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TAREA

• Identifica a un personaje de una película o un libro que consideras cumple criterio para el
trastorno obsesivo compulsivo de personalidad, después elabora un reporte donde justificas con
ejemplos el diagnóstico y menciona que intervenciones utilizarías para modificar las pautas de
conducta disfuncionales.

Tomé como referencia la película “TOC-TOC”, el personaje es Blanca.

Este personaje aquí se caracteriza por un miedo exagerado a la suciedad, a los gérmenes y Blanca
vive preocupada por la posibilidad de infectarse y en cuanto piensa que cualquier bacteria o virus
ha podido alcanzarla, no puede evitar salir corriendo para desinfectarse lo antes posible y no
contraer una enfermedad, además presenta obsesiones con la limpieza.

La señora Blanca es remitida por su trabajo porque en varias situaciones se le ha llamado la


atención sobre su obsesión sobre el aseo y ella hace caso omiso a esto, entonces deciden remitirla
para tratar este trastorno, ya que las empleadas de oficios varios se han quejado en diversas
situaciones.

Blanca de 35 años de edad reconoce que esto es algo complejo de tratar, ella comenta que le es
difícil dejar de pensar que en todos lados hay “microbios, bacterias, hongos, ácaros y virus”,
exclama también que la mayoría de las personas le dicen que “vive somatizando”.

Algo que realmente es importante, fue cuando exclamo: “la limpieza ocupa tanto en mi día a día
que apenas tengo tiempo de vivir la vida” y también dice “he acabado aislándome tanto del
mundo”. Afirmando y reflexionando que este trastorno le ha generado diversos problemas en su
vida diaria, como lo es no tener un círculo social, focalizándose todo el tiempo con el aseo
obsesivo.

Técnicas

Restructuración cognitiva: Consiste en que el paciente, con ayuda del terapeuta, identifique esos
pensamientos irracionales. Ambos van discutiendo la validez y utilidad de tener esos
pensamientos, mediante preguntas y experimentos conductuales. Y se van buscando alternativas
racionales. Un buen terapeuta no le dirá al paciente qué pensamiento es el válido, sino que le
ayuda a que los encuentre por sí mismo. En estos casos el objetivo de la reestructuración no es
que se dé cuenta de que hay pocas posibilidades de que se contamine si toca un objeto de la calle,
sino que está sobreestimando la amenaza que eso supondría para su salud. Estos pensamientos
irracionales se deben eliminar por completo para que ella tenga una vida medianamente normal.

Desensibilización sistemática: Tiene como objetivo terminar tanto con las respuestas de ansiedad
como con las conductas de evitación propias de los trastornos ansiosos. El principio consiste en
que la intensidad de una respuesta como la ansiedad puede ser reducida a través de la emisión de
una respuesta incompatible, como podría ser la relajación. Esta técnica es importante porque así
se puede acercar poco a poco la paciente ante ciertas situaciones como serian tocar, manipular o
incluso sentarse en un lugar público sin tener que limpiarlo, claramente este proceso conlleva de
un tiempo, paciencia y voluntad.

Técnicas de relajación: La ansiedad es un estado emocional inconsciente que nos hace sentir
inquieto o angustiados ante algunas situaciones que sentimos que no podemos controlar. Es una
sensación constante en el día a día de la persona que impide que podamos disfrutar plenamente
del momento. Aquí se le enseñara a la señora Blanca como relajarse ante ciertas circunstancias
para que su estado emocional este más estable.

Entrenamiento en habilidades sociales: aplica para que las personas adquieran habilidades que les
permitan mantener interacciones más satisfactorias en las diferentes áreas sociales de su vida.
Después de tantos años aislada de la sociedad es relevante que la señora blanca fortalezca esta
parte para que sus relaciones sociales sean más estables.

Detención de pensamientos: es una técnica de autocontrol efectiva para evitar


los pensamientos rumiativos, esto es, aquellos pensamientos no deseados que se repiten
continuamente en ciertas ocasiones y que llevan a sensaciones desagradables, llegando a afectar
a nuestro estado de ánimo. Aquí se va a trabajar como tratar de detener esos pensamientos
obsesivos e involuntarios que muchas veces la señora Blanca por su trastorno le es difícil dejar y le
generan malestar.

En terapia se trabajaría de la siguiente manera en cada sesión.

1.Esta sesión se trabajará la restructuración cognitiva. Para empezar, se saluda al paciente, se


procede a realizar la historia clínica, se genera empatía y se comienza a indagar todo sobre el
trastorno que posee, en este caso todo sobre su obsesión, aquí se trata de hacer una valoración
conductual del paciente para saber que técnicas se deben abordar y cuantas sesiones serían las
indicadas. Aquí se le informa sobre los autoregistros que se van a manejar durante todo el proceso
terapéutico, para que el paciente se vaya del consultorio con toda la información clara.

