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02 PdL-2° AÑO-Caperucita Roja
02 PdL-2° AÑO-Caperucita Roja
AÑO
CAPERUCITA ROJA
La secuencia que se presenta en esta oportunidad incluye situaciones de lectura y
escritura en torno a “Caperucita Roja” y situaciones de reflexión sobre el lenguaje. En este
caso, se articula estrechamente el desarrollo de la secuencia con la actividad habitual de
lectura, en la cual se propone leer una versión no-canónica de Caperucita Roja y otro
cuento clásico con lobos que –además de contribuir a la formación de las y los niños como
lectores literarios- darán lugar a la relectura de ciertos fragmentos de estos cuentos y
resultarán inspiradores para las dos situaciones de producción de textos planteadas.
Finalmente, las situaciones de reflexión sobre el lenguaje abordan contenidos
ortográficos.
Además, como la actividad habitual de lectura responde al propósito de que las y los
estudiantes se adentren en la cultura escrita, se recomienda incluir en ella otros cuentos
contemporáneos que son versiones no-canónicas de “Caperucita Roja”.
Las propuestas incluidas bajo el título “Escribir pensando en el sistema de escritura” están
destinadas a aquellas o aquellos estudiantes que requieren seguir avanzando en la
adquisición de la alfabeticidad.
El Anexo que se presenta al final de este material puede ser fotocopiado, de tal modo que
las y los integrantes del grupo puedan resolver las consignas planteadas.
¿En qué orden proponer en el aula las diferentes situaciones? Para decidirlo, hay que
tomar en consideración ciertos criterios:
§ Conocer el cuento y haber intercambiado sobre él es una condición a tener en cuenta
para que las niñas y los niños se atrevan a leer por sí mismos algunos pasajes de
cierta extensión dentro de un texto completo con el propósito de profundizar en la
interpretación y también para que tenga sentido para ellas y ellos producir textos
vinculados con la historia. Por lo tanto, la lectura a través de la o el docente y el
intercambio entre lectores preceden a todas las otras situaciones.
§ Como la interpretación global del cuento genera condiciones para profundizar en
episodios o aspectos específicos de la historia o del relato, las situaciones de lectura
de las niñas y los niños por sí mismos pueden plantearse inmediatamente después
del primer intercambio y sostenerse en diferentes momentos de la secuencia.
§ Las propuestas de producción de textos requieren que las chicas y los chicos tengan
cierto dominio del cuento, por eso hay que plantearlas después de algunas sesiones
de lectura e intercambio sobre diferentes aspectos de la historia o el relato. Sin
embargo, a partir de cierto momento, es necesario intercalar lectura y escritura de tal
modo que estas dos prácticas estén presentes a lo largo de la secuencia. Para decidir
cuáles situaciones de lectura intercalar, es imprescindible considerar aquellas que se
articulan con la producción de alguno de los textos.
§ Es conveniente considerar el orden en algunas de las propuestas de producción de
textos atendiendo al problema que propone cada una. Por ejemplo, la propuesta de
1
reescribir un episodio central de la historia -el encuentro de Caperucita con el lobo en
el bosque proponiendo una niña menos ingenua- es más compleja que la otra ya que
exige renarrar la historia con una transformación importante -cambiando rasgos de
subjetividad de la protagonista que afectan, en alguna medida, a la historia.
§ Las situaciones de reflexión sobre el lenguaje propuestas en esta oportunidad se
refieren a contenidos ortográficos generales, que no están vinculadas con problemas
específicos planteados por las propuestas de escritura. Por eso pueden realizarse en
diferentes momentos de la secuencia y luego orientar a las alumnas y los alumnos
para que reutilicen los conocimientos construidos al revisar sus textos.
§ Las propuestas de escribir pensando en el sistema de escritura pueden intercalarse
con las restantes y ofrecerse con cierta frecuencia con el objeto de intensificar las
oportunidades e intervenciones docentes para que las y los estudiantes avancen con
premura en la apropiación de la alfabeticidad.
§ La formación del lector no puede limitarse a propuestas de lectura y escritura en torno
a un único cuento. Por ello se propone una actividad habitual de lectura de otras
narraciones -que puede comenzar una vez que las niñas y los niños conocen bien
“Caperucita Roja” y realizarse con una frecuencia semanal- para que las chicas y los
chicos tengan oportunidades de ampliar su recorrido literario.
En virtud de estos criterios, una organización posible sería la siguiente:
LECTURA
● Lectura a través del docente de “Caperucita Roja”.
● Intercambio entre lectores.
○ Para abrir el intercambio.
○ Para pensar sobre las características de los personajes.
§ ¿Qué le recomienda la
mamá a Caperucita? ¿Por
qué le hace esas
recomendaciones?
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§ ¿Qué responde el lobo ante PRODUCIR TEXTOS
cada exclamación de § Reescribir un episodio del texto
Caperucita? original: la llegada de Caperucita a la
§ Diálogos famosos (lectura casa de la abuelita y el encuentro con
dramatizada). el lobo hasta que se la come
(planificación y textualización).
En caso en que la propuesta de o bien:
producción de textos sea la § Reescribir un episodio del texto
reescritura de la última escena, original: la escena donde el cazador
se propone leer: salva a Caperucita y la abuela
§ Dos finales diferentes para (planificación y textualización).
una misma historia
§ Reescritura: Actividad
continuación / habitual de
revisión lectura de
cuentos con
lobos
Reflexión sobre el tradicionales y
lenguaje con Caperucitas
§ Delante de R o L, “atípicas”.
¿se usa B o V? - Lectura a
través de la o
el docente de
“El lobos y los
7 cabritos”
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una niña menos ingenua
(planificación y
textualización).
Reflexión sobre el
lenguaje
• ¿Cuándo se usa C y
cuándo se usa QU?
“Caperucita Roja” es un cuento tan conocido que la sola mención de la niña, el lobo y la
abuelita trasladan hacia esa antigua historia y hacia las variadas versiones –canónicas y
no canónicas- que se han recreado a partir de ella a lo largo del tiempo.
Compartir con las niñas y los niños este cuento clásico contribuye a conectarlos con una
tradición cultural. Como nueva generación de lectoras y lectores, tienen derecho a
conocer y apreciar esa herencia literaria que es patrimonio universal. Y así también
podrán internarse en los nuevos caminos narrativos que se abren hacia Caperucitas
llenas de humor, relatos paródicos, regresos de la niña envalentonada o astuta, lobos
temerosos, bosques urbanos…
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como su familia, abuelas y abuelos y hasta las abuelas y los abuelos de sus abuelos-
aunque quizá en una versión diferente de la que van a compartir. Es importante hacerles
saber que eso es posible porque se trata de un cuento tradicional –originado en la
literatura oral- que ha sido relatado de muy diversas formas a partir de sus versiones
escritas originales: la primera, de Charles Perrault, y la siguiente, de los hermanos Grimm,
que es la que conocerán en esta oportunidad.
Después de la lectura completa del cuento, la o el docente promueve que fluya una
conversación general acerca de la obra, de modo que todas y todos puedan participar
desde lo que fueron pensando mientras se leía, que circulen y se pongan en común las
diferentes interpretaciones.
ü La primera vez que leí este cuento, hubo momentos en que tuve miedo por Caperucita.
Desde el principio, porque la madre le dijo insistentemente que tuviera mucho cuidado
en el camino hacia la casa de su abuela, que no hablara con desconocidos…
¿Ustedes también tuvieron miedo o sabían que la historia terminaba bien?
ü ¿Conocen otros cuentos con lobos hambrientos?, ¿cuáles?
ü En esos cuentos, ¿el lobo también engaña o intenta engañar a los otros personajes?
Ahora bien, los rasgos de los personajes que acabamos de señalar no están explícitos en
el cuento: como el narrador no los describe, es necesario que las chicas y los chicos
reparen en lo que hacen y dicen los personajes para reconstruir sus características e
intenciones y profundizar en la interpretación del cuento.
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Ø Cuando escuchamos la primera parte del cuento, empezamos a enterarnos de cómo
es Caperucita Roja. Les vuelvo a leer esa parte (página 3). ¿Qué dice sobre ella?
Ø Como dice “todos la querían muchísimo”, a mí me hace pensar en que Caperucita era
una nena andariega porque si todos la conocían seguramente no se quedaba en su
casa, sino que andaba por todos lados en el pueblito. ¿Ustedes qué piensan?
Ø ¿Alguna otra parte del cuento les sugiere que esta niña es inquieta?
Ø Esta parte en que Caperucita le dice a su mamá “No te preocupes, mamá; lo haré todo
bien” me da la impresión de que es una nena obediente y amable porque enseguida
acepta llevarle la comida a su abuelita. En lo que dice y hace Caperucita, ¿hay otras
pistas que lleven a pensar que ella es amable?
Ø Unas chicas y unos chicos de otro grupo que también leyeron el cuento me dijeron
que les parecía que Caperucita fue demasiado inocente y confiada al contarle tantas
cosas a un desconocido. ¿Ustedes qué opinan? ¿Hay otras pistas en el cuento que
nos permitan pensar que Caperucita era muy ingenua?
