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PLAN DE ESTUDIOS DE LA EDUCACIÓN BÁSICA 2022

CAMPO FORMATIVO: LENGUAJES


DESCRIPCIÓN GENERAL DEL CAMPO FORMATIVO
FASE 1 Las formas de comunicación verbal en la primera infancia aparecen con la voz de la madre, del padre, las demás cuidadoras y los demás cuidadores. Con ellos se
inicia la identificación de la melodía y los ritmos de la lengua materna y comienza el diálogo entre el bebé y sus figuras de apego. Aunque todavía no reconocen los
Inicial significados de las palabras, son capaces de reconocer la prosodia de la lengua materna y comenzar a construir las reglas de lenguaje que les permitirán entrar en
la conversación social.

El lenguaje oral, las interacciones verbales dedicadas, son fundamentales para el buen desarrollo psicológico. Las y los bebés, niñas pequeñas y niños pequeños
se reflejan en las palabras adultas, aprenden a sintonizar emociones, a reconocerse. Los buenos apegos dependen en gran parte de las interacciones
comunicativas. En el caso de bebés, niñas y niños con un diagnóstico de sordera, es importante que desde esas edades se inicie con la comunicación basada en
gestos, expresiones corporales, y de ser posible se emplee la Lengua de Señas Mexicana (LSM).

Al inicio de la vida los estímulos visuales, auditivos, sensoriales, afectivos y del contexto son tan importantes como las palabras, los bebés leen el mundo en
compañía y sincronía con sus cuidadores, por lo cual la disponibilidad física y afectiva de éstos es un principio nodal para la interacción. Niñas y niños perciben de
manera atenta e intensa, incluso lo que no pueden nombrar. Son capaces de escuchar, observar, integrar, construir significados a través de todo lo que recogen
sensorialmente. Por eso hablamos de lenguajes en plural, no solo del lenguaje oral como experiencia significativa.

Los lenguajes involucran las experiencias artísticas en sus diversas modalidades, niñas y niños están preparados para participar en interacción con todos ellos: la
danza, el canto, la literatura, el dibujo, la pintura, los títeres, el teatro, la música, etcétera. Hay una estética personal temprana que se integra con información
lingüística filtrada desde el vientre a través de la voz, que más adelante se enriquece de olores, sabores, formas y colores de la cultura, ampliándose hacia la
mirada estética comunitaria. Cuanta más variedad y mayores oportunidades de arte y juego ofrezcamos a niñas y niños, más podrán adquirir nuevas perspectivas,
modificar la mirada a través de la observación, la apreciación y la expresión, que también se concreta en el juego. Las experiencias artísticas son un acto de gran
liberación, transmisión cultural y búsqueda de cada niña y niño. Ellas y ellos expanden su apreciación y construyen nuevos significados comunicando su mundo
interno. Estas experiencias están ligadas al poder de la ficción, las ensoñaciones, las narraciones y la contemplación; el imaginario siempre está en acción y trae
las voces de la cultura a una nueva realidad creada e inventada por la niñez.

La lectura y la escritura están en la base de la educación en todos los niveles educativos. Sin embargo, para Educación Inicial ambas experiencias tienen un
sentido amplio, ya que entendemos que las niñas y niños de 0 a 3 años “leen el mundo”, con todos los sentidos, desde que nacen, y a través de las mediaciones
lectoras que hacemos con ellos desde que ingresan a la Educación Inicial, con el acercamiento a los libros, comienzan a leer en el sentido convencional, es decir a
leer libros, que, a través de sus relatos, sus ilustraciones, sus ritmos, los convocan también a la experiencia con la cultura escrita. Las experiencias de las niñas y
niños y sus familias con la lectura en voz alta, con las palabras, los ritmos literarios, las creaciones artísticas, propician nuevas formas de entender el mundo y
describirlo. En el caso de niñas, niños y familias sordas, la promoción de la lectura es sumamente importante, ya que es una forma en la que se acercarán al
español en su modalidad escrita, lo que representa una segunda lengua para esta población. Es importante que en todo momento estas prácticas se acompañen
de la Lengua de Señas Mexicana (LSM) y de materiales ricos en imágenes.
FASE 2 Los lenguajes son herramientas para satisfacer diversas necesidades e intereses; son construcciones sociales dinámicas que contribuyen al desarrollo cognitivo,
emocional y valoral al utilizarlos las personas entre sí; es decir, para relacionarse consigo mismos y con el mundo. Contribuyen a diversos cometidos, tales como
Preescolar expresar, informar, apelar, crear vínculos, nombrar al mundo, generar identidades personales y grupales, desarrollar conceptos, dialogar, pensar, reflexionar sobre
el propio pensamiento y recrearse con los diversos lenguajes. Entre los lenguajes, algunos son propiamente lenguas o idiomas y en ellos predominan la
1°, 2° y 3°
convencionalidad; pero hay otros lenguajes, entre ellos los artísticos y las experiencias estéticas.

