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NOE VERA

A PIQUE

Cuando todo pase


el malestar, los mil doscientos caracteres
que debo escribir, la miseria que siento
cuando tengo todo, la náusea
que no vomito gira adentro
y cuando estalle en la pista dura eterna
el bulbo hermoso, luz perdida en la placenta
quizá tenga unas migas de segundo y me diseñe
algo mejor y abra más diarios
ahora que todo cierra, encaja, encripta
al llamado de la acción
palabras, palabras y por otro lado…

LISTA

Ahora vivo así con el músculo cárdico


batiendo a mil, si te digo “nada”
cavá y cavá…
por ahora tengo: cuadernos vacíos
la mente como los platos
blancos, sucios, apilados
la cava exhausta, una remera flúo
para estrenar, leche en caja hasta diciembre
un par de tetas secas.

(de Colecho)

Música previa
 
Iba a subir el volumen
pero un tema acaba de decirme: eso no te ayuda
tu casa es una caja con forma de moretón
tu cuerpo es un depósito de metonimias.
Me demoro leyendo mientras espero
se haga la hora indicada, el tiempo nunca
está a mi favor ni afuera lo que busco
ni en qué me convertí, cuando estoy sola
entro en un ritmo acelerado
desarrollo vicios inofensivos, destapo un suavizante,
aspiro diez segundos. Pongo agua para gelatina
leo instrucciones para mousse de lima,
me atoro en mi propia velocidad
debe ser el silencio de los que me faltan
sobrecarga el orden, incomoda
presa de lo antinatural no sé por dónde empezar
le doy la espalda al reloj, a la hoguera
de las discusiones que avivamos ayer,
abro un cuaderno y una mano escribió *hace gris*
el tiempo tiñe y afuera, insoportable
suena una alarma en función repeat.

Día %

amo a todos hoy, el olor a tuco


que sale de una ventana, no puedo evitarlo,
me hincha de plenitud, vahos de hogar ajeno
traqueteamos, mis sandalias y las ruedas plásticas
del changuito que empujo sobre veredas discontinuadas.
La puerta de la mercería dice que hoy no abre
y abajo, sigue el colchón tendido
con un hombre arriba, tapado de pelo a pies
el sol pega bastante pero amable
miro arriba y un rayo
se enamora de mis lentes, estoy fresca
como lechuga a la que su amo gotea cada tanto
con un rociador, no estoy mirando los brazos
de los demás para compararme, dejé la música en casa
disfruto de cómo suena la vida real, me lo propuse
la canción grave de los autos sobre la avenida
me habla de cosas que espero y el celular no para
de taladrarme con mensajes agraviantes
de alguien con quien solo tengo
lazos por fuerza mayor.
Hoy parezco empecinada en ver a todos
estos grupos que me pasan por delante como otra mentira
la verdadera mentira es que me separo
me aíslo en una torre que se desvanece.
Deber ser el domingo, con su mansedumbre
complejiza y es tirano, aleja a las personas
por otro lado escucho pájaros
aterrizando sobre los árboles, volviendo al nido
y el portazo que una madre le da a su Renault,
se baja en el mismo súper que yo, deja al marido
y a los chicos atados en el asiento, familia es una inocencia
tarde o temprano interrumpida. Anoche perdí también
mis anteojos en el baño, el único rincón iluminado
donde para descansar me acuclillé y hablé con el espejo.
De lejos me daba placer verte
cuidándome con la mirada
o con los textos que viajaban de una
pista a otra, ahora estás en una foto
abrazado a una amiga y a otros más
veo que entrenás, desarrollo la fantasía
de que te gusto porque te respondo,
a mí también me cuesta sobrellevar la falta
y desearía que te comportes como mi sistema
de seguridad, no te conozco pero soy tu fan.
Hoy no salgo más que por las compras
elijo en la góndola lo que sé que te gusta
dentro de lo poco que pudimos hablar, me aprovisiono
de lo mínimo, etiquetas dicen
express, leudado rápido, prometen
corto pero quiero
esperarte en condiciones, cambié las sábanas
acomodé el ambiente, siento que te debo
porque la vez que estuvimos
me re dormía y vos pasado, rebosante
de lo que teníamos, arena escurriéndose entre manos,
de lo que nunca iba a venir me acariciabas
los rincones que más odio con pupilas dilatadas
después nos levantamos y me puse mi vestido
de entre-casa: ¡perdón!

