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CASACIÓN N.

° 232-2017 ANCASH
Sentencia en Casación, Año XXIV/ N.° 786 (El Peruano, 04/03/2020, p. 331)
Proceso Nulidad de acto jurídico

Lima, diez de agosto de dos mil dieciocho.

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista


la causa número doscientos treinta y dos - dos mil diecisiete; en Audiencia Pública de la fecha,
efectuado el debate y la votación correspondiente, emite la presente sentencia:

I. MATERIA DEL RECURSO

Se trata del recurso de casación interpuesto por Deyfilia Práxcides Oberto Torres a fojas setecientos
cincuenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas setecientos veintidós, de fecha veintidós de julio
de dos mil dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Áncash, que
revocó la sentencia apelada de fojas seiscientos veintinueve, de fecha diecinueve de febrero de dos
mil quince, que declaró fundada la demanda de Nulidad de Acto Jurídico; y reformándola, declaró
improcedente dicha demanda.

II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO

Esta Sala Suprema, mediante la resolución de fojas cuarenta del presente cuadernillo, de fecha
veinticuatro de marzo de dos mil diecisiete, ha estimado declarar procedente el recurso de casación
por la causal de infracción normativa de derecho procesal del artículo 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú. Sostiene la recurrente que la sentencia impugnada, además de ser insuficiente,
resulta deficiente; pues, las premisas de las que ha partido el Ad quem no han sido confrontadas, lo
que implica una falta de motivación interna del razonamiento; ya que, existe invalidez de las inferencias
a partir de las premisas establecidas previamente por el A quo en su decisión; toda vez, que la
inferencia que se extrae no es verdadera en todos sus extremos. La compraventa, cuya nulidad se
pretende, fue celebrada en virtud a la Resolución de Alcaldía número 575-2002-MPH- A que constituye
una actuación de la administración pública; en consecuencia, debe ser impugnada bajo los alcances
de la Ley que regula el Proceso Contencioso Administrativo, esta inferencia no es verdadera ni
aplicable para el caso concreto que nos ocupa; pues, si bien la administración pública genera actos
administrativos que son declaraciones de las entidades públicas en el marco de las normas de derecho
público, destinadas a producir efectos sobre los intereses, obligaciones o derechos de los
administrados, también generan actos jurídicos denominados actos jurídicos de derecho privado, en
los que interviene desprovisto de su facultad de imperio, en el que la entidad estatal está en un plano
de igualdad con los particulares con quienes celebra el acto jurídico, el cual se encuentra regulado por
las normas relativas al ámbito del derecho privado, entre ellas el Código Civil.

III. CONSIDERANDO

PRIMERO. Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine es necesario hacer un


breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se advierte que por escrito de fojas
diecisiete a veinte, Deyfilia Práxcides Oberto Torres interpone demanda de Nulidad de Acto Jurídico
contra Eliseo Rufino Cacha Figueroa y María Asunción Natividad Cabello respecto de la compraventa
de bien inmueble celebrada por la Municipalidad Provincial de Huaraz a favor de los codemandados,
solicitando además la nulidad del asiento registral anotado en la Ficha Registral número 11022665.
Como fundamento de su demanda, sostiene que: a) Desde el año mil novecientos ochenta tiene en
posesión un lote de terreno de aproximadamente treinta y dos punto cincuenta y tres metros cuadrados
(32.53 m2); sin embargo, cuando se disponía a solicitar su título de propiedad, ha tomado
conocimiento que con fecha diecinueve de diciembre de dos mil dos, los codemandados (vecinos
suyos) celebraron un contrato con la citada Municipalidad sobre la compraventa de un lote de terreno
de doscientos noventa y cuatro punto cuarenta y cuatro metros cuadrados (294.44 m2); y, b) Sin
embargo, dicha compraventa debió haberse realizado solo sobre el área de doscientos cincuenta y
cuatro punto cuarenta y tres metros cuadrados (254.43 m2) y no sobre los doscientos noventa y cuatro
punto cuarenta y cuatro metros cuadrados (294.44 m2), por ser inexacta e irreal.
SEGUNDO. Tramitada la demanda según su naturaleza, el A quo, mediante la sentencia de fojas
seiscientos veintinueve, de fecha diecinueve de febrero de dos mil quince, declaró fundada la
demanda; en consecuencia, nulo el acto jurídico contenido en el contrato de compraventa otorgado por
la Oficina de Saneamiento Inmobiliario (Municipalidad Provincial de Huaraz) a favor de los
demandados; disponiendo que se cancele el asiento registral inscrito en la Ficha número 11022665.
Como fundamentos de su decisión sostuvo, que: i) La Resolución de Alcaldía número 575-2002-MPH-
A, que resolvió expedir el título de propiedad respecto del Lote número 10, de la manzana 06, a favor
de los demandados, consigna un área que los mismos emplazados e informe técnico respectivo
indicaban que no se encontraban en posesión; así el contrato de compraventa número 0216-133-2002
enajena un área mayor a la que poseían los demandados; ii) En consecuencia, el aludido contrato es
nulo por fin ilícito, dado que fue celebrado en base a una resolución que contenía un hecho que no se
ajustaba a la realidad; esto es, que los demandados mantenían la posesión pacífica, continua y pública
respecto al área de doscientos noventa y cuatro punto cuarenta y cuatro metros cuadrados (294.44
m2), cuando en el mismo trámite administrativo se determinó que un área de cuarenta metros
cuadrados (40.00 m2) no era poseída por los adjudicatarios.

TERCERO. Apelada la mencionada resolución, la Sala Superior, mediante la sentencia de fojas


setecientos veintidós, de fecha veintidós de julio de dos mil dieciséis, resolvió revocarla y declarar
improcedente la demanda. Como sustento de su decisión señaló que: i) El procedimiento
administrativo que generó la compraventa del predio litigioso a favor de los demandados, fue realizado
en virtud a la Resolución de Alcaldía número 575-2002-MPH-A; por tanto, inequívocamente constituye
una actuación de la administración pública y, en consecuencia, se encuentra dentro de los alcances de
lo estipulado en la ley que regula el proceso contencioso administrativo; ii) En ese sentido y como
quiera que dichos actos administrativos emanan de la potestad pública, emitidos después de un
procedimiento administrativo, no es posible admitir la pretensión de Nulidad de Título Administrativo en
la vía civil, al amparo del Código Civil, el cual no regula las causales de nulidad de actos
administrativos, que están previstos en el artículo 10 de la Ley número 27444; en consecuencia, tales
títulos administrativos son impugnables, tanto en sede administrativa, como a nivel judicial, mediante la
interposición de un proceso contencioso administrativo.

CUARTO. Estando a los fundamentos del recurso que nos ocupa, es necesario destacar que el debido
proceso es un derecho complejo que está conformado por un conjunto de derechos esenciales los
cuales impiden que la libertad y los derechos de los individuos sucumban ante la ausencia o
insuficiencia de un proceso o procedimiento, o se vean afectados por cualquier sujeto de derecho
(incluyendo el Estado) que pretenda hacer uso abusivo de estos. En ese sentido, es menester recalcar
que el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú consagra como principio rector de la
función jurisdiccional, dentro de nuestro ordenamiento jurídico, la observancia del debido proceso.
Este, conforme a la interpretación que reiteradamente ha efectuado la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, exige fundamentalmente que todo proceso o procedimiento sea desarrollado de
forma tal que su tramitación garantice a las personas involucradas en él, las condiciones necesarias
para defender adecuadamente y dentro de un plazo razonable los derechos u obligaciones sujetos a
consideración 1.