El objeto de aprendizaje de este campo formativo son los lenguajes y se abordan a través de su empleo reflexivo; esto es, las prácticas sociales de los lenguajes,
considerando procesos graduales de acuerdo con las características de edad, contexto y desarrollo de niñas, niños y adolescentes.

FASE 3
Las prácticas sociales del lenguaje son parte de las culturas; constituyen un saber comunitario dinámico que ha ido estableciendo cómo se debe decir lo que hay
Primaria que decir, según circunstancias y propósitos, e implican géneros discursivos que modelan aquello que se dice. Estas prácticas varían según los ámbitos y las
comunidades donde se emplean, incluso según la época; dependiendo del momento histórico de una lengua, las prácticas sociales del lenguaje pueden incluir
1° y 2° prácticas letradas, en ellas coexisten la oralidad y el empleo de diferentes tipos de textos escritos. Sin embargo, esto último es un hecho generalmente incipiente
para las lenguas indígenas, que hay que ir revirtiendo.

Las prácticas sociales de los lenguajes se emplean en distintos ámbitos o sectores de la actividad humana en tanto objeto de aprendizaje, en gran parte en la
escuela, pero también fuera de ella.
FASE 4

Primaria Estos ámbitos son dinámicos como el caso de las lenguas indígenas que están generando prácticas letradas que deben auspiciarse desde la escuela como ámbito
de la vida escolar; asimismo, las tecnologías digitales siguen configurando nuevas prácticas sociales que pueden variar según los contextos. Por todo lo anterior, el
3° y 4° lenguaje requiere de un aprendizaje situado, acorde con esas prácticas; su enseñanza en la escuela apela a la pericia del personal docente para identificar las
prácticas sociales usuales o necesarias del entorno de sus alumnas y alumnos, a fin de concretar los contenidos de este programa.

Según las particularidades de cada comunidad, al trabajar este campo formativo el personal docente organizará las lenguas presentes en la escuela de acuerdo
con el perfil sociolingüístico de los alumnos para distribuir el aprendizaje de primeras y segundas lenguas, ya sea: el español, las lenguas indígenas, los lenguajes
artísticos, el inglés como lengua extranjera y, en su caso la lengua de señas que utilicen. En el campo formativo de Lenguajes se desarrollan la oralidad y/o su
FASE 5
equivalente de señas, la lectura y la escritura, así como la interacción que se da entre ellas, en las lenguas correspondientes.
Primaria

5° y 6° En este sentido, se plantea que en educación preescolar las niñas y niños reciban enseñanza en su lengua materna; mientras que, en la educación primaria y
secundaria, se pueda avanzar en el desarrollo de una segunda lengua, especialmente en niñas, niños y adolescentes indígenas, lo anterior como se establece en
la Estrategia Nacional para la Enseñanza de las Lenguas y Culturas Indígenas y Afromexicanas, la cual considera diversas propuestas de atención, según los
diferentes escenarios sociolingüísticos en los que se encuentren las y los estudiantes, en los cuales la heterogeneidad de las lenguas y del grado de dominio de las
mismas está presente.

FASE 6 Por lo tanto, para el caso de las comunidades donde conviven diversas lenguas nacionales, es imprescindible considerar la equidad en la enseñanza y el empleo
de estas, así como la valoración sin distingos de ellas. Son lenguas nacionales tanto las lenguas indígenas como el español y la lengua de señas mexicana. Hay
Secundaria
que recordar que, aunque las niñas y los niños lleguen a la escuela con una adquisición avanzada de su lengua oral materna, la escuela tiene que contribuir mucho
1°, 2° y 3° a la continuidad de su desarrollo. Por eso, no es aceptable la idea de que la enseñanza debe enfocarse prioritariamente en la castellanización en el caso de los
niños hablantes de lenguas originarias. Desde hace muchos años el español se ha impuesto y ha venido desplazando a las lenguas indígenas, pero la escuela
tiene ahora la misión histórica de propiciar una formación justa, en la cual se valoren todas las lenguas por igual y se generen tanto oportunidades de uso, como
actitudes positivas hacia su empleo, dentro y fuera de la escuela.
La enseñanza de la lengua oral y la lengua escrita se refuerza con los contenidos de este campo y su uso en los otros tres, por lo que se requiere de la integración
en el manejo de estos como se ha señalado en el panorama general de la fase. La oralidad y la escritura son caminos para abordar conocimientos, por lo que no
tiene sentido postergar o dedicar menos atención a la enseñanza de unos contenidos sobre otros hasta que haya dominio de la escritura. Asimismo, la enseñanza
y utilización de lo oral y lo escrito han de amalgamarse en la escuela, como ocurre naturalmente, y no abordarse en estancos separados.

También son objeto de conocimiento, uso y reflexión en este campo formativo los símbolos, signos y diversos lenguajes que implican la producción y/o el empleo
de imágenes, sonidos, gestos, posturas, movimientos corporales, materiales diversos, comestibles; todo lo cual lleva a menudo a la búsqueda de lo estético y a su
disfrute. Esto implica una formación artística que ha de desarrollarse entretejida con diversos contenidos formativos y con el empleo de las lenguas.