Del pasado solo recordamos la paz

Las mañanas se dividen


en apocalípticas o integradas
me levanto con los dientes alrededor
de un señuelo visual: anoche
y un bouquet de caramelos en son de paz.
Lo que aportás no alcanza
y a la vez sobra, la mañana es un derroche
abanico protector de bienaventuranza.
La maquinaria tiene sus partes
entregadas al óxido, no es creíble
cómo todo ya pasó y nos alineamos
rectas en la misma cama.
La demora es un bebé que crece
gordo y rozagante y el contrato
bajo el brazo lo dejamos sin firmar
las palabras se rebelan, permanecen.
De lejos se ve una casa
de extremidades largas
y una fila de caballos en el mismo paisaje
pasa a toda velocidad, su estela es una nube
de polvo que se extiende.
La energía común se mide
en cuentagotas, el destino se infla
en grupos de contención, entrelíneas
astrología, cadáveres de cerveza
somos tan títeres de nuestras maneras
y aunque el resumen diga “ la resistencia¡K”
la resistencia es una carta comodín.
A esta altura las herraduras detienen su música
la lengua cede a la gravedad
las crines caen opacas, la meta tiene domicilio fijo
volcarse en el espejo, calmar la sed y atrás
páramo de vallas.

Sombra vuelta chispa

Nadie saca de su bolsillo la ruina como si nada


Mari imprime a todo un molde clasista precursor
del miedo, Anita toma pastillas, Diego acaricia lo estriado
yo leo desde el canon de mi intuición, Luis ve oportunidad.
Tengo diálogos en la vigilia
que no voy a tener con personas que me importan
en esos diálogos fumo y uso un tapado
de piel verdadera ¿me separé de un novio
o de una enfermedad? tomo el volante
y el resumen pasa en una pantalla mínima
miro el espejo retrovisor y tengo pensamientos
en los que la mayor parte del tiempo clarea el día
me gustaría obligarte
a que lo veas conmigo
o que te sientes frente a un programa
de esos en los que una enferma
traza el delineado mental de su cuerpo
y erra por centímetros, por un montón
¿lo entenderás? ¿quiero que seas
un esqueleto que llora?
Capaz quiero que puedas verte y decir
sé mi espejo, esto es un pedido
de auxilio y un peligro
vamos a veinte, adelante hay fuego
es nuestra hoja de ruta al interior.

¿Qué estás pensando?


Pablo tiene una lectura evasiva para todo, yo una sensible-hiponeuronal, Lara una de
materialismo popular autocompasivo, Anita razones geométricas que se toma en serio como
pastillas que prometen tranquilidad, Helena lee en voz alta y arquea, mientras, confesiones de
fortaleza, Diego sacude su tamiz de ideología militante, Leonel es visceral, piensa con el cuerpo
¿qué vamos a hacer con todo esto? en mi línea de tiempo una chica se pregunta si seguirán
existiendo en esta ciudad los subtes y el sol, esa especie de soborno, si podremos
acostumbrarnos a semejantes faltas. Esta semana fue un gris y hubo humedad fastidiosa,
como un captcha que te impide acceder a lo que querés. Con el caos que generó el paro
gremial, desarrollé gemelos, fui al trabajo caminando y de acá para allá. En Once sentí que
podía detenerme a mirarlo todo, sacar jugo de ofertas pero no tengo un peso y estoy pobre de
tiempo, a veces avanzar se trata de lo contrario. Pensar es parar y tengo hijos, mi obligación es
avanzar. No me sirve nada relacionado a eso que llaman beneficios, me entrego a plazos,
desconozco pensar en términos de presupuesto. Mi bufanda larga pelos amarillo flúo y me
pone en tensión eléctrica frente a lo que toco; miro a un costado: Once combina conmigo,
debería darme risa todo este afán de conjugarme con mi alrededor. Bailo abducida y mareada
en una fiesta, negocio un aumento, entro a una casa que huele a calor y hebras de chai, afuera
llueve, inhalo y no quiero soltar ese aire nunca. A la mañana temprano manejo una resaca
batiendo un mousse, pego brillantina sobre una tarjeta de feliz cumpleaños, le nombro a una
amiga a XX y pregunta ¿qué te hizo? eso es amor, ya está. O que me llame para pedir que
miremos juntas un programa de televisión y entonces pasa, nos sentamos excitadas de
emoción frente a la pantalla, a cinco barrios de distancia. Mercado libre me persigue “termina
de publicar”. Evito estar en verde porque el mandato me dice: eso es sincericidio, un
manifiesto de estado, como si la privacidad no fuera otro invento de época. ¿Y el
antimandato? ¿no es al fin de cuentas otro mandato? Lo imperioso es responder con obra,
dice Flor. Y Lau, saltando de la silla, agrega “desplegar artillería teórica” “juntémonos a leer,
armemos otro aparato”. Enseguida limpiamos las migas, apartamos a un costado los paquetes
con sobras; en lo que me llega a Correo Basura, “la conversación debe mantenerse viva” y
apenas entro al condado azul, un robot me pregunta ¿qué estás pensando? Quiero que me
cueste, quiero dormir, debe ser en mi nueva vida. Mi hija me pide que le pase el jabón y dice:
“perdón, me olvidé una cosa, mi mente es rota” entonces la abrazo, tiene razón en la forma,
me veo en su espejo. No sabemos si es genética o repetición. Tengo un pony sobre el teclado,
salsa blanca en material de fotocopias, s.o.s para juegos de una lógica que se me escapa. Fiaca
de sonreír con los ojos, mover el pelo, digo eso y los que me quieren me retan. Los domingos
recibo a los chicos meados en perfume de hombre, todo un despliegue de marcación
territorial. A dos cuadras de casa, en las paredes de un baldío antiguo, Rimbaud goza en su
tumba “yo ya no es lo que era”, debe haberlo pintado un chico que volvía de bailar a la
mañana. Hay coincidencia de sujeto y objeto, creo en eso, otra remediable dificultad.

(de Captcha)
La estación que está al borde del camino donde cantan los pocoyos

Hubo una vez un rapto de amorodio


que agarré como la gripe del primer invierno.
Me puse la bufanda, los guantes, el tapado,
y salí a patear hacia adelante el frío del parque
donde quise ir a vender tu libro.

Me dieron una suma igual a nada


y cuando todo terminó
pude sentarme en una esquina,
INMUNE, casi al desnudo
abrazando mis rodillas.

Al mío no había otra que quemarlo,


encontré el árbol perfecto.
Ya no hay palabras que nos unan
pero así es mejor.

Lo que me gusta de vos es el cariño


que tenés adentro como un cáncer por tus enemigos.
Eso crece, epifanía duradera de tu propio yo.

SELVA OCIOSA

¿te gustará más este nombre


que refiere a la abundancia
desordenada de una cosa
al clima cálido a la nuestra
aborrecida humedad?

te espero abajo de los árboles


al frente la tarde se va poniendo
color de rosa, no hay oh monos pero hay
la alegría que me da tenerte en vida
es como ver abrepuños de distintos colores
brotando de a uno en este show

los árboles obran de maneras misteriosas


nos cobijan a la vera del Carapachay
nos quedamos hasta tarde a hablar, hablar
compartir el lúpulo y el dulce
de sol a sombra a ser amigas
sobre esta manta eterna, en este muelle
y antes de dormir como los bandoleros
Madariaga y Lawrence, nadar.

(de Selva Ociosa)


Un tejido apretado

A un grado las nubes


se acomodan en capas, hace calor
es una térmica interna, casi un bumerang 
surgido de la conversación como cuando de día 
para sentir más fuerte nos asfixiamos;
en el trecking nos damos cuenta de que la pareja
de ancianos que nos precede tiene un plan
calcado al nuestro, somos ellos
sobre veredas manchadas de hojas lilas, ocre, bordeaux 
aunque todavía no nos una la necesidad
de parar a descansar o tener las manos cruzadas
sobre la espalda: no afuera no esta tarde.
Las cantidades, lo que los demás, las baldosas 
de las que nos retiramos y hacia donde no llegamos
son las hojas que caen, es el show
de los árboles hay gajos, brotes, un tema ramifica, ondula
se extiende sobre otro
hace el paisaje invertido
subterráneo que nutre un boulevard;
los ojos de los dos frenan en un tronco,
conejos en un invernadero, las hojas en el piso 
nos parecen de muérdago.
Permiso para que las vidas anteriores
queden afuera, de las puertas para el hall 
donde tomamos té en la prometida
con recibidor, sillas de exterior 
donde sentarse a mirar el suelo
fumar ahumado, multiplicar este segmento.

