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Arica, veinte de enero de dos mil diecisiete.

VISTO:
En esta carpeta virtual RIT C-2548-2016, RUC 1620355263-0, de
ingreso del Juzgado de Familia de Arica, se dict ó sentencia definitiva de
veinticinco de noviembre de dos mil dieciséis, en virtud de la cual se
rechazó en todas sus partes, la demanda de alimentos mayores y se acogió
la demanda de pensión de alimentos menores , declarándose, en
consecuencia, que el demandado deberá pagar a su hijo Basti án Alonso Jara
Maúlen por concepto de pensión alimentos la suma equivalente al 71% de
un Ingreso Mínimo Remuneracional (actuales $182.825), en la forma y
condiciones que se señala en el fallo, y se condena a don Juan Antonio Jara
Cabello, al pago de la suma de $200.000, por concepto de expensas para la
Litis, sin costas por no haber resultado el demandado totalmente vencido.
En contra de esta sentencia se interpuso recurso de casaci ón en la
forma por la abogada doña Jemilly Ramírez Leiva, como asimismo recurso
de apelación por la misma letrada.
Con fecha treinta de diciembre de dos mil diecis éis, se declaran
admisibles los recursos de casación en la forma y de apelación.
Se trajeron los autos en relación y se procedió a la vista de la causa,
compareciendo en estrados las abogadas de las partes, a quienes se invit ó a
alegar respecto de ambos recursos.
CON LO RELAC IONA DO Y CONSIDERANDO.
I. En cuanto al recurs o de casaci ón en la forma interpuesto
por la demandante.
PRIME RO: Que, la recurrente invoca la causal prevista en el
artículo 768 N° 9 del Código de Procedimiento Civil, en relaci ón con el
artículo 67 Nº6 letra b) y 46 de la Ley 19.968 que crea los tribunales de
familia, esto es, "en haberse faltado a algún trámite o diligencias declarados
esenciales por le ley o a cualquier otro requisito por cuyo defecto las leyes
prevengan expresamente que hay nulidad" y específicamente en la falta de
“interpretación respecto del plazo que se establece en dicha norma legal,
esto es acompañar informe pericial con 5 días de anticipación en la litis,
todo ello con la finalidad de ponerlo en conocimiento de la otra parte ”,
dado que debió incorporarse la prueba pericial ofrecida por su parte en la

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audiencia de juicio, y no excluirla el tribunal a quo por ser presentada en
forma “extemporánea”.
Sostiene el recurrente que la causal de nulidad se produce porque en
la audiencia de juicio, el sentenciador excluyo el informe socioecon ómico
presentado por su parte, fundado en la circunstancia de haber sido
presentado en forma extemporánea. Indica que dicho documento fue
recepcionado por la oficina judicial virtual del Poder Judicial, seg ún aparece
en sus registros, 15 segundos después del plazo establecido en el inciso
primero del artículo 46 de la Ley Nº 19.968, que establece que “Contenido
del informe de peritos. A petición de parte, los peritos deber án concurrir a
declarar ante el juez acerca de su informe. Sin perjuicio de lo anterior,
deberán entregarlo por escrito, con tantas copias como partes figuren en el
proceso, con la finalidad de ponerlo en conocimiento de aqu éllas, con cinco
días de anticipación a la audiencia de juicio, a lo menos ”. Sostiene que, al
excluir el sentenciador el informe pericial por haberse presentado de forma
extemporánea, yerra en la interpretación de la norma legal citada, pues all í
se establece que el fin que se persigue a trav és de dicho plazo es poner en
conocimiento a la contraria de un informe técnico para un an álisis más
detallado y así poder empoderarse de su contenido en la audiencia de juicio
respectiva. Afirma que en el informe que env ía la Corte Suprema a la
cámara revisora sobre la tramitación de la Ley Nº 20.286, que modifica la
Ley Nº 19.968, en especial el señalado artículo 46, establece un alcance
respecto al fin de este plazo, el cual es impedir que las partes en el proceso
puedan ser sorprendidos por el contenido del informe y no alcancen a
preparar sus defensas al respecto, razón por la cual estima fundadamente
que el sentenciador se apartó del espíritu de dicha norma legal, por cuanto
el plazo establecido allí tiene por objeto poner en conocimiento a la
contraria de un informe técnico dentro de un plazo razonable para su
análisis, y no para descartarla completamente, como as í ocurri ó por haberse
enviado en forma extemporánea, lo cual tiene relación con una vulneración
al principio constitucional del debido proceso, derecho que est á reconocido
en la Constitución Política de la República, que consisten en que toda
sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso
previo legalmente tramitado y es así como la misma Carta Fundamental, en

