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Organización territorial del Estado:
las Comunidades Autónomas.
Fundamento constitucional. Los
Estatutos de Autonomía. Delimitación
de las funciones y competencias
del Estado y de las Comunidades
Autónomas. La Administración Local:
Tipología de los Entes Locales
En este tema se analizará lo concerniente al Título VIII de la
Constitución llamado: «La organización territorial del Estado», es
decir, las dos Administraciones que en él se contemplan: la Auto-
nómica y la Local.
La primera parte, Administración Autonómica, es una prepa-
ración para los temas siguientes, mientras que en la segunda se
analizarán de modo general los órganos esenciales que integran la
Administración local.
ESQUEMA INICIAL
1.1. INTRODUCCIÓN
A la organización territorial del Estado se dedica el Título VIII de nuestra vigente Constitución,
de 27 de diciembre de 1978 (CE, en adelante), arts. 137 a 158, dividido en tres Capítulos, que
tratan, respectivamente, de:
a) Los principios generales.
b) La Administración Local.
c) Las Comunidades Autónomas.
En definitiva, como ha indicado el autor citado, la soberanía pertenece a un único titular: «el
pueblo español», considerado como una totalidad, «del que emanan los poderes del Estado» (art.
1,2.º), cuya «indisoluble unidad» se manifiesta en la «Nación española, patria común e indivisible
de todos los españoles» (art. 2), que se constituye en un «Estado social y democrático de Dere-
cho» (art. 1,1.º). Pero, junto a ello, la Constitución declara que el Estado, uno e indivisible, está
integrado por un conjunto de regiones y nacionalidades cuyo derecho a la autonomía se reconoce
y garantiza dentro de la indispensable solidaridad entre todas ellas (art. 2).
1.3.3. Constitución
Dentro de este apartado, hemos de tratar diferenciadamente lo relativo a quiénes pueden
constituirse en Comunidades Autónomas y las vías o formas de acceso a la autonomía.
1.3.3.1. Creación
De acuerdo con los arts. 143 y 144 CE, y, como indica LEGUINA VILLA, podemos señalar que
las Comunidades Autónomas podrán formarse por:
a) Las Provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas co-
munes.
b) Los territorios insulares.
c) Las Provincias con entidad regional histórica o regiones uniprovinciales.
d) Los territorios cuyo ámbito territorial no supere el de una Provincia y carezcan de entidad
regional histórica (este supuesto se refiere a Ceuta y Melilla).
e) Los territorios que no estén integrados en la organización provincial (como Gibraltar).
3. Vías excepcionales
a) Vía del art. 144,a), CE:
Las Cortes Generales, mediante Ley Orgánica, podrán, por motivos de interés nacional,
autorizar la constitución de una Comunidad Autónoma cuando su ámbito territorial no
supere el de una Provincia, carezca de entidad regional histórica y no sea insular, siguién-
dose la vía ordinaria del art. 143.
b) Vía del art. 144,b), CE:
Las Cortes Generales, mediante Ley Orgánica, podrán, por motivos de interés nacional,
autorizar o acordar, en su caso, un Estatuto de Autonomía para territorios que no estén
integrados en la organización provincial (esta vía está prevista para Gibraltar).
c) Vía del art. 144 y Disposición Transitoria Quinta:
Las ciudades de Ceuta y Melilla podrán constituirse en Comunidades Autónomas si así
lo deciden sus respectivos Ayuntamientos, mediante acuerdo adoptado por la mayoría
absoluta de sus miembros y así lo autorizan las Cortes Generales, mediante una Ley
Orgánica, en los términos del art. 144. Al respecto deben citarse las Leyes Orgánicas 1 y
2/1995, de 13 de marzo, de Estatuto de Autonomía de Ceuta y Melilla, respectivamente.
d) Vía peculiarmente especial de la Disposición Transitoria Cuarta:
En el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al
régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el art. 143
CE, la iniciativa corresponde al órgano foral competente, el cual adoptará su decisión
por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será
preciso, además, que la decisión del órgano foral sea ratificada por referéndum expresa-
mente convocado al efecto y aprobado por la mayoría de los votos válidos emitidos. Si la
iniciativa no prosperase, solamente se podrá reproducir la misma en distinto período de
mandato del órgano foral competente, y, en todo caso, cuando hayan transcurrido cinco
años desde la primera iniciativa.