Ø ¿Podría haber actuado de otra forma Caperucita frente al lobo?
Ø Me sorprendió esta parte que voy a leerles: "Con una gran sonrisa, la fiera la saludó:
- Buenos días, Caperucita." ¿Por qué les parece que la saludó de esa manera?
¿Cuáles eran las intenciones del lobo?
Ø Sin dudas el lobo sí que fue astuto, ¿cuáles otras artimañas usó para engañar a
Caperucita y comerla? ¿Y para engañar a la abuelita?
Ø Quizá ustedes conozcan otros cuentos en que el lobo es un personaje malvado. En
los próximos días vamos a leer algunos y trataremos de advertir si también es astuto
y cómo reaccionan frente a él los otros personajes.
En “Caperucita Roja” el tiempo del relato se organiza así: al inicio, las acciones avanzan
linealmente en un orden que coincide con el orden en que se desarrolla el texto; luego, se
narran uno tras otro –conectados por “mientras tanto”- dos sucesos que en la historia
ocurren simultáneamente (mientras la protagonista se entretiene en el bosque, su
antagonista toma el camino más corto, llega antes a la casa de la abuela y se la come);
finalmente, Caperucita y el lobo vuelven a encontrarse en un mismo tiempo y un mismo
espacio (la casa de la abuela).
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provocada por la descripción del escenario -en la que se usan verbos en pretérito
imperfecto (“los rayos de sol bailaban de un lado a otro”; “estaba todo lleno de flores”) que
se refieren a acciones o estados prolongados en el tiempo.
Seguramente, las y los chicos advertirán que en este episodio el narrador focaliza en
Caperucita, como si fuese una cámara, para luego poner la mirada en las acciones del
lobo. Las dos focalizaciones sucesivas son conocidas por el lector, pero no por la
protagonista. Las y los lectores sabemos que la niña ha sido engañada por el lobo pero
ella no lo sabe; por eso nos preocupamos por el riesgo que corre mientras ella parece
disfrutar de su estadía en el bosque. Al releer ese mismo fragmento en que se distrae en
el bosque podemos plantear:
Ø Caperucita está muy tranquila en el bosque pero nosotros estamos un poco inquietos.
¿Por qué? ¿Será que sabemos algo que ella ignora?
Al releer y comentar lo que sucede cuando el lobo llega a la casa de la abuela (páginas
12 y 13), es importante contrastar el ritmo del relato en este episodio y en el anterior para
tomar conciencia de que los dos episodios transcurren en diferentes “velocidades”. En
tanto que la acción se lentifica cuando Caperucita se distrae en el bosque, en la escena
siguiente la acción se acelera porque el lobo se propone concretar su plan antes de la
llegada de la niña.
En este caso, es fundamental que las chicas y los chicos reparen en la información que
se brinda al lector sobre lo que sabe el lobo y desconoce Caperucita, así como en el ritmo
acelerado de la narración, que está marcado por la presencia de verbos en pretérito
perfecto simple –en particular por la rápida sucesión de acciones del lobo a partir del
momento en que entra en la casa (página 13)-. Esta sucesión se une a la ausencia de un
remanso descriptivo –la casa de la abuela no se describe, a pesar de que es el escenario
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en el que tendrá lugar la acción a partir de ese momento- para generar en el lector la
impresión de presenciar escenas que transcurren vertiginosamente.
Así, todo lo que no es seguridad del hogar y del palacio, es bosque. El bosque como
escenario de muchos cuentos se presenta como el lugar de peligro, amenazante, también
mágico, impenetrable y bello.
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Ø Otras historias suceden también en el bosque. Ya leímos algunas, ¿ustedes conocen
otras?
Ø ¿Cómo era el bosque en el cuento de Ricitos? ¿Y en los otros cuentos que leímos?
Ø ¿Es igual el bosque donde Ricitos encuentra la casa de los osos a este donde
Caperucita se encuentra con el lobo?
Ø Al principio dice “había una vez en la que la paz era la reina del lugar” y lo que sigue
me da esa sensación de tranquilidad y armonía. ¿Qué impresión les produce a
ustedes?
Ø Parece que hay muchos habitantes en este bosque. Fíjense quiénes viven allí y cómo
se sienten.
Ø Algunas expresiones me parecen muy bonitas: “convivían felices y contentos: desde
los troncos más anchos y las copas más altas hasta las hierbas más delicadas…
desde los osos más corpulentos hasta la más frágil de las mariposas”. ¿Qué les llama
la atención a ustedes en esta descripción?
Ø A mí me resultan atractivos los contrastes que hace el narrador:
§ Imaginen que caminamos por ese bosque, ¿para dónde miraríamos si
quisiéramos ver las copas de los árboles? ¿Y para ver “las hierbas más
delicadas”?
§ ¿Cómo nos sentiríamos ante “los osos más corpulentos” ?, ¿y ante “la más frágil
de las mariposas”?
§ ¿Qué efecto producen en nosotros estos contrastes?
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Dado que en esta secuencia se recurrirá con diferentes propósitos a fragmentos de “Lobo Rojo y
Caperucita Feroz”, se recomienda leer el cuento completo en el marco de la Actividad Habitual de Lectura.
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Finalmente, podrá generar intriga acerca del relato de Elsa Bornemann:
Ø Cuando leamos “Lobo Rojo y Caperucita Feroz” -que, como su título lo indica, es una
versión muy especial de esta historia-, vamos a ver que la paz de ese bosque se
termina cuando aparece la temible protagonista.
MIENTRAS TANTO…
Una actividad habitual de lectura literaria
Para que las niñas y los niños avancen en su formación como lectores, es necesario
incrementar su experiencia de lectura con otros cuentos. En este caso, proponemos
organizar una actividad habitual de lectura a través del docente de cuentos con lobos
tradicionales y otros que no lo son, así como con Caperucitas que rompen con las
características prototípicas de este personaje en las versiones de los hermanos Grimm
y de Perrault.
Al iniciar este recorrido, resultará relevante leer “El lobo y los siete cabritos” y “Lobo
Rojo y Caperucita feroz” de Elsa Bornemann. Además de conocer lo singular de estas
dos historias, su inclusión responde a la intención de establecer relaciones entre ellas
y la versión de los Hermanos Grimm que constituye el eje de la secuencia. Por lo tanto,
es necesario que la lectura de “El lobo y los siete cabritos” y de la versión no-canónica
de Caperucita escrita por Elsa Bornemann sea posterior al intercambio en torno a la
versión clásica de “Caperucita Roja”.
Entre tantos cuentos con lobos, ¿por qué privilegiar “El lobo y los siete
cabritos”?
Resulta conveniente conversar con las chicas y los chicos acerca de las vinculaciones
entre este cuento tradicional y “Caperucita Roja” para advertir la presencia de algunas
escenas recurrentes así como el contraste de las reacciones de algunos personajes.
En relación con los personajes, en ambas historias el lobo se presenta como astuto,
capaz de idear distintos planes para lograr su cometido: devorar a sus víctimas. Sin
embargo, en “El lobo y los siete cabritos”, los pequeños muestran cierta desconfianza
ante ese lobo sagaz que intenta engañarlos en reiteradas oportunidades con distintas
artimañas, a diferencia de una Caperucita ingenua que parece ignorar los peligros del
bosque y acepta hablar con un animal desconocido.
Después de intercambiar con las chicas y con los chicos acerca de las vinculaciones
entre ambos cuentos, la o el docente podrá registrar en un afiche las intenciones y
acciones de cada uno de esos personajes en un cuento y en el otro. Este registro podrá
ser recuperado durante el desarrollo de la propuesta: “Reescribir un episodio
introduciendo una variación: El encuentro de Caperucita Roja y el lobo en el bosque”.
Por otra parte, en ambas historias hay una madre que hace recomendaciones sobre
cómo cuidarse frente a la amenaza que representa el lobo –aunque la mamá de
Caperucita no lo mencione explícitamente-. Además de intercambiar con las chicas y
los chicos acerca de la singularidad de estas escenas en cada uno de los cuentos, será
productivo reflexionar sobre las vinculaciones que pueden establecerse entre las dos
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historias. En particular, será interesante reparar en lo específicas que resultan las
recomendaciones de la mamá cabra en relación con el lobo, lo que seguramente incide
en que los cabritos asuman una actitud mucho más desconfiada y cuidadosa que la de
Caperucita. Luego de este intercambio, se podrá plantear una propuesta de lectura por
sí mismos para focalizar en las advertencias que estas madres hacen a sus hijos ante
la posibilidad de enfrentar ciertos peligros (ver propuesta: “Releer las recomendaciones
de la mamá a Caperucita”, en este mismo material).
Finalmente, aunque esto varía según las versiones, cabe señalar que el desenlace de
ambos cuentos frecuentemente es similar: aparece un personaje ayudante que castiga
al lobo y salva a sus víctimas
Otra razón central para incluir este cuento de Elsa Bornemann es que está bellamente
relatado, lo que permitirá detenerse en algunos pasajes para reflexionar sobre el
lenguaje literario (Ver: “Otra vez el bosque”).
