Está en la página 1de 1

Haciendo retrospección a mis comportamientos del día a día pude identificar los

mecanismos de defensa que suelo utilizar ante diversas situaciones de mi vida.


Identifique cuatro, uno de ellos primario y el resto secundarios.
RETRAIMIENTO: Ante situaciones de estrés o escenarios que me hagan sentir
molesta, suelo aislarme un poco de mi entorno, dejo de comunicarme de la misma
manera, a dormir más si es que puedo, para tener que explicar menos el como me
estoy sintiendo en ese momento.
REPRESIÓN: Durante un periodo de mi vida pase por situaciones violentas, pero
en su momento mi reacción ante ello era reprimirlo, en lugar de actuar ante la
situación, reprimía lo mal que me sentía e intentaba fingir que no había sucedido
así, o una forma de justificar esa situación, reprimiendo lo que en realidad había
pasado.
SUBLIMACIÓN: Limpiar cuando estoy enojada o estresada (llevándolo un poco
más allá de la limpieza que realizo de manera común, lo negativo que puedo
diferenciar es que me taladra la idea, cuando empiezo a pensar mucho en lo que
me esta molestando en un momento la necesidad de limpiar llega, y lo que no es
primordial lo convierto, dejando de lado la actividad que me esta estresando para
hacer la limpieza que es menos importante.
COMPENSACIÓN O FORMACIÓN REACTIVA: Ocasionalmente tengo conductas
alimenticias inadecuadas, y el mecanismo de defensa que utilizo ante esa
situación suele entrar en algún tipo de régimen alimenticio, algunos más invasivos
que otros. Estas conductas suelen incrementarse cuando estoy sometida a estrés.

También podría gustarte