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CLASE 27

CONTRATOS CIVILES

PRENDA

Definición. El contrato de prenda es aquel en virtud del cual una persona denominada
pignorante constituye en favor del acreedor un derecho real sobre un bien mueble de su propiedad,
enajenable, que entrega al acreedor para garantizar el cumplimiento de una obligación principal y su
preferencia en el pago (2856).

Denominación jurídica de los contratantes. Los sujetos que intervienen en este contrato
se denominan: pignorante o deudor pignoraticio; y acreedor pignoraticio.

Pignorante es el sujeto que constituye un derecho real sobre un bien mueble de su propiedad
enajenable, y que entrega al acreedor para garantizar el cumplimiento de una obligación principal.

El acreedor es el sujeto al que se le garantiza el cumplimiento de una obligación principal,


mediante la constitución de la prenda.

El contrato de prenda se forma por el acuerdo de voluntades del acreedor y del deudor
pignoraticio. Merced a esto, el deudor de la obligación principal puede constituir sobre un objeto de
su propiedad el derecho de prenda; y en este caso el deudor principal será a la vez deudor
pignoraticio.

Clasificación. El contrato de prenda es un contrato accesorio que tiene por objeto garantizar
el cumplimiento de una obligación principal constituyendo un derecho real sobre un bien mueble.
Es bilateral,
oneroso o gratuito,
formal.

Es un contrato real, ya que para su perfección es necesario que el objeto sea entregado
físicamente al acreedor.

El deudor puede usar de la prenda que quede en su poder en los términos que convengan las
partes (2859).

Entrega jurídica o virtual. Se entiende entregada jurídicamente la prenda al acreedor,


cuando éste y el deudor convienen en que quede en poder de un tercero, o bien cuando este quede
en poder del mismo deudor, porque así lo haya estipulado con el acreedor o expresamente lo
autorice la ley.
Objetos que pueden ser materia del contrato. Actualmente el contrato de prenda sólo
puede recaer sobre bienes muebles.

Requisitos de existencia

Consentimiento. El contrato de prenda requiere para su existencia del consentimiento


formado por las voluntades del acreedor y del deudor pignoraticio y sólo se perfecciona el contrato
con la entrega física del objeto, por el carácter real del contrato.

Objeto. El objeto indirecto del contrato recae sobre un bien mueble enajenable, cuyo
derecho real se establece por el constituyente o deudor pignoraticio que tenga facultades de
disposición del objeto. Al respecto la legislación civil señala: “Nadie puede dar en prenda las cosas
ajenas sin estar autorizado por su dueño” (2868).

“Si Se prueba debidamente que el dueño prestó su cosa a otro con el objeto de que éste la
empeñará, valdrá la prenda como si la hubiere constituido el mismo dueño”. (2869)

Requisitos de validez

Capacidad. El acreedor requiere de la capacidad general para contratar. El deudor


pignoraticio requiere de la capacidad general para contratar y la facultad de disposición sobre los
bienes en que se constituya la prenda.

Forma. El contrato de prenda es formal, debe constar por escrito ya sea en escrito privado o
en escritura pública.

Si se otorga en escrito privado se formarán dos ejemplares, uno para cada contratante
(2860).

El escrito deberá contener una descripción pormenorizada de la cosa dada en prenda, el


plazo, y el monto de la obligación principal y sus accesorios. Para que los privilegios de la prenda
surtan sus efectos frente a los terceros esta deberá inscribirse en el Registro Público haciendo
constar además la certeza de la fecha del contrato de acuerdo a los siguientes preceptos:

Prenda sin disposición. Al acreedor prendario se le transmite sólo la posesión precaria del
objeto con el único fin de garantizar el cumplimiento de la obligación principal. Por tal motivo, el
acreedor no podrá usar ni disponer o abusar de la cosa.

