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HACIENDA LA CARBONERA

La bella Casona de la Concepción probablemente fue levantada sobre tierras guatireña,


por algún rico mantuano de la colonia. No sabemos cuando ocurrió pero posiblemente
tuvo lugar poco antes del grito de la libertad del 19 de abril de 1810.
El historiador Don Ángel Grisanti, maneja datos que hacen pensar que El Libertador se alojó
en ella durante la terrible emigración a Oriente, en julio de 1814.
Lo cierto es que para el año 1917, un conocido militar de la época el General Eduardo
Mancera, era el feliz propietario de la hacienda La Carbonera en la cual existía la
majestuosa Casona.
La hacienda La Carbonera producía azúcar, papelón y aguardiente, era un verdadero
emporio industrial y comercial. Es bueno recordar que el General Mancera era un elegante
caballero urbano, educado y cordial. Paseaba por Guatire montado en un hermoso
Caballo Moro del Perú, de alzada proporcionada, remos fijos y pasos suaves y elegantes.
Con frecuencia el General visitaba su hacienda, especialmente los Viernes Santos porque
pertenecía a la Cofradía Sostenedora del Culto del Santo Sepulcro, a su cargo corrían los
gastos de la Solemnísima Ceremonia; además, el día anterior a la procesión en la hacienda
se hacía el velorio porque allí se mantenía la imagen en custodia.
Es bueno resaltar que mucho de los acontecimientos ocurridos en la Carbonera quedaron
registrados en las históricas páginas de Venezuela, tal es el caso de la visita de la Bailarina
Rusa Anna Pavlova, en 1917. Gracias al General Mancera nuestro pueblo se convirtió en el
centro de la cultura mundial.
Otro acontecimiento, registrado en los anales históricos, fue la invitación hecha por el
General Mancera al General Gómez, para que visitara la Carbonera. Gómez aceptó y
asistió a la fiesta pero cuando le ofrecieron un plato apetitoso, no comió, razón por la cual
uno de sus acompañantes, posiblemente el Indio Tarazona, arrojó el contenido del plato a
unos perros que rondaban las mesas. Los perros, algún rato después, de devorar la
suculenta comida murieron envenenados. Algún tiempo después Gómez devolvió la
cortesía a Mancera y también lo invitó a unas comida, Mancera aceptó la invitación y al
pasar dos días del festejo misteriosamente murió.
Según el historiador Don Ángel Grisanti, en estas tierras nacieron, vivieron y murieron
familiares del Libertador: los Palacios Xedler, los Palacios y Loveras Otañez, los Palacios Gil
de Arratia, tal es el caso de Don Pedro Ramón Palacios y Sojo, mejor conocido como el
Padre Sojo, quien fue guatireño, fundador de la primera escuela de música de Venezuela y
fue hermano del abuelo materno de Simón Bolívar. También hay una tía de Bolívar
enterrada en el Sótano de la Iglesia Santa Cruz de Pacairigua. Esto nos hace reflexionar
sobre la gratísima relación que existe entre el nombre de la Madre del Padre de la Patria y
la Casona.
La Hacienda La Concepción era considerada un verdadero Palacete, era una Mansión de
amplios corredores de unos 30 metros de largo por 4 metros de ancho, con bellísimas
columnas de estilo clásico español de 5 o más metros de altura; contaba con grandes
habitaciones y salones proporcionados. El Historiador Grisanti comenta que la relativa
suntuosidad de la Casona evidenciaba, que sus primeros dueños fueron no sólo ricos sino
gente culta y de luces.
El Dr. Eugenio P. De Bellard Maldonado, gran médico cirujano radicado en Caracas,
adquirió la Casona y las 17 hectáreas de la Hacienda la Concepción el 11 de agosto de
1934. La compra la hizo al Sr. Francisco de Giulio Sánchez, el cual según el finado Periodista
y segundo Cronista Oficial de la Ciudad de Guatire, César Gil Gómez, se le conoció como
el Coronel de la Pluma, ya que fue quien le obsequió al General Gómez, una pluma de oro
con la cual firmó el Decreto de construcción de la carretera Petare-Guatire.
En la Hacienda se procesaba y almacenaba el carbón, esto permitía que el guatireño
cocinara con este combustible. También se cosechaba y procesaba la uva logrando un
excelente vino.
Según César Gil Gómez, se fundó en la Carbonera una Fábrica de cigarrillos llamada Fama
de Cuba. Además, se producía y cosechaba frutas como: mango, uva, limones, naranjas, y
por su puesto la caña de azúcar.
Pasando el tiempo el Dr. De Bellard observó con precaución la pobreza y estrechez de las
cien familias que vivían en el lindero Oeste de la Carbonera ocupando casitas modestas y
sobretodo de pequeñas dimensiones. En sus visitas a la Hacienda, se percató de que
Guatire carecía de áreas para su futura expansión por lo que tomó la decisión de contribuir
a solucionar tales problemas y así el 14 de julio de 1941, entregó la Casona para que se
instalara en la misma una Escuela Rural Granja.
El 14 de mayo de 1942 donó la Hacienda íntegra con sus 17 hectáreas, a las cien familias y
a la municipalidad, un verdadero gesto altruista. Las 15 hectáreas de terreno plano fueron
donadas para las obras sociales, allí se levantó un Estadio para deportes, (hoy Miguel
Lorenzo García), el Hospital que lleva su nombre (hoy hospitalito viejo) un Jardín de
Infancia, los terrenos de los que es hoy el Centro Juan Pablo Sojo y un Barrio con casitas
modernas, (hoy conocido como Sector Dr. Eugenio P. De Bellard).

(Reseña histórica tomada del Discurso pronunciado por el Dr. Eugenio de Bellard Pietri (hijo) el 14 de julio de
1991 por los 50 años de la U.E Eugenio P. De Bellard y además contada al autor de este trabajo por el
Periodista y segundo Cronista Oficial de Guatire, Municipio Zamora, César Gil Gómez)

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