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TUTORES TEMÁTICOS...................................................................................ii
AUTORIDADES:..............................................................................................iii
PROTOCOLO DE APROBACIÓN...................................................................iv
AGRADECIMIENTOS.......................................................................................v
RESUMEN.......................................................................................................vi
ÍNDICE............................................................................................................vii
JUSTIFICACIÓN DEL TRABAJO INVESTIGADO...........................................x
PROBLEMÁTICA DE LA INVESTIGACIÓN....................................................xi
TEMA GENERAL............................................................................................xii
TEMA ESPECÍFICO.......................................................................................xii
OBJETIVOS GENERALES............................................................................xiii
OBJETIVOS ESPECÍFICOS..........................................................................xiii
HIPÓTESIS:...................................................................................................xiv
VARIABLES:...................................................................................................xv
METODOLOGÍA............................................................................................xvi
INTRODUCCIÓN..............................................................................................1
EL DEFENSOR DEL PUEBLO........................................................................2
1- CONSIDERACIONES INICIALES.........................................................2
1.1. ACERCAMIENTO AL TEMA:.............................................................2
1.2 TERMINOLOGÍA OMBUDSMAN Y DEFENSOR DEL PUEBLO.......7
1.3 ORIGEN ESCANDINAVO DEL OMBUDSMAN................................10
1.4 CARACTERES COMUNES DEL OMBUDSMAN.............................11
1.5 FUNCIONES COMUNES DEL OMBUDSMAN................................13
1.6 EL PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO........................15
1.7 EL DEFENSOR DEL PUEBLO Y EL ESTADO DE DERECHO.......23
1.8 EL CANALIZADOR DEL DESCONTENTO SOCIAL........................24
2- ORIGEN LATINO EL DEFENSOR DEL PUEBLO................................30
2.1 EL DEFENSOR DEL PUEBLO Y LA DEMOCRACIA......................30
ii
2.2 EL DERECHO ROMANO Y ORIGEN DEL DEFENSOR DEL
PUEBLO EN LATINOAMÉRICA.............................................................31
2.3 ANTECEDENTES ROMANOS:........................................................32
2.4 NECESIDAD Y JUSTIFICACIÓN DE LOS ORÍGENES..................34
2.4.1 DEL OMBUDSMAN:...................................................................34
2.4.1 DEL TRIBUNO PLEBEYO.........................................................34
2.4.3 DEL DEFENSOR CIVITATIS.....................................................35
2.5 - ¿TRIBUNO PLEBEYO O DEFENSOR CIVITATIS?......................37
2.5.1 EL DEFENSOR CIVITATIS COMO EL DEFENSOR DEL
PUEBLO..............................................................................................38
2.5.2. EL TRIBUNADO PLEBEYO COMO DEFENSOR DEL PUEBLO
.............................................................................................................40
2.5.3 EL FUNCIONARIO IMPERIAL...................................................43
2.6 EL DEFENSOR DEL PUEBLO........................................................45
2.6.1. APORTES DEL TRIBUNO PLEBEYO.....................................46
2.6.2. APORTES DEL DEFENSOR CIVITATIS..................................48
2.7 INSTITUCIONES ROMANAS VERSUS CONSTITUCIONALISMO.49
3. LA SITUACIÓN ACTUAL EN LATINOAMÉRICA...................................53
3.1. MODALIDADES DE SU INCORPORACIÓN...................................57
3.2. RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL.........................................58
3.3. EL DEFENSOR DEL PUEBLO LATINOAMERICANO Y LA
CULTURA DE PAZ.................................................................................64
3.4. PROBLEMÁTICA LATINOAMERICANA.........................................66
4. EL DEFENSOR DEL PUEBLO EN EL PARAGUAY..............................70
4.1 NORMATIVA CONSTITUCIONAL....................................................72
4.2 LEY ORGÁNICA DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO...................74
4.3 FUNCIONES DEL DEFENSOR DEL PUEBLO PARAGUAYO.......85
4.3.1 MISIÓN DEL DEFENSOR DEL PUEBLO..................................88
4.3.2 CARACTERÍSTICAS DE LA INSTITUCIÓN:.............................88
4.3.3 OBLIGACIONES Y PROHIBICIONES DEL DEFENSOR DEL
PUEBLO..............................................................................................90
iii
5. EL DEFENSOR DEL PUEBLO Y LOS DERECHOS HUMANOS EN
PARAGUAY................................................................................................93
CONCLUSIÓN..............................................................................................103
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................107
ANEXO.........................................................................................................110
iv
JUSTIFICACIÓN DEL TRABAJO INVESTIGADO
v
PROBLEMÁTICA DE LA INVESTIGACIÓN
vi
TEMA GENERAL
TEMA ESPECÍFICO
vii
OBJETIVOS GENERALES
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
viii
HIPÓTESIS:
- Hipótesis de investigación:
- Hipótesis alternativa:
- Hipótesis nula:
ix
VARIABLES:
DEPENDIENTE:
La sociedad
INDEPENDIENTE:
La Constitución Nacional
La Legislación
INTERVINIENTES:
x
METODOLOGÍA
- Tipo de investigación:
- Diseño:
xi
INTRODUCCIÓN
1
EL DEFENSOR DEL PUEBLO
1- CONSIDERACIONES INICIALES
1
LINARES QUINTANA, Segundo V. “Tratado de la Ciencia del Derecho Constitucional”, edit. Plus
Ultra. Buenos Aires. 1977, t. I, p. 310.
2
A medida que esos valores fueron acrecentando su consideración en
el seno de las comunidades —hasta llegar a integrar el núcleo de su idea
política dominante—, se fueron diluyendo, paulatinamente, sus caracteres
intransigentes en el marco de una vida social donde el hombre común
anhelaba, cada vez con mayor intensidad, la concreción de su seguridad. La
libertad, la vida, la igualdad, la dignidad y otros valores trascendentes, que no
pierden ese carácter en la prédica teórica, se han ido desdibujando en la
práctica frente a ese anhelo del hombre por ver materializada su seguridad y
por desligarse de responsabilidades transfiriendo, a un ente sobrehumano, la
solución de sus problemas personales2.
