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LIDERAZGO

Se le llama liderazgo al conjunto de habilidades que debe


poseer ciertas personas para influir en la manera de pensar
o de actuar de las personas, motivándolos para hacer que
las tareas o trabajos que deben llevar a cabo dichas
personas sean realizadas de manera eficiente ayudando de
esta forma a la consecución de los logros, utilizando
distintas herramientas como el carisma y la seguridad al
hablar además de la capacidad de socializar con los
demás.
El liderazgo es la función que ocupa una persona que se
distingue del resto y es capaz de tomar decisiones
acertadas para el grupo, equipo u organización que
preceda, inspirando al resto de los que participan de ese
grupo a alcanzar una meta común. Por esta razón, se dice
que el liderazgo implica a más de una persona, quien dirige
(el líder) y aquellos que lo apoyen y permitan que desarrolle
su posición de forma eficiente.

Personas con moral y ética en su liderazgo.


Los impactos que más resaltan en un líder moral y ética es
que a la persona tiene un razonamiento superior que un
líder normal, ya que un líder tiene un grupo de personas
que hacen ciertos trabajos con lo que el líder les da
indicaciones y los ayuda a hacerlos sin importar como
resulte, pero un líder con moral y ética aplica sus valores,
hace elecciones que pueden beneficiar a los demás en el
entorno molar, aplicando su enseñanzas y aprendizajes
que tuvo en su preparación, dándolo a expresar a sus
compañeros y observando las cualidades de su equipo
para adaptarlos al trabajo.

Cualidades de un buen líder


1. Comunicación: A través de la comunicación. Un líder
debe estar comprometido a escuchar nuevas ideas, críticas
o comentarios del mismo modo, debe ser capaz de
comunicar de forma clara su visión y la de la organización a
la que pertenece.
2. Influencia: Un líder influyente no necesita hacer uso de
su autoridad para actuar sobre su equipo. El buen líder
influye a través de la inspiración, de su carisma, sus
valores, haciendo que sus seguidores quieran seguirle.
3. Inteligencia emocional: La inteligencia emocional es un
factor clave y está relacionada con percibir las necesidades
del equipo, entender las emociones de sus miembros así
como sus fortalezas, limitaciones y en favor del proyecto y
la organización.
4. Pensamiento estratégico: Cualquier buen líder tiene la
vista puesta en el futuro, lo cual le permite anticiparse y
prever futuros retos que se presenten en la organización.
Su tarea consiste en satisfacer las demandas actuales
asegurando una buena posición futura, estableciendo
metas y objetivos alcanzables.
5. Conocimiento y experiencia: Quizás una de las
cualidades más obvias, pero no por ello menos importante.
Un líder debe conocer más que nadie su campo y los retos
a los que se enfrentará en el desarrollo diario de sus tareas
y las de su equipo. Debe saber avanzarse a los obstáculos,
aportar soluciones cuando sea necesario y guiar a su
equipo para obtenerlas.
6. Confianza: El líder que inspira confianza es aquel que
demuestra consistencia en sus actos, actuando con ética,
respeto e integridad. La confianza en cada miembro de su
equipo, así como en sí mismo, es clave y necesaria para
crear un ambiente productivo en el entorno laboral.