**
Ahora todo lo que hago 
en mi cocina transcurre
mientras me miran de ojo a ojo
de banquina a ventana
me vigilan, me siento
insegura de salir a regar
de causar la muerte
de los huevos, de ser víctima
del instinto hacen guardia
frente a mí los futuros padres 
veinticuatro horas, me ven
rasquetear la mesada
usar guantes para lavar
poner música de primavera
ellos pusieron los huevos y ahora
con atención considerable
en este trenzado reciente que nos une 
hay desconfianza mutua
eligieron entre todas las que había
mi maceta de cactus
las palomas para anidar.

Automotivos

por momentos todo complota


el día en que a la noche habría luna de sangre, subimos
apurados engalanados transpirados 
a la ópera en el cuarto piso Tertulia 
una tragedia en la que los amantes al final
mueren castigados en la España de Felipe
por atrevidos o enamorados, da igual,
una tragedia que en el revés de lo explícito termina bien
el doble sacrificio los une hacia lo eterno
en el jardín de las delicias
el día en que a la noche habría luna oxidada
*fui a buscar la bici,
-me dijo por teléfono-
es la bici de mark ryden
es la bici que fue olvidada
en un sueño oscuro, escabroso
creepy total* y era verdad
es bajita alucinante de ruedas
nuevas que relucen y RAT style
algo así como Orgullo Chatarra
vanidosa de su herrumbre, se le notan
los 80, el asiento es de un azul que no volvió
y desliza como toda experiencia irresistible
delicioso, te lleva
tiene un farol que aun no anda
pero ya va a iluminar
y en la rueda un dínamo plateado transforma 
el pedaleo en energía para prender
al unísono durante el viaje
los dos focos que asocia
me acuerdo ahora que mis hijos
no aprenden, no hay caso
a decir *prender la luz*
dicen *aprendela, tengo miedo*
y no corrijo, en el camino de la noche
todo es perfectible, posible
de ser visto si aprendemos de una luz.

Toca Toca

Cumple años , cada vez cree más


la suerte es loca, como la fe desborda
de imágenes obscenas, lo ve en la tele
un niño sufre espasmos de amor frente al papa
es un finito de segundos verdadero
La pasión asciende, empobrecer no existe 
y la experiencia es solo un dato interior
que vuelve, como él, como emigrado
 a su país y lo descubre
quiso PPP fortuna en el intelecto 
y algunas otras cosas que no supo
pero obtuvo, fue feliz
una rabia negra 
de poesía en el pecho.

Hilos de savia negra

—dibujé personajes
una cebra chorra, un robot-montaña,
la mujer más enamorada del mundo…
—ahh y cómo era? sufría? o era contenta?
—tenía los ojos de corazones
y la boca abierta, miraba así (…)
—y de quien estaba enamorada?
—del mundo! en verdad era un monstruo, mirala…

Recuerdo por mensaje privado

me acuerdo perfecto de esa tarde ja


llegué y jugamos con Alma, tendría dos
la época de la foto en el piso, hablamos mucho
de cómo te sentías, de lo mal que estaban llevándose
que no paraba, todo el día con las pelis
ella, ajena, daba rastros
de su existencia a los muebles
con marcador y al aire
porque tiraba conversaciones
sin agotarse, después mate
en la cocina paradas
y me contabas cómo era
creo que hablamos de la teoría
de tener el primero cuando el cementerio
de todo lo demás ¿Te acordás?
más tarde la cambiaste
a Alma en tu cuarto
y nos quedamos un rato en la cama
Conversábamos mirando el techo
ella hablaba también con su imaginario
un diálogo hondo con la pared
en varios tonos
después volvimos a la cocina
y me decías que para ella entrar ahí era un logro
no la dejabas, así que esa tarde festejaba
con un eeehh ehhh brazos en alto
ese día estaba yo y era una fiesta de permitidos
hasta ahí recuerdo, ahora me río con lágrimas
de leer en tu anecdotario
que Alma dice hoy con sus casi diez
sobre los niños de dos:
que a esa edad todas las personas
son graciosas y están locas.