Como “Caperucita Roja” ha dado lugar a muchas versiones no-canónicas, la lectura del
cuento de Elsa Bornemann puede relacionarse con otros cuentos de calidad
literaria que suelen estar disponibles en las bibliotecas escolares. Por ejemplo,
“Caperucita tal como se la contaron a Jorge” de Pescetti, “Caperucita 2. El regreso”, de
Esteban Valentino, “Una Caperucita” de Marjolaine Leray.
Proponer situaciones en las cuales las niñas y los niños leen por sí mismos episodios de
una historia conocida favorece que puedan anticipar qué es lo que está escrito, así como
buscar y leer o releer ciertos fragmentos seleccionados por el o la docente. Es decir, para
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que puedan leer y aprender a leer las niñas y los niños que aún no leen en el sentido
convencional del término2, es necesario atender a dos criterios fundamentales: asegurar
que conozcan el contenido del texto a leer y presentarlo en el contexto en que
efectivamente aparece.
Las propuestas de lectura de las y los estudiantes por sí mismos que se presentan a
continuación plantean distintos desafíos, según el problema involucrado en cada una de
las consignas que se proponen. El desafío dependerá también de las posibilidades de las
chicas y los chicos de anticipar el significado –que están relacionadas con lo que saben
acerca del contenido del fragmento y la forma en que está expresado- y de reconocer
indicios que les permitan confirmar sus anticipaciones –es decir, del repertorio de letras
que pueden utilizar operativamente al leer-. En cuanto a la localización del fragmento que
se va a leer, será más o menos accesible en función de la existencia (o no) de
ilustraciones cercanas vinculadas con lo que se está buscando, así como de marcas de
puntuación y tipográficas que puedan ser utilizadas como indicios.
Las tres primeras propuestas podrán realizarse en forma individual o en parejas para que
sus integrantes puedan ayudarse entre sí, siempre con el texto disponible y al alcance de
la vista para todas y todos.
Enseñar a leer supone colaborar con las chicas y los chicos para que puedan enfrentar y
resolver los problemas de lectura planteados. La colaboración necesaria por parte de la
o el docente seguramente variará según las posibilidades como lectores que irán
adquiriendo sus alumnas y alumnos a lo largo del año, pero siempre será imprescindible
acompañarlos -no dejarlos solos frente al texto, precisamente porque se está enseñando
a leer-.
2
Para profundizar en la situación de lectura de las niñas y los niños por sí mismos, ver: Material desRnado a
Talleristas para trabajar con estudiantes del Primer Ciclo. PrácRcas del Lenguaje. “El hombrecito de jengibre”,
Primera entrega. Los personajes (págs. 4 a 6). Todos quieren comer al hombrecito pero no todos lo dicen
igual (págs. 7 a 10) y Segunda entrega. Leer juntas y juntos ciertas partes del cuento (págs. 2 a 14). Programa
para la Intensificación de la Enseñanza +ATR. Año 2021. En: h]ps://atr.abc. gob.ar/primaria/.
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Luego, durante el desarrollo de cada situación, la o el docente adecuará sus
intervenciones a lo que resulte necesario para diferentes alumnas y alumnos.
Seguramente, habrá que alentar a quienes no se atrevan a comenzar a leer así como dar
pistas para quienes no logren anticipar por sí mismos lo que sigue en el texto o verificar
si efectivamente dice lo que suponen. A continuación, se ofrecen diferentes ejemplos de
intervenciones docentes en el contexto de las diferentes propuestas3. En todos los casos,
la o el docente delegará progresivamente la responsabilidad de leer para que sus
alumnas y alumnos avancen como lectores.
Para responder al propósito planteado en la consigna que da título a este punto, las chicas
y los chicos tendrán que buscar la primera parte del cuento y releer lo que allí se dice
sobre las razones por las que la gente del pueblo ha dado ese apodo a la protagonista.
Luego, se planteará otro interrogante referido a la relación entre Caperucita y su abuela,
a los sentimientos entre ambos personajes -algunos explícitos en el texto y otros que se
podrán inferir-. Para seguir pensando en la relación que sostienen nieta y abuela, será
posible recuperar también otras pistas, en episodios posteriores del cuento.
Ø Ya sabemos que este cuento se llama “Caperucita Roja” porque es la forma en que
llamaban a la protagonista. Pero ¿por qué la llamaban así? ¿Quiénes le pusieron ese
apodo?
Ø Busquen en el cuento la parte que lo explica.
Seguramente, las niñas y los niños recordarán que es al comienzo del cuento cuando se
habla del apodo de Caperucita y lo localizarán fácilmente, pero quizá sea necesario
intervenir para ayudarlos a encontrar el origen de ese apodo:
Ø ¿Quién le había regalado la caperuza roja? Les releo todo lo que dice en esta página
y ustedes sigan en el texto lo que voy leyendo para ver dónde dice quién se la regaló:
Había una vez una niña buena y cariñosa que vivía con su mamá en un
pueblito rodeado por un hermoso bosque. Todos la querían muchísimo,
pero quien más la quería era su abuela. Siempre pensaba en ella y se
ocupaba de tejerle guantes y bufandas abrigadas para los días de mucho
frío. En una ocasión, la abuelita le regaló una capa roja con capucha. A la
niña le gustaba tanto que no se la quitaba nunca. Así fue que todo el mundo
comenzó a llamarla Caperucita Roja.
Una vez que las niñas y los niños detengan la lectura de su maestra o maestro en la
oración en cuestión, señalando que efectivamente –tal como ellas y ellos lo recordaban-
es la abuela quien le había hecho ese regalo, la o el docente podrá solicitarles que
localicen en el texto dónde y cómo dice eso. El o la docente decidirá cuáles de las
siguientes intervenciones es conveniente realizar con diferentes alumnos o alumnas:
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Asimismo, estas intervenciones se sinteRzan al final de este apartado.
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Ø “En una ocasión…”, lean lo que sigue.
Ø ¿Dice “abuela” o “abuelita” ?, ¿cómo se dieron cuenta?
Ø ¿Dónde dice “le regaló”? ¿Qué le regaló, una capa o una caperuza?, ¿cómo saben?
Ø Después cuenta que Caperucita usaba todo el tiempo esa capa. Sigan ustedes para
ver cómo lo dice: “A la niña…”
Ø Ustedes dicen que la llamaban así porque nunca se sacaba la caperuza roja. ¿Dice
que no se la sacaba o que no se la quitaba?
Una vez que se ha dado respuesta al primer interrogante, es posible volver sobre el texto
focalizando en la relación entre la protagonista y su abuela.
Ø ¿De qué nos enteramos acerca de la relación entre la abuelita y la niña? ¿dónde lo
dice?
Ø Releamos juntos la primera parte. “Había una vez una niña buena y cariñosa que vivía
con su mamá en un pueblito rodeado por un hermoso bosque. Todos la querían
muchísimo, pero quien más…” Sigan ustedes, ¿qué dice después?
Ø Antes les leí “Todos la querían muchísimo”, ¿dónde dice “querían”? y después dice
“Pero quien más la…”, ¿qué dice allí?
Ø Así es. Quien más la quería era la abuela. ¿En qué se notaba que la quería tanto?
Ø ¿Qué le tejía? Claro, guantes, bufandas y la capa con la capucha. Fíjense dónde dice
“bufanda” (empieza como “buena”). ¿Y “guantes”? “Capa” y “capucha” empiezan
igual, ¿cuál es cuál?
En caso de que algunas y algunos integrantes del grupo hayan podido leer por sí mismos
con mayor autonomía y rapidez, se les podrá hacer otra propuesta de lectura, para que la
lleven a cabo mientras sus compañeros y compañeras continúan con la anterior. Para que
sigan trabajando en el mismo tema, una posibilidad es pedirles que busquen si encuentran
algún indicio del cariño que siente por su abuela en la escena en que la niña se entretiene
en el bosque (Páginas 10 y 11).
Finalmente, se puede hacer un comentario colectivo para poner en común lo que todas y
todos piensan acerca de la relación entre los dos personajes.
Localizar el fragmento indicado resultará seguramente accesible para todas y todos los
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integrantes del grupo porque saben que esa escena está al comienzo de la historia -antes
de que Caperucita parta hacia el bosque- y porque la ilustración ofrece información que
facilita su ubicación. Además, el fragmento solicitado se dispone en una única página, lo
que hace innecesario que las y los lectores se ocupen de circunscribir desde dónde hasta
dónde dice lo que están buscando.
Algunas alumnas o alumnos pueden requerir intervenciones más precisas para comenzar
o para continuar la lectura, por ejemplo:
Ø En esta parte, desde acá que está la rayita de diálogo, la mamá le dice a Caperucita
que le lleve un pedazo de pastel de moras y una botella de leche. Después, le dice
que tenga muchos cuidados. ¿Qué es lo primero que le dice sobre el camino?
