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Movimiento Juvenil Lautaro / Julio 2018 / Facebook: Leftraru Weichafe / Correo: lautaro.mjl@gmail.

com
Un atracón subversivo sabroso
El quehacer del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)
Debates Lautarinos
Julio 2018

Diseño e Impresión
Editorial Chile Popular
Santiago de Chile
Junio 2018

Facebook: Editorial Chile Popular


Correo: editorialchilepopular@gmail.com
Blog: http://chilepopular.blogspot.cl/
ÍNDICE:

I.- A modo de Presentación...............................................................5

II.- Introducción a un debate.............................................................9

III.- Contexto histórico del hacerse de una


experiencia revolucionaria.............................................................13

IV.- El hacerse del Movimiento Revolucionario


Túpac Amaru (MRTA)......................................................................27

V.- Cronología de una hacerse Revolucionario y subversivo...........51

VI.- Testimonio de una combatiente… Lucero Cumpa (Extractos)...63


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Un atracón subversivo sabroso
El quehacer del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)
Debates Lautarinos

I.- A MODO DE PRESENTACIÓN:

1.- Corría diciembre del 2016, cuando en nuestra intimidad comen-


zamos a dar un debate interesante, intenso e histórico. La excusa
que teníamos era la conmemoración de los 20 años de la toma de la
residencia del Embajador de Japón en Perú. Un hecho contunden-
te, realizado por la organización Revolucionaria del Perú, el Movi-
miento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), cuyo desenlace fue el
aniquilamiento bestial de todo el comando operativo, en manos del
dictador Alberto Fujimori, en abril de 1997.

2.- En nuestros andares propios de la subversión chilena, a los más


viejos de Lautaro, envueltos en un cúmulo de recuerdos vivos y her-
mosos, se nos volvía aparecer esas latitudes de aquel país hermano,
por donde Lautaro recorrió sus calles y que fue tierra fecunda para
nuestros quehaceres también. Si pues, para los que no lo saben,
Perú y su historia reciente, también es parte de nuestro andar sub-
versivo, que ya va para los 36 años. Para ahí anduvo -también - las
ambiciones de revolución lautarina, por aquellas calles del Rímac,
nos empapamos de la historia de un pueblo que siempre ha lucha-
do por sus destinos, quedamos seducidos a montones de aquellas
noches de jaranas sabrosas, de las peñas, de su cultura al máximo
y de las calles del Rímac. Ya desde los primeros años de Lautaro el
pueblo peruano nos recibió con los brazos abiertos, los contactos
venían desde la época del MAPU, antes de nuestro parto pero que
rapidito lo hicimos propios de Lautaro.

3.- Lautaro tuvo su atracón subversivo con los compitas del MRTA,
nos topamos, nos supimos, nos pensamos en esa búsqueda de la
América Latina libre y revolucionaria. En ese intercambio de expe-
riencias y de mirares (corta pero intensa), los compitas tupacama-

5
ristas quedaron impregnados con la irreverencia de nuestros batas,
por la masividad y el concepto de lo militar. No sabemos si fue co-
incidencia y/u osmosis, pero luego supimos que algo similar habían
realizados ellos(a) en la Avenida Abancay, de la Lima de cajones y
guitarras sabrosas.

4.- Aquel diciembre del 96’, el mundo se sorprendió con la osadía


de los compitas del MRTA, que lograron poner la dignidad más alto
que la cordillera de Los Andes y que todito el orbe, se enterara de la
realidad prisionera que estaban viviendo. Casi todos(a) nosotros(a),
estábamos en cana, cuando esa bocanada intensa de rebeldía nos
llegó… seguimos al detalle aquel gesto de consecuencia máxima y
nos inundó la tristeza y la rabia, por el descarado y bestial asesinato
cometido por las tropas fujimoristas. Aquel diciembre del 96’, tam-
bién se vinieron a la calle los compitas del Frente Patriótico Manuel
Rodríguez (FPMR), los que estábamos en la Cárcel de Alta Seguri-
dad (CAS), aunque todos molidos por los golpes propinados por los
pacos para cobrar la excelente osadía rodriguista; y en huelga de
hambre, nos recorrían el orgullo risueño de tremendos golpes de
Revolucionarios(as) latinoamericanos a los del poder.

5.- Es así como, con esas historias haciéndose presentes, es que


comenzamos a dibujar, recrear e investigar – nuevamente – la ex-
periencia del MRTA. Aunque no sabíamos desde mucho tiempo de
ellos(as), nos fuimos con todo a este atracón subversivo. Las nuevas
generaciones lautarinas, empapados a concho por las búsquedas
revolucionarias, fueron nutriendo este debate colectivo, cuyos pro-
ductos finales fuimos publicando a través de la Editorial Chile Popu-
lar. Hoy, aquel producto subversivo, lo retomamos, lo adecuamos, le
hicimos ciertas modificaciones y lo lanzamos como cuadernillo.

6.- Uno de nuestros propósitos con la presente publicación de nues-


tros debates internos, es ir saldando nuestra deuda histórica con
nuestro Pueblo. Dentro de los mitos que han instalado contra Lau-
taro, es una “supuesta” carencia de Teoría y de elaboración de re-
flexiones “más profundas”. Si bien aquel mito mezquino no es de
nuestro menester, si nos autocriticamos que nuestras capacidades
de propagación de nuestras provocaciones en la Batalla de las ideas,
6
queda corta en las cotidianidades de los Populares. Con este tipo
de textos, buscamos aminorar aquella distancia, estableciendo un
dialogo fluido y enriquecedor con el Gigante Popular.

7.- Si a ti te llega este documento, tienes en tus manos un trabajo co-


lectivo de nuestra organización y que está realizado con mucho cari-
ño. Sabemos que no da cuenta de todito el andar del MRTA pero si
de una mirada particular que es la lautarina. Disfrútalo, compártelo
y no dudes de hacernos llegar tus impresiones, críticas, reflexiones y
opiniones…justamente de eso se trata.

Buen Debate!

Comisión Política
Lautaro
Movimiento Juvenil Lautaro
Julio 2018

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II.- INTRODUCCIÓN A UN DEBATE

El 17 de Diciembre de 1996 en la noche, la crem de la crem de la


clase política y del Poder peruano, estaba reunida en la residencia
del Embajador Japonés en Lima, conmemorando el natalicio del
Emperador Akihito, cuando una fuerte explosión tumbaba uno de
sus muros -tan bien resguardados- e ingresaban por aquel forado
14 militantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Un tiempito antes, desde una ambulancia (simulando una emergen-
cia) descendía el comando “Edgar Sánchez” tomándose la ONG de
Cooperación técnica alemana, que colindaba con la residencia del
japonés. Desde allí y con el forado abierto ingresó este comando de
revolucionarios, que estaba compuesto por: Néstor Fortunato Cer-
pa Cartolini:“Evaristo”; Roli Rojas Fernández:“Arabe”; Eduardo Ni-
colás Cruz Sánchez:“Tito”; Luz Dina Villoslada Rodríguez: “Gringa”;
Alejandro Huamaní Contreras; Adolfo Trigoso Torres; Víctor Luber;
Luis Cáceres Taboada; Iván Meza Espíritu, Artemio Shigari Rosque
“Alex” o “Cone”; Herma Luz Meléndez Cueva: “Cynthia”, Bosco Ho-
norato Salas Huamán, Salomón Víctor Peceros Pedraza y dos com-
pitas más (de los cuales no hemos podido dar con sus nombres).

Desde las 20 horas. (aproximadamente) de ese 17 de Diciembre, el


Perú y el mundo entero supo de la osadía de los tupacamarista, a
quienes se los daba por extinto producto de los duros golpes recibi-
dos años anteriores. La exigencia fue clara, fuerte y certera; la liber-
tad de esos rehenes de la residencia tenía que ser canjeados por los
centenares de Prisioneros y Prisioneras Políticas del MRTA, rehenes
del Estado peruano y del dictador Fujimori y de su cómplice servil
de Montesinos. De forma inmediata se iniciaron las conversacio-
nes y negociaciones, dinámica que duró hasta el día 22 de Abril del
97’, donde Fujimori, dio la orden de que se concretara la operación
“Chavín de Huantar” de las fuerzas de élite del ejército peruano. La
orden fue clara, ocupar la táctica de tiro selectivo Instintivo (TIS),
que consiste en “efectuar tres disparos en dos segundos a las partes

9
vitales del adversario (cabeza o tronco) y posteriormente efectuar
un tiro de seguridad en la cabeza del enemigo para asegurarse que
esté fuera de combate.”

Más de 20 años, ya son de esa gesta heroica y subversiva, que como


es habitual, tiene diversas interpretaciones de su propósito. Noso-
tros como Lautaro, en el contexto de la conmemoración de los 20
años de aquel hecho, lo aprovechamos para indagar, discutir y re-
flexionar sobre el patrimonio del MRTA para el Perú y para nues-
tros pueblos oprimidos, que le da vida al presente cuadernillo. Para
iniciar esta reflexión en movimiento, tenemos que partir por hacer
ciertas aclaraciones:

* Nuestro interés es de carácter histórico y de compartir reflexiones


con los Populares chilenos y con los pueblos de otras latitudes, para
ser capaces de apropiarnos del patrimonio revolucionario. Hay mu-
chos elementos que tienen una cercanía con nuestro mirar como
también hay varias que nos alejan.

* No pretendemos hacer una recopilación exhaustiva de la historia


del MRTA, porque simplemente no podríamos. Nuestras fuentes de
información no provienen de la misma realidad peruana, sino que
son documentación que nos permiten hacernos de una idea muy
general. Cuando fuimos dándole vida a nuestro debate respecto
a las experiencias revolucionarias del Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru, empezamos nuestra búsqueda de la documentación
necesaria para indagar sobre los procesos vividos por esta organiza-
ción peruana. Nuestra primera intención fue referenciar la fuente al
mismo MRTA, al no encontrar mucho, seguimos nuestra búsqueda
y encontramos los documentos de la CVR. La Comisión de la Verdad
y Reconciliación (CVR), es de carácter institucional del gobierno pe-
ruano, que se crea en Junio del 2001, en la presidencia de Valentín
Paniagua. Esta comisión, intenta dar cuenta - de una manera bastan-
te particular- , de lo acontecido en el conflicto de “violencia armada
interna” que comienza a principios de los 80’ y que lo cierran a co-
mienzos del siglo XXI. Los Prisioneros(as) Políticos(a) tupacamarista
participan de esta comisión, dando entrevistas, datos y testimonios
(sabemos al menos que la cúpula histórica participa). Esto nos per-
10
mite encontrar documentos, bastante descriptivos y sin duda inten-
cionados pero permitiéndonos contar con un “índice de búsqueda”,
que nos va entregando una mayor orientación respecto a la historia
y por cierto con sesgos.

* En la actualidad no sabemos en qué está el MRTA. Sabemos que


la mayoría de su militancia está encarcelada en las “Tumbas para
vivos” y que a partir del año 2000 se iniciaron nuevos juicios, mo-
dificando las bestiales penas otorgadas por el Fujimorismo con jue-
ces sin rostros. Es así que la libertad para varios se ha hecho una
realidad, como por ejemplo Jaime Castillo Petruzzi, el chileno que
purgó 23 años y que desde Octubre del 2016 está en nuestro país.
Sabemos que algunos han manifestado su arrepentimiento por lo
hecho, como es el caso de Peter Cárdenas, que luego de más de dos
décadas de prisionero en la Base Naval del Callao, salió en libertad e
hizo tangible su nueva postura. Por el momento, este tipo de afirma-
ciones y de la actualidad orgánica del movimiento, no es de nuestra
incumbencia, ya que nuestra búsqueda está anclada en su devenir
histórico, principalmente hasta mediados de los 90’.

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III.- CONTEXTO HISTÓRICO DEL HACERSE DE UNA EXPERIENCIA RE-
VOLUCIONARIA

Para poder desarrollar la impronta del MRTA y su significancia en el


Perú, es necesario realizar una breve reseña histórica del contexto
en el cual se inscribe su hacerse. Si bien el MRTA nace a principios
de los 80’, las razones de su surgimiento están ubicadas desde el
tiempo de la invasión española y de la represión contra el Imperio
Inca. “La lucha por la liberación de nuestro pueblo, no es una batalla
coyuntural. Los males que hoy nos aquejan no han surgido en los
últimos años ni con este gobierno. La crisis del sistema capitalista es
el agotamiento de viejos problemas estructurales no resueltos, que
provienen que: una formación nacional truncada por la conquista,
un coloniaje que solo se interesó en el saqueo de nuestras riquezas,
una república que no fue capaz de otorgar ni democracia, ni sobe-
ranía, ni desarrollo y menos justicia social. Las clases dominantes
jamás tuvieron en el Perú sentido nacional, no defendieron la patria
contra el amo imperial, la idea de patria nació y creció en el pueblo,
y en sus banderas siempre estuvieron escritas los gritos de justicia
social. La guerra que hoy libramos es la misma que empezó hace 500
años.”1 Si bien entendemos que es desde aquí desde donde pode-
mos desarrollar un contexto de la sociedad peruana, nuestro foco
de reflexión estará ubicado en ciertos hitos de la historia peruana,
desde finales del siglo XIX hacia adelante. Esta definición del “uso de
la historia”, se ampara en la certeza de que la política peruana del
siglo XX se desarrolla principalmente desde la irrupción en la escena
de José Carlos Mariátegui. Este revolucionario de principios del siglo
XX, fue capaz de instalar en el Perú un antes y después en la historia
nacional general y en específico de la izquierda. A partir de este mar-
co, los hitos que queremos resaltar en nuestra reflexión, son:

1 Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “I Congreso: Documento de


Discusión”. Primera Edición, Perú 1992. Pág.15
13
1.- El Amauta, su Contexto y la estampa de su huella:

A finales del siglo XIX, el Perú y los Pueblos de nuestra América Mo-
rena están sumergidos en la conformación de los Estados Naciones,
que genera un conjunto de transformaciones económicas, políticas
y sociales. Una de las grandes transformaciones que se puede evi-
denciar es la creación de sectores sociales muy bien definidos y que
son dicotómicos entre sí. Al mismo tiempo que se fortalece una aris-
tocracia se va formando lo que se llamó “Bajo Pueblo”, que son los
excluidos de la sociedad naciente y que está compuesta por negros,
indígenas, mestizos y chinos. Esta característica se exacerba en el
Perú fundamentalmente por su composición geográfica. El contar
con Costa, Sierra y Selva, permite que se potencien una diversidad
de culturas que cohabitan en un mismo territorio pero que tienen
contornos bastante dispares en sus modos de vida. Los Estados
Naciones, traen consigo una fuerte proletarización de la sociedad,
generándose a su vez, las primeras manifestaciones de esta nueva
composición de la sociedad.