2
LIPSET Seymour Martin, “El hombre político”, Eudeba, Buenos Aires, 1968, p. 183; Gustaw Bychov.-
ski. Dictadores v discípulos. Mateu, Barcelona, 1947. p. 253.
3
Op. cit. t. 1, p. 352.
3
despersonalización de la vida y en una actitud de desdén hacia los valores
espirituales.
4
BIDART CAMPOS, Germán J., “La re-creación del liberalismo”, edit. Ediar, Buenos Aires, 1982, p.
154.
4
transpersonalistas que no se compadecen con la esencia del
constitucionalismo.
5
Partiendo de ese enfoque formalista, se afirma que los mecanismos
tradicionales, destinados a la tutela de los derechos individuales y sociales, son
insuficientes. Se ha llegado a sostener que el Poder Judicial, el Congreso y los
propios organismos administrativos no ofrecen soluciones acordes con las
necesidades modernas, correspondiendo abocarse a la creación de nuevas
instituciones políticas que sustituyan o complementen a las existentes.
Sin embargo, pocas son las reflexiones que apuntan a las causas
determinantes de esa situación negativa que se procura remediar 7. Tampoco
son frecuentes los estudios de investigación previos, elaborados conforme a los
rigurosos lineamientos metodológicos aportados por la ciencia política, que
permiten verificar la viabilidad jurídica, sociológica y política de las nuevas
instituciones que se pretende implantar.
6
demanda de los ciudadanos. Encontró analogías en el principio de la
protección de los derechos, y en la figura del Tribuno del popolo, que es
presentada como la salvaguarda contra los abusos y errores de la
administración pública. La autoridad del ombudsman, en teoría, está
garantizada porque es investido por el Parlamento, que garantiza un sistema
democrático y la relación de los ciudadanos con el Estado 8.
8
NAPIONE, GIOVANNI. L' Ombudsman. Roma: Tipologia delle Terme, 1963.P. 4-8
9
ob.cit. p. 5
10
NAPIONE Giaonavvi op.citp. p. 10
11
DALLA CORTE, Gabriela y Gómez I. Mestres, Silvia. “Debate legal en la búsqueda de una justicia
más justa. El Ombudsman en Argentina”. Actas del Primer Congreso Internacional Derecho y Sociedad,
Asociación de Análisis sobre Derecho y Sociedad. Bilbao: Editorial Aranzadi, 1999a, p. 235-246.
12
SALVATORE, Maccarone. “La esperienze europee di ombudsman bancario”. Riolo, Franco. La banca
e l´arbitrato: strumenti arbitrali e ombudsman bancario: nuovi metodi per la risoluzione di controversi.
Roma: Bancaria, 1994, p. 33-45.
7
En las últimas décadas, el organismo asumió diversos nombres; es el
defensor del pueblo, el sindic de greuges, el defensor cívico, el médiateur, el
comisionado parlamentario.
13
Primer Informe Anual del Defensor del Pueblo de la Nación Argentina al Congreso, Argentina, Tomo 1
del año 1994.
8
La proliferación de estas instituciones señala un hecho evidente en los
países en donde prima el Estado de bienestar y en los que luchan por
imponerse incipientes democracias, como los países latinoamericanos. Se trata
del interés de los organismos estatales por canalizar institucionalmente las
demandas sociales y los conflictos políticos.
9
sistema parlamentario, se tradujo en la divulgación del ombudsman con
caracteres no necesariamente iguales a los que presenta su antecedente
escandinavo14 .
14
ZAMUDIO Héctor Félix, “Reflexiones campar ti vas sobre el "ombudsman"”. Memoria de El Colegio
Nacional, t. IX. núm. 2, año 1979, México, 1980. p. 100.
15
ROWAT Donald C. "ombudsman" – Defensor del ciudadano. Fondo de Cultura Económica, México,
1973, p. 15.
10
Deben ser designados por el Parlamento y en esto se distinguen de
los llamados "ombudsmannen especiales" que, por ser nombrados por el
órgano ejecutivo, no participan de una de las características esenciales de esta
institución
11
En los sistemas presidencialistas, la dependencia del ombudsman se
concreta frente al poder Ejecutivo a través de los "ombudsmannen especiales o
ejecutivos" cuya competencia se limita a materias determinadas (defensa del
consumidor, del trabajo, del comercio, de la actividad bursátil, etc.) y que
también suelen funcionar en los sistemas parlamentarios junto al ombudsman
auténtico. Así, en los Estados Unidos de América su implantación no ha sido
posible en el orden nacional, debido a las trabas resultantes del régimen
federal de Estado, sin perjuicio de lo cual ha proliferado en el orden local.
Dentro de esta categoría también está incluido el defensor del consumidor
establecido en Venezuela en 1974 y la Procuraduría Federal del Consumidor
creada en México en 1975.
Ello obedece a que los miembros del gabinete sólo son responsables
políticamente ante el Parlamento. Esta limitación se puede extender a otros
funcionarios, corno ocurre en Nueva Zelanda con los integrantes de las fuerzas
12
armadas, o a ciertos actos de la administración; así, en Gran Bretaña el
ombudsman no puede fiscalizar en asuntos políticos, ni las actividades que son
consecuencia del ejercicio de las facultades discrecionales de la
administración.
17
KRAEKE Rainer, “Le Delegué Parlamentaire a la défense du Bundestag”, p. 548, Revue de Droit
Public et de la Science Politique, mayo-junio 1966, París, 1966.
13
Esta modalidad no es exclusiva del sistema británico que entró en
vigencia en 1967. El mediateur introducido en Francia por vía legislativa en
1973 y objeto de reforma en 1976, ha seguido en este aspecto la directriz de su
modelo británico. El mediateur es un intermediario entre los administrados y el
Parlamento que no recibe los reclamos de los particulares, que se consideran
afectados por la actividad de la administración, ya que tales quejas deben ser
presentadas ante un diputado o senador. Este legislador, si considera que el
reclamo tiene entidad suficiente y que versa sobre materias de competencia del
mediateur, transmite la queja a este funcionario para su intervención.
