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Redistribución en tiempos de crisis

Por estos días, en el municipio en el que resido han pasado cosas de todo tipo: desde
iniciativas individuales que promueven la solidaridad y el sentido comunitario,
indispensables en tiempos de crisis, hasta investigaciones de la contraloría sobre los
contratos para la emergencia, en las que se ve involucrado el municipio (noticia en anexos).
Intentando ir más allá de la opinión que me formé al respecto, pretendo analizar ciertas
acciones de la administración cejeña y las circunstancias que las rodean, a la luz de
conceptos que se ven involucrados en el enfoque biopsicosocial de la salud, y también los
que propone la teoría de los determinantes sociales de la misma.
Partiendo de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1948),
se entiende que “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (p.1) tal como propone Briceño-León
(2000), esta perspectiva nos permite entender el concepto de salud como una integración de
múltiples procesos, relacionados con la biología, el ambiente, las relaciones sociales, la
política y la economía. Esta concepción representó una ampliación en la forma en que se
entiende el proceso salud-enfermedad, al extender su alcance a ámbitos de la vida que
repercuten (e incluso determinan) en el estado de salud de las personas. Este enfoque,
conocido como biopsicosocial de la salud, ubica a las personas ya las comunidades en un
rol protagónico en lo que se refiere a procesos de salud, incluyendo en él una síntesis de
bienestar físico, social, y mental.
Respecto a esto, Franco-Giraldo (2011) apunta que el modelo biopsicosocial tiene
principalmente dos características: en primer lugar, la Atención primaria en salud, que
consiste en brindar asistencia sanitaria básica a todos los integrantes de la comunidad, con
plena participación social y a costos accesibles; en segundo lugar la multisectorialidad, que
implica que los diferentes factores sociales se involucren en el proceso, logrando así que
instituciones, asociaciones, grupos comunitarios y líderes se integren para trabajar de
manera coordinada, con el fin de lograr la democratización de recursos y conocimientos en
salud, además del empoderamiento local en cuanto a toma de decisiones.
Según alcántara (2008) “la salud depende en último término de la capacidad de
controlar la interacción entre el medio físico, el espiritual, el biológico y el económico y
social” (p. 95) y el control de esta interacción solo puede lograrse si se ubica al individuo y
a la comunidad a la que pertenece en un papel protagónico del modelo, pues son sus
necesidades las que serán intervenidas, siempre teniendo en cuenta las habilidades con las
que cuentan para ello. El modelo biopsicosocial parte de una visión integrada, permitiendo
explicar la salud como un hecho multidimensional y establecer los lazos entre los distintos
niveles (biológico, personal y social) que lo sustentan, planteándose el logro de la
autosuficiencia como parte fundamental del propósito de la intervención.
Siguiendo la propuesta de Rodríguez-Marín & Neipp (2008) el despliegue efectivo
del modelo biopsicosocial puede hacerse en dos vías: La primera de ella es la Prevención.
El comportamiento preventivo puede darse en 3 niveles, según el momento de enfermedad
en el que se encuentre la población en la que se pretende trabajar: en primer lugar, está la
prevención primaria, que se refiere a la disminución de la incidencia de las enfermedades;
en segundo lugar, la prevención secundaria apunta a disminuir la prevalencia de las
enfermedades; finalmente, la prevención terciaria intenta disminuir las complicaciones y las
secuelas de las enfermedades. Por su parte, la segunda vía de despliegue es la Promoción,
que es un concepto más ligado al polo de la salud y de una envergadura más amplia, ya que
implica la protección y el mantenimiento de la salud, a la vez que promueve el estado
óptimo en los aspectos físico, mental y social, tanto del individuo como de la comunidad.
Siendo así que las actividades que se llevan a cabo en este sentido, apuntan no solo a
establecer comportamientos saludables, sino también a potenciar las habilidades
individuales y colectivas.
Sumado a lo anterior, Mejía (2013) expone que la idea principal de la teoría de los
determinantes sociales de la salud quedó expresada claramente en la declaración de Ottawa,
cuando se señala que la salud puede verse afectada o beneficiada por los factores
biológicos, sociales, económicos, políticos y culturales. Es por esto por lo que declaró la
promoción de la salud como principal forma de facilitar los medios para que las personas
tengan iguales oportunidades de alcanzar su máximo potencial, y así reducir las diferencias
sanitarias productoras de inequidad. Surge entonces la siguiente pregunta: ¿qué son (y qué
implican) las inequidades sanitarias? Según los conceptos claves propuestos por la
comisión para los determinantes sociales de la salud OMS (2005), se entienden las
inequidades sanitarias como “desigualdades evitables en materia de salud entre grupos de
población de un mismo país, o entre países. Esas inequidades son el resultado de
desigualdades en el seno de las sociedades. Las condiciones sociales y económicas, y sus
efectos en la vida de la población, determinan el riesgo de enfermar y las medidas que se
adoptan para evitar que la población enferme, o para tratarla.” Esto implica, en palabras
simples, que los más pobres son quienes tienen peores condiciones de salud y, en
consecuencia, menor expectativa de vida. la organización político-económica mundial
determina las relaciones internacionales y las políticas nacionales, y éstas a su vez,
configuran la organización del funcionamiento interno de las sociedades locales,
propiciando la aparición de diversas formas de jerarquía, organizadas en función de los
ingresos, educación, ocupación, género, raza/etnicidad y otros factores. El lugar que cada
cual ocupa en la jerarquía social afecta sus condiciones de crecimiento, aprendizaje, vida,
trabajo y envejecimiento, su vulnerabilidad ante la mala salud y las consecuencias de la
enfermedad.
Ahora bien, el propósito de este ensayo, además de compilar y relacionar los
conceptos hasta aquí expuestos, es analizar algunas actuaciones de la administración local
del municipio de La Ceja, Antioquia, partiendo del desarrollo de aquellos.
De todas las acciones de la administración municipal durante la crisis, una en
particular suscitó un debate (en redes sociales) que resaltó por generar emociones
encontradas. Se le llamó la ruta de la esperanza. Así lo describe Echeverry (2020),
periodista de la región, en una de sus columnas:

Hace unos días, por las noches, recorrió las solitarias calles de la ceja una caravana
musical, que combina lo cristiano y lo marcial, denominada Ruta de la esperanza. La cual,
básicamente, consistía en una procesión, encabezada por el alcalde, y compuesta además por un
cantante, muchas luces, un carro con el sonido y la banda del cantante, más carros, policías que
agitaban la bandera cejeña con mucho brío, y otro grupo de personas que uno supondría son
funcionarios de la alcaldía.

Mientras gran parte de la población aplaudió el gesto, calificando como necesarias


estas acciones para motivar a los cejeños y generar esperanza, otro sector rechazó
contundentemente los actos, cuestionando al alcalde por exponer su propia integridad y la
de su gabinete al recorrer el pueblo y saludar a la población que salía a aplaudirle, y además
por invertir recursos públicos indispensables para otros fines en tiempo de crisis. Lo
problemático de esta decisión municipal se encuentra en el hecho de que, al estar
atravesando por una pandemia mundial y su consecuencias económicas , la brecha social se
ve fuertemente acentuada, siendo las personas de más escasos recursos los principales
afectados. Si en condiciones normales estas inequidades son el germen social de la
enfermedad, en medio de la contingencia es evidente que los menos favorecidos serán
quienes corran más peligro de morir a causa de la infección. Es esto por lo que cada acción
de la administración debería tener como finalidad la redistribución de los recursos,
procurando llegar a los más vulnerables con oportunidades de acceso a salud. Utilizar
dinero públco para deambular las calles del municipio haciendo algarabía y llamando a
mantener la fe, desde ningún punto de vista aporta soluciones reales a los problemas de la
población, por el contrario, desvía la atención de los asuntos determinantes mientras
alimenta la idea de que el bienestar (y la salud) pueden lograrse a pesar de las
circunstancias contextuales que rodean al sujeto. Esta postura, que en nada beneficia a los
más necesitados, resulta diametralmente opuesta a los conceptos que hemos expuesto, toda
vez que ellos versan sobre la necesidad de mejorar la condiciones individuales y
contextuales para aumentar el bienestar y la calidad de vida de toda la población.
En una línea similar a la anterior, un nuevo hecho toma fuerza en los comentarios de
la población, y en los periódicos de la región: la firma de un contrato con la empresa
Corporación Centro de Análisis y Entrenamiento Político (CAEP) por la suma de $150
´000.000 de pesos, cuyo objeto será la “prestación de servicios profesionales para apoyar el
modelo comunicacional y de acercamiento continuo entre la administración municipal de
La Ceja con la ciudadanía” (enlace en anexos). La polémica que genera este suceso se
organiza alrededor de dos hechos: el primero de ellos es que Carlos Andrés Pérez Múnera,
quien ejerce como representante legal de dicha corporación, fue el asesor político de la
campaña del actual alcalde antes de ser elegido. La cercanía de ambos implicados en el
asunto genera suspicacias bastante fundamentadas; el segundo hecho aparece toda vez que
la alcaldía cuenta con una plantilla de alrededor de 14 comunicadores, donde al menos 11
de ellos trabajan en el equipo de comunicaciones de la administración de turno. Para gran