Como lograr ser un buen líder


Una persona puede tener muchas cualidades, pero para
convertirse en todo un referente debe poseer unos atributos
muy variados, para lograrlo debe de tener confianza en sí
mismo ya que esto no implica una falta de humildad. Pero
si se presenta una situación de crisis, el líder debe tener la
suficiente confianza en sí mismo para poder tomar
decisiones sin titubear.
1-Capacidad de tomar decisiones: No se trata de que solo
sea capaz de decidir, también debe tener criterio al hacerlo.
Muchos jefes toman decisiones arbitrarias que el equipo no
comparte o respeta.
2-Comunicativo: es imposible que exista un buen líder que
no sea comunicativo. El líder se debe a su equipo, necesita
comunicarse con ellos para conocer todo lo que ocurre.
También es necesario que sepa transmitir las motivaciones
que tiene a la hora de tomar ciertas decisiones.
3-Autocontrol emocional: es una lástima, pero muchas
personas nunca llegarán a ser buenos líderes por este
motivo. Un líder no puede desquiciarse o perder el control
de sí mismo. Da igual como sea la situación, debe ser
capaz de actuar bajo presión.
4-Planificación y organización: gestionar a un equipo
implica tener dotes para coordinar a las personas. Debe
controlar todo el proceso en todo momento.
5-Carismático: quizás es la característica de un líder más
conocida. Todos nos imaginamos al líder como una
persona sonriente y persuasiva.
6-Agradable y educado: se trata de la persona que
representa al equipo y a todo su trabajo, por ello es
importante que tenga talante y sea capaz de relacionarse
con soltura.
7-Empático: imprescindible también, sobre todo a la hora
de entender a los miembros de su equipo. Para poder
sacar el máximo potencial del grupo siempre debe conocer
el estado de ánimo de cada integrante.
8-Cooperativo: siempre debe estar ahí, dispuesto a echar
una mano o arrimar el hombro.
9-Justo: este punto tiene relación con lo que
comentábamos antes del criterio. En cualquier situación o
problema debe ser capaz de interpretar lo que sucede y
tomar la decisión más justa que pueda.
10-Responsable: si una persona llega a ser líder es porque
se ha ganado la confianza de los demás. Esto implica
hacerse responsable de sus decisiones y de las acciones
de su equipo.
11-Optimista: una de las responsabilidades del líder,
aunque no exclusiva de él, es mantener alta la motivación
del equipo. Para conseguirlo, sin duda es imprescindible
que mantenga siempre una actitud positiva.
Si analizamos nuestra sociedad, podemos detectar a
líderes en muchos ámbitos reivindicativos, deportivos,
políticos, empresarios, muchos de ellos han conseguido
grandes cambios o incluso modificar la historia de nuestro
tiempo.

Líder ético.
El líder asume la responsabilidad de formar racional y
emocionalmente a sus trabajadores. Esto es fundamental
para ganarse la confianza y colaboración de los mismos,
que se verán identificados con los valores y objetivos de la
organización y tratarán de desarrollar actitudes positivas
ante el trabajo y la comunidad, actuando de forma ética.
Si el papel del líder ético es esencial en el día a día de la
organización, aún lo es más en los momentos de crisis, en
los que deberá mantener la calma y asegurar que todo está
bajo control. Para ello deberá tomar las decisiones con
celeridad y precisión, asegurándose de que el daño que
puedan sufrir otras personas como consecuencia de las
mismas sea el mínimo posible. Una vez pase la crisis, el
líder tendrá que realizar un análisis crítico de la situación
para ver qué ha sucedido y crecer profesionalmente
aprendiendo de los errores.

Las dificultades del líder ético.


Esta situación puede ocasionar que los rangos superiores
vean su autoridad cuestionada y pongan impedimentos
para que los líderes puedan desarrollar su trabajo. Los
trabajadores no están de acuerdo a los seguimientos de la
empresa por lo que “hacen oídos sordos” a todas las
palabras de motivación y comprensión del líder tendentes a
cambiar esta situación.
La envidia en una de los peores defectos del ser humano,
sobre todo porque no deja ver los grandes beneficios que
otras personas pueden estar generando para la
organización y para ellos mismos. Esto le ocurre a muchos
trabajadores de la empresa, principalmente a los que se
encuentran en la misma posición jerárquica que el líder,
incapaces de alegrarse ante los logros de sus compañeros.
Endiosamiento el líder ético será aquel que tenga una
fuerte personalidad y una gran confianza en sí mismo.
Asimismo deberá actuar con humildad, no cayendo en
ningún momento en el error de sentirse superior e infalible,
pues en ese instante dejará de comportarse como un líder
ético al no escuchar las opiniones y críticas de sus
subordinados.
Quedarse obsoleto Cuando se ha empleado un método
efectivo de liderazgo durante mucho tiempo puede caerse
en la tentación de no modificarlo. Sin embargo, en un
mundo cambiante como el actual, esto no puede traer si no
consecuencias negativas a la empresa, que al no
evolucionar en los momentos requeridos, dejará de ser
competitiva.
Pérdida de motivación es una de las principales
características del líder es su capacidad de motivar a su
equipo. Para ello es esencial que él crea en su trabajo y
vea cada día como un auténtico desafío. No debe
complacerse con sus logros y bajar la guardia porque, en el
momento en el que el líder pierde la ilusión, el equipo
dejará de luchar por el logro de unas metas comunes y el
liderazgo se verá desquebrajado junto con la organización.

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