En el Perú, ya casi a finales del siglo XIX, se presentan las revueltas


obreras. Movimiento obrero naciente, que es potenciado por lo que
va llegando desde Europa y que se profundiza a principios del siglo
XX con el triunfo de la Revolución Rusa. Es en este contexto en donde
nace y desarrolla su reflexión teórica y práctica el Amauta. “Nací el
95. A los 14 años entré de alcanza-rejones en periódico. Hasta 1919
trabajé en el diarismo, primero en “La prensa” luego en “El Tiem-
po”, finalmente en “La Razón” (...) Desde 1918, nauseado de políti-
ca criolla me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo
con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismo
y bizantinismo finiseculares, en pleno apogeo. De fines de 1919 a
mediados de 1923 viaje por Europa…” “A mi vuelta al Perú, en 1923,
en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la
Universidad Popular, artículos etc. expliqué la situación europea e
inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme
al método marxista”2. La reflexión de Mariátegui es en pleno apogeo
2 Fragmentos: “De la carta de fecha 10 de Enero de 1927, enviada por José Carlos
Mariátegui al escritor Enrique Espinoza (Samuel Glusberg), director de la revista La Vida
Literaria, editada en Buenos Aires. Se publicó la carta en su número del mes de mayo de
14
del Socialismo europeo, principalmente por lo que va generando lo
soviético en América Latina. La incidencia de aquella experiencia es
capaz de penetrar en el debate intelectual y en las prácticas obreras.
Es decir, era muy difícil de sortear aquella irradiación, ya sea por la
potencia y/o por la comodidad intelectual. Mariátegui rompe desde
la cualificación y se define socialista siendo capaz de saltarse el dog-
ma imperante, realizando una asimilación de su contexto histórico
y de la composición de la sociedad peruana. El aporte y la brillan-
tez de Mariátegui, es que se apropia de su historia, la composición
cultural y social de su país. Se define como Marxista, su mirada es
clasista pero no ejecuta como “manual” el marxismo, sino que lo
interpreta, lo asume como método e incorpora a la concepción el
rol fundamental del indígena, en otras palabras, realiza un aterrizaje
del marxismo en el Perú, trabajando elementos culturales propios y
códigos de la cultura indígena. “Mariátegui libró tenaz lucha por la
autonomía ideológica, política y programática de los trabajadores;
al mismo tiempo combate el dogmatismo, afirma «no queremos,
ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe
ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia rea-
lidad, en nuestra propia lengua, al socialismo indo-americano. He
aquí una misión digna para una nueva generación». Debate con los
mismos dirigentes de la Internacional Comunista, oponiéndose con-
tra su tesis de clase contra clase y contra los conceptos sobre la cual
deben formarse los Partidos Comunistas.”3.

Estamos situados en el quehacer de la década del 20’, en un Perú que


después de una corta prosperidad económica a partir de la primera
guerra mundial - que provoca que los precios de las exportaciones
aumente – se viene una fuerte crisis económica ya que el boom de
exportaciones de desinfla, conllevando una situación política com-
pleja. La presidencia de Augusto Leguía, el llamado a salvar esta cri-
sis, más bien la agudiza, a partir de que permitiera el ingreso de
capitales norteamericanos, quienes invirtieron en los ferrocarriles
y en las minas de cobre; y de endeudarse con los banqueros de ese
país. Este contexto facilita el movimiento sindical, que está impreg-
1930, en homenaje al recién fallecido Mariátegui”. Visto en www.marxists.org/espanol/
mariateg/1927/ene/10.htm
3 Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “I Congreso: Documento de
Discusión”. Primera Edición, Perú 1992. Pág.48
15
nado por los efectos de la Revolución Rusa, como también por el
anarcosindicalismo, procesos muy similares se dan en varios países
más de América Latina. Es tiempo también de nuevas fuerzas polí-
ticas nacientes, que sin duda van a marcar la política peruana por
muchas décadas. El presidente Leguía expulsa del país a Víctor Raúl
Haya de la Torre, quien el 7 de Mayo de 1924 fundara en México la
Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). A diferencia de
Mariátegui4, Haya de la Torre estuvo en la URSS, en donde inclusive
se comentó que fue tratado de ser seducido por Trotsky para que se
hiciera comunista. El APRA está conformado por un amplio espectro
de la sociedad peruana como sindicatos de izquierda de América
Latina, sectores burgueses anti imperialistas, indígenas etc.. El 7 de
Octubre de 1928 el Amauta funda el Partido Socialista peruano, que
luego será el Partido Comunista Peruano. Ese mismo año, Haya de la
Torre transformó al APRA de ser un frente continental a un Partido
Político del Perú.

Ya iniciada la década del 30, el mundo presenció una fuerte rece-


sión económica, lo que conllevó a que los capitales y préstamos
norteamericanos se vieran fuertemente restringidos, impactando
duramente a la cotidiana peruana, agitando aún más el movimiento
popular peruano y la represión contra éste. Mariátegui muere en
el año 30, siendo muy joven (35 años) y con una propuesta que no
pudo desarrollar del todo y que su continuador, Eudocio Ravines, se
orientó más bien hacia una postura pro-soviética – lo que justamen-
te Mariátegui buscaba alejarse – y luego hacia varias tendencias de
índole internacional.

Entre 1930 y 1931, se cuentan 18 intentos golpistas en el Perú, en-


tre ellos el del militar Sánchez Cerro que logró el poder con las ar-
mas (luego salió electo por las urnas). Parte del pueblo se lanzó a la
lucha. “Los mineros del centro; los campesinos del Sur; tres paros
4 Mariátegui describía de la siguiente forma su paso por Europa. “Anduve por Fran-
cia, Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y mi hijo me impidieron llegar a Rusia”. Frag-
mentos: “De la carta de fecha 10 de Enero de 1927, enviada por José Carlos Mariátegui al
escritor Enrique Espinoza (Samuel Glusberg), director de la revista La Vida Literaria, editada
en Buenos Aires. Se publicó la carta en su número del mes de mayo de 1930, en home-
naje al recién fallecido Mariátegui”. Visto en www.marxists.org/espanol/mariateg/1927/
ene/10.htm
16
semi insurrecionales en Lima; soldados encabezados por el sargento
Huapaya. Las bases revolucionarias apristas en Trujillo, Huaraz, Aya-
cucho y Cajamarca. Búfalo Barreto dirá la noche del levantamiento
del 7 Julio de 1932: "Ha llegado la hora de los trabajadores». Fal-
tó dirección y centralización. La dirección del APRA traicionó a sus
propias bases. Muerto Mariátegui, la dirección del PC abandonó el
trabajo serio y revolucionario por la verborrea radical y sectaria, la
orientación de la Internacional en su política de «clase contra clase»
ayudó ese infantilismo irresponsable. No hubo ninguna preparación
militar. En 1934, clausuran San Marcos, el último bastión de la orga-
nización popular”.5

El fuerte golpe se hizo sentir en las organizaciones políticas de Perú,


el APRA quedó fuera de la legalidad y en el proceso de la clandesti-
nidad va mutando su discurso, transformándose Haya de la Torre en
un fermente anticomunista. Estos vaivenes, se van haciendo notar
en su militancia provocando en la primera mitad de 1960 “…la crítica
de un sector de su juventud que romperá definitivamente con ese
partido para formar el APRA-Rebelde, el cual se transformará en el
“Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR” de Perú. El líder de
este proceso será el inolvidable Luis De la Puente Uceda.”6

Hasta el momento, hemos sucumbido a la mirada tradicional res-


pecto del quehacer de la política peruana de la primera mitad del
siglo XX. Dentro de la izquierda peruana, se ubican dos afluentes
principales, dos carriles que conducen a la creación de dos organi-
zaciones distintas en los inicios de los años 80’. Si bien se reconoce,
que el MRTA y Sendero Luminoso, son organizaciones totalmente
distintas desde su concepción hasta en su despliegue, nos distancia-
mos un poco de aquel argumento, que sitúa al MRTA a partir de la
línea del aprismo y al Sendero Luminoso por el lado de Mariátegui.
La impronta de Mariátegui es de un mayor impacto, capaz de trans-
cender a su contexto y de proponer, en definitiva, una apropiación
del marxismo desde lo particular de las experiencias indoamerica-
5 Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “I Congreso: Documento de
Discusión”. Primera Edición, Perú 1992. Pág.49
6 Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “Tomar por Asalto el Siglo
XXI: Biografía y documentos del comandante obrero MRTA Néstor Cerpa Cartolini. Segunda
Edición, Abril 2008. Pág. 30.
17
nas, en definitiva un método. Si bien Haya de la Torre, es significati-
vo para la política moderna peruana, no tiene aquella capacidad, ya
que su teoría concepción no es de envergadura sino más bien es un
político significativo que fue capaz de instalar una suerte de peronis-
mo (en sus inicios) a la peruana que finalmente se orientó hacia una
derecha liberal. La izquierda si o si, tiene que pasar por Mariátegui,
no se puede saltar la importancia en la historia peruana. Si bien, a
mediados del siglo XX, estás líneas afluentes pudiesen haber esta-
do un tanto separadas, ya en los 80’ esa dicotomía estaba resuelta,
partiendo todos desde Mariátegui. Sendero Luminoso, parte desde
Mariátegui para hacerse rápidamente Maoísta. El MRTA parte en
Mariátegui y es desde allí que se va haciendo, incorporando nuevos
elementos de la realidad que les tocó vivir. Es decir, el precedente de
la izquierda peruana ya sea armada o electoral, se crea a partir de la
herencia de Mariátegui.

2.- La guerrilla del 65’:

A finales de la década del 50’ e inicios de los 60’, el cuadro político


de las organizaciones de la izquierda peruana seguía inscritas dentro
de un mismo guion de años anteriores. El Partido Comunista estaba
dentro de los cauces de la Internacional comunista, es decir, depen-
diente de la doctrina soviética. El APRA ya vivía de forma vertiginosa
su acercamiento hacia la derecha, viéndose obligados, sectores ju-
veniles a desprenderse de aquel partido. Uno de esos sectores fue
liderado por el abogado Luis Felipe de la Puente Uceda, creando
el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que se adscribía
dentro de la definición marxista-leninista. Se cree necesario men-
cionar tres procesos, que desde la sociología latinoamericana, son
importantes para describir este periodo en América Latina. La teoría
de la dependencia, con la sustitución de importaciones, que pre-
tende fortalecer la manufactura y economía local; la migración del
campo a la ciudad, generando un nuevo estado en las urbes y la
importancia de la irrupción de la Revolución Cubana. Es bajo este
escenario, es que se inscribe la gesta histórica del MIR. “El 9 de junio
de 1965, el MIR inició la guerra de guerrillas en el país, designando
los departamentos de Piura, Junín y Cuzco como los escenarios prin-
cipales de la insurrección. Sin embargo, sus fuerzas sólo entraron en
18
acción en Junín (Frente Túpac Amaru) y Cuzco (Frente Pachacútec),
siendo vencidos por el Ejército en tan solo seis meses. Sus principa-
les dirigentes, entre ellos Luis de la Puente Uceda, Guillermo Loba-
tón y Máximo Velando, fueron eliminados.”7

Si bien, la guerrilla terminó siendo un rotundo fracaso, aplacada en


un muy breve lapso de tiempo, la importancia de ella fue su capaci-
dad de instalar en la izquierda peruana un debate del como desple-
gar su quehacer. El MRTA reivindica esta guerrilla y la ubica como uno
de los semilleros de lo que vendrá después. Los sobrevivientes de
este proceso realizan diversos esfuerzos para retomar la senda Re-
volucionaria desde la concepción guerrillera, sus intentos no logran
llegar al puerto de la unidad, más bien se diseminaron en diversas
fracciones. “Entre ellas se encuentran el MIR El Militante (MIR EM),
MIR Voz Rebelde (MIR VR) y MIR IV Etapa (MIR IV). Todos los MIR
reconocieron la absoluta vigencia del pensamiento y acción de Luis
De la Puente Uceda.”8 Este proceso de la izquierda dura aproximada-
mente hasta los inicios de la década de los ochenta, en el sentido de
que de allí para adelante lo gravitante fue la decisiva lucha armada
que se da inicio. Por más de una década, la izquierda peruana asiste
a un conjunto de procesos que tienen una intensidad significativa
en las configuraciones posteriores y que está muy impregnada por
los acontecimientos de otros países, como por ejemplo el desarrollo
en Argentina y la victoria de la Revolución Sandinista de 1979. Esto
genera un ambiente propicio para las intenciones revolucionarias.
La década de los 70’, fue luego descrita por el MRTA como el período
pre revolucionario.

En 1976, sectores juveniles de la Democracia Cristiana, se despren-


de de este partido y en conjunto con militares Velasquistas, con-
forman el Partido Socialista Revolucionario (PSR). Esta organización
se estructura desde una vertiente pública y otra clandestina la cual
era la encargada de la conspiración y del trabajo militar. Al poco an-
dar, ambos sectores no logran generar un punto de encuentro, divi-
diéndose. El sector clandestino, formó en 1978 el Partido Socialista
Revolucionario Marxista Leninista (PSR ML). En una entrevista dada
7 Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR): “Informe Final “Pág. 379.
8 Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR): “Informe Final “Pág. 379.
19
por Peter Cárdenas – miembro histórico del MRTA y de su dirección,
quien renuncia a la organización estando preso en la Base Naval del
Callao en 1999 – narra un poco el ambiente en que se da esta rup-
tura. “Voy como delegado a un congreso del PSR, como delegado de
Huancayo. Cuando llegamos me doy cuenta de que no era del PSR
sino de una fracción del PSR.” “…la gente con la que yo trabajaba
en Huancayo era más radical, tenía una visión más revolucionaria.
Ellos me decían que Rodríguez y Meza Cuadra eran “reformos”. En
ese congreso se eligió como secretario general a José Fernández Sal-
vatecci, que había sido mayor del Ejército. Recién ahí me di cuenta
de que era una fracción que se abría. Un grupo planteaba que el
partido tenía que definirse como marxista leninista y otro grupo, en
el que estaba yo, planteábamos que el marxismo leninismo no era
un sello, que era una guía y que no había que cerrar las puertas a
los que no creían en eso. Pero durante el congreso, se levantó un
campesino de Cusco y dijo que si el partido no se declara marxista
leninista, él se iba. Y Avelino Mar, líder de la CNA, también se adhirió
a esa posición. Al final, para que el partido no se volviera a dividir,
todos aceptamos la propuesta.”9

3.- El Periodo militar y la particularidad de Velasco Alvarado:

Entre 1968 y 1980, el Perú fue gobernado por militares, dos dictadu-
ras bastante particulares. La primera fue la de Juan Velasco Alvarado
entre 1968 y 1975; luego es el período (1975-1980) de Francisco
Morales Bermúdez. Ambas marcan la escena política, social, econó-
mica y cultural del País del Rímac.

