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Una constancia de notificación. Pral. 635/2019-II.

En La Paz, Baja California Sur, ocho de octubre de dos

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mil diecinueve, Gregorio Antonio Marín Bárcenas,
Secretario del Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de
Baja California Sur, da cuenta al Secretario encargado del
despacho, con la constancia de notificación realizada al
quejoso ********* ****** *******. Conste.

La Paz, Baja California Sur, ocho de octubre de


dos mil diecinueve.

Con fundamento en el artículo 221 del Código Federal


de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley
de Amparo, agréguese a los autos la constancia de
notificación realizada al quejoso ********* ****** *******,
de la que se advierte que sí ratifica el escrito de
desistimiento recibido en este juzgado el tres de octubre de
dos mil diecinueve.

En consecuencia, téngasele al quejoso desistiendo


de la tramitación del juicio de amparo indirecto
635/2019-II, por así convenir a sus intereses.

Ahora, el numeral 63, fracción I, establece lo siguiente:

“Artículo 63. El sobreseimiento en el juicio de amparo procede cuando:

I. El quejoso desista de la demanda o no la ratifique en los casos en que


la ley establezca requerimiento. En caso de desistimiento se notificará
personalmente al quejoso para que ratifique su escrito en un plazo de
tres días, apercibido que de no hacerlo, se le tendrá por no desistido y
se continuará el juicio”.
(Lo subrayado es propio de este Juzgado de Distrito).



Por tanto, si la parte quejosa, expresó su voluntad de


desistir del asunto que nos ocupa con la constancia de

notificación que se acuerda, es evidente que ha
sobrevenido una causal de improcedencia en el

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presente juicio de amparo indirecto, en términos de la
fracción XXIII del artículo 61 de la Ley de Amparo; por lo
que, debe ser analizada de manera preferente.

De manera que, este juzgado se encuentra impedido a


establecer si el acto reclamado por la parte quejosa es
constitucional o no. Es decir, que la improcedencia va a
motivar que en el amparo no se dirima la controversia
constitucional planteada, por exigirlo así alguna de las
causas que conforman a la misma institución, ya que ésta
se encuentra constituida por una serie de hipótesis
normativas debidamente descritas por la Ley de Amparo,
como por la constitución y por la jurisprudencia emitida por
los órganos jurisdiccionales, la que se analiza en forma
profunda de acuerdo con el texto del artículo 62 de la ley
de la materia; por lo que, deben de estudiarse al ser de
orden público y de estudio preferente, lo aleguen o no las
partes.

Apoya lo expuesto, por las razones que informa y,


por no oponerse a la Ley de Amparo, la jurisprudencia
1a./J. 3/99, sustentada por la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia la Nación, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo IX, enero de 1999, página 13, registro digital 194697,
cuyo epígrafe y texto son los siguientes:

“IMPROCEDENCIA. ESTUDIO PREFERENCIAL DE LAS


CAUSALES PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE
AMPARO. De conformidad con lo dispuesto en el último párrafo del
artículo 73 de la Ley de Amparo las causales de improcedencia
deben ser examinadas de oficio y debe abordarse en cualquier
instancia en que el juicio se encuentre; de tal manera que si en la
revisión se advierte que existen otras causas de estudio preferente a
la invocada por el Juez para sobreseer, habrán de analizarse, sin
atender razonamiento alguno expresado por el recurrente. Esto es
así porque si bien el artículo 73 prevé diversas causas de
improcedencia y todas ellas conducen a decretar el sobreseimiento

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en el juicio, sin analizar el fondo del asunto, de entre ellas existen
algunas cuyo orden de importancia amerita que se estudien de forma
preferente. Una de estas causas es la inobservancia al principio de
definitividad que rige en el juicio de garantías, porque si,
efectivamente, no se atendió a ese principio, la acción en sí misma
es improcedente, pues se entiende que no es éste el momento de
ejercitarla; y la actualización de este motivo conduce al
sobreseimiento total en el juicio. Así, si el Juez de Distrito para
sobreseer atendió a la causal propuesta por las responsables en el
sentido de que se consintió la ley reclamada y, por su parte,
consideró de oficio que respecto de los restantes actos había dejado
de existir su objeto o materia; pero en revisión se advierte que existe
otra de estudio preferente (inobservancia al principio de definitividad)
que daría lugar al sobreseimiento total en el juicio y que, por ello,
resultarían inatendibles los agravios que se hubieren hecho valer, lo
procedente es invocar tal motivo de sobreseimiento y con base en él
confirmar la sentencia, aun cuando por diversos motivos, al
sustentado por el referido Juez de Distrito”.