Ø Fíjense dónde dice “camino”. Señálenlo. Y acá (señalando “es largo”), ¿qué dice?
Ø El camino pareciera ser muy, muy largo, porque le dice que tiene que atravesar el
bosque, ¿dónde dice “bosque”? Señálenlo.
Ø En esta parte (mostrando “no te desvíes del sendero”) la mamá le dice que no se
desvíe. Fíjense si dice “no te desvíes del camino” o “no te desvíes del sendero”.
Seguramente, las niñas y los niños podrán ubicar esas palabras muy conocidas
valiéndose de las escrituras registradas durante el espacio de intercambio en torno al
bosque de este cuento y de otros cuentos (Ver en Intercambio entre lectores: “Otra vez
en el bosque”), además de recurrir a otras fuentes de información seguras presentes en
el aula y en los cuadernos (Ver: “Leer los nombres de personajes y otros nombres para
luego armar el banco de datos” en este mismo apartado).
Ø Luego, la mamá le dice que tenga ciertos cuidados con la botella de leche que lleva
en la canasta, ¿recuerdan qué le decía? Vamos a leerlo. Yo empiezo a leer y ustedes
siguen, (lee y señala) “no vayas saltando que…”.
Ø Antes de que Caperucita le diga a su mamá que no se preocupe y que iba a hacer
todo bien, su madre le dio una última recomendación muy importante, ¿se acuerdan
de qué le dijo?
Ø Entonces ahora lean entre los dos esta última frase (señalando en el texto “no hables
con desconocidos”) y después me dicen cuál fue esta última recomendación de la
mamá.
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recomendaciones de la mamá y conversar sobre las razones por las cuales le hace a su
hija todas esas advertencias. Durante el intercambio, las chicas y los chicos podrán releer
algunas partes o expresiones del fragmento que refieran a las distintas recomendaciones
(sobre el camino, sobre el alimento que lleva la niña, sobre qué hacer al llegar a la casa
de su abuela…).
Para el desarrollo de esta última propuesta, convendrá que la o el docente presente a las
chicas y los chicos el fragmento ya delimitado (Ver: Anexo. Las recomendaciones dela
mamá cabra).
Ø En “El lobo y los siete Cabritos”, la madre también hace distintas recomendaciones a
sus hijos. Lean este fragmento para recordar qué dice esta mamá a sus cabritos para
que se cuiden y qué informaciones les da sobre cómo es el lobo.
Luego de destinar un tiempo para que las chicas y los chicos lean el fragmento propuesto
e intercambien en parejas a partir de la consigna planteada, la o el docente realizará una
puesta en común orientada a establecer semejanzas y diferencias entre las advertencias
de ambas madres:
Ø ¿Se parecen en algo estas dos escenas de ambas historias? ¿Qué tienen en común?
Ø ¿Por qué será que las dos madres dan tantas recomendaciones a sus hijos?
Ø Algunas chicas y algunos chicos que leyeron los dos cuentos dicen que la mamá de
los cabritos fue más clara al advertirles que tuvieran cuidado con el lobo malvado,
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mientras que la de Caperucita solo le recomendó que no hablara con desconocidos,
no le habló del lobo. ¿Ustedes qué piensan?
La propuesta consiste en comparar el final del cuento ya leído con el de la versión narrada
por Charles Perrault, cuyo desenlace es notablemente diferente del de la relatada por los
Hermanos Grimm.
Para desarrollar esta comparación, será necesario plantear dos situaciones de lectura y
un espacio de intercambio acerca de las diferencias entre los dos desenlaces.
En primer lugar, se propondrá a las niñas y los niños la lectura del desenlace del cuento
ya leído. Para que conozcan bien el episodio final de esta versión, la o el docente puede
entablar una conversación con el grupo, en el marco de la cual releerá algunos pasajes
significativos y delegará en sus alumnas y alumnos la lectura de otros. Como se trata de
una lectura compartida, es conveniente que la o el docente pueda ir señalando lo que ha
leído o solicita leer en un texto a la vista de todos, por lo cual sería productivo contar con
la posibilidad de proyectarlo.
Una vez que el lobo come a Caperucita, aparece y se destaca el cazador, un personaje
ayudante de la protagonista que logra vencer a su gran oponente, el lobo.
Ø Después de todo eso aparece el cazador, ¿cómo se dio cuenta de que algo había
pasado en la casa de la abuelita? Aquí dice “se sorprendió al escuchar los horribles
ronquidos del lobo”. ¿Qué fue lo que lo sorprendió?
Ø Parece que él ya conocía a la abuelita. Vamos a leer el segundo párrafo que empieza
diciendo qué estaba pensando el cazador (lee y señala “Pensó”), ¿en quién está
pensando?
Ø Claro, allí dice “la abuela”. Él se había sorprendido por los “horribles ronquidos del
lobo”, ¿será que la abuela no roncaba o sí roncaba pero de otra forma? Fíjense bien.
Ø Entonces, ¿qué es lo que nos permite saber que conocía a la anciana?
Después de leerles toda la página 18, la docente pregunta si el cazador ya conocía al lobo
y les pide que lean lo que dice al comienzo de la página siguiente:
Ø Esto (señalando “¡Lobo malvado! ¡Por fin te encuentro!”) es lo que dice el cazador al
ver al lobo en la cama de la abuelita. ¿Qué dice? Lean para ustedes y luego me
cuentan.
Ø Muy bien. Entonces releo la parte que ustedes leyeron y después leo lo que falta.
“¡Lobo malvado! ¡Por fin te encuentro! ¡Tanto tiempo buscándote!, pensó el cazador y
levantó la escopeta para dispararle”. ¿Por qué será que el cazador lo buscaba desde
hacía mucho tiempo al lobo?
Ø Sin embargo, después decide no dispararle, ¿por qué?
Luego, la o el docente continúa leyendo hasta el final del cuento y solo cede la lectura a
las niñas y a los niños en ciertos momentos en que considera que ellos pueden resolver
los problemas que plantea. Por ejemplo, puede hacerles preguntas –siempre centradas
en el significado- con la intención de que busquen las respuestas en el texto:
Ø ¿Qué dijo Caperucita cuando “saltó de la barriga del lobo”? ¿Se acuerdan de que dice
algo referido a la oscuridad de la panza? Fíjense aquí al final, donde está el guión que
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marca que habla un personaje (p. 20).
Ø Después sale la abuela y el cazador le dice a Caperucita (lee señalando en el texto):
“Ve hasta la orilla del arroyo y…” Sigan ustedes. De acuerdo. Acá no dice para qué
quiere el cazador las piedras, ¿para qué será?
Luego, la o el docente puede hacerse cargo de todo lo que dice el narrador y pedirles a
sus alumnas y alumnos que relean el diálogo final entre el cazador y Caperucita. Por
último, será interesante hacerles notar que este diálogo evoca en el lector el objetivo inicial
con el que la niña había ido a la casa de su abuelita, ya que finalmente los personajes
pueden disfrutar de la leche y la torta que ella le había llevado.
Para aquellas niñas y aquellos niños que necesiten mayor ayuda para leer, la o el docente
podrá contribuir con intervenciones como las siguientes:
Ø En esta parte, dice lo que le pasó a Caperucita Roja cuando escuchó la voz ronca del
lobo, aunque creyó que su abuela estaba resfriada. Dice que primero se espantó.
Fíjense dónde dice “espantó”. Empieza como “Esteban”. ¿Y dónde dice “escuchar la
voz ronca del lobo”, ¿dónde dice?, ¿de dónde hasta dónde?
Ø Después Caperucita Roja le contesta y le dice lo que le lleva porque la madre se lo
envía. Fíjense qué le envía en esta versión. Podemos compartir la lectura, yo empiezo
y siguen ustedes (lee) ‘Es tu nieta…).
Ø Después, ¿quién contestará? Claro, el lobo. ¿Se acuerdan de qué le contestaba en la
versión de los hermanos Grimm que habíamos leído? Acá dice (lee y señala): “El lobo
le gritó, suavizando un poco la voz…”. Desde acá, de la raya de diálogo, habla el lobo.
¿Qué le contesta?
Ø Yo sigo leyendo el narrador y ustedes intentan leer lo que dicen los personajes, así
conocemos cómo es esta parte de la historia en esta versión. (Lee y señala):
“Caperucita Roja tiró la manija y la puerta se abrió. Viéndola entrar, el lobo le dijo,
mientras se escondía en la cama bajo la manta…”. Sigan ustedes, desde esta rayita
habla el lobo.
18
Ø Fíjense, acá en lo que sigue hablan todo el tiempo los personajes. Nos damos cuenta
por las rayas de diálogo, igual que en la versión que leímos. Pero Caperucita está vez
empieza por los brazos, fíjense, ¿dónde dice “brazos”?, ¿qué dirá en lo que sigue?
Ahora relean todo lo que le dice.
Ø ¿Y qué responderá el lobo?
