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Phillis Wheatley fue una poetisa afroamericana nacida en Senegal en 1753.

Fue secuestrada y
llevada a Boston como esclava cuando tenía alrededor de siete años. Fue comprada por la familia
Wheatley y se convirtió en su esclava doméstica.

A pesar de su situación de esclavitud, Phillis Wheatley mostró una gran habilidad para la poesía
desde temprana edad. Aprendió a leer y escribir en inglés y latín gracias a la educación que le
brindó a la familia Wheatley. A los 14 años, Phillis Wheatley comenzó a escribir sus propios poemas
ya publicarlos en periódicos y revistas.

En 1773, Phillis Wheatley publicó su primer libro de poemas, "Poemas en varias ocasiones". Este
libro se convirtió en la primera afroamericana en publicar un libro en América del Norte. El libro
recibió elogios de figuras importantes de la época, como George Washington y Benjamin Franklin.

Phillis Wheatley continuó escribiendo poesía y publicando sus obras hasta su muerte en 1784 a la
edad de 31 años. A pesar de su éxito como poeta, Wheatley nunca fue completamente liberada de
la esclavitud y murió en la pobreza.

Sin embargo, su legado como una de las primeras escritoras afroamericanas de América del Norte
sigue siendo significativo y su trabajo ha sido celebrado por generaciones posteriores de escritoras
y activistas por la igualdad racial.

Poema

Aquí te dejo el poema "A una rosa" de Phillis Wheatley:

Rosa, eres la delicada flor De la primavera nacida. Tu perfume es el aliento del amor, El dulce
aroma de la vida.

Oh, fugaz belleza de la naturaleza, Tu existencia es tan breve como espléndida. Tu brillo es como el
resplandor del sol, Pero pronto serás solo una sombra de lo que eras.

¿No es así también con la vida humana, Una flor que florece por un tiempo? Nuestra existencia es
tan breve como la tuya, Nuestra belleza tan fugaz como la brisa de la mañana.

Entonces, rosa, mientras vivas y brilles, Permítenos admirar tu gracia. Pero cuando hayas
terminado tu carrera, Que tu dulce perfume quede como un legado.

Aquí te dejo el poema "A SM, el rey de las tierras de Bantú" de Phillis Wheatley:

¡Oh, tú, cuya majestad y poder, Extendido desde el África hacia el Occidente, Cubre vastas
extensiones de tierra, Y cuya gloria se extiende aún más lejos!

Tú, gran monarca, rey de Bantú, Eres el protector de tu pueblo Y tu nombre es el temor de tus
enemigos, Quienes se postran ante ti en sumisión.

Tu reino es rico en oro y marfil, Y en la sabiduría de tus súbditos, Quienes, bajo tu gobierno justo y
sabio, Viven en paz y prosperidad.

El sol nunca se pone sobre tus tierras, Pues siempre brilla con la luz de tu gloria, Y los cielos son
testigos de tus hazañas, Que han pasado a la historia.
Tu fama ha llegado a nuestras costas, Y tus logros son el asombro de muchos, Quienes ven en ti al
gran rey africano, Cuyo nombre será recordado por siempre.

Oh, que la paz y la felicidad sean contigo, Gran monarca de la tierra de Bantú, Y que tu nombre sea
honrado y respetado, Hasta el fin de los tiempos y más allá.

Aquí te dejo el poema "Sobre ser traído de África a América" de Phillis Wheatley:

Fue la misericordia que nos trajo de nuestra tierra Pagana, Enseñó a mi alma ignorante a
comprender Que hay un Dios, que también hay un Salvador: Una vez que la redención ni busqué ni
supe. Algunos ven a nuestra raza de sable con ojos despectivos, "Su color es un dado diabólico".
Recuerden, cristianos, negros, negros como Caín, pueden ser refinados y unirse al tren angelical.

Aquí te dejo el poema "A una libélula" de Phillis Wheatley:

Voladora, temblorosa, tímida cosa, ¡Oh, cómo temes a la brisa impía! Cómo tiemblas al menor
soplo de aire, Pero, ¡oh, qué hermosa eres cuando te elevas!

Tu vuelo es un baile sobre el aire, Ágil y gracioso como una danza. Te deslizas y zumbas, un soplo
de vida, Una criatura libre, sin temor ni ataduras.

¿No eres tú, libélula, un símbolo de libertad, Una criatura que, aunque frágil, no se detiene? Vas
donde quieres, sin obedecer a nadie más, Un ejemplo de lo que significa ser libre.

Oh, que pudiera yo, como tú, volar sin restricciones, Libre de las cadenas que me atan a la tierra.
Pero mientras tanto, observaré tu vuelo ligero, Un recordatorio de lo que significa ser libre.

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