Hay que tomar en cuenta que, además de las lenguas nacionales, existen grupos sociales en México que emplean lenguas que en procesos migratorios
ancestrales o recientes trajeron de otros países; o que hay quienes emplean sistemas de escritura como el Braille. Desde lo educativo hay que evitar la
discriminación y propiciar la inclusión sin la pérdida de identidad.

Mediante la oralidad, lectura, escritura, sensorialidad, percepción y composición, las niñas, los niños y las y los adolescentes, tendrán la oportunidad de explorar,
experimentar y producir creaciones individuales o colectivas que entrelacen los diferentes contextos en los que se desenvuelven para que reconozcan, comprendan
y usen la diversidad de formas de comunicación y expresión, donde relacionan signos con significados, a través de sistemas lingüísticos, visuales, gestuales,
espaciales y aurales o sonoros.

OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN INICIAL


FASE 1 General

Inicial Potenciar el desarrollo integral de niñas y niños de cero a tres años en un ambiente rico en experiencias afectivas, educativas y sociales, y el acompañamiento a
las familias en las prácticas de crianza.

Específicos

1. Generar condiciones para el acompañamiento afectivo y social de las crianzas.


2. Acompañar a las familias en la observación y el conocimiento de las necesidades de sus niñas y niños, enriqueciendo las prácticas de crianza.
3. Valorar los universos culturales y enriquecer las experiencias culturales de todos los niños y niñas de cero a tres años y sus familias.
4. Promover variados ambientes de aprendizaje ligados al juego y a las experiencias artísticas.
5. Impulsar un acercamiento a la lectura y a los libros desde los primeros días de vida.
6. Estimular las experiencias de lenguaje, considerando la inclusión de todas las lenguas maternas.
7. Contribuir al fortalecimiento de mejores condiciones de alimentación y vida saludable para niñas y niños de cero a tres años.
8. Dar visibilidad a los derechos de niñas y niños de cero a tres años en todos los planos, y trabajar para su cumplimiento.

FINALIDADES DEL CAMPO FORMATIVO PARA LA EDUCACIÓN PREESCOLAR, PRIMARIA Y SECUNDARIA


FASE 2 Este campo está orientado a que niñas, niños y adolescentes adquieran y desarrollen de manera gradual, razonada, vivencial y consciente, desde preescolar hasta
el término de la educación secundaria, un conjunto de saberes, conocimientos y habilidades, para que:
Preescolar

1°, 2° y 3°
● Utilicen ampliamente una o más lenguas, dependiendo de su contexto sociolingüístico, tanto en lo oral o en el empleo de señas. como en lo escrito; en distintas
FASE 3 funciones para satisfacer diversas necesidades e intereses.
Primaria
1° y 2°
● Participen en las prácticas sociales de los diversos ámbitos de la vida social de sus comunidades, empleando adecuadamente distintos géneros discursivos y
FASE 4 tipos de texto que sean pertinentes.

Primaria ● Sean capaces de conversar en situaciones formales e informales; planteen con claridad y asertividad sus opiniones, dialoguen con base en argumentos,
expresen las posibles diferencias ante la opinión de otros, tomen acuerdos colectivos; todo en un marco del respeto mutuo.
3° y 4°
● Valoren positivamente tanto las lenguas propias de su comunidad, como cualquier otra, independientemente de que sean o no hablantes de esta, manifestando
FASE 5 orgullo por las propias lenguas y respetando cabalmente las variaciones lingüísticas consustanciales a la diversidad étnica, cultural y lingüística.
Primaria ● Reflexionen sobre la veracidad de la información que circula en distintos medios, revisen más de un punto de vista y tomen postura ante los temas a partir de
estar informadas e informados.
5° y 6°
● Hacen uso reflexivo y crítico de las tecnologías digitales para fines comunicativos, de información y recreación.
FASE 6
● Narren experiencias y acontecimientos; describen objetos, lugares, fenómenos, personas y otros seres vivos; expresen sentimientos, sensaciones y
Secundaria
pensamientos de forma respetuosa y reflexiva; sigan instrucciones o las formulen para realizar distintos procesos y actividades; expongan información y
1°, 2° y 3° pensamientos propios, y argumenten sobre formas de entender algo y sobre opciones de actuación.
● Desarrollen un gusto selectivo por textos literarios de su interés y puedan recrearse con ellos individual y colectivamente, además de crear y compartir algunos.

● Aprecien distintos lenguajes, que se despliegan en diversas manifestaciones culturales y artísticas; que sean capaces de disfrutar una amplia gama de ellas, y
que se expresen y participen creativamente en algunas.
● Posean, tanto las y los estudiantes monolingües como bilingües, un conocimiento comunicativo, al menos elemental de otra lengua nacional o extranjera.

● Reflexionen sobre los recursos gramaticales, retóricos, expresivos y artísticos de las lenguas con las que interactúan, para valorar su riqueza y mejorar la
producción, interpretación y pertinencia de textos orales y escritos, tomando conciencia, en su caso, de las diferencias entre lenguas.