Ø Los dejo leyendo a ustedes hasta el final mientras voy con otros compañeros. Parece
que Caperucita le sigue diciendo asombrada por lo grande de otras partes del cuerpo
como en la otra versión, pero algunas partes que nombra no son las mismas aunque
otras sí. Después conversamos.
Una vez que se ha dado un tiempo suficiente para que las chicas y los chicos puedan leer
por sí mismos el fragmento propuesto -recibiendo más o menos ayudas- e intercambiar
entre las y los integrantes de las parejas acerca de las diferencias entre los dos finales, la
o el docente propondrá una puesta en común:
Ø Entonces, ¿cómo termina esta historia?
Ø ¡Qué final diferente!, ¿no? A mí me sorprendió ¿a ustedes? ¿Cuál de los dos les
parece mejor?
Ø Este episodio final también tiene algunas otras diferencias con de la otra versión.
¿Cuáles son?
En el aula, se pueden proponer situaciones de lectura en voz alta siempre que presenten
un propósito significativo. En este caso, se trata de volver a vivir escenas emocionantes
desde la voz de los personajes.
Leer en voz alta, dramatizando, ciertos diálogos que forman parte de la historia resultará
accesible para las chicas y los chicos porque, como ya conocen bien su contenido, podrán
centrarse en cómo interpretarlos para comunicar las motivaciones y sentimientos de los
personajes que hablan.
Para iniciar la situación de lectura en voz alta de este diálogo entre la niña y el lobo, será
conveniente que la o el docente destine un momento para reconstruir lo que sucede en
ese episodio, reparar en los sentimientos y las reacciones de ambos personajes y
recuperar algo de lo conversado anteriormente acerca de sus características. Algunas
intervenciones docentes pueden ser las siguientes:
Ø Cuando Caperucita llegó a la casa de la abuelita y se acercó a su cama, a la niña le
19
pareció que algo raro sucedía, ¿lo recuerdan?
Ø ¿Qué pensó Caperucita en ese momento? Les leo: “¡Qué rara está! Debe estar muy
enferma”. Por eso le hace varias preguntas a ese lobo disfrazado de abuelita, ¿qué le
pregunta?
Ø Vieron que en esta parte la letra está cada vez más grande, ¿por qué será que va
creciendo el tamaño de la letra?, ¿qué querrán indicarnos con eso a los lectores?
Ø Acuérdense de que cada vez que comienza a hablar un personaje hay una raya de
diálogo para marcar que cambia el que habla.
Durante este pequeño intercambio que introduce la propuesta de lectura en voz alta,
además de recuperar el contenido de ese fragmento, resultará conveniente reflexionar
sobre la entonación en las voces de cada personaje en relación con sus intenciones y
reacciones: la tentación contenida del malvado animal por comerse a Caperucita y la niña
ingenua pero que en este momento pareciera desconfiar de quien está en la cama de su
abuela y por eso hace muchas preguntas. Se trata de reparar en la forma del relato de
este fragmento: la insistencia en preguntas similares por parte de la niña da cuenta de su
desconfianza, y el modo de responder del lobo revela su astucia e intención de engañar
a su víctima y de atraerla. Además, la presencia de marcas del texto y de edición aportan
al sentido de este episodio en relación con rasgos de subjetividad de los personajes.
Al igual que en la propuesta anterior, será necesario destinar un tiempo para reconstruir
el contenido del episodio y reparar en los estados de ánimo y vivencias de los personajes
durante este primer encuentro. En este sentido, será necesario recuperar lo conversado
durante el eje de intercambio en torno a las características de los personajes, así como
lo comentado en el curso de la lectura de las recomendaciones de la mamá a Caperucita.
20
o el docente podrá realizar otras propuestas de lectura de las niñas y de los niños por sí
mismos en relación al cuento, con la intención de que se centren en pensar en el sistema
de escritura desde la perspectiva del lector. Se trata de situaciones complementarias de
las anteriores.
§ Leer los nombres de personajes y otros nombres para luego armar el banco de
datos.
Consiste en la lectura de los “carteles” sueltos con los nombres de los personajes para
pegar en tarjetas personales que quedarán disponibles en un sobre o folio propio para
que cada quien pueda consultar cada vez que lo necesite (Ver: Anexo. Los personajes).
Esta propuesta plantea el problema de descubrir “cuál es cuál” entre un conjunto de
palabras que en algunos casos son muy diferentes y en otros muy parecidas. La misma
situación podrá plantearse con nombres de los distintos objetos que Caperucita encuentra
–o podría encontrar- en el bosque y que provocan su distracción (Ver: Anexo. El bosque).
Para organizar la situación ajustando los problemas de lectura que se plantean a las
posibilidades de las niñas y de los niños y considerando las intervenciones docentes que
pueden resultar productivas, recomendamos consultar “El hombrecito de jengibre”4.
Se trata de leer enunciados breves muy conocidos y aparear lo que dice un personaje con
la respuesta de su interlocutor: unir cada exclamación de Caperucita con la respuesta que
le da el lobo disfrazado de abuela (Ver: Anexo. Leo y uno). El desafío consiste en reparar
en el interior de cada enunciado lo que lo distingue de los demás, tanto en el caso de las
exclamaciones como en el de las respuestas correspondientes. Luego de resolverlo,
podrán poner en común lo que pensaron y las razones para decidir cuál enunciado
corresponde a cada expresión de la niña.
§ ¿Cuáles son las artimañas que usa el lobo para engañar a Caperucita y a su
abuela?
Esta propuesta consiste en leer enunciados cuyo contenido es posible anticipar porque
las y los lectores conocen el cuento y han intercambiado acerca de las acciones del lobo
para engañar a Caperucita y la abuela; sin embargo, como no saben de qué manera están
expresados esos enunciados, aumenta la incertidumbre sobre lo que dice en el texto (Ver
Anexo: ¿Cómo engaña este lobo?). El problema que se les presenta a las chicas y a los
chicos es decidir cómo dice lo que saben que dice y descartar aquellos enunciados que
no corresponden con las formas de engañar del lobo en este cuento. Ante de realizar la
actividad, puede ser conveniente recuperar con las y los estudiantes las formas utilizadas
por el lobo para engañar a los otros personajes en el cuento de Caperucita y en el de los
siete cabritos.
4
Ver “El hombrecito de jengibre”, Primera entrega (pág. 4 y 5) disponible en:
h]ps://atr.abc.gob.ar/primaria/propuestas-didacRcas-pracRca-del-lenguaje-%c2%b7-primaria/el-
hombrecito-de-jengibre/
21
Se podrán desarrollar también otras situaciones de lectura de las niñas y de los niños por
sí mismos que se vinculan con la “Actividad habitual de lectura literaria de cuentos”. Por
ejemplo, se puede proponer:
§ Leer los títulos de una agenda de lectura de cuentos con lobos y con Caperucitas
para identificar cuál es cuál de los títulos leídos y tener presentes todos los cuentos
que van conociendo.
§ Rastrear en “El lobo y los siete cabritos” las artimañas del lobo para engañar a sus
víctimas. Ir listando esos engaños a medida que se conocen nuevos cuentos.
§ Leer el fragmento de las características de la Caperucita del cuento “Lobo Rojo y
Caperucita Feroz” de Elsa Bornemann para advertir las grandes diferencias entre esta
protagonista y la del cuento tradicional. Se podrá ir registrando las características de
la protagonista de las distintas versiones leídas
22
§ Reponer el significado del fragmento que están leyendo:
Ø Después Caperucita Roja le contestó al lobo: le dijo qué le llevaba a su
abuela porque la madre se lo enviaba. Fíjénse qué le envía en esta versión.
Son intervenciones productivas porque ayudan a leer -no solo en este caso, sino en
general- a chicas y a chicos que aún están aprendiendo a leer por sí mismos o que
leen muy esforzadamente, a veces centrándose en el descifrado. Son intervenciones
que promueven que las y los estudiantes coordinen la anticipación del significado y
el reconocimiento en lo escrito de indicios que permiten verificar o rechazar lo que
se cree que dice.
ESCRITURA
Las propuestas de producción de textos en torno a “Caperucita Roja” solo pueden
plantearse –como se ha señalado en materiales anteriores- una vez que las chicas y los
chicos conocen bien el cuento porque lo han leído a través de la o el docente y han
sostenido diversos intercambios para poner en común y discutir sus interpretaciones en
torno a la historia y el relato. Será necesario también desarrollar previamente algunas
propuestas de lectura de las niñas y los niños por sí mismos, en particular aquellas que
se articulan con la situación de producción que se va a plantear. Además, durante el
desarrollo de la escritura, es imprescindible recuperar lo conversado acerca del episodio
del cuento al que se refiere el texto que se está produciendo y, en algunos casos, releer
algunos fragmentos.
PRODUCIR TEXTOS
En el marco de esta secuencia, se plantean dos propuestas de producción de textos. En
la primera, los niños y las niñas escriben por sí mismos y en la segunda se propone que
comiencen escribiendo a través de la o el docente y luego continúen produciendo por sí
23
mismos en parejas:
● reescribir un episodio del texto original: la llegada de Caperucita a la casa de la
abuelita y el encuentro con el lobo hasta que se la come (individual) o la escena de la
llegada del cazador que salva a Caperucita y su abuela (en parejas).
