales o legales relacionadas con la
situación procesal, derechos y garantías del imputado (v. gr., que no se le haya permitido a su
defensor oponerse a la elevación a juicio). También se deberá controlar en esta oportunidad la
congruencia (identidad fáctica sustancial) entre los hechos contenidos en la acusación y los
fijados en el auto de prisión preventiva (si lo hubiere), y los intimados en la declaración
indagatoria (todos los cuales constan en las actuaciones de la investigación penal
preparatoria). Asimismo, el control podrá abarcar cuestiones como la falta de acción (v. gr., si
en realidad se tratara de un delito de acción privada), o que ésta no pudo iniciarse (v. gr., si se
trata de un delito dependiente de instancia privada y ésta no se produjo), o no pudo proseguir
(v. gr., si existiera algún obstáculo fundado en privilegio constitucional, y que no fue removido);
o debió haberse suspendido (v. gr., por existir una cuestión prejudicial que no fue declarada), o
se hubiere agotado en un proceso anterior terminado por sobreseimiento o sentencia, o
estuviere pendiente otro por el mismo hecho (non bis in ídem).
El aludido control se justifica principalmente como un modo de evitar que los defectos propios
del acto acusatorio o sus presupuestos, afecten el derecho de defensa del imputado.
Clasificación de la causa:
2
SEMANA 11
MÓDULO 11
Citación a Juicio:
Integrado el tribunal, se citará, bajo pena de nulidad, al Fiscal, a las partes y defensores, a fin
de que en el término común de diez (10) días comparezcan a juicio, examinen las actuaciones,
los documentos y cosas secuestradas, e interpongan las recusaciones que estimen pertinentes
(art. 354, 3° párrafo del C.P.P.N.).
La citación a juicio tiene como objetivo que las partes puedan conocer quiénes son los jueces
que intervendrán en el juicio, a los fines de pedir su exclusión y apartamiento como tales si
mediare alguna causal que comprometa la imparcialidad de éstos; también permitirles un
examen del proceso que les facilite el ofrecimiento de pruebas para el juicio.
Ofrecimiento de pruebas:
Vencido el término de la citación a juicio, el Presidente notificará a las partes para que en el
término común de diez días ofrezcan prueba (arts. 354 y 355 del C.P.P.N.). El término para
ofrecer pruebas es perentorio, o sea que, si el derecho de ofrecerlas no se ejercita durante su
transcurso, se pierde; y es común, es decir, empieza a correr para todas las partes a contar
desde la fecha en que se notifica a la última de ellas, con el fin de resguardar la igualdad de las
partes.
Requisitos:
El ofrecimiento de prueba del Ministerio Público y las partes deberá ser realizado por escrito,
mediante la presentación de una lista de testigos y peritos con indicación de sus datos
personales, como nombre, profesión y domicilio.
Testigos: Sólo si se tratase de testigos que no hayan declarado antes en el proceso (testigos
nuevos) se deberá expresar, bajo pena de inadmisibilidad, los hechos (o sea, los puntos,
aunque no se exige un cuestionario) sobre los cuales se les preguntará, para que tanto el
tribunal como las otras partes conozcan de antemano (sin sorpresas) sobre qué puntos va a
versar el testimonio: el Tribunal para juzgar sobre su pertinencia o superabundancia, y las
partes para que puedan prepararse adecuadamente con miras a su recepción, a los fines de un
eficaz ejercicio del derecho a repreguntar.
Peritos: Las partes tendrán el derecho de proponer la realización de pericias, que el tribunal
deberá ordenar, salvo que versen sobre puntos que ya fueron motivo de pericia, o que se trate
de pericias siquiátricas o psicológicas sobre la personalidad psíquica del imputado o de la
víctima, que pueden variar con el correr del tiempo. En este caso, en lugar de los datos de los
peritos (que serán designados por el tribunal) habrá que consignar las cuestiones que se
pretende elucidar. Tratándose de pericias ya realizadas en la investigación penal preparatoria,
éstas podrán ser ofrecidas para que se las lean en el debate y de tal modo permitir que la
sentencia se funde en ellas: en tal caso las partes tendrán la atribución de solicitar que los
expertos que las rubricaron sean citados a la audiencia a los efectos de hacer conocer sus
conclusiones y responder preguntas. También podrá ofrecerse la ampliación de la pericia ya
realizada: ésta consistirá en la proposición de nuevos puntos a los mismos peritos, además de
los que fueron originariamente propuestos y ya dictaminados. Y se admite, asimismo, cuando la
primera pericia sea insuficiente (insuficiencia derivada de omisiones, o de la defectuosa
explicación de algún punto sometido a la pericia, o la deficiencia de los fundamentos, o la falta
de claridad, precisión o lógica de las conclusiones), dubitativa, contradictoria (en sí misma, o
con respecto a hechos notorios, normas de experiencia, u otras pruebas), o cuando aparezca
como falsa, que el dictamen ya producido sea sometido al examen (re-examen) y la valoración
(nueva valoración) por uno o más peritos nuevos; y si fuere factible y necesario, éstos procedan
a su renovación: ella consistirá en la realización de otra sobre los mismos puntos que fueron
objeto de la originariamente ordenada. Por cierto, el nuevo dictamen no sustituirá al primero
(salvo el caso de nulidad) y deberá valorárselo juntamente con él.
Otras pruebas: Si bien no se menciona expresamente en el artículo 355 del C.P.P.N., en este
momento se deberá ofrecer también cualquier otra prueba (v. gr., informativa; documental;
reconocimiento de personas o de cosas, designación de intérpretes, etc), para que sea recibida
en la investigación suplementaria, o en el debate, o incorporada a éste por su lectura.
3
SEMANA 11
MÓDULO 11
Instrucción suplementaria:
Los actos que fueran practicados por esta vía deberán ser incorporados al debate mediante su
lectura.
Excepciones: Conforme lo indica el artículo 358 del rito nacional, antes de fijarse la audiencia
de debate por parte del Tribunal, las partes podrán deducir aquellas excepciones que no
hubieren sido planteadas con anterioridad; debiendo dársele curso al tratamiento de las
mismas, salvo aquellas que el Tribunal considerase manifiestamente improcedentes, las que
deberán ser rechazadas in limine.
Durante los actos preliminares del juicio también se autoriza el dictado de oficio (o también a
requerimiento del imputado) del sobreseimiento por parte del tribunal de juicio (art. 361 del
4
SEMANA 11
MÓDULO 11
C.P.P.N.). Es para evitar el desgaste jurisdiccional inútil que implicaría realizar el debate,
cuando de antemano se conoce indudablemente que este terminará con una absolución, por
razones sobrevinientes o simplemente acreditadas posteriormente (generalmente por prueba
pericial o instrumental) a la formulación de la acusación (de lo contrario el sobreseimiento se
hubiese dictado en la investigación preparatoria), y que no necesitan el desarrollo del debate
para ser acreditadas.
Las causales para dictar el sobreseimiento en esta etapa: a) si nuevas pruebas acreditaren que
el acusado es inimputable (v. gr., partida de nacimiento que pruebe la menor edad de algún
acusado; nueva pericia que evidencia alguna de las alteraciones mentales del art. 34, CP). b) si
hubiere operado la prescripción de la acción penal (art. 59 inc 3, CP), en este caso, deberá
estarse a la calificación legal que el tribunal de juicio admitiera, aunque fuese diferente (por
más benigna) a la contenida en la acusación, o en el auto de elevación a juicio, que no lo
vinculan (y tampoco a los fines de considerar el cese de prisión preventiva, art. 283 que se
pudiera plantear). c) si se produjere otra causa extintiva de la prescripción de la pretensión
penal (art. 59, CP) como, por ejemplo si hubiese una ley de amnistía (inc 2), o se hubiera
cumplido el término de la suspensión del juicio a prueba (art. 76 ter, CP), o la aceptación del
avenimiento en los delitos contra la integridad sexual (art. 132, CP), o la desincriminación penal
de la conducta atribuida (art. 2, CP); d) se verificara que concurre una excusa absolutoria (v.
gr., se agrega una partida que demuestra el parentesco del autor y la víctima de una
defraudación, art. 185 CP); Queda claro que estas son las únicas causales que autorizan el
sobreseimiento en esta etapa y ellas deberán estar acreditadas de modo evidente.
Designación de audiencia:
Concepto:
El debate es el núcleo central del juicio, que se lleva a cabo en forma oral, pública, continua y
contradictoria y con la presencia conjunta y permanente de los integrantes del tribunal, el fiscal,
el imputado, su defensor y las demás partes, haciendo realidad las reglas de la inmediación y la
identidad física del Juez.
Tiene como fin que se conozca la acusación; se dé oportunidad para el ejercicio de la defensa
material del acusado; se proceda a la recepción de las pruebas ofrecidas y admitidas, con
vigencia del contradictorio y resguardo del derecho de defensa; y se produzcan los alegatos del
fiscal, de los defensores del imputado, de las partes civiles y del querellante, tendientes a
demostrar el fundamento de la pretensión que han ejercido o la falta de fundamentos, total o
parcial, de la pretensión contraria, de conformidad a las probanzas colectadas en el mismo y
los argumentos jurídicos pertinentes.
Caracteres:
Oralidad
La oralidad (art. 363 del C.P.P.N.) implica que toda la actividad procesal del debate, es decir la
producción de las pruebas, las instancias y alegaciones de las partes, y las decisiones de mero
5
SEMANA 11
MÓDULO 11
trámite del tribunal, se cumplirán de viva voz. Ello potencia además “interactivamente” las
virtudes individuales y combinadas de la publicidad, la inmediación, el contradictorio y la
identidad física del juzgador, integrándolas en una unidad de funcionamiento en la realidad,
que sólo puede separarse conceptualmente. Y hará realidad el derecho del acusado a ser oído
(percibido por los sonidos de palabras pronunciadas de viva voz) públicamente por el tribunal
que lo juzga, luego de obtener la comparecencia de testigos de cargo y de descargo, peritos, u
"otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos", a interrogarlos en las mismas
condiciones (tanto si son de cargo, como de descargo) (arts. 8.2.f, CADH; 14.3.e, PIDCP).
Publicidad
La publicidad (art. 363 del C.P.P.N.), es regulada como la posibilidad de que cualquier persona
pueda presenciar el desarrollo total del debate y conocer luego los fundamentos de la
sentencia. Esta característica, derivada de la exigencia de publicidad de los actos de gobierno,
propio del sistema republicano, hoy tiene expresa vigencia como garantía para el acusado de
máximo rango por la normativa supranacional incorporada al nuevo sistema constitucional (v.
gr., art. 14.1, PIDCP: "ser oído públicamente"; art. 26, DADDH: "ser oído en forma... pública",
art. 75 inc 22, CN) y permite el control popular sobre la administración de justicia, formando su
opinión sobre las decisiones de los jueces, basada en lo que se vio y escuchó en un juicio.
La publicidad del juicio penal es altamente beneficiosa para asegurar un fallo justo, y evitar
posibles arbitrariedades judiciales, pues los presentes en el debate, o su conocimiento y
difusión a través de la prensa, pone a salvo a los jueces de eventuales presiones de los otros
poderes del estado, o de grupos políticos o sociales y de las suspicacias que puedan acechar a
la justicia cuando ésta actúa entre “sordas y mudas paredes” contribuyendo así a la
transparencia de la función judicial y a la confianza en quienes la cumplen. El acceso de la
prensa al lugar de realización del debate, que permite conocer lo que en él ocurre a un
considerable número de ciudadanos, es en la actualidad y por imperio de la normativa
supranacional incorporada, un derecho de jerarquía constitucional (art. 14.1, PIDCP y 75 inc.
22 CN) que integra el concepto de publicidad y lo enriquece en relación a su concepción
histórica. Por cierto que los avances de la tecnología y la globalización informativa determinan
la necesidad de revisar y actualizar el concepto de publicidad del juicio, pues aquellos
fenómenos le acuerdan hoy una dimensión diferente a la que tenía antes: pero “la publicidad
del quehacer judicial no debe transformar a éste en un espectáculo, ni a sus protagonistas en
actores, lo que conspiraría contra el respeto que la magistratura merece, fincado en el
resultado de su gestión, no en la exposición pública de quienes lo llevan a cabo” (STJ de Cba.,
Acuerdo Reglamentario n° 331, Serie "A" del 11/IX/96). Contradictorio
Continuidad
6
SEMANA 11
MÓDULO 11
Inmediación
La identidad física del juez exige que el mismo tribunal (las mismas personas que lo componen)
que inició el debate, escuchó la acusación y la defensa material del acusado, recibió
inmediatamente las pruebas, y escuchó las razones de las partes, sea quien inmediatamente
después, pase, ante los ojos de todos, de la sala de audiencia a la de deliberaciones para
dictar allí la sentencia y luego retornar para darla a conocer en público.
El debate se abre (art. 374 del C.P.P.N.) por declaración del presidente, luego de verificada la
presencia de todos los que deben intervenir en él. Simultáneamente a la declaración de
apertura, se ordenará la lectura a viva voz de la acusación contenida en el requerimiento fiscal
de remisión a juicio (y, si existió, del auto que la ordenó rechazando la oposición del defensor al
progreso de la acusación), previa advertencia formulada al imputado para que esté atento a lo
que va a oír. De tal modo, el imputado será inicialmente intimado públicamente del hecho que
se le atribuye, de las pruebas que existen en su contra, y de las razones en las que se basó el
fiscal acusador. Asimismo, el público presente en la sala de audiencias se enterará de estos
aspectos, que serán el objeto del juicio al que asiste.
La dirección (art. 375 del C.P.P.N.) y el poder de policía y disciplina del debate (art. 370 del
C.P.P.N.) se acuerdan al presidente del Tribunal (o vocal unipersonal, en su caso). La dirección
del debate se exterioriza en actos de comunicación y gobierno, y tiene numerosas expresiones.
Así, por ejemplo, “declarará abierto el debate”, ordenará las lecturas necesarias, siempre que el
Código las autorice (v. gr., la acusación), hará las advertencias legales (v. gr., sobre las penas
del falso testimonio a los testigos), recibirá los juramentos y declaraciones, etc.
El poder de policía es el de mantener el orden en las audiencias respecto de las personas que
se encuentran en ellas en razón de su realización.
Estas atribuciones tienen un límite: no puede coartar el eficaz ejercicio de la acusación pública
y privada tendiente a acreditar el hecho delictuoso contenido en ella y la responsabilidad penal
del acusado, ni la libre actividad defensiva en sus aspectos material y técnico, incluida la
7
SEMANA 11
MÓDULO 11
Cuestiones preliminares:
La regulación legal sobre el planteamiento de “cuestiones preliminares” (art. 376 del C.P.P.N.)
tiende a evitar que la actividad del debate sobre las cuestiones de fondo que debe tratar
(responsabilidad penal; responsabilidad civil), sea entorpecida por cuestiones procesales como
las previstas como “preliminares” y hasta interrumpida o por su formulación posterior al inicio de
aquél. Por eso se prescribe que tales cuestiones deben formularse inmediatamente después
(es decir, sin que exista actividad procesal alguna) de abierto por primera vez el debate, o sea,
después de la lectura de la acusación, y que, salvo ciertos casos (v. gr., que la posibilidad de
proponerlas no surja sino en el curso del debate), si no se plantean en este momento, se pierde
el derecho de hacerlo más adelante: en esto consiste la “sanción de caducidad”.
b) La incompetencia por razón de territorio que deberá ser tratada y resuelta de inmediato.
c) La unión o separación de juicios, pidiendo que se lleven a cabo alguno de estos trámites o
quejándose por los ya ordenados.
Planteada que sea una cuestión preliminar, si el tribunal no resuelve diferir su tratamiento para
más adelante, se dará inmediata intervención al Fiscal y el defensor de cada parte, quienes
podrán hablar solamente una vez, por el tiempo (razonable) que establezca el Presidente. Si
las cuestiones planteadas fuesen varias, todas ellas deberán ser introducidas, tramitadas y
resueltas en un solo acto, a menos que el tribunal resuelva hacerlo sucesivamente (o sea, unas
primero y otras después) o diferir alguna (incluso para resolverla en la sentencia), según
convenga al orden del proceso. El diferir para el momento de la sentencia la resolución de una
cuestión previa, generalmente se hace para no anticipar criterio y evitar al tribunal colocarse en
situación de tener que inhibirse o ser recusado por tal motivo.
Por respeto a su dignidad personal, se dispone (quizás tardíamente, pues hasta ese momento
generalmente ya habrá sido varias veces trasladado y exhibido por pasillos y tribunales, con el
estigma de las esposas) que el imputado asistirá a la audiencia libre en su persona, o sea, sin
ataduras que impidan o limiten sus movimientos físicos. Excepcionalmente se podrán disponer
la vigilancia y cautelas necesarias (v. gr., refuerzo de guardias) para neutralizar cualquier
intento de fuga de aquél, o prevenir actos de violencia (v. gr., para fugarse o agredir a algún
testigo) en los que pudiera incurrir. Luego de que los jueces hayan tomado conocimiento de
“visu” del acusado y le hayan permitido exponer sobre sus condiciones personales, como el
acusado ya conoce la acusación (que le fue leída al comienzo del debate) y las pruebas
obrantes en su contra invocadas en su fundamento (incluidas en esa lectura), se autoriza, si él
8
SEMANA 11
MÓDULO 11
así lo prefiere, que sea alejado de la sala de audiencia: en tal caso será, enviado y custodiado
a una sala próxima, y representado por su defensor a todos los efectos. Pero si posteriormente
su presencia fuere necesaria para practicar algún acto, podrá ser llevado nuevamente a la sala
de audiencias, incluso compelido por la fuerza pública.
Postergación del debate por inasistencia: La prohibición del juicio en rebeldía es un valor
entendido en la legislación procesal penal argentina, que presupone como integrante de la
inviolabilidad de la defensa en juicio, el derecho del imputado de intervenir personalmente en el
debate de su caso, de "hallarse presente en el proceso" (art. 14.3.d, PIDCP): Este derecho
puede entenderse como un respaldo de nivel constitucional (art. 75 inc. 22, CN) a la aludida
prohibición del juicio en rebeldía. Consecuentemente, se impide que se comience o prosiga el
debate en caso de rebeldía del acusado, sea por su fuga (estando detenido) o por su no
comparencia al inicio del debate o a alguna de sus audiencias; en tales casos será declarado
rebelde y el inicio o continuación del debate será postergado hasta que sea habido.