Finalmente, el art. 145 CE dispone que en ningún caso se admitirá la federación de Comu-
nidades Autónomas. Los Estatutos podrán prever los supuestos, requisitos y términos en que las
Comunidades podrán celebrar convenios entre sí para la gestión y prestación de servicios propios
de las mismas, así como el carácter y efectos de la correspondiente comunicación a las Cortes
Generales. En los demás supuestos, los acuerdos de cooperación entre las Comunidades Autó-
nomas necesitarán la autorización de las Cortes Generales, que, conforme al art. 74,2.º CE, debe
adoptarse por mayoría de cada una de las Cámaras, iniciándose el procedimiento por el Senado.
En el caso de que no hubiera acuerdo entre Senado y Congreso, se intentará obtener por una Co-
misión Mixta compuesta por igual número de Diputados y Senadores. La Comisión presentará un
texto que será votado por ambas Cámaras, y, si no se aprueba en la forma establecida, decidirá
el Congreso por mayoría absoluta.
1.3.4.1. Introducción
A los Estatutos de Autonomía se refiere el art. 147 CE, conforme al cual:
1. Dentro de los términos de la presente Constitución, los Estatutos serán la norma institu-
cional básica de cada Comunidad Autónoma y el Estado los reconocerá y amparará como
parte integrante de su ordenamiento jurídico.
2. Los Estatutos de Autonomía deberán contener:
a) La denominación de la Comunidad que mejor corresponda a su identidad histórica.
b) La delimitación de su territorio.
1.3.9.2. Las Leyes Autonómicas y sus relaciones con las Leyes Estatales
El reconocimiento constitucional de las Comunidades Autónomas, a las que se les ha dotado
de poder legislativo, plantea el problema de las relaciones entre sus Leyes y las del Estado, de-
biendo partirse en su resolución de que, como ha señalado GARCÍA DE ENTERRÍA, las distintas
relaciones interordinamentales entre las Leyes estatales y las de las Comunidades Autónomas,
han de entenderse desde el postulado de la separación previa entre ellas, del reconocimiento de
una sustantividad propia a cada una de ellas.
Por ello, las normas autonómicas no están jerárquicamente subordinadas a las del Estado,
por lo que, para explicar su primaria relación con éstas, no hay que acudir al principio de jerarquía,
sino al principio de la competencia, según el cual en el ámbito competencial autonómico la norma
autonómica excluye a la del Estado y, en general, a la de cualquier otro ordenamiento, y viceversa.
Ahora bien, como indica este Autor, partiendo de ambos ordenamientos (estatal y autonómi-
co) son igualmente dependientes del supraordenamiento constitucional y de que son coextensos
en cuanto a los sujetos y en cuanto al territorio de aplicación, no existe una separación y corre-
lativa exclusión entre estas normas con carácter absoluto, sino que puede decirse que existen
relaciones de colaboración entre ambos, distinguiendo este mismo Autor las siguientes clases,
sobre la base de la CE:
a) Relaciones de cooperación:
Sobre la base de los arts. 148,1.º (competencias exclusivas de las Comunidades Autóno-
mas) y 149,1.º (competencias exclusivas del Estado) CE, se producen tres tipos de relacio-
nes de colaboración entre los ordenamientos del Estado y de las Comunidades Autónomas:
1. La regulación concurrente del Estado y de las Comunidades Autónomas: El art.
149,1.º define la competencia exclusiva del Estado para una «regulación de condi-
ciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de
para alcanzar el principio de coordinación a que se refiere el art. 156 CE, el Consejo de Política Fiscal
y Financiera de las Comunidades Autónomas. Junto a ella, debe tenerse en cuenta la Ley 21/2001,
de 27 de diciembre, por la que se regulan las medidas fiscales y administrativas del nuevo sistema de
financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común y Ciudades con Estatuto de Autono-
mía (parcialmente derogada por la Ley 46/2002, de 18 de diciembre, de reforma parcial del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas y por la que se modifican las Leyes de los Impuestos sobre
Sociedades y sobre la Renta de no Residentes; modificada por la Ley 47/2003, de 26 de noviembre,
General Presupuestaria; parcialmente derogada por la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General
Tributaria; modificada por la Ley 51/2002, de 27 de diciembre, de reforma de la Ley 39/1988, de
28 de diciembre, Reguladora de las Haciendas Locales; por la Ley 53/2002, de 30 de diciembre, de
Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social; por la Ley 25/2006, de 17 de julio, por la que se
modifica el régimen fiscal de las reorganizaciones empresariales y del sistema portuario y se aprueban
medidas tributarias para la financiación sanitaria y para el sector del transporte por carretera; por la Ley
36/2006, de 29 de noviembre, de medidas para la prevención del fraude fiscal; por la Ley 34/2007,
de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, y por la Ley 53/2002, de 30
de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social), a cuyo amparo se han venido
promulgando las específicas Leyes sobre régimen de cesión de tributos del Estado a cada una de las
Comunidades Autónomas, y que ha sido derogada (para aquellas Comunidades Autónomas y Ciuda-
des con Estatuto de Autonomía que hayan aceptado en Comisión Mixta el sistema regulado por la Ley
22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las Comunidades
Autónomas de régimen común y Ciudades con Estatuto de Autonomía y se modifican determinadas
normas tributarias, que ha sido modificada por la Ley 2/2012, de 29 de junio, de Presupuestos Gene-
rales del Estado para el año 2012) por esta Ley 22/2009, de 18 de diciembre.
Junto a esta legislación, ha de hacerse mención al Real Decreto-Ley 21/2012, de 13 de julio,
de medidas de liquidez de las Administraciones públicas y en el ámbito financiero.
Por lo demás, para conseguir el principio de solidaridad, también recogido en el art. 156 CE,
se ha creado el Fondo de Compensación Interterritorial, a que se refiere el art. 158 CE y que se
ha regulado por la Ley 22/2001, de 27 de diciembre, reguladora de los Fondos de Compensación
Interterritorial, modificada por la Ley 23/2009, de 18 de diciembre.
Este art. 158 dispone que:
1. En los Presupuestos Generales del Estado podrá establecerse una asignación a las Co-
munidades Autónomas en función del volumen de los servicios y actividades estatales
que hayan asumido y de la garantía de un nivel mínimo en la prestación de los servicios
públicos fundamentales en todo el territorio español.
2. Con el fin de corregir los desequilibrios económicos interterritoriales y hacer efectivo el
principio de solidaridad, se constituirá un Fondo de Compensación con destino a gastos
de inversión, cuyos recursos serán distribuidos por las Cortes Generales entre las Comu-
nidades Autónomas y provincias, en su caso.
2.1. CONCEPTO
ENTRENA CUESTA la define como «aquel sector de la Administración Pública integrado por los
Entes Públicos menores de carácter territorial».
2.2. CARACTERÍSTICAS
De esta definición, desprende este Autor las siguientes:
1. La Administración Local forma parte de la Administración Pública, por lo que los Entes
que en ella se comprenden están investidos de las prerrogativas y potestades propias de
aquélla, si bien tales prerrogativas y potestades no les corresponden con carácter origi-
nario, sino derivado, pues, aunque son Entes Públicos, son Entes Públicos menores, es
decir, existen jurídicamente porque el Estado los crea o reconoce.
En concreto, el art. 4 LRL, reconoce a los Municipios, Provincias e Islas, en su calidad de
«Administraciones Públicas de carácter territorial y dentro de la esfera de sus competen-
cias» una serie de potestades, como la reglamentaria, de autoorganización, tributaria y
financiera, expropiatoria, sancionadora, etc., señalando, además, que estas potestades
y prerrogativas podrán ser aplicadas o reconocidas a las restantes Entidades Locales.
2. A diferencia de la Administración Periférica del Estado, la Local está integrada por Entes,
no por órganos; es decir, por sujetos de Derecho con personalidad jurídica propia.
3. Los Entes Públicos menores que se encuadran en la Administración Local –a salvo de lo
que inmediatamente diremos– tienen, a diferencia de los Entes Institucionales, carácter
territorial. El territorio constituye un elemento esencial de aquéllos.
Esto explica que estos Entes se organicen conforme al sistema de la generalidad: pueden
perseguir todos aquellos fines que redunden en beneficio de quienes ocupan el territorio
de su jurisdicción, mientras que los Entes Institucionales deberán enderezar su actividad
pública siempre y sólo a aquel o aquellos fines específicos que determinaron su recono-
cimiento o creación.
Ahora bien, la LRL, junto a las clásicas Entidades Locales Territoriales (Municipio, Pro-
vincia e Isla), reconoce otras de las que no cabe predicar este carácter territorial como
elemento determinante. A ellas nos referiremos después.