2. En esta sesión ya se tienen las ideas claras sobre el paciente, ya se pensó sobre las técnicas
que se van a realizar y se plantearon 5 sesiones para aplicar estas. Para empezar, decidí utilizar la
técnica restructuración cognitiva, ya que se considera la más conveniente para esta primera
intervención como tal. Los pasos para esta técnica son:

I. Registrar los pensamientos irracionales: Cuando te sientas mal reflexiona acerca de qué
pensamientos has tenido que te han llevado a sentirte mal y anótalos. Puedes crear
autorregistros con tres columnas, una en la que describas la situación, otra lo que piensas
y otra lo que sientes. De ahí podrás sacar mucha información acerca de los pensamientos
que te van apareciendo. Escribe pensamientos concretos y cada uno de forma separada.
II. Este paso es esencial para tomar consciencia de cuáles son nuestros pensamientos
irracionales para luego trabajar sobre ellos y modificarlos. Por ejemplo, puede que pienses
a menudo “debo limpiar esto porque allí hay millones de bacterias que pueden hacer que
me enferme”. Analizar la veracidad de los pensamientos irracionales: Una vez que tengas
varias de estas creencias irracionales, el siguiente paso es analizar qué evidencia tenemos
de que lo que pensamos sea cierto y la evidencia a favor y en contra de éste. ¿Cómo se
aplica la reestructuración cognitiva?. Ejemplo: ¿estas segura que esa silla se encuentra
llena de virus y bacterias? ¿Qué tal lo hayan lavado ayer? ¿o lo hayan limpiado de alcohol
para desinfectarlo?.
III. Analiza la utilidad del pensamiento: ¿consideras que es importante saber cuántos millones
de virus y bacterias hay en ese sillón?.
IV. Analiza la trascendencia del pensamiento: en caso de que no hayan limpiado el sillón. En
caso de sí estuviera enfadado conmigo, ¿Es tan grave? ¿Es lo peor que podría pasar?
¿Por qué sería tan horroroso? ¿Podré soportarlo? ¿Dentro de unos años me acordaré de
esto? ¿Puedes imaginarte continuando con tu vida aun cuando esto ¿ocurriera así? La
mayoría de situaciones no son tan graves como para preocuparnos en exceso por ellas.
V. Haz experimentos conductuales: Si crees que el sillón está sucio simplemente puedes
ignorar este pensamiento y sentarse allí muy cómodamente.
VI. Encuentra pensamientos alternativos: Una vez que te hayas dado cuenta de que tu
pensamiento es irracional, es hora de aplicar esta técnica de reestructuración cognitiva:
Encuentra pensamientos alternativos racionales. Para ello pregúntate: ¿Hay otra forma de
interpretar esta situación?. Si un amigo tuviera este pensamiento ¿qué le diría? ¿Podría
hacer algo más útil que darle vueltas a este pensamiento? ¿Esta forma de interpretar la
realidad me ayuda a conseguir mis objetivos? ¿Me ayuda a tener mejor estado de ánimo?.
También es importante eliminar los “debería” y los “tengo que” y sustituirlos por “me
gustaría” o “preferiría”. No “necesito alguien que me quiera”, sino “Me gustaría que alguien
me quisiera, pero si no tampoco es el fin del mundo. Puedo apañármelas bien yo solo/a”.

La reestructuración no es tarea nada fácil y requiere de mucho tiempo de práctica. Pero llegará un
momento en que las ideas irracionales que nos estaban atormentando cada vez serán menos
frecuentes. Es posible que aparezcan otras, pero ya sabremos cómo identificarlas y modificarlas.

3.Aquí se saluda al paciente, se le hace una retroalimentación de la anterior sesión y se procede


realizar la siguiente técnica que se utiliza, por lo tanto, para cambiar este hábito, pues es sólo eso,
un hábito, y como cualquier otro, dedicándole tiempo y paciencia, lo podemos cambiar.

Toma conciencia de lo que estás haciendo: Lo primero, como en todo, es ser capaz de darte
cuenta de que estás haciendo algo perjudicial para tu salud emocional. Muchas veces empezamos
una espiral de preocupaciones y la repito una y otra vez, casi sin darnos cuenta. Bien, pues el
primer paso es que seas capaz, cada vez que lo hagas, de darte cuenta de lo que estás haciendo.
Para ello, escúchate, presta atención a aquello que te pasa por la cabeza.