A finales de la década de los 60 y comienzo del 70’, el capitalismo


comienza a vivir una fuerte recesión económica a nivel mundial. De
esas crisis que necesita reorientación y reconducción, cuyo proceso
de mutación va generando vacíos políticos y de incertidumbres. “Los
inicios de la crisis se observan con nitidez en la evolución de las tasas
de crecimiento del PIB. En el año de 1960 la tasa era de un 8.2%,
mostrando una inestabilidad durante el gobierno de Belaúnde (1963-
1968), pasando a una tasa de 4.6% en 1967 y después a otra de 1.4%
9 Entrevista a Peter Cárdenas. “Peter Cárdenas: “Finalmente ninguno de nosotros
dio la talla”. Revista Ideele N°255. Diciembre del 2015. www. revistaideele.com
20
en 1968.”10 La dictadura de Velasco puede ser categorizada como
nacionalista, que busca alejarse de la órbita imperialista, de una for-
ma no rotunda. Se acerca a los Movimientos de Países No Alineados.
“Otra de sus grandes acciones fue la Reforma Agraria que elimina,
en lo fundamental, la vieja oligarquía semifeudal y agroexportadora.
Solo una parte muy pequeña de la vieja oligarquía agroexportadora
pudo transformarse en Burguesía con los pagos.”11

La dictadura de Velasco que se auto define como una Revolución,


no se define tampoco dentro de las concepciones comunistas y/o
Socialistas, más bien se aleja de ellas. “La Revolución Peruana se
define como Nacionalista e Independiente y doctrinariamente se
fundamenta en un Humanismo Revolucionario de clara oposición a
los sistemas de explotación social y a los dogmáticos y totalitarios.
Por tanto, recusa los sistemas capitalista y comunista.”12

Este conjunto de definiciones genera un fuerte debate dentro de la


izquierda peruana, principalmente porque lo de Velasco, en cierta
medida genera confusión. No se definía como comunista, pero si
pensaba que estaba realizando una revolución, que incluía reforma
agraria y privatización de ciertas empresas grandes. Se podría decir
entonces, que Velasco intentó realizar lo que la burguesía nacional
no logró en esos tiempos, fortalecer un discurso nacionalista y reali-
zar un conjunto de reformas, permitiendo entre otras cosas la orga-
nización de los trabajadores. Dicho de otro modo, si bien Velasco era
un dictador, su gobierno y sus acciones fueron capaces de posibilitar
un avance de la izquierda nacional. Desde la concepción marxista,
se podría definir aquel momento, como un espacio de tránsito, de la
instalación de la pequeña burguesía, que logra superar al feudalis-
mo, es decir, un momento pre revolucionario. Lo particular, es que
ese momento abierto a comienzos de la década de los 70’, lo llevara
10 Márquez Morales, Arturo, “Perú: acumulación, crisis y Estado”, p. 155, en Impe-
rialismo y crisis América Latina, Daniel Cataife y otros, Instituto de Investigaciones Econó-
micas, México, DF, UNAM, 1985. Citado en: Domínguez Luis, “Nacionalismo y Militarismo
en el Perú: 1968-1980”.Papers, Facultad de Ingeniería UNAM.
11 Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “I Congreso: Documento de
Discusión”. Primera Edición, Perú 1992. Pág.56
12 Bases Ideológicas de la Revolución Peruana, (Publicado en el Diario Oficial El Pe-
ruano el 26 de febrero de 1975) Citado en: Domínguez Luis, “Nacionalismo y Militarismo
en el Perú: 1968-1980”.Papers, Facultad de Ingeniería UNAM.
21
a cabo un castrense latinoamericano.

Morales Bermúdez, corresponde a un militar latinoamericano más


típico para la época. La constatación con la cual parte su mandato es
que el Perú está en una fuerte crisis económica y que esta responde
a efectos tantos externos como también a internos. De forma inme-
diata intenta desburocratizar la pesada estructura del Estado lega-
da por Velasco, realiza una reducción importante del gasto fiscal,
principalmente a través del recorte de subsidios, devaluación de la
moneda, manejo de los precios internos y potenció nuevamente la
incorporación de capitales extranjeros, atrayendo a los yankee y sus
inversiones. Buscó la forma más rápida de desmarcarse del naciona-
lismo populista de su antecesor.

“La estrategia de Morales Bermúdez sustentaba algunos cambios: 1)


Expulsó a las fuerzas populistas y nacionalistas de Velasco del Estado,
el ejército, la burocracia, disociando a su régimen de los “capitalistas
nacionales” y los sectores de izquierda, especialmente los del Parti-
do Comunista Peruano y la Confederación General de Trabajadores
del Perú; 2) Sustituyó la coalición de alianza que sustentaba a Velas-
co por el sector monopolista del capital nacional e internacional; y
3) Aplicó políticas económicas, “sugeridas” por el FMI, tendientes a
congelar salarios, disciplinar a la fuerza de trabajo, reducir subsidios
a los alimentos, el circulante monetario y el gasto estatal, incremen-
tar la tasa de interés, acudir a la devaluación monetaria para “prote-
ger” las reservas de la Banca Central y renegociar la deuda externa
buscando concertar nuevos préstamos.”13

Este conjunto de medidas atacó directamente las cotidianidades de


los peruanos, los que se manifestaron de manera popular y masiva,
siendo la respuesta de Morales Bermúdez una fuerte represión, que
no logró frenar el ímpetu generado en las masas. La única solución
viable fue llamar a elecciones y a una Asamblea Constituyente lo
que conlleva un nuevo debate en la izquierda, sobre las vías. El clima
creado desde los discursos, respecto a la lucha armada como la úni-
13 Márquez Morales, Arturo, “Perú: acumulación, crisis y Estado”, p. 188, en Impe-
rialismo y crisis América Latina, Daniel Cataife y otros, Instituto de Investigaciones Econó-
micas, México, DF, UNAM, 1985. Citado en: Domínguez Luis, “Nacionalismo y Militarismo
en el Perú: 1968-1980”.Papers, Facultad de Ingeniería UNAM.
22
ca solución, le salió al camino la necesidad de las elecciones.

Estamos en presencia de una particularidad de la izquierda perua-


na, que va a recorrer gran parte de los años 80’, donde son capaces
de mantener lazos y de ciertos matices de acercamiento entre am-
bas propuestas sobre las vías. En aquellas elecciones gran parte de
la izquierda participa, exceptuando los sectores maoístas, inclusive
existe una valoración positiva por parte de quienes un par de años
después levantan las banderas de la lucha armada. “La participa-
ción de la izquierda en las elecciones creó las condiciones para que
ésta se fuera unificando. Así, se organizaron algunas alianzas políti-
cas electorales como la Unidad de Izquierda (UI), el Frente Obrero
Campesino Estudiantil y Popular (FOCEP), y la Unidad Democrática
Popular (UDP) fundada en enero de 1978. De esta manera, la «nue-
va izquierda» al participar en las elecciones, aceptaba formar parte
de la «legalidad burguesa».14

Si bien la gran mayoría de la izquierda participa del proceso eleccio-


nario de los ochenta, creándose diversas agrupaciones para dicho
momento histórico – como por ejemplo el Frente Revolucionario
Antimperialista y por el Socialismo (FRAS) y luego la Alianza Revolu-
cionaria de Izquierda (ARI) – la efervescencia hablaba más bien del
camino de la lucha armada. “Lo de la situación revolucionaria era
una cuestión común dentro de la izquierda, todos los grupos decían
que había que estar preparados para tomar el poder. Todos los gru-
pos planteaban la violencia revolucionaria. Yo no conozco ningún
grupo en ese momento que no planteara la violencia revolucionaria
como requisito a la toma del poder y la construcción de la nueva
sociedad”.15

Se podría decir entonces, que la izquierda estaba en un proceso


de fisura entre su relato teórico con su correlato práctico. Estaban
todos de acuerdo con el inicio de la lucha armada, pero nadie era
capaz de dar el paso hacia adelante en aquel propósito. Sendero
Luminoso juega aquí un factor determinante, que acelera la toma
14 Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR): “Informe Final “Pág. 382
15 Entrevista de la CVR a Víctor Polay Campos, Base Naval del Callao, 29 de Agosto
2002. Citado en: Texto de la Comisión de Verdad y Reconciliación (CVR) Pág. 382
23
de posición respecto al entrar o no en la vía armada. A mediados
de 1980, inician la lucha armada, con tres hechos que se podrían
definir como de alta significancia para el momento político en el cual
estaba el Perú. El 17 de Mayo de 1980 –un día antes de las eleccio-
nes- queman las urnas de votación, padrones electorales y cédu-
las de votación en la provincia de Cangallo, en el departamento de
Ayacucho – cuna de Sendero Luminoso -. Hacen explotar una carga
de dinamita en la tumba de Juan Velasco Alvarado. Y por último,
el colgar perros muertos en distintos postes de luz, con un letrero
que decía: ¡¡¡ Abajo Teng Ping!!! Mueran los perros Revisionistas!!!.
Hechos contra las elecciones, contra el reformismo nacionalista y
contra el revisionismo de izquierda. Tres hechos que hablan de una
lectura particular del escenario nacional peruano de aquella época y
que sin duda marca el estilo del despliegue senderista, que siempre
estuvo alejado de la izquierda peruana.

4.- CROMOTEX:

El 8 de Diciembre de 1978, el sindicato de la fábrica textil, se toma la


fábrica. El 4 de Febrero de 1979, la policía con tanquetas procede al
desalojo de los obreros, quienes responden con ladrillos y piedras.
En aquel desalojo mueren un capitán de la policía y 6 obreros. Los
que sobrevivieron fueron encarcelados. Entre los encarcelados so-
brevivientes está Néstor Cerpa Cartolini, uno de los fundadores del
MRTA y que encabezó el año 96’ el asalto a la residencia del Embaja-
dor japonés en Lima. Cerpa Cartolini, una vez liberado encabeza con
otros sobrevivientes, la ocupación con huelga de hambre del Centro
de Informaciones de la Naciones Unidas, donde denuncia el crimen
de CROMOTEX (fines del 79’).

Los hechos de CROMOTEX, son de aquellos de la historia, que sien-


do brutales son capaces de marcar el desarrollo de sus militantes.
Lo ocurrido allí fue capaz de incidir en la concepción de una nueva
izquierda naciente y que deja muy claro que su opción es de una
lucha sostenida contra el poder. Varios de los sobrevivientes, luego
pasan hacer militantes activos del MRTA. Aquel hecho de la historia
del movimiento obrero peruano, es considerado en la estructura-
ción de la Teoría Concepción emerretista la cual la catalogan como
24
heroico. “En la fábrica CROMOTEX se escribe otra página heroica de
nuestro pueblo, allí los obreros combaten con abismal desigualdad
con fuerzas represivas amadas hasta los dientes, mueren seis obre-
ros y un oficial de la GC”16

16 Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “I Congreso: Documento de


Discusión”. Primera Edición, Perú 1992. Pág.62
25
26
IV.- EL HACERSE DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO
TÚPAC AMARU (MRTA)

“En el mes de mayo de 1780, cuando Túpac Amaru hacía los prepa-
rativos para su gran levantamiento, durante una ceremonia ritual,
los dioses le hicieron una profecía a través de WillaqUmu: "debes
hacer brillar el sol, y si no lo consigues totalmente deberán pasar
200 años para que vuelva a brillar"

Premonitoriamente, 200 años después, durante los mismos días


(mayo-junio de 1980) se dio la Conferencia Unitaria de militantes
que daría posteriormente nacimiento al MRTA.

En esta década intensa se ha ido construyendo y cincelando labo-


riosamente el proyecto revolucionario. Podemos afirmar que el
MRTA ha ganado definitivamente el cariño y el reconocimiento del
pueblo peruano. Y esto ha sido posible porque fuimos capaces de:

1.- Reconocer que el MRTA debería ser la continuidad de las


luchas de nuestro pueblo, rescatando el pensamiento y la acción
de 500 años de resistencia. Que a contrapelo del dogmatismo era
necesario apoderarnos y fundirnos con lo mejor de nuestra historia,
única manera de recrear la ideología marxista y convertirlo en algo
vivo y en desarrollo…”

Víctor Polay Campos


Comandante General MRTA17

1.- El parto y el quehacer de masas:

Como bien afirmábamos en la presentación de este documento,


nuestra decisión teórica, es reflexionar respecto a la historia y des-
17 Extracto de la presentación de Polay Campos en el Primer Congreso del MRTA.
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “I Congreso: Documento de Discusión”.
Primera Edición, Perú 1992
27
pliegue del MRTA, para lo cual la decisión que se tomó es no usar el
canon de la cronología de la línea del tiempo, sino más bien sintetizar
procesos constitutivos de momentos. Para dicho propósito, nuestro
argumento arquitectónico debiese ir y volver constantemente en la
historia. Es decir, un deambular dialéctico, que nos permita elaborar
un conjunto de afirmaciones. En este apartado, nuestra intención,
es el revisar los elementos centrales de una “teoría Concepción”
de la organización, sus principios fundantes y su concepción de la
historia. Desde allí, ir tensionándolo con la realidad de la sociedad
peruana y con el despliegue mismo del MRTA.

A.- Aspectos Generales de la Teoría Concepción (dialéctica) Tupaca-


marista:

*Concepción de la Historia: El MRTA realiza una apropiación de la


historia desde la conquista de América hasta el presente. El momen-
to que parte la liberación de los Pueblos, es el mismo instante don-
de la excursión de Colón arribó a tierra. Aquí podemos observar un
sentido de pertenencia, con las luchas históricas de un Pueblo, que
ha pasado por 500 años de opresión (entendiendo que los 500 años,
se relacionan con el congreso del 92’, momento donde se hace esta
síntesis histórica).

“La crisis del sistema capitalista es el agotamiento de viejos proble-


mas estructurales no resueltos, que provienen que: una formación
nacional truncada por la conquista, un coloniaje que solo se interesó
en el saqueo de nuestras riquezas, una república que no fue capaz
de otorgar ni democracia, ni soberanía, ni desarrollo y menos justi-
cia social. Las clases dominantes jamás tuvieron en el Perú sentido
nacional, no defendieron la patria contra el amo imperial, la idea
de patria nació y creció en el pueblo, y en sus banderas siempre
estuvieron escritas los gritos de justicia social. La guerra que hoy
libramos es la misma que empezó hace 500 años.”18 El primer hom-
bre que pisó suelo peruano, fue hace 20 mil años atrás. De ahí para
adelante, el ser humano fue capaz de convivir de forma armónica
con su entorno, resolviendo sus necesidades y primando un criterio
18 Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), “I Congreso: Documento de
Discusión”. Primera Edición, Perú 1992. Pág. 15
28
colectivo. Hay una valoración significativa a este proceso anterior a
la llegada del invasor, donde los pueblos peruanos fueron capaces
de contribuir a la humanidad en general, principalmente desde lo
cultural.

La llegada de Pizarro (conquistador español del Perú), cambió de


plano la sociedad peruana de esos tiempos. Aprovechándose de al-
gunos dilemas de poderes, la entrada del invasor no obtuvo mayor
resistencia, principalmente porque operó en el plano político, agu-
dizando las diferencias del Perú y también porque el imperio Inca
subestimó el poderío real de los españoles. El MRTA, sintetiza en 4
etapas, cuatro momentos en los cuales se desarrolló la lucha contra
la invasión, a saber:

* “Desde la llegada Puna, en 1531, hasta la muerte de Atahualpa,


los peninsulares, salvo algunas escaramuzas, no tuvieron mayores
dificultades. Pensando que los aniquilaría fácil y personalmente, el
propio Inca los protegió.”19 La lectura de los emerretistas, es que
este momento, fue un error histórico, ya que permitió dar tiempo
para el avanzar de Pizarro.