Considerando que: “el acreedor abusa de la cosa empeñada cuando usa de ella sin estar
autorizado por convenio o, cuando estándolo, la deteriora o aplica a objeto diverso de aquél a que
está destinada” (2878).

Prenda irregular. Se considera prenda irregular cuando el deudor pignoraticio entrega


virtualmente el objeto al acreedor conservando la posesión y usando la prenda en los términos que
convengan las partes (2859).

También se considerará prenda irregular cuando se faculte al acreedor a usar de la cosa


teniéndola en garantía (2877 y 2878). 383.

Indivisibilidad de la prenda. El derecho real constituido sobre la prenda es indivisible en


cuanto a las obligaciones y los derechos de garantía.

“El derecho y la obligación que resultan de la prenda son indivisibles, salvo el caso en que
haya estipulación en contrario; sin embargo, cuando el deudor esté facultado para hacer pagos
parciales y se hayan dado en prenda varios objetos, o uno que sea cómodamente divisible, ésta se
irá reduciendo proporcionalmente a los pagos hechos, con tal que los derechos del acreedor siempre
queden eficazmente garantizados”. (2890)

Extensión del derecho de prenda. El derecho del acreedor prendario se extiende a todos
los accesorios de la cosa y a todos los aumentos de ella con excepción de los frutos, de acuerdo a la
prescripción siguiente:
“Los frutos de la cosa empeñada pertenecen al deudor; más si por convenio los percibe el
acreedor, su importe se imputará primero a los gastos, después a los intereses y el sobrante al
capital” (2880 y 2888).
Obligaciones del acreedor prendario. Las obligaciones del acreedor prendario son las siguientes:

a) Conservar y custodiar la prenda. El acreedor pignoraticio al entrar en posesión de la


prenda queda obligado a conservar y custodiar la cosa. Durante la vigencia del contrato el acreedor
será responsable de los deterioros y perjuicios que sufra la cosa por su culpa o negligencia.

b) Usar la cosa en la forma convenida. Si por convenio se autorizó al acreedor a usar de la


cosa, éste deberá usarla en la forma convenida o en todo caso de acuerdo a la naturaleza de ella. En
caso contrario, el acreedor será responsable ante el deudor prendario de los daños y perjuicios que
le ocasione, teniendo el deudor además la opción de exigir que la prenda se deposite ante un tercero
o a exigir que el acreedor prendario otorgue fianza suficiente para garantizar la restitución del
objeto en el estado que la recibió (2877).

c) Restituir la prenda al deudor pignoraticio cuando se haya pagado íntegramente la


deuda principal y sus accesorios. El acreedor quedará obligado a restituir al deudor prendario el
objeto entregado en garantía una vez que le haya sido pagada la obligación principal y sus
accesorios legales.

Obligaciones del deudor pignoraticio. El deudor pignoraticio estará obligado a:

a) Garantizar la posesión pacífica de la prenda. El constituyente prendario estará


obligado a garantizar la posesión pacífica de la prenda en relación con todos los actos de
perturbación jurídica que realicen los terceros mediante derechos preferentes anteriores a la
constitución de la prenda.

En caso de que el acreedor prendario resienta la evicción, quedará a su arbitrio dar por
vencido el plazo de la obligación principal o que ésta se rescinda, o aceptar en todo caso, la
constitución de una nueva prenda.

Privilegios jurídicos del derecho de prenda. Constituido el derecho real, el acreedor


prendario obtiene por ese derecho los siguientes privilegios:

a) Derecho de ser pagado de su deuda con el precio de la cosa empeñada. El acreedor


prendario tiene derecho a que se pague su deuda con el precio de la cosa empeñada sin necesidad de
entrar a concurso para hacer el cobro, ya que este privilegio consiste precisamente en pagar la deuda
principal con el valor de los bienes que se otorgaron en prenda para garantizar el cumplimiento de
la obligación (2873 frac. I 2981).