QUINTO. En ese sentido, la motivación de las resoluciones judiciales constituye un elemento del
debido proceso y, además, se ha considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional,
consagrado en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma constitucional
que ha sido recogida en el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
en el inciso 6 del artículo 50, e incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil, cuya infracción
origina la nulidad de la resolución, conforme lo disponen las dos últimas normas procesales señaladas.
Una motivación adecuada conlleva la justificación lógica, razonada y conforme a las normas
constitucionales y legales, así como con arreglo a los hechos y petitorios formulados por las partes; en
consecuencia, una motivación adecuada y suficiente comprende tanto la motivación de hecho o in
factum (en la que se establecen los hechos probados y no probados mediante la valoración conjunta y
razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a petición de parte como de oficio,
subsumiéndolos en los supuestos fácticos de la norma) y la motivación de derecho o in jure (en la que
se selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una adecuada interpretación de la misma)

SEXTO. A fin de determinar si un pronunciamiento específico ha cumplido con el deber de motivación,


en los términos antes reseñados, conviene recordar que, según lo ha sostenido esta Suprema Corte:
“el cumplimiento de este deber no se satisface con la sola expresión escrita de las razones internas o
sicológicas que han inclinado al juzgador a decidir la controversia de un modo determinado, sin
importar cuáles sean estas; sino que, por el contrario, exige necesariamente la existencia de una
exposición clara y coherente en la sentencia que no solo explique, sino que justifique lógicamente la
decisión adoptada, en base a las pruebas y demás hechos acontecidos en el proceso, y en atención a
las normas jurídicas aplicables al caso”2.

SÉTIMO. Estando a lo expuesto, tenemos que la Sala Superior ha sustentado su decisión en que el
contrato de compraventa cuestionado se funda en actos administrativos que emanan de la potestad
pública, emitidos después de un procedimiento administrativo; por lo que, según su criterio, no es
posible admitir la pretensión de Nulidad de Título Administrativo en la vía civil.

OCTAVO. Ahora bien, conforme es de verse de la demanda incoada, así como de los puntos
controvertidos fijados en la audiencia de conciliación de fecha diecinueve de abril de dos mil diez, la
pretensión de la accionante tiene por objeto, entre otros, determinar si el acto jurídico contenido en la
escritura pública de compraventa, se ha realizado en forma ilícita al haberse transferido un área de
doscientos noventa y cuatro punto cuarenta y cuatro metros cuadrados (294.44 m2), cuando la medida
exacta y real del predio solo alcanzaba los doscientos cincuenta y cuatro punto cuarenta y tres metros
cuadrados (254.43 m2).

NOVENO. En este contexto, es preciso tener en cuenta que de conformidad a lo previsto por el artículo
140 del Código Civil, el acto o negocio jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear,
regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas, requiriéndose para su validez la concurrencia de
determinados requisitos como agente capaz, objeto física o jurídicamente posible, fin lícito, y
observancia de la forma prescrita por la ley bajo sanción de nulidad; de modo tal, que la ausencia de
alguno de esos elementos estructurales del acto jurídico, acorde a lo previsto por los artículos 219 y
221 del Código Civil, acarrea la invalidez del mismo por nulidad o anulabilidad 3.

DÉCIMO. En ese orden de ideas, debemos señalar que si bien es verdad que el contrato de
compraventa cuestionado es el resultado de un procedimiento administrativo; también lo es, que la
causal invocada por la accionante (fin ilícito) está referida a aquella que contraviene las normas que
interesan al orden público o a las buenas costumbres; por tanto, atendiendo a que el ordenamiento
jurídico no ampara el fraude, este Supremo Tribunal estima que la naturaleza de la causal invocada
habilita a la recurrente a cuestionar el acto jurídico, que se califica de ilícito, en la vía civil.