Se afirma así, puesto que durante el trámite del


procedimiento se actualizó la causal de improcedencia de
forma notoria, manifiesta e indudable, de manera que con
ningún elemento de prueba puede desvirtuarse, esto
porque la parte quejosa expresó su voluntad de desistir en
el juicio de amparo indirecto en que se actúa en la
constancia de notificación de siete de octubre de esta
anualidad.

Por lo que, con fundamento en el artículo 63,


fracción I, en relación con la fracción XXIII del numeral 61,
de la Ley de Amparo, y por lo dispuesto en el arábigo 356,
fracción III, del Código Federal de Procedimientos Civiles,
de aplicación supletoria a la ley de la materia, procede
decretar el sobreseimiento fuera de audiencia en el
juicio de amparo indirecto en que se actúa, sin
necesidad de esperar la audiencia constitucional;
asimismo, téngase causando estado el presente acuerdo.
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

Estimar lo contrario traería consigo el retardo en la
impartición de justicia, lo que es contrario al espíritu que

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anima al artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, de tal forma que este
Juzgado de Distrito tiene el deber de aceptar esa
renuncia.

Sirve de apoyo a lo anterior, por no oponerse a la


Ley de Amparo, la jurisprudencia 2a./J. 33/2000,
sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XI,
abril de 2000, página 147, registro digital 192108, cuyo
epígrafe y texto son los siguientes:

“DESISTIMIENTO DE LA DEMANDA DE AMPARO. PUEDE


MANIFESTARSE EN CUALQUIERA DE LAS INSTANCIAS DEL
JUICIO, MIENTRAS NO SE HAYA DICTADO LA SENTENCIA
EJECUTORIA. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 107,
fracción I, de la Constitución General de la República, la voluntad
para promover el juicio de amparo es un principio fundamental, de
modo que siempre debe seguirse a instancia de parte agraviada, de
ahí que pueda, válidamente, desistir en cualquier momento con la
sola declaración de su voluntad. Lo anterior se encuentra reconocido
en el artículo 74, fracción I, de la Ley de Amparo, que establece
como una de las causas de sobreseimiento en el juicio el
desistimiento de la demanda, que para la misma disposición
constituye una abdicación o renuncia del sujeto a que el órgano de
control constitucional ejerza su actividad jurisdiccional en un caso
concreto y determinado, implicando el desistimiento de la demanda.
Por consiguiente, el desistimiento ratificado por el quejoso, actualiza
la hipótesis prevista por el mencionado artículo 74, fracción I, a pesar
de que se haya externado ante el a quo y con posterioridad a la
fecha en que éste dictó la resolución de primera instancia e incluso,
a que en contra de tal fallo se haya interpuesto el recurso de
revisión, porque el quejoso conserva su derecho para desistir de la
demanda en el momento en que lo considere conveniente a sus
intereses, y el órgano de control constitucional tiene el deber de
aceptar esa renuncia”.

Así también, ilustra lo anterior, la jurisprudencia


2a./J. 119/2006, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXIV, agosto de 2006, página 295, registro

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digital 174481, con el rubro y texto siguientes:

“DESISTIMIENTO EN EL AMPARO. DEBE SER RATIFICADO POR


EL QUEJOSO. El artículo 107, fracción I, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, establece como principio básico
que el juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte
agraviada. Por tanto, para que el Juez o tribunal de amparo tengan
una mayor certeza y seguridad, tanto en la intención del promovente
como en la resolución de sobreseimiento que deben dictar al
respecto, en los términos del artículo 74, fracción I, de la Ley de
Amparo, resulta indispensable que el escrito de desistimiento sea
ratificado por el quejoso ante la presencia judicial o de un funcionario
con fe pública, lo cual no constituye una mera formalidad para el
juzgador, sino que tiene como finalidad cerciorarse de la identidad de
quien desiste y saber si preserva su propósito de dar por concluido el
procedimiento que inició. La certeza en la identidad y voluntad del
promovente para realizar ese acto procesal se confirma con la
reforma al mencionado artículo 74, fracción I, en la que el legislador
eliminó la disposición de que se decrete el sobreseimiento cuando
"se tenga por desistido al agraviado en términos de ley", para
conservar solamente la del desistimiento expreso, así como con el
artículo 30, fracción III, del mismo ordenamiento, donde se ordena
notificar personalmente al interesado la providencia que mande
ratificar el escrito de desistimiento de la demanda o de cualquier
recurso, y que en caso de no constar su domicilio, la petición será
reservada hasta que subsane la omisión. En consecuencia, si el
quejoso en un juicio de amparo manifiesta que desiste en su
perjuicio de la demanda que presentó, pero no ratifica dicha
manifestación, es evidente que debe continuarse con el
procedimiento del juicio”.