9
SEMANA 11
MÓDULO 11
Ampliación de la acusación:
Sólo el Fiscal del juicio (no se autoriza a hacerlo al querellante) podrá, durante el curso del
debate, ampliar la acusación contenida en el requerimiento fiscal de citación a juicio. Esto será
posible si con posterioridad a la formulación de la acusación, advirtiera, a base de las pruebas
recibidas en la investigación preparatoria, o en la suplementaria, o en el debate, la continuación
del delito atribuido (permanencia en la conducta delictiva posterior al inicio del proceso), o
circunstancias (objetivas o subjetivas) agravantes, no contenidas en aquélla. Este último
concepto abarca las circunstancias que, agregadas al tipo básico del delito imputado, lo
transforman en una figura calificada (v. gr., el uso de armas en el robo), y las que, añadidas al
hecho descrito en la acusación, y sin modificarlo esencialmente, permitan darle un
encuadramiento legal diferente (“retipificarlo”), es decir, más grave que el receptado en la
acusación (v. gr., intención de corromper en el abuso sexual simple de un menor, que puede
transformarlo en corrupción). Tal situación obliga, luego de formulada la ampliación, a poner
formalmente en conocimiento del imputado, durante el debate, el nuevo aspecto agravante
mediante una información (intimación) complementaria, dándole así, oportunidad de ejercer su
defensa material con relación a aquél.
Por eso, antes de recibir declaración al imputado por la ampliación, habrá que darle
oportunidad para que pueda recibir el consejo de su defensor, aun disponiendo una
interrupción del debate. Se acuerda asimismo al defensor (y al fiscal) la posibilidad de pedir la
suspensión del debate para ofrecer nuevas pruebas (que podrán incluso ser llevadas a cabo
por la vía de investigación suplementaria), o preparar la acusación o la defensa, derecho del
que deberán ser informados debidamente a los fines de que puedan ejercitarlo.
Sólo así los hechos comprendidos en la ampliación podrán ser tomados válidamente en
consideración en la sentencia, pues fueron parte de la acusación y del juicio; lo contrario
ocasionará la nulidad del fallo por violación al principio de congruencia.
Hecho diverso:
Si del debate resultare que el hecho es diverso del enunciado en la acusación, el Tribunal
dispondrá, por auto, correr vista al Fiscal de Cámara para que proceda con arreglo al trámite de
la ampliación de la acusación, precedentemente enunciado (art. 381 del C.P.P.N.). El hecho
será “diverso” si se trata de un hecho que mantiene el núcleo fáctico originario, pero mutado en
sus circunstancias penalmente relevantes, por agregado, supresión o sustitución de algunos
accidentes de lugar, modo o tiempo del acaecer histórico de su comisión, no previstos
expresamente en la acusación y que no constituyen simples circunstancias previstas como
agravantes o atenuantes del mismo por la ley penal (por ejemplo, manteniéndose el núcleo
fáctico –el acceso carnal– se descarta en el debate una circunstancia de aquél –la violencia–
pero aparece una nueva – inmadurez sexual de la víctima menor de 14 años–).
No se trata de “otro hecho” al punto de que si fuese objeto de una absolución por el tribunal de
juicio, el intento de posterior persecución por aquél (o sea, por el diverso), podría enervarse
mediante invocación excepcionante del principio “non bis in ídem”.
También atrapa aquella variación que, aun cuando cambie el desarrollo de la acción física
atribuida en la acusación o su elemento subjetivo, deja subsistente, por descripción o por
implicancia, un tramo de ésta que de por sí solo, o con al añadido de otras circunstancias,
resulta configurativo de otro delito (v. gr., si bien no se logró probar en el debate que el
acusado haya desapoderado de la cosa robada a su dueño – art. 164, CP– , como afirmaba el
requerimiento de elevación a juicio, sí quedó probado que aquél tenía en su poder esa cosa
robada, a sabiendas de esa condición –art. 277 inc. 3°, CP–). Pero si el Fiscal discrepare con el
Tribunal al respecto, la sentencia decidirá sobre el hecho contenido en la acusación.
10
SEMANA 11
MÓDULO 11
a) Pericial: El Presidente hará leer en el debate la parte sustancial del dictamen escrito
presentado oportunamente por los peritos (art. 392). En cualquier caso, los peritos presentes
en el debate podrán ser interrogados sobre su desempeño pericial, inclusive en conjunto si
fuera necesario escuchar los fundamentos sobre conclusiones contradictorias entre ellos. Si de
los dictámenes leídos se advirtiera que “resultaren insuficientes”, los peritos que los expidieron
podrán ser citados a la audiencia (art. 383 del C.P.P.N.), con el fin de procurar de ellos la
correspondiente ampliación oral. Tal insuficiencia podrá derivar de omisiones o de la
defectuosa explicación de la conclusión sobre algún punto sometido a la pericia pero no para
que dictamine sobre puntos nuevos.
b) Testimonial: El examen de los testigos (art. 384 del C.P.P.N.) será individual (uno tras otro) y
estará inicialmente a cargo del Presidente, quien lo hará en el orden que estime más adecuado
para un coherente y provechoso desarrollo del debate (v. gr., primero los relacionados con la
cuestión penal y luego con los relacionados con la cuestión civil); pero siempre deberá
comenzar con la víctima, cuya deposición contiene la tesis acusatoria, sobre cuya confirmación
o refutación tratarán, generalmente, los restantes testimonios (y que si actúa también como
querellante o actor civil, tiene derecho a participar personalmente, cuanto antes, en el debate).
El Presidente, previa las informaciones y admoniciones del caso, invitará al testigo a manifestar
cuanto conozca sobre el asunto de que se trate, o sobre los puntos para los que su declaración
fue ofrecida, pudiendo formularle indicaciones o preguntas que sólo podrán tener como fin
ordenar mínimamente la declaración.
Es claro que cada testigo declarará por separado para evitar que la deposición de uno influya
sobre la de otro, comprometiendo su sinceridad y espontaneidad; y esto facilitará el control de
cada declaración y el contradictorio de las partes. Con aquel propósito es que se impide la
comunicación entre ellos antes de que declaren y luego entre el que ya declaró y el que todavía
no lo hizo, debiéndose procurar interceptar cualquier medio que éste tenga para enterarse de lo
dicho por aquél, lo que se dificulta cuando se trasmiten las declaraciones por los medios
periodísticos, gráficos o televisivos, o no se cuenta con una adecuada sala de testigos que
impida escuchar lo que acontece en la sala de audiencias.
11
SEMANA 11
MÓDULO 11
Esta posibilidad es aplicable para el interrogatorio de niños víctimas o simples testigos menores
de edad mediante el procedimiento técnico de la “Cámara Gessell”.
Elementos de convicción:
Luego del reconocimiento, se les invitará a declarar lo que consideren pertinente sobre esos
elementos y podrán formulárseles las preguntas autorizadas.
Nuevas pruebas:
Hoy sólo se autoriza al tribunal de juicio ordenar recepción de nuevos medios de prueba (art.
388 del C.P.P.N.) si, en el curso del debate, resultaren indispensables o manifiestamente útiles
para esclarecer la verdad sobre los extremos de la imputación delictiva. Pero sólo cuando
12
SEMANA 11
MÓDULO 11
medie requerimiento en tal sentido del Ministerio Público, del querellante o del imputado (no de
las partes civiles), nunca de oficio.
Los medios de prueba serán “nuevos”, no sólo cuando no se han conocido con anterioridad en
el proceso (v. gr., espectador que exclama en el debate conocer que un testigo está mintiendo;
o se atribuye participación en el delito que se juzga), sino también cuando sí lo han sido
(supuesto que habiendo sido recibidas en la investigación preparatoria, no fueron ofrecidas en
el juicio, o que siendo ofrecidas no fueron aceptadas). No es necesario que la prueba nueva
“surja” (o sea, aparezca recién) en el debate: basta que durante su desarrollo se haga
indispensable o manifiestamente útil procurar su recepción, por su pertinencia y potencial
aptitud conviccional para esclarecer por sí sola o junto a otras, “la verdad sobre los extremos de
la imputación delictiva” (y cuya real aptitud para lograrlo sólo se podrá verificar luego de su
producción).
La exigencia de que el fiscal o las partes requieran la incorporación de la nueva prueba procura
evitar que el tribunal sea corresponsable de la “destrucción” del estado de inocencia, pues las
pruebas nuevas pueden ser o resultar (y generalmente lo son) de cargo, y por tanto útiles para
probar la culpabilidad del acusado, con riesgo para la imparcialidad del órgano jurisdiccional.
Esta es otra excepción autorizada a la oralidad, muchas veces determinada por la “naturaleza
de las cosas” (v. gr., los informes técnicos o los documentos “ no hablan”). Pero como se trata
de leer registros sobre elementos de convicción que no fueron recibidos por los jueces del
debate, y en la mayoría de los casos a espaldas de los defensores y de las partes, existe un
serio compromiso de la inmediación y el contradictorio, que debe determinar una interpretación
sumamente restrictiva sobre los alcances de la autorización de lectura, y una muy rigurosa
valoración de su eficacia conviccional. Sobre todo porque es mediante este procedimiento que
quedan habilitados para dar fundamento a la sentencia.
El mismo fue dictado por nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación en la Causa N° 1542
(Benítez, Anibal Leonel s/ Lesiones Graves). Dicha causa llegó a conocimiento de nuestro
máximo órgano jurisdiccional nacional, como consecuencia del planteo recursivo de queja
efectuado por la defensa del imputado (luego que le fuera declarado mal concedido el Recurso
de Casación y denegada la concesión del Recurso Extraordinario que fueran oportunamente
planteados).
13
SEMANA 11
MÓDULO 11
asimismo por último “Que la palmaria lesión al derecho de defensa producida en el caso por la
incorporación por lectura de testimonios de cargo torna inoficioso el examen de los restantes
agravios de la recurrente, invocados desde la perspectiva de las exigencias constitucionales de
oralidad, publicidad e inmediación del debate”.
Discusión final:
Concluida la recepción de las pruebas, el Presidente abrirá la “discusión” (art. 393 del
C.P.P.N.), es decir, la formulación de los alegatos por parte del actor civil, del fiscal, del
querellante, de los defensores del imputado, del demandado civil y del asegurador citado en
garantía, en ese orden.
Éstos serán los protagonistas. El Presidente en uso de su atribución de dirección del debate,
sólo “moderará la discusión, impidiendo derivaciones impertinentes” sin “coartar por esto el
ejercicio de la acusación y la libertad de la defensa”. Este es un momento imprescindible para
la vigencia efectiva del principio del contradictorio, que tiene como base la plena igualdad de
las partes (incluso las civiles) en orden a sus atribuciones procesales, entre las que se
encuentran, no sólo las de afirmar y de refutar, las de ofrecer pruebas en apoyo de sus
posiciones e intereses y controlar su ingreso, sino también la de argumentar públicamente ante
los jueces que las recibieron sobre su eficacia conviccional (positiva o negativa) en orden a los
hechos incriminadores (penal o civilmente) contenidos en la acusación, o los exculpatorios
(penal o civilmente) afirmados por la defensa, y las consecuencias jurídico penales (y civiles, en
su caso) de todos ellos. Sólo así podrá decirse que tuvieron la igual oportunidad de intentar
lograr una decisión jurisdiccional que reconozca el interés que cada uno defiende.
Cada uno de los intervinientes procurará demostrar, valorándolas, que las pruebas recibidas en
el debate acuerdan suficiente fundamento a la pretensión que han ejercido, o la falta de
fundamento de las pretensiones contrarias, según sean sus respectivas posiciones. Luego
formularán sus “conclusiones”, es decir, sus concretos requerimientos de que el tribunal
sentencie de acuerdo a sus respectivas pretensiones.
Si bien no hay disposición legal sobre el contenido de los alegatos (salvo los de las partes
civiles) éstos deberán estar razonablemente relacionados con el contenido (y el orden) de las
cuestiones que deben resolverse en la sentencia. En ella se aprecia una concentración en el
tiempo de los argumentos relacionados a la cuestión penal.
Los alegatos deben ser realizados oralmente: no pueden ser leídos. Esta imposición atiende
más a garantizar el conocimiento público de ellos, propio de la publicidad popular que debe
tener el juicio, que a la finalidad de lograr una mejor sistematización de la exposición o una
mayor comprensión de los argumentos (o facilitar un más potente impacto de éstos sobre la
convicción del tribunal). Si bien no se autoriza que el tribunal pueda preestablecer, antes de
que se realice, el tiempo de duración de cada alegato, sí se establece que en caso “de
manifiesto abuso de la palabra, el Presidente llamará la atención al orador, y si éste persistiera,
podrá limitar prudencialmente el tiempo del alegato, teniendo en cuenta la naturaleza de los
hechos en examen, las pruebas recibidas y las cuestiones a resolver”. Vencido el término
acordado, el orador deberá emitir sus conclusiones, so pena de incurrir en “incumplimiento de
la función” (si se tratara del Fiscal) o “abandono injustificado de la defensa”.
Réplica:
Se autoriza sólo el Ministerio Público y al defensor del imputado (no a las partes civiles,
tampoco al querellante de acción pública, aunque nada impide que el tribunal se lo permita) el
derecho a replicar. La réplica deberá limitarse a la refutación de los argumentos adversarios
(penales o civiles) que antes no hubieren sido discutidos. Esta posibilidad es una consecuencia
natural del orden para la formulación de los alegatos que el artículo impone, ya que el mismo
hace posible que en uno posterior, se introduzcan argumentos que en los anteriores no fueron
tratados, tanto en descargo de la imputación (v. gr., los introducidos por el defensor del
imputado) como de cargo (v. gr., los introducidos por el defensor de un coimputado que delega
su responsabilidad en el defendido del abogado que habló previamente). También en este
14
SEMANA 11
MÓDULO 11
Última palabra:
Finalizados los alegatos, el tribunal concederá la “última palabra” al acusado, lo que por lo
general funciona como una simple formalidad, como un inútil ademán elegante de la ley,
desprovisto de cualquier incidencia real sobre la defensa material del imputado, sobre todo
cuando los tribunales reducen la pregunta a si tiene “algo más que agregar” o quiere decir “algo
que no haya dicho durante el juicio” (que no es lo mismo, por cierto, que preguntarle si “tiene
algo que manifestar”). Desde luego que en esta oportunidad el acusado podrá agregar cuanto
crea conveniente a su defensa (exculpación o atemperación de su responsabilidad jurídica
penal); incluso puede admitir su responsabilidad.
Lo ocurrido en el debate oral deberá registrarse en un acta (art. 394 del C.P.P.N.), que el
secretario del tribunal labrará con la finalidad de “conservar para el futuro la prueba de la
palabra hablada” (Beling). No se exige un registro completo, sino que sólo deberá contener los
datos que a continuación se detallan, bajo pena de nulidad. Se trata de un instrumento público
y como tal hace plena fe hasta que sea redargüida de falsa por acción civil o criminal, ante el
tribunal de casación u otro tribunal.
El acta debe registrar la identidad y roles procesales de las personas que han intervenido en el
debate; por eso se exige que en ella conste el nombre y apellido de los jueces, jurados, fiscales
querellante particular, de las otras partes (actor civil, tercero civilmente demandado, asegurador
citado en garantía), defensores, y mandatarios, testigos, peritos e intérpretes (respecto de
estos tres últimos, con mención del juramento que prestaren).
El acta del debate servirá, asimismo, para dejar constancia de la realización de los actos de
postulación o decisión importantes que se desarrollaron oralmente durante su transcurso, como
las resoluciones del tribunal o las “instancias” (v. gr., requerimiento de nuevas pruebas)
recursos, reservas y protestas del Fiscal y de las partes, y las “conclusiones” que éstas emitan,
durante la discusión final.
Respecto de los elementos de prueba recibidos, tanto con la intervención personal de los
órganos de prueba, como los que se incorporen por su lectura, el acta deberá enunciar su
producción o incorporación en el debate, precisando los datos necesarios para su identificación
y validez mínimos (v. gr., el nombre y apellido de los testigos, peritos e intérpretes, con
mención del juramento; la incorporación por lectura de un acta de reconocimiento de personas,
etc.), pues sólo aquellos podrán dar base a la sentencia.
Respecto a su concreto contenido probatorio (v. gr., lo que el testigo dijo) sólo será exigible que
conste en el acta aquel tramo o segmento que el Presidente ordenare, o solicitaren el Ministerio
Público o las partes.
15
SEMANA 11
MÓDULO 11
En las causa de prueba compleja (art. 395 del C.P.P.N.), a petición de parte o cuando la
Cámara lo estimare conveniente, y con el solo propósito de evitar que a las "palabras se las
lleve el viento" se autoriza al Secretario que resuma al final de cada declaración o dictamen la
parte sustancial que deba tenerse en cuenta. También se permite la registración de imágenes,
sonidos y palabras de lo ocurrido en el debate. Es que la oralidad no es un fin en si misma y en
nada la desmerece que se conserven huellas fieles de pruebas y expresiones que darán marco
o fundamento a la sentencia. Estas registraciones permitirán la efectividad del derecho a
impugnar en casación por motivación falsa, bajo la vía de incidente de redargución de falsedad
de la sentencia, por discordancia entre las afirmaciones de la misma y lo ocurrido en el debate,
en cuanto a la producción y contenido de determinadas pruebas, de conformidad a lo estatuido
por el Código Civil.
La Sentencia:
Concepto:
La sentencia es el acto de voluntad razonado del tribunal de juicio, emitido luego del debate
oral y público, que habiendo asegurado la defensa material del acusado, recibido las pruebas
ofrecidas con la presencia continua de las partes, sus defensores y el fiscal, y escuchado los
alegatos de estos últimos, resuelve imparcial, fundadamente y en forma definitiva, sobre el
fundamento de la acusación y las demás cuestiones que hayan sido objeto del juicio,
condenando, o absolviendo al acusado.
Estructura legal de la deliberación: El Código establece que la deliberación versará sobre las
cuestiones objeto del juicio. Esto impone que en ella se respete la siguiente estructura (art. 398
del C.P.P.N.):
Cuestiones a resolver: Las cuestiones objeto del juicio sobre las que se manda al tribunal
deliberar antes de resolverlas, son las incidentales que hubieran sido diferidas; las relativas a
la existencia del hecho delictuoso, con discriminación de las circunstancias jurídicamente
relevantes; la participación del imputado; calificación legal; sanción aplicable; la
restitución o indemnización demandada y costas.