parte de la opinión pública, la alcaldía incurre un despilfarro del presupuesto municipal al
contratar con la corporación antes mencionada, al tiempo que cuenta con una gran cantidad
de profesionales que deberían estar capacitados para ejecutar las funciones para las cuales
fue celebrado el contrato en cuestión. Como hemos venido exponiendo a lo largo del texto,
la redistribución económica conduce a una mejor distrubución de salud, y gastar esa
cantidad de dinero del presupuesto municipal en estrategias de marketing político, cuando
cuenta con un equipo de profesionales en comunicaciones más que nutrido, no es
precisamente una estrategia efectiva de redistribución.
Existe además un tercer acto que, si bien tiene como fin la ayuda alimenticia a
personas vulnerables en tiempos de crisis, no dejó de causar inconformidades en una parte
de la comunidad. El primero de abril del año en curso, la administración municipal celebró
con la empresa rionegrera VIVE DISTRIBUCIONES SAS, un contrato con objeto de
“suministro de paquetes alimentarios para mitigar los efectos de la pandemia del COVID-
19 para la población vulnerable” (enlace en anexos). Si bien es cierto que el objetivo de
esta acción específica comulga con los planteamientos de los enfoques que hemos
desarrollado en este ensayo, en la medida en que dispone de recursos públicos para adquirir
productos alimenticios para población vulnerable, también es cierto que encierra una
problemática de orden económico y con impacto en la salud de la comunidad local. La
crítica aparece cuando se le cuestiona a la administración el hecho de contratar con una
empresa como la mencionada, que en su historial cuenta con contratos millonarios
celebrados con múltiples entidades públicas alrededor de los últimos 3 años. Desde mi
perspectiva, considero que se ignora lo que llamo el sentido proteccionista comunitario, al
entregarle a un titán de otro municipio (económicamente hablando) ese jugoso contrato,
pasando por alto que en La Ceja hay una gran cantidad de campesinos y pequeños
empresarios productores y distribuidores que se ven afectados por la situación. Ellos, de
haber recibido un contrato como el que nos ocupa, hubiesen reinvertido el dinero en
trabajadores cejeños, servicios públicos que recauda la misma administración, y en el
mercado municipal en general, dinamizando un poco la economía local, tan afectada como
las demás durante esta pandemia. En suma, lo que en principio aparece como una acción
destinada a la redistribución de los recursos beneficiando a los más pobres, parece ser que
tiene de base un contrato a través del cual los poderosos de la región se hacen más ricos, a
costas del aparente altruismo de la alcaldía cejeña. A fin de cuentas, en una fachada
redistributiva se camufla una acción que aumenta las inequidades en salud y bienestar.
En conclusión, debemos decir que, aunque cada una de estas acciones haya nacido
en la buena fe de la administración, no resultan acertadas desde la perspectiva integral de
salud que propone la actualidad política mundial, toda vez que derrocha recursos públicos
indispensables para reducir las inequidades sanitarias. En un tiempo en el que una
enfermedad tan común como un resfriado puede significar la muerte, la redistribución de
las oportunidades y los recursos se convierte en un asunto de primerísima importancia, si
acaso no lo fue hasta ahora.