Además, la jurisprudencia 2a./J. 10/2003,


sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVII,
marzo de 2003, página 386, registro digital 184572, de
rubro y texto siguientes:

"SOBRESEIMIENTO. PROCEDE DECRETARLO FUERA DE LA


AUDIENCIA CONSTITUCIONAL, CUANDO SE ACTUALICE UNA
CAUSAL DE IMPROCEDENCIA, MANIFIESTA E INDUDABLE. De
lo dispuesto en los artículos 74, fracción III y 83, fracción III, ambos
de la Ley de Amparo, se desprende que el legislador previó la
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

posibilidad que durante el juicio sobreviniera alguna de las causales


de improcedencia previstas por el artículo 73 de la ley de la materia,

tan es así que en el segundo de los preceptos mencionados
estableció la procedencia del recurso de revisión contra los autos de
sobreseimiento; éstos son precisamente los que el Juez pronuncia

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cuando, durante el trámite conoce de la existencia de una causal de
improcedencia. Conforme a lo anterior, cuando la causal de
improcedencia sea notoria, manifiesta e indudable, de manera que
con ningún elemento de prueba pueda desvirtuarse, procede
decretar el sobreseimiento en el juicio de garantías, sin necesidad de
esperar la audiencia constitucional; estimar lo contrario traería
consigo el retardo en la impartición de justicia, lo que es contrario al
espíritu que anima al artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en la parte que establece que toda
persona tiene derecho a que se le administre justicia por los
tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera
pronta, completa e imparcial.".

En consecuencia, se deja sin efecto la fecha y hora


señalada para la celebración de la audiencia constitucional
en este juicio de amparo indirecto; es decir, las diez horas
con cincuenta minutos del veintidós de octubre de dos
mil diecinueve; lo anterior, para los efectos legales
conducentes.

En tal razón, comuníquese este acuerdo a las partes;


háganse las anotaciones correspondientes en el libro de
gobierno; y, hecho lo anterior, remítase este expediente
como asunto concluido al archivo de este órgano
jurisdiccional para su resguardo.

Por tanto, con fundamento en el punto Vigésimo


Primero, fracción II, del Acuerdo General Conjunto 1/2009,
de veintiocho de septiembre de dos mil nueve, del Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de
la Judicatura Federal, relativo a la transferencia,
digitalización, depuración, y destrucción de los expedientes
generados en los Juzgados de Distrito, este expediente es
destruible debido a que se dictó un acuerdo que, sin
decidir el juicio en lo principal lo dio por concluido;
además, no se considera de relevancia documental.
Notifíquese; y, personalmente a las partes.

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Así lo proveyó y firma Sergio Antonio Álvarez
Vázquez, Secretario del Juzgado Tercero de Distrito en el
Estado de Baja California Sur, encargado del despacho por
licencia académica autorizada al titular de este órgano
jurisdiccional (comunicada mediante oficio SECJ/ST/1924/2019, de
treinta de septiembre de dos mil diecinueve, suscrito por la Secretaria
Ejecutiva de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal), y en
términos del artículo 43, párrafo primero, de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación; ante Gregorio Antonio
Marín Bárcenas, Secretario con quien actúa y da fe.

AMR.

GREGORIO ANTONIO MARÍN BÁRCENAS, SECRETARIO DEL JUZGADO TERCERO DE DISTRITO


EN EL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA SUR, HACE CONSTAR Y CERTIFICA: QUE REVISÓ Y
COTEJÓ TODOS LOS DATOS QUE INTEGRAN EL PRESENTE PROVEÍDO; DE IGUAL FORMA, QUE
COINCIDE ÍNTEGRA Y FIELMENTE CON EL QUE OBRA EN EL EXPEDIENTE ELECTRÓNICO QUE
DERIVA DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO EN QUE SE ACTÚA. CONSTE.

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“2019, AÑO DEL CAUDILLO DEL SUR, EMILIANO ZAPATA”

5362/A-II JUEZ SEGUNDO DE PRIMERA INSTANCIA DEL RAMO

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PENAL DEL PARTIDO JUDICIAL DE LA PAZ, CIUDAD.
5363/A-II AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO DEL FUERO COMÚN
ADSCRITO AL JUZGADO SEGUNDO DE PRIMERA
INSTANCIA DEL RAMO PENAL DEL PARTIDO JUIDICIAL DE
LA PAZ. CIUDAD.
PARTE TERCERA INTERESADA.