Detén tu pensamiento: Grita interiormente (o en voz alta si te apetece y puedes), frases como:
“¡Basta ya!” “¡Para de una vez!” “¡Stop!”. Tan sencillo como eso. Y aunque no lo creas, tu
pensamiento parará (con tiempo y entrenamiento). Pero lo más importante es que recuerdes
siempre que tu pensamiento es tuyo, y, por lo tanto, tú eres el que manda, el que tiene el control,
no él sobre ti.

Sustitúyelo: Evidentemente, nuestra mente no puede parar de pensar, así que, si detienes el
pensamiento de una preocupación, debes darle a tu mente algo con lo que sustituirlo, si no, en
breve, volverá a las andadas. Las dos formas más eficaces de hacerlo es:

I. Con distracción: ponte a hacer una tarea, ya sea mental o motora, que te distraiga y te
absorba lo suficiente: contar, cantar, hablar con alguien, cocinar, pasear… Cada uno
sabemos lo que nos gusta y no distrae. También puedes consultar una guía de actividades
distractoras.
II. Con pensamientos positivos: Puedes empezar a decirte mensajes que te sean agradables
y reconfortantes, o incluso crearte tus propias afirmaciones y repetírtelas una y otra vez,
del tipo: “Toda va bien” “No pasa nada, todo se soluciona” “Cuando llegue el momento lo
sabré resolver”. Es una técnica realmente fácil y valiosa, y aunque a priori no lo parezca
por su simpleza, funciona de verdad. Sólo requiere entrenamiento y dedicación.

4. Se le explica al paciente que en esta oportunidad vamos a trabajar las técnicas de relajación y la
desensibilización sistemática, estas dos pueden ir de la mano.

El procedimiento estandarizado de la desensibilización sistemática incluye cuatro pasos.


Entrenamiento en relajación, una construcción de las jerarquías, evaluación y práctica en
imaginación y la desensibilización sistemática propiamente dicha. Antes de pasar al entrenamiento
en relajación, es necesaria la explicación de la técnica al cliente, para motivarlo y hacerle
comprender la estrategia básica y los principios de la eficacia técnica.

Hay que explicarle qué son respuestas incompatibles y por qué si aparece una, no puede aparecer
la otra (como relajación y tensión), qué es una jerarquía de estímulos, qué es el contra
condicionamiento y la generalización en términos que pueda comprender.

Entrenamiento en relajación: La respuesta de relajación que el paciente usará para combatir la


ansiedad será preferiblemente alguna que ya conozca. Es posible utilizar cualquier procedimiento,
pero si es posible mejor utilizar algún tipo de relajación que el propio paciente pueda poner en
práctica de forma rápida y eficaz.

En caso contrario se pueden enseñar técnicas como la relajación progresiva o el control de la


respiración, que son técnicas fáciles de aprender. Lo fundamental es que ante la situación ansiosa,
estas respuestas incompatibles de relajación puedan ser aplicadas de forma fácil, rápida, y
reduzcan la ansiedad con eficacia.

Jerarquía de ansiedad: Cuando queremos aplicar la desensibilización tenemos que hacer una
ordenación de las situaciones temidas. Esto es lo que llamamos una jerarquía de ansiedad, donde
listamos todas las situaciones potencialmente ansiógenas relacionadas con el tema a tratar y las
ordenamos según el grado de ansiedad que generan. Para cuantificar la ansiedad que genera se
utiliza una escala del 0 al 100, donde la situación con puntuación 0 no genera ansiedad en absoluto
y la puntuada con un 100 es la que más ansiedad genera de todas. Para elaborar la jerarquía lo
hacemos a través de una tormenta de ideas (brainstorming) donde el paciente genera situaciones
que le provoquen ansiedad. Estas situaciones se anotan, se precisan y se les pone un número en
la escala del 0 al 100. Muchas veces puede ser difícil comenzar a asignar números. Una buena
forma de empezar es utilizar anclajes. Generar primero los ítems que menos y más ansiedad
generen, que serán el 0 y el 100 respectivamente, y un ítem intermedio que será el 50. A partir de
aquí

Práctica en imaginación: Como utilizaremos la exposición en imaginación, deberemos evaluar la


capacidad del paciente para imaginarse escenas. Se pedirá al paciente que imagine una escena y,
a continuación, se preguntarán los detalles de la misma para ver hasta qué punto es vívida la
visualización en imaginación.

5. Se recibe al paciente muy amablemente, se le pregunta si ha visto la evolución y que se


procederá a seguir en terapia. Hoy trabajaremos lo mismo, la desensibilización sistemática pero ya
en vivo y las técnicas de relajación.