● reescribir un episodio introduciendo una variación: el episodio es el encuentro de
Caperucita con el lobo en el bosque y la variación es que la protagonista sea menos
ingenua –más desconfiada- que la del cuento clásico.
Esta propuesta permite a las chicas y a los chicos producir un texto sin la exigencia de
inventar algo diferente de lo que se narra en el cuento. Sin embargo, tendrán que resolver
varios problemas: circunscribir la parte de la historia que la o el docente les haya
propuesto escribir -desde dónde hasta dónde se desarrolla esa escena-, prever los
acontecimientos indispensables de la historia y el orden en que suceden, seleccionar las
formas de decir “que se parezcan” a las utilizadas en los cuentos leídos y también -por
supuesto- problemas propios del sistema de escritura.
Será necesario que la o el docente destine un tiempo a orientar la planificación del texto.
Desarrollar esta instancia de manera colectiva permite que todas y todos puedan
intercambiar y tomar decisiones vinculadas con la historia (los acontecimientos centrales
y el orden en que tienen lugar) y con el relato (qué expresiones utilizadas en el cuento o
en el fragmento final de la versión de Perrault leída para comparar los dos desenlaces les
gustaría incluir en su texto). Asimismo, se podrán consultar otros escritos intermedios que
se hayan producido durante las situaciones anteriores –los elementos usados por el lobo
para disfrazarse de abuela, por ejemplo-. Los acuerdos establecidos serán registrados en
un afiche a la vista de todos para que las chicas y los chicos puedan consultarlos mientras
escriben.
5
Este listado posible se incluye como orientación, pero es muy importante que sea elaborado
colecRvamente con las niñas y los niños parRr de la relectura del episodio.
24
• indicaciones del lobo sobre cómo abrir la puerta,
• pensamientos de Caperucita cuando ve a su abuela,
• diálogo entre Caperucita y el lobo,
• el lobo se come a Caperucita.
§ Alentar a las niñas y los niños a volver al texto fuente para recuperar algunas
expresiones, por ejemplo:
Ø Relean la parte del cuento en que Caperucita entra a la casa de su abuela para
fijarse qué es lo que hace antes de acercarse a la cama y cómo lo dice el texto.
§ Ofrecer un inicio. Por ejemplo:
Para aquellas niñas y aquellos niños que aún se esfuerzan mucho al escribir, la o el
docente puede ofrecer ayudas como las siguientes:
§ Comparte la producción del texto:
Ø “Por un ratito vos me dictás qué querés escribir y yo escribo. ¡Perfecto! Ahora
seguí vos.”
§ Brinda rápidamente información para resolver un problema vinculado con el sistema
de escritura:
Ø ¿Qué querés escribir? ¿Abrió las cortinas? Este es el cartel del mes de ABRIL,
fijate qué te sirve para escribir “abrió”, son varias las que te sirven.
25
La reescritura de la escena donde el cazador salva a Caperucita y la abuela resulta
más desafiante que la anterior: si bien el episodio que se solicita reescribir es conocido
por las niñas y los niños, no presenta una estructura tal fácilmente recordable como el
anterior. La organización en parejas es óptima en este caso porque favorece que sus
integrantes se ayuden mutuamente. Además, es posible rotar los roles del escribiente y
el dictante y esta rotación alivia el esfuerzo que significa ocuparse simultáneamente de la
composición del texto y del sistema de escritura.
Esta propuesta permite a las niñas y a los niños producir un texto en el que casi todo es
conocido: los hechos que se narrarán, los personajes que los protagonizan y el espacio
en el que suceden. Sin embargo, el desafío será inventar algunas formas de pensar,
actuar y decir de la protagonista que será más desconfiada al encontrarse con el
desconocido que la aborda en el bosque. En consecuencia, tendrán que inventar también
cómo reacciona y qué decisiones toma el personaje antagonista -el lobo- para llegar de
todos modos a la casa de la abuelita antes que Caperucita Roja. Esta es una restricción
a tener presente a lo largo del relato del episodio porque la historia tiene que continuar
de la misma manera.
26
se separan).
Como ya señalamos, habrá que destinar tiempo para conversar sobre el texto que se va
a producir, tomar notas de los acuerdos e imaginar posibles transformaciones de la
escena que se está reescribiendo. En esta oportunidad, en la instancia de planificación
del texto será imprescindible conversar detenidamente acerca de las transformaciones a
efectuar –lo que seguramente requerirá destinar más tiempo a planificar del que se ha
dedicado cuando se trataba de reescribir un episodio sin variaciones respecto al texto
fuente-.
Después de comentar con las y los estudiantes que la idea es reescribir la escena
donde Caperucita y el lobo se encuentran en el bosque, pero que esta vez la niña no
se dejará engañar tan fácilmente por ese desconocido, pueden realizarse intervenciones
como las siguientes:
§ Releer la escena que se propone reescribir y hacer un listado de los hechos más
importantes que suceden en esa parte de la historia. Por ejemplo:
• Encuentro del lobo y la niña en el bosque.
• Conversación entre Caperucita y el lobo (adónde va, qué lleva en la canasta,
dónde vive su abuela).
• Pensamientos del lobo.
• Intentos de distraer a Caperucita con el bosque.
• Caperucita se demora en el bosque. Se desvía.
• Llegada del lobo a la casa de la abuela.
Al avanzar con la planificación del episodio y tomar decisiones sobre las
transformaciones a efectuar, se podrá tachar, ampliar y/o modificar algunos de esos
núcleos narrativos originales.
§ Recuperar lo conversado acerca de las características de Caperucita Roja y el
lobo en los espacios de intercambio.
§ Recordar las reacciones de los cabritos en el cuento leído en la Actividad Habitual de
Lectura (“El lobo y los siete cabritos”) puede contribuir a pensar en cómo actúa alguien
que desconfía de las intenciones de otro, ya que cuando el lobo intenta engañar a los
cabritos para que le abran la puerta, ellos le van pidiendo “pruebas”. Conversar acerca
de las características de estos personajes y de sus reacciones relacionadas con las
recomendaciones que les había dado su madre.
Ø Ahora vamos a releer esa parte para fijarnos en cómo reaccionan los cabritos cada
vez que el lobo golpea la puerta de la casa, vamos a ver qué hicieron ellos
después de esas recomendaciones.
Ø Los cabritos desconfiaron del desconocido, ¿nos sirve esto para pensar en cómo
actuará Caperucita si desconfía del lobo?
§ Conversar acerca de la desconfianza que pudo haber sentido Caperucita Roja
al aparecer el lobo y sobre lo que pudo haber pensado ante sus propuestas,
relacionando esa desconfianza ante el desconocido con las recomendaciones de la
mamá, sobre las cuales seguramente ya se habrá intercambiado durante una
situación de lectura de las niñas y los niños por sí mismos.
Registrar lo que acuerden sobre estos aspectos y establecer vinculaciones con los
núcleos narrativos antes anotados permitirá a las niñas y a los niños recurrir a este
27
escrito mientras estén escribiendo.
Ø Recordemos las recomendaciones que la madre le dio a Caperucita Roja.
Habíamos dicho que ella le hizo caso en algunas y en otras no, ¿a cuál tendría que
hacerle caso en esta oportunidad para nuestra versión de este episodio?
Ø Pensemos en esta Caperucita, ¿qué sospechas y dudas puede haber tenido?
¿Algo en la actitud del lobo puede haberla hecho dudar?
Ø Los cabritos le pedían pruebas al lobo para asegurarse de que no los querían
engañar, ¿qué podría haberle respondido Caperucita al lobo si fuera menos
crédula?
Ø Quizá convenga que no persiga mariposas aunque le gusten mucho, así no se
desvía del camino.¿Qué le puede haber respondido al lobo cuando le insiste en
que disfrute del bosque?
§ Conversar acerca de cómo podría ser este bosque y cuáles otros elementos o
aromas podría tener para que este escenario le permita al lobo contar con nuevas
posibilidades de distraer a la niña.
Ø Tendríamos que describir más lo que puede haber en el bosque para que el lobo
tenga alguna otra excusa para tentar a Caperucita a que se distraiga y le dé más
tiempo a él para llegar.
Ø Podemos decir que había desde ‘inquietas ardillas hasta pajaritos de muchos
colores’, parecido a como lo dice en el cuento de Caperucita Feroz, así el lobo se
los señala para que ella juegue con esos animalitos.
§ Recuperar lo que se ha intercambiado acerca del bosque de este y otros cuentos,
así como el afiche en el que se listaron palabras y expresiones que describen ese
escenario. Será conveniente registrar lo que acuerden sobre las modificaciones a
realizar del escenario en vinculación con el modo de actuar de los personajes.