EN LOS AUTOS DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO 635/2019-II,


PROMOVIDO POR ********* ****** *******, CONTRA ACTOS DE
USTED, EN ESTA FECHA SE DICTÓ EL SIGUIENTE ACUERDO:

“…La Paz, Baja California Sur, ocho de octubre de dos mil diecinueve.
Con fundamento en el artículo 221 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo, agréguese a los autos la constancia de notificación
realizada al quejoso ********* ****** *******, de la que se advierte que sí ratifica el escrito
de desistimiento recibido en este juzgado el tres de octubre de dos mil diecinueve.
En consecuencia, téngasele al quejoso desistiendo de la tramitación del juicio de
amparo indirecto 635/2019-II, por así convenir a sus intereses.
Ahora, el numeral 63, fracción I, establece lo siguiente:
“Artículo 63. El sobreseimiento en el juicio de amparo procede cuando:
I. El quejoso desista de la demanda o no la ratifique en los casos en que la ley establezca
requerimiento. En caso de desistimiento se notificará personalmente al quejoso para que ratifique su
escrito en un plazo de tres días, apercibido que de no hacerlo, se le tendrá por no desistido y se
continuará el juicio”.
(Lo subrayado es propio de este Juzgado de Distrito).
Por tanto, si la parte quejosa, expresó su voluntad de desistir del asunto que nos
ocupa con la constancia de notificación que se acuerda, es evidente que ha sobrevenido
una causal de improcedencia en el presente juicio de amparo indirecto, en términos de
la fracción XXIII del artículo 61 de la Ley de Amparo; por lo que, debe ser analizada de
manera preferente.
De manera que, este juzgado se encuentra impedido a establecer si el acto
reclamado por la parte quejosa es constitucional o no. Es decir, que la improcedencia va a
motivar que en el amparo no se dirima la controversia constitucional planteada, por exigirlo
así alguna de las causas que conforman a la misma institución, ya que ésta se encuentra
constituida por una serie de hipótesis normativas debidamente descritas por la Ley de
Amparo, como por la constitución y por la jurisprudencia emitida por los órganos
jurisdiccionales, la que se analiza en forma profunda de acuerdo con el texto del artículo 62
de la ley de la materia; por lo que, deben de estudiarse al ser de orden público y de estudio
preferente, lo aleguen o no las partes.
Apoya lo expuesto, por las razones que informa y, por no oponerse a la Ley de
Amparo, la jurisprudencia 1a./J. 3/99, sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo IX, enero de 1999, página 13, registro digital 194697, cuyo epígrafe y
texto son los siguientes:
“IMPROCEDENCIA. ESTUDIO PREFERENCIAL DE LAS CAUSALES PREVISTAS EN EL
ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE AMPARO. De conformidad con lo dispuesto en el último párrafo del
artículo 73 de la Ley de Amparo las causales de improcedencia deben ser examinadas de oficio y
debe abordarse en cualquier instancia en que el juicio se encuentre; de tal manera que si en la
revisión se advierte que existen otras causas de estudio preferente a la invocada por el Juez para
sobreseer, habrán de analizarse, sin atender razonamiento alguno expresado por el recurrente.
Esto es así porque si bien el artículo 73 prevé diversas causas de improcedencia y todas ellas
conducen a decretar el sobreseimiento en el juicio, sin analizar el fondo del asunto, de entre ellas
existen algunas cuyo orden de importancia amerita que se estudien de forma preferente. Una de
estas causas es la inobservancia al principio de definitividad que rige en el juicio de garantías,
porque si, efectivamente, no se atendió a ese principio, la acción en sí misma es improcedente,
pues se entiende que no es éste el momento de ejercitarla; y la actualización de este motivo
conduce al sobreseimiento total en el juicio. Así, si el Juez de Distrito para sobreseer atendió a la
causal propuesta por las responsables en el sentido de que se consintió la ley reclamada y, por su
parte, consideró de oficio que respecto de los restantes actos había dejado de existir su objeto o
materia; pero en revisión se advierte que existe otra de estudio preferente (inobservancia al
principio de definitividad) que daría lugar al sobreseimiento total en el juicio y que, por ello,
resultarían inatendibles los agravios que se hubieren hecho valer, lo procedente es invocar tal
motivo de sobreseimiento y con base en él confirmar la sentencia, aun cuando por diversos
motivos, al sustentado por el referido Juez de Distrito”.
Se afirma así, puesto que durante el trámite del procedimiento se actualizó la



