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CÁTEDRA NEUROPSICOLOGÍA Y PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

FICHA DE CÁTEDRA N°3

Funciones Ejecutivas. Cristina Burgués. Lic. Mariela Hilbe

Comenzar a escribir un texto es ya una función ejecutiva, obliga a una serie de


procesos secuenciales para llegar a un escrito organizado. Implica detenerse en un plan,
decidir que textos tomar, hacer un análisis de los mismos y seleccionar los más
adecuados para el fin. Revisar, releer y modificar el trabajo para no perdernos en un
mensaje fuera de nuestros objetivos. Este escrito para nuestra cátedra de
Neuropsicología y Psicología del desarrollo tiene como objetivo central acercarnos al
estudio de las funciones ejecutivas.

Como rasgo propio de la neuropsicología ha sido nuevamente la clínica la que fue


conduciendo al estudio de las funciones ejecutivas; con el caso de Phineas Gage, Harlow
en 1868 describió a un paciente como un hombre eficaz y responsable que había
alcanzado el nivel de capataz a cargo de una cuadrilla de operarios. Tras un accidente en
1848 donde una barra de hierro atraviesa su rostro ingresando por debajo del pómulo y
saliendo por la frente, Gage comenzó a tener un cambio súbito de su personalidad,
había perdido la discreción, la elegancia, se mostraba obstinado, caprichoso, irreverente,
desinteresado, llevándolo a perder varios trabajos y su familia. “El equilibrio entre su
facultad intelectual y sus propensiones animales había sido destruido, Phineas ya no era
Phineas” (Harlow 1868 en Tirapu Ustarroz J 2011)

Más cercano a nuestros tiempos escuchamos distintos cuadros clínicos y su


relación con las funciones ejecutivas como el déficit de atención, el espectro autista,
demencias frontales, adicciones, etc. Las funciones ejecutivas impresionan como un
concepto novedoso en la neuropsicología de las últimas décadas, sin embargo fue un
término propuesto por primera vez por M. Lezak en 1982 quien las definió como las
capacidades para llevar acabo una conducta eficaz, creativa y socialmente aceptada. A.
R. Luria en 1974 describe el tercer bloque funcional 1 constituido sobre todo por los lóbulos
1
A. R. Luria describe el sistema nervioso como un sistema funcional donde las funciones corticales
superiores tienen su base en la interacción de estructuras cerebrales altamente diferenciadas, cada una de
las cuales realiza un aporte específico al sistema total cumpliendo funciones propias. Describe tres bloques
funcionales. Un primer bloque funcional que incluye el tronco cerebral y sistema reticular vinculado con el
frontales donde su función principal es la formación de intenciones y programas de
acción: programar, regular y verificar la actividad mental. El hombre no reacciona
pasivamente a la información que recibe sino que crea intenciones, forma planes y
programa sus acciones, inspecciona su ejecución y regula su conducta para finalmente
verificar su actividad.

Se entiende por funciones ejecutivas procesos mentales superiores que dirigen el


pensamiento, la acción y las emociones; que tienen por objeto la adaptación de personas
a situaciones nuevas y cambiantes y que por lo tanto van más allá de las conductas
habituales y automáticas. Son una función supramodal que organiza la conducta humana
permitiendo la resolución de problemas complejos e incluyen variados aspectos que se
relacionan con los procesos cognitivos, emocionales, conductuales como: la capacidad
para seleccionar, planificar, anticipar, modular o inhibir la actividad mental.
Monitorización de tareas. Selección, previsión y anticipación de objetivos.
Flexibilidad en los procesos cognitivos (cambiar estrategias ante una situación
novedosa). Control y regulación voluntaria de la atención. Formulación de
conceptos abstractos y categorización de la información. Memoria de trabajo
(posibilidad de operar con una información mientras se está trabajando en otra) y
memoria prospectiva (memoria de lo que tengo que hacer en el futuro). Toma de
decisiones (capacidad de elegir el curso de acción más favorable en un tiempo
razonable). Estimación temporal (capacidad de calcular de manera aproximada el paso
del tiempo y la duración de un suceso o actividad). Ejecución dual (capacidad de realizar
dos tareas al mismo tiempo). Autoconciencia personal y autocontrol.