2. La Provincia, que define el art. 31 LRL como «Entidad Local determinada por la
agrupación de Municipios, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para
el cumplimiento de sus fines», reconociéndole el art. 1,2.º autonomía para la ges-
tión de sus intereses, y el carácter de división territorial para el cumplimiento de las
actividades del Estado el art. 141 CE.
3. La Isla en los archipiélagos balear y canario, con idéntica autonomía para la gestión
de sus intereses (art. 1,2.º) y gobernadas, administradas y representadas por los
Cabildos y Consejos Insulares (art. 41).
b) Otras Entidades Locales
El art. 3,2.º LRL establece que gozan, asimismo, de la condición de Entidades Locales:
1. Las Entidades de ámbito territorial inferior al municipal, instituidas o reconocidas por
las Comunidades Autónomas, conforme al art. 45 de esta Ley (este artículo dispone,
en su número 1.º, que las Leyes de las Comunidades Autónomas sobre Régimen
Local regularán las Entidades de ámbito territorial inferior al Municipio, para la ad-
ministración descentralizada de núcleos de población separados, bajo su denomi-
nación tradicional de caseríos, parroquias, aldeas, barrios, anteiglesias, concejos,
pedanías, lugares anejos y otros análogos, o aquella que establezcan las Leyes). En
Andalucía, a tenor de lo dispuesto en la Ley del Parlamento de Andalucía 5/2010, de
11 de junio, de Autonomía Local de Andalucía (LPA 5/2010, en adelante), reciben
la denominación de Entidades Locales Autónomas, junto a las que esta misma Ley
distingue otras Entidades.
2. Las Comarcas u otras Entidades que agrupen varios Municipios, instituidas por las
Comunidades Autónomas, de conformidad con esta Ley y los correspondientes Esta-
tutos de Autonomía. Se trata, de acuerdo con el art. 42 LRL, de una agrupación de
Municipios, cuyas características determinen intereses comunes precisados de una
gestión propia o demanden la prestación de servicios de dicho ámbito.
3. Las Áreas Metropolitanas, a las que define el art. 43,2.º como Entidades Locales
integradas por los Municipios de grandes aglomeraciones urbanas entre cuyos
núcleos de población existan vinculaciones económicas y sociales que hagan ne-
cesaria la planificación conjunta y la coordinación de determinados servicios y
obras. Su creación se efectúa por Ley de la Asamblea Legislativa de la Comunidad
Autónoma.
4. Las Mancomunidades de Municipios, para la ejecución en común de obras y servi-
cios de su competencia, según el art. 44,1.º. Se crean por acuerdo de los propios
Municipios que se mancomunan.
En efecto, el art. 140 dispone que “la Constitución garantiza la autonomía de los Municipios.
Estos gozarán de personalidad jurídica plena. Su gobierno y administración corresponde a sus
respectivos Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales serán
elegidos por los vecinos del Municipio mediante sufragio universal, igual, libre, directo y secreto,
en la forma establecida en la Ley. Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos.
La Ley regulará las condiciones en las que proceda el régimen de Concejo Abierto”.
Por su parte, el art. 141 establece que:
1. La Provincia es una Entidad Local con personalidad jurídica propia, determinada por la
agrupación de Municipios y división territorial para el cumplimiento de las actividades del
Estado. Cualquier alteración de los límites provinciales habrá de ser aprobada por las
Cortes Generales mediante Ley Orgánica.
2. El Gobierno y la administración autónoma de las Provincias estarán encomendados a
Diputaciones u otras Corporaciones de carácter representativo.
3. Se podrán crear agrupaciones de Municipios diferentes de la Provincia.
4. En los archipiélagos, las Islas tendrán además su administración propia en forma de
Cabildos o Consejos.
Finalmente, el art. 142 prescribe que “las Haciendas Locales deberán disponer de los medios
suficientes para el desempeño de las funciones que la Ley atribuye a las Corporaciones respecti-
vas y se nutrirán fundamentalmente de tributos propios y de participación en los del Estado y de
las Comunidades Autónomas”.
Por lo demás, al margen de estos principios constitucionales especialmente establecidos res-
pecto al Régimen Local, no puede olvidarse la existencia de otros preceptos constitucionales que,
referidos a todas las Administraciones Públicas, establecen otros principios, como los recogidos
en el art. 103,1.º CE, según el cual “la Administración Pública sirve con objetividad los intereses
generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, descon-
centración y coordinación con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
En el mismo sentido, puede hacerse mención al art. 9 CE, con arreglo al cual:
1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del orde-
namiento jurídico.