Tal peculiaridad nos obliga a obrar con cautela recordando que "Debe,
asimismo, cuidarse de no pretender aplicar a los Estados de régimen
presidencial como el argentino, doctrinas y principios que son propios del
sistema parlamentario"18.
18
LINARES Quintana, Segundo V., Tratado de la Ciencia del Derecho Constitucional, t. VIII, Alfa,
Buenos Aires, 1962, p. 183.
14
presenta la mayor o menor envergadura que se le asigne al órgano ejecutivo
para el desarrollo de una política global.
19
BIDAT Campos, Germán J., Derecho Constitucional, t. I, Ediar, Buenos Aires, 1964, p. 772.
15
políticamente en forma solidaria, aspecto este último que no se presenta
en el presidencialismo20.
20
DUVERGER Maurice Op Cit pag. 678
16
que en estos últimos la implantación del ombudsman presenta serias
dificultades, si es que se pretende respetar la estructura constitucional.
21
BIDART CAMPOS, Germán J., “El derecho constitucional del poder”, t. I, Ediar, Bs. As., 1967, p. 90.
17
los legisladores designados por el pueblo y no, por vía de delegación, a
funcionarios creados por el órgano legislante 22 .
22
CORWIN Edward y J. W. Peltason, La Constitución, Omeba, Buenos Aires, 1968, p. 37.
23
QUINTANA Linares, Segundo V., ob. cit. en nota 18, p. 182.
18
Suprema le encomienda24. Consecuencia de ello es que el Congreso no debe
investigar sobre cualquier asunto, sino exclusivamente con propósitos
legislativos vinculados con sus funciones específicas tales como las delimita la
Constitución”25.
24
Ob. cit. en nota 18, p. 291.
25
Ob. cit. en nota 16, t. VIII. p. 399.
19
A) vulneraría la independencia del poder judicial ya que, si bien ella es
necesaria para todos los poderes, "con mayor razón lo es para el Poder
Judicial, que es el más débil de los tres, y que, por consiguiente, se encuentra
expuesto en mayor medida a las presiones e influencias de los poderes
políticos"26;
20
simultáneamente, podremos evitar el riesgo que, con singular perspicacia,
formulara José Manuel Estrada: "Las fantasías políticas son pecados que no
purgan los teorizadores, sino los pueblos".
Investigaciones Administrativas v la figura del "ombudsman", La Prensa, junio 3-1982); Jorge R. Vanossi
(En torno a la doble vía de control judicial de constitucionalidad, ED, 84- 605; Acción de amparo y
acción de inconstitucionalidad en el derecho público federal argentino, Ed. 99- 794),
29
ROBERTSON, David. “A dictionary of Human Rights”. Londres: British Library Cataloguing, 1997. p.
896
30
ROWAT, Donald. “El ombudsman en el mundo”. Barcelona: Teide, 1990.p 17
21
El Defensor del Pueblo -sinónimo español de Ombudsman que se ha
aplicado también en países latinoamericanos, como Paraguay-, depende del
desarrollo democrático reciente, y es un ensayo de los Estados europeos
occidentales. Tecglen se pregunta por qué los diversos países necesitan
defender al soberano, el pueblo, una pregunta que articula el funcionamiento
democrático y la propia definición de la soberanía popular en sistema
democrático31 . A diferencia de los tres poderes gubernamentales tradicionales,
el ombudsman está personalizado y se presenta en sus diversas acepciones
como defensor, síndic, o mediateur.
22
estudios de autores como Claus Offe (1992), Alberto Melucci (1977), Charles
Tilly y Alain Touraine (1990), por citar algunas referencias bibliográficas más
importantes, los estudios políticos reconsideraron positivamente el valor de
esos movimientos a la hora de presionar a las instituciones con medios no
institucionales para conseguir objetivos de cambio social.
23
principio del convencimiento-consenso, impone un comportamiento
institucionalizado y exige de las personas que acceden a la Oficina una
respuesta formalizada en los términos fijados por la normativa. Desde esta
perspectiva, los métodos utilizados son plenamente convencionales y
ortodoxos, aún cuando la literatura jurídica interesada en el Ombudsman
presente las tácticas de resolución de las quejas como una introducción
novedosa y convencional.
24
En mérito al interés por el bien común, uno de mis entrevistados, el
Síndic de Greuges de la Universidad de Barcelona, Ramón Valls, dijo que su
papel como Ombudsman era el de un hombre bueno.
25
hablan de los Cheyenne Ways, de caminos para llegar a la resolución de
conflictos, de múltiples rutas que confluyen en un punto común de Derecho.
26
2- ORIGEN LATINO EL DEFENSOR DEL PUEBLO
27
La democracia requiere de instituciones sólidas para su adecuado
funcionamiento y para la protección de los derechos fundamentales 32. Las
instituciones del Estado, en cumplimiento de esta tarea, deben comprender
mecanismos accesibles, eficaces y efectivos que permitan a los ciudadanos
hacer sentir su voz frente al Estado.
32
Los derechos fundamentales de la persona, en tanto conjunto de facultades del individuo que concretan
sus exigencias por el respeto a su dignidad, libertad e igualdad, no pueden encontrarse desprotegidos
frente a cualquier acto u omisión que pretenda menoscabar su efectivo ejercicio. No basta reconocer
derechos, es menester protegerlos. Rev. del Tribunal Supremo. Artículo: «La Defensoría del Pueblo:
Análisis Comparado». Lima-1998. p.5.
28
2.2 EL DERECHO ROMANO Y ORIGEN DEL DEFENSOR DEL
PUEBLO EN LATINOAMÉRICA
33
Si bien no puede dejar de observarse que, aunque la influencia romanista en el Derecho escandinavo es
menos visible que en el resto de Europa, en el caso del Ombudsman resulta interesante advertir que su
institucionalización original en Suecia la decretó Carlos XII, inmediatamente después de que regresara de
su exilio en Turquía, donde permaneció por más de cuatro años estudiando el Derecho Justinianeo.
29
Derecho Indiano34 y a través del Derecho Hispano, que hoy en día sigue siendo
principio rector para América.
30
disfuncionalidad, de mediador en conflictos y de promotor de reformas, para
involucrarlo, además, en la defensa y protección de los derechos humanos.