16
SEMANA 11
MÓDULO 11
Estas cuestiones deben haber sido propuestas o planteadas por la acusación y la defensa (en
las oportunidades establecidas por la ley para hacerlo). Todas ellas, por haber sido planteadas,
deberán ser tratadas y resueltas en la deliberación, con reflejo en la parte dispositiva de la
sentencia, bajo pena de nulidad de ésta.
Cada respuesta positiva configurará una conclusión sobre la cuestión planteada, lo que dará
paso al siguiente interrogante (de los precedentemente reseñados), hasta responder a todos:
allí quedará elaborada la sentencia que, como consecuencia de estas operaciones
intelectuales, resolverá condenar o absolver, imponiendo la pena (o, en su caso, la medida de
seguridad que corresponda), con invocación expresa de la ley aplicada. Si se hubiere ejercido
la acción resarcitoria, el tribunal deberá también interrogarse y responder (para decidir) si
corresponde o no hacer lugar a la demanda y, en caso afirmativo, sobre la existencia y
extensión del daño cuya reparación se reclama y la forma en que ésta será atendida, la
responsabilidad del tercero civilmente demandado que hubiese intervenido, y la extensión de
los efectos civiles del fallo al asegurador que hubiera sido citado en garantía.
Reglas: En la deliberación se deben respetar ciertas reglas referidas a las pruebas que deben
ser valoradas según el método de la sana crítica racional, que tiene una doble función en esta
oportunidad: por un lado, imponer a los tribunales un criterio “límite” para asignar eficacia
conviccional a los elementos de juicio que fundarán la sentencia, proporcionando a la vez una
guía para la construcción de su motivación; y, por el otro, sirve de herramienta de control de la
racionalidad concreta de las conclusiones de aquélla a los fines del ejercicio del derecho a
recurrirla.
La sana crítica racional establece la libertad de convencimiento de los jueces, pero exige a
éstos que las conclusiones a que lleguen sean el fruto razonado de las pruebas en que se las
apoye (y puedan mostrarse y explicarse como tal). Y esa libertad acordada a los jueces del
juicio incluye las facultades, primero, de seleccionar y descartar, y después conceder o restar
mayor o menor eficacia conviccional a las pruebas en que fundan la sentencia. Pero esta no
puede ser ni una atribución de ejercicio arbitrario, ni un pretexto o mecanismo para resolver de
acuerdo a su íntima convicción, voluntarismo o favoritismo.
La prueba cuyo contenido pude ser ampliado debe haber sido ya producida o incorporada al
debate por su lectura; no hay limitación alguna respecto a su tipo. Pero nunca de nuevas
pruebas no recibidas en el debate. Como efecto de la interrupción por este motivo, el debate se
reiniciará con arreglo a las normas comunes, pero circunscrito al objeto de la reapertura; no
obstante, y en ese límite, el imputado podrá declarar si así lo quisiera y el Fiscal y la demás
partes ejercitar todos sus derechos.
17
SEMANA 11
MÓDULO 11
“al examen de los nuevos elementos” que la ampliación haya arrojado. Previa invitación al
acusado a que diga la “ultima palabra”, el debate reabierto, deberá ser formalmente cerrado
nuevamente.
Redacción. Requisitos:
La redacción de la sentencia debe observar ciertos requisitos (art. 399 del C.P.P.N.).
Entre los descriptivos merece citarse la mención del Tribunal y fecha en que se dictare; el
nombre y apellido de los Jueces, Jurados, fiscales, partes y defensores que hubieran
intervenido en el debate; las condiciones personales del imputado. Se exige, asimismo, la firma
de los Jueces y Jurados; pero si uno de los miembros del Tribunal no pudiere suscribir la
sentencia por impedimento ulterior a la deliberación, esto se hará constar y aquélla valdrá sin
esa firma (v. gr., se encuentra internado).
Motivación: La sentencia deberá contener el voto de los jueces y jurados sobre cada una de las
cuestiones planteadas en la deliberación, con exposición concisa de los motivos de hecho y de
derecho en que se basen, sin perjuicio de que adhieran específicamente a las consideraciones
y conclusiones formuladas por el magistrado que votare en primer término.
La sentencia debe culminar con una decisión concreta sobre la acusación y la acción civil que
pudiera haber intentado (la que no siempre correrá la misma suerte que la cuestión penal).
18
SEMANA 11
MÓDULO 11
Si la sentencia fuera absolutoria (art. 402 del C.P.P.N.) en la parte dispositiva ordenará la
inmediata libertad del imputado que estuviere preso y la cesación de las restricciones
cautelares impuestas provisionalmente (v. gr., la caución,), aunque fuere recurrible (es un caso
de excepción expresa al efecto suspensivo propio, por ejemplo, del recurso de casación).
Podrá ordenar la aplicación de medidas de seguridad (si se fundara en la inimputabilidad del
art. 34, CP), y también la restitución, indemnización o reparación demandada, pues la
absolución del acusado no impedirá que el Tribunal de juicio se pronuncie (art. 26) sobre ella
en la sentencia (v. gr., se absuelve al automovilista por no haberse acreditado su culpa en las
lesiones que ocasionó a un peatón, pero se lo condena civilmente a indemnizar a éste por los
daños sufridos, por el riesgo del uso de la cosa).
Si la sentencia fuese condenatoria (art. 403 del C.P.P.N.) fijará las penas y medidas de
seguridad que correspondan, y resolverá sobre el pago de las costas.
Y si la acción civil hubiere sido ejercida, dispondrá, con arreglo a lo reclamado, la restitución del
objeto material del delito, la indemnización del daño causado y la forma en que deberán ser
atendidas las respectivas obligaciones.
Y como esta clase de sentencia debe “hacer cesar los efectos materiales del delito”, podrá
ordenar la restitución aunque la acción civil no hubiere sido intentada.
Por lo general (y a pesar de que se prevé como un procedimiento excepcional para el caso de
que la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora hicieran necesario diferir la redacción
de la sentencia) en dicha oportunidad se podrá leer tan sólo su parte dispositiva, fijándose
audiencia posterior para la lectura integral (en realidad, lo que interesará conocer en esa nueva
audiencia son sus fundamentos). La lectura se efectuará, bajo pena de nulidad, en las
condiciones previstas en el párrafo anterior y valdrá siempre como notificación para los que
hubieran intervenido en el debate, aunque no comparezcan al acto (siempre que hubieran sido
citados efectivamente); y a partir de ese momento comenzará a correr el término para
recurrirla.
El aludido principio impedirá dar por válidamente incorporada en la acusación un hecho que no
estaba comprendido ni descrito en ella. Su manifestación final supone que el factum contenido
en el documento acusatorio sea trasladado, sin alteración de sus aspectos esenciales, a la
sentencia, exigencia que se justifica por la circunstancia de que el hecho que se atribuye al
encartado marca el límite de la jurisdicción del tribunal de juicio (debe fallar sobre ese hecho y
no sobre otro), y también porque la sentencia debe fundarse en el contradictorio, el cual
desaparece si se condena por un hecho respecto del que el imputado no pudo refutar ni
"contra–probar", por no haber sido oportunamente informado sobre él (sería como una
"alevosía procesal").
19
SEMANA 11
MÓDULO 11
Conforme a lo establecido por el artículo 401 del C.P.P.N., respetándose estos requisitos, se
autoriza a que en la sentencia el Tribunal pueda dar al hecho contenido en la acusación una
calificación jurídica distinta, aunque deba aplicar penas más graves o medidas de seguridad,
siempre que el delito no sea de competencia de un tribunal superior).
6) Pedido de Absolución por parte del Fiscal. Efectos. Fallos de la C.S.J.N. “Tarifeño”,
“García”, “Cattonar”, “Montero”, “Marcilese” y “Mostaccio”:
Muchos sostuvieron que aquella pieza es la acusación, y surte efectos como tal, aun
“ultraactivos” a su formulación, aunque no contenga (ni pueda contener) un expreso pedido de
condena e imposición de pena.
Se ha dicho así que un código podría establecer válidamente que si el fiscal del juicio pide la
absolución del imputado, el tribunal no podrá condenarlo (ni aplicarle una pena más grave que
la pedida por aquél), sin que ello importe acordarle un poder de disposición sobre la pretensión
punitiva (que sería violatorio del art. 71 del C. Penal) (Cafferata Nores).
Pareciera que no hay muchos argumentos para negar la posibilidad de que una ley procesal
decida extender esa solución también al caso del pedido de absolución del fiscal del juicio. Es
que si el Ministerio Público Fiscal puede impedir la condena (a través del acuerdo entre fiscal
inferior y superior) al impedir el inicio del proceso o la realización del juicio oral, al no requerir la
instrucción o la elevación a juicio; si puede impedir una posible condena de un tribunal de
alzada al no recurrir la sentencia absolutoria dictada después del juicio o al desistir del recurso
contra ella, ¿por qué no podrá establecerse que pueda impedir, con su pedido de absolución,
que el tribunal de juicio condene al imputado? No parece existir ninguna razón nueva e
irrefutable, que invalide las que se invocan para justificar estas restricciones admitidas al
ejercicio de la jurisdicción (y menos alguna de jerarquía superior). Sobre todo si se toma en
cuenta que en nuestro sistema procesal los fiscales tienen que ser objetivos, pues deben
procurar la verdad y ajustarse a las pruebas sobre ella en sus requerimientos o conclusiones,
ya sea que resulte contraria o favorable al imputado.
Este deber de objetividad tiene su fuente concreta en los códigos que autorizan al Ministerio
Público Fiscal a pedir el sobreseimiento o requerir la absolución del imputado e, incluso, a
20
SEMANA 11
MÓDULO 11
interponer recursos en su favor (hasta contra una sentencia condenatoria firme). El Ministerio
Público Fiscal, entonces, no es un acusador a ultranzas: sus requerimientos estarán orientadas
por lo que “en derecho corresponda”, pues sólo así cumplirá bien su función de promover la
acción de la justicia “en defensa de la legalidad” (art. 120, CN).
Lo cierto fue que en ese fallo “Tarifeño”, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, puso de
manifiesto que, sin perjuicio de la inobservancia del requisito propio de la vía intentada,
señalada en el dictamen del Procurador General, la lectura del expediente pone al descubierto
una transgresión a las garantías constitucionales de la defensa en juicio y el debido proceso de
tal entidad que, más allá de cualquier imperfección en la habilitación de la competencia de la
Corte para conocer de los agravios expresados respecto de la sentencia apelada, afecta la
validez misma de su pronunciamiento, circunstancia que debe ser atendida y declarada con
antelación a cualquier otra cuestión que se hubiera planteado.
De esta manera, la Corte focalizó su interés en un tema mucho más profundo que el exaltado
por el Procurador General y estaba, así, sentando jurisprudencia.
Textualmente, en su fallo, sostuvo “...En efecto, si bien es doctrina de este tribunal que sus
sentencias deben limitarse a lo peticionado por las partes en el recurso extraordinario (Fallos
297:133 ; 298:354 ; 302:346 , 656; 306:2088, entre muchos otros), constituye un requisito
previo emanado de su función jurisdiccional el control, aun de oficio, del desarrollo del
procedimiento cuando se encuentran involucrados aspectos que atañen al orden público, toda
vez que la eventual existencia de un vicio capaz de provocar una nulidad absoluta, y que afecta
una garantía constitucional, no podría ser confirmada. Que esta Corte tiene dicho
reiteradamente que en materia criminal la garantía consagrada por el art. 18 CN. exige la
observancia de las formas sustanciales del juicio relativas a la acusación, defensa, prueba y
sentencia dictada por los jueces naturales (Fallos 125:10; 127:36; 189:34 , 308:1557 , entre
muchos otros). Que en el sub lite no han sido respetadas esas formas, en la medida en que se
ha dictado sentencia condenatoria sin que mediase acusación. En efecto, dispuesta la
elevación a juicio, durante el debate el fiscal solicitó la libre absolución del sujeto 7 pasivo del
proceso, y, pese a ello, el tribunal de juicio emitió la sentencia recurrida, por lo que corresponde
decretar su nulidad y la de las actuaciones posteriores que son consecuencia de ese acto
inválido. Por ello, se resuelve: declarar la nulidad del fallo y de los actos procesales dictados en
su consecuencia. Hágase saber, incorpórese al principal y devuélvase a su origen para que se
prosiga con la tramitación de la causa conforme a derecho. Enrique S. Petracchi. Augusto C.
Belluscio. Jorge A. Bacqué”.
No podemos dejar pasar por alto que ese fallo fue anterior a la reforma constitucional de 1994,
quién dio nacimiento al Ministerio Público como un órgano extra poder. Sin dudas, será éste el
eje sobre el cual se asienta la acción penal pública que posiciona al Fiscal del juicio como
actor fundamental e imprescindible del juicio criminal.
El juez será entonces aquello que su denominación proclama, sólo "juez, nunca parte”.
En este mismo sentido se expresó también la Corte en el caso “García, José A.” del 22 de
Diciembre de 1994.
La fuerte discusión que se planteó cuando la Corte Suprema dijo que el tribunal, frente al
pedido de absolución fiscal, no podía condenar al imputado, posteriormente quedó relegada a
un plano puramente especulativo pues ella misma la dejó sin efecto en el marco del Fallo
“Marcilese” (CSJN, “Recurso de Hecho –Marcilese, Pedro Julio y Otro s/ Homicidio Calificado-”,
Causa N° 15.888/98, Fallo del 15/08/2002).
21
SEMANA 11
MÓDULO 11
exigencia acusatoria que la Constitución consagra con el principio del debido proceso, definido
por el máximo Tribunal como aquél que posee acusación, defensa, prueba y sentencia.
Cabe recordar que en la mencionada causa, el empresario Pedro Marcilese había sido
detenido, procesado y condenado a prisión perpetua en mérito de ser encontrado penalmente
responsable del delito de instigación del homicidio calificado por promesa remuneratoria y
alevosía, ocurrido el día 12 de Junio de 1993 en perjuicio del abogado salteño Miguel de
Escalada. La causa pasó por varios juzgados, hasta que en 1996 se hizo cargo el juez Abel
Fleming. Luego de un año de investigación se logró la detención del tucumano Urueña, quién
confesó la autoría material del crimen en complicidad con su esposa. 18 Urueña declaró haber
matado a De Escalada por encargo de Marcilese, quién usó de intermediario a Angel Russo.
Ambos fueron detenidos en Abril de 1997. A mediados de Mayo, Urueña, Marcilese y Russo
fueron procesados por homicidio calificado, en tanto que Mónica Nucciarelli fue considerada
autora de lesiones gravísimas. La mujer declaró que su marido fue contratado para ―dar una
paliza a De Escalada‖. La defensa de Marcilese apeló la resolución de Fleming ante la Cámara
de Acusación, la que meses más tarde confirmó el procesamiento. El caso llegó a juicio en los
primeros días de Agosto de 1998. El debate duró cuatro meses, en cuyo transcurso Russo
negó todo lo que había declarado contra Marcilese. Pero el episodio más resonante, sin dudas
fue el pedido de absolución a favor de Russo y Marcilese pronunciado por el Fiscal Anuch. A
pesar de ello, el 24 de Noviembre el tribunal condenó a prisión perpetua a los cuatro
procesados. La defensa de Marcilese casó la sentencia ante la Corte de Justicia de la Provincia
de Salta, que si bien fue concedido por el tribunal de mérito y declarado parcialmente admisible
desde el punto 19 de vista formal, el 4 de Abril de 2000, por unanimidad, el máximo Tribunal
Provincial confirmó la sentencia recurrida, entendiendo que el pedido absolutorio del Ministerio
Público no se encontraba debidamente fundado, apoyándose en su sola voluntad, que no hubo
afectación al derecho de defensa en juicio y que los precedentes existentes, tanto en el orden
local como nacional, no resultaban de aplicación al caso Así, Marcilese, a través de su
Abogado Defensor, interpuso Recurso Extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, cuya denegatoria dio lugar a la articulación del correspondiente Recurso de Queja. El
fundamento por excelencia que utilizó la defensa de Marcilese, fue, claro está, la doctrina
sentada por la Corte en el fallo “Tarifeño”. El recurrente atribuye arbitrariedad al fallo apelado
pues, a su entender, el a quo efectuó una errónea interpretación de la doctrina de la Corte
Suprema, sentada a partir del fallo dictado en la causa "Tarifeño", vicio que apareja la
afectación de las garantías del debido proceso y de defensa en juicio en la especie. Para ello
señala que la ampliación del requerimiento de elevación a juicio no resulta suficiente -a los
fines del cumplimiento de las formas sustanciales del juicio relativas a la acusación, defensa,
prueba y sentencia-, pues la acusación sólo puede considerarse integrada luego de
sustanciado el debate.
Dos años fueron los que “Marcilese” mantuvo vigencia, en 2004 “Mostaccio” (“Mostaccio, Julio
Gabriel s/ Homicidio Culposo”, del 17/02/2004) volvió a la senda de “Tarifeño”.
22
SEMANA 11
MÓDULO 11
Atento los fallos hasta aquí analizados, podemos concluir señalando que la exigencia
constitucional del debido proceso abarca la pretensión de consagrar un juicio que reúna los
elementos sustanciales de acusación, defensa, prueba y sentencia.
El devenir histórico nos lleva indudablemente hacia la consagración de un nuevo juicio criminal,
donde el juez sólo sea eso, juez, y nunca parte. Donde el Ministerio Público represente al
Estado-Nación llevando la voz de las pretensiones institucionales. Donde también la víctima
tenga el derecho, y por sobre todo la garantía, de exigir por parte del Estado una sentencia
justa, que ponga la luz de la justicia sobre la oscuridad de los hechos llevados a juicio, muchas
veces cargados de dolores insoportables. Y fundamentalmente, donde el acusado, imputado en
la comisión de un delito criminal, goce del respaldo que todo el orden jurídico pueda brindarle
para garantizar un debido proceso legal, que respete a rajatabla el principio de inocencia
consagrado magistralmente por el constituyente, permitiéndosele conocer de qué se lo acusa,
23
SEMANA 11
MÓDULO 11
porque hechos, y bajo que norma legal se lo trae a juicio, gozando de la representación
necesaria de un profesional del derecho que lo asista.