PRINCIPIOS RECTORES DE LA EDUCACIÓN INICIAL


FASE 1 1. Las niñas y niños son aprendices competentes, capaces de pensar, opinar, sentir y decidir, con base en la evolución de sus facultades y las experiencias que se
les brinden.
Inicial 2. Niñas y niños son sujetos de derechos y es responsabilidad de los adultos generar las oportunidades para que puedan avanzar en el descubrimiento y
exploración de su potencial, brindándoles seguridad y confianza.
3. Niñas y niños aprenden esencialmente a través del juego, por lo que debe garantizárseles experiencias en ese sentido que contribuyan a una progresiva
adquisición de autonomía, alimenten su capacidad creadora y favorezcan su aprendizaje, bienestar y libertad y felicidad.
4. Niñas y niños requieren recibir servicios educativos de calidad, que garanticen la seguridad, protección, provisión, participación y aprendizaje infantil, cuidando
que el entorno y las personas a cargo cuenten con las bases metodológicas, teóricas, normativas y operativas para la correcta implementación del servicio
educativo.
5. Las madres y padres de familia o tutores requieren recibir orientación y enriquecer sus prácticas de crianza a fin de alimentar las experiencias de aprendizaje de
las niñas y niños a través de ofrecerles cuidados afectivos, atención a sus necesidades básicas y acercamiento a la cultura.

ESPECIFICIDADES DEL CAMPO FORMATIVO POR FASE


FASE 2 En la Fase 2 de la Educación Básica, que corresponde a la Educación Preescolar, se espera que niñas y niños desarrollen y amplíen sus posibilidades para usar
diversos lenguajes, en distintos contextos y situaciones cotidianas, ya sea para comunicarse, interactuar y compartir su forma de percibir y entender el mundo, así
Preescolar como para expresar sus ideas, emociones, gustos, opiniones, pensamientos y saberes, a la vez que interpretan los de otras personas.
1°, 2° y 3°
Las niñas y los niños usan los lenguajes en su vida diaria, al tiempo que desarrollan una perspectiva cultural del lugar donde se desenvuelven, dando significado a
su propia cultura, lo que fomenta un sentido de pertenencia y de inclusión.

Es necesario que niñas y niños se expresen en su lengua materna —ya sea el español, alguna indígena, de señas, o extranjera y que, al interactuar entre sí,
conozcan la diversidad lingüística, étnica cultural o de capacidades, favoreciendo con ello el aprecio de su propia lengua e incluso que lleguen a aprender otra
distinta, como es el caso de niñas y niños de los pueblos originarios, quienes emplean el español como segunda lengua. Con respecto al inglés, se pretende que
usen y entiendan frases de uso cotidiano.

Niñas y niños recurren a distintos lenguajes —incluidos los artísticos— al convivir e interactuar en juegos y situaciones diversas, enriquecen su lenguaje oral, con
las experiencias que viven con sus pares y docentes, se familiarizan con las formas apropiadas para mantener una comunicación efectiva: escuchan lo que dicen,
mantienen la ilación al conversar, preguntan lo que les interesa saber, analizan los sonidos de las palabras y entienden su significado, aprenden palabras nuevas e
incluso juegan a inventarlas. El lenguaje oral ayuda a la expresión, comunicación e interpretación de ideas y pensamientos, a satisfacer necesidades personales,
sociales, y en un amplio sentido, a aprender.

Las niñas y los niños requieren oportunidades intencionadas y espontáneas que los reten a usar los lenguajes, en las que integren más de uno, en situaciones de
juego y aprendizaje; es decir, que combinen elementos y recursos al expresarse y comunicarse, puede ser que al hablar lo acompañen de gestos o señas; que
utilicen el lenguaje escrito para representar gráficamente una historia y la enriquezcan con lenguajes artísticos como la plástica, el baile o la música, así también
para crear momentos para la libre expresión que fomente la creatividad.

Es relevante crear momentos para la libre expresión que fomente la creatividad, así como brindar igualdad de oportunidades al considerar que todas y todos
participen de manera equitativa al expresarse y comunicarse en lo oral y a través del arte; dialoguen, conversen, narren, expliquen, jueguen con el lenguaje, vean y
escuchen, además de que lean textos libremente y desarrollen producciones de acuerdo con sus recursos o mediante el dictado.

En esta fase, niñas y niños disfrutan intensamente de los lenguajes artísticos al percibir, representar y recrear la realidad de formas distintas y también al expresar
su mundo interno, valorando las diferencias. Así, el acercamiento y experimentación con diversos elementos —colores, formas, texturas, movimientos, sonidos,
palabras o ritmos— y materiales, serán un medio propicio para provocar un efecto estético que potencie su imaginación, creatividad y emociones.