* “La resistencia dirigida por Quisquís, Challcuchimac y Rumiñahui.


Los españoles derrotaron esa resistencia apoyando a los Huascaris-
tas y etnias autonomistas”20.

*La resistencia que dirigió Manco Inca, que “...infligió a los españoles
duras derrotas, los cercó totalmente es Cusco y Lima”21. Manco Inca,
fundó la última ciudad Inca “Vilcabamba”, donde se hizo posición
trinchera, integrando a otras etnias a la lucha y creó una economía
de guerra, lo que le permitió darles duros golpes a los españoles.

* Manco Inca fue asesinado, a él le sucedieron Sayritúpac, Tito Cusi


Yupanqui y Túpac Amaru I. Luego de décadas de combates, los es-
pañoles lograron tomar Vilcabamba, descuartizando a Túpac Amaru
I en la plaza de armas de Cusco. Es allí donde nace el mito (que es
19 Ibid.cit.anter.Pág. 23
20 Ibid.cit.anter.Pág. 24
21 Ibid.cit.anter.Pág. 24
29
medular en la concepción de la historia del MRTA) de “…Inkarri, que
nos habla de la cabeza del Inca a quien le crecen los miembros y que
volverá para encabezar la rebelión del pueblo. Para el pueblo, Túpac
Amaru fue el último Inca y su nombre quedó como herencia históri-
ca que encabezó la revolución peruana.”22

Tuvieron que pasar 200 años, para que la rebelión volviera a tomar
peso nuevamente. Esto no quiere decir, que durante esos dos siglos
no hubiera levantamientos. El Perú había sido devastado por el in-
vasor, su población se había reducido en 15 veces. Este proceso de
avasallamiento brutal del invasor fue generando en la población (ya
también mestiza) un sentido de pertenencia y de identidad “india”,
hebra elemental para los nuevos levantamientos. Al igual que en el
resto de América Latina, el sentimiento Inca fue calando a las diver-
sas castas o capas sociales, ya fuesen incas, nobles, criollos etc…Re-
beliones, entre las cuales se destacan “las guerrillas de juan Santos
Atahualpa”, que incorpora nuevos elementos a la lucha del Pueblo
peruano. “Con Juan Santos, la lucha deja de ser una simple rebelión,
él proclama coherentemente la necesidad el nacionalismo indígena,
el restablecimiento del imperio inca, la expulsión de los españoles,
la devolución de la tierra a las comunidades indígenas plantea una
religión que sea resultado del cristianismo y la visión religiosa indí-
gena. Juan Santos fue en verdades maestro en el uso de los mitos
como ideología movilizadora de la revolución.”23

Un 4 de Noviembre, de 1780 José Gabriel Condorcanqui Noguera


(Túpac Amaru II) inicia una rebelión con la captura del nefasto corre-
gidor Arriaga. Esta nueva ofensiva de los oprimidos del Perú logró
asediar al Cuzco y traspasó las fronteras. Túpac Amaru y sus con-
tinuadores (lo que se define como la “Revolución tupacamarista”,
se expandió por Perú, Bolivia, el norte chico de Argentina y Chile
y hasta Colombia). Para la MRTA, esta revolución, también fue ca-
paz de traspasar los límites de la historia, quedando como un pa-
trimonio de la lucha de los Pueblos, siendo ellos los continuadores
de ésta. “Túpac Amaru levantó lo más avanzado de América en la
lucha anticolonial. Representó la conciencia nacional indígena, que
22 Ibid.cit.anter.Pág. 24
23 Ibid.cit.anter.Pág. 30
30
perseguía la libertad de la patria bajo la hegemonía indígena, que
también buscaba integrar, bajo ese manto, a las demás razas, etnias
y nacionalidades. El proclamarse inca, reivindicaba el pasado indí-
gena y su radical decisión de lucha contra la dominación colonial.
No debemos olvidar que entonces el significado de inca equivalía a
"padre", "fundador, conductor", y el Tahuantinsuyo era presentado
como un imperio justo e igualitario”24

Si bien, la concepción que presenta el MRTA de la historia conti-


núa hasta el momento de su fundación, creemos que la Rebelión
de Túpac Amaru, es esencial en su Teoría- Concepción, es allí don-
de fijan el ahínco para resaltar la identidad guerrera de su Pueblo.
Ellos adoptan el nombre Túpac Amaru, definiéndolo de la siguiente
manera: “Recogemos su nombre porque fundió su nombre la idea
de patria con las banderas de la justicia social. Nadie en América
hablaba entonces de igualdad de razas, del derecho a la tierra para
quien la trabaja, de la abolición de la esclavitud y los obrajes, fue el
primero en alzarse en armas por la independencia total; en el ejér-
cito tupacamarista se fundieron por primera vez todas las sangres:
indios, mestizos, cholos, negros, criollos patriotas y aun españoles
que pensaban que la causa del pueblo peruano era justa.”

El MRTA se apropia de la historia de su Pueblo, de sus diferentes ba-


tallas y rebeliones, concibiendo así una identidad bien contorneada.
Es bastante singular esta apropiación del patrimonio, ya que es casi
lineal, es una interpretación de la historia del Perú pero que, a dife-
rencia de muchas otras organizaciones revolucionarias, la asumen
en su totalidad. La definición de la historia del Perú que realiza el
MRTA, es más común que se presente en movimientos y/u orga-
nizaciones indígenas. El MRTA no tiene un carácter exclusivamente
indígena, sino que también popular, de lo urbano y no se suscribe a
un territorio en específico, sino que a todo el Perú. Esta asimilación
de la lucha de los indígenas y de los diversos sectores oprimidos del
Perú, logra sintetizarse en una identidad nacional, que va incorpo-
rando a los diversos espacios que van apareciendo en la realidad
peruana de los ochenta. Es notoria la intromisión de Mariátegui en
la lectura del MRTA y sin duda que esta catapulta un crecimiento y
24 Ibid.cit.anter.Pág. 32
31
recepción positiva por partes de las masas.

* Soporte Teórico: El MRTA se definía como una organización Marxis-


ta- Leninista como aquella que es capaz de desarrollarse y recrearse
permanentemente, que recoge la tradición de lucha de su pueblo
y de Latinoamérica. “…el legado histórico, cultural y científico del
tawantinsuyo; las experiencias exitosas y fracasadas de la resisten-
cia anticolonial, de la guerra de independencia, de los levantamien-
tos indígenas, negros y chinos, de la resistencia contra el invasor
chileno, las luchas obreras, las insurrecciones populares del pueblo
aprista del 32 y del 48, las guerrillas de la década del 60 y las luchas
de los últimos 20 años en cuyo fragor nace el MRTA.”25 La defini-
ción marxistas-Leninista, en la cual se posesiona, es la que se define
como una ciencia, principalmente como una metodología. Hay una
fuerte crítica a los socialismos reales y al dogmatismo “religioso” de
esta ciencia.

Hay un elemento interesante de resaltar y es lo que respecta a la


utilización de los mitos de la tradición de su Pueblo. A primera vista,
esta definición se alejaría de lo que se conoce como el marxismo-
leninismo científico, que contiene en sí reglas y dogmas rígidos. El
MRTA se plantea la utilización de los mitos, al igual que lo hizo Juan
Santos. Le dan una importancia significativa al mito del “Inkari”. Aquí
se nos vuelve a colar el Amauta, hay una lectura desde la mirada de
Mariátegui. Para el MRTA, Mariátegui es “…el teórico revolucionario
de mayor dimensión de nuestra historia. Fundió el proyecto nacio-
nal y los ideales socialistas en uno solo. Estudia el marxismo como
un revolucionario peruano y luego estudia y sistematiza la historia
peruana a la luz del marxismo. Recoge las frustraciones de la nación
en formación, el saqueo imperial, la explotación clasista y les da un
solo norte de salida. El socialismo como camino de formación de la
identidad nacional. Atribuye el atraso económico a las característi-
cas antinacionales de las clases dominantes, su carencia de visión
futurista y su falta de capacidad de estadista.”

Otra de las definiciones que realizan los emerretistas, es respecto a


la religión. Se desligan de la institucionalidad del cristianismo, pero
25 Ibid.cit.anter.Pág. 113
32
hace suyo la fe del Pueblo, colocando el ejemplo el quehacer de
Camilo Torres. Realizan una formulación histórica al respecto, asu-
miendo que la cruz de Cristo no sólo se encuentra en las Iglesias,
sino que también en las cotidianidades y culturas Populares. La con-
clusión a la cual arriban, es que en el cristianismo también está pre-
sente una dicotomía de los que están con los procesos populares
y los que están con el desarrollo capitalista. En la siguiente frase,
se define muy bien esta postura: “Pues hoy la cruz de Cristo de los
pobres es la cruz del pueblo y es hora de las definiciones: CON EL
PUEBLO O CON EL CÉSAR.”

Dentro de sus tesis ideológicas, también asumen la concepción


del Hombre Nuevo del Che Guevara. El MRTA es una organización
que recoge dentro de sus dinámicas las experiencias de la lucha del
Che. “Concebimos a este hombre nuevo, en palabras del Che, como
"esencialmente humano, purificado por medio del trabajo y de a
solidaridad". Este hombre nuevo es quien llega a sentir en su propia
carne cualquier injusticia contra cualquier persona en el mundo, es
quien cuestiona, es quien exige, es quien no se inclina ante el poder.
El hombre nuevo tiene una sola moral: lo que hace es absolutamen-
te coincidente con lo que dice.”26

La definición que se realiza respecto a la estrategia revolucionaria


entra dentro las concepciones clásicas. Hay una clara separación
entre estrategia y táctica, colocándolo en momentos diferenciados.
Su propósito como organización es la toma del poder por parte del
Pueblo para la transformación de la sociedad, alcanzando la justi-
cia e igualdad entre todos. Estas definiciones las enmarcas dentro
de los parámetros del socialismo. Se definen como una organiza-
ción político- militar, que dentro de su estrategia tiene contempla-
do desarrollar una guerra e insurrección dentro del Perú, es decir,
una organización protagónica en su capacidad de golpear pero al
mismo tiempo pensando los cambios revolucionarios a través de la
participación activa del Pueblo. “El MRTA desarrolla la guerra para
transformar el Perú. Nuestro objetivo más estratégico, final, es con-
quistar la paz con Justicia Social, la liberación nacional y social de
nuestra patria y de nuestro pueblo. Nuestro objetivo es eliminar las
26 Ibid.cit.anter.Pág. 146
33
causas de la injusticia social, que son en última instancia, las causas
del conflicto, de la guerra.”27

La revolución, por la cual apostó el MRTA, es definida como aquella


que es “… esencialmente popular, democrática, patriótica, antiimpe-
rialista, en camino hacia una sociedad donde se acabe la explotación
del hombre por el hombre, hacia una sociedad justa: una sociedad
socialista.” Para lo cual necesita de una organización partidaria, que
en este caso es el MRTA. Un partido que se define como clandestino
y conspirativo, en una batalla frontal contra el enemigo, cuyo eje
central de articulación es el Centralismo Democrático. Estando tam-
bién en sus concepciones, la creación de un ejército Revolucionario

B.- El Parto:

Oficialmente el MRTA habría nacido en Marzo de 1982. Decimos


“formalmente”, ya que hay un proceso interesante de convergencia
de diversas organizaciones que dan vida al MRTA. A principios de
la década de los 80’ la izquierda peruana estaba bastante agitada.
Existía una altísima participación de diversos sectores y los debates
y concepciones daban vida a acaloradas discusiones. Se podría decir,
que aquel momento, en el cual nace el MRTA, está marcado por las
siguientes características.

*Situación interna del Perú: A principios de los años ochenta, el Perú


se enfrenta a un momento de elecciones presidenciales, venía sa-
liendo de las largas dictaduras militares, siendo una de ellas, con un
marcado tinte de izquierda. En este escenario, los debates de la iz-
quierda eran respecto a las vías y la necesidad de la toma del poder.
Ahora bien, esto podría ser a través de un proceso amplio y masivo
de masas o bien a través de la lucha armada. Hay sectores - que lue-
go parte constitutiva del MRTA – que participan en aquellas eleccio-
nes. Hay un intento de participación en las elecciones de Mayo de
1980, con un conglomerado o un frente de izquierda, confluyendo
en la Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARI) que terminó siendo
un fracaso. A diferencia de otros países, estas diferencias – las de las
vías - en vez de generar un quiebre radical, más bien operan dentro
27 Ibid.cit.anter.Pág. 164
34
de un marco de fraternidad. La izquierda peruana de esos tiempos,
en general, es bastante amigable entre sí, teniéndose mucho respe-
to entre ellos.

*Situación internacional: El movimiento revolucionario a finales de


los años 70’, está muy bien posesionado en el mundo. Sin lugar a
duda, la Revolución cubana, marcó el quehacer de toda esa genera-
ción como también lo hizo el triunfo de los Sandinista en Nicaragua
en 1979. La incipiente guerra en El Salvador, la potente imagen del
Pueblo Vietnamita, son elementos que calan hondo en las futuras
configuraciones de organizaciones.

*La irrupción de Sendero Luminoso: A este cuadro de discusión y


de debates, se le adelanta – en lo que refiere a su resolución – Sen-
dero Luminoso. Una organización bastante hermética y subestima
bastante el quehacer de la izquierda, tildándolos de revisionistas y
reformistas. La guerra Senderista ya estaba iniciándose, lo que fue
atrayendo a mucha población. El MRTA, entre otras cosas, apura su
parto, por esta irrupción, ya que ellos no veían con muy buenos ojos
ya que la lucha revolucionaria se podía desviar. Esta disputa con Sen-
dero Luminoso, jamás se terminó, incluso hay episodios de matona-
je y de enfrentamientos armados entre ambas organizaciones.