Nulidad de Sentencia:
Se enumeran a continuación (art. 404 del C.P.P.N) los vicios intrínsecos de la sentencia que
pueden ocasionar su nulidad, si bien ésta puede proceder por otras razones extrínsecas o
precedentes (v. gr., la defectuosa constitución del tribunal, el exceso en el plazo máximo de
suspensión del debate; la violación del secreto de la deliberación, etc,).
En cualquier caso, la nulidad de la sentencia podrá ser requerida a través del recurso de
casación, al amparo de la causal de inobservancia de normas constitucionales o procesales
Causales de nulidad:
Irregularidades de la base fáctica: La sentencia será nula si faltare la enunciación del hecho
que fuera objeto de la acusación. Es que si la base del juicio es la acusación, es natural que el
hecho que la motiva deba consignarse en la sentencia que le pone fin, y que sobre ella
resuelve. Sólo así se podrá controlar si el fallo decide sobre todas las cuestiones postuladas
por la acusación o refutadas por la defensa, la congruencia o correlación fáctica entre ambas
(acusación y sentencia), el ámbito de la cosa juzgada y el alcance del principio non bis in ídem.
Aquella enunciación no podrá ser sustituida por la determinación circunstanciada del hecho que
el Tribunal estime acreditado luego del debate, el que no podrá contener mutaciones
sustanciales respecto del descrito en la acusación. En caso de que se hubiera ejercitado la
acción resarcitoria, la omisión de describir los extremos de la demanda civil podrá ocasionar la
misma sanción.
Ilegalidad de la prueba: La sentencia será nula en caso de fundamentación ilegal, tanto por
valerse de pruebas ilegalmente obtenidas (v. gr., confesión arrancada por medio de apremios)
como por sustentarse en pruebas ilegalmente incorporadas al debate (v. gr., testimonio recibido
en la investigación preparatoria, pero fuera de los casos taxativamente autorizados para su
lectura). La prueba ilegalmente valorada ocasionará la nulidad de la sentencia sólo si fuese
dirimente.
En términos generales, puede decirse que la sentencia será nula en caso de falta de
fundamentación, comprendiéndose en este vicio la ausencia total de fundamentos (v. gr., se
resuelve así porque sí, sin invocar prueba alguna – hipótesis de gabinete–); o las hipótesis de
que los datos admitidos como probatorios no pueden ser considerados tales (no son
“ontológicamente” pruebas) por su incapacidad o falta de idoneidad potencial para generar
conocimiento (v. gr., la “visión” de una pitonisa, el testimonio de un imbécil); o la
fundamentación aparente (el fallo no se basa en pruebas, sino en opiniones o valoraciones); o
la fundamentación incongruente, cuando no contiene una adecuada referencia a los hechos de
la causa (la prueba que se invoca en sustento de una conclusión no tiene relación con ella); o
la fundamentación falsa (v. gr., la conclusión se funda en una inexacta reproducción de los
dichos del testigo), o la fundamentación global (no se especifica en qué prueba se fundamenta
cada conclusión). También se conmina con nulidad la fundamentación omisiva (cuando se
omite valorar prueba dirimente, que de haber sido valorada hubiese determinado una
24
SEMANA 11
MÓDULO 11
Violación a las reglas de las sana crítica: La nulidad que se conmina en relación a pruebas
dirimentes, se ocasiona por la violación a cualquiera de las reglas de la sana crítica, y no
únicamente en los casos (como entiende alguna jurisprudencia) de arbitrariedad, es decir, por
una “decisión contraria a la justicia, la razón o las leyes, dictada sólo por la voluntad, el
capricho, o por el absurdo”, por un fundamento “contrario y opuesto a la razón, que no tiene
sentido; extravagante, irregular, chocante, contradictorio, irracional, arbitrario o disparatado”. Es
que los principios de la recta razón (los de la “sana crítica”), expresan mucho más que mero
capricho, extravagancia o disparate, que son los reducidos alcances de la arbitrariedad y el
absurdo: las reglas de la lógica, de las ciencias y de la experiencia común abarcan un universo
de posibilidades que exceden con holgura los supuestos extremos de arbitrariedad o absurdo,
a los que ciertamente incluyen, pero no pueden reducirse sólo a ellos (piénsese, por ejemplo,
en la vulneración del principio de razón suficiente y sus especiales requisitos tratándose de
sentencias de condena frente a la certeza apodíctica que le exige el principio de inocencia; o
en las hipótesis de ejercicio abusivo de las facultades de selección de la prueba por parte del
tribunal de juicio). Casos Los más frecuentes defectos lógicos de la motivación se relacionan
con violaciones al principio de razón suficiente. Este principio requiere que la prueba en la que
se basen las conclusiones fácticas a que se arriben en las sentencias de condena, sólo puedan
dar fundamento a esas conclusiones y no a otras; que ellas deriven necesariamente de los
elementos de convicción invocados en su sustento. También quedará afectada la validez del
razonamiento si él se asienta en máximas de experiencia falsas (porque carecen de la
“generalidad” necesaria para adquirir esa condición, y sólo reflejan opiniones derivadas de
experiencias particulares del sentenciante), o les acuerda un valor certero cuando sólo puede
invocarse de ellas una simple probabilidad. Y también existirá nulidad de la motivación cuando
sus conclusiones sean contrarias a reglas de la ciencia en general (v. gr., que no es posible
que la caída de un rayo ocasione un incendio) o de la sicología en particular (v. gr., se niega la
posibilidad de que las personas puedan evocar percepciones sensoriales que han
experimentado).
El “in dubio pro reo”: Hasta antes de la reforma constitucional de 1994 había margen para
sostener que, a pesar del mandato expreso de resolver a favor del acusado en caso de duda
sobre cuestiones de hecho, no se podía controlar la observancia del principio in dubio pro reo
en la sentencia condenatoria, por ser un simple precepto de carácter procesal, que por
funcionar en el área de la valoración de la prueba resultaba de incumbencia exclusiva de los
tribunales de juicio; por eso se impedía tachar de nulidad a la sentencia, bajo el argumento de
que había desobedecido la ley procesal que establecía ese principio. Hoy, en cambio, hay
quien señala en doctrina que el in dubio pro reo es (por obra de la normativa supranacional)
una garantía de literal estirpe constitucional por ser de la esencia (pues es la contracara) del
principio de inocencia (art. 8.2, CADH; art. 14.2, PIDCP; art. 75, inc. 22, CN), que exige
expresamente para que se pueda dictar una sentencia de condena, que se pruebe la
culpabilidad (art. 14.2, PIDCP) plenamente, es decir, más allá de cualquier duda razonable, por
lo que, su palmaria violación en la sentencia de condena puede ocasionar la nulidad de ésta,
aunque sólo fuera por el nivel constitucional del mandato y aun cuando el Código no conmine
expresamente con nulidad su inobservancia en la condena. Sin embargo, esta no es la posición
doctrinaria dominante, ni mucho menos la admitida por los tribunales de casación, aunque
debiera serlo por imperio del principio de inocencia y la necesaria aplicación operativa que
tienen las normas de los pactos internacionales sobre derechos humanos por parte de los
tribunales argentinos.
Otros vicios formales: Como la sentencia debe resolver sobre todas las cuestiones que
fueron objeto del juicio, se conmina su nulidad en caso de que faltare o fuere incompleta en sus
25
SEMANA 11
MÓDULO 11
elementos esenciales la parte dispositiva. El primer defecto (que faltare) es una hipótesis casi
de gabinete; el segundo, concurrirá cuando aquélla (la parte resolutiva) no agote (como debería
haberlo hecho) la decisión sobre las cuestiones esenciales objeto del juicio, como por ejemplo,
si en ella no se puede establecer por qué hechos absuelve y por cuáles condena, o, en este
último caso, no se pueda establecer cuál es la calificación legal que adopta, o la especie o
cantidad de la pena que impone, o el modo de su ejecución, o por qué rubros acepta o rechaza
la acción civil deducida, etc. Pero si el faltante no fuera esencial, la nulidad no se producirá, sin
perjuicio de la posibilidad de rectificación o aclaratoria .
Igual sanción se conmina para el caso que faltare la fecha del acto, o la firma de los Jueces o
Jurados, salvo que alguno de ellos no pudiere suscribir la sentencia por un impedimento ulterior
a la deliberación, lo que se hará constar y aquélla valdrá sin esa firma.
Respecto de esto ahora se admiten alternativas para abreviar el juicio oral y público, cuando su
realización completa no sea imprescindible para arribar a una sentencia que resuelva el caso,
con respeto de los principios de legalidad y verdad, y así lo acuerden el tribunal, el fiscal y el
acusado. Condición sine qua non (aunque no la única) para ello, será que la prueba reunida en
la investigación preparatoria sea idónea a tal fin, sin que sea necesario reproducirla en un
debate, a criterio de los sujetos esenciales del proceso.
Procedencia:
Justificación:
El juicio abreviado beneficia al Estado pues permite, por un lado, ahorrar el tiempo y el
significativo costo que insume la realización del juicio oral y público. También favorece al
acusado pues, a cambio de su colaboración (confesión o aceptación de la acusación) podrá
obtener una pena inferior a la que podría corresponderle en el juicio común, logrando –a la
vez– una mayor personalización en la solución de su caso, pues podrá librarse de la
incertidumbre ínsita en todo juicio y participar en una decisión trascendente sobre su vida y su
26
SEMANA 11
MÓDULO 11
futuro (la pena) que, en el procedimiento ordinario, le sería impuesta por la autoridad (“bajada”,
se dice en el lunfardo carcelario). Por cierto que será imprescindible una adecuada defensa
técnica, sobre todo cuando sea prestada por el Estado.
Trámites:
El acuerdo sobre el trámite abreviado es formal y exterioriza uno previo y de carácter material:
el que el fiscal y el imputado y su defensor hacen sobre la pena a imponer, que será más leve o
la mínima, o de ejecución condicional, como contrapartida del consentimiento para el trámite
abreviado, o de la confesión o aceptación de la acusación, y que el tribunal, si acepta esta vía,
no podrá aumentar.
Acuerdos. Límites:
Como no hay un marco jurídico–penal que permita incorporar (formalmente) a este acuerdo,
criterios de oportunidad o concesiones hacia la verdad consensuada, el mismo debe
circunscribirse a la cantidad o calidad de la pena aplicable al caso concreto o a modalidades de
su ejecución (v. gr., condena condicional), de acuerdo a la calificación jurídica que corresponde
al hecho acusado, que además de confesado o reconocido por el imputado, debe encontrarse
acreditado concordantemente por las pruebas de la investigación preparatoria. No se trata,
entonces, de que el acuerdo pueda libremente evitar la pena para algunos delitos,
reprimiéndose sólo otros, o que la pena a imponer sea inferior al mínimo de la escala prevista
para el delito acusado, o que se acepte una calificación legal más leve que la que corresponde,
o que se tenga como probado un hecho distinto del que ocurrió, o como existente uno que no
está acreditado que exista, o que el acusado participó en él (aun cuando, en la realidad,
algunas de estas cosas pueda ocurrir).
Se trata sólo de acordar un punto entre el mínimo y el máximo de la escala penal conminada
para el delito de que se trata (o la elección de una pena entre las previstas como alternativas o
una modalidad de su ejecución) que a criterio del acusado le resulte favorable, como
contrapartida de su consentimiento al procedimiento más rápido y económico, a través de su
reconocimiento o aceptación de los hechos que se le atribuyen. Este es el núcleo del juicio
abreviado.
Su aceptación tampoco implica prescindir de la verdad histórica, o sustituirla por una verdad
consensuada. Basta reparar que la sentencia se fundará en las pruebas recogidas en la
investigación preparatoria (que se orienta hacia el logro de la verdad), y no en la confesión que
pudiera haber prestado el acusado en el marco del acuerdo, confesión que –es bueno
recordarlo– deberá ser verosímil y concordante con aquellas probanzas, lo que ratificará
(reforzándolo) su valor conviccional.
La procedencia del juicio abreviado requiere la conformidad del tribunal (si no la presta, debe
adoptarse el trámite ordinario) que estará relacionada con su anuencia sobre los siguientes
puntos: a) Que el hecho y la participación confesada o reconocida por el imputado se
encuentren suficiente y concordantemente acreditados por las pruebas reunidas en la
investigación preparatoria; b) Que la calificación jurídica propuesta por el fiscal sea la
adecuada, y la pena requerida y consentida sea acorde con ese encuadramiento.
Sentencia:
27
SEMANA 11
MÓDULO 11
La sentencia que se dicte deberá reunir los mismos requisitos que se exigen para ella en el
juicio común, y deberá fundarse en las pruebas recibidas en la investigación preliminar y en la
concordante aceptación de responsabilidad por parte del acusado.
JUICIOS ESPECIALES:
Los códigos autorizan, a la par del juicio común, la realización de juicios especiales. Estos
tienden, tratándose de delitos de acción pública, a facilitar la simplificación y abreviación del
juicio, bajo la premisa que el desgaste jurisdiccional que implica el enjuiciamiento oral y público
debe tener una cierta proporcionalidad con la entidad del delito que se quiere juzgar, la
complejidad de la prueba y la aquiescencia del acusado. El argumento invocado para la
simplificación es doble: por un lado, la mayor facilidad probatoria de los delitos leves o de
mediana gravedad (no procede si hay dificultades); por otro, la imposibilidad de juzgarlos a
todos –dada su gran cantidad– mediante el juicio común.
1) Juicio Correccional:
En este juicio especial (arts. 405 a 409 del C.P.P.N.) la simplificación consiste que se reducen
algunos plazos y el órgano jurisdiccional ante el que se ventile el juicio siempre será
unipersonal.-
En el caso del Código Procesal de la Provincia del Chaco (que establece las previsiones para
este tipo de juicio en su artículo 412) a lo antedicho le suma -por extensión del principio nemo
iudex sine actore, y mayor garantía para el acusado frente a un juez individual de instancia
única-, que éste no podrá condenar al acusado si el Ministerio Público no lo requiere, ni
imponerle una sanción más grave que la requerida por éste.
En lo demás, el Juez Correccional procederá de acuerdo con las normas del juicio común, y
tendrá las atribuciones propias del Presidente y del Tribunal encargado de aquél.
Los términos que establecen los artículos 354 y 359 del C.P.P.N. serán de cinco (5) y tres (3)
días respectivamente; mientras que en el caso del Código Procesal de la Provincia del Chaco,
los términos establecidos en su artículo 364 serán de tres (3) a quince (15) días
respectivamente.
Procedencia:
El juicio correccional en la Provincia del Chaco procede en casos de delitos de acción pública
(dolosos y culposos) que estuvieren reprimidos con prisión no mayor de cinco (5) años o pena
no privativa de la libertad y en los delitos de acción privada (art. 38 del C.P.P. de la Provincia
del Chaco).
2) Juicio de Menores:
Regla General.:
Artículo 410 del C.P.P.N.: En las causas seguidas contra menores de 18 años se procederá
conforme a las disposiciones comunes a este código, salvo las que se establecen en este
capitulo.
Detención y Alojamiento:
Artículo 411 del C.P.P.N.: La detención de un menor solo procederá cuando hubiere motivos
para presumir que no cumplirá la orden de citación, o intentara destruir los rastros del hecho, o
se pondrá de acuerdo con sus cómplices, o se inducirá a falsas declaraciones. En tales casos
el menor será alojado en un establecimiento o sección especial, diferentes a los de los
mayores, donde se clasificara según la naturaleza y modo de ejecución del hecho que se le
28
SEMANA 11
MÓDULO 11
Medidas Tutelares:
Artículo 412 del C.P.P.N.: El tribunal evitará, en lo posible, la presencia del menor en los actos
de la instrucción Y observara lo dispuesto a su respecto en el art.76. Podrá disponer
provisionalmente de todo menor sometido a su competencia entregándolo para el cuidado y
educación a sus padres u a otra persona o institución que, por sus antecedentes y condiciones,
ofrezca garantías morales, previa información sumaria, audiencia de los interesados y dictamen
del asesor de menores. En tales casos, el tribunal podrá designar un delegado para que se
ejerza la protección y vigilancia directa del menor y periódicamente le informe sobre la
conducta y condiciones de vida de aquel.
Artículo 413 del C.P.P.N.: Además de las comunes, durante el debate se observara las
siguientes reglas:
1. El debate se realizará a puertas cerradas, pudiendo asistir el fiscal y las otras partes, sus
defensores, los padres, el tutor o guardador del menor y las personas que tengan interés
legítimo en presenciarlo.
3. El asesor de menores deberá asistir al debate bajo pena de nulidad y tendrá las facultades
atribuidas al defensor aun cuando el imputado tuviere patrocinio privado.
4. El tribunal podrá oír a los padres, al tutor o guardador del menor, los maestros, patrones o
superiores que este tenga o hubiera tenido y las autoridades tutelares que puedan suministrar
datos que permitan apreciar su personalidad. Estas declaraciones podrán suplirse por la lectura
de sus informes. Se cumplirá además con lo dispuesto a su respecto en el artículo 78.
Reposición:
Artículo 414 del C.P.P.N.: De oficio, o a petición de parte, el tribunal podrá reponer las medidas
de Seguridad y educación adoptadas con respecto al menor. A tal efecto se podrá practicar la
información sumaria conveniente y deberá oírse en audiencia a los interesados antes de dictar
la resolución.
Toda persona con capacidad civil que se pretenda ofendida por un delito de acción privada (art.
73, CP), tendrá derecho a presentar querella ante el Tribunal de juicio competente, y a ejercer
conjuntamente la acción civil resarcitoria. Igual derecho tendrá el representante legal del
incapaz, por los delitos cometidos en perjuicio de éste.
La persona ofendida es el titular del bien lesionado por el delito y tutelado por la ley penal, y no
el simplemente damnificado por el delito.
Las personas colectivas, es decir, las asociaciones con fines lícitos, con o sin personería
jurídica, tienen capacidad para querellar por delitos que atenten contra el buen nombre, la
confianza o el crédito de que gozaren o que violen sus secretos o impliquen una concurrencia
desleal en su perjuicio.
