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EL SKIROOM DE MIGUEL OVIEDO

El encerado. Parte 1 (de XXXXX)


Teoría del deslizamiento
Bienvenidos de nuevo al Skiroom.
Vamos a adentrarnos en el que, probablemente, es uno de los apartados más
relevantes en la tarea de un service: el deslizamiento de los esquís.
Y vamos a empezar por el principio. Es muy importante entender por qué y
cómo desliza un esquí, para saber cómo debemos prepararlos y mejorar su
deslizamiento.
Podríamos decir que los services somos una “fábrica del deslizamiento”.

Definir y analizar en profundidad los principios del rozamiento (la fuerza que se
opone a ese deslizamiento que buscamos) es un asunto complicado, que se
desarrolla sobre la base de las leyes de la física y experimentos en
laboratorios. En este artículo vamos a hacer un resumen simplificado de estos
conceptos, evitando sesudos desarrollos matemáticos e interpretaciones
físicas. Se trata de quedarnos con una idea general, para entender mejor qué
es lo que ocurre bajo nuestros esquís.

Durante el descenso de un esquiador, actúan sobre él diferentes fuerzas de


rozamiento contrarias a su avance. Podemos distinguir dos grandes grupos
creadores de rozamiento: uno es el ejercido por el aire (Fraire) y está
relacionado con la aerodinámica del esquiador, la permeabilidad de los tejidos,
etc. El otro gran grupo (que es el que trataremos en este artículo) tiene que ver
con la fricción entre la suela de los esquís y la nieve (Frnieve-suela).

Fraire

θ
mg sen θ
Frnieve

mg cos θ

P = mg θ

En esta imagen tenemos una representación del equilibrio de fuerzas que actúan sobre el
esquiador. En rojo las fuerzas resultantes de la gravedad, que propician el avance del
esquiador y su contacto con el terreno. En amarillo, la resistencia del aire y la fricción, que
frenan el avance del esquiador.
La fricción que se produce entre la suela del esquí y la nieve podría expresarse
como la suma de distintas fricciones de diferente naturaleza, A saber: fricción
por la densidad de la nieve, fricción seca, fricción húmeda, fricción por
capilaridad, fricción electrostática y fricción por suciedad.
Esta sería la fórmula:
μ = μplow + μdry + μwet + μcap + μelec + μdirty

Aunque estos seis tipos de rozamiento actúan como un conjunto, los


analizaremos por separado.

Fricción por la densidad de la nieve (μplow)

Es el rozamiento debido al arrastre y compactación de la nieve. Será menor


en pistas muy bien compactadas, donde la penetración de los esquís sea
mínima (el caso más evidente lo tenemos en las heladas pistas de la Copa del
Mundo). Al ser este un factor ajeno a la preparación de los esquís no será
tenido en cuenta a la hora de trabajar el material.

Diferentes compactaciones de la pista hacen que la huella de una curva sea más profunda que
otra.

Fricción seca (μdry)

La fricción seca o fricción en seco (adhesión) ocurre cuando las superficies de


los cristales de nieve y la suela del esquí entran en contacto directo, sin
presencia de agua. Durante el deslizamiento, se producirán roturas entre las
asperezas más pronunciadas de ambas superfices, creando una fuerza
resistiva opuesta a dicho deslizamiento.

En función de diversos factores -como la temperatura del cristal de nieve-,


estas roturas podrán ser bien por deformación plástica (por encima de -10 ºC) o
bien por rotura frágil (temperaturas inferiores a -10 ºC).
La fricción en seco puede ocurrir a temperaturas muy frías (por debajo de -20
ºC, donde el calor generado por la fricción no llega a formar una capa líquida),
o a velocidades de deslizamiento bajas.

Asperezas
Se sabe que, cuando contactan dos superficies de diferente dureza, las
asperezas de la más dura penetrarán en la más blanda, produciendo un
aumento de la fricción. Para minimizar este efecto, los dos materiales deberán
tener durezas similares.
Este es un principio básico por el que encerar: dado que, en la mayoría de las
temperaturas, el hielo es más duro que el polietileno de la suela, el empleo de
ceras persigue aproximar la dureza de la superficie de deslizamiento del
esquí a la dureza de la nieve.

Fricción húmeda (μwet)

Este tipo de fricción aparece cuando hay agua entre la superficie del esquí y
los cristales de nieve. Se relaciona la formación de esta película de agua con
el calentamiento generado por la fricción durante el desplazamiento del esquí
sobre la nieve: dicho calor se disipará, en parte, a través del esquí y en parte, a
través de la nieve, que podrá fundirla si se alcanza la temperatura necesaria.
La presencia de agua podrá ser:

Parcial: el agua coexiste con la nieve en contacto con la suela, provocando un


mecanismo de fricción mixta. El agua actúa como lubricante entre los
cristales de nieve y la suela del esquí, reduciendo la fricción en
comparación con la fricción seca.

