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APUNTES DE DERECHO CIVIL II – APUNTE 6

© Profesor Rodrigo Fecci Uribe. Escuela de Derecho – Universidad Academia de Humanismo Cristiano

1. Modos de adquirir el dominio. Concepto, enumeración y clasificación.

a) Concepto. El Código Civil no define los modos de adquirir la propiedad, y se limita a


enumerarlos en el artículo 588 señalando que son modos de adquirir el dominio la ocupación,
la accesión, la tradición, la sucesión por causa de muerte, y la prescripción. A ello se
considera debe agregarse la ley1.
Se considera de manera que general que los modos de adquirir el dominio son hechos
que permiten la adquisición del derecho de propiedad sobre un bien, es decir, un hecho que
permite vincular un bien a un patrimonio específico en propiedad (u otro derecho real). La
doctrina los define como aquellos hechos idóneos “para producir en concreto la adquisición
del derecho en favor de una persona”2 o como el hecho o acto jurídico “que produce
efectivamente la adquisición del dominio”3.
Se debe poner atención a estas definiciones en cuanto enfatizan que el modo de
adquirir va a producir “en concreto la adquisición” o “efectivamente la adquisición”,
puesto que, en nuestro sistema jurídico, se exige la concurrencia de dos elementos para que
se puede adquirir (en propiedad o dominio) un derecho: (i) un título; y (ii) un modo de
adquirir,
Respecto del (i) título, se considera que es un hecho o acto jurídico que fundamenta
o “sirve de antecedente”4 para la adquisición, en cuanto acuerdo de voluntades para provocar
la transmisión del derecho real5, como una compraventa, una donación, una permuta, aporte
en sociedad, etc., o siendo un hecho al que la ley le otorga tal efecto, como en sucesión por
causa de muerte, el vínculo de filiación, etc., accesión. Se considera que en nuestro derecho
un título no es suficiente para transferir el dominio, pues “de él nace solamente un derecho
personal, el derecho de exigir que posteriormente se transfiera el dominio por el obligado”6,
a través del modo de adquirir.
Respecto del (ii) modo de adquirir, se le considera un hecho o acto adicional al título
mismo, que “efectivamente” o “en concreto” producen la adquisición; por lo que,
existiendo sólo el título (por ejemplo, la compra de un libro) no se hace dueño el titular (en
este caso, el comprador), sino que se requiere un hecho adicional: que se realice un modo de
adquirir (en el ejemplo de la compra, la tradición o entrega del libro).
Sin embargo, se ha criticado que la concurrencia de ambos requisitos sólo es exigible
a propósito de un modo de adquirir en específico, que es la tradición, pero no sería necesaria
en los demás modos de adquirir7.
Por otro lado, otra visión del derecho considera que el basta un título para adquirir un
derecho (vincularlo a un patrimonio), pues el modo sería innecesario, o al menos estaría

1
PEÑAILILLO. P. 194.
2
ALESSANDRI. P. 87.
3
PEÑAILILLO. P. 187.
4
Ibid.
5
ALESSANDRI. P. 87.
6
PEÑAILILLO. P. 187.
7
ALESSANDRI. P. 91.

1
implícito en él8. Aquello se reconoce en el Código Civil de Francia e Italia, de manera que
“la propiedad se transfiere y adquiere por el solo efecto de la convención”9: las voluntades
concordantes son suficientes para transferir y adquirir la propiedad.
En este sentido, se considera que de manera tradicional (por tener sus orígenes en el
derecho romano) se exige para adquirir y transferir la propiedad (o cualquier derecho real) la
concurrencia de (i) un título (o “causa remota de adquisición”10) y (ii) un modo de adquirir,
lo que se aplicaría en nuestro derecho, así como en España, Holanda y Suiza.
Además de lo mencionado respecto al art. 588 CC, son normas relevantes la de los
arts. 670 y 675 CC, que contienen la definición de la tradición, y la referencia a que la
tradición (en cuanto modo de adquirir) requiere de un título “para que valga” y además sea
válido respecto de la persona a quien se confiere, respectivamente. También el art. 1793 CC
que define la compraventa (y el art. 1897 CC respecto de la permuta), en cuanto esta sólo
obliga a una de las partes a dar una cosa, y no se señala como alguno de sus efectos que
transfiera el dominio, sino sólo genera la obligación de hacerlo (de “entrega o tradición”, en
el art. 1824 CC), y se crítica la definición de donación del art. 1386 CC, por ser impropia11
en este sentido (al señalar que la donación “transfiere” los bienes).