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el inciso sexto del numeral 3° de su artículo 19, confiere al legislador la
misión de establecer siempre las garantías de un procedimiento racional y
justo, y que a lo menos lo conforman, el derecho de ser o ído, de presentar
pruebas para demostrar las pretensiones de las partes, el que la decisi ón sea
razonada y la posibilidad de recurrir en su contra siempre que se la estime
agraviante, en apoyo de la causal del recurso, cita fallos de la Corte
Suprema sobre la materia. Indica que, sin embargo, en la audiencia de
juicio el sentenciador al impedir incorporar el informe pericial
socioeconómico de su representada, puso a su parte en la imposibilidad de
probar adecuadamente las actuales necesidades y el costo mensual de ellas,
como del menor de autos, y por lo tanto, su exclusión conduce a un da ño
solo reparable con la invalidación del fallo.
Termina solicitando se invalide la sentencia definitiva dictada el
veinticinco de noviembre de dos mil dieciséis, y se ordene retrotraer el
estado de estos autos a la etapa de fijar, mediante resoluci ón, una nueva
audiencia de juicio, para qué sea conocida por Juez habilitado.
SEGUNDO: Que, de conformidad con lo dispuesto en la letra b)
del N° 6 del artículo 67 de la Ley N° 19.968, en los juicios seguidos ante los
Juzgados de Familia podrá fundarse el recurso de casaci ón en la forma en el
N° 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil. De acuerdo a este
último precepto, es causal de casación en la forma haberse faltado a alg ún
trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a cualquier otro
requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay
nulidad.
Del tenor del precepto se concluye claramente que la sentencia
incurre en el vicio en tanto en el procedimiento se haya obviado alguna
gestión o actuación que el legislador haya expresamente elevado a la calidad
de esencial o bien que se haya omitido un requisito o contravenido una
exigencia que la misma ley prescribe para la validez del trámite.
Ahora bien, en el recurso que se analiza se vincula la causal invocada
con el artículo 46 de la Ley N° 19.968, sobre Tribunales de Familia y del
análisis de esta norma no aparece en lo absoluto que en ella la ley haya
catalogado de esencial el trámite o diligencia a que ellas se refieren, ni que
se prevea la nulidad como necesaria consecuencia de su inobservancia, de

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manera tal que no cabe sino concluir que el vicio de casaci ón en que se
sustenta el recurso no se configura. Y, contrariamente a lo que sostiene la
recurrente, el artículo 46 de la Ley citada exige al perito hacer entrega del
informe con tantas copias como partes existan, con al menos cinco d ías de
antelación a la audiencia de juicio, haciendo la norma en su inciso segundo
una remisión al artículo 315 del Código Procesal Penal que precept úa que
el perito deberá incorporar en el informe una descripción de la persona o
cosa que fuera objeto de él, del estado y modo en que se hallare; una
relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado
y, finalmente, las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los
peritos conforme a los principios de la ciencia o reglas de su arte u oficio.
Lo anterior es suficiente para desestimar la acción de nulidad pues el
argumento fundante de la recurrente, esto es, que el fin que se persigue a
través del plazo señalado en el citado artículo 46, es poner en conocimiento
a la contraria un informe técnico para un análisis más detallado y as í poder
empoderarse de su contenido en la audiencia de juicio respectiva,
desconociendo que la citada norma legal exige al perito hacer entrega del
informe con tantas copias como partes existan, con al menos cinco d ías de
antelación a la audiencia de juicio, norma legal modificada por la Ley
20.286, de 2008, que introdujo modificaciones procesales con el fin de
agilizar notoriamente el desarrollo del procedimiento, permitir una mejor
gestión interna de los tribunales de familia y fortalecer las ventajas del
sistema.
TERCERO: Que, como se dijo, la causal en examen supone la
omisión de alguna diligencia probatoria que pudiera causar la indefensi ón,
lo que no se corresponde con los argumentos vertidos por el recurrente, en
orden a que por su propia inactividad, no se incorporó el informe pericial
respectivo, por lo tanto, los argumentos esgrimidos no configuran la causal
que se invoca, lo que conduce al rechazo del presente recurso.
En razón de todo lo dicho y como se adelant ó, la casaci ón deducida
debe ser desestimada.
II. En cuanto al recurso de apelaci ón.
Se reproduce la sentencia en alzada, con las siguientes modificaciones:

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a) En el considerando décimo sexto, párrafo segundo, la palabra
este4, ubicada entre los vocablos en y punto, se reemplaza por
este, y en el párrafo cuarto se reemplaza el guarismo “$65.000 ”
por “$130.000”.
b) En el motivo décimo séptimo párrafo tercero, se sustituye el
vocablo Venegas por Vargas.
Y SE TIE NE ADEM ÁS PRESENTE :
CUARTO: Que, la recurrente dedujo recurso de apelación, en
contra de la sentencia dictada en autos, en la parte que rechaz ó la demanda
de pensión de alimentos mayores, y acogió el incidente de litis expensas,
condenando a la contraria a pagar, a favor de su representada, la suma de $
200.000, por lo que solicita se revoque la sentencia en alzada en la parte
que no dio lugar a la pensión de alimentos y se conforme con declaraci ón
que se eleve a $500.000 la suma fijada por concepto de litis expensas.
Fundamenta su recurso en que el sentenciador en el motivo d écimo
del fallo no dio por acreditado el estado de necesidad actual de su
representada, por ser una mujer joven, sin problemas de salud y
desvinculada solo hace cuatro años del mercado laboral, y que por el
contrario, su representada si bien genera ingresos estos no le permiten
costear todas sus necesidades, debido a que en esta ciudad no tiene
familiares por ser oriunda de Melipilla, ni tampoco amistades que pudieran
ayudarla a cuidar a su hijo, el cual estudia media jornada.
Sostiene la recurrente que con la prueba rendida en autos logró
acreditar el estado de necesidad de su representada, por cuanto ella tiene
gastos de alimentación, vestuario y salud, según los testimonios de los
testigos, como también la calidad del cónyuge del demandado, seg ún lo
expuesto por este último en su escrito de contestaci ón, de que ambos se
encuentran separados de hecho, de que el demandado tiene ingresos que le
permiten satisfacer la obligación alimenticia por un monto de “libre
disposición” que asciende a la suma de $ 379.597., mensuales, y que
respecto de la alimentaria, sus medios de subsistencia no le alcanzan para
vivir modestamente de un modo correspondiente a su posici ón social,
motivo por el cual su parte estima fundadamente que es procedente fijar

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una pensión de alimentos a favor de la demandante, en la forma
peticionada en el libelo de autos.
QUINTO: Que, para que proceda el derecho de alimentos en los
términos de los artículos 321 y siguientes del Código Civil, es necesario que
exista un título legal para demandarlos; que el demandante tenga
necesidades alimenticias y que el demandado tenga las facultades
económicas suficientes como para contribuir a esta alimentación.
SEXTO: Que, no ha sido discutido en estos autos que do ña Laura
Magdalena Maulen Soto es cónyuge del demandado, lo que por lo dem ás
fue probado por medio del correspondiente certificado de matrimonio
agregado a la causa, con lo que se encuentra demostrado que la actora
tienen un título legal para reclamar los alimentos que demandan en funci ón
de lo señalado en el artículo 321 N° 1 del C ódigo Civil, que prescribe que
se deben alimentos al cónyuge, calidad que tiene la demandante respecto
del demandado.
SEPTIMO: Que, como lo diera por sentado el juez a quo en el
motivo decimo de su fallo, en lo que concierne al estado de necesidad de la
actora para demandar alimentos como lo ha hecho, con la prueba rendida
por esta parte, sobre quien recaía el peso de acreditar los presupuestos de la
acción interpuesta, analizada conforme a criterios de la sana cr ítica, dio por
establecido que, “se trata de una mujer joven, que se define a su demanda
como “empleada”, sin problemas de salud, que se desvincul ó solo hace 4
años del mercado laboral formal, que actualmente trabaja, al menos por
unas horas diarias y desarrolla actividades de car ácter independiente, por lo
que no es posible atribuir un estado de necesidad, en los t érminos previstos
por el legislador, pues nada acreditó al respecto en cuanto a costear sus
propios gastos con lo que gana producto de su trabajo y que tampoco
existió prueba que acreditara el monto y concepto de sus necesidades
efectivas de la alimentaria demandante, parte de las cuales actualmente
están igualmente satisfechas, pues habita un inmueble de propiedad del
demandado y usa de forma exclusiva un vehículo, tambi én de propiedad de
éste, sin que tenga que pagar suma alguna por ello, seg ún se estableci ó en
las convenciones probatorias”, lo que lleva al sentenciador al rechazo de la
demanda por esta materia.