35
Véase, entre otros, N. POULANTZAS, La crisi dello Stato, Bari 1979; A.C. JEMOLO, La crisi dello
Stato moderno, BARI 1991; F. BILANCIA, La crisi dello Stato rappresentativo, Padova 2000; S.
CASSESE, La crisi dello Stato, Roma Bari 2002
31
2.4.1 DEL TRIBUNO PLEBEYO
Así pues, la creación del Tribuno Plebeyo 36, siguiendo los aportes de
Cicerón6 en sus grandes tratados: De republica, De legibus, De officiis,
obedeció a la necesidad de oponer al gobierno una magistratura y un
magistrado que fueran capaces de sustraerse y de neutralizar el reducido
bloque monolítico de poder ordenado jerárquicamente que existía (lo que
significaba una reproducción de la lógica del reino), aun cuando para entonces
el poder estaba integrado por diversas magistraturas y magistrados (como en el
caso de la república romana). Constituyéndose así el Tribunado en una
invención extraordinaria que institucionalizó la dialéctica social de un sistema
que se perfeccionó y encontró su propia institución «clave». Sin Tribunado, dice
Cicerón (De legibus, 3,15 s.), el reino se mantendría bajo el nombre de
República.
36
Las noticias sobre la historia del Tribunado son muchas: nos llegan principalmente por Livius y
Dionysius Halicarnasseus, pero también por Diodorus Siculus, Festus, Plutarchus, Zonara, Valerius
Maximus, Johannes Lidus, Gellius, Johannes Antiochenus, Eutropius, Macrobius y otros. Varios son
también los juristas de los cuales conocemos el interés al instituto: los «iuris interpretes» (mencionados
por Liv. 3.55.6-12 [¿tratase de L. Cincius, jurista del primer afirman la exclusividad tribunicia de la
sacrosanctitas (contra: Cato Censor [Fest. P.422 L.]), C. Sempronius Tuditanus (cónsul en 129 a.C.) en
sus Magistratuum libri, Junius Gracchanus (II siglo a.C.) en sus libros De potestatibus (así opina C.
CICHORIUS, Untersuchungen zu Lucilius, Zürich – Berlin 1908, 126; y otros), M. Antistius Labeo (I
siglo a.C.) y Ateius Capito (cónsul en 5 a.C.; una polémica entre los dos jurista en materia de Tribunado
es mencionada por Aulus Gellius, Noctes Atticae 13.12.1-4), Sextus Pomponius (II siglo d.C.) en su Liber
singularis enchiridii (D. 1.2.1.20).
37
E. COSTA, Cicerone giureconsulto, Roma 1926.
32
De igual forma el Defensor Civitatis, funcionario creado en época de
Valentiniano I (s. IV d. de C.), fue el encargado de la protección de las clases
más humildes contra los abusos de los poderosos, aunque éstos estuviesen
revestidos de autoridad.
38
Comisión Andina de Juristas, 1996, p.40.
33
Específicamente en el caso de Venezuela, el Dr. Rafael Caldera (para
entonces Presidente de la Comisión Bicameral del Congreso de la República
para la Reforma del Estado), citado por Vivas (1993), señalaba: «La expresión
Defensor del Pueblo (...) adoptada y que utilizan algunas Constituciones
recientes, como la de España, Colombia y Paraguay, es mucho más sugestiva
(...) Sugiere una especie de reaparición del tribuno de la plebe del Derecho
Romano Clásico, con una función netamente política: la de defender los
derechos de la comunidad nacional, del sujeto colectivo que es el pueblo...» (p.
44). Pero cuya función no debe ser solamente política, sino redimensionada
sobre la base del concepto de Derechos Humanos, cuyo reconocimiento es
uno de los aspectos más relevantes en la segunda mitad del siglo XX. De allí
que el Defensor del Pueblo debe, como bien lo ha expresado Caldera,
constituirse en vocero de quienes no tienen voz, en gestor de los que no tienen
quien los ampare y defensor de los que no tienen quien los defienda.
34
Defensor del Pueblo, no ocurre lo mismo al tratar de precisar si dicho origen lo
constituye el Tribuno de la Plebe o el Defensor Civitatis.
.
En virtud de la dualidad de criterios que en torno al antecedente
romano del Defensor del Pueblo existe en la doctrina romanística, es necesario
tratar de darle respuesta a este punto, antes de pretender proponer una
solución al problema del crecimiento de funciones y carencia de poder que
experimenta en la actualidad el Defensor del Pueblo.
35
Muchos siglos, demasiados cambios de la humanidad y diferentes
sistemas de gobierno separan al Tribuno Plebeyo del Defensor del Pueblo,
tantos, que hay quienes piensan que entre ellos no existe relación alguna.
Entre estos dos extremos aparece una institución: «El Defensor Civitatis», que
es la más confusa y contradictoria de todas las instituciones del Derecho
Romano.
36
2.5.2. EL TRIBUNADO PLEBEYO COMO DEFENSOR DEL
PUEBLO
41
PETIT, Eugene. «Tratado Elemental de Derecho Romano». Ediciones Mobil-Libros. Caracas,1947, p.
33.
42
Para explicar la actuación del Tribuno Plebeyo dentro de la historia política y Jurídica de Roma existe
abundante bibliografía, mencionaré solo alguno de los textos: Antolzoletz, D. (1930). Tratado de Derecho
Romano. Buenos Aires. Editorial El Ateneo. Bonfante, P. (1979). Instituciones del derecho Romano.
Traducción de la octava edición por Luis Bacci y Andrés Larrosa. Madrid: Editorial Reus. Camus, E.
(1941). Historia y Fuentes del Derecho Romano. Segunda Edición. La Habana: Editorial Letras Cubanas.
Iglesias, J. (1994). Derecho Romano Historia e Instituciones. Undécima Edición. Barcelona, España:
Editorial Ariel, S.A. Petit, E. (1892). Tratado Elemental de Derecho Romano. Traducido de la novena
edición francesa por José Fernández G. Caracas: mobil-libro
37
Este Derecho entrañaba una gran autoridad, pues el Tribuno decidía
libremente cuándo podía interponerlo, y éste conservaba su fuerza aún ante el
más arrogante de los cónsules43.