b) Enumeración. Ya se señaló que el art. 588 enumera que son modos de adquirir la
ocupación, la accesión, la tradición, la sucesión por causa de muerte, y la prescripción. En
sentido, se considera que sólo son modos de adquirir los que establece la ley, por regulación
constitucional del art. 19 N°2412, y que debe agregarse como modo de adquirir la propia ley.
Habiéndose ya enumerado, revisaremos una breve definición de cada uno de ellos.

i) Ocupación. Se define en el art. 606 CC, en cuanto señala que por la ocupación “se
adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y cuya adquisición no es
prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho Internacional”. A esta definición legal se
agrega que la ocupación consiste en hacerse dueño de cosas que no pertenecen a nadie,
mediante “la aprehensión material de ellas, acompañada de la intención de adquirirlas”13.

ii) Accesión. Se define en el art. 643 CC, que señala que la accesión “es un modo de
adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella produce, o de lo que se
junta a ella”, precisándose que el hecho que produce la adquisición del dominio “es la unión
de una cosa a otra”14, sea natural o artificialmente, pero sólo aplicable a las cosas corporales.

iii) Tradición. Se define en el art. 700 CC, al señalar que “consiste en la entrega que
el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el
dominio, y por otra la capacidad e intención de adquirirlo”.

8
Ibid. P. 87.
9
Ibid.
10
Ibid.
11
PEÑAILILLO. P. 194.
12
Ibid.
13
ALESSANDRI. P. 94.
14
Ibid. P. 111.

2
iv) Sucesión por causa de muerte. Se enumera como modo de adquirir en el art. 588
CC, y se menciona en el art. 951 CC que “se sucede a una persona difunda a título universal
o a título singular”, luego especificando cada una, a partir de lo cual se extrae como definición
que por ella una o más personas vivas “adquiere el patrimonio dejado por una fallecida, o
una cuota del mismo (la mitad, tercio o quinto), o una o más especies o cuerpos ciertos (tal
caballo, tal casa), o una o más especies indeterminadas de cierto género (un caballo, tres
vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo) que formaban parte del patrimonio
dejado por el difunto”15.

v) Prescripción. Se define en el art. 2492 CC, que contiene la definición de


prescripción adquisitiva y extintiva, extrayéndose de dicho artículo la definición de
prescripción como modo de adquirir, en el siguiente sentido: “es un modo de adquirir las
cosas ajenas, por haberse poseído las cosas durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo
los demás requisitos legales.”

vi) La ley. Se define en el art. 1 del CC como “una declaración de la voluntad


soberana que, manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o
permite”. La ley puede consistir en un modo de adquirir, en cuanto atribuye la propiedad de
algún bien a alguna persona, por ejemplo, en una ley de expropiación (que hace dueño del
bien al Estado), o mediante leyes de redistribución de la propiedad (como en la reforma
agraria, entre otros ejemplos).

c) Clasificaciones.
La doctrina16 enumera una serie de clasificaciones respecto a los modos de adquirir,
según diversos criterios. Revisaremos los más importantes.

i) Originarios y derivativos. Este criterio atiende al criterio según si el modo de


adquirir “permite adquirir la propiedad independientemente del derecho de un
antecesor”17. En tal sentido, el modo de adquirir será originario si permite adquirir la
propiedad sobre una cosa de manera independiente del derecho de un antecesor, y será
derivativo si por el contrario la propiedad se adquiere de parte de un antecesor, es decir, se
traspasa por el titular anterior18.
En consecuencia, en el modo de adquirir derivativo el contenido del derecho que se
adquiere se deriva del contenido del derecho del antecesor (quien transfiere el derecho),
por lo que las características del derecho que se adquiere van a depender de ese contenido;
por su parte, en los modos de adquirir originarios el derecho va a nacer en plenitud (libre de
todo gravamen o carga, con la posibilidad de ejercer plenamente sus atributos o facultades
de uso, goce y disposición), pues que el hecho que justifica la adquisición de la propiedad
permite constituirla de forma original (sin necesidad de justificación anterior).
Son modos de adquirir originarios: la prescripción, la accesión y la ocupación. Y son
derivativos: la tradición y la sucesión por causa de muerte.

15
Ibid. P. 89.
16
Principalmente ALESSANDRI, P. 88 y siguientes; PEÑAILILLO, P. 194 y siguientes.
17
PEÑAILILLO. P. 194. El destacado es propio.
18
Ibid.