§ Ofrecer dos o tres sugerencias acerca de lo que pudo haber hecho el lobo para
llegar antes a la casa de la abuela, a pesar de que Caperucita no le haya creído y,
por lo tanto, no se haya desviado del sendero ni entretenido en el bosque. Por
ejemplo: el lobo conoce muy bien el bosque y encuentra por dónde ir, o bien el lobo
consulta con alguien que lo ayuda a encontrar un atajo más corto o despejado.
Como seguramente será esta escena la que las parejas de chicas y chicos
continuarán escribiendo por sí mismas, será productivo destinar un tiempo para
conversar sobre las posibilidades de desarrollo en la historia de cada una de esas
sugerencias:
Ø Pensemos que el lobo conoce muy bien el bosque, es su territorio, entonces ¿cómo
hará para llegar rápido a la casa de la abuelita a pesar de que Caperucita no se
distraiga en el bosque porque no le hace caso?
Ø Otra opción podría ser que el lobo hable con algún otro animal para que lo ayude
a llegar rápido. ¿Cuál podría ser? ¿Les parece el zorro que también es astuto?
¿Qué le recomendaría?
§ Ofrecer una consigna y un posible inicio como el siguiente:
Ø Vamos a escribir el encuentro de Caperucita y el lobo en el bosque a partir de acá:
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Durante la textualización6 la o el docente podrá hacer intervenciones como las
siguientes:
§ Releer mientras se está escribiendo para controlar la coherencia del relato, para
relacionar lo ya elaborado con lo que se escribirá a continuación, para que las niñas
y los niños adviertan algún problema que es necesario resolver.
§ Dar la palabra a diferentes estudiantes –no solo a quienes participan
espontáneamente- para que la escritura sea efectivamente colectiva.
§ Verbalizar algunas decisiones vinculadas a la organización del texto y al empleo de
signos de puntuación. Por ejemplo, la o el docente podrá decidir cuándo emplear
puntos y aparte y explicitar esta decisión al grupo (“Aquí voy a poner un punto y aparte
y sigo escribiendo debajo porque ahora vamos a escribir la parte en que Caperucita
llega a la casa de la abuela”), el uso de marcas de puntuación que indican las voces
de los personajes u otros signos que considera esencial emplear en el texto que se
está produciendo -por ejemplo, signos de interrogación-.
§ Releer algunos fragmentos de la escena del cuento leído para recuperar algunas
expresiones y consultar el plan de texto para decidir cómo continuar.
En muchos casos, también resulta conveniente para favorecer la participación más activa
de todas y todos realizar otras intervenciones:
§ Pedir que piensen en pequeños grupos cómo resolver un problema (por ejemplo, la
reiteración innecesaria de “Caperucita”) para luego poner en común las propuestas.
§ Solicitar que escriban por sí mismos, en pequeños grupos, una nueva propuesta del
lobo para distraer a Caperucita. Discutir las diferentes propuestas para definir
colectivamente cuáles se incorporan al texto compartido.
Cuando está terminada la primera versión del texto hasta el momento en que se separan
Caperucita Roja y el lobo, se realiza –también en forma colectiva- la revisión final (Ver en
este mismo punto “Tiempos para revisar lo escrito”).
Después de realizar una primera revisión global de la parte del texto producido de forma
colectiva, la o el docente podrá proponer que las niñas y los niños continúen escribiendo
por sí mismos -en parejas- la última parte: la escena donde el lobo se dirige a la casa de
la abuela y llega a destino antes que la niña. En el curso de la escritura, el o la docente
acompaña a las chicas y a los chicos con intervenciones semejantes a las desplegadas
en la propuesta de escritura antes presentada, además de las desarrolladas en las
Orientaciones para 2do. año en torno a “Ricitos de Oro” (pág.18).
6
Tal como ya se señaló en las Orientaciones en torno a “Ricitos de Oro”, durante la textualización, es
conveniente disponer de dos afiches o dos archivos de Word, de tal modo que sea posible uRlizar uno de
ellos como borrador e ir anotando en el otro las frases que se va acordando incluir en esa parte de la historia
que se está reescribiendo con las variaciones acordadas durante la planificación. El borrador es necesario
porque seguramente habrá disRntas propuestas formuladas por diferentes niñas o niños para una misma
acción del lobo para distraer a Caperucita o diferentes respuestas de la niña que muestren desconfianza
hacia el lobo. La o el docente podrá anotar estas propuestas para discuRr cuál expresa mejor lo que quieren
decir, cuál se parece más al lenguaje uRlizado en el cuento… En algunos casos, hará sugerencias para que la
idea quede “mejor escrita”.
29
Tiempos para revisar lo escrito7
No será necesario que la o el docente realice todos estos comentarios con todas las niñas
y todos los niños, sino que decidirá cuál o cuáles hace a cada quien según los problemas
de escritura que presentan los textos.
7
Recomendamos atender a las condiciones fundamentales a prever durante la revisión en el material para
2° año en torno a “Ricitos de Oro”. Año 2023. Apartado: Tiempos para revisar lo escrito (pág.18).
30
Por ejemplo:
Ø Fíjense si todas las veces que escribieron “Caperucita”, “abuela” y “lobo” lo
escribieron igual. Recuerden que pueden fijarse en las tarjetas de los nombres de
los personajes.
Ø Vos acá quisiste escribir ‘malvado’ (en MAO), fijate en tu cuaderno, en la ficha donde
caracterizamos al lobo, dónde está escrito “malvado” para ver si te faltan letras y
cuáles son.
Luego podrá focalizar en algunos problemas que las chicas y los chicos reconozcan o en
otros que considere relevante señalar, por ejemplo:
§ En el caso de que aún persistieran reiteraciones de la conjunción “y” que no hayan
sido resueltas durante la textualización, destina un tiempo para recuperar lo
reflexionado en el marco de la secuencia de “Ricitos de Oro” en torno a esta cuestión.
§ Hace notar –si las niñas y los niños no lo han advertido- la repetición de verbos que
introducen las voces de los personajes y recupera lo que se ha reflexionado sobre los
verbos del decir en el marco de la secuencia “Ricitos de Oro”. Luego, sugiere volver
al cuento “Caperucita Roja” para ampliar la lista de los verbos ya iniciada en aquella
secuencia. Finalmente, propone un intercambio en torno a alternativas de sustitución
de estos verbos no solo para evitar posibles repeticiones, sino también para
seleccionar aquellos que resulten más adecuados para expresar cómo habla, qué
siente y cuáles son las intenciones del personaje cuya voz se está introduciendo.
31
directamente referidas al cuento sobre el cual se está trabajando, en tanto que otras no
se relacionan con él.
§ Producir listas: se propone hacer una lista de los alimentos que Caperucita Roja
llevaba en su canasta (Ver: Anexo. La canasta para la abuelita) y de algunos otros
objetos que también podría haber llevado (Ver: Anexo. Más cosas para la abuela).
Estas listas podrán ser consideradas en el momento de acompañar a las niñas y los
niños a planificar las situaciones de producción de textos, tanto en la escritura
colectiva -el encuentro de Caperucita con el lobo en el bosque con la transformación
en las características de la protagonista-, como cuando las niñas y los niños
reescriben por sí mismos de forma individual -el episodio donde Caperucita llega a la
casa de su abuela y del otro lado de la puerta le dice a su “abuela” lo que le trae en
su cesta-.
Además, se podrán proponer otras listas –por ejemplo, qué prendas usó el lobo para
disfrazarse de abuela (Ver: Anexo. El disfraz del lobo)- así como plantear que se
rotulen las partes del cuerpo de este personaje (Ver: Anexo. El lobo feroz). Las
escrituras resultantes de ambas situaciones podrán ser retomadas durante la
planificación del texto del episodio.
§ Completar qué podría pasar de noche en el bosque de Zarzalabanda: A partir del
conocimiento del relato “Lobo Rojo y Caperucita Feroz” de Elsa Bornemann, la
actividad consiste en producir un texto breve en el que las chicas y los chicos imaginen
y relaten qué podrían haber visto los "pájaros madrugadores".
32
REFLEXIÓN SOBRE EL LENGUAJE
Una vez que las niñas y los niños hayan adquirido la base alfabética del sistema de
escritura, es importante dar lugar a una reflexión sistemática sobre la ortografía a fin de
que progresivamente comiencen a revisar y controlar lo que escriben apoyándose en
conocimientos que ya han adquirido y en fuentes confiables para consultar.
En cuanto a la restricción gráfica antes señalada, es frecuente que las niñas y los niños
que recién están consolidando la escritura alfabética alternen el uso de V y B –en general
y, en particular, delante de R o L- y puede ser que aún no se planteen dudas sobre esta
cuestión. Cabe señalar que las y los estudiantes se apropian de esta restricción más
fácilmente que de la alternancia C/QU, una alternancia que contradice el principio
alfabético, ya que un mismo sonido /k/ puede ser representado por tres grafías diferentes
(C, QU y K) y que C, usada delante de E o de I, corresponde a otro sonido (/s/).