Es en este cuadro nacional e internacional en el cual nace el MRTA,


es en la creación de organizaciones y la búsqueda constante de la
unidad de la izquierda, en donde un 1 de Marzo de 1982, se crea un
Comité Central, con menos de 10 personas, provenientes del Parti-
do Socialista Revolucionario Marxista Leninista ( PSR-ML) y el Movi-
miento de Izquierda Revolucionario El Militante (MIR EM) creando
el MRTA, que asumía la lucha armada, la instalación de la guerra re-
volucionaria y la insurrección de todo el Pueblo. Ya creada la organi-
zación, se define un plan estratégico que constaba de dos fases, “…
una primera, de acumulación de fuerzas clandestinas que suponía
«recuperaciones» económicas y de armas, la realización de escuelas
de «homogenización político-militar» y el traslado de sus militantes
a diversas zonas del país. Y, una segunda fase, de propaganda arma-
da previa a otra propiamente guerrillera (MRTA 1990:33).”28
28 Citado en: Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR): “Informe Final”.
35
Del parto a la acción, el paso es sumamente rápido. Una de las co-
sas que nos llama mucho la atención en este período, es que las
posibles asperezas existentes al provenir de diversas organizaciones
fueron limadas con rapidez siendo capaz de hacer nacer una nueva
concepción de la política. El estilo propio que adquiere el MRTA, no
es un proceso largo sino que muy rápido, es como que se hubieran
conocido toda una vida. Otro de los elementos neurálgicos y muy
poco frecuente en diversas organizaciones, es que la lucha que se
comienza a dar debe ser dirigida en “terreno” por la dirigencia, es
decir, un dirigente que opera y que asume el riesgo al igual que sus
otros compañeros. Estos dos elementos, constitutivos del nacimien-
to, sin duda que marcaron una identidad propia de esta organiza-
ción revolucionaria. “El 31 de mayo de 1982, cinco subversivos del
MRTA, entre los que participaban Víctor Polay Campos y Jorge Talle-
do Feria, asaltaron un banco en el distrito de La Victoria. Cuando dos
de los subversivos intentaban inmovilizar al policía que resguardaba
el banco, éste disparó su metralleta. Una de las balas rebotó en el
piso e hirió mortalmente a Talledo Feria, primer emerretista, miem-
bro del Comité Central, muerto en acción. Su deceso produjo las
primeras deserciones en las filas del MRTA.”29 Estas recuperaciones
incipientes, van otorgando a la organización de un soporte logísti-
co importante, permitiéndoles realizar escuelas político-militares y
contar con dinero para sus movimientos. A su vez, ya desde 1983, la
intención de la organización es ir aportando en el levantamiento de
un Movimiento Popular.

Villa El Salvador y el duro golpe del Cuzco: Al nacer el MRTA, concen-


tra su accionar en la capital Lima y en Huancayo. Su accionar iba en
ascenso, comenzando a ambicionar otros territorios del Perú. Hay
un hecho significativo, que tiene una cobertura mediática importan-
te, que fue el ataque al puesto policial del distrito de El Salvador. “…
atacamos la comisaría de Villa El Salvador, donde teníamos un buen
trabajo de masas. Fue un ataque de cinco minutos para hostigar con
fusilería, después de un desalojo en el que la policía mató a una mu-
jer con su niño en la panza. Este acto tuvo una repercusión fuerte en

Pág.387.
29 Ibid.cit.anter.Pág. 388
36
la población.”30 Hay un acercamiento real y concreto con lo que va
viviendo la población oprimida y que marca una clara diferencia con
lo que hacía Sendero Luminoso.

En esta búsqueda de ampliar la guerra revolucionaria, realizan un


intento en el Cuzco, ciudad que contiene en sí una riquísima historia
de rebelión popular. “Desde fines de 1983, unos veinte emerretistas
habían sido trasladados a la provincia de Paucartambo (departamen-
to del Cuzco) donde instalaron su campamento principal y estable-
cieron dos lugares de tránsito. Sin embargo, el 27 de noviembre de
1984, nueve de ellos fueron capturados por la policía, decomisán-
doles fusiles de guerra, gran cantidad de municiones y uniformes.
Para el MRTA, ese fue «un durísimo golpe» como consecuencia del
«liberalismo, la superficialidad y el desorden con que trabajaban»
sus militantes (MRTA 1990:45).”31

2.- La fusión, con el MIR Voz Rebelde, que nunca cuajó:

Como bien decíamos en el apartado anterior, una de los logros sus-


tanciales que alcanza el MRTA rápidamente es que la confluencia de
diversos sectores en su conformación no se transformará en una dis-
puta de tendencias y de poderes al interior de la organización, sino
que todo lo contrario, sobresaliendo la creación de una identidad
propia y un estilo de praxis concreta. Si bien el accionar de Sende-
ro Luminoso, generaba mayor conmoción en la opinión pública, el
MRTA logra el acercamiento real con los más oprimidos.

En Febrero de 1985, el MRTA lleva a cabo su segundo Comité Cen-


tral, donde define la situación del País en un momento Pre Revolu-
cionario. La Izquierda Unida, venía desarrollando un buen trabajo
en la Alcaldía de Lima, lo que va potenciando a una izquierda más
reformista. El Partido Unificado Mariateguista (PUM) había crecido
sustancialmente en los movimientos sindicales, campesinos, mine-
ro, urbanos etc. Es decir, en el Perú, tomaba fuerza una opción de
izquierda en las fronteras de lo democrático. El MRTA no se ve como
30 Entrevista a Peter Cárdenas. “Peter Cárdenas: “Finalmente ninguno de nosotros
dio la talla” “. Revista Ideele N°255. Diciembre del 2015. (www. revistaideele.com).
31 Citado en: Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR): “Informe Final”.
Pág.390
37
una instancia separada de esta impronta de la izquierda sino que
más bien, lo asume como una realidad que contribuye a lo que ellos
buscaban, la cualificación de este estado pre revolucionario a una
“situación Revolucionaria”. La intromisión del MRTA, en el escena-
rio eleccionario del 85’, fue a través de la instalación de una plata-
forma de lucha, la cual contenía las siguientes demandas: “rompi-
miento con el Fondo Monetario Internacional, el aumento del sueldo
mínimo vital, la amnistía para todos los «presos políticos» y el cese
de los estados de emergencia“ Este es el instante en donde el MRTA
consolida su estructura militar y su accionar en las poblaciones po-
pulares, para luego entrar en lo que denominaban como “la fase de
hostigamiento”. Una vez electo Alan García, el MRTA frena su accio-
nar militar, Polay argumentaba dicha decisión en la siguiente afirma-
ción: “Se puede denominar tregua cuando existe un acuerdo de las
dos partes. Lo que nosotros estamos haciendo es suspender toda
acción militar contra el gobierno y contra el partido aprista, no va-
mos a realizar acciones militares contra ellos. Pero nos reservamos
el derecho de hacer acciones político – militares contra el imperia-
lismo, contra las fuerzas represivas cuando atacan al pueblo y contra
las empresas que medran con el hambre del pueblo. Nosotros no
podemos declarar ninguna tregua hasta que no se sepa con claridad
cuál es el futuro del país (MRTA 1990:96).”32 Abriendo así una posibi-
lidad de diálogo y de arribar acuerdos, los cuales no fueron tomados
en cuenta por el recién electo presidente del Perú.

Hacemos este breve preámbulo, porque encontramos acá ciertas


características que pueden dar entender algunas razones de la fu-
sión con el MIR Voz Rebelde. El accionar del MRTA iba en ascenso,
su capacidad militar y política tenía efectos concretos en la pobla-
ción popular e indígena. Se distanciaba notoriamente de la praxis
senderista, teniendo un ahínco muy marcado en la unidad de la iz-
quierda. El frenar las acciones militares, cuando se inicia el período
de García, contiene esta concepción de la política que predomina
-hasta ese instante– sobre lo militar. Estas intenciones no llegaron
a buen puerto, no se logra la unión de la izquierda y García mues-
tra toda su bestialidad, tanto económicamente como también en la
32 Citado en: Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR): “Informe Final”.
Pág.394
38
represión, como fue el caso de la matanza de Prisioneros Políticos
en las cárceles del Frontón, Lurigancho y Santa Mónica. Lo que sí
prosperó fueron las conversaciones con el MIR Voz Rebelde, las cua-
les se materializaron en la unificación de ambas organizaciones en
una sola. En diciembre de 1986, se lleva a cabo el I Comité Central
Unificado, del cual se informa a la opinión pública lo siguiente: “En
nuestras bases y en nuestros dirigentes ha primado la madurez y
la lucidez estratégica para que la unidad se base en los principios,
en el objetivo socialista y en la inevitabilidad de la lucha armada.
[...] hemos decidido lo siguiente: unificar totalmente a partir de la
fecha nuestras dos organizaciones, procediendo a integrar los man-
dos, combatientes, estructuras y armamento (MRTA 1990:118)”33 El
MRTA aportaba su capacidad militar y el MIR VR el trabajo político,
principalmente en la zona norte del País.

Si bien, la unificación siguió manteniendo el nombre del MRTA, a


nuestro parecer, no logró nunca hacerse un solo puño de combate.
Lo que sucedió allí, es que comenzaron a convivir dos tendencias,
las cuales fueron resolviendo sus problemas iniciales con la reparti-
ción de cargos importantes dentro de la organización. El peso de la
conducción del bloque histórico del MRTA primó frente a la otra ten-
dencia, lo que fue generando el resentimiento en varios militantes.

Si se quiere, se puede definir este instante como el protagonismo


del estilo del despliegue de la política del núcleo histórico, donde
el MIR VR, se fue sumando de a poco. Esta acción de anexar a otra
organización y de imponerle – no se sabe si fue intencional o no – un
estilo del quehacer, a larga va generando fracturas y desencuentros,
que fue justamente lo que ocurrió en el MRTA. La disputa se hizo
evidente y en ciertos momentos de su historia se hizo brutal.

Antes que estas disputas de tendencias comenzaran a atacar a la


organización, desde el año 87’ el MRTA vive otro proceso bastante
particular y que responde a su lectura del Perú, comienza a sobre-
ponerse sobre lo esencialmente político un criterio más bien militar.
Logrando constituir tres frentes de batalla. El principal – tanto por
33 Citado en: Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR): “Informe Final”.
Pág.398
39
su capacidad militar como también por los problemas que en la dé-
cada de los 90’ presentó- era el Nororiental, el Oriental y el Central;
creándose a su vez las “fuerzas Especiales” que se fue en una esca-
lada de secuestros.

La fisura entre tendencias se hizo evidente en el año 1988, donde


Pedro Ojeda perteneciente al Frente Nororiental y parte de la ten-
dencia del MIR VR, organiza a la disidencia y crea una propia co-
lumna guerrillera que se separa del MRTA. Ojeda y la disidencia
que él encabezada fue considerada como traición por parte de la
Dirección Nacional del MRTA, lo que provocó que fuera fusilado por
sus propios compañeros. Uno de los casos más emblemáticos a este
respecto, es la de Sístero García (de la tendencia del MIR VR), del
Frente Nororiental, que junto a otros 120 combatientes armados, se
separan del MRTA. La Dirección Nacional, ordenó su captura inme-
diata, cuando lo fueron a buscar, el ejército peruano lo defiende y
se enfrenta a los combatientes del MRTA, generando una sustancial
baja en sus filas.

Si bien, se podría decir que el núcleo histórico del MRTA, cometió


bastantes errores en su conducción, creemos necesario resaltar
– desde nuestra opinión-, que lo que primó en el deterioro de la
fuerza del MRTA, está principalmente en esta fusión que nunca fue
capaz de cuajar en una sola totalidad. Esa decisión, fue encubando
una fractura la cual no fue atendida de forma oportuna y eficaz, ha-
ciendo que el tiempo solamente la profundizara aún más.

3.- La Prisión Política prolongada:

Uno podría decir, que dentro de las lógicas de los revolucionarios


(a), la prisión política y la muerte siempre está rondando, siendo el
optimismo y las ganas por vencer las que priman y que finalmen-
te se imponen en la cotidianidad de constante riesgo. El MRTA fue
golpeado constantemente, la Prisión política fue una realidad que
cohabito permanentemente en su accionar. A esta realidad, durante
la década de los ochenta, le fueron haciendo frente con una capa-
cidad de rearticulación rápida como también con su capacidad de
rescatar a sus prisioneros, siendo las más emblemáticas la fuga de
40
Castro Castro, donde obtuvo la libertad – entre otros – Víctor Polay
o el rescate a Lucero Cumpa, que fue un símbolo importantísimo en
lo que refiere al rol que cumplía la mujer dentro de la organización.

Esta situación fue cambiando drásticamente con la llegada de Fuji-


mori al poder y de sobremanera con el autogolpe que llevó a cabo
“el chino” el 5 de Abril del 1992. Su lema de campaña era el comba-
tir con todos los medios a la subversión, propinarles duros golpes y
que la cárcel fuera de encierros eternos y en condiciones hostiles.
No se podría fijar una fecha exacta en la cual se comienza a vivir esta
realidad concreta, pero creemos que la recaptura de Polay en Junio
de 1992, le propinó un fuerte golpe a la organización, como también
las renuncias que se fueron dando tanto dentro de las cárceles como
en el exterior – donde se fomentó la delación compensada- . Peter
Cárdenas y Lucero Cumpa vuelven a ser capturados, también es de-
tenido Miguel Rincón junto a un comando de fuerzas especiales, el
cual estaba preparando un asalto al Congreso Nacional. El núcleo
histórico fue duramente golpeado. Polay, Cárdenas y luego Rincón,
son trasladados a la Cárcel Base Naval del Callao, donde estuvieron
alrededor de 10 años bajo un régimen de aislamiento brutal y de
ataque permanente a la psiquis humana. El encierro se comenzó a
vivir en soledad, las capacidades de rescates fueron disminuidas a
cero y la capacidad de rearticulación en el exterior era muy difícil,
principalmente porque ya no contaban con cuadros políticos milita-
res, capaces de asumir los mandos bajo las exigencias que aquello
imponía. Es en este proceso, que se comienza a dar a finales de los
ochenta hasta los primeros años de la década de los 90’, lo que oca-
siona – entre otras cosas – la desarticulación importante de la orga-
nización y hechos como los ocurridos en Tarapoto, donde miembros
del MRTA iniciaron una caza de brujas contra la comunidad homo-
sexual, llegando asesinar algunos.

La detención de Abimael Guzmán, en Septiembre de 1992, le pro-


picia una gran victoria al fujimorismo, habían logrado capturar al
mítico líder de Sendero Luminoso, lo encerraron en una jaula y le
pusieron traje a rayas (de esos que sólo se ven a los presidarios en
las películas). La campaña mediática contra la subversión fue brutal
y la represión desatada por Fujimori contra el Pueblo peruano tam-
41
bién fue salvaje. Con la caída del “Presidente Gonzalo”, se desarticu-
la a Sendero y frenan su ofensiva y etapa final de su guerra. Guzmán
ya estaba entrando con fuerza a la capital, la estaba sitiando desde
afuera, bajo aquella estrategia maoísta desde “afuera hacia aden-
tro”. La élite burguesa peruana ya sentía la mano del Senderismo,
un ejemplo de aquello fue el atentado en la calle Tarata. Un coche
bomba, que mató a varios y dañó duramente a Miraflores.

Entonces tenemos una dura respuesta de Fujimori contra la subver-


sión, capturando en Junio del 92 a Polay, líder histórico del MRTA y
en septiembre del mismo año, a Abimael Guzmán, líder del Sendero
Luminoso. Junto a esto, vino también una fuerte arremetida contra
el Pueblo peruano. Casos de torturas, desaparición, cárcel injustifi-
cada, uso de los medios de comunicación a su antojo (lo que luego
fue conocido como el caso de la prensa chicha), fue golpeando cual-
quier intento de rebelión popular. Fujimori y Montesinos, extendie-
ron el miedo a cada rincón del Perú.

Los subversivos comenzaron a ser juzgados por jueces militares sin


rostro, sin capacidad efectiva de defensa, y fueron condenados (en
un breve espacio de tiempo) brutalmente. Se transformaron en un
ícono contra la subversión. La capacidad de desplegar política desde
el interior de los penales fue siendo coartado, quedando separada
“la cabeza” del “cuerpo”. Este cuadro dura lo que dura Fujimori en el
poder (10 años aproximadamente) pero a esa altura las organizacio-
nes ya estaban duramente golpeadas.