3
Se señala como importancia de la clasificación, justamente, para determinar el
“alcance y características”19 o “medir el alcance del derecho que se adquiere”20. Lo anterior,
pues por principios y lógica “nadie puede transferir o transmitir más derechos que los que
tiene”21.
En este sentido, para determinar el contenido (alcance y características) del derecho
de propiedad que se adquiere debe revisarse “si el derecho existía realmente en manos del
que lo transfiere o transmite y en qué condiciones lo tenía”22 (modos de adquirir derivativos),
o por el contrario bastará “examinar el acto o hecho que configura el modo, y la cosa sobre
la que recae”23 (modos de adquirir originarios). Así, como se verá, se señala24 que en la
tradición (modo derivativo) si el tradente no es dueño, no transfiere el dominio; o, si la cosa
estaba gravada se adquiere con los respectivos gravámenes (por ejemplo, si estaba
hipotecada, o tenía un usufructo, aquellos gravámenes se traspasan junto con la propiedad).

ii) A título singular y a título universal. Se considera que esta clasificación atiende
al criterio según “la individualización de los bienes que se adquieren”25, es decir, si se
adquiere un bien determinado de manera individual o singular (a título singular), o un bien o
una cuota sobre un bien universal o conjunto de bienes y/o obligaciones.
De esta manera si una persona adquiere a título universal se adquiere “todo el
patrimonio de otra o una cuota-parte (representada por una fracción) de este patrimonio”26,
lo que comúnmente ocurrirá respecto de los herederos, en los casos de sucesión por causa de
muerte.
Respecto de cada uno de los modos de adquirir, la (i) sucesión por causa de muerte
puede ser a título universal (cuando se tiene la calidad de heredero) o singular (cuando se
tiene la calidad de legatario de especie o cuerpo cierto27); la (ii) ocupación y (iii) accesión
son a título singular, pues sólo permiten adquirir “bienes específicos”28; por su parte, la (iv)
tradición y (v) prescripción son por regla general a título singular, pero también lo pueden
ser a título universal29, cuando se trata de la cesión de la herencia o de la cuota sobre los
derechos hereditarios, o la prescripción de la herencia, que aplica respecto del heredero
aparente.

iii) A título gratuito y oneroso. Se considera que este criterio se refiere a “signifiquen
o no una prestación pecuniaria para el adquirente”30 o según el “sacrificio pecuniario que
importen”31, de manera que si para realizar el modo de adquiere debe existir una prestación

19
PEÑAILILLO. P. 194.
20
ALESSANDRI. P. 89.
21
Ibid.
22
Ibid.
23
PEÑAILILLO. P. 195.
24
ALESSANDRI. P. 89. PEÑAILILLO. P. 195.
25
ALESSANDRI. P 89.
26
Ibid.
27
PEÑAILILLO. P. 195.
28
Ibid.
29
ALESSANDRI. P. 89. PEÑAILILLO. P. 195.
30
PEÑAILILLO. P. 195.
31
ALESSANDRI. P. 89.

4
pecuniaria (típicamente en dinero) será un modo de adquirir oneroso, y si no es necesaria tal
prestación, será gratuito.
En este sentido, la tradición va a tener el carácter gratuito u oneroso, según lo sea el
título que la antecede o justifica (el hecho o acto jurídico en que se fundamenta); y, los demás
modos de adquirir siempre serán gratuitos.
Peñailillo considera que esta clasificación no es aplicable a los modos de adquirir,
pues se aplica a los actos jurídicos, y algunos modos ni si quiera son actos32.

iv) Entre vivos y por causa de muerte. Este criterio se refiere a si es necesaria “o
no la muerte del titular de derecho para que el modo opere”33, de manera que “el derecho que
se adquiere derive de la persona difunta, que a ella le haya pertenecido”34. De esta manera,
el único modo de adquirir que va a ser por causa de muerte es la sucesión por causa de
muerte, los demás son entre vivos.

3. Ocupación.

a) Concepto. Como se señaló, se define en el art. 606 CC, en cuanto señala que por la
ocupación “se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y cuya adquisición
no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho Internacional”. A esta definición
legal se agrega que la ocupación consiste en hacerse dueño de cosas que no pertenecen a
nadie, mediante “la aprehensión material de ellas, acompañada de la intención de
adquirirlas”35.

b) Elementos o requisitos. Se señala que para que se de lugar a la ocupación, deben concurrir
los siguientes requisitos36:
i) Que haya aprehensión material de la cosa. Por ende, sería aplicable sólo para
adquirir los bienes o cosas corporales.
ii) Que concurra además la intención de adquirirla.
iii) Que se trate de cosas que carezcan de dueño, es decir, que no pertenecen a nadie.
Respecto de este requisito, se considera37 que una cosa puede no tener dueño o porque nunca
lo ha tenido, o que han tenido dueño, pero han dejado de tenerlo, ya sea porque han
recuperado su libertad (como los animales), o han sido abandonados al primer ocupante.
Además, según lo dispuesto en el art. 590 CC, sólo sería aplicable a los bienes muebles (pues
no hay inmuebles sin dueño).
iv) Que su adquisición por este modo no esté prohibida por las leyes chilenas o por el
derecho internacional. Se señala38 que esta mención se refiere a las reglas de pesca y caza,
que regulan la prohibición de ocupación de ciertos animales, y además a la prohibición del
pillaje (o apropiación particular que puede realizar cada soldado) en el caso de conflictos
bélicos.