causal de improcedencia de forma notoria, manifiesta e indudable, de manera que con


ningún elemento de prueba puede desvirtuarse, esto porque la parte quejosa expresó su
voluntad de desistir en el juicio de amparo indirecto en que se actúa en la constancia de

notificación de siete de octubre de esta anualidad.
Por lo que, con fundamento en el artículo 63, fracción I, en relación con la fracción
XXIII del numeral 61, de la Ley de Amparo, y por lo dispuesto en el arábigo 356, fracción III,
del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la ley de la materia,

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procede decretar el sobreseimiento fuera de audiencia en el juicio de amparo indirecto
en que se actúa, sin necesidad de esperar la audiencia constitucional; asimismo, téngase
causando estado el presente acuerdo.
Estimar lo contrario traería consigo el retardo en la impartición de justicia, lo que
es contrario al espíritu que anima al artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, de tal forma que este Juzgado de Distrito tiene el deber de aceptar
esa renuncia.
Sirve de apoyo a lo anterior, por no oponerse a la Ley de Amparo, la
jurisprudencia 2a./J. 33/2000, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XI, abril de 2000, página 147, registro digital 192108, cuyo epígrafe y
texto son los siguientes:
“DESISTIMIENTO DE LA DEMANDA DE AMPARO. PUEDE MANIFESTARSE EN CUALQUIERA
DE LAS INSTANCIAS DEL JUICIO, MIENTRAS NO SE HAYA DICTADO LA SENTENCIA
EJECUTORIA. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 107, fracción I, de la Constitución
General de la República, la voluntad para promover el juicio de amparo es un principio fundamental,
de modo que siempre debe seguirse a instancia de parte agraviada, de ahí que pueda, válidamente,
desistir en cualquier momento con la sola declaración de su voluntad. Lo anterior se encuentra
reconocido en el artículo 74, fracción I, de la Ley de Amparo, que establece como una de las
causas de sobreseimiento en el juicio el desistimiento de la demanda, que para la misma
disposición constituye una abdicación o renuncia del sujeto a que el órgano de control constitucional
ejerza su actividad jurisdiccional en un caso concreto y determinado, implicando el desistimiento de
la demanda. Por consiguiente, el desistimiento ratificado por el quejoso, actualiza la hipótesis
prevista por el mencionado artículo 74, fracción I, a pesar de que se haya externado ante el a quo y
con posterioridad a la fecha en que éste dictó la resolución de primera instancia e incluso, a que en
contra de tal fallo se haya interpuesto el recurso de revisión, porque el quejoso conserva su derecho
para desistir de la demanda en el momento en que lo considere conveniente a sus intereses, y el
órgano de control constitucional tiene el deber de aceptar esa renuncia”.
Así también, ilustra lo anterior, la jurisprudencia 2a./J. 119/2006, sustentada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia la Nación, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIV, agosto de 2006, página
295, registro digital 174481, con el rubro y texto siguientes:
“DESISTIMIENTO EN EL AMPARO. DEBE SER RATIFICADO POR EL QUEJOSO. El artículo
107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece como
principio básico que el juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada. Por
tanto, para que el Juez o tribunal de amparo tengan una mayor certeza y seguridad, tanto en la
intención del promovente como en la resolución de sobreseimiento que deben dictar al respecto, en
los términos del artículo 74, fracción I, de la Ley de Amparo, resulta indispensable que el escrito de
desistimiento sea ratificado por el quejoso ante la presencia judicial o de un funcionario con fe
pública, lo cual no constituye una mera formalidad para el juzgador, sino que tiene como finalidad
cerciorarse de la identidad de quien desiste y saber si preserva su propósito de dar por concluido el
procedimiento que inició. La certeza en la identidad y voluntad del promovente para realizar ese
acto procesal se confirma con la reforma al mencionado artículo 74, fracción I, en la que el
legislador eliminó la disposición de que se decrete el sobreseimiento cuando "se tenga por desistido
al agraviado en términos de ley", para conservar solamente la del desistimiento expreso, así como
con el artículo 30, fracción III, del mismo ordenamiento, donde se ordena notificar personalmente al
interesado la providencia que mande ratificar el escrito de desistimiento de la demanda o de
cualquier recurso, y que en caso de no constar su domicilio, la petición será reservada hasta que
subsane la omisión. En consecuencia, si el quejoso en un juicio de amparo manifiesta que desiste
en su perjuicio de la demanda que presentó, pero no ratifica dicha manifestación, es evidente que
debe continuarse con el procedimiento del juicio”.
Además, la jurisprudencia 2a./J. 10/2003, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVII, marzo de 2003, página 386, registro
digital 184572, de rubro y texto siguientes:
"SOBRESEIMIENTO. PROCEDE DECRETARLO FUERA DE LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL,
CUANDO SE ACTUALICE UNA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA, MANIFIESTA E INDUDABLE.
De lo dispuesto en los artículos 74, fracción III y 83, fracción III, ambos de la Ley de Amparo, se
desprende que el legislador previó la posibilidad que durante el juicio sobreviniera alguna de las
causales de improcedencia previstas por el artículo 73 de la ley de la materia, tan es así que en el
segundo de los preceptos mencionados estableció la procedencia del recurso de revisión contra los
autos de sobreseimiento; éstos son precisamente los que el Juez pronuncia cuando, durante el
trámite conoce de la existencia de una causal de improcedencia. Conforme a lo anterior, cuando la
causal de improcedencia sea notoria, manifiesta e indudable, de manera que con ningún elemento
de prueba pueda desvirtuarse, procede decretar el sobreseimiento en el juicio de garantías, sin
necesidad de esperar la audiencia constitucional; estimar lo contrario traería consigo el retardo en la
impartición de justicia, lo que es contrario al espíritu que anima al artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la parte que establece que toda persona tiene
derecho a que se le administre justicia por los tribunales que estarán expeditos para impartirla en
los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial.".
En consecuencia, se deja sin efecto la fecha y hora señalada para la celebración
de la audiencia constitucional en este juicio de amparo indirecto; es decir, las diez horas
con cincuenta minutos del veintidós de octubre de dos mil diecinueve; lo anterior, para
los efectos legales conducentes.