El trabajo de la ficción

querido Teo
es un martes por la tarde
estamos cada uno en nuestra correspondiente
institución y acabo de anotarme en la mano
*papel creppé* para acordarme
de conseguirlo esta tarde
cuando salga de la oficina y pase a buscarte
tenemos como tarea después de la cena
(empanadas con azúcar en la panza, como pediste)
la casa para el insecto
que diseñaste y moldeaste
pintaste y barnizaste
tu maestra me lo entregó en una cajita con guata
y tapa translúcida donde se lee
el nombre que le pusiste
Bejapincha
antes de hacer el plano de la vivienda
que querés para él, un cubo simple
sin colores, rodeado de árboles, sol
me ilumina que  ensayes
cuidar a un ser al que trajiste
de la nada a este mundo
ahora nos queda poco: saber cómo
va  a vivir su vida
en tu imaginación, ese es tu privilegio
te pregunté si volaba y qué comía
si quería quizá paredes de pasto
o flores pero te negaste
a responder mis preguntas necias
dijiste: ¿cómo va a volar
un pedacito de porcelana fría?

Vemos el mundo que somos

en un rato corro a verlo


hoy actúa en su primer papel protagónico
y aunque perdió el guión
y me preocupé esta mañana por eso
él tomaba su jugo como siempre
y andaba con cara de acá nada pasó
mandé mensajes al grupo
pedí correo con el texto
una maestra que lo conoce
me tranquilizó, dijo que sabía su parte
y las del resto
el personaje principal fue escrito
para él y solo tiene siete
lo supe después de leerlo
¡vas a hacer de vos mismo!
le dije por teléfono
y no entendió mi admiración
a los días que pasan como agua
siempre se superpone uno como hoy
los recuerdos que tengo
desde su nacimiento
se me expanden por dentro
una lava me inunda el alma
qué enamorada me sostengo
anoche pegaba su mejilla a mi cabeza
leíamos en voz alta Lolito, de Brooks
porque él lo eligió de la pila que se acumula
al costado de la cama
“la etiqueta de esta novela me encanta,
vos leela y yo me duermo”
Lolito tiene partes de alto voltaje
y sé que le atrae escuchar
leo para mí y él me acompaña
la adapto un poco a su edad
encubro omito salteo
y compartimos su propuesta
un poco mentira
un poco verdad
un poco promesa.

Este es mi hábitat no saldré al sol

hago un estirado sobre piedra fría


piso este piso, lo hago mi hogar
afuera quema la tarde, acá es caverna
de refugiados, sombra
busco a mis amos con la vista
por el placer de contemplar
cuando la soga afloja, siento un collar
que me acaricia
cayó a mis pies el vestido de la ley
si me pasan al lado, no me ven
se mueven libres
venimos para acomodarnos, marearnos
que es nuestra droga y sentir parecido
hay cosas nuevas, algo distinto en la distribución
pero palpo, huelo, este presente continuo

pongo lo que quiero en el equipo y bailo


desconcentro, en esta carpa de puertas abiertas
la vida es horizontal, juguetear quiere decir
fogonazos por los rincones
que se prenden, se apagan
acá están mis animales estos son

venimos desde, vamos hacia


estamos para la llama que arde en el centro
de este círculo de hermanos
papá hace salto en rana, el bebé aplaude
mira al cielo, ese manchón
una sonrisa discurre de celeste en celeste
la niña monta sobre los hombros, se la ve en las nubes
mamá admira su imperio, corta las papas,
nos escucha.

vamos hacia, venimos desde


nos gusta doblarnos como los juncos
en la noche otoñal, movernos entre la gente
acá hay machimbre y humedad
paredes descascaradas de un poder
que se escucha, sube el volumen, alto
crecen las voces y se desarrollan
pero no un grito, nos sale un canto.
Noe Vera nació en Buenos Aires en 1980. Publicó Discontinuos (La propia cartonera, Uruguay), Nosotros
quiere decir un montón de cosas (Color pastel), Cuatro paredes (Determinado rumor), Colecho (El ojo del
mármol), Captcha(Vox) y Selva ociosa (Caleta Olivia). Forma parte del colectivo Máquina de lavar. Y
coedita junto a Marina Gersberg la revista digital www.elcielodelmes.com. ar

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