Para empezar se le explica la relajación Muscular Progresiva de Jacobson Este ejercicio requiere
de una dedicación de tiempo algo mayor que los anteriores, así que hazlo sólo cuando tengas una
media hora para dedicarle. Intenta hacerlo cada día, notarás los resultados.

Estírate en un lugar cómodo y relajado. Intenta que no haya interrupciones o molestias.

Concéntrate en la respiración. Inspira profundamente y exhala lentamente hasta que te sientas


algo más relajado.

Concéntrate en tu pie derecho. Visualízalo en tu mente y ténsalo. Aprieta los dedos y provoca una
gran tensión en tu pie derecho.

Cuenta hasta 5 y relaja los músculos del pie.

Concéntrate en la sensación de relajación del pie.

Haz lo mismo con tu pie izquierdo. Cuando lo hayas hecho continua con tus piernas, tus rodillas,
las caderas, el abdomen, los brazos, las manos, los hombros, el cuello y la cabeza.

Cuando llegues a la cabeza atiende especialmente a la relajación de las mandíbulas, el cuero


cabelludo, las sientes y la frente, puesto que son zonas que suelen acumular mucha tensión.

Seguidamente se dará inicio a la exposición en vivo, donde ya después de haberse relajado será
más fácil afrontar esta situación.

Una vez asegurado esto, se procederá la presentación de las situaciones que causan ansiedad.
Esta presentación puede ser en imaginación o bien en vivo. Se comenzará por la situación que
cause ansiedad cero y se irá subiendo por la jerarquía de ansiedad gradualmente. Las primeras
presentaciones se hacen de forma breve, pero se irá aumentando cada vez más el tiempo de
exposición. Al mismo tiempo que se presenta el ítem ansiógeno, se ponen en marcha las
estrategias de relajación que se han aprendido previamente para interferir con la ansiedad y
desaprender la respuesta ansiosa. Naturalmente, cuanto más tiempo pase el paciente en
exposición, mayor desensibilización. Además, cuando se consigue reducir la ansiedad que produce
una situación, esta se generaliza a las situaciones que están por encima de esta. Los ítems se dan
por superados cuando producen cero ansiedad. Es decir, hasta que una situación no genera
absolutamente nada de ansiedad, no se puede pasar a la siguiente.

Por ejemplo, una persona que se lava las manos compulsivamente puede ser alentada a tocar un
objeto que él/ella cree está contaminado y luego la persona es instada a evitar lavarse por varias
horas hasta que la ansiedad provocada se haya reducido en gran parte. El tratamiento entonces
procede paso por paso, guiado por la habilidad del paciente a tolerar ansiedad y controlar los
rituales. A medida que progresa el tratamiento, la mayoría de los pacientes gradualmente sienten
menos ansiedad causada por los pensamientos obsesivos y pueden resistir los impulsos
compulsivos.

6. Por último, se procede a manejar la técnica llamada entrenamiento en habilidades sociales, ya


que por su trastorno sus relaciones interpersonales no son las mejores, esto se realiza para que la
señora blanca mejore su entorno social.

Para comenzar se le pide que realice una producción del cambio favorable hacia la conducta
asertiva frente a la pasiva o agresiva. Seguidamente se realiza una jerarquía de situaciones-
objetivos de la intervención, la selección de las situaciones que van a formar la jerarquía, para
estas pueden ser el nivel de la habilidad, de la ansiedad, del malestar emocional, frecuencia de la
evitación (si la hay) o creencias irracionales. Posteriormente se hace la representación de cada una
de las situaciones problemáticas de intención social (con la ayuda de coterapeutas o, si es en
grupo, de otros miembros), aquí plantean una situación donde se evidencie la no interacción con la
sociedad y debe actuar lo más normal posible. El terapeuta proporciona retroalimentación,
estableciendo lo que sería una respuesta apropiada para la situación problemática que se ha
representado. Por consiguiente, se aplica el modelado, bien sea directo o mediante un intercambio
de papeles, donde se le explica las conductas que debe realizar en un entorno social. Después el
terapeuta proporciona retroalimentación (feeback) donde se le brinda la información concreta y
puntual sobre los aspectos bien realizados y sobre los que todavía se han de mejorar. Dando paso
al último momento que es la planificación de las actuaciones fuera del contexto de la terapia, donde
mediante las tareas para casa, los clientes practican en el ambiente natural las conductas
aprendidas en el contexto terapéutico.

Todo esto se plantea con la posibilidad de que la paciente mejore su interacción social para que dé
cierto modo esto le ayude, le sea de apoyo y pueda ir superando todo lo vivido.

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