Situado frente a un objeto-eje (puerta, ventana, armario, silla…)
deberá situar objetos a la derecha y a la izquierda de dicho objeto.
Para ejercitar la independencia segmentaria: pida al niño que,
mientras con una mano frota sobre su pupitre, con la otra realice golpes coordinados en la misma superficie. Se tope con la mano derecha la rodilla izquierda y viceversa. Se toque la oreja con la mano izquierda y la nariz con la derecha y viceversa.
Dados dos tipos de objetos de dos colores diferentes, situar unos a
la derecha y otros a la izquierda de otro objeto-eje (un cuaderno, un lápiz…) utilizando para ello un criterio (por ejemplo, los de color rojo a la derecha y los de color amarillo a la izquierda).
Enumeración de objetos que se encuentran a la izquierda y a la
derecha del niño /a. Para ello antes repasaremos cuál es su mano derecha y cuál su mano izquierda, que servirán de guía.
Localizar un objeto según su ubicación (por ejemplo, dime qué
objeto que sirve para colgar la ropa se encuentra a tu izquierda). Dibujar en una pizarra objetos sencillos situados a la derecha y a la izquierda de una línea-eje central (cuadrados, círculos, triángulos)
Localizar objetos que se encuentran situados en grandes espacios
gráficos a la derecha o a la izquierda de un objeto eje (por ejemplo, dime los objetos que se encuentran a la derecha de tu habitación).
Todos los ejercicios se realizarán partiendo de la derecha e izquierda del
niño, no del objeto del ejercicio, pues el reconocimiento de un eje de simetría de una figura humana u objeto que se encuentra frente a nosotros no suele adquirirse antes de los siete años. La razón de esto obedece a que este aprendizaje exige la participación de operaciones del pensamiento lógico concreto como son las traslaciones y las inversiones.