Total: la cantidad de agua es tal que las superficies de deslizamiento se


separan. Es decir, las asperezas de los cristales de nieve no interaccionan con
la base del esquí. Se producen otros mecanismos de resistencia, propios de la
mecánica de fluidos.

Superficie en movimiento sobre un grano de hielo, con una película de agua entremedio.

Por tanto, el espesor de la película de agua (“h” en la imagen) será el que


determinará en gran parte el tipo de fricción obtenida.

Fricción por capilaridad (μcap)

El agua en contacto con la suela del esquí crea un efecto de humectación


(wetting). Se trata de la capacidad que tiene un líquido de extenderse y
dejar una traza sobre un sólido. Este fenómeno, denominado capilaridad,
depende, por un lado, de la atracción intermolecular entre los materiales en
contacto, que facilita que el agua se extienda por la suela. Pero en sentido
contrario trabajan las fuerzas cohesivas del líquido (responsables de su
denominada tensión superficial), que hacen que el agua quiera conservar su
forma de gota, sin extenderse por la suela.

El ángulo resultante entre la gota y la superficie nos indicará cuánto “empapa”


el agua sobre la suela. En el caso de un esquí, interesa que lo humedezca lo
mínimo posible, para obtener el máximo deslizamiento.

Alta humectación Baja humectación


Superficie hidrofílica Superficie hidrofóbica

Un ángulo de contacto pequeño (θ < 90°) indicará que la humectación es muy


alta y el agua se extenderá sobre la suela, aumentando el rozamiento. Por el
contrario, ángulos mayores (θ > 90°) indican baja humectación; el agua
reducirá su contacto con la superficie de la suela, formando una gota compacta
que favorece el deslizamiento.

La rugosidad, la limpieza y la preparación de la suela afectan a la humectación.


Por ejemplo, determinados estructurados y la aplicación de ceras fluoradas
aumentan las propiedades hidrofóbicas de la suela, mejorando el deslizamiento
del esquí.

Fricción Mixta. Tribología

En realidad, la fricción seca, la húmeda y la capilaridad se analizan


conjuntamente -no por separado-, mediante una ciencia denominada
Tribología.
En el caso del esquí, un sistema tribológico consta de tres partes:

Superficie superior: es la suela del esquí


Superficie inferior: es la nieve,
Lubricante: es la película -microscópica- de agua entre la suela y el esquí,
consecuencia del contenido de agua libre en la nieve y del calor que genera la
fricción.

Según el grosor de la película de agua, cada una de las tres fricciones es más
o menos marcada, dando lugar a una fricción conjunta. El siguiente gráfico nos
puede dar una idea de ello:

Fricción electrostática (μelec.)

Este tipo de fricción es algo más compleja que las anteriores. Durante el
proceso de deslizamiento, el rozamiento genera cargas electrostáticas de
atracción. Esto provoca una presión electrostática, resultado de una atracción
muy fuerte entre el esquí y la nieve, que puede alterarse por cuatro en relación
a fuerza normal.
Las consecuencias de dicha presión electrostática da lugar a los siguientes
efectos:
1-Reducción de la plasticidad del hielo, aumentando la resistencia por tensión
de cizallamiento.
2-Mayor área de contacto: los huecos entre la nieve y la suela se ven reducidos
y por lo tanto aumenta la fricción.
3-Acumulación -por atracción- de partículas de suciedad.

Fricción por factores de suciedad (μdirty)

Por último, la suciedad también puede ser un gran obstáculo para obtener un
buen deslizamiento, pues actúa como una cinta adhesiva de doble cara
entre la base del esquí y la nieve. Los contaminantes más habituales que
podemos encontrar son los siguientes:
-Residuos de combustión de las máquinas diesel que operan en las pistas, asi
como de los automóviles en parkings cercanos o carrerteras de acceso.
-Polen de los árboles.
-Sales y arcilla del agua utilizada para la fabricación de nieve.
-Productos químicos utilizados por los organizadores de carreras para el
endurecimiento de la nieve.
-Específicamente en Japón, la ceniza volcánica y la sal de la nieve del Monzón

Todos estos contaminantes se vuelven mucho más evidentes durante la


primavera, cuando una buena parte de la nieve se ha disuelto, pero las
partículas de suciedad se mantienen y su concentración es mucho mayor.

Carlos Muñiz
Responsable de I+D de Toko/Swix España

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