43
Mommsem, T. (1976). Derecho Público Romano. Bogota: Editorial Temis. p.38
44
Traduce: «solamente el nombre de rey será repudiado, la substancia quedará, si uno mandara a todos los
demás magistrados. Por esto, no sin razón han sido opuestos los éphoros a los reyes, por el espartano
Teopompo, y, entre nosotros, los tribunos a los cónsules». Cicerón (De legibus, 3,15 s.
38
Muchas son las conquistas que los plebeyos logran gracias a la labor
de los tribunos, hasta acceder poco a poco al poder en igualdad de
condiciones, lo que a la postre produciría el nacimiento de una nueva clase: la
nobleza plebeya, que lenta e inexorablemente debilitaría el poder del tribuno, y
al mismo tiempo le haría perder su carácter de Magistratura Revolucionaría, de
Clase.
39
parte de la República beneficiaba a pocos, desorbitaba la hegemonía de los
optimates (ricos, ya no patricios), quienes en su lucha por mantenerse fueron
creando una efervescencia permanente entre los demócratas (pobres, ya no
plebeyos). Las demasías y los excesos originados tan pronto en el poder
fueron socavando las bases del régimen. No fue necesario siquiera que el
pueblo reclamase, como antaño, un alivio a sus padecimientos.
45
ARANGIO, Raúl. V. (1943). Historia del Derecho Romano. Traducción de la Segunda Edición Italiana
por Francisco de Pelsmaeker e Ibáñez. Madrid: Editorial Reus.
40
de las facultades que distinguen al Tribuno de cualquier otro articulado intento
de defensa de los intereses del ciudadano: la intercessio, el poder negativo
indirecto, tal como lo llama Catalano.
Es claro que pese a haber nacido con similares razones que el Tribuno
Plebeyo, el Defensor Civitatis no es sino una continuación desdibujada, opaca,
del poder tribunicio, no poseyó ninguna de las prerrogativas que invistieron al
Tribuno Plebeyo, no contó con el Ius Intercessio, ni con el Ius auxilii, no poseía
la coercitio potestas, ni el Ius agendi cum plebis.
41
Toca ahora, analizar esta institución en paralelo con el Tribuno
Plebeyo y el Defensor Civitatis con el objeto de explicar la continuidad de éstas
en la actual Defensoría del Pueblo y a la vez señalar que la misma es solo un
bosquejo del Tribunado Plebeyo.
A simple vista los elementos que caracterizan al Defensor del Pueblo 46,
según el criterio expuesto por Rowat (1973): «es su independencia y el no estar
influido por los partidos políticos, generalmente establecido en la Constitución,
que vigila la administración...» (p. 39).
46
Partiendo por supuesto de la idea de que la organización y estructura de la institución se corresponde
con las circunstancias históricas, políticas, económicas y socio culturales particulares de cada país. Por lo
que no existe un criterio uniforme en cuanto a las funciones, estructura y actividades que desarrolla esta
institución.
42
2.6.1. APORTES DEL TRIBUNO PLEBEYO
43
Porque así como el Tribuno Plebeyo fue en Roma la clave para anular
definitivamente la esencia de la Monarquía del poder regio (el bloque
monolítico del poder ordenado jerárquicamente) aún cuando se estuviera en
aparente República, el Defensor del Pueblo debe ser en la actualidad el
garante y vigilante de la democracia, e instrumento de fortalecimiento de la
misma, para desterrar definitivamente cualquier pretensión de confiscación y
concentración de poder que pudiera tras una democracia disfrazar un régimen
totalitarista.
44
Mireille Roccatti Velásquez, expresa que el Defensor del Pueblo «ya
no se circunscribe exclusivamente al conocimiento de quejas derivadas de una
deficiente administración pública, como lo hacía la figura del Ombudsman
tradicional, que actuaba en defensa de los derechos civiles básicos; sino que,
en su actuación por la defensa de los derechos fundamentales que le asisten a
la persona humana, la institución interviene en otras esferas de la vida pública
de cada país, como es el caso de impulsar la transformación del Estado para
una mejor prestación de los servicios públicos; y contribuir a la consolidación
de una democracia en la que se garanticen a plenitud los derechos
fundamentales, tanto los civiles y políticos como los sociales, económicos y
culturales»50.
50
ROCATTI, M. La Función del Ombudsman y el fortalecimiento de los Derechos Humanos en
Latinoamérica. México, 1998.
51
Entre ellos Rinaldi, Lobrano, Pierangelo Catalano, Mojer, entre otros.
45
aquejaba a Roma. Los poderes conferidos a sus magistrados, los Tribunos
Plebeyos, permitieron menguar y neutralizar el excesivo poder de Cónsules y
del Senado en tiempos de la República, y organizar la resistencia plebeya
conduciéndola exitosamente para el logro de una igualdad política, económica
y social que a la postre significaría el triunfo definitivo de la democracia sobre el
poder centralizado de los reyes. Sus características predominantes con las
cuales pudo cumplir la tarea para la cual fue creada esta magistratura fueron: la
dimensión ciudadana y el Poder de Veto.
46
fueron concedidos, por cuanto su propio desenvolvimiento no podía
interferir con el ejercicio absoluto y omnipotente de un poder regio, cuya
incapacidad admitió al crear aunque desdibujada una figura que como
en tiempos de la República equilibrara el Poder.
47
verdaderamente legitimó la República, sus magistraturas, en un exacto
equilibrio entre el poder de los gobernantes y el poder del pueblo.
48
3. LA SITUACIÓN ACTUAL EN LATINOAMÉRICA
49
radica, precisamente, en la función peculiar que debe desempeñar frente a los
procesos de transformación económica antes apuntados4.
Por todo ello, creo firmemente que América Latina ha sido el campo
propicio para el desarrollo de una etapa muy singular en la evolución de esta
institución. Para fundar esta afirmación, me baso en las siguientes razones:
50
comportamientos estatales y aun actos de particulares que violaren
derechos fundamentales;
51
asumido un papel relevante en los procesos de promoción y difusión de
los derechos humanos;
52
ROCCATTI, Mirelle. La función del Ombudsman y el fortalecimiento de los derechos humanos en
Latinoamérica, pág. 12. México, 1998.