4.- La irrupción del comando Edgard Sánchez:

La toma de rehenes en la residencia del Embajador de Japón en el


Perú fue un golpe que irrumpe con una potencia de gran magnitud
en este escenario unilateral del Fujimorismo. Como bien decíamos
en la presentación de este documento, fue capaz de instalarse en el
escenario nacional como también en el Internacional. Desde nues-
tro punto de vista, los logros políticos de aquella osada e insolente
operación fueron dos, a saber:

* El mundo entero termina por conocer las condiciones en las cua-


42
les se encuentran los Prisioneros (a) Políticos(a) del Perú. Desde
Diciembre de 1996 hasta Abril del 1997, se logra hacer una propa-
ganda sin precedente, lo que pone en jaque a todos los organismos
del resguardo internacional de los Derechos Humanos. Al mismo
tiempo que se conocía las condiciones carcelarias, se visualizó la
dignidad de sus habitantes políticos en los penales. Que, en un coti-
diano enfrentamiento con el poder, había logrado mantener intacta
su dignidad. El instalar la negociación del canje de los rehenes por la
libertad de un gran número de Prisioneros(a), obliga a que la mirada
se fijase en los penales y en sus condiciones inhumanas. Permitió
que la lucha por la libertad se incrementara y que contara con di-
versos respaldos del ámbito internacional. La prensa chicha, quiso
hacer un festín con esta operación, tratando de encasillarla en una
acción romántica de amor, ya que el comandante emerretista quien
la dirigía -Néstor Cerpa – tenía a su compañera prisionera. Este afán
mezquino no tuvo mayor resonancia, sino que primó la exigencia de
libertad.

*El duro golpe propiciado a la dictadura de Fujimori. Como veíamos


en el apartado anterior, luego de la captura de los líderes de las prin-
cipales organizaciones subversivas, Fujimori se creyó amo y señor
del Perú. Arrasando con todo y en todos los planos. La irrupción del
Comando Edgard Sánchez es una bofetada a la dictadura, es un gol-
pe certero y que pone en primera plana del mundo lo que sucedía
en el Perú. El mundo terminó por enterarse de la brutalidad de la
represión, de las políticas económicas y de las disposiciones cultura-
les. El mundo terminó por enterarse de la calaña de hombre que era
Fujimori y su testaferro Montesinos. La dictadura peruana quedó en
evidencia, seriamente golpeada. Sería un error atribuirle solo a esta
operación el comienzo del fin de Fujimori, pero tenemos el claro
convencimiento, que ésta fue capaz de contribuir a dicha caída y
de ir transformando las condiciones carcelarias de los Prisioneros(a)
Políticos(a).

Si bien, esbozamos nuestra subjetiva impresión respecto a esta ope-


ración, no podemos dejar de mencionar, que para no pocos militan-
tes del MRTA, este hecho y sobre todo el desenlace es el comienzo
del fin del MRTA. El asesinato de sus compañeros fue resentido por
43
la militancia, fue un durísimo golpe, sobre todo por la importancia
que tenía Néstor Cerpa, en la organización, era el último miembro
de la Dirección histórica en libertad activo. Presumimos que Cerpa
se había transformado, para los Prisioneros(a) emerretistas, en la
esperanza de la rearticulación de la organización. A continuación,
dejamos el relato de Peter Cárdenas (prisionero en la base naval del
Callao al momento de la toma de la residencia del embajador japo-
nés), que gráfica un poco esta lectura:

“¿Qué sentido político tenía una acción como esta?

Nosotros no sabíamos qué iban a hacer. En esa misma época en El


Líbano secuestraron a muchos occidentales – diplomáticos, empre-
sarios, periodistas- para canjearlos por presos de los grupos pales-
tinos. En Brasil habían canjeado a Dirceu por un diplomático norte-
americano. Pensábamos que iban a hacer algo así.

¿Los de la Marina no les dijeron nada?

En la base naval no teníamos información. No teníamos acceso a los


medios. Hay quienes dicen que Abimael y Elena tenían radio y pe-
riódicos por los acuerdos que hicieron, pero nunca he corroborado
eso. De pronto nos suspendieron la visita. Yo le dije al comandante
que eso iba en contra de la ley. Cuando se produjo la recaptura me
llevaron a una salita de televisión y me mostraron los noticieros de
la noche anterior. Ahí me enteré que habían muerto todos los del
MRTA. Fue un golpe tremendo.

¿Cerpa era uno de los pocos dirigentes antiguos que quedaban en


la organización?

Cerpa era el único que quedaba en la dirección. Esa noche Polay,


Lucero y yo empezamos a vivar los nombres de los compañeros que
habían muerto. Recién cuando restituyeron las visitas pude escu-
char algunas opiniones. Por ejemplo, mi padre no entendía cómo
un grupo pequeño, sin respaldo de la población, pudo pensar que
haciendo un acto de fuerza iban a conseguir doblegar al Estado.

44
¿No piensas que se alargaron mucho las negociaciones?

Ha habido casos exitosos de canjes, y otros en los que han llegado a


abandonar la embajada para salir al extranjero, antes de llegar a un
desenlace de ese tipo. Al final la batalla se perdió. El error fue pro-
longar demasiado la negociación. Debieron aceptar el ofrecimiento
de salir del país y el dinero. El Gobierno comenzó a jugar con ellos.
Les dijo que podían soltar a algunos, pero no a los dirigentes. Les
hicieron creer que tenían el poder de doblegar al Estado.

¿Ese fue el momento en el que asumes que estaban derrotados?

Sí, fue lo de la embajada lo que me hizo reflexionar. Fue un proceso;


no fue inmediato. Eso fue el año 1997 y yo tomé la decisión de re-
nunciar al MRTA y al concepto de la violencia revolucionaria a fines
del año 1999, tres años después.”34

5.- De las Tumbas para seres vivos hacia los nuevos juicios:

Este apartado consta de dos puntos, por un lado nos interesa de-
jar instalada la concepción tupacamarista respecto a las condicio-
nes carcelarias, “Tumbas para seres vivos”. Y un segundo punto, que
solo estamos en condiciones de dejarlo enunciado, que refiere a los
nuevos juicios por los cuales pasaron varios militantes de organiza-
ciones subversivas, permitiendo que varios de ellos ya gocen de la
libertad.

A.- Tumbas para seres vivos:

*Cárcel de máxima seguridad de la base naval del callao: Esta es una


cárcel que se encuentra al interior de una instalación de la Marina
de Guerra del Perú, que se terminó de construir en 1993 y que se
encuentra ubicada en el Puerto del Callao, en Lima. “Esta ominosa
cárcel-tumba, cuenta con ocho celdas de concreto armado (cemen-
to y barras de hierro reforzadas), está construida a 8 metros bajo
tierra, asegurando el cumplimiento de su objetivo de aniquilamien-
34 Entrevista a Peter Cárdenas. “Peter Cárdenas: “Finalmente ninguno de nosotros
dio la talla” “.Revista Ideele N°255. Diciembre del 2015. (www. revistaideele.com).
45
to: aislamiento físico, aislamiento auditivo, aislamiento visual, os-
curidad, estrechez de espacio y máximo control permanente. Está
dotada de detectores acústicos y de movimiento, sistemas de alar-
ma, minas en diversos niveles del subsuelo y cámaras de vídeo en
permanente funcionamiento, monitoreadas desde un centro de vi-
gilancia electrónica, además de los muros con torretas de vigilancia
ocupadas por personal de la marina, armados con fusiles de largo
alcance (FAL).”35

Las celdas son de 6 metros cuadrados, con una enorme puerta blin-
dada, que en la parte inferior cuenta con una pequeña ventanilla,
por donde se hace entrega de la alimentación. Las celdas están ade-
cuadas para que los prisioneros no tengan ningún contacto físico.
Para realizar el traslado a esta cárcel, sedaron a los prisioneros, para
que no supieran de su ubicación exacta.

Las instalaciones cuentan con un patio, al cual el prisionero(a) tiene


acceso durante 30 minutos por día, donde puede dar vueltas, leer la
biblia o ver televisión con programas grabados por la Marina. No se
tiene acceso a la prensa escrita ni audiovisual, no pueden escuchar
radio ni tampoco se permite el ingreso de libros. Las visitas son una
vez por mes por 30 minutos, en un locutorio y sólo puede hacer in-
greso la familia directa.

* Cárcel de Máxima Seguridad de Yanamayo: Está prisión está ubica-


da en el altiplano andino de Puno, a 3,800 metros sobre el nivel del
mar, la temperatura habitual es de 10 grados bajo cero, excepto dos
meses del año, en el cual asciende a 15 grados. Las celdas son de 3x
3 metros y están diseñadas para albergar a dos prisioneros. No se
permite cocinar ni tampoco se puede contar con radio y televisión.
Por disposición del régimen carcelario, todo recién llegado tiene que
estar en total aislamiento por un año, sólo teniendo 30 minutos de
patio – de manera individual –

*Cárcel Miguel Castro Castro: Está ubicado a las afueras de Lima,


siendo su seguridad doblegada luego de la fuga de los tupacamaris-
tas en 1990. Este penal presenta condiciones de hacinamiento se-
35 MRTA: ““Tumbas para seres vivos” en la Democracia Peruana”Pág.5
46
veros. En las celdas de 6 metros cuadros tienen que convivir por 23
horas y media entre tres y 5 prisioneros.

* Cárcel de Máxima Seguridad de Chorrillos: Ubicada en Lima, está


cárcel está destinada para que sea habitada por condenadas por te-
rrorismo, es la cárcel de mujeres para la subversión. Las celdas son
de 2X3 metros. Se le está prohibido contar con enseres personales,
fumar, de radio y televisión y se les prohíbe el hablar de actualidad.

B.- El Proceso de reconciliación peruano:

Con la vergonzosa huida de Fujimori del País y su posterior renun-


cia a la presidencia a través de una carta desde Japón, se generó
en el Perú un tiempo de incertidumbre respecto a los vaivenes de
la democracia. La presión popular e internacional hicieron caer al
dictador y a Montesinos, quién fue encarcelado en la misma Cárcel
que él mando a construir – La base Naval del Callao - . Sin duda que
este tiempo de incertidumbres y oportunismo político, luego de la
caída del tirano, merecen ser investigado con mayor detalle. En esta
oportunidad, nuestro interés se centra principalmente en la Comi-
sión de la verdad y reconciliación (CVR) y algunas líneas generales de
la actualidad peruana, respecto a la subversión.

* La CVR, abrió un momento de reconciliación en la sociedad pe-


ruana, respecto a la violencia política. Su fecha de investigación es
desde 1980 y lo cierra en el 2000. Si bien este tipo de espacios de
“reencuentros” es bastante común en varias partes de América La-
tina, se propuso fijar el uso de la violencia y violación a los derechos
humanos, tanto los ocasionados por la subversión como también
por el Estado. No es menor, sin caer en un conformismo, que Mon-
tesinos en la actualidad esté preso y que Fujimori fuese indultado
hace poco. La investigación que se llevó a cabo, también posibilitó
que a una buena cantidad de Militantes subversivos se le realizaran
nuevos juicios, que si bien cuyo resultante fueron también conde-
nas altísimas, también permitió que para un grupo no menor, la
libertad se hiciera una realidad. Es el caso de Peter Cárdenas, varios
Senderistas y también combatientes internacionalistas, como es el
caso del chileno Jaime Castillo, que en un primer momento fuese
47
condenado a las penas del infierno bajo el argumento jurídico de
“Traición a la Patria”, su condena final fue de 23 años, que una vez
que los cumplió fue inmediatamente expulsado del Perú (fines del
2016). En este proceso que mencionamos, también fue usado como
plataforma política para el arrepentimiento, como es el conocido
caso de Peter Cárdenas.

“Tu deslinde con la lucha armada es personal, ideológico, progra-


mático?

Es político porque después de lo que ha vivido el Perú la gente está


harta de la violencia política. La izquierda ha retrocedido. La situa-
ción económica está mejor. Hay una fuerte clase media. Antes los
sectores populares votaban por la izquierda. Villa El Salvador, Co-
mas, la carretera Central que eran los bastiones de la izquierda, aho-
ra son los bastiones de la derecha. No hay condiciones para la lucha
armada.

¿Qué tan diferente es el país de ahora al del inicio de la violencia


armada?

El Perú ya no está compuesto por la oligarquía y la clase popular. La


clase media define las cosas. Para mí ahora no se puede hacer una
revolución en contra de la clase media, hostilizándola. Más bien, hay
que ganarla. Y para eso tienes que ser democrático porque la clase
media no quiere una dictadura sino una democracia. En los años 80
decíamos que la democracia era una táctica y un medio para hacer
la lucha armada. Ahora, para mí, es un medio que permite la con-
vivencia entre los distintos sectores o clases. Rincón me decía que
me había pasado a la derecha, que ya no era de izquierda. Me decía:
“O estás acá, o estás allá”. Yo me voy a morir siendo de izquierda
y siempre lucharé por el socialismo, pero por la vía democrática.”
(Entrevista a Peter Cárdenas. “Peter Cárdenas: “Finalmente ninguno
de nosotros dio la talla” “Revista Ideele N°255. Diciembre del 2015.
(www. revistaideele.com).

* La situación actual del Perú, entre casos de corrupción -como es


lo acontecido con el ex Presidente Toledo (que está prófugo de la
48
justicia) - y de injusticia contra los oprimidos ha ido desencadenan-
do un cuadro de protesta masiva significativa. Son nuevos tiempos,
nuevos rostros quizás, pero la demanda histórica de un Pueblo de
ser libre y feliz aún está en deuda.

Los medios de comunicación, agitados por varios políticos y vesti-


gios del Fujimorismo, han iniciado una campaña feroz contra la sub-
versión. Sucede, que muchos de los emblemas de aquel proceso
ochentero, están por cumplir sus nuevas condenas, la justa libertad
es un proceso que se comienza a concretar de manera más masiva,
lo que ha irritado a la burguesía criolla. Hay una forma de compre-
hender la historia bajo la figura del péndulo, que va y viene, y que
en ese ir y venir los matices cualifican las demandas de los Pueblos.
Hoy es tiempo de transformaciones concretas, la población indígena
sigue siendo marginada, los pueblos jóvenes no han dejado de exis-
tir, la pobreza y la desigualdad son temas de este aquí y ahora. Que
sucederá con estos combatientes que saldrán en libertad?, dónde
estarán concentradas sus nuevas apuestas?, cualquiera que sea su
decisión, creemos que es respetable. La lucha revolucionaria seguirá
su propio camino de la historia, pariendo nuevas voluntades y deci-
siones preñadas de sueños y ganas. No tenemos duda de aquello.

49
50
V.- CRONOLOGÍA DE UN HACERSE
REVOLUCIONARIO Y SUBVERSIVO:

La cronología que presentamos a continuación, lo fuimos elaboran-


do a través de nuestras lecturas. Sabemos de ante mano que nos
deben faltar muchos hechos y procesos, pero lo presentamos en el
presente cpítulo, fundamentalmente porque estamos convencidos
que puede ser un complemento útil para el presente documento.