La “querella” o acusación, no es una simple instancia del agraviado mediante la denuncia del
delito, para que el órgano público ejerza la acción penal, sino que implica el ejercicio de la
acción penal emergente del delito, y su autor queda ligado como parte al proceso. Por eso se
establece que el querellante quedará sometido a la jurisdicción del Tribunal en todo lo referente
29
SEMANA 11
MÓDULO 11
al juicio por él promovido y a sus consecuencia legales (v. gr., se le puede exigir el patrocinio
letrado o la unificación de representación, se le puede imponer costas, queda sometido al
poder disciplinario del tribunal; y hasta puede resultar penal y civilmente responsable de
acusación calumniosa).
Cuando los querellante fueran varios, deberán actuar bajo una sola representación, la que se
ordenará de oficio si ellos no se pusieran de acuerdo (art. 416 del C.P.P.N.).
La querella, que contiene ab initio la acusación dirigida contra el querellado y abre el proceso
cuando es jurisdiccionalmente admitida, será presentada:
b) Con una copia para cada querellado: a fin de que el Tribunal se las remita al citarlos a la
audiencia de conciliación (art. 424 del C.P.P.N.);
Además, la querella deberá expresar bajo pena de inadmisibilidad: 1º) El nombre, apellido y
domicilio del querellante y en su caso, también los del mandatario. 2º) El nombre, apellido y
domicilio del querellado, o si se ignorasen, cualquier descripción que sirva para identificarlo. 3º)
Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho, con indicación de lugar, fecha y hora
en que se ejecutó, si se supiere. 4º) Si se ejerciere la acción civil, la demanda para la
reparación de los daños y perjuicios ocasionados. 5º) Las pruebas que se ofrezcan,
acompañándose: la nómina de los testigos con indicación del nombre, apellido, profesión,
domicilio, y hechos sobre los que deberán ser examinados. Cuando la querella verse sobre
calumnias o injurias, el documento que a criterio del accionante las contenga, si fuere posible
presentarlo. Esta exigencia se justifica en razón de la ausencia total de un período preparatorio
de investigación que, en nuestra ley, caracteriza a este procedimiento especial. Es que no hay,
en los juicios por delito de acción privada, una etapa procesal enderezada a reunir las pruebas
útiles para dar base a la acusación. 6º) La firma del querellante, cuando se presentare
personalmente, o si no supiere firmar, la de otra persona a su ruego, quien deberá hacerlo ante
el Secretario (si la querella se presenta por mandatario especial, deberá llevar la firma de éste).
Aunque no se exige expresamente, la querella deberá consignar el encuadramiento legal de los
hechos a que se refiere.
La querella será rechazada cuando no se pueda proceder o cuando el hecho en ella contenido
no encuadre en una figura penal, pero si se refiere a un delito de acción pública será remitida al
Fiscal de Instrucción (y frente a éste, la querella valdrá como denuncia).
Renuncia:
El querellante podrá renunciar a su querella expresamente en cualquier estado del juicio, pero
quedará sujeto a responsabilidad por sus actos anteriores. Es una facultad que, sumada al
criterio de oportunidad que determina el inicio del procedimiento conforme la exclusiva voluntad
discrecional del particular ofendido y a los institutos de la conciliación y la retractación, pone en
evidencia el marcado carácter dispositivo de este juicio.
30
SEMANA 11
MÓDULO 11
La renuncia de la querella implica el de la acción penal privada (art. 59, inc. 4º, CP). Por
consiguiente, quien hubiera desistido de querellar no puede volver a hacerlo en la misma causa
o en otra.
Por otra parte, la renuncia por el querellante a la acción civil o su convenio sobre el pago del
daño civil, implica su renuncia a la acción penal privada (Núñez).
Se tendrá por renunciada (desistimiento implícito o tácito) la acción privada (art. 422 del
C.P.P.N.): a) Si el querellante o su mandatario no instaren el procedimiento durante un término
de sesenta (60) días; b) Cuando el querellante o su mandatario no concurrieren a la audiencia
de conciliación o del debate, sin justa causa, la que deberán acreditar antes de su iniciación si
fuere posible, o en caso contrario, dentro de los cinco (5) días posteriores; c) Cuando muerto o
incapacitado el querellante, no compareciere ninguno de sus herederos o representantes
legales a proseguir la acción, después de los sesenta (60) días de ocurrida la muerte o
incapacidad.
Cuando el Tribunal declare extinguida la pretensión penal por renuncia del querellante,
sobreseerá en la causa y le impondrá las costas, salvo que las partes hubieran convenido a
este respecto otra cosa (art. 423 del C.P.P.N.).
Procedimiento:
Cuando el querellante ignore el nombre, apellido o domicilio del autor del hecho, o deban
agregarse al proceso documentos que no estén en su poder, se podrá ordenar una
investigación preliminar para individualizar al querellado o conseguir la documentación (art. 426
del C.P.P.N).
Conciliación y retractación:
Cuando las partes se concilien en la audiencia o en cualquier estado del juicio, se sobreseerá
en la causa y las costas serán por el orden causado, salvo que aquéllas convengan otra cosa.
Publicidad de la retractación:
En los delitos contra el honor la retractación será publicada a petición del querellante, en la
forma que el Tribunal estimare adecuada. La norma procesal no distingue entre el caso en que
el delito contra el honor ha sido cometido públicamente y los supuestos en que lo ha sido por
31
SEMANA 11
MÓDULO 11
cualquier medio de difusión (que es el único en que el Código Penal le confiere al ofendido el
derecho a la publicación de la retractación –art. 114, párrafos 1º y 3º, CP-), o sin publicidad.
Por eso se señala (Núñez) que como la publicación es un medio accesorio a la sentencia
condenatoria o a la retractación, para lograr una reparación del honor “análoga a la ofensa”, su
regulación corresponde al Código Penal y, por consiguiente, el CPP local no puede ampliar su
admisibilidad.
Es útil precisar que el art. 425 del C.P.P.N. no le confiere al querellante el derecho de exigir esa
publicidad, sino el de exigir que la retractación sea hecha conocer en la forma que el Tribunal,
con arreglo a las circunstancias del caso, estimare adecuada para el resguardo del honor del
querellante. La publicación será a cargo del querellado.
Prisión y embargo:
El Tribunal podrá ordenar la prisión preventiva del querellado, previo una información sumaria y
su declaración, sólo cuando hubiere motivos graves para sospechar que tratará de eludir la
acción de la justicia y concurrieren los requisitos previstos por los artículos 306 y 312 del
C.P.P.N.
Cuando el querellante ejerza la acción civil podrá pedir el embargo de los bienes del
querellado, respecto de lo cual se aplicarán las disposiciones comunes.
Juicio:
Ejecución y recursos:
La sentencia será ejecutada con arreglo a las disposiciones comunes. En el juicio por
calumnias o injurias podrá ordenarse, a petición de parte, la publicación de la sentencia a costa
del vencido. La publicación sólo procede en el caso del art. 114, párrafo 1º, del CP.
Respecto de la acción penal, el querellante puede recurrir si, en el caso, puede hacerlo también
el Ministerio Fiscal. Pero no puede recurrir a favor del imputado, porque no tiene la calidad de
una parte pública, a la que le corresponda, como al Ministerio Fiscal, velar por la justa
aplicación de la ley penal. En vinculación con la acción civil, al querellante le corresponden los
derechos concedidos al actor civil. El querellado puede recurrir como imputado y como
demandado civil.
32
SEMANA 12
MÓDULO 12
SEMANA 12
MÓDULO 12
0
SEMANA 12
MÓDULO 12
Las resoluciones judiciales pueden ser contrarias al derecho y, por ende, ocasionar un perjuicio
indebido a los afectados.
Fundamento: Tal posibilidad, que deriva de la falibilidad propia de la condición humana de los
jueces, revela la necesidad de permitir una reexaminación y eventual corrección de sus
decisiones, para evitar la consolidación de la injusticia.
Esto se procura a través de los recursos, que constituyen una especie del más amplio género
de las impugnaciones, comprensivo a su vez de los múltiples remedios que se dan contra los
actos jurídicos y se concretizan, no sólo a través de los recursos, sino también de
planteamientos de revocatorias, rescisiones o nulidades, siempre que la corrección o
subsanación del yerro no esté atribuida al órgano judicial por actuación de oficio.
También se preocupan los Códigos por los perjuicios que, a la seguridad jurídica, pueda
ocasionar la jurisprudencia contradictoria, procurando soluciones en pro de la uniformidad de la
interpretación judicial de la ley a través de algunos recursos.
La legalidad y la justicia en la solución del caso concreto, a las que se agrega la seguridad
jurídica, son, entonces, los objetivos principales del sistema de recursos.
Concepto: Estas ideas básicas inspiran a los recursos, concebidos como vías procesales que
se otorgan al imputado, al Ministerio Público, al querellante y a las partes civiles, para intentar
la corrección de decisiones judiciales que, por ser de algún modo contrarias al derecho
(constitucional, sustantivo o procesal), ocasionan algún perjuicio a los intereses que encarnan o
representan.
Para acercarnos a un concepto más estricto del instituto, podemos decir que, desde un punto
de vista sustancial, el recurso es una manifestación de voluntad de quien ataca una
resolución judicial que considera ilegal y agraviante, a fin de que el tribunal que la dictó
u otro de grado superior (alzada), mediante un nuevo examen, la revoque, modifique o
anule (Ayán).
Caracteres:
El concepto de recurso, entonces, rechaza el posible control de oficio de aquéllas, pues hoy no
se concibe un recurso “automático”, que, en verdad, traduce una forma de control jerárquico de
los jueces inferiores por parte de los ubicados en escalas burocráticas superiores. Aquella
manifestación de voluntad, por su parte, se realiza a través de una instancia en virtud de la cual
el sujeto tiene el poder de influir en el desarrollo del proceso penal.
Titulares:
1
SEMANA 12
MÓDULO 12
La facultad de recurrir se encuentra específicamente regulada por la ley, que establece límites
expresos, tanto en lo subjetivo cuanto en lo objetivo.
No está de más apuntar aquí que la noción de “interés directo” se corresponde con lo que se
conoce por “agravio” en el lenguaje técnico procesal, que exige que la resolución que se ataca
tenga un contenido desfavorable para el impugnante, a los efectos del ordenamiento jurídico,
concretamente, y no según su apreciación subjetiva (Ayán).
De ello se sigue que no hay recurso para corregir errores jurídicos inocuos, vale decir, en puro
interés de la ley. Ciertamente que, cuando la ley la acuerde tal derecho, el Ministerio Público
puede recurrir a favor del imputado, pues la objetividad que debe inspirar su actuación requiere
que procure corregir posibles injusticias en perjuicio de éste.
Fines:
Por último, el concepto propuesto comprende las particulares finalidades de los recursos.
Una finalidad adicional es dable adscribir a los recursos que, sin embargo, yace fuera del
concepto procesal de los mismos, y que se orienta al ya aludido aseguramiento de la seguridad
jurídica. Se trata de la función nomofiláctica tendente a la consecución de la interpretación
uniforme de las normas jurídicas, o, en otros términos, de la función política de unificación y de
orientación de la jurisprudencia que, en tanto objetivo remoto, se reconoce generalizadamente
a los recursos.
Posibles resultados:
Con los recursos quien los interpone persigue un resultado: que el tribunal del recurso acepte
la ilegalidad de la resolución recurrida y la sustituya total o parcialmente por otra que decida
sobre lo mismo, pero en forma opuesta o diferente (revocación o modificación); o bien que, sin
sustituirla, sólo deje sin efecto la decisión recurrida (anulación), lo que, sobre todo tratándose
de la sentencia definitiva, determinará el envío (reenvío) a otro tribunal de la misma
competencia y jerarquía, para que dicte una nueva.
Objeto recurrible:
Los recursos sólo se autorizan contra resoluciones judiciales, quedando excluidos de su ámbito
los actos de los órganos judiciales desprovistos de carácter decisorio y los actos de las partes.
El giro lingüístico “resoluciones judiciales”, por cierto, es comprensivo tanto de los actos de los
órganos jurisdiccionales con virtualidad decisoria, como de las resoluciones del Fiscal de
Investigación durante la investigación penal preparatoria a su cargo. No obstante, la materia de
esta unidad atañe sólo a los recursos contra las resoluciones jurisdiccionales, por lo que al
estudio de ellos nos acotaremos.
2
SEMANA 12
MÓDULO 12
En lo que a resoluciones jurisdiccionales se refiere, el art. 122 del C.P.P.N. prevé tres clases de
decisiones: sentencia, auto y decreto.
La sentencia es la resolución que se dicta para poner término al proceso; auto, la que se emite
para resolver un incidente o artículo del mismo; decreto, la que se pronuncia en los demás
casos.
Según sea el recurso que se trate, abarcará un nuevo examen de la eficacia conviccional de
las pruebas en que se fundaron las conclusiones de hecho de la resolución cuestionada y el
contralor de la observancia del derecho constitucional, procesal y sustantivo –nota típica del
recurso de apelación–, o sólo este último tipo de control jurídico –nota típica del recurso de
casación–.
El recurso de apelación se acuerda contra las decisiones que adopten los jueces encargados
de realizar o controlar la investigación preparatoria, en tanto el de casación se reserva, en
general, para impugnar las sentencias definitivas dictadas en el juicio oral y público.
La diferencia fundamental entre ambos radica en las atribuciones del tribunal de alzada (ad
quem), que en el caso de apelación puede valorar de otra forma las pruebas en que se
fundaron las conclusiones de hecho a que se llegó en la decisión recurrida, y modificar total o
parcialmente estas conclusiones, llegando a otras diferentes (v. gr., para el juez que dispone la
elevación a juicio las pruebas reunidas permiten estimar como probable la culpabilidad del
imputado, pero el tribunal que entiende en la apelación puede considerar lo contrario y disponer
el sobreseimiento de aquél) posibilidad expresamente prohibida para el recurso de casación.
Este último parte de la base de la imposibilidad de modificar (intangibilidad) los hechos fijados
por el tribunal que dictó la sentencia, limitando el control sobre ésta a verificar el correcto
encuadramiento de aquellos en el derecho sustantivo (calificación legal), o al respeto de
normas constitucionales o procesales esenciales (generalmente de raíz constitucional) que
rigen el procedimiento previo al dictado del fallo (v. gr., existencia de acusación previa) o a su
estructura interna (v. gr., obligación de motivar).
Vicios de la resolución:
Los vicios o errores in iudicando pueden ser in factum o in iuris. El error en el hecho de una
decisión radica en una equivocada fijación de la plataforma fáctica (errónea determinación del
hecho), derivada de una incorrecta apreciación de la eficacia conviccional de los elementos de
prueba. El error de derecho, en cambio, consiste en la inobservancia o errónea aplicación de la
ley sustantiva penal o civil.
Inadmisibilidad y rechazo:
Una vez interpuesto el recurso ante el tribunal a quo, éste debe proceder a su examen para
decidir acerca de su procedencia, la que se supeditará a que la resolución sea recurrible, el
recurso haya sido interpuesto en tiempo y por quien tiene derecho.
3
SEMANA 12
MÓDULO 12
atribución de declararlo inadmisible sin pronunciarse sobre el fondo (art. 444 del C.P.P.N.),
cuando estimara que ha sido erróneamente concedido o cuando la inadmisibilidad resultara de
una causa no contemplada como motivo de improcedencia (v. gr., la forma de interposición del
recurso).
Efectos de su interposición:
Tales criterios nos conducen, respectivamente, a los conceptos de efecto devolutivo, efecto
extensivo y efecto suspensivo.
Efecto devolutivo: Sobre el fundamento del recurso debe escrutar y expedirse, por regla
general, un órgano jurisdiccional distinto y de mayor jerarquía (tribunal “de alzada” o ad quem)
que el que dictó la resolución impugnada (tribunal a quo). Es el denominado efecto devolutivo.
Generalmente se establece que la integración de aquel órgano sea más numerosa que la de
éste, lo que, unido a la mayor jerarquía del primero, coadyuvaría a lograr mayores garantías de
justicia. Se asevera que, acaso, este aspecto merece una nueva reflexión, pues el mayor
número de jueces encarece sensiblemente el servicio y no es, necesariamente, mejor garantía
de acierto. Con arreglo a la sistemática del Código, son devolutivos los recursos de apelación,
casación, inconstitucionalidad y revisión, en tanto que carecen de este efecto, los recursos de
reposición y de queja.
Efecto suspensivo: Para evitar que la posible injusticia de la resolución recurrida se comience
a consolidar durante el trámite del recurso, se dispone, de ordinario, que se suspenda la
ejecución de lo resuelto por el pronunciamiento recurrido, durante el plazo acordado para
impugnar, y si esto ocurre, también durante el tiempo de sustanciación del recurso. Así surge
del efecto suspensivo de los recursos que, con carácter de regla general, establece el art. 442
del C.P.P.N.. Si la resolución jurisdiccional no es recurrida durante el término perentorio
acordado para hacerlo, o si luego de serlo el recurso es declarado inadmisible o
sustancialmente improcedente, o desistido, o desestimado por el tribunal ad quem, aquélla
queda firme. Si, por el contrario, el recurso es acogido, el pronunciamiento atacado no
producirá efectos, sea por su revocación o su anulación. Pero en todas estas hipótesis cesará
el efecto suspensivo de la impugnación.
Efecto extensivo: Tratándose de recursos a favor del imputado, si la decisión del tribunal ad
quem le es favorable, este efecto benéfico se extiende a los coimputados que no recurrieron,
salvo que se sustente en razones exclusivamente personales del recurrente (v. gr.,
inimputabilidad). La misma solución adopta la ley para el caso del recurso interpuesto por el
demandado civil, que favorecerá igualmente al imputado, siempre que aquél alegue la
inexistencia del hecho, niegue que el encartado lo cometió o que constituye delito, sostenga
que se ha extinguido la pretensión represiva o que la acción no pudo iniciarse o no puede
proseguir. Ello obedece al efecto extensivo de los recursos, previsto en el art. 441 del C.P.P.N.,
que consagra una excepción al principio de la personalidad y autonomía de la impugnación. Su
fundamento estriba en razones de equidad y coherencia jurídica, vale decir, razones de orden
público, que se verían comprometidas si, por la mera omisión de recurrir, se consolidase para
el no recurrente la situación de injusticia que el coimputado logró corregir mediante su
impugnación. Más allá de lo señalado, se advierte de lo expuesto que el efecto extensivo de los
recursos es excepcional, ya que la comunicabilidad de la impugnación procede sólo cuando la
ley lo autoriza de modo expreso.