52
que se conoce en América Latina constituye uno de los fenómenos más
singulares de los últimos años en los países del área.
Lo que hace quince años podía ser considerado como una utopía
política o un vano empeño de un erudito del derecho, se ha constituido hoy en
uno de los referentes inexcusables a la hora de conocer el grado de
acatamiento y respeto de los derechos humanos de los habitantes de la
región53.
53
objetivos originarios y se encuentran comprometidas con desafíos garantísticos
que la comunidad internacional de Ombudsman ya no considera ajenos 54.
Ello llevó casi naturalmente a que quien escribe estas líneas accediera
primero a la Vicepresidencia de ese Instituto Internacional –1996– y fuego, en
1998, a la Presidencia del IOI, con el respaldo masivo de las regiones de
América Latina, América del Norte, Asia, África y algún voto de Europa.
54
54
También los organismos internacionales observan la labor que realizan
nuestras instituciones con singular atención e interés. Tal es el caso de la
UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura), quien, ya en 1996, comprometió a los Ombudsman
iberoamericanos en un programa de acción en favor de lo que ese organismo
especializado de Naciones Unidas ha dado en llamar “la cultura de paz” 55.
55
1. La construcción y fortalecimiento de la cultura de paz implica el
conocimiento, respeto, protección y desarrollo de los derechos
humanos: tanto los civiles y políticos, como los derechos
económicos, sociales y culturales y los de tercera generación, sin
distinción alguna. Asimismo, es necesario promover mediante la
educación en derechos humanos una actitud permanente y natural
de respeto a los valores y principios de los derechos humanos.
56
copartícipe fundamental para la construcción de una cultura de paz
basada en el respeto y valoración de sus derechos humanos.
57
recursos en educación, salud y en beneficio del desarrollo de otros
derechos económicos, sociales y culturales. Nunca ha sido tan
urgente la necesidad de limitar, y a la larga, poner término a la
producción de armamentos.
58
11. Los Ombudsman de Iberoamérica valoramos la cooperación
técnica de la UNESCO para poder incorporar en las estrategias de
educación, formación y promoción de los derechos humanos los
objetivos del Plan de Acción a favor del Programa.
59
Con total convicción sostengo que el Defensor del Pueblo, el
Procurador o Comisionado de los Derechos Humanos latinoamericanos se
erigen en instancias absolutamente necesarias para forjar esa cultura.
60
la vida; quiere más y eso implica mejor calidad de vida, mejor educación, mejor
salud, mayor protección de los valores comunes, etcétera.
61
La gravedad del asunto radica, citando a Lobrano, en que a este
crecimiento impetuoso y al gigantismo de hecho se contrapone un desarrollo
jurídico –sea teórico, sea normativo que se queda en un estado apenas
embrionario.
Por otra parte, los defensores son, al menos en general, elegidos por
los parlamentos (nacionales, europeo) o por los consejos o cuerpos legislativos
(municipales, regionales)57, con una separación evidente entre el destinatario /
beneficiario de su acción de defensa (el pueblo, los ciudadanos) y su mandante
(parlamentos o consejos, entre otros), lo que nos hace pensar en un
fundamento dudoso del Poder, sin mencionar las dudas razonables que sobre
la «independencia » de este instituto pueda acarrear su designación, pues
como lo advierte Rinaldi, el nombramiento de estos funcionarios no debe
atribuírsele a un órgano o poder, cuyo funcionamiento debe éste vigilar.
La Defensoría del Pueblo es, por tanto, una institución pública que no
emplea la fuerza estatal para el cumplimiento de sus recomendaciones, ya que
57
Salvo algunas excepciones: en Francia, p. ej., el «Médiateur de la République» es nombrado por el
Consejo de los Ministros (ley de 1973) y en Argelia es designado por el Presidente de la República (ley
de 1996). En Italia, por el contrario, la ley n. 142 de 1990, sobre las autonomías locales, había previsto la
posibilidad (en alternativa a la elección por parte del Consejo comunal) de la elección directa por parte de
los ciudadanos.
58
Traduce: «Magistrados de persuasión y de influencia que surge por fuerza de la auctoritas más que de la
potestas».
59
Traduce: «servicio amigable» (L.STRUMENDO, «Forme non giurisdizionali di tutela e di promozione:
il Difensore civico» en Amministrazione e Politica, XXX – 1996; ID., «Il Difensore civico in Europa e in
Italia» en Amministrazione e Politica, XXXI – 1997/98).
62
por su naturaleza y esencia carece de atribuciones coercitivas o
sancionadoras. Esta característica al mismo tiempo plantea las dudas sobre la
eficacia del Instituto, por que tradicionalmente se tiene la creencia (desde el
punto de vista político) de que los órganos carentes de poder no pueden
cumplir eficazmente sus cometidos (ya el Defensor Civitatis históricamente nos
da cuenta de la realidad de dicha afirmación).
De tal manera que para poder cumplir las amplias funciones que se le
otorgan sólo tienen a mano estos importantes funcionarios de control y defensa
del ciudadano la posibilidad de efectuar informes o iniciar acciones judiciales en
protección de intereses legítimos, colectivos y difusos, en contraste al amplio
poder tribunicio: el ius intercessionis, anti poder, o poder negativo, pero en
consonancia con el contenido de las funciones que en Roma tuvo el Defensor
Civitatis.
60
N.ALÌ, «Il difensore civico: un personaggio decorativo, pressoché inutile» en L’amministrazione
italiana, 1999, n.12.
63
En estos momentos el Defensor del Pueblo u Ombudsman
latinoamericano enfrenta difíciles desafíos: alcanzar el prestigio que la figura
tiene en otros países del orbe, oponerse a los clásicos abusos del poder
público y enfrentar las violaciones a los elementales derechos humanos que
nacen, en muchas ocasiones, desde su propio seno, crear los antígenos que
eviten la beligerancia social, e incentivar al mismo tiempo, nuevas formas de
conciliación y mediación de intereses, son, al decir de Maiorano31, sólo alguno
de ellos.