1982
Marzo:
1, Nace el MRTA

Mayo:
31, cinco subversivos del MRTA, entre los que participaban Víctor
Polay Campos y Jorge Talledo Feria, asaltaron un banco en el distrito
de La Victoria. Cuando dos de los subversivos intentaban inmovilizar
al policía que resguardaba el banco, éste disparó su metralleta. Una
de las balas rebotó en el piso e hirió mortalmente a Talledo Feria,
primer emerretista, miembro del Comité Central, muerto en acción.
Su deceso produjo las primeras deserciones en las filas del MRTA.
(Fuente CVR)

1983
Noviembre:
16, “…ataque con explosivos contra la casa de marines norteame-
ricanos en Lima el 16 noviembre de 1983, como protesta contra la
invasión norteamericana en Granada” (Fuente. CVR)

1984
Enero:
“En enero de 1984, se llevó a cabo el I Comité Central del MRTA en
Lima. Su análisis de la situación política nacional concluía que el país
atravesaba una profunda crisis política, económica y social” (Fuente
CVR)
51
22, “…en Lima, un grupo de emerretistas atacó el puesto policial
del distrito de Villa El Salvador señalando que esta acción respon-
día a «una decidida respuesta militar ante el abuso permanente,
la agresión sistemática y los asesinatos que las fuerzas policiales
y sus hienas, los Sinchis, cometen a diario contra las demandas
populares»”(Fuente CVR)

Marzo:
26, “El 26 de marzo, otra acción similar se ejecutó en la casa de Car-
los Rodríguez Pastor, Ministro de Economía de aquel entonces. Asi-
mismo, los subversivos tomaron algunas radioemisoras para propa-
lar sus propuestas políticas” (fuente CVR)

1985
Febrero:
“…en febrero de 1985, el MRTA realizó su II Comité Central en el que
reafirmó la percepción de encontrarse en un período «pre-revolu-
cionario».” (Fuente CVR)

Junio:
“1985 Junio: “…en conmemoración del inicio de la acción guerrillera
del MIR de De la Puente Uceda, el MRTA efectuó varias acciones
en la ciudad de Chiclayo (departamento de Lambayeque), Chimbo-
te (departamento de Ancash), Huancayo (departamento de Junín) y
Lima. Hasta ese momento, los emerretistas habían logrado consoli-
dar una estructura militar, con un costo mínimo de militantes caídos
y una serie de acciones realizadas en Lima y otras ciudades de la cos-
ta y sierra central del país. Entonces, consideraron que «la fase de
propaganda armada se había cumplido exitosamente» y podían pa-
sar a la «fase de hostigamiento con características más propiamente
guerrilleras» (MRTA 1990:79) [Resaltado nuestro].” (Fuente CVR)

Fase de Hostigamiento (Definición del MRTA)


Julio:
12, “…siete puestos policiales, ubicados en diferentes distritos de
Lima, fueron atacados en forma simultánea…” (Fuente CVR)

24, “…un comando emerretista tomó el Museo Histórico de Huaura


52
(provincia de Huaura, departamento de Lima) y «recuperó» una ré-
plica en plata de la espada de San Martín, la bandera original con la
cual proclamara la independencia del Perú, la Condecoración de la
Orden del Sol y el original de la Proclama de San Martín. «Con este
gesto simbólico, el MRTA buscaba relevar su raíz nacional y su per-
manente vocación por recoger y valorar los factores nacionalistas de
la larga lucha del pueblo peruano» (Simon 1988:110-111). El gesto
imitaba la acción del M 19, cuando sus militantes robaron la espada
de Simón Bolívar en enero de 1974.”

25, “… un «coche bomba» fue colocado en el Ministerio del Interior,


sin ocasionar víctimas mortales. Esta fue la primera vez que se hizo
uso de esta modalidad terrorista” (Fuente CVR, el uso del concepto
de Terrorismo es de parte de la CVR)

Noviembre:
4, “…un comando encabezado por Néstor Cerpa Cartolini tomó el
diario El Nacional…” (Fuente CVR)

“…durante noviembre, una serie de acciones de propaganda, con-


memorando un aniversario más del levantamiento de Túpac Amaru,
se efectuaron en las ciudades de Lima, Huancayo, Chiclayo, Chimbo-
te y Cuzco.” (Fuente CVR)

5, “… emerretistas atacaron al puesto policial de Playa Rímac en re-


presalia contra los policías que desalojaron en forma violenta a mi-
les de pobladores que ocupaban de manera ilegal los terrenos del ex
fundo Garagay.” (Fuente CVR).

6, “…un comando subversivo atacó con cargas explosivas el Casino


de Oficiales de la Guardia Republicana como «escarmiento» contra
sus efectivos que habían debelado un motín de internos del PCP-SL
en el penal Lurigancho con el saldo de más de 30 personas muertas,
hecho ocurrido el 4 de octubre.” (Fuente CVR)

Diciembre:
“…diciembre, los emerretistas organizaron «repartos populares» en
algunos barrios populares en Lima, distribuyendo productos de pri-
53
mera necesidad robados de camiones repartidores de importantes
firmas comerciales.” (Fuente CVR)

1986
Febrero:
“Entre el 9 y 14 de febrero de 1986, el MRTA realizó su III Comité
Central en Lima, con el fin de evaluar el cumplimiento de sus metas
y objetivos durante 1985. Se reunieron los integrantes del Comité
Ejecutivo Nacional, el Comité Central y los responsables de las di-
versas estructuras políticas y militares emerretistas. Su balance fue
positivo, al considerar que habían «conquistado un espacio político
importante en la escena nacional y aún internacional». “(Fuente
CVR)

Realizan un llamado a la izquierda peruana en febrero del 86’ y a los


sectores “consecuentemente Populares”, a que de forma unida le
exigieran a García que se preocupara del Pueblo en vez de los secto-
res monopolistas. No tuvo mayor repercusión.

“Posterior a la realización de su III Comité, el MRTA continuó con


sus acciones especialmente en las ciudades de Lima, Huancayo y
Chiclayo.”

Abril:
21, “…en solidaridad con Libia, que había sido bombardeada por Es-
tados Unidos, colocaron un coche bomba en la residencia del em-
bajador norteamericano.”(Fuente CVR)

Junio:
“...en homenaje al inicio de las guerrillas del MIR en1965, realizaron
dos acciones importantes en Lima, la primera llevada a cabo el 9 de
junio en la plaza de Villa María del Perpetuo Socorro (ubicada en la
margen izquierda del río Rímac), donde los emerretistas convocaron
un mitin y repartieron alimentos robados a dos camiones distribui-
dores.

La segunda acción, consistió en el incendio de uno de los ambientes


del Casino de Policía en el centro de Lima, realizado por un coman-
54
do subversivo. Cuando se retiraban se enfrentaron con los policías,
muriendo uno de ellos. “(Fuente CVR)

“… el 18 y el 19 de junio, los militantes del PCP-SL se amotinaron en


tres penales: El Frontón, Lurigancho y Santa Mónica aprovechando
la cobertura de los medios de comunicación al congreso de la Inter-
nacional Socialista que se realizaba en Lima. El gobierno de García
encargó el develamiento del motín a las Fuerzas Armadas con un
saldo de 244 personas muertas. Casi de inmediato, comandos eme-
rretistas tomaron las agencias ANSA, France Press, Reuters y DPA
y propalaron un comunicado condenando estos sucesos.”(Fuente
CVR)

Agosto:
“Un acto simbólico que anunciaba el inicio de las acciones militares
contra el gobierno aprista fue el lanzamiento de una granada contra
uno de los balcones de Palacio de Gobierno, donde Alan García de
manera habitual hacía sus apariciones públicas para anunciar algu-
na medida gubernamental.” (Fuente CVR)

1987
Agosto:
7 “…Alberto Gálvez Olaechea, integrante del Comité Ejecutivo Na-
cional y periodista del semanario Cambio, fue detenido por la Direc-
ción Contra el Terrorismo (DIRCOTE) en la capital…” (Fuente CVR)
Septiembre:

26, “…se produjo el primer secuestro del MRTA. La víctima fue Ju-
lio Ikeda Masukawa, gerente de Avícola San Fernando» (2000:868).”
(Fuente CVR)

Octubre:
8 “…una parte del destacamento subversivo —uniformados y arma-
dos con fusiles de guerra— tomaron la ciudad de Tabalosos (pro-
vincia de Lamas) sin producir bajas. Esta acción marcó el inicio de la
campaña político-militar «El Che vive». (Fuente CVR)

18 “…otra unidad emerretista tomó Soritor (provincia de Moyobam-


55
ba), atacando el puesto policial. Un efectivo murió y los que queda-
ron heridos fueron atendidos por los subversivos (MRTA 1990:123).”
(Fuente CVR)

23 “…fue capturada Lucero Cumpa Miranda, responsable del trabajo


metropolitano y miembro del Comité Central emerretista. La captu-
ra de Cumpa y de otros militantes más, golpeó seriamente al MRTA
y prácticamente desarticuló su organización en numerosas zonas de
Lima “(Fuente CVR)

Noviembre:
Campaña político – militar «Túpac Amaru libertador»
6, “…(una) columna emerretista, integrada por 60 hombres, tomó la
ciudad de Juanjui (provincia de Mariscal Cáceres). Las fuerzas sub-
versivas atacaron de manera simultánea los puestos de la Policía
de Investigaciones, de la Guardia Civil y de la Guardia Republicana;
asimismo tomaron el pequeño aeropuerto de la ciudad. Durante el
ataque al puesto policial murió Jorge Cieza, teniente de la Guardia
Civil. En tanto, los demás policías huyeron y solo tres se rindieron,
quienes fueron conducidos a la Plaza de Armas. En horas de la ma-
ñana, abandonaron Juanjui y se dirigieron a la ciudad de San José
de Sisa (provincia El Dorado) a donde arribaron el 7 de noviembre
a las 4 p.m. Ingresaron a la ciudad sin ningún tipo de resistencia de
las fuerzas policiales quienes enterados de lo sucedido en Juanjui
habían abandonado poco antes el lugar. En esta acción Alejandro
Guerrero, reportero de Canal 5, logró entrevistar a Víctor Polay. Dos
días después, incursionaron en Senami.” (Fuente CVR)

19, “…(se) tomaron el distrito de Chazuta (provincia de San Martín).


Finalmente, las fuerzas subversivas se replegaron al Alto Sisa, lugar
donde estuvieron concentrados previo al ataque a Juanjui. Poco
después de la toma de Juanjui, el gobierno decretó el estado de
emergencia en San Martín, desplegando de inmediato a gran can-
tidad de militares para ubicar y neutralizar al destacamento eme-
rretista. El cerco tendido por el Ejército abarcaba una extensión im-
portante del valle del Sisa y sus efectivos seguían muy de cerca a los
subversivos. En esas circunstancias, tres emerretistas, que formaban
parte de un grupo de reconocimiento, se enfrentaron con efectivos
56
del Ejército resultando muertos. Mientras tanto, el contingente sub-
versivo continuó su repliegue hacia Alto Porotongo, logrando burlar
el cerco militar” (Fuente CVR)

1988
Febrero:
No sale fecha exacta “Hugo Avellaneda y Peter Cárdenas Schulte
fueron detenidos en el aeropuerto «Jorge Chávez».” (Fuente CVR)

Diciembre:
8, “…un contingente emerretista tomó la localidad de Puerto Inca,
impactando entre los pobladores por ser la primera vez que ocurría
una acción de este tipo en el departamento y por ser también el
anuncio de la presencia político – militar del MRTA en la región.”
(Fuente CVR)

1989
Febrero:
3, “Víctor Polay, Secretario General del MRTA, fue apresado en la
ciudad de Huancayo” (Fuente CVR)

Marzo:
13, “…el destacamento de la selva «tomó» Pichanaqui (provincia de
Chanchamayo) (Fuente CVR)

21, “…en una acción simultánea, los emerretistas atacaron los pues-
tos policiales de Sapallanga y San Agustín de Cajas, ambos ubicados
en la provincia de Huancayo, produciéndose dos muertes entre los
efectivos policiales.” (Fuente CVR)

Abril:
Campaña político – militar nacional denominada «Con el Amauta
a luchar hasta vencer»
“La acción más importante se realizaría en el Frente Central con la
toma de la ciudad de Tarma, capital de la provincia del mismo nom-
bre, con lo cual los emerretistas esperaban causar el mismo impacto
o quizás mayor al que tuvieron en noviembre de 1987 cuando apa-
recieron sus destacamentos uniformados y armados en San Martín.
57
El contingente que tomaría Tarma estuvo formado por la casi to-
talidad de integrantes de los destacamentos de la sierra y la selva
del llamado Frente Central, sumando un total de 67 subversivos. El
encuentro de ambas columnas para integrarse y formar un solo des-
tacamento sufrió algunos percances que retrasó la ejecución de la
acción tal y como se tenía planificado.” (Fuente CVR)

“En tanto, en diversos puntos del país como Cajamarca (departa-


mento de Cajamarca), Chimbote (departamento de Ancash), Trujillo
y Chepén (departamento de La Libertad), Contamana (departamento
de Loreto), San José de Sisa (departamento de San Martín), Huacho
y Lima (departamento de Lima) empezaron las acciones de propa-
ganda armada y algunos ataques realizados por el MRTA como parte
de la campaña nacional planificada. Sin embargo, los días transcu-
rrían y la acción principal no se realizaba.” (Fuente CVR)

28, La madrugada del 28 de abril, en un paraje limítrofe entre los


distritos de Huertas y Molinos (provincia de Jauja, departamento de
Junín), cuando el destacamento emerretista se desplazaba en dos
camiones con destino a la ciudad de Tarma, chocó con soldados de
las fuerzas especiales del Ejército, produciéndose un cruento en-
frentamiento donde murieron 58 emerretistas mientras nueve de
ellos lograron escapar. Según la información proporcionada por el
Ejército murieron seis de sus efectivos. Además, siete pobladores,
que residían en lugares aledaños al lugar del enfrentamiento, fueron
detenidos – desparecidos, en tanto, tres pobladores que habían sido
detenidos por el Ejército aparecieron muertos, lo que hace presumir
que fueron ejecutados extrajudicialmente” (Fuente CVR)

Mayo:
5, “Como respuesta a lo acontecido en Molinos…un comando sub-
versivo hizo explotar un coche bomba en el cuartel San Martín, ubi-
cado en el distrito de Miraflores (Lima)”(Fuente CVR)

29, “…(un)comando emerretista colocó un coche bomba en el cuar-


tel de Jauja(Junín).” (Fuente CVR)

58
Diciembre:
8, “…un destacamento emerretista «ajustició» a Alejandro Calderón,
presidente de la ANAP (ApatywakaNampitsi-Ashaninka del Pichis)
bajo la acusación de que había sido él –cuando niño- quien había
entregado a Máximo Velando, dirigente del MIR, a las fuerzas del or-
den en 1965. Para un sector de la dirigencia del MRTA, el asesinato
de Calderón fue visto como «un acto de justicia histórica» (Mateo).
En cambio, para la mayoría de la Dirección Nacional fue un «error
que motivó el inmediato «levantamiento Asháninka» para expulsar-
los de su territorio. Por propia decisión, el MRTA replegó sus fuerzas
sin presentar combate al denominado «Ejército Asháninka». Sin em-
bargo, los nativos les ocasionaron algunas bajas” (Fuente CVR)