Hacer progresivamente visibles estos problemas y proponer a las chicas y los chicos
situaciones de reflexión sobre ellos es central para que comiencen a adquirir algunas
normas convencionales de la escritura.
En general, es difícil tener certezas acerca de si una palabra se escribe con B o con V.
Sin embargo, en el caso que aquí estudiaremos se puede saber con toda seguridad cuál
es la letra que corresponde porque hay una regla que, por ser una restricción gráfica propia
de la escritura en castellano, no tiene ninguna excepción. Es por eso que resulta adecuado
plantear este problema a quienes recientemente se han apropiado de la escritura
alfabética.
33
Situación 1:
• Es muy frecuente que tengamos dudas acerca de en cuáles palabras usar la B larga,
esta que es de “Bruno”, “Bianca”, “bote” y cuáles palabras se escriben con V corta, que
es la de “viernes”, “Viviana”, “víbora”. Sin embargo, en algunos casos podemos estar
completamente seguros. Veamos cuáles son.
Ø Todas las palabras siguientes incluyen una B (larga). Fíjense si tienen alguna otra letra
en común:
En caso de que sea necesario, la o el docente puede hacer una pregunta más directa:
Ø Fíjense cuál es la letra que aparece después de la B en cada palabra.
Se constatará así que en todas esas palabras la B aparece delante de una R.
Situación 2:
Ø Vamos a pensar en las letras de estas palabras y tratar de observar qué tienen en
común:
Dado que esta actividad es similar a la anterior, seguramente las y los integrantes del
grupo se darán cuenta enseguida de que también se usa B en todas estas palabras, pero
la letra que aparece después es una L.
Situación 3
La o el docente propone averiguar si existe algún caso en que se pueda usar V delante
de R o de L.
34
• Recurrir a un diccionario, localizar las palabras que comienzan con V y tratar de
encontrar alguna que tenga R o L como segunda letra.
Esta actividad también se desarrollará en forma colectiva, de tal modo que la o el
docente sea quien elija y muestre –preferentemente proyectándolas, para que esté a
la vista de todas y todos- las páginas del diccionario en las que vale la pena realizar
esa búsqueda.
• Buscar en un diccionario on line una palabra que incluya la combinación VR: si se
escribe “avrir”, aparecerá inmediatamente “abrir”; si se escribe “povre”, aparecerá
“pobre” y lo mismo ocurrirá con cualquier otro intento similar.
Para que las y los integrantes del grupo se familiaricen con la regla gráfica establecida, la
o el docente podrá pedir que escriban otras palabras que presenten la composición gráfica
estudiada. Por ejemplo, a partir de ciertas imágenes preseleccionadas, se solicita que
escriban los nombres correspondientes: brócoli, brújula, abrelatas, sable, bloques, blusa,
cable.
Una vez finalizada esta reflexión ortográfica, la o el docente podrá proponer a las chicas
y a los chicos que revisen sus textos con la siguiente orientación:
Ø Fíjense si hay alguna palabra o algunas palabras que deberían ir con B porque luego
le sigue la L o la R y tienen que corregirla.
La o el docente podrá plantear a las chicas y a los chicos que al leer sus diversos escritos
-tanto los producidos en las situaciones vinculadas con “Caperucita Roja” como en otras-
ha advertido varias veces que una misma palabra aparece escrita de dos maneras
diferentes: “que” y “ce”; “ceso” y “queso”, “aquí” y “ací”…
La o el docente no espera que “el problema salga espontáneamente de las niñas y los
niños” y tampoco espera recibir inmediatamente una respuesta certera, sino que propone
algunas situaciones para pensar juntos, debatir y avanzar colectivamente hacia la
reconstrucción de la regla. Una secuencia de reflexión posible es la que se presenta a
continuación.
Situación 1
El propósito de esta situación es que las niñas y los niños adviertan que -en el conjunto
de palabras que se presentan-, para representar el sonido /k/ se usa C delante de A, O,
U y se usa QU delante de E/I.
Ø Acá tienen un conjunto de palabras. Les propongo que las lean y observen si llevan C
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o QU. Luego, ubíquenlas en el cuadro según consideren.
Luego de completar el cuadro, se pedirá a las niñas y a los niños que observen las palabras
incluidas en cada una de las columnas intentando elaborar una respuesta para el siguiente
interrogante: ¿cómo podemos saber cuándo se usa C y cuándo se usa QU? Se propone
que conversen en parejas y, si es necesario, se les puede sugerir una pista:
Ø Fíjense en las letras que siguen a C y a QU, ¿cuáles aparecen luego de C?, ¿y cuáles
después de QU? (Ver: Anexo. ¿Con C o con QU?)
Finalmente, propone una puesta en común a partir de las respuestas elaboradas por las
diferentes parejas. En los intercambios alienta a que observen en qué casos se usa C y
en cuáles QU.
Situación 2:
El propósito de esta situación es que las niñas y los niños adviertan que algunos
diminutivos se forman con la terminación cuyo sonido es /kito-kita/, que se escribe con
QU.
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Arco - arquito
vaca - vaquita
barco - barquito
muñeco- muñequito
mosca - mosquita
Luego de destinar un tiempo al intercambio entre las y los integrantes de cada pareja y a
la escritura de una respuesta, la o el docente indica una puesta en común de lo que han
comentado y escrito. Al retomar las respuestas e intercambiar sobre ellas, destaca que
las palabras de cada par pertenecen a la misma familia, es decir que están emparentadas
por su sentido y, sin embargo, cambia algo de su ortografía. Finalmente, propone escribir
entre todas y todos la conclusión que hayan podido producir hasta el momento. Se trata
de anotar lo que las y los niños advierten al analizar la ortografía de las palabras de la
manera más clara en que pueda expresarse, aunque sea una aproximación. Por ejemplo:
“Delante de E/I va QU para que suene /ke/ o /ki/”, o
“Después de QU siempre van E o I”.
Es probable que las chicas y los chicos formulen una conclusión como la siguiente:
“Delante de E/I siempre va QU y delante de A, O, U siempre va C”.
Para hacerles notar que falta algo en la formulación general que hicieron -ya que muchas
otras consonantes pueden ir delante de cualquiera de las vocales-, el o la docente puede
ofrecer contra-ejemplos:
Ø ¿Eso quiere decir que no puedo escribir “Perro”, “Luna”, “Tiza”, “Sal” ni “Sol”, porque
puse otras letras que no son ni C ni QU delante de E, U, I, A y O? Me parece que
tenemos que agregar algo en esa conclusión, ¿qué es?
Seguramente las chicas y los chicos se darán cuenta de que falta indicar que “siempre”
se usa C delante de A, O, U y QU delante de E o I cuando se trata de representar el
sonido /k/.
Situación 3
El propósito de esta situación es elaborar una respuesta para el siguiente interrogante:
Ø ¿Por qué no se puede usar C delante de I o de E para representar el sonido /k/?
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A partir de esta actividad, se podrá concluir que, cuando C aparece delante de E o de I,
corresponde al sonido /s/ y por eso ha sido necesario que otra grafía (QU) represente el
sonido /k/ delante de esas letras.
Al trabajar en otras secuencias a lo largo de segundo año, será posible ir registrando otras
palabras de uso frecuente en las que C se usa para representar el sonido /s/8.
Ahora bien, dado que no hay reglas que den cuenta de cuándo se usa C y cuándo S -o
Z- para representar el sonido /s/, la alternancia entre estas letras será objeto de estudio a
lo largo de la escolaridad y se realizará sobre todo a partir del estudio de familias de
palabras y de algunos rasgos morfológicos de la lengua (terminación de diminutivos en
“cito”, sufijo “azo”, verbos cuya raíz termina en Z, como “comenzar”, etc.).
Situación 4
El propósito de esta situación es que las niñas y los niños se familiaricen con la regla
elaborada acerca del uso de C/QU para representar el sonido /k/ al aplicarla en diferentes
situaciones.
Ø En estas oraciones, se han escrito ciertas palabras de dos maneras diferentes. Elijan
cuál de las dos posibilidades es la correcta (Ver: Anexo. Actividad 4).
Una vez finalizada la secuencia de reflexión sobre C y QU, la o el docente podrá proponer
a las chicas y lo chicos que revisen sus textos con orientaciones específicas como las
siguientes:
Ø Revisen su texto para ver si escribieron bien todas las veces la palabra “bosque”.
Ø Vuelvan a leer lo que escribieron para controlar si cada vez que escribieron “que” lo
hicieron con QU. Fíjense sobre todo en “¡qué manos grandes tienes!” y en las otras
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EnfaRzamos una vez más la importancia de conservar en el aula, a la vista de las y los integrantes del grupo,
fuentes de información que se van construyendo en el marco de situaciones de lectura y escritura coRdianas
–y también de reflexión- porque una misma escritura ofrece disRntas informaciones, no solo las vinculadas
a cuántas letras, cuáles y el orden en que van, sino también a aspectos ortográficos.
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exclamaciones de Caperucita cuando se sorprende por la apariencia del lobo
disfrazado de abuelita.
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