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la
igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover
los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los
ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de
las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restric-
tivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción
de la arbitrariedad de los poderes públicos.
de marzo, por la Ley Orgánica 3/1995, de 23 de marzo (en lo relativo al Censo Electoral),
por la Ley Orgánica 1/1997, de 30 de mayo (para la transposición de la Directiva 94/80/
CE, de Elecciones Municipales), por la Ley Orgánica 3/1998, de 15 de junio, por la Ley
Orgánica 8/1999, de 21 de abril, por la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Par-
tidos Políticos, por la citada Ley Orgánica 1/2003, de 10 de marzo, por la Ley Orgánica
16/2003, de 28 de noviembre, por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la
igualdad efectiva de mujeres y hombres, por la Ley Orgánica 9/2007, de 8 de octubre;
por la Ley Orgánica 8/2010, de 4 de noviembre, de reforma de la Ley Orgánica 5/1985,
de 19 de junio, del Régimen Electoral General, y de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de oc-
tubre, del Tribunal Constitucional; por la Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero, por la que
se modifica la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General; por
la Ley Orgánica 3/2011, de 28 de enero, por la que se modifica la Ley Orgánica 5/1985,
de 19 de junio, del Régimen Electoral General, y por la Ley Orgánica 7/2011, de 15 de
julio, de modificación del artículo 160 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del
Régimen Electoral General.
8. En materia de funcionarios:
a) La Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Públi-
ca, derogada en buena parte por la citada LEBEP (a su vez, modificada por la Ley
40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social; por el
Real Decreto-ley 8/2010, de 20 de mayo, por el que se adoptan medidas extraordi-
narias para la reducción del déficit público; por la Ley 39/2010, de 22 de diciembre,
de Presupuestos Generales del Estado para el año 2011; por la Ley 26/2011, de 1
de agosto, de adaptación normativa a la Convención Internacional sobre los Dere-
chos de las Personas con Discapacidad; por la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre
actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social, y por el
Real Decreto-Ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad
presupuestaria y de fomento de la competitividad) y modificada parcialmente por la
Ley 23/1988, de 28 de julio, así como por la Ley 22/1993, de 29 de diciembre, la
Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y de Orden
Social, la Ley 13/1996, de 30 de diciembre, también de Medidas Fiscales, Admi-
nistrativas y del Orden Social, la Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover
la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras, las citadas
Leyes 66/1997 y 50/1998, de 30 de diciembre, 55/1999 y 14/2000, de 29 de
diciembre y 24/2001, de 27 de diciembre, la Ley 12/2001, de 9 de julio, de medi-
das urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la
mejora de su calidad, la Ley 53/2002 antes citada, la Ley 40/2003, de 18 de no-
viembre, de Protección a las Familias Numerosas, la Ley 51/2003, de 2 de diciem-
bre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de
las personas con discapacidad, la Ley 53/2003, de 10 de diciembre, sobre empleo
público de discapacitados, la propia LMMGL, la Ley 2/2004, de 27 de diciembre, de
Presupuestos Generales del Estado para el año 2005, la Ley Orgánica 1/2004, de
28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, la
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, la Ley 21/2006, de 20 de junio,
por la que se modifica la Ley 9/1987, de 12 de junio, de órganos de representación,
determinación de las condiciones de trabajo y participación del personal al servicio
de las Administraciones Públicas, y la citada Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo.
b) El Real Decreto 896/1991, de 7 de junio, por el que se establecen las reglas básicas
y los programas mínimos a que debe ajustarse el procedimiento de selección de los
Funcionarios de Administración Local, junto al que debe citarse, con carácter su-
pletorio en esta materia, el Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo, por el que se
aprueba el Reglamento General de Ingreso del Personal al Servicio de la Administra-
ción General del Estado y de Provisión de Puestos de Trabajo y Promoción Profesio-
nal de los Funcionarios Civiles de la Administración General del Estado, parcialmente
modificado por el Real Decreto 255/2006, de 3 de marzo, sin que deban olvidarse
las previsiones al efecto de la LEBEP.
