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FILOSOFÍA UDS 6, 9, 10

UD 6

La metafísica de Platón

La teoría de las Ideas

Platón creía que las Ideas son perfectas, no cambian nunca y existen
independentemiente de nosotros.

Según Platón, las Ideas son eternas, perfectas e inmutables y solo se pueden captar
mediante la razón, a diferencia de las cosas del mundo sensible (ámbito formado por
cosas que podemos ver y tocar, y es el espacio al que pertenece todo lo que podemos
captar mediante los sentidos).

En su teoría de las Ideas, afirma que las Ideas existen independientemente de


nosotros, en un espacio que lo denomina el mundo inteligible (espacio donde se
encuentran las Ideas, y se llama así porque es un ámbito de la realidad que solo se
puede captar mediante la razón).

Las cosas imitan a las Ideas

La auténtica realidad, que son las Ideas, permanece siempre idéntica e inmutable. Las
cosas cambian, envecejen y desaparecen, pero el cambio que observamos es aparente.
Los sentidos nos engañan, por lo que no podemos confiar en ellos.

El dualismo platónico

En metafísica, el dualismo (la realidad está formada por dos realidades) se enfrenta al
monismo (la realidad es única) y al prularismo (la realidad es múltiple).

La filosofía de Platón es dualista, por lo que afirma la existencia de dos realidades


diferentes (el mundo sensible y el mundo de las Ideas). Para él la verdadera realidad
es dual porque está formada por las cosas y las Ideas.

El conocimiento de las Ideas

Platón creía que hemos nacido con el conocimiento de las Ideas, pero se nos ha
olvidado. Todo nuestro aprendizaje no es más que una reminiscencia (recuerdo de las
Ideas que nuestra alma ha conocido pero ha olvidado).
La metafísica aristotélica

Una filosofía realista

Aristóteles no estaba de acuerdo con Platón. Para Aristóteles, la verdadera realidad


está constituida por los individuos particulares del mundo sensible.

Decimos que la filosofía aristotélica es realista porque lo que existe son las cosas que
vemos y tocamos. Al contrario de lo que pensaba Platón, Aristóteles cree que las
esencias son inmanentes, es decir, que forman parte de nuestro mundo porque están
dentro de las cosas que nos rodean.

Sustancia y accidentes

Para encontrar la verdadera esencia de las cosas era necesario distinguir la sustancia
de los accidentes. La sustancia, para Aristóteles, es lo que existe por sí mismo, y los
accidentes, en cambio, existen en otro.

Las cuatro causas

Aristóteles creía que para conocer la verdadera realidad compuesta por sustancias
hace falta explicar sus causas, que son 4. Si queremos conocer a fondo algo, debemos
ser capaces de responder a 4 preguntas, que son las 4 causas:

- Causa material: ¿De qué está hecho? Aquello de lo que una substancia está hecha se
denomina materia.
- Causa formal: ¿Cómo está hecho? La forma es la manera concreta en que la materia
se estructura y organiza para dar lugar a esa sustancia.
- Causa eficiente: ¿Qué o quién lo ha hecho? Se trata del agente que ha hecho esa
sustancia.
- Causa final: ¿Para qué se ha hecho? Aristóteles creía que todo lo que existe está
hecho con una finalidad. La causa final aclara cuál es ese propósito.

Para Aristóteles, la esencia coincide con la forma.

Una filosofía teleológica

La filosofía aristotélica es teológica porque afirma que todo lo que existe tiene un
propósito. Este propósito es inmanente, porque está en el interior de las cosas y forma
parte de su naturaleza.

El problema de los universales

La metafísica de Aristóteles nos permite comprender la respuesta que propuso para el


problema de los universales.
Quienes han estudiado esta cuestión denominan universales a aquellas entidades a las
que nos referimos cuando hablamos de términos generales. Algunos filósofos, como
Platón en su teoría de las Ideas, creen que los universales existen de forma
independiente y objetiva en un espacio propio que está separado del mundo que
podemos percibir con los sentidos.

También hay filósofos que niegan la existencia independiente de los universales. Para
estos pensadores, lu único que existe son los individuos particulares del mundo
sensible.

El nominalismo afirma que los universales es el nombre que utilizamos para designar
a diversos individuos distintos que tienen algo en común.

Las categorías

Para Aristóteles, las categorías son diferentes dimensiones de la realidad que se


corresponden con distintas maneras de ser. Destacan la sustancia, la cantidad, la
cualidad, la relación, la acción…

La sustancia en la metafísica moderna

Descartes y la duda metódica

La filosofía moderna comienza en el siglo XVII con René Descartes. Descartes


pretendía construir un nuevo sistema filosófica y para ello buscaba verdades
indudables, que para ello, ponía en duda absolutamente todo. A este procedimiento se
le denomina la duda metódica cartesiana.

La primera verdad indudable

Según Descartes, mi existencia como sujeto pensante es la primera verdad y es tan


cierta que nadie me puede hacer dudar de ella.

Descartes lo expresó en latín con la frase cogito ergo sum que significa “Pienso y por
lo tanto existo”. Por eso a esta primera verdad se le denomina cogito cartesiano.

El papel del sujeto en la filosofía moderna

Desde la antigua Grecia, los pensadores se habían puesto a pensar en la realidad


partiendo de las cosas que nos rodean. En la filosofía moderna, el papel del sujeto es
fundamental.
Las tres sustancias cartesianas

La sustancia es uno de los conceptos de la metafísica.

El ser humano es una sustancia pensante porque existe por sí mismo y ocupa un lugar
en el espacio. La sustancia extensa se diferencia a la pensante porque el pensamiento
es inmaterial y no ocupa ningún espacio. Y por último, Dios es una sustancia infinita
porque existe de manera independiente.

La sustancia en el racionalismo

Además de Descartes, Leibniz y Spinoza son filósofos racionalistas del siglo XVII.

Todos los filósofos racionalistas querían aclarar el problema de la sustancia. Para


ellos estaba claro que todo estaba compuesto por sustancias, es decir, por realidades
existentes en sí mismas. Sin embargo, tenían diferentes puntos de vista sobre el
número de sustancias existentes y sobre su naturaleza.

Leibniz creía qie había infinitas sustancias a las que llamó mónadas, que pensaba que
eran puntos de fuerza que al combinarse entre sí, formaban todo cuanto existe.

Spinoza, en cambio, creía que solo existía una única sustancia, que se corresponde
con la totalidad de lo real.

La crisis de la metafísica

Kant y los límites de la metafísica

Para Kant, el ser humano no puede conocer nada que esté más allá de la experiencia y
por eso señala de que existe un límite.

La metafísica, por lo tanto, no puede llegar a convertirse en una ciencia, pero Kant
cree que la metafísica es una tendencia inevitable de los seres humanos.

El positivismo de Comte

Contrariamente a Kant, Auguste Comte no creía que la metafísica fuera una tendencia
esencial en la naturaleza humana. Comte, creía que la ciencia puede proporcionar un
conocimiento más firme y útil para la humanidad.

Los seres humanos se han planteado preguntas sobre el mundo que les rodea, y las
han ido cambiando con la ley de los tres estados.

La primera etapa fue en la creencia de los dioses y seres sobrenaturales, denominado


estado teológico.
La segunda etapa fue el estado metafísico, y tratan de explicar la realidad mediante
razonamientos abstractos.

La tercera etapa y más evolucionada es el estado positivo, que la ciencia es capaz de


ofrecer respuestas claras y eficaces a nuestras preguntas. Al llamarlo “positivo”
recalca que es un conocimiento útil, efectivo, provechoso y constructivo.

La filosofía de Comte se le denomina positivismo porque hace hincapié en superar las


etapas anteriores y alcanzar el estado positivo. El positivismo afirma la fe en la
ciencia, y confía en que una vez llegado al tercer estado, la humanidad podrá
progresar hacia un crecimiento bienestar social.

Nietzsche y su crítica a la metafísica

Friedrich Nietzsche vivió en el siglo XIX y fue un filósofo vitalista. Nietzsche


defendía la importancia de desarrollar una vida plena e intensa. Nietzsche cree que la
metafísica ha contribuido a negar el valor de la vida.

¿Tiene sentido el lenguaje de la metafísica?

Ludwig Wittgenstein estaba muy interesado en el lenguaje y se da cuenta que los


problemas filosóficoa no eran más que sinsentidos causados por el mal uso del
lenguaje.

La teoría del lenguaje de Tractatus

Sostiene que una proposición (frase que afirma o niega algo) solo tiene sentido
cuando se refiere a un hecho, menos las de la ciencia. Estos hechos se pueden
determinar si son verdaderos o falsos.

Según Tractatus, como las proposiciones de la metafísica no se corresponden con


hechos, no tienen sentido.

Para el neopositivismo, el único conocimiento válido es el de la ciéncia. Cómo la


metafísica carece de sentido es mejor abandonarla.

Además, para Wittgenstein existe “lo místico”.


UD 9

La ley y la moral

¿Quién ordena lo que hay que hacer?

Las leyes son normas de comportamiento de carácter obligatorio dictadas por la


sociedad. Si no se cumplen, se puede ser sancionado. En cambio, la moral está
compuesta por normas internas de conducta, dictadas por nuestra conciencia, que si
no las cumplimos sentimos remordimiento.

Autonomía y heteronomía

La autonomía es la capacidad de un individuo para elaborar por sí mismo sus propias


normas de conducta. La heteronomía es cuando se obedece las normas dictadas por
otras personas.

Somos responsables porque somos libres

Una de las características de los seres humanos es la capacidad de elegir.

Libertad negativa y libertad positiva

Tenemos libertad negativa cuando no hay obstáculos que nos impidan hacer lo que
queramos.

La libertad positiva es la capacidad real de decidir con autonomía lo que queremos


hacer.

Autonomía y responsabilidad

Los seres humanos somos autónomos y libres.

La capacidad de elegir nos hace responsables, que significa hacerse cargo de las
decisiones que tomamos. Como somos libres de elegir, debemos justificar el porqué
de nuestra elección.

La conciencia y los valores

La voz de la conciencia

La conciencia puede tener varios significados:

La conciencia intelectual está relacionada con el conocimiento, que sirve para pensar
y para darnos cuenta de que estamos pensando.
La conciencia moral es la capacidad que tenemos los seres humanos de distinguir el
bien y el mal.

Los valores

La teoría ética de Max Scheler es axiológica porque se centra en estudiar los valores
morales y el modo en que estos influyen en la acción humana.

Un valor es algo que estimamos porque nos parece importante.

Tipos de valores:

- Utilitarios: eficiencia o utilidad


- Vitales: salud o bienestar corporal
- Científicos: la verdad
- Estéticos: belleza
- Religiosos: la salvación

Los valores éticos

Los valores éticos solo adquieren sentido cuando los referimos al comportamiento de
las personas. Las personas interpretamos los valores éticos como incondicionales,
universales y necesarios.

Escala de valores

Según Max Scheler todos los valores son polares, es decir, que puedens er positivos o
negativos porque a cada valor se le puede encontrar su contravalor.

Además, los valores están jerarquizados, es decir, que no todos son igual de
importantes. Scheler distinguió los valores más importantes y los valores menos
importantes.

Distintas perpectivas sobre la ética

¿Cómo hemos de actuar?

La ética se ocupa de la reflexión sobre la moral.

Cuando alguien nos está explicando un buen o mal comportamiento, nos está
hablando de su moral individual.
El ser y el deber ser

La ética nos indica como deben ser las acciones humanas, entonces la ética es
perspectiva ya que nos ordena.

La ética no trata acerca del ser, sino que se interesa por el deber ser. Por ello, se han
propuesto teorías que a menudo se contradicen entre sí.

¿En qué debe basarse la ética?

El intelectualismo moral es la teoría según la cual la base de los juicios morales está
en la razón. La posición opuesta es el emotivismo moral, que dice que la base de los
juicios morales está en los sentimientos; y los sentimientos y las emociones nos
determinan que está bien y que está mal.

¿Cuál es el contenido de la ética?

Algunos autores creen que la ética debe ocuparse de un contenido material porque se
ocupa de algo en concreto.

Epicuro afirma que la ética debe orientarnos para alcanzar la felicidad, que se obtiene
buscando placer y evitando el dolor.

Otros autores creen que la ética no debe proponernos ningún contenido material
concreto, porque sino significaría limitar la libertad del individuo, y tiene que tener
autonomía para buscar su objetivo. Así que la ética no puede ocuparse de la materia
de los juicios morales, sino únicamente de su forma.

¿Respetar los principios o pensar en las consecuencias?

La postura que insiste en la importancia de cumplir nuestro deber, que apoya Kant, se
denomina deontologismo. La postura contraria a esta, y que apoya el utilitarista John,
es el consecuencialismo, que insiste en tener en cuenta las consecuencias de nuestros
actos.

¿Hay reglas morales que sean válidas para todos?

Según el universalismo moral, hay normas morales básicas que son válidas para todas
las personas.
El relativismo moral afirma que todas las reglas y los valores morales dependen de la
situación. Para los relativistas, es imposible encontrar ninguna regla moral universal.
Ha surgido una propuesta, que afirma que sería necesario establecer una ética de
mínimos que todos pudiésemos compartir y que de ese modo pudiera servir como u
código moral universal básico.
Éticas aplicadas

La ética aquí y ahora

La ética aplicada es una rama de la ética que trata de encontrar criterios para orientar
nuestras decisiones en terrenos complejos.

El dilema moral es una situación compleja en la que debemos decidir entre dos cursos
de acción contradictorios.

Un problema moral es un caso difícil ante el que podemos actuar de maneras


diferentes.

Algunos campos de la ética aplicada

Bioética

La bioética propone 4 reglas básicas para ayudarnos a tomar decisiones en casos


complejos relacionados con la vida. Son los siguientes principios:

- Principio de autonomía: La persona debe decidir por sí misma.


- Principio de beneficiencia: Lo que hagamos debe producir un bien.
- Principio de no maleficencia: Nada de lo que hagamos debe causar un mal.
- Principio de justicia: Nuestras acciones han de ser equitativas.

Ética profesional

La ética profesional reflexiona acerca del comportamiento que deberían seguir los
trabajadores en el ejercicio de sus funciones.

Para regular el correcto comportamiento en ámbitos laborales y evitar conductas


inadecuadas, pueden elaborarse reglas específicas llamadas códigos deontológicos,
que es un conjunto de normas que indican a los profesionales cuáles son los deberes
que deben cumplir en su profesión.

Ética empresarial

La ética empresarial reflexiona sobre los distintos problemas morales que pueden
presentarse en el mundo de los negocios. Nos puede ofrecer pautas y criterios muy
útiles para ayudarnos a orientar las decisiones empresariales.

Ética de las comunicaciones y la informática

La ética de las comunicaciones y de la informática se ocupa de analizar problemas


morales relacionados con el mundo digital.
La ética medioambiental

Los planteamientos de la ética ambiental nos invitan a pensar en las implicaciones


morales que tiene nuestra forma de vida y su impacto sobre el sistema ecológico.

Teorías éticas formuladas a lo largo de la historia han insistido en recordarnos nuestra


responsabilidad con los demás, pero según Hans Jonas, esta responsabilidad no afecta
solo a quienes conviven con nosotros, sino que también debe extenderse más allá de
nuestra generación.

Lo que hacemos hoy en la tierra puede traer consecuencias a las futuras personas que
vivan en ella, por lo tanto, tenemos que tener un principio de responsabilidad, es
decir, pensar cuando hacemos una actividad en como afectará a nuestro planeta a sus
futuros habitantes.

Algunos autores han defendido la necesidad de articular una ética ecológica que sea
biocéntrica y que preste atención al valor que tienen los seres no humanos con los que
convivimos. La ética ha insistido en la importancia de respetar a las personas,
llamandolo dignidad.
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El hedonismo de Epicuro

La felicidad consiste en el placer

La ética de Epicuro es hedonista, porque afirma que el bien supremo es el placer.


Según Epicuro, aunque los excensos nos puede producir placer, posteriormente nos
puede causar dolor. Este tipo de conducta no nos acerca a la felicidad, y lo que hay
que busca entonces es la calma.

Epicuro distinguió tres tipos de placeres, los placeres naturales y necesarios, los
placeres naturales pero innecesarios y los placeres que no son ni una cosa ni la otra.

El placer y la ataraxia

La ética de Epicuro propone alcanzar la ataraxia, que es un estado de calma


caracterizado por la ausencia de perturbación. Este placer debe estar controlado por la
moderación, para evitar el sufrimiento. Los mejores placeres no son los del mundo
material, sino los espirituales.

El utilitarismo

El cálculo de los placeres

Según el utilitarismo, a la hora de actuar debemos pensar en las consecuencias de lo


que vamos a hacer, entonces debemos pensar si nuestras acciones hacen felices o
infelices a las personas que nons rodean. Una acción es útil cuando hace feliz a un
gran número de personas que serán beneficiadas o perjudicadas dependiendo de
nuestras acciones.

El utilitarismo de Bentham

Jeremy Bentham fue utilitarista en el siglo XIX. Según Bentham, lo bueno coincide
con lo útil. Si tenemos en cuenta un placer intenso, duradero, seguro y próximo,
podremos medir los placeres y calcular su valor total.

El utilitarismo de J.S Mill

John Stuart Mill criticaba el hecho de que para Bentham todos los placeres se
contabilizasen de la misma manera, y para él es incorrecto, porque no todos los
placeres son iguales.

Para Mill, lo placeres superiores (placeres intelectuales y morales) son los que nos
diferencian de los animales, que son los que nos pueden proporcionar mayor
felicidad. Estos placeres tienen más valor que los que están asociados a la
satisfacción de nuestras necesidades materiales.

Desarrollos posteriores al utilitarismo

Los planteamientos utilitaristas actuales consideran que el criterio para determinar lo


correcto debe ser la maximización de las preferencias de las personas.

El eudemonismo de Aristóteles

En busca del florecimiento humano

Aristóteles afirma que el bien máximo es el desarrollo pleno de nuestras capacidades.


Florecer como personas es llegar a una buena vida, a lo que denominaban los griegos
eudaimonía.

Para Aristóteles, la eudaimonía es una forma de vida pero no pasajera. Esta forma de
vida es cuando la persona ha alcanzado la plenitud.

Una ética eudemonista

La ética de Aristóteles es una ética eudemonista, ya que insiste en la importancia de


orientar nuestra vida para lograr el desarrollo en plenitud de todas nuestras
capacidades.

Para Aristóteles, las personas somos diferentes a los animales porque tenemos razón y
palabra. El ser humano es un animal con logos. La más alta felicidad es dedicar el
tiempo a pensar y a buscar la verdad.

El cultivo de la virtud

La ética de Aristóteles es una ética de la virtud (areté en griego, que significa


excelencia), ya que insiste en la importancia de acostumbrarnos a actuar de forma
adecuada (costumbre, elegir bien, huir d ellos excesos, uso de la inteligencia y tener
prudencia). De ese modo conseguiremos convertirnos en personas excelentes capacer
de vivir una vida plena y lograda.

OTRAS DEFINICIONES

Máximas para Kant: Son reglas de conducta individuales que el sujeto debe elaborar
autónomamente.

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