Adhesión:
Parece conveniente aclarar aquí que el efecto extensivo se diferencia de la adhesión al recurso
ajeno, en que la parte que adhiere a un recurso previamente interpuesto por otro debe
4
SEMANA 12
MÓDULO 12
manifestarlo de manera expresa, pudiendo alegar sus propios motivos de agravio que pueden
ser, por ello, diversos a los del recurrente original. Nada de esto puede predicarse, claro está,
en relación con el efecto comunicante de los recursos. La adhesión, cuyo fundamento
descansa en el principio de igualdad procesal, tiende a favorecer a quien no recurrió pudiendo
hacerlo, permitiéndosele que pueda impugnar la resolución fuera de término, cuando así lo
aconsejan los motivos del recurso concedido a la parte contraria (Núñez). Consiste en la
posibilidad que se acuerda a quien teniendo el poder de recurrir, no lo ejercitó en término, para
que, una vez abierto el trámite impugnativo con motivo del acto de interposición del recurso de
una de las partes, impugne la misma resolución dentro de un término que sobrepasa al fijado
como regla y de carácter subordinado.
La ley, en el art. 439 del rito nacional, supedita la procedencia del instituto a la satisfacción de
distintos requisitos: a) Primero, el adherente debe tener “derecho a recurrir”, en razón de
pretender impugnar una resolución recurrible y estar legitimado para atacarla; b) además, debe
haberse operado, respecto de aquél, la pérdida del poder de recurrir, por vencimiento del
término perentorio que la ley establece para impugnar el pronunciamiento; c) en tercer lugar, la
instancia de adhesión debe producirse “dentro del término del emplazamiento”, vale decir,
dentro del plazo que dispone la ley para que los interesados comparezcan ante el tribunal de
alzada y constituyan domicilio especial dentro del radio de la sede del órgano judicial, a los
fines de las notificaciones, y durante el cual podrán examinar las actuaciones e informarán por
escrito sobre sus pretensiones, el que será agregado a los autos al vencimiento del término.
La adhesión se realiza “al recurso concedido a otro”, quien, conforme la doctrina dominante,
podrá sólo ser el adversario del adherente y no su “co– parte”. Por tanto, no corresponde la
titularidad del derecho de adhesión a las partes con el mismo, afín o conexo interés que el
adherente en el punto en cuestión. El adherente, finalmente, debe expresar, bajo pena de
admisibilidad, “los motivos en que se funda”. Debe concretar los propios agravios, no estando
constreñido, necesariamente, a impugnar los mismos puntos de la resolución atacados por el
recurrente, sino que puede introducir otras censuras que le convengan (Ayán).
Por ser el recurso una instancia que depende de la voluntad del recurrente, y como
consecuencia del efecto devolutivo de los recursos, el tribunal ad quem no puede examinar
nuevamente ningún aspecto de la resolución impugnada que no haya sido objeto de agravio
por parte de aquél (tantum devolutum quantum apellatum), viendo así circunscripta su
competencia revisora a los límites del gravamen mostrado por el impugnante.
El recurso atribuirá al tribunal de alzada el conocimiento del proceso sólo en cuanto a los
puntos de la decisión a los que se refieran los agravios (art. 445, párrafo 1° del C.P.P.N.). Más
allá de ese coto el tribunal procede de oficio, sustituyendo indebidamente la voluntad del
recurrente. Una hipótesis particular excepciona la regla presentada, sobre la base de las notas
caracterizantes de las nulidades absolutas. Precisamente, abierto el recurso, el tribunal ad
quem puede escudriñar la resolución impugnada también en lo que atañe al contenido de un
agravio respecto del cual no se planteó o denegó el recurso, si la materia de aquel corresponde
al ámbito de las nulidades.
Lo expuesto es de tal manera habida cuenta que las nulidades absolutas deben ser relevadas
de oficio en cualquier estado y grado del proceso, comprendiendo la última de estas
expresiones las diversas subdivisiones del proceso determinadas por la interposición de
recursos.
La competencia funcional del tribunal de alzada reconoce una limitación adicional a la que
surge de las fronteras determinadas por el agravio del recurrente. Una rígida prohibición se
establece al tribunal de alzada impidiéndole modificar la resolución impugnada en perjuicio del
imputado, cuando hubiera sido recurrida solamente por éste, o en su interés (por él, su
defensor o, aún, por el Ministerio Público), y sin que haya recurso acusatorio.
5
SEMANA 12
MÓDULO 12
Alcances: La prohibición de reformatio in peius alcanza al tribunal del reenvío en caso de que
el recurso del imputado hubiese provocado la nulidad de una sentencia dictada luego del juicio
oral y público. En tal supuesto, la nueva sentencia no podrá causarle al imputado mayor
gravamen que el que le ocasionaba la anulada. Es una consecuencia de que el juicio de
reenvío no es un nuevo y originario juicio, sino más bien una nueva fase que se vincula a la
sentencia de anulación de la sentencia impugnada a través de los recursos de casación o de
revisión.
La clasificación más generalizada y, a su vez, más útil de los recursos es la que distingue entre
recursos ordinarios y extraordinarios, según los aspectos de la decisión recurrida que
puedan revisar.
Recursos ordinarios: Son recursos ordinarios aquellos que pueden interponerse por cualquier
motivo y no tienen más limitaciones ni se exigen más recaudos que los comunes para la
impugnación en general y de conformidad con la resolución que les sirve de objeto (Ayán). Los
motivos por los que proceden son ilimitados, en virtud de lo cual son aptos para reparar,
genéricamente, cualquier clase de error, tanto vicios in iudicando como defectos in procedendo.
Por ello, posibilitan una reexaminación de la eficacia conviccional de las pruebas en que se
fundaron las conclusiones de hecho de la resolución impugnada, como así también el contralor
de su observancia del derecho constitucional, procesal o sustantivo.
En la sistemática de la ley vigente, revisten carácter ordinario los recursos de reposición (art.
446), apelación (art. 449) y queja (art. 476)
Se puede aseverar, igualmente, que este último es, además, un recurso excepcional, habida
cuenta que se trata de una vía impugnativa que resiste aun la cosa juzgada, permitiendo atacar
las resoluciones después del vencimiento de los plazos ordinarios para impugnar, cuando
aquéllas han quedado firmes.
RECURSOS EN PARTICULAR:
6
SEMANA 12
MÓDULO 12
Reposición:
Concepto:
Alcances:
Objeto recurrible:
La reposición procura que el mismo órgano jurisdiccional que dictó la resolución, la deje sin
efecto “por contrario imperio”. Para algunos autores dicha expresión alude a la orden contraria
del propio tribunal que dictó el auto (Núñez,). Otros, en cambio, entienden que revocar por
contrario imperio significa que el tribunal no se desprende de la jurisdicción respecto a lo
resuelto, la mantiene para rever su propia resolución, por haber sido impugnada como ilegal y
agraviante (Ayán).
Trámite:
Se debe interponer dentro del tercer día, por escrito que lo fundamente (art. 447 del C.P.P.N.),
salvo que se presente en la audiencia de debate, durante la cual se deducirá oralmente
inmediatamente después de pronunciada la resolución.
Deducida la reposición durante la fase del debate, se correrá vista a los interesados presentes
y, una vez evacuada ésta, el tribunal resolverá sin suspender el debate, salvo que la naturaleza
de la cuestión determine la necesidad de un cuarto intermedio. La resolución que recaiga hará
ejecutoria, vale decir, adquirirá la consolidación propia de la cosa juzgada, a menos que la
reposición hubiera sido deducida junto con el recurso de apelación en subsidio, y ésta fuera
procedente. La excepción presupone que el acto de interposición del recurso de reposición se
integre inicialmente con la manifestación de que se interpone el de apelación en subsidio.
El principal ámbito de utilización de este medio impugnativo, cuyos motivos son siempre de
naturaleza procesal, es la fase de debate juicio oral y público.
Apelación:
Concepto:
La apelación es un recurso ordinario, devolutivo, sin limitación de los motivos, dirigido contra
las resoluciones de los Jueces de Instrucción, siempre que expresamente sean declaradas
apelables o causen gravamen irreparable, por lo cual se reclama al tribunal de alzada, su
revocación, modificación o anulación (Ayán).
7
SEMANA 12
MÓDULO 12
Alcances:
Permite una amplia reexaminación de la resolución recurrida, pues se proyecta tanto sobre la
fijación de los hechos mediante la nueva valoración de la prueba –lo que podrá dar como
resultado que el tribunal ad quem los fije de forma diferente–, como respecto del resguardo de
la correcta aplicación del derecho (constitucional, procesal o sustantivo). Capta errores de juicio
in iure et in facto, al igual que errores in procedendo, comprendiendo en consecuencia los
vicios que afectan directamente a la resolución impugnada y aquellos que afectan a los actos
anteriores al pronunciamiento de la decisión.
De mucha importancia en los códigos que adoptan un sistema de enjuiciamiento con juicio
escrito, que admiten la apelación de la sentencia definitiva, la significación de este recurso es
mucho menor en los que receptan el juicio oral y público, los que, claro está, no aceptan
aquella posibilidad. Éstos lo conceden sólo contra las resoluciones dictadas por los jueces
encargados de practicar o de controlar la investigación penal preparatoria (según el modelo
que se adopte), en especial, aquellas que se relacionan con la situación procesal del imputado
(v. gr., auto de procesamiento –art. 311 CPP de la Nación–) o su libertad del imputado (v. gr.,
prisión preventiva), o con el fundamento de la acusación (v. gr., auto de elevación a juicio).
Objeto recurrible:
Manifestaciones del primer grupo son la resolución que decide sobre una excepción, el rechazo
de la instancia de participación como querellante particular durante la investigación
jurisdiccional, el auto que confirma la prisión preventiva decretada por el Fiscal de Instrucción
durante la investigación a su cargo, el auto que rechaza el requerimiento fiscal de investigación
jurisdiccional.
Resolución que cause gravamen irreparable, por su parte, es todo pronunciamiento que, de ser
ejecutado, ocasionaría al recurrente un perjuicio jurídico, procesal o sustancial, que no podría
ser reparado luego en el curso del proceso, incluida la sentencia que en definitiva se dicte (v.
gr., cualquier decisión que importe una privación de libertad para el imputado).
Trámite:
El recurso de apelación debe interponerse por escrito dentro del término de tres días y ante el
mismo tribunal que dictó la resolución (art. 450 del C.P.P.N.). No se exige la fundamentación
del recurso, solamente –bajo sanción de inadmisbilidad- la indicación de los motivos en que se
base. En todo otro supuesto, la apelación sólo deberá contener la específica indicación de los
puntos de la decisión que fueren impugnados (art. 449), siempre que, claro, se trate de una
resolución que posea puntos de decisión múltiples y no de una providencia que decide un solo
punto.
8
SEMANA 12
MÓDULO 12
No está de más reiterar que el conocimiento del tribunal ad quem queda circunscrito a los
puntos de la decisión impugnada a los cuales se refieran los agravios exhibidos por el apelante.
CASACIÓN:
Concepto:
Es el principal recurso que se admite contra las sentencias definitivas que se dictan tras el
juicio oral y público. La principal nota característica de la casación es que se refiere únicamente
a las cuestiones de derecho, sustantivo o procesal, lo cual implica la exclusión de las
cuestiones de hecho y, por lo mismo, de todo problema atinente a la valoración de las pruebas.
Ella autoriza tan sólo un contralor por parte del tribunal de alzada de la observancia del
derecho en la producción de la sentencia, sea que se trate del derecho constitucional y
procesal que reglamenta la actividad procesal en general, o la elaboración de aquélla en
particular, o que se trate del derecho sustantivo, penal o civil, que se aplicó en el caso concreto.
Es claro, entonces, que ella no permite un examen ex novo de la cuestión justiciable, en todos
sus aspectos de hecho y de derecho, por el tribunal ad quem, sino únicamente el examen por
éste de la aplicación de la ley procesal o sustantiva hecha, en el caso, por el tribunal a quo.
Hemos dicho ya, siguiendo la caracterización tradicional del recurso de casación, que se
encuentra vedada la posibilidad de cuestionar y controlar por su intermedio la eficacia
conviccional que el tribunal de juicio ha asignado a los elementos probatorios en los que apoyó
sus conclusiones de hecho, esto es, no se puede volver a valorar la prueba.
Por tanto, se prohíbe intentar la demostración de que una equivocada meritación de las
pruebas ha llevado a que tales conclusiones fácticas sean erróneas y pretender, en razón de
ello, que se vuelvan a fijar los hechos de una manera diferente a la establecida en la sentencia.
No puede procurarse la corrección del error in iudicando in factum por vía del recurso de
casación. La razón de mayor peso que justifica el carácter de incensurable del juicio de hecho
contenido en la sentencia, resulta de la eliminación de la segunda instancia que caracteriza a
nuestro juicio oral. Una regla de principio del juicio oral y público impone que sólo los jueces
que presenciaron el debate estén habilitados para deliberar y votar la sentencia. La regla de la
inmediación, que se erige en justificación central de esta limitación, así lo manda.
De aquí que se asevere que mediante la casación por vicios in iudicando se coordina la
interpretación unitaria de la ley de fondo, sometiendo en definitiva la interpretación de la ley al
más alto tribunal de la Provincia, ante el cual la causa llega con los hechos del proceso
definitivamente fijados, para que solamente se juzgue de la corrección jurídica con que han
sido calificados.
Sin perjuicio de lo dicho, hay quienes entienden que la reseñada argumentación, aunque de
peso, no sería de imposible superación (Cafferata Nores). Con arreglo a las concepciones de
tales autores, por ejemplo, si el tribunal a quo reconoció expresamente en la sentencia, o surge
claramente de su fundamentación, que dudaba, pero no obstante condenó, podrá interponerse
un recurso de casación para controlar la observancia de la norma procesal de raíz
constitucional que dispone que la duda sobre cuestiones de hecho debe beneficiar el imputado
(in dubio pro reo), el que será admisible con fundamento en la inobservancia de la ley procesal
de raíz constitucional que, en tal caso, prohíbe esa posibilidad. Igualmente, si, fundándose sólo
en pruebas intrínsecamente dubitativas (v. gr., indicio anfibológico, testigo que dice que duda,
etcétera), el tribunal dio por ciertos los hechos de la acusación, es posible, aun en función de la
9
SEMANA 12
MÓDULO 12
Causales de procedencia:
Sólo dos son los motivos por los que procede el recurso extraordinario de casación, y se
clasifican en vicios de juicio y vicios de actividad, o errores in iudicando y errores in
procedendo, respectivamente.
Así, frente a las normas de derecho sustancial, la misión de la casación es declarar el derecho,
comprobando de qué manera los interesados lo han cumplido; frente al derecho procesal, su
deber es cumplirlo, adecuando a él su conducta y la de las partes (de la Rúa).
La casación por vicios in iudicando está contemplada en el art. 456, inciso 1° del C.P.P.N, que
dispone que aquel recurso pueda ser interpuesto con motivo de la inobservancia o errónea
aplicación de la ley sustantiva. La infracción jurídica que capta este motivo de impugnación se
refiere a la ley que regula el fondo del asunto y versa sobre el iuditio de subsunción del hecho
en el derecho. La inobservancia de la ley sustantiva consiste en la falta de aplicación, al
resolver el fondo del caso o de la cuestión justiciable, de la regla legal que corresponde aplicar.
Su errónea aplicación, en cambio, en la mala, equivocada, inadecuada aplicación de una regla,
ya porque sustituye a otra, ya porque es producto de la incorrecta interpretación de la ley
aplicada. Con arreglo a tales distingos, pues, se advierte que la disposición no consolida, como
se ha pretendido (de la Rúa ), un pleonasmo tradicional.
Un límite infranqueable tiene el recurso de casación por este motivo sustancial de censura. A
través suyo sólo se puede procurar una reevaluación jurídica del material fáctico establecido en
la sentencia, tal como en ella fue establecido. O sea, los hechos fijados por el tribunal que dictó
la resolución impugnada son intangibles, no pueden modificarse por el recurrente, lo que, a su
vez, determina la imposibilidad de valorar nuevamente las pruebas que los fundaron.
10
SEMANA 12
MÓDULO 12
La casación por vicios in procedendo, por su parte, está prevista en el art. 456, inciso 2° del
C.P.P.N., que consagra como causal de casación la inobservancia de las normas que ese
Código establece bajo pena de inadmisibilidad, caducidad o nulidad, siempre que, con
excepción de los casos de nulidad absoluta, el recurrente hubiera reclamado oportunamente la
subsanación del defecto, si era posible, o hubiera hecho protesta de recurrir en casación.
La violación de la ley, en este caso, se vincula con la ley que regula la actividad del juez y de
las partes en procura de la sentencia y atañe al procedendo de la actividad procesal
realizadora. Aunque la norma alude a la inobservancia de “normas” procesales, no se discute
que el recurso se autoriza sólo en relación con normas que establezcan formas procesales,
comprendiendo esta última expresión todos los requisitos que debe revestir un acto, sea en
cuanto al modo en que debe ser cumplido (v. gr., relación clara del hecho en la acusación,
oralidad de los actos del debate, fundamentación de la sentencia, congruencia entre acusación
y sentencia) o su contenido (v. gr., potestad jurisdiccional para disponer el sobreseimiento), al
lugar, a los actos que deben precederlo (v. gr., recepción de declaración al imputado previa a la
requisitoria de citación a juicio), rodearlo (v. gr., asistencia del defensor a la declaración del
imputado) o seguirlo (v. gr., deliberación secreta e inmediata al terminar el debate), y a su
compatibilidad con conductas procesales anteriores.
Pero tampoco la violación de cualquier forma procesal habilita el recurso. Sólo lo hace la
violación de formas procesales que, por ser consideradas como sustanciales o esenciales por
la ley, hallan conminada su inobservancia con una consecuencia jurídica que, por intermedio
de la inadmisibilidad, la caducidad o la nulidad, se concreta en la privación de efectos jurídicos
al acto en que no se las respete.
Cuando el vicio sólo determina una nulidad de carácter relativo, es condición formal de la
procedencia de la casación la oportuna reclamación por el recurrente de la subsanación del
defecto, siendo posible, o, en caso de no serlo o de no haber sido acogido favorablemente el
reclamo, la protesta de recurrir. Por cierto que la exigencia no es aplicable respecto de las
nulidades absolutas, habida cuenta que ellas pueden ser relevadas aun de oficio, por lo que el
tribunal de casación puede declararlas sin previa instancia de parte, siempre que, desde ya, se
haya abierto la vía de la casación.