En relación con el lenguaje escrito se aprovecha el interés de niñas y niños por explorar, interpretar y disfrutar diferentes textos que tienen al alcance en su hogar,
escuela y comunidad y consiguen acrecentar, poco a poco, recursos personales para inferir lo que “ahí dice”, apoyándose en los contextos en los que se usan, las
imágenes que los acompañan y al escuchar su contenido en voces que leen para ellas y ellos; también producen textos usando recursos personales —dibujos,
símbolos— o letras, como un acercamiento a la cultura escrita.

Conforme vivan experiencias con los textos, establecerán las bases para apropiarse de las características de la cultura escrita; sin embargo, es relevante identificar
y respetar el ritmo de cada uno, entender que tendrán aproximaciones diferentes; lo fundamental es que reconozcan sus funciones, interpreten textos, sientan
gusto por explorarlos, usarlos, y que las diversas experiencias con el lenguaje escrito tengan sentido en sus procesos de aprendizaje.

FASE 3 En la tercera fase de educación primaria se busca propiciar que las niñas y los niños avancen en el uso gradual y continuo de múltiples lenguajes; en particular, la
adquisición de la lengua escrita cobra relevancia respecto de otros, porque comenzarán a formalizar la elaboración de ideas propias sobre las funciones y usos del
Primaria lenguaje lo que les permitirá reflexionar sobre sus convenciones, mediante actividades que conlleven la lectura y escritura en situaciones y contextos lúdicos,
estéticos, artísticos, de indagación, estudio u otros, así como desarrollar el pensamiento y las habilidades comunicativas.
1° y 2°

La adquisición de la escritura es un proceso que se realiza mediante la interacción directa con una diversidad de textos con un propósito y un significado en el
mundo cotidiano, a través de la lectura, escritura, representación, juego, estudio y compartición, no por medio de la producción y reproducción sin sentido de textos.
Dicho contacto con la escritura crea ambientes para que las niñas y los niños formulen hipótesis sobre la escritura misma, y que las vayan poniendo a prueba y
ajustando a partir de la comprensión e interpretación.

Para planear actividades puede ser muy útil distinguir entre la alfabetización en sentido amplio y restringido. La alfabetización en sentido amplio remite a la
apropiación de los usos y prácticas sociales; es decir, a las finalidades y formas culturales; mientras que en la alfabetización restringida se emplea la escritura
entendida como el aprendizaje de las letras y del sistema de escritura, como los métodos onomatopéyicos y el método Minjares. La segunda no puede prosperar si
no está inmersa en la primera; pretender enseñar las letras sin que al mismo tiempo se participe en prácticas sociales letradas propician dificultades en el proceso
de adquisición de la lengua escrita.

Por lo tanto, la labor del personal docente debe propiciar las maneras adecuadas para que sus alumnos y alumnas participen en actividades comunicativas con la
lengua escrita en la medida de sus posibilidades, aun cuando no dominen la escritura alfabética. Al mismo tiempo, tienen el reto de ayudar a los aprendices a
incrementar sus conocimientos sobre las letras y su empleo, aprovechando las mismas actividades comunicativas.

Asimismo, es necesario que las maestras y los maestros diferencien entre el aprendizaje de las letras y del sistema de escritura. Las letras son elementos del
sistema de escritura, así como lo son también otros signos; pero un sistema implica considerar cómo se relacionan y funcionan sus elementos. Comprender la
manera en que funcionan las letras en un sistema de escritura alfabético es un proceso de larga duración, en el cual los niños y las niñas van elaborando y
reelaborando sus propias ideas; ese proceso no puede ser sustituido por la enseñanza explícita de las letras. Algunos niños pueden conocer muchas letras sin
comprender su funcionamiento en el sistema, aunque a veces no lo manifiestan y utilizan unas pocas a su manera.

En contextos de diversidad lingüística, los niños y las niñas pueden llegar a la escuela con grados muy diversos de manejo de las lenguas orales que están
presentes en su entorno, y la enseñanza que se les brinde para apropiarse de otras lenguas debe tener en cuenta la heterogeneidad de sus conocimientos previos.
En dichos contextos, se requiere de una alfabetización donde la lengua materna ha de ser la principal vía para el aprendizaje de la lectura y la escritura, y la
segunda lengua ha de ser objeto de aprendizaje tanto en lo oral como en lo escrito. En todo caso, es fundamental que los aprendizajes se basen en el empleo con
significado de la escritura, evitando el manejo de letras solo en el plano de la sonoridad. Cabe notar que los niños y las niñas siguen un solo proceso para
comprender el sistema de escritura alfabético, pero necesitan información sobre los elementos particulares de la escritura de cada lengua.

En cuanto a los lenguajes artísticos las niñas y los niños han de comprender, mediante experiencias constantes, sus respectivas características, interacciones e
intenciones para crear e interpretar distintas producciones, promoviendo la exploración y combinación de sus elementos y cualidades: punto, línea, forma, color,
textura, duración, timbre, silencio, movimiento, espacio, entre otros.