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OCTAVO: Que, las argumentaciones contenidas en el recurso de
apelación, no resultan suficientes para desvirtuar los fundamentos en que el
fallo impugnado ha sustentado la decisión de rechazar la demanda de
alimentos mayores, razón por la cual el recurso no puede prosperar respecto
a este capítulo, toda vez que tal como lo señala el Juez a quo en el
considerando décimo no se encuentra acreditado el estado de necesidad de
la demandante ya que ella se encuentra en estado de proveerse su propia
subsistencia.
NOVE NO: Que, la parte demandante en su escrito de apelaci ón,
impugna, además, el fallo recurrido en el quantum fijado por concepto de
expensas para la Litis, por cuanto el sentenciador conden ó a don Juan
Antonio Jara Cabello, al pago de la suma de $200.000, lo que seg ún la
recurrente, no se condice con el desarrollo de esta litis, por estimar que se
trató de tres acciones; acción para peticionar alimentos mayores, acci ón
para peticionar alimentos menores, y una acción reconvencional de r égimen
de relación directa y regular, las cual fueron conocidas en un solo
procedimiento ordinario, contemplado en la Ley Nº 19.968, teniendo
además presente que un arancel de honorarios para servicios profesionales,
varía de acuerdo al procedimiento donde se participa, conjugando criterios,
como la cuantía del asunto respectivo, y la importancia y complejidad del
mismo, por lo que solicita que la suma fijada por dicho concepto sea la
cantidad de $ 500.000, o, en subsidio, una suma superior a la fijada por el
tribunal a quo, con costas.
DECIMO: Que, en cuanto a la petición de expensas para la litis,
cabe tener presente que si bien el art ículo 136 del C ódigo Civil, se ñala que
en los casos que la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal no
administre bienes propios o reservados, el marido deber á proveerla de las
expensas para la litis que ésta siga en su contra.
UNDECIMO: Que, considerando la importancia, la naturaleza de
las acciones desplegadas por el letrado en este procedimiento ordinario
como asimismo la complejidad de este se hará lugar a la petici ón de elevar
el monto fijado como expensas para la litis, solo en cuanto éstas se fijan en
la suma de $350.000.
Por las anteriores consideraciones, normas legales citadas, y lo

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dispuesto en el artículo 766, 786 768 Nº9, y 795 Nº1 del Código de
Procedimiento Civil, y artículo 46 y 67 Nº6 letra b) de la Ley N°19.968,
que crea los tribunales de familia, se declara:
1.- Que, SE RECHAZA el recurso de casaci ón en la forma
deducido por la abogado de la parte demandante, do ña Jemilly Ram írez
Leiva, contra la sentencia definitiva de veinticinco de noviembre de dos mil
dieciséis, dictada en la causa Rit C-2548-2006, Ruc N° 16-2-0355263-03 del
Juzgado de Familia de esta ciudad.
2.- Que, SE CONFIRMA, en lo apelado la referida sentencia, con
declaración que se eleva el monto fijado como expensas para la Litis a la
suma de $350.000, sin costas de la instancia, por haber tenido, la
recurrente, motivo plausible para alzarse.
Regístrese y comuníquese vía correo electrónico.
Redacción del abogado integrante don Carlos Ruiz Larral.
Rol Nº 154-2016 Familia.

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Maria Veronica Quiroz Fuenzalida Eduardo Jorge Camus Mesa
Ministro Ministro(P)
Fecha: 20/01/2017 11:31:49 Fecha: 20/01/2017 12:20:02

Carlos Fernando Ruiz Larral Alexis Rodrigo Castillo Herrera


Abogado MINISTRO DE FE
Fecha: 20/01/2017 11:36:17 Fecha: 20/01/2017 12:27:11

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En Arica, a veinte de enero de dos mil diecisiete, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.

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