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En tal razón, comuníquese este acuerdo a las partes; háganse las anotaciones
correspondientes en el libro de gobierno; y, hecho lo anterior, remítase este expediente
como asunto concluido al archivo de este órgano jurisdiccional para su resguardo.
Por tanto, con fundamento en el punto Vigésimo Primero, fracción II, del Acuerdo
General Conjunto 1/2009, de veintiocho de septiembre de dos mil nueve, del Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, relativo a la
transferencia, digitalización, depuración, y destrucción de los expedientes generados en los
Juzgados de Distrito, este expediente es destruible debido a que se dictó un acuerdo que,
sin decidir el juicio en lo principal lo dio por concluido; además, no se considera de
relevancia documental.
Notifíquese; y, personalmente a las partes.
Así lo proveyó y firma Sergio Antonio Álvarez Vázquez, Secretario del Juzgado
Tercero de Distrito en el Estado de Baja California Sur, encargado del despacho por licencia
académica autorizada al titular de este órgano jurisdiccional (comunicada mediante oficio
SECJ/ST/1924/2019, de treinta de septiembre de dos mil diecinueve, suscrito por la Secretaria Ejecutiva de Carrera
Judicial del Consejo de la Judicatura Federal), y en términos del artículo 43, párrafo primero, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación; ante Gregorio Antonio Marín Bárcenas,
Secretario con quien actúa y da fe…”.

LO QUE COMUNICO A USTED PARA LOS EFECTOS LEGALES


CORRESPONDIENTES.

LA PAZ, B.C.S.; 08 DE OCTUBRE DE 2019.

GREGORIO ANTONIO MARÍN BÁRCENAS


SECRETARIO DEL JUZGADO TERCERO DE
DISTRITO EN EL ESTADO.

EL SECRETARIO HACE CONSTAR Y CERTIFICA: QUE EN ESTA FECHA FUERON


ENTREGADOS A LA ACTUARÍA LOS OFICIOS QUE SE MENCIONAN EN LA
PRESENTE MINUTA.

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El ocho de octubre de dos mil diecinueve, el licenciado Gregorio Antonio
Marín Bárcenas, Secretario de Juzgado, con adscripción en el Juzgado
Tercero de Distrito en el Estado de Baja California Sur, hago constar y
certifico que en términos de lo previsto en los artículos 16, 68 y 113 fracción I
de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, esta
versión pública suprime toda aquella información considerada legalmente
como CONFIDENCIAL, por tratarse de DATOS PERSONALES. Conste.

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