En síntesis, el empleo de los lenguajes ocurre en los ámbitos escolar, familiar y comunitario, para lo cual resulta esencial que las y los docentes promuevan
actividades, en distintas lenguas (español, lenguas indígenas y de señas), situaciones y contextos, que permitan que las niñas y los niños se sensibilicen, exploren,
cuestionen, anticipen, reflexionen, dialoguen, comparen, infieran y encuentren otras formas de interactuar con manifestaciones culturales y artísticas, y con su
entorno natural y social.

FASE 4 En la fase cuatro de la educación básica, se busca generar las condiciones para que las alumnas y alumnos amplíen las posibilidades de participación en prácticas
sociales de los lenguajes, profundizando en los procesos de apropiación de la oralidad, lectura y escritura, así como de los lenguajes artísticos.
Primaria

3° y 4° Para ahondar en procesos relacionados con la oralidad, se pretende seguir promoviendo entre alumnas y alumnos la escucha activa y respetuosa introduciendo
prácticas de autorregulación y regulación entre pares; la negociación como medio para el establecimiento de acuerdos; la organización de las ideas mediante
estrategias básicas como la planeación de exposiciones; la expresión y comunicación de información y opiniones personales cada vez más reflexionadas,
sustentadas; el desarrollo paulatino de la seguridad y confianza en ellos mismos al participar en eventos sociales.

Asimismo, para profundizar en los procesos de apropiación de la lectura y la escritura convencionales, se promueve la lectura autónoma a través de la
identificación de propósitos y estrategias de búsqueda de información; el manejo crítico y responsable de la información y los medios de comunicación a través del
análisis de más de una fuente de consulta y del uso de recursos tecnológicos accesibles; el reconocimiento y uso reflexivo de aspectos gramaticales como puntos,
comas, signos de interrogación y admiración, mayúsculas y minúsculas; el empleo de estructuras, funciones y formas mediadas por reflexiones intra e
interculturales; la lectura y escritura autónomas de diversos tipos de textos —descriptivo, argumentativo, narrativo, conversacional— valiéndose de estrategias de
planeación, revisión, corrección y socialización, considerando propósitos previamente establecidos y destinatarios reales.

Así también, para que alumnas y alumnos profundicen en el aprendizaje de los lenguajes artísticos, en esta fase se espera que tengan una mayor aproximación a
los procesos de interpretación y representación de sus interacciones con otras personas y fenómenos naturales, con manifestaciones culturales y artísticas, y con
acontecimientos sociales en su comunidad y en el mundo; asimismo, se busca que experimenten, en propuestas creativas personales y colectivas, la combinación
expresiva de movimientos corporales, de ritmos visuales con formas, colores y texturas, de sonoridades con distintas duraciones, intensidades, tonos y timbres, y
en juegos dramáticos que incentiven su imaginación, con la finalidad de proponer, cada vez más, modificaciones a los espacios de su entorno escolar o
comunitario.

Para los contextos bilingües en los que tienen presencia, además del español, otras lenguas como las indígenas, Lengua de Señas Mexicana y sistemas
alternativos de comunicación, es necesario que no sólo se profundice en el uso de la oralidad —valorar la pertinencia con estudiantes sordos—, lectura y escritura,
sino que se propicie la participación en prácticas sociales del lenguaje bilingües, donde la segunda lengua enriquezca —y no sustituya— a la materna.

Con el propósito de profundizar en la apropiación de la oralidad, lectura, escritura y los lenguajes artísticos, las y los docentes deben reconocer que las y los
estudiantes pueden hallarse en etapas diferentes de dichos procesos; en ese sentido, algunos habrán consolidado la lectura y escritura convencionales, así como
en el empleo reflexivo de los elementos de las artes, mientras que otros requerirán de ayuda específica. Por ello, se espera que las y los docentes cumplan la
función de mediadores del aprendizaje y que consideren diversas estrategias que desafíen las posibilidades reales y los conocimientos de las alumnas y alumnos a
fin de potencializarlos.

FASE 5 Si bien, al concluir la educación primaria aún habrá mucho por aprender y perfeccionar sobre los lenguajes, se espera que durante la fase 5 las y los estudiantes
consoliden diversos usos de los lenguajes oral, escrito y artístico de manera que amplíen sus posibilidades de interactuar con autonomía, con creatividad y con
Primaria responsabilidad en cada contexto y situación, determinados por necesidades y disposiciones propias y de otros.
5° y 6°
En la última fase de la primaria, se espera que las y los estudiantes valoren a sus pares a través de las diferencias, y eso se vea reflejado en el empleo de un
lenguaje pertinente, basado en la inclusión. Así mismo, que reconozcan las ventajas de usar diversos lenguajes y sean capaces de crear combinaciones que
favorezcan la transmisión de sus emociones, sentimientos e ideas. Además, es importante que se brinden las herramientas necesarias para que quienes emplean
una lengua o un lenguaje diferente al de las mayorías tengan un mayor dominio de éste, para garantizar su plena participación en la sociedad empezando por la
escuela misma.

