Cuento

El pozo de los deseos

Autores:
Monserrat Paola Sierra Gaspariano
Araceli Romero Rodríguez

Había una vez una maestra llamada Monse, que se encontraba muy angustiada porque sus alumnos no
mostraban mucho interés o ganas por las clases virtuales, ni por hacer las actividades de sus cuadernillos

-La escuela no es la misma desde que comenzaron las clases a distancia, mis niños no muestran la
alegría ni las ganas de antes, todo está muy mal y me siento sola, no tengo una compañera con quien
platicar- se repetía constantemente la maestra.

Por otro lado, se encontraba la maestra Araceli, quien hacía todo de su parte para que sus clases y sus
actividades fueran las mejores para sus alumnos, quienes después de un tiempo comenzaron a aburrirse
-Quiero ir a la escuela Maeta- decía uno de sus pequeños
-Maeta extraño a mis amiguitos- comentaba otro de sus alumnos
La maestra muy angustiada pensaba en soluciones para este gran problema, pero ... no tenía a quien
contarle, una compañera educadora, una directora a quien consultar... estaba completamente sola

Un día de repente, la maestra Monse y la maestra Araceli se encontraban caminando por el parque,
pensativas al caminar porque deseaban pronto encontrar una solución a su problema, de repente se
encontraron con un hermoso Pozo lleno de agua y flores al rededor
Ambas se miraron fijamente y comenzaron a platicar.
Después de un rato se encontraron con la sorpresa de que sus situaciones eran las mismas; eran las
únicas maestras en sus escuelas y sus alumnos ya no estaban tan interesados en sus clases.

De pronto, cómo si una voz del fondo del pozo surgiera se escuchó “trabajen en equipo brillantes
maestras”
Muy extrañadas, ambas miraron dentro del pozo y cómo arte de magia el agua del pozo comenzó a emitir
una luz muy brillante y hermosa
-Ambas deben trabajar juntas, compartir consejos, crear actividades para que sus alumnos vuelvan a ser
los de antes- dijo la voz dentro del pozo

Ambas maestras hicieron la promesa de juntarse cada día al atardecer para trabajar juntas.

Cada día intercambiaban ideas, estrategias, actividades, y experiencias.

El Pozo las escuchaba atentamente e intentaba darles consejos y experiencias también.

Después de unos días, las maestras decidieron crear un proyecto para motivar a sus alumnos “me siento
motivado, feliz y capaz” en el que se crearon actividades muy bonitas para que los alumnos trabajaran con
materiales como pintura, papel de todos los colores y cosas en casa, vasos, platos, cucharas... los
alumnos se divertían mucho y convivían con sus demás compañeros, pero lo más importante de todo es
que estaban cada vez más motivados e interesados en sus clases
-Qué divertido Maeta- decia un alumno
-Todos los días la espero y a mis amiguitos- contento gritaba en clase otro pequeño.

Mientras las maestras día a día enviaba cada una de las actividades del proyecto y los alumnos se
sorprendían al tener a la mano los materiales a utilizar.
Les contare algunas de ellas y las anécdotas que expresaban los alumnos al realizar la actividad.

“Obras artísticas”
La maestra mencionaba los materiales a utilizar: Hoja o un ¼ de cartulina, pintura acrílica del color de su
preferencia del niño y tenedor, con la supervisión de un adulto.

-Vamos a comer pintura ¡si…! Decía Tadeo

- Yo te iré diciendo las instrucciones y tu realizaras la actividad, dijo la mama

Tadeo se cubrió los ojos, tomo el tenedor e inicio a pintar y su mano llevaba el ritmo de la música, al
terminar no podía creer lo que había hecho con el tenedor y con la pintura, emocionado le tomo la foto a su
pintura y la envió al grupo de WhatsApp a sus compañeros, compartiéndola para que la observaran y el
observara la de sus compañeros, expreso lo bien que se sentía al hacer su propia obra de arte y felicito a
sus compañeros por su trabajo que habían realizado y escogió la pintura de su compañera Nuria la cual
era atractiva vistosa.

Tadeo realizando su obra de arte

 Las maestras muy contentas y felices apoyaban en la retroalimentación de cada
actividad, mediante preguntas a los alumnos sobre su experiencia en la
actividad, las cosas mejoraban cada día más en cuestión de las participaciones
de los alumnos, mandaban evidencias, preguntaban que iban a realizar
entusiastamente.

-Estamos listas para llevar acabo una de las mejores actividades del proyecto,
menciono la maestra Monse.

-Prefecto maestra, esta actividad acercara a los niños para tener una
convivencia sana y activa con sus compañeros, recalco la maestra Araceli.

Se les envió la actividad de nombre: “Mensaje a un amigo(a)”

Todos se preguntaban como se iba a realizar porque no podían ver de forma presencial a sus
compañeros y amigos.

–La maestra Araceli explico “existen diferentes formas de comunicarse con nuestros amigos y
compañeros aparte de verlos en persona.

-Maeta a nuetos compañelos los vemos en el chelular, dijo una de las niñas.
- Sí, pero también les podemos enviar una cata o tarjeta para saber como están, dijo la maestra
Araceli.

Mientras la maestra Monse explicaba a sus alumnos que una de las formas en que pueden tener
comunicación entre amigos y compañeros es mediante una carta o tarjeta.

-¡Les vamos a escribir una carta a nuestros amigos de la escuela!… ¿Y les va a legar para que la
lean? Dijo María Carolina

Ambas maestras pusieron en práctica la actividad junto con los alumnos, ellos escogieron el compañero al
cual le realizarían su carta o tarjeta. El ultimo día antes de salir de vacaciones las maestras recibieron las
cartitas en un buzón y se dieron la tarea de entregarlas a sus respectivos dueños, las mamas de los niños
fueron a recogerlas y entusiasmadas se la llevaron a sus hijos (as). En casa cada niño esperaba su carta
con mucho interés, gusto, felicidad y entusiasmo.

Las maestras por último les piden que respondan a las siguientes preguntas: ¿Cómo me sentí al realizar
mi tarjeta o carta? ¿Cómo me sentí al leer la tarjeta o carta que recibí?
Ellos del pidieron a la maestra que volvieran a realizar otra actividad igual, así como las mamas por
que generaba en los niños más comunicación y confianza con sus compañeros y amigos… colorín
colorado este cuento ha acabado.