64
4. EL DEFENSOR DEL PUEBLO EN EL PARAGUAY
65
cargos fue Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias,
uno de los hombres más ilustres del Paraguay Colonial.
66
4.1 NORMATIVA CONSTITUCIONAL
CONSTITUCIÓN NACIONAL
REPÚBLICA DEL PARAGUAY
SECCIÓN IV
SECCIÓN I
67
ARTICULO 278 - DE LOS REQUISITOS, DE LAS
INCOMPATIBILIDADES Y DE LAS INMUNIDADES
68
6. los demás deberes y atribuciones que fije la ley.
Las funciones del Defensor del Pueblo serán reguladas por la ley a fin
de asegurar su eficacia, pudiendo nombrarse defensores departamentales o
municipales.
PODER LEGISLATIVO
LEY Nº 631
ORGÁNICA DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO
69
Sus funciones son la defensa de los derechos humanos, la
canalización de reclamos populares y la protección de los intereses
comunitarios.
TITULO II
70
1) renuncia, presentada ante la Cámara de Diputados;
2) expiración de mandato;
71
Artículo 9º.- Remuneración.
72
6) denunciar ante el Ministerio Público las violaciones de
derechos humanos cometidas por personas que actúen en ejercicio de
funciones oficiales, así como las de personas particulares;
73
fueran cuestionados o que hubieren obstaculizado la actuación
de la Defensoría del Pueblo. Este informe se presentará a las
Cámaras del Congreso al inicio de cada período anual de
sesiones;
TITULO IV
74
DEL PROCEDIMIENTO
75
Toda queja deberá ser presentada por el interesado en papel común y
sin necesidad de patrocinio de letrado u otra formalidad. Ella deberá contener
la indicación de su nombre y apellido, domicilio, número de Cédula de Identidad
y la exposición de los hechos y la petición del recurrente. La queja puede
formularse también en forma oral ante los funcionarios habilitados por la
Defensoría del Pueblo, debiendo asentarse la denuncia por escrito y otorgarse
certificado de su presentación. Las quejas deberán llevar la firma o impresión
digital de quienes las presenten.
Presentada una queja ante la Defensoría del Pueblo, ella deberá ser
admitida o rechazada en un plazo máximo de treinta días.
76
La negativa o negligencia del responsable del informe solicitado por la
Defensoría del Pueblo, será considerada como obstrucción a las funciones de
la misma, pudiendo remitir los antecedentes al Ministerio Público para la
promoción de la acción judicial correspondiente.
77
Artículo 24º.- Obligación de responder a requisitoria.
78
La Defensoría del Pueblo elaborará anualmente su anteproyecto de
presupuesto de acuerdo con la Ley que rige la materia y lo elevará a la Cámara
de Senadores, quien lo incluirá dentro de su Proyecto de Presupuesto para su
presentación al Poder Ejecutivo.
TITULO V
DISPOSICIÓN TRANSITORIA
79
4.3 FUNCIONES DEL DEFENSOR DEL PUEBLO PARAGUAYO
80
Elabora, ejecuta y supervisa programas para la defensa, promoción y
divulgación de los derechos humanos. Formula recomendaciones a los poderes
del Estado, para que adopten medidas legislativas y administrativas con la
finalidad de promover la vigencia de los derechos humanos. (Arts. 9,10 y 11 de
la Ley 631/95).
Pueden recurrir al defensor del pueblo todas las personas sin importar
su nacionalidad, edad y residencia, sin restricción alguna y sin necesidad de
agotar instancias previas. (Art. 13 de la Ley N° 631/95).
81
4.3.1 MISIÓN DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
El titular de esta institución nacional deber ser argentino, nativo o por
opción, y es elegido por el Honorable Congreso de la Nación, con el voto
afirmativo de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una
de las Cámaras que lo componen.
La duración del mandato del Defensor del Pueblo es de cinco años y
puede ser reelegido por una única vez. Goza de las inmunidades y privilegios
de los legisladores.
82
no es una figura cosmética o estética sino, por el contrario, una
figura seria y objetiva;
83
En el ejercicio de las misiones que la Constitución Nacional y la Ley le
encomiendan, el Defensor del Pueblo de la Nación podrá iniciar y proseguir de
oficio o a petición del interesado cualquier investigación en todos aquellos
casos originados por cualquier repartición de la Administración Pública
Nacional (en todo el territorio del país) y las empresas prestadoras de servicios
públicos, aún las privatizadas, en relación a los siguientes temas:
mal funcionamiento
ilegitimidad
insuficiencia de información
84
cuando hubiera transcurrido más de un año calendario contado a partir
del momento en que ocurriere el hecho, acto u omisión motivo de la
queja.
85
5. EL DEFENSOR DEL PUEBLO Y LOS DERECHOS HUMANOS
EN PARAGUAY.
86
En este sentido, debemos recordar las circunstancias en las que surge
la institución defensorial en Paraguay. En 1989 se produce el golpe de Estado
que pone fin a la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989); a partir
de entonces se suceden los esfuerzos del gobierno de transición y la sociedad
civil para volver la República a los cauces institucionales, en concierto con las
naciones civilizadas.
87
Según el mismo cuerpo legal, son deberes y atribuciones del Defensor
del Pueblo:
88
los tratados internacionales y en las leyes, aun cuando tales violaciones
sean cometidas por personas que actúen en ejercicio de funciones
oficiales;
89
8. actuar de oficio o a petición de parte para la defensa de los
derechos humanos, la canalización de los reclamos populares y la
protección de los intereses comunitarios;
90
b. informe especial a cualquiera de las Cámaras del
Congreso, cuando lo considere necesario o fuere requerido,
atendiendo a la gravedad y la urgencia del caso;
91
Es decir, la preeminencia de los derechos humanos rebasa el orden
jurídico interno para convertirse en parte del derecho internacional.