En cuanto a la oralidad, es necesario promover la planeación y el desarrollo de exposiciones sobre temas libres y específicos, para las cuales los estudiantes
hayan establecido propósitos comunicativos, indagado en diversas fuentes, organizado y seleccionado la información, elaborado apoyos gráficos, además de haber
ensayado para modular su ritmo y tono de voz; así mismo se debe buscar que como audiencia, los estudiantes escuchen de manera activa y respetuosa, tomen
nota, hagan preguntas que permitan seguir aprendiendo sobre el tema en cuestión. También es importante que se propicien espacios para el debate y la discusión
sobre temas de interés en los cuales las y los estudiantes expresen sus opiniones y escuchen las de los otros de manera respetuosa y crítica.

En cuanto al lenguaje escrito es importante que cada vez más las y los estudiantes lean y escriban con una mirada crítica, que aprendan a cuestionar lo que leen y
que revisen en lo individual y colectivo lo que escriben a fin de ser asertivo y lograr los propósitos sociales que establezcan previamente. Será necesario fomentar
la búsqueda autónoma de diversos materiales de lectura a partir de propósitos de estudio y de interés personal, enseñar a comparar información, a distinguir
aquella que sea engañosa, a leer más allá de las letras. En esta fase podrán consolidar la planeación de textos, su escritura y diversas formas de revisión y edición.
Además de analizar de manera objetiva sus producciones escritas cumplen los propósitos comunicativos para los que fueron hechos y de no ser así, distinguir lo
que es necesario mejorar.

Respecto a los y las estudiantes en el medio indígena, es indispensable favorecer prácticas orales y escritas en forma bilingüe; es importante propiciar la escritura
comunicativa en lengua indígena, enseñando a los niños las normas de escritura y gramaticales en los casos en que estas existan consensadas, o bien,
orientándolo en otras situaciones para buscar alternativas de escritura comprensibles; además, dado que aprender la lengua escrita tiene sentido si se usa, es
fundamental contribuir al acopio, producción, conservación y uso en la escuela de textos legibles en lengua indígena, incluyendo manuscritos.

En cuanto al uso de los lenguajes artísticos, en esta fase se busca que las y los estudiantes, combinen diferentes elementos de las artes en distintas secuencias y
patrones, para expresar sensaciones, emociones, ideas e intereses a través de recreaciones y producciones propias, experimentando con diversas posibilidades
expresivas. Asimismo, se fomenta la creación de espacios de apreciación, reflexión, análisis, interpretación y representación de distintas manifestaciones culturales
y artísticas y sus simbolismos, así como la conformación de nuevos significados que contribuyen a fortalecer su identidad y sentidos de pertenencia.

FASE 6 El Campo Formativo de Lenguajes para la fase 6 se compone de las asignaturas Lengua y Cultura Indígena como primero o segundo idioma, Español, Artes e
Inglés. Esta fase distingue contenidos y procesos de aprendizaje específicos para cada una de ellas.
Secundaria

1°, 2° y 3° De acuerdo a lo señalado en la Estrategia nacional para la enseñanza de lenguas y culturas indígenas y afromexicanas, el aprendizaje de estas lenguas nacionales
en secundaria, al igual que en preescolar y primaria es imperativo, tomando como punto de partida el perfil sociolingüístico de la escuela, de manera que no se
trata de impulsar una secundaria indígena, sino que las modalidades ya existentes respondan a la necesidad de enseñar las lenguas indígenas a partir de las
cultura que les da sentido, de ahí que sea importante resaltar que sin importar el contexto rural o urbano, la lengua indígena tiene cabida en donde estén los
alumnos indígenas, sean o no hablantes del idioma de su pueblo originario. En la estrategia nacional, las escuelas encontrarán los componentes en torno a la
operación de esta asignatura: personal docente, el diagnóstico sociolingüístico para determinar el escenario de enseñanza, así como herramientas para el codiseño
de contenidos.

En este programa sintético se presentan los contenidos a impartirse para la enseñanza de la lengua indígena tanto como lengua materna, así como segunda
lengua. Los contenidos son de dos tipos: aquellos que aluden a la reflexión y análisis general en torno la diversidad lingüística y los dirigidos al estudio y/o
aprendizaje de las variantes lingüísticas. Estos contenidos se organizan en torno a las prácticas sociales y culturales de las lenguas amerindias, entre las que
destacan: el territorio, el tequio, la milpa, el lenguaje ritual, la fiesta comunal, dos contenidos más en torno a las prácticas sociales de lenguaje de la o las variantes
lingüísticas que se consideren relevantes de incluir, tomando como referente el contexto sociolingüístico de la escuela y uno más en torno al estudio de la
estructura de la lengua o lenguas que se vayan a trabajar en la escuela.

Lo anterior implica en el marco de contextualización general, que el conjunto de contenidos en torno a las prácticas sociales y culturales de la lengua indígena
(variante lingüística) del contexto, se especificará en el proceso de codiseño de este programa sintético. En este mismo sentido, se anotan pistas sobre los
procesos de desarrollo de aprendizaje alineados a tales contenidos como sugerencia para el trabajo de codiseño.