b) Derecho de recobrar la prenda de cualquier detentador sin exceptuar al propio


deudor prendario. Cuando la prenda se entrega jurídicamente, el acreedor tendrá un derecho de
persecución contra cualquier detentador, incluyendo al deudor prendario.

c) Derecho de ser indemnizado de los gastos ordinarios y extraordinarios de


conservación del objeto. El acreedor prendario tiene el derecho de exigir la restitución de los
gastos ordinarios y extraordinarios que haya efectuado para la conservación del objeto.

d) Exigir del deudor otra prenda o el pago de la deuda antes del plazo convenido, si la
cosa empeñada se pierde o deteriora sin culpa del acreedor. El acreedor prendario tendrá
derecho de exigir que se constituya otra prenda para garantizar el cumplimiento de la obligación
principal, si la cosa se pierde o se deteriora sin culpa o negligencia del acreedor. También tendrá
opción para declarar la caducidad del plazo y exigir el pago de la obligación principal.
Ejecución forzosa de la obligación. Si al volverse exigible la obligación principal no es
pagada ésta, el acreedor prendario tendrá el derecho de exigir la ejecución forzosa de la obligación
poniendo en venta el objeto dado en garantía. La legislación civil señala las siguientes reglas para la
venta de la cosa empeñada:

a) “Si el deudor no paga en el plazo estipulado, y no haciéndolo cuando tenga obligación de


hacerlo conforme al artículo 2080, el acreedor podrá pedir y el juez decretará la venta en pública
almoneda de la cosa empeñada, previa citación del deudor o del que hubiere constituido la prenda”
(2881). No obstante, la determinación de este precepto, las partes de común acuerdo podrán acordar
que la prenda se venda extrajudicialmente (2884).

b) Autorizar la venta en pública almoneda, ya sea por decreto judicial o por convenio de las
partes; ésta deberá rematarse mediante el procedimiento fijado por el Código de Procedimiento
Civiles. En caso de que no se logre su venta, el objeto podrá adjudicarse al acreedor en las dos
terceras partes de la postura legal.

El privilegio de venta no faculta al acreedor para apropiarse de la prenda, cualquier pacto en


contrario es nulo como lo establece el siguiente precepto:

“Es nula toda cláusula que autoriza al acreedor a apropiarse la prenda, aunque ésta sea de
menor valor que la deuda, o a disponer de ella fuera de la manera establecida en los artículos que
preceden. Es igualmente nula la cláusula que prohíba al acreedor solicitar la venta de la cosa dada
en prenda” (2887).

Préstamos prendarios. Existen una serie de empresas mercantiles e instituciones de


asistencia privada cuyo objeto principal es la celebración de contratos de mutuo con garantía
prendaria. Estas empresas se rigen por sus estatutos con relación a los actos internos de su objeto y
de su administración, así como las instituciones de asistencia privada, pero en todos estos casos las
obligaciones contractuales, los privilegios del derecho de prenda así como las reglas sobre el remate
o adjudicación de las garantías se regirán por las disposiciones de la legislación civil.

Extinción de la prenda. El contrato de prenda podrá extinguirse en vía principal o en vía


de consecuencia.

La prenda se extingue en vía de consecuencia cuando se extinga la obligación principal “sea


por el pago, sea por cualquiera otra causa legal” (2891).

La prenda se extingue en vía principal cuando el deudor pignoraticio hace pago al acreedor
de la obligación principal o por cualesquier causa legal de extinción.

Término de gracia. La legislación civil concede un término de gracia en favor del deudor
pignoraticio en los términos siguientes:

“Podrá el deudor hacer suspender la enajenación de la prenda, pagando dentro de las


veinticuatro horas, contadas desde la suspensión (2885). Este término de gracia se otorga al deudor
por una sola vez mediante la promesa expresa de que pagará dentro de las veinticuatro horas
siguientes contadas a partir del momento en que se suspenda el remate de la cosa.

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