92
de ley reglamentaria no podrá ser invocada para negar ni para menoscabar
algún derecho o garantía. 65
93
tiempo observamos que el rubro habitualmente llamado de los derechos
implícitos abriga una enorme riqueza, sobre todo cuando a tono con la
progresividad y la maximización de los derechos humanos (de lo que da
testimonio el derecho internacional) y con la ya desarrollada historicidad de
éstos (que va incorporando nuevas necesidades y pretensiones) nos volvemos
incondicionales de optimizar el sistema de derechos. 66
66
Para una mejor compresión véase Germán Bidart Campos, La interpretación del sistema de derechos
humanos, Ediar, Buenos Aires, 1994, p. 37.
94
– el deber de redactar informes periódicos al Congreso Nacional y a la
ciudadanía en general.
CONCLUSIÓN
95
De todo lo expuesto concluyo que se deberá redimensionarse el
Defensor del Pueblo, no en orden a sus funciones, cuya tarea ya se ha logrado
desde el interior mismo de las realidades políticas y jurídicas que impulsaron su
creación, especialmente en América Latina. Si no en orden a su poder real y
efectivo.
96
demostró en la investigación, no obstante ello, nuevos peligros se ciernen
amenazadoramente sobre el futuro de esta institución: proyectos de
eliminación, de recorte de sus facultades, cercenamientos presupuestarios,
hostigamientos varios y, en suma, el serio riesgo de que la figura se vaya
diluyendo en los países de América Latina.
97
intereses partidarios, con independencia de finalidades mezquinas y
que soluciona las insatisfacciones de los ciudadanos;
98
que tuvo necesidad de formular la Federación Iberoamericana de Ombudsman
para frenar las intenciones de cercenar facultades o presionar a los
Defensores.
BIBLIOGRAFÍA
99
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109 y sgtes. 340
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Xalapa, Veracruz, México. 1994.
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1963.P. 418
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Ediciones Mobil-Libros. Caracas, 1947, p. 973.
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- ROSSETTI Alfredo C., El problema de la democracia, Dirección
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100
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de Cultura Económica, México, 1973, p. 320
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bancario. Riolo, Franco. La banca e l´arbitrato: strumenti arbitrali e ombudsman
bancario: nuovi metodi per la risoluzione di controversi. Roma: Bancaria, 1994,
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893
- ZAMUDIO Héctor Félix, Reflexiones campar ti vas sobre el
"ombudsman". Memoria de El Colegio Nacional, t. IX. núm. 2, año 1979,
México, 1980. p. 360.
Otras fuentes:
101
ANEXO
102
DISERTACIÓN DEL DEFENSOR DEL PUEBLO DE LA
REPUBLICA DEL PARAGUAY EN LA JORNADA ACADÉMICA
SOBRE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y
CULTURALES.
103
Gobiernos de hace 50 años. Se han firmado el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José), el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y el Protocolo Adicional de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador).
Por consiguiente, disponemos de instrumentos incorporados a
nuestra legislación interna que obligan a los gobiernos a adoptar políticas que
revierta la situación de millones de personas afectadas por la pobreza.
Aparentemente, con este escenario de gobiernos que admiten y reconocen sus
obligaciones con los pobres, con los carenciados, con los necesitados, la tarea
de los Defensores del Pueblo sería fácil, sin obstáculos, sin mayores
quebrantos. Pero, la realidad es más dura que la Ley. Muchos sectores
pretenden circunscribir las funciones de los Defensores del Pueblo al campo de
los Derechos Civiles y Políticos. Otros, para esquivar sus responsabilidades por
el estado actual de desigualdades e injusticias, intentan confundir a la
población, atribuyendo falsamente al Defensor del Pueblo, funciones judiciales
y ejecutivas.
Paralelamente a este cuadro, aparece el de la deuda externa, un
volumen de dinero tremendamente alto que para su pago requiere de la
solidaridad inmediata y efectiva de los países y organismos acreedores. Hablo
de la necesaria solidaridad de los acreedores. Si bien la cooperación
internacional fue importante para el financiamiento de muchos renglones en
nuestros países, todos conocemos cómo en muchísimos casos, ese dinero se
gastó en proyectos absolutamente innecesarios para el mejoramiento de los
niveles de vida de la población y que el manejo discrecional de los fondos dio
lugar al enriquecimiento meteórico de unos pocos operadores políticos y
económicos.
Ante esta situación, los Defensores de Pueblo debiéramos bregar
en varios frentes, como ya muchos de nosotros lo están haciendo. Debemos
continuar con nuestros esfuerzos para lograr la rápida adopción de políticas de
104
amplio y duradero impacto en los campos económico, social y cultural.
Debemos trabajar para que tengamos administraciones
honestas, eficientes y eficaces. Debemos conseguir que el Gobierno abandone
esquemas y procedimientos obsoletos que en lugar de soluciones aportan
mayores problemas y despilfarro de los escasos recursos.
Debemos insistir para que se adopten políticas fundadas en la
hermandad de nuestros pueblos. Los latinoamericanos y caribeños
necesariamente debemos revalorizar nuestros lazos comunes, desterrar
antagonismos propios de aquellos tiempos de las ciudades – estados del
mundo helénico y enfrentar unidos por nuestros intereses comunes los
desafíos de la globalización.
En el centro de nuestros afanes, razón de nuestras iniciativas y
objeto final de todos nuestros programas, debe estar el ser humano, no la cifra,
el número frío, que no pasa de una simple referencia estadística. Debemos
humanizar nuestra visión, nuestra misión, nuestras actividades. Debemos sentir
las vivencias de ese conglomerado tan grande de marginados y excluidos.
En la lucha por la vigencia del Derecho, el Defensor del Pueblo
debe proponerse alcanzar el objetivo primero y esencial: que cada uno de
nuestros hermanos, que cada una de nuestras hermanas pobres, sea
protagonista de la empresa de superar los niveles de pobreza.
Nuestras Defensorías debieran trabajar juntas frecuentemente
para dar mensajes claros a las comunidades locales, regionales, nacionales y
continentales, sobre procedimientos para combatir la pobreza, fundadas en el
apoyo mutuo, en el intercambio de experiencias, en la solidaridad.
Finalmente, debemos exigir a nuestros gobiernos nuevas
estrategias, nuevos enfoques para enfrentar con ingenio y sagacidad los
desafíos del mundo globalizado.
105