DÉCIMO PRIMERO. Del mismo modo, esta Sala Suprema considera que en el caso concreto debió
tenerse en cuenta que el derecho de acceso a la justicia, como componente del derecho a la tutela
jurisdiccional, no puede ser conculcado, pues ante la existencia de situaciones como la presente, este
derecho debe ser interpretado en el sentido más favorable para la efectividad del derecho a la tutela
judicial; para ello los juzgadores deben aplicar el principio pro actione y pro homine, sobre el cual el
Tribunal Constitucional ha señalado que impone que, en lugar de asumirse la interpretación restrictiva
e impedir el derecho a la efectiva tutela jurisdiccional, se opte por aquella que posibilite a los
recurrentes el ejercicio de dicho derecho4; sin embargo, dichas reglas no han sido observadas en este
caso, lo cual contraviene el derecho a la tutela jurisdiccional; concretamente, el derecho de acceso a la
justicia; por tanto, el presente recurso merece ser amparado.

DÉCIMO SEGUNDO. En consecuencia, la sentencia de mérito vulnera el contenido esencial de la


garantía constitucional de la debida motivación contemplada en el inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú; pues, dicha sentencia no ha tomado en cuenta los principios y derechos
que conforman la tutela jurisdiccional efectiva; por tanto, se debe declarar su nulidad, de conformidad
con lo establecido por el artículo 396 inciso 3 del Código Procesal Civil, debiendo renovarse los actos
procesales viciados; es decir, la Sala Superior debe emitir nueva sentencia, de conformidad con las
consideraciones previamente vertidas.

IV. DECISIÓN

Por los fundamentos expuestos y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Deyfilia Práxcides Oberto Torres a fojas
setecientos cincuenta y uno; por consiguiente, CASARON la sentencia de vista de fojas setecientos
veintidós, de fecha veintidós de julio de dos mil dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Áncash; en consecuencia, NULA la misma; ORDENARON a la Sala Superior
de su procedencia emitir nueva resolución, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en los
consideran- dos precedentes; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Deyfiia Práxcides Oberto Torres contra
Eliseo Rufino Cacha Figueroa y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Señor Juez Supremo Calderón Puertas, por licencia de la Señora Jueza Suprema Cabello
Matamala. Ponente Señor Ordóñez Alcántara, Juez Supremo.

SS. ROMERO DÍAZ, CALDERÓN PUERTAS, ORDÓÑEZ ALCÁNTARA, DE LA BARRA BARRERA,


CÉSPEDES CABALA.

EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR JUEZ SUPREMO CALDERÓN PUERTAS, ES COMO SIGUE:

Coincido con el voto del Señor Juez Supremo ORDÓÑEZ ALCÁNTARA, por los siguientes
fundamentos: 1. Si bien el contrato de compraventa cuya nulidad se deduce deriva de un expediente
administrativo, puede apreciarse que en el referido negocio jurídico, la Municipalidad demandada,
actúa como particular, por lo que su comportamiento se sujeta a las normas del Código Civil, no siendo
materia de impugnación resolución administrativa alguna. 2. Además, ninguna de las partes cuestionó
la competencia del juzgado, ni formuló la excepción respectiva, de forma tal que una sentencia
inhibitoria trece años después de presentada la demanda, lo único que hace es impedir la solución de
la controversia jurídica, en abierta contradicción con lo dispuesto en el artículo III del Título Preliminar
del Código Procesal Civil. 3. Debo precisar que mi decisión se circunscribe a lo que ha sido materia del
recurso de casación, por lo que ello no significa pronunciamiento con respecto a la causal por la que se
solicita la nulidad del acto jurídico.

S. CALDERÓN PUERTAS.

1. Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-9/87 “Garantías Judiciales en


Estados de Emergencia”, San José: 6 de octubre del 1987, párrafo 28.

2. Sala Civil Permanente, Casación N.° 6910-2015, Lima 18 de agosto del 2015.

3. Sala Civil Transitoria, (ponente: Sr. Juez Enrique Mendoza), Casación N.° 1319-2016 Arequipa,
Lima: 15 de marzo del 2017.

4. Tribunal Constitucional, Expediente N.° 02061-2013-PA/TC, Lima: 13 de agosto del 2014.

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