Cómo es posible pensar en las funciones ejecutivas sin dar ejemplos de nuestra
vida cotidiana, de nuestras interminables ejecuciones duales, de nuestra planificación
para llegar a clase, la memoria de trabajo en la escucha y la toma de notas que cada uno
va haciendo. Este año pasaron por el salón unos alumnos para comentarnos sobre una
actividad de ajedrez, casi como de costumbre suelen llegar dar la noticia y retirarse, esta
vez fue diferente les pedí que nos acompañaran ya que la clase era sobre gnosias y
praxias y trabajáramos juntos entre este juego y las funciones cerebrales que estábamos
leyendo. Los invito hoy a jugar al ajedrez y las funciones ejecutivas, a releer el texto “Tan
simple como comprar un chocolate. R. Frenquelli” (www.psicofisiologia.com.ar), leer
sobre neuronas espejo a mi entender las maneras de estudiar (en este caso las funciones
ejecutivas) para no quedarnos en repeticiones conceptuales que raramente encontremos
tan delimitadas en un sujeto.

El desarrollo de las funciones ejecutivas se inicia durante la lactancia a edades


muy tempranas de mielinización y se prolonga incluso hasta la adultez. Son las funciones
que más tardan en desarrollarse y las primeras en verse afectadas en la desorganización.
J. H. Jackson describe la organización del sistema nervioso a partir de la teoría de la

control de tono y la vigilia cortical, regulaciones vegetativas y emocionales básicas; posibilita el nivel de
alerta e ingreso de información El segundo bloque de Luria comprende lóbulos parietales, temporales
relacionadas con el registro análisis y procesamiento de información sensorial proveniente del medio
interno y externo.
evolución citando niveles de complejidad creciente donde cada uno es la base para el
desarrollo del siguiente; un primer nivel medular, un segundo nivel del troco encefálico,
hipotálamo y sistema límbico y un tercer nivel de la corteza cerebral. La desorganización
de los niveles superiores va cediendo lugar a lo inferior a lo más simple, Phineas ya no es
Phineas. La razón ha cedido lugar a la pasión.

En principio, se creyó que los lóbulos frontales 2 eran sinónimo de función


ejecutiva. En los primeros años del siglo XX se logró una descripción un tanto detallada
de las conexiones corticales. Y se observó que el lóbulo frontal mantiene conexiones
importantes con el hipotálamo y con las estructuras cerebrales involucradas en la
motivación y la emoción. Los términos funciones ejecutivas y funciones del lóbulo frontal
no son intercambiables debido que la integridad de las funciones ejecutivas no dependen
solo del frontal sino de las conexiones de éste con otras estructuras como la corteza
cingulada, ganglios basales, mesencéfalo ventral, cerebelo, núcleos del tálamo
dorsomedial. Por lo general se admite que la sede de las funciones ejecutivas se
distribuyen en las regiones del área pre frontal dorsal, medial o mesial y orbital. La zona
dorsolateral se ubica en la zona rostral del lóbulo frontal y se vincula a procesos de
memoria operativa, organización temporal del comportamiento, razonamiento, formación
de conceptos, generación de acciones voluntarias y flexibilidad. El área orbitofrontal se
sitúa en la base de ambos lóbulos frontales, por encima de la órbita de los ojos y se
describen como implicadas en la selección de objetivos y en el control de los procesos
emocionales por sus conexiones con el sistema límbico. Además de estar vinculada en la
regulación del comportamiento ético y la autoconciencia. Por último el área cingulada,
medial o ventral en las caras internas de la áreas pre frontales estaría ligada con
procesos motivacionales, volitivos e intencionales.

Como se mencionó las funciones ejecutivas no pueden ser descriptas como funciones
unitarias, sino como un constructo multidimensional del que participan diferentes
procesos que al decir de M. Lezak son la esencia de nuestra conducta, base de los
procesos cognitivos y constituyen el elemento con mayor valor diferencial entre los seres
humanos y el resto de las especies.

2
Lóbulo Frontal ubicado por delante de la cisura de Rolando y por encima de la cisura de Silvio. Ocupa la
tercera parte del cerebro.
REFERENCIAS:

Frenquelli, R. (2008) Neurociencias y Subjetividad. En Revista Interdisciplinar Desarrollo


Temprano Vol.1 Nro. 1

Frenquelli, R. Tan simple como comprar un chocolate. En www.psicofisiologia.com.ar

Portellano, J. A. (2005). Introducción A La Neuropsicología. Ed. Mc Graw-Hill

Tirapu Ustarroz J., Rios Lago, M. Maestú Unturbe (2011) Manual de Neuropsicología.
Barcelona. Editorial Viguera .Ustarroz

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