La intención es que la lengua indígena, al ser parte del campo de lenguajes, coexista con la asignatura de español, asumiendo que ambas lenguas están en
contacto permanente y que también ambas deben enseñarse de acuerdo a lo niveles de bilingüismo de los estudiantes, lo anterior servirá al personal docente para
tomar la decisión del tiempo que se dedica a la enseñanza de la lengua indígena, del español y del inglés, así como sus enfoques, estos son, como primeras o
segundas lenguas.
Es importante enfatizar que la enseñanza de las lenguas indígenas en secundaria implica para las juventudes hablantes continuar el estudio y desarrollo de su
lengua y con ello fortalecer los procesos de bilingüismo con el español. Para las juventudes no hablantes conlleva reestablecer la comunicación con miembros de
su familia y de su comunidad para contrarrestar la pérdida y desplazamiento de los idiomas indígenas. Por ello, frases como “deben aprender sólo español porque
ya están en secundaria” o “para qué estudiar la lengua indígena, de qué sirve” forma parte de las reflexiones a abordar en los contenidos, no sólo dirigido a los
estudiantes sino también a la comunidad docente.

La finalidad es que el aprendizaje de dos o tres lenguas les permita a las y los jóvenes que cursan esta fase, desarrollar saberes para comunicarse y expresarse de
manera pertinente y asertiva en los ámbitos familiar, escolar y comunitario, a través de los lenguajes oral, escrito, corporal, visual, sonoro, háptico (táctil), con la
intención de reconocer, apreciar y valorar la diversidad de interacciones; además, se fomenten experiencias que afiancen nociones, valores y habilidades
adquiridas en las fases anteriores. Es necesario que profundicen en el uso y conocimiento de las convenciones relativas a las estructuras, funciones y recursos de
los lenguajes y favorezcan estrategias para seguir desarrollando la percepción, la comunicación, la investigación y la argumentación.

Para favorecer la relación con los ejes articuladores, se estructuran los contenidos a partir de promover la reflexión y el análisis de una variedad de lenguajes que
posibilite seguir construyendo una identidad personal y colectiva; plantear propuestas creativas de solución a problemas de la comunidad; disfrutar y gozar de la
interpretación y creación de manifestaciones culturales y artísticas; rescatar y recuperar la memoria colectiva; resignificar y fortalecer vínculos con la familia,
escuela, comunidad y naturaleza; expresar y difundir ideas de vida saludable; y conocer y valorar el empleo de sistemas alternativos y aumentativos, como una
forma para favorecer ambientes inclusivos.

Resulta fundamental que las y los jóvenes reconozcan, comprendan y compartan lo que sucede y forma parte de su contexto, a fin de explicar las relaciones con
las personas, objetos cotidianos o fenómenos naturales y sociales. Asimismo, que investiguen, reflexionen, argumenten, interpreten y expresen información,
saberes, ideas, sensaciones, emociones y sentimientos, usando elementos y recursos de los lenguajes en procesos creativos y comunicativos, para difundirse en
el aula, la escuela y la comunidad.

Se pretende que continúen desarrollando su sensibilidad, percepción, imaginación y creatividad por medio del gozo estético, además de considerar a los lenguajes
artísticos como medios de aprendizaje que amplían sus posibilidades expresivas y comunicativas. También se busca que amplíen sus horizontes al valorar el papel
de las manifestaciones culturales y artísticas como una vía para la construcción de la identidad personal y colectiva.

Puesto que las y los adolescentes se encuentran en la definición de su personalidad e identidad, es relevante fomentar el aprecio y el respeto por la diversidad
étnica, cultural, lingüística, sexogenérica y de capacidades, condiciones, necesidades e intereses. Asimismo, se propicia que practiquen el diálogo intercultural e
inclusivo, la colaboración, la participación y la reflexión hacia la eliminación de prejuicios y estereotipos, fortaleciendo con ello el tejido social.

Se sugiere gestionar estrategias dialógicas, así como espacios de interacción igualitaria para respetar las diferentes maneras en que las y los adolescentes
manifiestan su identidad y sentido de pertenencia; tomar en cuenta las culturas infantiles y juveniles para considerar necesidades, gustos, intereses, reflexiones,
voces y miradas que las y los estudiantes tienen acerca del mundo.

Esta última fase profundiza en dos grandes procesos comunicativos, la recepción y la expresión, a partir del uso y análisis de textos y creaciones artísticas que
adquieren significado por y para el contexto. Fomenta el aprecio e interpretación de diferentes manifestaciones culturales y artísticas; promueve formas de
compartir experiencias individuales y colectivas para favorecer la alteridad; impulsa el acceso a saberes y estrategias para seguir aprendiendo. Así, se contribuye al
conocimiento, composición, disfrute de los lenguajes, a la construcción de las identidades, al reconocimiento y valoración del entorno natural, la diversidad del país
y del mundo, al tiempo que permite la recuperación y difusión de la memoria colectiva.

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