Está en la página 1de 2

Cómo organizar un desayuno de trabajo con éxito

Los desayunos de trabajo son cada vez más frecuentes porque se suele
crear un ambiente algo más informal que, incluso, puede favorecer que
se obtengan mejores resultados.
El aspecto positivo de esta circunstancia es que se suele crear un
ambiente algo más informal que, incluso, puede favorecer que se
obtengan mejores resultados. El secreto para que esto ocurra, sobre
todo en el caso del desayuno, es encontrar el entorno ideal y, por
supuesto, cuidar hasta el último detalle en la organización para que se
puedan combinar perfectamente las dos acciones: trabajar y desayunar.

Por ello, lo más importante es realizar una buena planificación teniendo


en cuenta:
• La hora: Suelen comenzar entre las 8 y las 10 de la mañana,
en función del horario de los asistentes, y se pueden
extender durante 2 ó 3 horas e, incluso, enlazarse de alguna
forma con un almuerzo ligero.
• El espacio: Lo ideal es llevarlo a cabo en alguna sala de la
empresa, lo suficientemente grande para que quepa una mesa
común en la que todos los asistentes puedan trabajar y
desayunar cómodamente. También conviene que haya alguna
mesa auxiliar para colocar cafeteras, tazas, cubiertos y algo de
bebida que permanezca durante todo el encuentro. Si no hubiera
sitio para ello, algunas opciones son desayunar primero –y
aprovechar para realizar las presentaciones o iniciar una
conversación informal- y comenzar a trabajar después, o bien
buscar un espacio más amplio y cómodo fuera de la empresa.

• El tipo de desayuno: En general, puede ser continental o


americano. Ambos incluirán café, leche, infusiones y zumos
como bebidas y tostadas, pan, bollería y mermeladas
variadas para comer –pueden completarse con algún tipo de
embutido, frutas frescas, cereales, etc.-. La diferencia es que
el desayuno americano incorpora platos calientes como
huevos fritos, pasados por agua o revueltos y bacon, aunque
normalmente no se recomienda esta opción para evitar
sensación de pesadez durante la reunión.
• El servicio: Normalmente son los propios asistentes al desayuno
los que se sirven la bebida y los alimentos, pero también cabe la
posibilidad de contratar un catering que incluya la presencia de
algún camarero para servir el café o acercar los alimentos al sitio
de los asistentes.

También podría gustarte