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Así era Porfirio Díaz 1830-1915.

Los nuevos ricos de Juárez.

HISTORIA DE MÉXICO

Otra barbaridad cometida por el gobierno de Juárez


fue lo que le hicieron a los restos momificados de fray
Servando Teresa de Mier. En 1823 fue declarado héroe
nacional por Guadalupe Victoria, y lo alojó en Palacio
Nacional, a su muerte se le enterró en Santo Domingo.

Fray Sevando había sido condenado a 10 años de


prisión por ser un Insurgente a favor de la
Independencia, escapó y viajó por Europa para promover la emancipación de la Nueva España, en
París conoció al maestro de Simón Bolívar, en 1817 regresó con Xavier Mina para luchar.

Fue capturado una y otra vez pero escapaba de prisión de igual manera, al terminar la
Independencia tuvo pensión vitalicia y vivió en Palacio Nacional, a su muerte fue enterrado en
Santo Domingo, pero en 1861 Benito Juárez ordenó destruir los conventos virreinales.

Uno de ellos fue el convento de Santo Domingo, en su osario encontraron unas momias, el vulgo y
los allegados de Juárez supusieron con gran ignorancia que eran restos de renegados y judaizantes
condenados y emparedados por la Inquisición.

La realidad fue que a fray Servando lo habían exhumado en 1842 y al encontrar sus restos
incorruptos lo trasladaron al osario del convento, en 1861 entraron los trabajadores de Juaréz a
demoler todo a su paso y buscar tesoros, entonces hallaron las momias en el osario.

Estos destructores de monumentos del gobierno de Juárez eran personas muy ignorantes que
además de destruir la herencia arquitectónica de la ciudad estaban saqueado los conventos y las
tumbas, en su idiotez supusieron eran momias de la inquisición por estar al frente del convento.

A un empresario se le ocurrió la brillante idea de comprar esas momias incorruptas ¡para un


espectáculo! Bernabé de la Parra compró los restos de fray Servando y se los llevó para exhibirlos
en un circo trashumante en Argentina como víctimas de los crímenes de la Inquisición.

Así los restos de uno de los héroes de la Independencia fue a parar en un circo en Argentina
gracias al Benemérito, esos días fueron terribles para la ciudad, por toda la urbe se escuchaba el
estruendo de la demolición y destrucción ordenada por Juárez.

Benito Juárez pudo ver desde su ventana en Palacio Nacional cómo destruían la torre de Santa
Inés, en la calle de Moneda se escuchó un estruendo terrible cuando arrojaron las campanas de la
torre a la calle y a su paso rompió las cornisas y todo en su camino quedando enterrada.
La gran ignorancia del gobierno de Juárez permitió que cientos de cuadros fueran saqueados de
los conventos, los libros históricos eran arrojados a las calles y vendidos a peso, mucho de ellos
incunables. Muchos manuscritos históricos únicos fueron arrojados al cascajo.

La capilla del Rosario que era una joya del barroco se vino al suelo en pocas horas con golpes de
barretas con todo y sus obras de arte barroco. Usaban un ariete para golpear los inmuebles y que
estos se vinieran abajo y llegaban al suelo con gran estruendo.

El Benemérito aún con su gran educación culta no defendió ni siquiera el patrimonio escrito que
nos fue heredado, gran parte de las bibliotecas con manuscritos originales se fueron a la calle y lo
recogían niños o alguno que otro personaje culto que conocía su valor histórico.

El claustro de la Profesa y San Francisco eran un trasunto de los famosos claustros de los
conventos italianos, las hermosas puertas labradas eran desprendidas y arrojadas junto a todo el
material destruido y regalado por kilo.

Quizá esos días fueron uno de los grandes crímenes a la historia de la cultura de la humanidad,
Juárez desde su palacio observaba como se mutilaba para siempre a la Ciudad de los Palacios, por
orden y voluntad de un solo hombre, una tragedia que hasta la fecha no hemos conocido.

Esos inmuebles de la iglesia fueron no solo conventos, ahí se instruía historia, fueron colegios,
hospitales, escuelas de niños, hospicios, etcétera ya que la iglesia se encargaba de mucha de la
instrucción del país, ese golpe fue brutal para México.

Mientras Juárez desde su palacio conocía los avances de la destrucción que ordenó de buena parte
de antigua Ciudad de México, sus allegados se lamían los bigotes y afilaban sus colmillos para
lotificar y vender los predios amasando fortunas familiares muy conocidas del porfiriato.

Como los Escandón quienes siendo protegidos de Juárez se obsequió patrimonio nacional como la
casa Guardiola que era supuestamente para el Ferrocarril del Pacífico pero que se apoderó para
demolerla y hacer ahí su residencia, además de parte del convento de San Francisco.

Demolió la capilla de San Francisco para levantar un inmueble afrancesado y al frente se hizo su
casona, los Escandón amasaron una fortuna inmensa, Juárez les había donado todo el territorio
nacional necesario para construir el ferrocarril del Istmo, cientos de kilómetros.

La fortuna de la familia continúa hasta la fecha, son los fundadores de los supermercados en
México, así que muchos de los ricos que le adjudicamos a Porfirio Díaz fueron en realidad
producto del saqueo y destrucción monumental que se dio en esos años de 1861...

Benito Juárez olvidó que la iglesia apoyó la Independencia, héroes como Hidalgo y Morelos fueron
sacerdotes, quienes lucharon y murieron por
la liberación de la Nueva España, algunos de
los hombres que fueron sacados de los
conventos a las calles eran héroes de la
Independencia.

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