Referencias
Alcántara Moreno, Gustavo La definición de salud de la Organización Mundial de
la Salud y la interdisciplinariedad Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, vol. 9,
núm. 1, junio, 2008, pp. 93-107 Universidad Pedagógica Experimental Libertador Caracas,
Venezuela
Briceño-León, R. (2000). Bienestar, salud pública y cambio social. En Briceño
León, R., De Souza, M, y Coimbra, C. (Coords.). Salud y equidad: una mirada desde las
ciencias sociales (pp. 15-24). Río de Janeiro: Editora Fio Río de Janeiro: Editora Fiocruz
Echeverry, J. (2020) Populismo Cejeño. Mi Oriente. [Columna en línea] disponible
en: http://mioriente.com/columnistas/populismo-cejeno.html
Franco-Giraldo A. Atención primaria en salud (APS). ¿De regreso al pasado?. Rev.
Fac. Nac. Salud Pública 2011; 30(1): 83-94
Mejía L. (2013) Los Determinantes Sociales de la Salud: base teórica de la salud
pública. Rev. Fac. Nac. Salud Pública; 31(supl1): S28-S36.
Organización Mundial de la Salud (1948). Constitución de la Organización Mundial
de la Salud [Documento en línea]. Disponible: http://www.who.int/gb/bd/PDF/bd46/s-
bd46_p2.pdf (consulta 25 de abril)
Organización Mundial de la salud (2005) Comisión para los determinantes sociales
de la salud: conceptos claves. [documento en línea] disponible en:
https://www.who.int/social_determinants/final_report/key_concepts_es.pdf?ua=1 (consulta
28 de abril)
Rodriguez, J y Neipp, M. (2008). Psicologia social de la salud. En Rodriguez, J y
Neipp, M. Manual de psicología social de la salud (15-36). Síntesis.
Anexos
http://diarioriente.com/altiplano/contraloria-investiga-contratos-para-ayudas-por-covid-19-
en-tres-municipios-del-oriente-antioqueno.html
https://www.elcolombiano.com/antioquia/critican-a-alcalde-de-la-ceja-por-millonario-
contrato-con-entidad-asesora-de-su-campana-PC12892951
contrato CAEP
https://www.contratos.gov.co/consultas/detalleProceso.do?numConstancia=20-12-10590594
contrato VIVE
https://www.contratos.gov.co/consultas/detalleProceso.do?numConstancia=20-12-1065873
Características Prevención Promoción
Objetivos - Reducir los factores de - Cambia hábitos y
riesgo. condiciones de vida.
- disminuir las - Influir en políticas
complicaciones. públicas en salud.
- proteger a grupos de - Mejorar calidad de vida.
riesgo. - reducir inequidades en
salud

Población Primaria: Grupos de riesgo. Población en general.


Secundaria: Grupos Comunidades
posiblemente enfermos.
Terciaria: Grupos enfermos
en riesgo de complicación.
Agentes Primaria: comunidad. Líderes políticos y cívicos.
Profesionales de salud Funcionarios Públicos.
pública. Profesionales afines.
Secundaria: Profesionales Grupos de apoyo social.
de la salud y de S. pública. Agentes comunitarios.
Terciaria: Profesionales de Medios de comunicación.
la salud. Comunidad en
rehabilitación
Estrategias Primaria: Educación Participación social y
sanitaria. Desarrollo fortalecimiento de la
comunitario. Comunicación capacidad comunitaria.
e información para la toma Negociación política,
de decisiones. consenso.
Secundaria: Detección. Información a la comunidad
Diagnóstico precoz. Educación para la salud
Terciaria: tratamiento
oportuno, manejo clínico.
Acciones Primaria: Inmunizaciones. Entornos saludables:
Yodación de la sal. hogares, escuelas,
Agua potable. municipios.
Secundaria: Tamizaje. Estilos de vida: ejercicio
Citología. Examen de físico, convivencia pacífica,
Próstata. Pruebas a recién campañas contra la
nacidos. drogadicción.
Terciaria: insulina, diálisis, Servicios reorientados:
nebulizaciones, hospitales saludables
rehabilitación.
Enfoque - De riesgo, clínico, - Social, político, universal.
individual.
Objetivos comunes  Mejorar el nivel de salud
 Intervenciones de salud pública para modificar
riesgos y problemas de salud
 Reorientación de servicios de salud para que
potencien la acción de los miembros de la
comunidad

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