9. En materia de Haciendas Locales, además del TR-LHL antes señalado, puede citar-
se, fundamentalmente, la Orden EHA/3565/2008, de 3 de diciembre, por la que se
aprueba la estructura de los Presupuestos de las Entidades Locales, el Real Decreto
500/1990, de 20 de abril, por el que se desarrolla dicha Ley en lo relativo a los Pre-
supuestos de las Entidades Locales, y la Orden EHA/4040/2004, de 23 de noviembre,
por la que se aprueba la Instrucción del modelo Básico de Contabilidad Local, la Orden
EHA/4041/2004, de 23 de noviembre, por la que se aprueba la Instrucción del modelo
Normal de Contabilidad Local, y la Orden EHA/4042/2004, de 23 de noviembre, por la
que se aprueba la Instrucción del modelo Simplificado de Contabilidad Local.
10. En materia de contratación, el Texto Refundido de la Ley de Contratos del Sector Público,
aprobado por el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, afectado por la
Orden EHA/3479/2011, de 19 de diciembre, por la que se publican los límites de los
distintos tipos de contratos a efectos de la contratación del sector público a partir del 1
de enero de 2012; modificado por la citada Ley 17/2012, de 27 de diciembre; por el
Real Decreto-Ley 4/2013, de 22 de febrero, de medidas de apoyo al emprendedor y de
estímulo del crecimiento y de la creación de empleo; por la citada Ley 8/2013, de 26 de
junio; por el Real Decreto-ley 8/2013, de 28 de junio, de medidas urgentes contra la mo-
rosidad de las administraciones públicas y de apoyo a entidades locales con problemas
financieros; por la Ley 10/2013, de 24 de julio, por la que se incorporan al ordenamiento
jurídico español las Directivas 2010/84/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15
de diciembre de 2010, sobre farmacovigilancia, y 2011/62/UE del Parlamento Europeo
y del Consejo, de 8 de junio de 2011, sobre prevención de la entrada de medicamentos
falsificados en la cadena de suministro legal, y se modifica la Ley 29/2006, de 26 de
julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, y por la Ley
11/2013, de 26 de julio, de medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del creci-
miento y de la creación de empleo, y desarrollado transitoriamente y en cuanto no se le
oponga por el Real Decreto 817/2009, de 8 de mayo, por el que se desarrolla parcial-
mente la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público (parcialmente
modificado por el Real Decreto 300/2011, de 4 de marzo, por el que se modifica el Real
Decreto 817/2009, de 8 de mayo, por el que se desarrolla parcialmente la Ley 30/2007,
de 30 de octubre, de contratos del sector público y se habilita al titular del Ministerio de
(FRQRPtD\+DFLHQGDïDFWXDOPHQWH0LQLVWHULRGH+DFLHQGD\$GPLQLVWUDFLRQHV3~EOL-
FDVïSDUDPRGLILFDUVXVDQH[RV\DVLPLVPRHQFXDQWRQRVHRSRQJDDOPLVPR\PLHQ-
tras no se promulga un nuevo Reglamento de desarrollo de la misma, por el Reglamento
General de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por el Real
Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, así como, puntualmente, en el Real Decreto
541/2001, de 28 de mayo, por el que se establecen determinadas especialidades para
la contratación de servicios de telecomunicaciones. Junto a estas normas, deben tenerse
en cuenta los arts. 33 y 34 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, que contiene
previsiones sobre contratación administrativa.
11. En materia de bienes, la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Admi-
nistraciones Públicas (parcialmente modificada por la Ley 62/2003, de 30 de diciem-
bre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social, por la Ley 5/2006, de 10
de abril, de regulación de los conflictos de intereses de los miembros del Gobierno y de
los Altos Cargos de la Administración General del Estado; por el Real Decreto Legislativo
GHGHMXQLRSRUHOTXHVHDSUXHEDHO7H[WR5HIXQGLGRGHOD/H\GH6XHORïD
su vez modificado por la Ley 2/2008, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales
del Estado para el año 2009, por el Real Decreto-ley 6/2010, de 9 de abril, de medi-
das para el impulso de la recuperación económica y el empleo, por el Real Decreto-ley
8/2011, de 1 de julio, de medidas de apoyo a los deudores hipotecarios, de control
del gasto público y cancelación de deudas con empresas y autónomos contraídas por
las entidades locales, de fomento de la actividad empresarial e impulso de la rehabi-
litación y de simplificación administrativa, por el Real Decreto-Ley 20/2011, de 30 de
diciembre, de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para
la corrección del déficit público, y por la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación,