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TEMA 4
Promoción Interna al Cuerpo de Gestión Tema 04 GRUPO I 2 2
de la Administración de Castilla y León
Tabla de contenido
1 DE LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO ...................................................................................3
1.1 LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS ............................................................................................................4
1.1.1 Formación de las autonomías ...................................................................................................................4
1.1.2 Estatutos de Autonomía ............................................................................................................................5
1.2 LA DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS ENTRE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS ..................................5
1.2.1 Distribución de competencias entre Estado y CCAA .................................................................................5
1.2.2 Técnicas constitucionales de reparto ........................................................................................................9
1.2.3 Competencias exclusivas,compartidasy concurrentes ............................................................................10
1.3 LA ADMINISTRACIÓN LOCAL ...................................................................................................................11
Promoción Interna al Cuerpo de Gestión Tema 04 GRUPO I 3
de la Administración de Castilla y León
A este respecto señalar que La CE en su artículo 1.2 establece que “La soberanía nacional reside
en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado” Asimismo en su artículo 2 establece
que "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e
indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.
1º) El principio de solidaridad reconocido en el art. 138.1 que establece que el Estado garantiza
la realización efectiva del principio de solidaridad velando por el establecimiento de un equilibrio
económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español.
2º) El principio de igualdad reconocido en el 138.2 que establece que las diferencias entre los
Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios
económicos o sociales. Y por el art. 139.1 que establece que todos los españoles tienen los mismos
derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado.
3º) El principio de libre circulación recogido en el art. 139.2 que establece que ninguna
autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y
establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español.
Promoción Interna al Cuerpo de Gestión Tema 04 GRUPO I 4
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Las Comunidades Autónomas que se constituyan por la “vía rápida” no necesitarán esperar estos 5 años
y podrán asumir inicialmente en sus Estatutos todas las competencias enumeradas en el art. 148 CE y
cualesquiera otras materias que no sean las que enumera el art. 149 como competencias exclusivas del
Estado. (Art. 151 y DT2ª CE).
- y las dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo
electoral de cada provincia o isla (art. 143 CE).
Una vez acordada la iniciativa autonómica, el proyecto de Estatuto de autonomía será elaborado por
una asamblea compuesta por los miembros de la Diputación u órgano interinsular de las provincias
afectadas y por los Diputados y Senadores elegidos en ellas y será elevado a las Cortes Generales para su
tramitación como Ley (art. 146 CE).
- y además por las tres cuartas partes de los municipios de cada una de las provincias afectadas que
representen, al menos, la mayoría del censo electoral de cada una de ellas.
Dicha iniciativa autonómica, deberá ser ratificada mediante referéndum aprobado por la mayoría
absoluta de los electores de cada provincia. Una vez ratificada la iniciativa autonómica, se procede a la
elaboración del Estatuto de autonomía.
Por lo tanto la principal diferencia entre ambos procedimientos de acceso a la autonomía radica en que
en el procedimiento de acceso a la autonomía plena por la vía rápida:
1º La iniciativa autonómica deberá ser ratificada mediante referéndum (excepto en el caso de los
territorios que en el pasado hubiesen plebiscitado afirmativamente proyectos de Estatuto de
Autonomía).
2º Será necesaria una mayoría de municipios más amplia para poder instar la iniciativa autonómica dado
que se requiere acuerdo favorable de ¾ partes de los municipios afectados.
3º El proyecto de Estatuto de Autonomía deberá ser aprobado por referéndum del cuerpo electoral de
las provincias afectadas.
La denominación de la Comunidad.
La delimitación de su territorio.
La denominación, organización y sede de las instituciones autónomas propias.
Las competencias asumidas dentro del marco establecido en la Constitución y las bases para el
traspaso de los servicios correspondientes a las mismas.
La reforma de los Estatutos se ajustará al procedimiento establecido en los mismos y requerirá, en todo
caso, la aprobación por las Cortes Generales, mediante Ley orgánica (art. 147 CE). Asimismo señalar que
los Estatutos de Autonomía forman parte del bloque de Constitucionalidad.
La Constitución no determina cuales son las competencias que deben asumir las CCAA, sino que, según
establece en su art. 147.2, corresponde a los Estatutos de Autonomía determinar las competencias
asumidas, dentro del marco establecido por la Constitución.
El artículo 148 enumera una serie de materias sobre las que las CCAA podrán asumir competencias. Lo
más destacable de este artículo es que la Constitución no obliga a las CCAA a asumir dichas
competencias, sino que la asunción de las misma se configura con carácter potestativo (“Las CCAA
podrán”). Como ya indicamos anteriormente, las CCAA de autonomía de “vía lenta” solo pudieron
asumir inicialmente en sus Estatutos las competencias recogidas en este artículo 148, si bien
transcurridos cinco años, y mediante la reforma de sus Estatutos, la Constitución prevé que puedan
ampliar sucesivamente sus competencias a cualesquiera otras materias que no sean las que enumera el
art. 149 CE como competencias exclusivas del Estado. (Art. 148.2 CE).
6. Los puertos de refugio, los puertos y aeropuertos deportivos y, en general, los que no
desarrollen actividades comerciales.
13. El fomento del desarrollo económico de la Comunidad Autónoma dentro de los objetivos
marcados por la política económica nacional.
14. La artesanía.
Las materias sobre las que el Estado tiene competencia exclusiva, según el artículo 149, son las
siguientes:
1. La regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el
ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales.
3. Relaciones internacionales.
5. Administración de Justicia.
6. Legislación mercantil, penal y penitenciaria; legislación procesal, sin perjuicio de las necesarias
especialidades que en este orden se deriven de las particularidades del derecho sustantivo de las
Comunidades Autónomas.
7. Legislación laboral; sin perjuicio de su ejecución por los órganos de las Comunidades
Autónomas.
8. Legislación civil, sin perjuicio de la conservación, modificación y desarrollo por las Comunidades
Autónomas de los derechos civiles, forales o especiales, allí donde existan. En todo caso, las reglas
relativas a la aplicación y eficacia de las normas jurídicas, relaciones jurídico-civiles relativas a las formas
de matrimonio, ordenación de los registros e instrumentos públicos, bases de las obligaciones
contractuales, normas para resolver los conflictos de leyes y determinación de las fuentes del Derecho,
con respeto, en este último caso, a las normas de derecho foral o especial.
11. Sistema monetario: divisas, cambio y convertibilidad; bases de la ordenación del crédito, banca
y seguros.
16. Sanidad exterior. Bases y coordinación general de la sanidad. Legislación sobre productos
farmacéuticos.
17. Legislación Básica y régimen económico de la Seguridad Social, sin perjuicio de la ejecución de
sus servicios por las Comunidades Autónomas.
18. Las bases del régimen jurídico de las Administraciones públicas y del régimen estatutario de sus
funcionarios que, en todo caso, garantizarán a los administrados un tratamiento común ante ellas; el
procedimiento administrativo común, sin perjuicio de las especialidades derivadas de la organización
propia de las Comunidades Autónomas; legislación sobre expropiación forzosa; legislación básica sobre
contratos y concesiones administrativas y el sistema de responsabilidad de todas las Administraciones
públicas.
19. Pesca marítima, sin perjuicio de las competencias que en la ordenación del sector se atribuyan a
las Comunidades Autónomas.
21. Ferrocarriles y transportes terrestres que transcurran por el territorio de más de una Comunidad
Autónoma; régimen general de comunicaciones; tráfico y circulación de vehículos a motor; correos y
telecomunicaciones; cables aéreos, submarinos y radiocomunicación.
23. Legislación básica sobre protección del medio ambiente, sin perjuicio de las facultades de las
Comunidades Autónomas de establecer normas adicionales de protección. La legislación básica sobre
montes, aprovechamientos forestales y vías pecuarias.
24. Obras públicas de interés general o cuya realización afecte a más de una Comunidad Autónoma.
27. Normas básicas del régimen de prensa, radio y televisión y, en general, de todos los medios de
comunicación social, sin perjuicio de las facultades que en su desarrollo y ejecución correspondan a las
Comunidades Autónomas.
28. Defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental español contra la exportación y la
expoliación; museos, bibliotecas y archivos de titularidad estatal, sin perjuicio de su gestión por parte de
las Comunidades Autónomas.
29. Seguridad pública, sin perjuicio de la posibilidad de creación de policías por las Comunidades
Autónomas en la forma que se establezca en los respectivos Estatutos en el marco de lo que disponga
una ley orgánica.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este reparto competencial recogido en los art. 148 y 149 no
es inamovible, y puede verse afectado mediante una serie de técnicas constitucionalmente
reconocidas:
El art. 150.1 establece que “Las Cortes Generales, en materias de competencia estatal, podrán
atribuir a todas o a alguna de las Comunidades Autónomas la facultad de dictar, para sí
mismas, normas legislativas en el marco de los principios, bases y directrices fijados por una
Ley estatal. Sin perjuicio de la competencia de los Tribunales, en cada Ley marco se establecerá
la modalidad del control de las Cortes Generales sobre estas normas legislativas de las
Comunidades Autónomas”.
Estas leyes suponen una delegación legislativa, es decir se permite a las CCAA la posibilidad de
dictar leyes sobre una materia de competencia estatal, pero tal delegación no supone que la
competencia cambie de titularidad, la competencia sigue siendo estatal. Por ello, las Cortes
Generales, mediante una nueva ley podrán recuperar en cualquier momento las
competencias atribuidas por la ley marco.
Asimismo señalar que estas leyes marco, en la medida que son normas delimitadoras de las
competencias entre el Estado y las CCAA, forman parte del bloque de Constitucionalidad. Ello
resulta del artículo 28 LOTC que establece que para apreciar la conformidad o disconformidad
de una ley con la Constitución, el Tribunal Constitucional considerará además de los preceptos
constitucionales las leyes que dentro del marco constitucional se hubieran dictado para
delimitar las competencias del Estado y las CCAA.
El art. 150.2 establece que “El Estado podrá transferir o delegar en las Comunidades
Autónomas, mediante Ley Orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad
estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación. La Ley
preverá en cada caso la correspondiente transferencia de medios financieros, así como las
formas de control que se reserve el Estado”.
Se trata por lo tanto de leyes orgánicas que permiten transferir o delegar en las CCAA
facultades correspondiente a materias de titularidad estatal. La primera cuestión que se
planteó respecto de esta técnica es que tipo de facultades podían ser transferidas.
Actualmente, y a la vista de las leyes de transferencia y delegación realizadas hay se puede
afirmar que estas facultades pueden ser tanto ejecutivas o administrativas como legislativas.
Por último señalar que esta figura ha jugado un papel muy importante en la configuración del
Estado Español como Estado Compuesto. Así se utilizó esta técnica para ampliar las
competencias de las autonomías que accedieron a la autonomía por la “vía lenta” sin necesidad
de que éstas reformaran sus Estatutos. Ello se hizo mediante la ley 9/1992, de 23 de diciembre,
de transferencia de competencias a Comunidades Autónomas que accedieron a la autonomía
por la vía del artículo 143 de la Constitución.
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Art. 150.3 establece que “El Estado podrá dictar Leyes que establezcan los principios necesarios
para armonizar las disposiciones normativas de las Comunidades Autónomas, aun en el caso
de materias atribuidas a la competencia de éstas, cuando así lo exija el interés general.
Corresponde a las Cortes Generales, por mayoría absoluta de cada Cámara, la apreciación de
esta necesidad”.
Son leyes estatales ordinarias. A este respecto señalar que el TC ha declarado que la mayoría
necesaria para apreciar la necesidad de armonizar no tiene porqué requerirse para la
aprobación final de la ley, y en ningún caso convierte a las leyes de armonización en leyes
orgánicas.
Se trata de leyes homogeneizadoras, cuyo fin principal es preservar la unidad del ordenamiento
jurídico, cuando así lo exija el interés general.
La ley de armonización ha de ser una ley de principios, no puede ser una ley que agote en sí
misma la regulación de una materia.
Por último señalar que el art. 149.3 establece que “El derecho estatal será, en todo caso,
supletorio del derecho de las CCAA”.
El art. 153 establece que el control de la actividad de los órganos de las Comunidades Autónomas se
ejercerá:
Por el Gobierno, previo dictamen del Consejo de Estado, el del ejercicio de funciones delegadas a que se
refiere el apartado 2 del art. 150.
El art. 155 establece que “Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la
Constitución u otras Leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general
de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de
no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas
necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección
del mencionado interés general.
Esta técnica constituye el último recurso que la Constitución pone en manos del Estado para garantizar
el interés general de España.
La distribución competencial recogida en los artículos 148 y 149, realiza un reparto de las competencias
entre el Estado y a las CCAA y asimismo, prevé una cláusula residual de atribución de competencias
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(distintas de las enumeradas en el art. 149), al Estado o a la CCAA, en función de que hayan sido o no
asumidas en sus Estatutos de Autonomía.
Competencias exclusivas son aquellas en las que la totalidad de funciones (legislativa y ejecutiva) sobre
una misma materia corresponden al mismo ente, ya sea el Estado o la CCAA. Las competencias
exclusivas de las CCAA son asumidas en sus Estatutos en virtud de los art. 148, 149.3 o 150. Las
competencias exclusivas del Estado, en principio, están recogidas en el art. 149. Pej. Defensa y Fuerzas
Armadas, Relaciones Internacionales, Administración de Justicia.
Sin embargo hay que tener en cuenta, en muchos de los puntos del art. 149, la reserva a favor del
Estado, no se refieren a la totalidad de funciones (legislativa y ejecutiva) sobre una materia, sino solo a
parte de ellas. Por lo tanto, en estos supuestos el Estado ya no sería titular de una competencia
exclusiva sobre la totalidad de la materia, puesto que se admite que la CCAA asuma parte de las
funciones referentes a esa competencia (pej. funciones ejecutivas). Cuando esto sucede se habla de
competencias compartidas, con lo que se quiere indicar que la competencia sobre una materia está
repartida entre el Estado y la CCAA. Así podemos distinguir dos casos:
a) El Estado se reserva la legislación sobre una materia. En estos casos las CCAA pueden asumir
competencias ejecutivas.
b) El Estado se reserva la legislación básica. En estos casos las CCAA pueden asumir competencias
ejecutivas y además competencias legislativas de desarrollo de las bases estatales.
Competencias concurrentes.
La realidad nos muestra que las materias enumeradas en los art. 148 y 149 están muchas veces
interrelacionadas, de tal forma que se producen espacios comunes en los que coincidirían las
competencias de ambos entes. Así pej. podría llegar a concurrir el ejercicio de la competencia del
Estado en materia de puertos y el ejercicio de la competencia de la Comunidad Autónoma en materia
urbanística. Los casos que se pueden dar en la realidad son múltiples. Asimismo, en la propia
enumeración de los artículos 148 y 149 hay materias que se atribuyen a ambos entes, pej, sanidad,
cultura o patrimonio monumental. En todos estos casos nos encontramos ante competencias
concurrentes del Estado y de la CCAA sobre una misma materia, es decir, ambos entes tienen títulos
competenciales distintos que les habilitan para regular una misma materia. A este respecto señalar
que el art, 149.3, para solucionar estos supuestos, establece que las normas del Estado prevalecerán, en
caso de conflicto, sobre las de las Comunidades Autónomas en todo lo que no esté atribuido a la
exclusiva competencia de éstas.
La constitución garantiza la autonomía de los municipios y estos son entes con personalidad jurídica
plena. La legitimidad democrática de los ayuntamientos está garantizada por el carácter electivo de los
concejales mediante sufragio universal, igual, libre, directo y secreto. Los alcaldes pueden ser elegidos
de igual forma o por los concejales. El municipio es un ente territorial de naturaleza política y el
ayuntamiento lo es del Estado.
La provincia es un ente territorial de perfil político desdibujado, pues aunque la constitución habla de la
función de gobierno y administrativa de la diputación provincial como órgano representativo, tiene este
carácter por disposición legal y en las CCAA uniprovinciales provincia y Comunidad autónoma se
confunden.
Hay que tener en consideración que, ni el legislador central ni el regional, pueden eliminar la autonomía
de las Entidades Locales ni las pueden reducir a un simple nombre. El legislador puede disminuir o
acrecentar las competencias de estos entes, pero no suprimirlos por entero; y el debilitamiento de sus
competencias no puede hacerse sin razón suficiente ni en detrimento del principio de autonomía, por
ser este uno de los principios estructurales básicos de la constitución. Cabe la creación de agrupaciones
de municipios diferentes de las provincias (art 141.3 CE), cuya justificación puede encontrarse en obras,
servicios o actividades de interés común a territorios de varias provincias cuyo ámbito no coincida con
una comunidad autónoma. En este caso, la provincia verá reducido su ámbito ordinario de
competencias, que deberá ser redefinido, pero nada de ello la puede llevar a desaparecer. Los arts. 137
y 141 CE contienen una inequívoca garantía de la autonomía provincial. La provincia no es únicamente
una circunscripción electoral, ni solo una entidad titular de la iniciativa del proceso autonómico para
constituir una comunidad, ni tampoco una mera división territorial para el cumplimiento de las
actividades del Estado. Junto a todo eso, la provincia es una entidad local dotada de autonomía para
gestionar sus intereses. La constitución no precisa cuales son esos intereses ni cuál es el haz mínimo de
competencias provinciales, pero sí se desprende del texto constitucional que unos y otros deben
conjugarse con los de otras entidades autónomas de nueva creación. De todo ello son garantes los
poderes centrales del Estado. La autonomía local no puede dejarse a las muy diversas interpretaciones
de las 17 CCAA. La autonomía local es un principio estructural del Estado. Se impone la colaboración
entre estos poderes y los autonómicos en materia de régimen local cuando la comunidad autónoma ha
asumido competencias en la misma.
La constitución en su art. 142 establece que las haciendas locales deben disponer de medios suficientes
para el desempeño de las funciones de su respectiva corporación. Se nutrirán fundamentalmente de
tributos propios y de la participación en los tributos de las haciendas central y regional.
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