Con respecto a los vicios que sustentan la casación por errores in procedendo, el tribunal ad
quem realiza un verdadero examen fáctico dirigido a comprobar si el juez de mérito cumplió e
hizo cumplir a las partes los preceptos jurídicos procesales reguladores de la actividad.
Objeto recurrible:
La resolución que, por antonomasia, puede ser objeto del recurso de casación es la sentencia
definitiva (art. 457 del rito nacional), vale decir, la resolución jurisdiccional que pone término al
proceso.
Pero la ley equipara con la sentencia definitiva a los autos que pongan fin a la pena, o hagan
imposible que continúen, o que denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena
(mismo artículo 457).
Ponen fin a la pena los autos que aceptan una causal extintiva de ésta, la dan por compurgada
u otorgan la libertad condicional.
Hacen imposible que continúen las actuaciones los que, sin extinguir la acción penal, obstan a
su prosecución en el mismo proceso, como, por ejemplo, el auto del Juez de Instrucción que
rechaza el requerimiento fiscal de investigación jurisdiccional o el de la Cámara en lo Criminal
que, conociendo de un recurso de apelación, confirma el archivo de los autos ordenado por
aceptarse una causal de excepción dilatoria.
11
SEMANA 12
MÓDULO 12
Finalmente, deniegan la extinción, conmutación o suspensión de la pena, los autos que sobre
estos aspectos se pronuncian en el curso de la ejecución y por medio de los cuales el tribunal
resuelve negativamente una instancia a favor del imputado. Constituyen ejemplos del último
grupo de casos las hipótesis de extinción de la condena por amnistía (art. 61 CP) o prescripción
(art. 65 CP), o de suspensión de la misma por la concesión de la libertad condicional (art. 13
CP).
Trámite:
Por imperio de estas notas distintivas de la casación, el escrito de interposición debe contener
la cita concreta de las disposiciones legales que se consideran violadas o erróneamente
aplicadas y la expresión de la aplicación que se pretende.
Deberá invocarse de manera clara y expresa una de las causales previstas por la ley procesal
como motivo legal para recurrir, e individualizarse el agravio, mediante la indicación del artículo
de la ley que ha sido mal aplicado en el caso concreto.
Es también necesario que se señale cuál es la norma que debió ser aplicada, y con qué
alcance y sentido, de manera de precisar la interpretación errónea que se atribuye al tribunal
de juicio.
Cada causal de censura, por su parte, debe invocarse separadamente con sus fundamentos,
esto es, con las razones y argumentaciones que se pueda hacer en mayor o menor medida
para demostrar que el error que configura el motivo existe efectivamente.
Deberá rechazar el recurso, expidiéndose sobre el fondo de la cuestión, cuando fuere evidente
que es sustancialmente improcedente.
Concedido el recurso, se emplazará a los interesados para que comparezcan ante el tribunal
de alzada en el plazo de tres (3) días, con el objeto de mantenerlo. Luego de ello, las
actuaciones serán puestas en término de oficina por diez (10) días para que los interesados
puedan examinarlas y en base a ello puedan durante dicho término ampliar sus fundamentos.-
12
SEMANA 12
MÓDULO 12
impugnación con sus fundamentos. Si ocurrirá esta renuncia a la instancia, en cambio, cuando,
habiéndose interpuesto el recurso por el Ministerio Público, el Fiscal de Cámara no se expidiera
en el término perentorio de tres días acerca de la impugnación interpuesta por su inferior.
Luego de ello tendrá lugar la audiencia de debate, en el marco de la cual las partes harán uso
de la palabra para ampliar sus fundamentos (no los motivos)
El Tribunal dictará sentencia dentro de un plazo de veinte días (art. 469 del C.P.P.N).
La resolución del tribunal de casación podrá disponer el rechazo del recurso, el acogimiento del
mismo o la rectificación de errores de derecho en la fundamentación de la sentencia
impugnada, que no hayan influido en la parte resolutiva, vale decir, no esenciales, o de los
errores materiales en la designación o el cómputo de las penas.
Resultados:
Por virtud de este principio, si la calificación estimada correcta por el tribunal de alzada resulta
más grave, éste deberá, en ausencia de recurso acusatorio, limitarse a declarar el
encuadramiento que considera adecuado y mantener la pena aplicada en la sentencia
impugnada, disponiendo el rechazo del recurso.
El tribunal podrá disponer el apartamiento del tribunal a quo e imponerle las medidas
disciplinarias que le acuerde la ley. De esta última expresión legal surge de modo implícito la
necesidad de remisión del proceso al tribunal competente para la nueva sustanciación que se
determine –juicio de reenvío– (Ayán), como así también, aunque de manera expresa, la
facultad del tribunal ad quem de disponer, o no, la prohibición de que los jueces que
concurrieron a dictar sentencia intervengan en el nuevo proceso. Este apartamiento que prevé
la ley es, a la vez que una sanción, una cautela, puesto que a través suyo se busca impedir
que los jueces que intervinieron en el primer juicio obren bajo el influjo de las impresiones
recibidas en el debate anterior, asegurando así que, según lo exigen los modelos procesales
con juicio de instancia única, el juez del mérito reciba original y primigeniamente sobre su
ánimo, la impresión de las pruebas y las razones de las partes (de la Rúa).
13
SEMANA 12
MÓDULO 12
Se puede advertir, pues, que la verificación por parte del tribunal de alzada de la violación a
disposiciones constitucionales o procesales que atrapa este motivo de casación, sólo podrá
tener como consecuencia la anulación de la resolución impugnada y el reenvío del proceso a
otro tribunal de juicio para que, luego de un nuevo debate, dicte una nueva sentencia, que
carezca de aquellos vicios.
En estas hipótesis, entonces, el tribunal de casación no puede resolver de otro modo sobre el
fondo del caso. No puede revocar ni reformar la resolución: sólo anularla.
Cabe señalar al respecto propuestas como la de ampliar los motivos que autorizan la casación,
incorporando como nuevas causales algunas de las que, según la sistemática del Código,
permitirían luego la revisión de la sentencia firme (v. gr., la invocación de hechos posteriores o
pruebas conocidas después del fallo que demuestren el error de éste), o la existencia de
falsedades en la descripción del contenido de la prueba (v. gr., se hace decir al testigo lo que
éste no dijo) (Maier). Lo mismo ocurre con la inobservancia manifiesta del principio in dubio pro
reo en la valoración de la prueba sobre los hechos que fundan la condena, precedentemente
mencionada. (Cafferata Nores). Por cierto que la casación admitida por alguno de estos nuevos
motivos propuestos sólo podría determinar la nulidad de la sentencia y el reenvío del proceso a
otro tribunal de juicio para que, luego de un nuevo debate oral y público, dicte una nueva
sentencia, porque éste será el único modo de respetar los principios de inmediación y de
identidad física del juzgador que exige el juicio oral y público. Pero nunca su revocación y el
dictado directo de otra resolución.
Hemos ya adelantado que uno de los valores que, de ordinario, se adscribe al recurso de
casación (e incluso al de apelación o de inconstitucionalidad), es el de la certeza, asegurada
por la tendencia hacia la uniformidad en la interpretación de las leyes, que es una garantía del
ordenamiento.
14
SEMANA 12
MÓDULO 12
Fallos plenarios:
La finalidad de los fallos plenarios estriba en la obtención de una interpretación de la ley llevada
a cabo por todas las salas de un tribunal de alzada reunidas en pleno, que resulte de
observancia obligatoria para cualquier otro proceso diferente de aquel en el cual se elaboró.
Esta solución ha sido tachada de inconstitucional, sobre la base de los argumentos que es
contrario a la esencia del poder jurisdiccional y violatorio del principio republicano de
separación de poderes el dictado de normas generales y abstractas, y que una interpretación
de la ley obligatoria para todos los casos, tendría ese efecto práctico.
Pero, además, se ha puesto énfasis, según dijimos, en que las normas que imponen el
acatamiento a la jurisprudencia plenaria afectan la independencia de juicio de los jueces, al
tiempo que provocan un estancamiento de la dinámica progresiva del saber jurídico (Arce -
Díaz Cantón). Sin embargo, el sistema ha evidenciado una contribución importante a la
garantía de la igualdad ante la ley, lo que, en algo, disimula la tacha que se le formula.
Un argumento de peso que se postula para rebatir esta descalificación de los fallos plenarios,
por su parte, destaca que ellos facilitan el logro de un criterio único del tribunal de alzada,
también único, y que sólo ha dividido su oficio por los generales criterios de la competencia a
través de distintas cámaras o salas, resultando vinculante aquel criterio debido a razones
prácticas, pues una interpretación contraria de un juez sería seguramente corregida por
cualquier tribunal de alzada, ya que todos los oficios integrantes de éste intervinieron en el
dictado del fallo plenario.
Aquel efecto se logrará a pesar de que la interpretación legal del tribunal ad quem no es legal y
jurídicamente obligatoria para otros casos, porque sus fallos siempre tendrán un valor ejemplar
y persuasivo. Ellos deberían inducir a los tribunales inferiores a adoptarla de buena gana, no
sólo por la creencia del acierto de la interpretación del superior, sino por razones de orden,
certidumbre jurídica y economía procesal, evitando el desgaste jurisdiccional y los perjuicios
consiguientes que se derivarían en caso de la obligatoria tramitación de un recurso en el que,
se sabe de antemano, se terminará finalmente imponiendo el criterio ya conocido del tribunal
de alzada. Salvo, claro, que aquéllos introduzcan nuevos argumentos interpretativos no
considerados en la decisión de éste. Críticas y réplicas Pero lo cierto es, reiteramos, que todos
los intentos unificadores suelen ser acusados de avanzar sobre la libre interpretación de la ley,
que se expone como de la esencia del poder judicial. No obstante, las desventajas que la
vigencia indiscriminada de aquel principio ha acarreado, han venido promoviendo propuestas
de revisión de sus alcances a la luz de la seguridad jurídica, que no se compadece fácilmente
con caprichosos vuelcos interpretativos de la ley, por los cuales, a menudo, partes y defensores
quedan desconcertados. A ello se suma que es difícil negar ciertos excesos de algunos
tribunales inferiores que, amparándose en sus atribuciones de interpretar libremente la ley, no
vacilan en fallar reiteradamente en oposición a la doctrina de los superiores, desconociendo no
sólo el valor moral de las decisiones de éstos, sino también su valor práctico, con los
importantes 809 perjuicios que se han señalado.
15
SEMANA 12
MÓDULO 12
Es claro que la independencia del Poder Judicial está íntimamente relacionada con la
independencia de cada uno de los jueces que lo integran, para solucionar los asuntos que son
materia de su competencia, sobre la base de la libre interpretación de la ley.
Sin embargo, pensamos que los propios jueces deben limitar racionalmente el ejercicio de esta
potestad frente a las exigencias que dimanan del valor seguridad jurídica, al que contribuye, sin
dudas, el acatamiento voluntario y general, aunque no ciego, de la doctrina de los fallos
dictados por los tribunales superiores, que facilita a los litigantes una interpretación cierta y
previsible de la ley.
Concepto:
Causales de procedencia:
Por ello, el primero se autoriza cuando se cuestiona la constitucionalidad de una ley, decreto,
reglamento o resolución que estatuyan sobre materia regida por Constitución de la Provincia, y
la sentencia o el auto impugnado fuere contraria a las pretensiones del recurrente (art. 477 del
C.P.P. del Chaco).
Requisitos: Puesto que la ley exige que la resolución objeto de impugnación sea contraria a las
pretensiones del recurrente, no es suficiente, para la procedencia de este remedio, la
invocación de un agravio constitucional de orden local. Antes bien, es necesario que el
impugnante haya discutido o alegado, en el caso concreto, y durante el proceso, la
16
SEMANA 12
MÓDULO 12
Debe, por último, haber mantenido el recurso interpuesto en las oportunidades ulteriores en
que se suscitare la cuestión, ya que, de no hacerlo, aceptando implícitamente el interesado la
aplicación de la ley, decreto, reglamento o resolución que cuestiona, o en caso de aceptación
expresa de esa aplicación, el recurso no es admisible.
Por imperio de la previsión contenida en el art. 478 del C.P.P. de la Provincia, serán aplicables
a este recurso las disposiciones que regulan el procedimiento de la casación relativas al
procedimiento y forma de dictar sentencia.
QUEJA:
Concepto:
La queja, entonces, procede contra la resolución que deniega indebidamente un recurso que
procede ante otro tribunal.
Fines:
Trámite:
La queja debe interponerse, ante el tribunal que debiera considerar el recurso indebidamente
denegado (art. 477 del C.P.P.), por escrito y en el término de tres (3) u ocho (8) días –según
17
SEMANA 12
MÓDULO 12
que los tribunales actuantes residan o no en la misma ciudad– desde que la resolución
denegatoria fuera notificada.
La doctrina y la jurisprudencia tienen dicho que, además, la queja debe ser fundada y bastarse
a sí misma.
Cuando sea necesario para resolver el recurso de queja, el tribunal de alzada podrá requerir el
expediente; y se pronunciará por auto.
Si la queja fuera desechada, las actuaciones serán devuelvas sin más trámite al tribunal de
origen (art. 478 del C.P.P.N). Este pronunciamiento importa la confirmatoria de la denegación
del recurso originario dispuesta por el tribunal ante el cual éste fue interpuesto. La queja podrá
ser desechada con fundamento en que la inobservancia de las condiciones formales de
interposición la tornan formalmente inadmisible, o a causa de que, no obstante haber
satisfecho los requisitos de admisibilidad, el estudio de su contenido sustancial no amerita la
revocación de la resolución del tribunal a quo respecto del recurso denegado y justifican el
rechazo de la queja.
Cuando, por el contrario, se conceda la queja, se requerirán las actuaciones a fin de emplazar
a las partes y proceder según corresponda (art. 478. 2° párrafo del C.P.P.N.). Mediante este
último acto procesal, se reanuda el procedimiento impugnativo interrumpido por la denegatoria
indebida remediada a través de la queja. La vía del recurso principal quedará entonces abierta,
sin perjuicio de una posterior declaración de inadmisibilidad o rechazo sobre el fondo en la
alzada (Ayán).
REVISIÓN PENAL:
Noción:
La principal nota característica de la revisión es el objeto impugnable a través suyo, que sólo
puede ser la sentencia condenatoria firme. Quedan excluidas todas las resoluciones que no
son la sentencia que, decidiendo sobre el fondo, pone término al proceso, como así también la
sentencia absolutoria y la sentencia condenatoria que no haya pasado en autoridad de cosa
juzgada.
Causales:
Se la autoriza sólo por motivos específicamente determinados por la ley que, a diferencia de las
causales por las que procede la casación, no son jurídicos sino fácticos.
Dejando de lado el caso atípico de la revisión contra la sentencia fundada en una interpretación
de la ley que sea más gravosa que la sostenida por el Tribunal Superior y, quizás, el de la
revisión por consentimiento para el juicio abreviado no libremente prestado, se trata de
circunstancias externas con respecto al proceso ya concluido por condena firme, que no
18
SEMANA 12
MÓDULO 12
pudieron ser consideradas en ella por surgir o advertirse después de haber pasado en
autoridad de cosa juzgada (Clariá Olmedo).
El recurso deberá tender siempre a demostrar la inexistencia del hecho, que el condenado no
lo cometió o que falta totalmente la prueba en que se basó la condena, salvo que se invocare la
existencia de nuevos hechos o elementos de prueba que demostraren que el hecho cometido
encuadra en una norma penal más favorable o que la sentencia se funda en una interpretación
de la ley más gravosa que la sostenida por el Tribunal Superior, al momento de la interposición
del recurso.
Los motivos de revisión penal, en nuestra ley, están previstos en el art. 479 del C.P.P.N., que
dispone que el recurso procederá cuándo: 1) los hechos establecidos como fundamento de la
condena fueren inconciliables con los fijados por otra sentencia penal irrevocable; 2) la
sentencia impugnada se hubiera fundado en prueba documental o testifical, cuya falsedad se
hubiere declarado en fallo posterior irrevocable; 3) la sentencia condenatoria hubiera sido
pronunciada a consecuencia de prevaricato, cohecho, u otro delito cuya existencia se hubiese
declarado en fallo posterior irrevocable; 4) después de la condena sobrevengan nuevos hechos
o elementos de prueba, que solos o unidos a los ya examinados en el proceso, hagan evidente
que el hecho no existió, que el condenado no o cometió, o que el hecho cometido encuadra en
una norma penal más favorable; y 5) la sentencia se funda en una interpretación de la ley que
sea más gravosa que la sostenida por el Tribunal Superior, al momento de la interposición del
recurso.
En cuanto al procedimiento:
Se establece que en el trámite del recurso de revisión se observarán las reglas establecidas
para el de casación, en cuanto sean aplicables (art. 483 del C.P.P.N.). Durante la tramitación
del recurso, el tribunal podrá suspender la ejecución de la sentencia recurrida y disponer la
libertad del imputado, con caución o sin ella.
Efectos posibles:
Para el momento decisorio, es dable prever, como alternativas posibles, el rechazo del recurso
o su acogimiento, con o sin reenvío. De esta última manera surge de la propia ley, en cuanto
establece que, al pronunciarse en el recurso, el Tribunal Superior podrá anular la sentencia y
remitir a nuevo juicio cuando el caso lo requiera, o dictar directamente la sentencia definitiva.
19
SEMANA 12
MÓDULO 12
El acogimiento de la pretensión sin reenvío tiene lugar cuando el caso no requiere de éste, lo
que sucede cuando resulta innecesario un nuevo debate sobre el mérito de la causa (Palacio).
Si se remitiere un hecho a nuevo juicio, en éste no intervendrá ninguno de los magistrados que
conocieron del anterior, vale decir, los jueces que dictaron la resolución recurrida. En el nuevo
juicio no se podrá absolver por efecto de una nueva apreciación de los mismos hechos del
primer proceso, con prescindencia de los motivos que hicieron admisible la revisión. Si la
sentencia dictada en el nuevo juicio fuere absolutoria, podrá ordenarse la restitución de la suma
pagada en concepto de pena y de indemnización. La devolución de esta última, sin embargo,
podrá disponerse sólo cuando haya sido citado el actor civil a los efectos de la defensa de su
interés. Con la restitución de lo pagado en concepto de pena carga el Estado, que recibió ese
valor. La restitución civil, en cambio, queda a cargo del actor civil.