32
PEÑAILILLO. P. 195.
33
Ibid.
34
ALESSANDRI. P. 89.
35
ALESSANDRI. P. 94.
36
ALESSANDRI. P. 93. PEÑAILILLO. P. 198.
37
PEÑAILILLO. P. 198.
38
ALESSANDRI. P. 94.

5
c) Clasificación. Se señala como clasificación de la ocupación, las siguientes categorías:

i) Ocupación de cosas animadas. Se refiere al apoderamiento o adquisición del


dominio de animales, en particular animales bravíos o salvajes (art. 607 CC), que se definen
como “los que viven naturalmente libres e independientes del hombre” (art. 608 CC), a
diferencia de los domésticos, que son aquellos que viven ordinariamente bajo la dependencia
del hombre, y los domesticados que siendo bravíos por su naturaleza se han acostumbrado a
la domesticidad (art. 608 CC).
De este modo, la ocupación de cosas animadas se refiere al estudio de las reglas de
pesca y caza, las que sólo son aplicables a los animales bravíos y domesticados, si pierden
la costumbre de “volver al amparo o dependencia del hombre” (art. 608 inciso segundo CC).

ii) Ocupación de cosas inanimadas. Este tipo de ocupación se refiere a los demás
bienes muebles, distintos a los animales.

A) Invención o hallazgo. Se define en el art. 624 CC, señalando que es una especie
de ocupación por la cual “el que encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie
adquiere su dominio, apoderándose de ella”, señalando como ejemplos la adquisición de las
piedras, conchas y otras sustancias que arroja el mar, indicándose39 como requisitos para que
opere: 1) que se trate de cosas inanimadas; 2) que se trate de cosas que no tienen dueño,
agregándose además que no han tenido dueño anterior (res nullius), según lo dispuesto en el
art. 624 inciso segundo CC; 3) que quien encuentra la cosa se apodere de ella.

B) Cosas abandonadas al primer ocupante. Se contiene como mención en el art.


624 inciso tercero, en cuanto señala que se adquieren del mismo modo (que la invención o
hallazgo) “las cosas cuya propiedad abandona su dueño” (res derelictae), señalando como
ejemplo las monedas que se arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
De este modo, se afirma que es necesario probar la intención del propietario de
abandonar la propiedad, según lo dispuesto en el art. 624 inciso final CC, pues señala que no
se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes arrojan al mar para
alijar la nave.

C) Tesoro. En el art. 625 CC se señala que el descubrimiento de un tesoro es una


especie de invención o hallazgo, definiéndose en su inciso segundo que un tesoro es “la
moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre ha estado largo
tiempo sepultados o escondidos sin que haya memoria ni indicio de su dueño”.
Respecto de este tipo de ocupación, se señala que existen diferentes reglas sobre quien
se hace dueño de tesoro, según quien es el propietario del terreno en donde se encuentra el
tesoro:
1) Si lo encuentra el propietario, le pertenece en su totalidad (art. 626 inciso tercero
CC).
2) Si es un tercero en suelo ajeno, y es fortuito o producto de una búsqueda realizada
con autorización del dueño, se divide por parte iguales entre el dueño de terreno y el
descubridor (art. 626 inciso primero y segundo CC).

39
Ibid. P. 100.

6
3) Si lo encuentra un tercero en suelo ajeno, y es producto de una búsqueda realizada
sin o contra la voluntad del dueño, todo el tesoro pertenece al propietario (art. 626 inciso
tercero CC, al señalar “en los demás casos”).

D) Captura bélica. Se señala en el art. 640 CC que el Estado se hace dueño de todas
las propiedades que se toman en guerra de nación a nación, no sólo a los enemigos sino a los
neutrales, y aún a los aliados y nacionales. Se la define como “el despojo de los bienes del
vencido en provecho del vencedor”40
Por ende, es un modo de adquirir cuyo único posible titular es el Estado, y se regula
en los arts. 640 a 642 CC.

40
Ibid. P. 103.

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