Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dibújalo
Poner en papel brinda una gran claridad, así que dibuja tu círculo y describe los
procesos que te tienen atrapado.
Asume la responsabilidad
Como les decía, la mente racional de entrada se defiende y comienza a poner
excusas y pretextos. Identifícalos, analízalos y desengánchate de ellos.
Deja de echarle la culpa a las circunstancias: “Es que tengo mucho trabajo” y asume
que tú y solo tú has elegido esas conductas. Y que tú tienes el poder de elegir otras
que te hagan sentir mejor.
Mi ejemplo:
Pregunta que lleva a la justificación, por lo tanto al problema:
¿Por qué…? ¿Por qué me desvelo tanto? Es que tengo mucho trabajo.
Pregunta que lleva a la meta y genera una solución creativa:
¿Y si…? ¿Y si dejo de desvelarme?
¿Qué pasaría si…? ¿Qué pasaría si me aguanto y no hago siesta?
¿Cómo puedo…? ¿Cómo puedo despertarme más temprano?
¿Cómo puedo…? ¿Cómo puedo evitar la siesta? Yendo al cine, ir a un café con
una amiga, haciendo ejercicio…
¿Qué puedo hacer…? ¿Qué puedo hacer para dormirme más temprano? Planear
correctamente las tareas y actividades de cada día, implementar un ritual de
relajación una hora antes de mi hora meta de dormir…
Mi ejemplo:
Actualmente estoy durmiendo a las 2:00 a.m. Durante una semana comenzaré a
dormirme una hora antes (1:00 a.m.) y gradualmente dormiré más temprano hasta
alcanzar mi hora meta de 11:00 p.m. en un periodo de un mes.
Encuentra las raíces que te llevaron al círculo vicioso
Cuestiónate:
¿Cuándo y por qué surgió este círculo?
¿Es un círculo que parece recurrentemente en tu vida? ¿Bajo qué circunstancias y
emociones?
¿Qué estrategias puedes llevar a cabo para evitar que se repitan dichas
circunstancias que te llevaron al círculo vicioso?
Mi ejemplo:
Mi círculo vicioso aparece en periodos de alta carga de trabajo que me generan
estrés. Está ligado a una sensación de ansiedad.
Algunas estrategias: control estricto de mis tareas en mi agenda personal, gestionar
mejor mi tiempo a través de la Técnica Pomodoro, seguir estrictamente mis rituales
matutinos y vespertinos que me ayudan a relajarme y enfocarme.