Lo hace nuestro Código Procesal Penal de la Nación, estableciendo en el art. 488: “La
sentencia de la que resulte la inocencia de un condenado podrá pronunciarse, a instancia de
parte, sobre los daños y perjuicios causados por la condena, los que serán reparados por el
Estado siempre que aquél no haya contribuido con su dolo o culpa al error judicial. La
reparación sólo podrá acordarse al condenado, o por su muerte, a sus herederos forzosos”.
Es necesaria, según puede apreciarse, la verificación de algunas condiciones, entre las cuales
se destaca la oportuna instancia de parte y la ausencia de la contribución dolosa o culposa del
condenado a la provocación del error judicial. Puesto que la reparación es a cargo del Estado,
su representante debe ser oportunamente citado.
Reiteración:
Sobre la base del principio en cuya virtud del cual el derecho a probar la inocencia del
condenado no prescribe, ni está sometido a suspensión temporal alguna, ya que la revisión
procede “en todo tiempo”, la ley establece que el rechazo de un recurso de esa especie no
perjudicará el derecho de presentar nuevos pedidos fundados en elementos diversos (art. 489
del C.P.P.N.). La única condición para la admisibilidad formal de un nuevo recurso, interpuesto
con posterioridad a la desestimación de uno precedente, es que el motivo invocado en la nueva
impugnación se sustente en elementos de juicio distintos de los presentados en el recurso
desestimado.
La finalidad esencial del recurso extraordinario es, precisamente, asegurar esa supremacía de
la Constitución, las leyes dictadas por el Congreso y los Tratados.
El control constitucional es ejercido, en principio, por el conjunto del Poder Judicial, es decir por
todos los jueces de cualquier categoría y fuero, ya que todos pueden interpretar y aplicar la
20
SEMANA 12
MÓDULO 12
Constitución y leyes de la Nación, cuando así corresponda en la causas en las que les toque
intervenir.
Pero, en definitiva, será la Corte Suprema de la Nación quien tendrá la interpretación final, a
través de este recurso.
Se trata, por otro lado, de cuestiones "de derecho", quedando las cuestiones de hecho, en
principio, excluidas del mismo (Más adelante veremos algunas de las excepciones que puede
reconocer este principio). De modo tal que la jurisdicción de la Corte queda limitada a
establecer la interpretación que corresponde dar a la cláusula constitucional o legal
involucrada, o a determinar si alguna ley o decreto resulta violatoria de la Constitución, sin
entrar en el análisis de las restantes cuestiones de la causa.
La Corte Suprema, a lo largo de innumerables fallos ha ido delineando los requisitos que debe
llenar el recurso extraordinario. La doctrina ha sistematizado esos recaudos agrupándolos en
tres categorías: requisitos comunes, requisitos propios y requisitos formales.
Requisitos comunes
Son aquellos requisitos que deben existir para la procedencia, en general, de cualquier recurso
judicial:
a) Actuación anterior de un tribunal de justicia: se requiere que haya existido la actuación
previa de un tribunal judicial. Es decir que la sentencia que se impugna debe emanar de un
órgano del Poder Judicial, sea nacional o provincial. También se ha reconocido igual carácter a
las sentencias de los tribunales superiores militares (art. 6º, ley 4055). Excepcionalmente,
puede proceder contra una resolución dictada por un funcionario administrativo, en aquellos
casos en que éste desempeñe funciones de naturaleza judicial, es decir, aquellas que en el
orden normal de las instituciones se encuentran encomendadas a los jueces. Se encuentran
excluidas, en cambio, las resoluciones dictadas por los tribunales arbitrales, cuando esta
jurisdicción ha sido libremente pactada por las partes (Fallos 302-1280).
b) Existencia de un juicio o proceso: La sentencia impugnada debe haber sido dictada como
culminación de un "juicio" o "proceso". Es decir, "debe ser consecuencia de una actividad
jurisdiccional, producto de una contienda entre justiciables; cuestión instruida y decidida de
conformidad con las reglas fijadas en los ordenamientos procesales" (Fenochietto-Arazi).
c) Existencia de una cuestión justiciable: Debe tratarse de una "cuestión justiciable", es decir
aquélla que en el orden normal de las instituciones corresponde decidir a los jueces en el
ejercicio de su específica función judicial. Quedan así excluidas aquellas cuestiones cuya
decisión corresponde a otros poderes del Estado (celebrar tratados de límites; fijar el valor de la
moneda; cuestiones concernientes a la promoción y calificación del personal militar; decisiones
de las Universidades en el orden disciplinario, administrativo o docente; etc.). Tampoco se
21
SEMANA 12
MÓDULO 12
Requisitos propios
22
SEMANA 12
MÓDULO 12
reconoce, modifica o extingue algún derecho (según los términos del art. 14, ley 48, cuando se
trate de "autoridad ejercida en nombre de la Nación" o "comisión ejercida en nombre de la
autoridad nacional"). La doctrina incluye dentro de este supuesto la interpretación de las
propias sentencias dictadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Palacio; Fassi-
Yañez). Cuestión federal compleja directa. Se presenta en aquellos casos en que una norma o
acto (sea nacional o provincial) es cuestionada por ser contraria a la Constitución Nacional.
Dentro de este supuesto cabe distinguir los casos según que la norma impugnada sea o no
federal. En el primer supuesto la Corte debe efectuar la interpretación de la norma cuestionada
y decidir si la misma es incompatible con la cláusula constitucional. Si existe posibilidad de
armonizar ambas normas a través de una exégesis razonable, no se declarará la
inconstitucionalidad. En cambio, cuando se trata de normas no federales, la Corte debe
atenerse a la interpretación que de las mismas hayan hecho los tribunales locales, debiendo
resolver solamente si esa interpretación es o no compatible con el precepto constitucional
invocado (Palacio). Cuestión federal compleja indirecta. En este caso debe resolverse la
inconstitucionalidad de una norma por ser incompatible con otra que, conforme el art. 31 de la
Constitución, tenga carácter preeminente. Por ej., conflicto entre una ley provincial y una ley
federal.
c) Decisión contraria al derecho federal invocado: El tercer requisito dispone que la resolución
cuestionada haya sido contraria al derecho federal invocado. Es decir, que se haya declarado
la invalidez de un tratado, o de una ley o autoridad nacional en la que el peticionante fundaba
su derecho (art. 14, inc. 1º). O que la interpretación dada a alguna cláusula de la Constitución o
de un tratado o ley federal haya sido contraria a la validez del título, derecho, privilegio o
exención fundado en dicha cláusula (art. 14, inc. 3º). Por último, en los casos de conflictos
entre una ley o autoridad provincial y la Constitución o la legislación federal, será procedente el
recurso si la decisión fuera a favor de la validez de la ley o autoridad provincial (art. 14, inc. 2º),
pero no en el caso contrario.
d) El recurso debe estar interpuesto contra una sentencia definitiva: La resolución cuestionada
debe ser una sentencia definitiva. Se consideran tales aquellas que ponen fin a la litis o las que
impiden su continuación. También las que causan agravios de imposible o insuficiente
reparación ulterior (Fallos 303-1040). No encuadran en esta categoría aquellas resoluciones
que sólo tienen carácter de cosa juzgada formal, como las sentencias dictadas en casos
de alimentos o en juicios ejecutivos (excepto en lo referente a aquellas cuestiones que ya no
pueden ser materia del juicio ordinario posterior). Tampoco habilitan la instancia extraordinaria
las sentencias referentes a medidas cautelares, o las que resuelven incidentes o las que
declaran la caducidad de la instancia.
e) Dicha sentencia debe haber sido dictada por el superior tribunal de la causa: El último
requisito es que la decisión recurrida haya sido dictada por el superior tribunal de la causa,
entendiéndose por tal a aquél cuyo fallo es insusceptible de ser revisado por otro tribunal en el
orden local (Palacio). En tal sentido dispone el art. 14 de la ley 48: " ... sólo podrá apelarse a la
Corte Suprema de las sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales superiores de
provincia en los casos siguientes ...". La Corte Suprema en el caso "Strada, Juan" definió con
precisión el concepto: "Tribunal superior de provincia, según el art. 14 de la ley 48, es el órgano
judicial erigido como supremo por la Constitución de la provincia, salvo que sea incompetente
23
SEMANA 12
MÓDULO 12
El recurso extraordinario debe ser interpuesto por escrito ante el juez, tribunal u organismo
administrativo que dictó la resolución que lo motiva, dentro del plazo de diez días contados
desde la notificación.
El fundamento de este requerimiento está dado por la necesidad de brindar la oportunidad a los
jueces de la causa de expedirse sobre la cuestión federal en debate. Se ha dicho, así, que "la
cuestión federal debe ser planteada en la primera oportunidad posible y sostenida en todas las
instancias, desde que tanto la aceptación como el rechazo de las pretensiones debatidas en
juicio, constituyen hechos previsibles. La finalidad de tal reserva es conferir a los jueces de la
causa oportunidad para ponderar la cuestión y juzgar la relación existente en su posible
dimensión y el derecho constitucional cuya eventual valoración se invoca" (LL 1992-E, 502).
Sólo sería admisible la cuestión federal introducida en el mismo escrito de interposición del
recurso extraordinario, en el caso de tratarse de una sentencia definitiva "arbitraria", ya que tal
circunstancia no sería previsible. Pero la arbitrariedad debería surgir de esta última sentencia,
ya que si la misma sólo se remitiera a los argumentos de la de primera instancia confirmándola,
la introducción de la cuestión federal resultaría tardía.
El escrito en que se interpone el recurso debe estar fundado, debiendo ser autónomo. Esto
quiere decir que debe bastarse a sí mismo, sin efectuar remisiones a otros escritos u otras
constancias del juicio.
En suma, debe contener el examen de todos los elementos necesarios para poder determinar
la procedencia del recurso. Tres pautas esenciales ha establecido la Corte Suprema para
delinear este carácter autónomo del escrito de apelación: a) debe contener un relato de los
hechos relevantes de la causa; b) debe efectuar mención precisa de las cuestiones federales
en debate y de su vinculación con el resultado de la causa; c) debe efectuar
una crítica concreta y razonada de todos los argumentos utilizados en la sentencia
cuestionada.
Debe, además, incorporar todos los elementos que permitan determinar la admisibilidad y
procedencia del recurso, como ya dijéramos antes. Deberá, por lo tanto, justificar: personería
24
SEMANA 12
MÓDULO 12
Otro requisito es que el recurso sea interpuesto en forma incondicional. Ha sido rechazado
cuando se lo ha interpuesto en forma condicional o subsidiaria en relación al resultado de otro
recurso. El plazo de presentación reviste carácter perentorio y no se interrumpe ni suspende
por la deducción de otros recursos declarados inadmisibles (Fallos 303-1146).
Trámite:
Del escrito en que se interpuso el recurso extraordinario se dará traslado a las partes
interesadas por diez días. Dicho traslado debe ser notificado personalmente o por cédula. Es
decir, que la sustanciación del recurso se efectúa ante el mismo tribunal que dictó la sentencia
recurrida. Dicho tribunal, una vez contestado el traslado o vencido el plazo para hacerlo deberá
expedirse sobre la admisibilidad del recurso.
Si lo concede, la resolución respectiva debe notificarse a las partes por cédula o personalmente
y, dentro de los cinco días de la última notificación, debe remitir los antecedentes a la Corte
Suprema.
Una vez analizada por la Corte la admisibilidad del recurso (es decir, si ha sido bien concedido
por el tribunal a quo), corresponde expedirse sobre el fondo del recurso. Si estima que el
mismo no es procedente, confirmará la sentencia recurrida. En aquellos casos en que su
decisión revoque el fallo impugnado, puede la Corte efectuar una declaración sobre la forma de
resolver el punto cuestionado y devolver (reenviar) la causa a fin de que se pronuncie nueva
sentencia, o puede directamente dictar el fallo correspondiente, expidiéndose sobre el fondo de
las cuestiones planteadas (art. 16, ley 48). Obviamente, en este último supuesto no hay reenvío
de la causa.
La ley 23.774 introdujo una modificación en el art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación, en virtud de la cual la Corte podrá, según su sana discreción, y con la sola
invocación de dicha norma, rechazar el recurso extraordinario por falta de agravio federal
suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de
trascendencia.
QUEJA:
El plazo para presentar la misma es de cinco días, con la ampliación que corresponda por
razón de la distancia, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 158 del Cód. Procesal Civil y
Comercial de la Nación (arts. 285 y 282, 2º párrafo, C.P.).
La queja debe presentarse por escrito y, nuevamente, se requiere que la misma cuente con
fundamentación autónoma, es decir que debe bastarse a sí misma. Por lo tanto, deberá
efectuarse un relato sucinto de los hechos de la causa, enunciar la cuestión federal involucrada
en el caso y su vinculación con el resultado del pleito, así como la crítica razonada de la
sentencia dictada y de los argumentos en que se basó la denegación del recurso
extraordinario.
Deberá, además, efectuarse un depósito en el banco de depósitos judiciales a la orden de la
Corte Suprema de Justicia. Si el recurrente omitiere este depósito o lo efectuare en forma
25
SEMANA 12
MÓDULO 12
insuficiente, se le hará saber que debe integrarlo en el plazo de cinco días. En caso de
incumplimiento la queja será desestimada.
La Corte podrá rechazar la queja sin más trámite, exigir la presentación de copias o, si fuera
necesario, la remisión del expediente (art. 285, C.P.). Dicho artículo habilita también a la Corte
a rechazar el recurso en los supuestos y forma previstos en el art. 280, párrafo segundo del
Código Procesal ("... según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá
rechazar el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las
cuestiones planteadas resultaren insuficientes o carentes de trascendencia").
SENTENCIAS ARBITRARIAS:
Los supuestos enumerados en los tres incisos del art. 14 de la ley 48 no cubren todos los casos
en que la Corte Suprema puede habilitar la instancia extraordinaria. A través de los años este
Tribunal ha efectuado el desarrollo pretoriano de la teoría de las "sentencias arbitrarias".
En líneas generales cabe consignar que son aquellas sentencias que presentan defectos de tal
gravedad y entidad, que no pueden ser calificadas genuinamente como sentencias, aunque
hayan sido suscriptas por un juez o tribunal. Como ha dicho la Corte Suprema son aquéllas que
presentan "omisiones y desaciertos de gravedad extrema en que, a causa de ellos, las
sentencias quedan descalificadas como actos judiciales" (Fallos 302-1191). Se requiere, en
general, un apartamiento inequívoco de la solución normativa prevista para el caso o una
decisiva carencia de fundamentación (Fallos 300-535). Se ha señalado (Carrió-Carrió), que
esta extensión del ámbito de aplicación del recurso extraordinario tiene los siguientes
fundamentos constitucionales:
26
SEMANA 12
MÓDULO 12
ámbito del recurso extraordinario, un ámbito de excepción, donde deben encontrarse en peligro
la vigencia de los principios constitucionales o donde sea estrictamente necesario uniformar la
interpretación dada a los mismos.
CAUSALES:
Diversos son los supuestos en los que la Corte ha aplicado el concepto de sentencia arbitraria.
Veremos algunas de las causales de mayor importancia:
Omitir la consideración de pruebas decisivas para la solución del pleito: Las cuestiones
referentes a la selección de las pruebas y su interpretación y evaluación por los jueces son, por
principio, ajenas a la órbita del recurso extraordinario. Sin embargo, el mismo ha sido
considerado viable en aquellos supuestos en que se ha omitido toda consideración sobre
pruebas evidentemente decisivas para la solución del caso, o cuando se las ha interpretado de
manera caprichosa. Por ejemplo, se ha hecho excepción a la regla general cuando se ha
prescindido de la casi totalidad de las declaraciones de los testigos del hecho y se ha tomado,
aislada y parcialmente, sin dar razón alguna, los dichos de uno de ellos (LL 1992-C, 589, nº
7774). O cuando se ha omitido valorar un peritaje médico sin expresar concretamente las
razones que autorizaron esa actitud frente a la seriedad del informe y su incidencia en la
solución de la causa (LL 1981-A, 510, nº 5001). También cuando la sentencia ha descalificado
toda la prueba testimonial en virtud de las contradicciones en que incurrió uno de los testigos,
omitiendo analizar los dichos coincidentes de otros cuatro testigos (Fallos 304-1097). El
apelante no sólo debe enunciar cuáles han sido las pruebas cuyo análisis se omitió, sino que
también deberá acreditar la aptitud de las mismas para modificar el resultado del pleito.
Prescindir del texto legal aplicable: También han sido revocadas, por arbitrarias, sentencias
que omitían aplicar la norma jurídica que obviamente regía el caso, sin dar al respecto razón
valedera alguna. Se ha presentado con alguna frecuencia en casos de regulación de
honorarios, donde se prescindió de aplicar las reglas del arancel respectivo, sin dar fundamento
alguno. También se han dado casos en los que las sentencias revocadas habían efectuado una
interpretación que equivalía, en los hechos, a la prescindencia del texto legal, sin que hubiera
mediado debate y declaración de inconstitucionalidad. Se dijo que la exégesis de la norma, aún
con la finalidad de adecuarla a los principios y garantías constitucionales, debe practicarse
sin violencia de su letra y de su espíritu (LL 1986-A, 366).
27
SEMANA 12
MÓDULO 12
en autos, sin dar ninguna otra razón de por qué se llegó a cada una de las sumas estimadas
como resarcitorias del daño acústico causado (Fallos 304-269). Es condición de validez de las
sentencias judiciales que ellas sean fundadas y que constituyan, por tanto, derivación razonada
del derecho aplicable, con referencia a los hechos comprobados de la causa, exigencia que no
cumple el fallo impugnado en cuanto se apoya en una afirmación dogmática para resolver un
punto controvertido de derecho, sin analizar las circunstancias concretas del caso y las
específicas de la legislación aplicables ni las argumentaciones de los afectados por las
medidas impugnadas. ( LL 1980-A, 641 [35.410-S]).
Otras causales: Han sido consideradas sentencias arbitrarias, también, aquellas que se
pronuncian sobre cuestiones no planteadas; o cuando los jueces se arrogan el papel de
legisladores; cuando se fundan en normas derogadas o no vigentes; cuando invocan prueba
inexistente; cuando son auto-contradictorias; cuando incurren en excesos rituales; etc.
28