17, “…cuando con motivo de la realización de una escuela de for-


mación político – militar, varios militantes emerretistas fueron con-
centrados en un campamento en la selva central. Patrullas militares
ubicaron y atacaron el campamento ocasionándoles varias bajas a
los subversivos. Poco después, el Ejército informó a los medios de
comunicación que habían muerto 48 emerretistas y un efectivo mili-
tar durante el enfrentamiento sostenido en un paraje del distrito de
Iscozacín, ubicado en la provincia de Oxapampa (departamento de
Pasco). La evaluación emerretista de lo sucedido apuntaba a señalar
las responsabilidades del mando subversivo quien «ante las eviden-
cias del enemigo merodeando por la zona no solamente no reforzó
la vigilancia, sino que la descuidó, y ni siquiera elaboró un plan de
defensa y/o retirada» (MRTA 1990:166).(Fuente CVR)

1990
Enero:
9, Se ajusticia al “…general (r) Enrique López Albújar Trint, ex Minis-
tro de Defensa del gobierno de Alan García…El General fue embos-
cado por tres emerretistas, quienes lo acribillaron cuando manejaba
su auto sin los miembros de su seguridad personal. Tal acción mere-
ció la condena unánime de amplios y diversos sectores sociales y po-
líticos del país. Al respecto, Víctor Polay Campos sostuvo que: «en el
caso de la ejecución del general López, fue acuerdo y decisión de un
tribunal revolucionario como respuesta al asesinato de prisioneros
y repase de heridos y combatientes del MRTA en Los Molinos [sic]»
59
(1990:19).” (Fuente CVR)

Abril:
26, “…al ataque al puesto policial de Chupaca (provincia de Huanca-
yo)” (CVR)

Julio:
9, “…47 emerretistas, entre dirigentes y militantes, fugaron a través
de él…” Hace mención al túnel 332 metros de longitud hacia el pe-
nal de Miguel Castro Castro, construido desde 1987.“ La operación
se había realizado exitosamente y ninguno de los subversivos fue
capturado en los días siguientes a la fuga. Ello posibilitó el reforza-
miento de su organización.”

1991
Febrero:
23, Lucero Cumpa fue recapturada en el distrito de Magdalena (pro-
vincia de Lima).

Marzo:
11, Lucero Cumpa cuando era conducida al Palacio de Justicia en un
carro porta tropa de la policía, un comando del MRTA la rescató. Dos
policías resultaron muertos y uno quedó gravemente herido.

“Campaña político – militar «Fernando Valladares… con tu ejem-


plo venceremos»
Abril:
1, “…el Frente Central… atacaron el Puesto de Vigilancia del Cuartel
militar «9 de Diciembre» en Huancayo, una Base Contrasubversiva
en el distrito de Pichanaqui (provincia de Chanchamayo) y el puesto
policial del distrito de Villarrica (provincia de Oxapampa, departa-
mento de Pasco).” (Fuente CVR)

29, “En el Frente Sur…atacaron el puesto policial de San Juan del


Oro (provincia de Sandia, departamento de Puno). y ocasionando
bajas a la policía. Los ataques culminaron el 24 de diciembre cuando
unos 200 militantes emerretistas tomaron Juanjui. Durante la refrie-
ga murieron seis policías, un civil y 15 subversivos”(Fuente CVR)
60
Mayo:
10, “…el Frente Nororiental, los emerretistas atacaron de manera
simultánea Saposoa, Rioja y Moyobamba” el MRTA capturó a nueve
policías y los mantuvo en calidad de «prisioneros de guerra» duran-
te varios días. Poco después, por intermedio de la Iglesia, fueron
liberados.

Junio:
21, “…en el Frente Central, se atacó a una patrulla policial en Picha-
naqui (provincia de Chanchamayo, Junín)

Agosto:
7, “…un destacamento emerretista tomó el distrito de San José de
Sisa y el 28 del mismo mes, otro grupo emboscó a una patrulla mi-
litar en Juanjuí…)

11, “…(un) destacamento hostigó el puesto policial de Santa Ana


(provincia de Satipo, Junín).”

Noviembre:
15, “…en el Frente Norte, se atacó el puesto policial del distrito de
Pucará (provincia de Jaén, departamento de Cajamarca)”

30, “…atacaron el puesto policial del distrito de José Leonardo Ortiz


(provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque). En el Frente
Sur, un grupo subversivo atacó el puesto policial de Santa Teresa
(provincia de La Convención, Cuzco)”

Diciembre:
24, “…unos 200 militantes emerretistas tomaron Juanjui. Durante
la refriega murieron seis policías, un civil y 15 subversivos” (Fuente
CVR)

1992
Abril:
9, Peter Cárdenas Schulte fue capturado por la Brigada Especial de
Detectives (BREDET)

61
Mayo:
1, “…el destacamento subversivo del Frente Central atacó una Base
Contrasubversiva en Villarrica (provincia de Oxapampa, departa-
mento de Pasco), la misma que, según los emerretistas fue com-
pletamente destruida, muriendo aproximadamente los 60 militares,
entre oficiales y soldados que la ocupaban, en tanto que los subver-
sivos habrían sufrido dos bajas”(Fuente CVR)

Junio:
9 Víctor Polay es recapturado por la policía en el distrito de San Borja
(Lima).

1993
Mayo:
1, “…Lucero Cumpa fue detenida junto a otros emerretistas en la
ciudad de Tarapoto (provincia de San Martín). Su detención fue
seguida por el arrepentimiento de los últimos responsables de los
destacamentos que operaban en San Martín con lo cual el Frente
Nororiental desapareció por completo.”(Fuente CVR).

1996
Diciembre:
17, “…el comando subversivo «Edgard Sánchez», integrado por 14
emerretista, al mando de Cerpa Cartolini, ocupó la residencia de
Morihisa Aoki, embajador japonés, y retuvo a más de seiscientos
invitados. El objetivo de tomar rehenes para intentar canjearlos con
sus presos había sido logrado.”(Fuente CVR).

1997
Abril:
22, Comandos del Ejército peruano, llevan a cabo la operación “Cha-
vín Huantar”, donde rescatan a los rehenes de la residencia del em-
bajador japonés en Lima. En esta operación son ejecutados los 14
emerretistas.

62
VI.- TESTIMONIO DE UNA COMBATIENTE…
LUCERO CUMPA (EXTRACTOS)

En nuestras lecturas, indagaciones, debates y reflexiones colectivas,


siempre se nos fue apareciendo la imagen potente de una comba-
tiente, cuyo origen es popular, sencillo y que se transformó en una
dirigente del MRTA legitimada. Su importancia es significativa en el
quehacer del MRTA, fue apresada, rescatada y vuelta caer en pri-
sión.

De estas constataciones, es que buscamos por todos los lados po-


sibles saber cuál era su presente, si estaba aún prisionera y cuáles
eran sus opiniones respecto al MRTA. Como no pudimos dar con
aquella información, nos quedamos con un testimonio que dio a la
CVR – que debido a su extensión, rescatamos extractos de aquel
documento -, el cual lo ubicamos en su justa dimensión histórica.
Como bien decíamos, no sabemos de su presente, por lo cual sería
injusto realizar una opinión al respecto…nos quedamos con su his-
toria.

“Yo he vivido 37 años en el distrito de Comas cuando era descampa-


do, apenas había casas y pistas. Vivíamos en una casita con mi ma-
dre y mi hermana. Estaba alejado de la familia, nos cuidábamos bas-
tante, éramos muy buenos alumnos, bastantes pegados a la
población de ese entonces. Teníamos muy buena amistad con la
gente de la zona, que eran de aquí y de allá. En la última parte de
Comas, casi por Carabaillo. De la educación no me puedo quejar, mis
padres se preocuparon, también respondimos a sus expectativas, no
les fallamos, nos gustaba, nos gusta. Pero a raíz de que mi madre se
puso un poco mal tuvimos que mudarnos a casa de mis hermanos
de parte de madre, del primer compromiso de mi mamá. Nos muda-
mos a la victoria, Santa Catalina. En ese ambiente más urbano yo ya
sentía una diferencia, es más, desde Comas, por diferentes circuns-
tancias los hermanos de mi madre tenían plata, eran casados con
personas que tenían recursos, desde muy pequeña se sentía la dife-
63
rencia. Cada hijo tenía bicicleta y carro, en cambio mi mamá se iba a
pie a su trabajo, lo mismo que nosotros al colegio. Había una dife-
rencia también en valores éticos y religiosos, por ejemplo, muchos
tíos y tías se preocupaban por ir a misa, por dar limosna en la puer-
ta, pero mi mamá no iba a misa ni daba limosna. Mas veía un niño
en la calle y lo metía a la casa, ¿no? No teníamos comida, estábamos
con las justas, pero le daba un plato, se quedaban un año o dos has-
ta que se iban, así de interesante es la vida de mi madre, al final tuvo
un montón de hijos, todo el mundo la quería, les dio cobijo. Yo me
acostumbré a esa vida, yo creo en eso también, en la identidad y dar
la mano. Recuerdo un niño que se quedó cuatro años con nosotros,
así a la mala, hasta los doce o trece años, cuando estaba ya más es-
table "Me voy a ir tía", "ya pues, anda". Pasaron cuatro años, está-
bamos en la panamericana norte, en ese tiempo Campoy, venía un
trailer en sentido contrario y pensamos que venía encima nuestro.
Mi mamá me agarró, el trailer inmenso se detiene. Mi mamá asusta-
da con sus dos hijos chiquitos. Baja el chofer y va de frente a besar a
mi mamá, era uno de los tantos niños que ella había recogido. Le
contó donde estaba viviendo. "Tengo mi casa, mi esposa, mis hijos".
Así como ese caso había un montón. También un poco ver los valo-
res familiares, ¿no? En mi caso, lamentablemente, en tantos matri-
monios que he conocido, el varón maltrata mucho a la mujer. Mi
mamá también sufría ese caso, en cambio veía en los pueblos jóve-
nes muchos convivientes. No sé qué pasaba, pero ya estaban vieji-
tos y les iba mejor, entonces, dentro de mi lógica de niña buscaba la
respuesta, ¿no? (Risas)Los casados se pegan y los convivientes no.
Bueno, fueron las cositas que yo miraba mucho, en la práctica de mi
madre sobretodo, mi papá mucho nos influyó en los estudios. Mi
hermano es médico. En Comas vivimos Micaela y yo, durante la ges-
tión militar de Velasco, la carrera militar de Morales Bermúdez. Des-
de chiquita años veía los paros de la policía, los bloqueos tremendos
de Comas, los saqueos, era un desastre. ¿Quién no participó allí?
Mis primos, mis amigos, mis vecinos saqueaban todo. Toque de que-
da, escuchaba en la televisión, en las radios, no podía salir, mi mamá
no podía ir a trabajar. Nadie me explicaba, pero yo sentía el caos, la
desesperación de la gente. Mi mamá tratando de garantizar nuestra
salud y educación. Cuando nosotros pasamos el 76 a vivir a la Victo-
ria yo tenía once años, mis hermanos por parte de madre eran ya
64
mayores, profesionales muchos de ellos, muy mayores, 30, 35 años.
Yo era la menos de todos, la chiquitita, ellos ya militaban dentro de
algún gremio, el SUTEP en ese tiempo y ya estaban para el lado de
izquierda. En ese tiempo había mucha izquierda. Ellos se inclinaban
más a la izquierda de Patria Roja, a la otra no tanto. Discutían lo que
sucedía en China, Pekín, yo escuchaba nada más y bueno, siempre
tuve el sentimiento de lo justo, era muy joven. Tú sabes que en ese
tiempo comienza la lucha del SUTEP muy fuerte ¿no? Yo tenía doce,
trece años y mi hermano mayor por mi madre cuatro años más que
yo, ingresa a la universidad San Martín a Sociología. Yo tenía trece
años y me metí de lleno con las clases al desarrollo de ella. Le ayu-
daba, iba con ella. Creo que mi madre nos dio mucho el sentido de
la responsabilidad, A los trece me entregó las llaves de la casa, para
qué me la entregó, decía yo, ahora tengo que llegar temprano. (Ri-
sas). En ese sentido quizás si no me la entregara me hubiese escapa-
do, salido "Confío en ti" (Risas) Mucha responsabilidad. Era hogare-
ña, en las noches nos metíamos a las clases, "análisis de la sociedad
peruana, los valores, identidad nacional, cursos de sociología". Y yo
de trece años, estudiaba, participaba de observadora, más que nada
escuchaba, indagaba, y comencé a leer en cantidad. Como mis her-
manos también tenía afinidad a la literatura. Ellos nunca se preocu-
paron por mí en darme información, pero no me la negaban, no me
decían "vete". Era yo la que iba a sus cuartos, a sus mesas y sacaba,
igual con mi hermana en la universidad, me leía todo lo que escribía,
escuchaba todos los debates, no me metía porque todavía no tenía
posición, digamos, pero participaba en los estudios. En ese tiempo
tengo que decir también que mi papá era pepecista del partido po-
pular cristiano, derecha, ¿no? Mi mamá aprista, más que fanática,
hayista, la época en que el APRA era perseguida, ella era de Trujillo.
Entonces mi mamá en su casa escondía a La Torre, su papá más o
menos, su tío era militante, uf de esos de los fundadores. Y mi papá,
alejado de la familia tenía sus propias convicciones, escuchaba nada
más, cuando se reunía con sus amigos, nos llevaba a sus reuniones,
bueno, es esa adolescencia tuve un medio de bastante pluralidad,
aunque mis hermanos no me jalaban para su lado donde supuesta-
mente debería yo ir, ¿no? Risas).Al contrario ellos no querían que yo
chibola no iba a entender en todo caso, entonces comenzó la coor-
dinadora militar de estudiantes secundarios, un movimiento muy
65
fuerte en la época del 78 y justo coincide con que mi papá ya no
pudo pagar económicamente el colegio particular y paso al colegio
Nacional, en un colegio nacional se nota la diferencia, además los
profesores también explicaban, "No vamos a venir, por esto, por
esto y por esto" Y para qué no' había un entendimiento, y cuando
volvían a las clases eran apretado. En mi caso nunca tuve problemas,
siempre he tenido altísimas notas, los primeros puestos, pero afec-
taba la mayoría, pero aun así empezaba las movilizaciones del SUTEP
y también a organizarse los estudiantes de colegios nacionales de
secundaria. Yo estaba en un colegio nacional de mujeres, que se co-
ordinaba con las grandes unidades que estaban en esa zona. Y se
salían algunas luchas. Mi mamá no quería que vaya. Mis hermanos
no sabían y también asistíamos de lejos a las grandes marchas del
SUTEP en el centro de Lima, sobre todo para saber, para ver, algunas
charlas que en ese tiempo se daban en Cangallo, el local central del
SUTEP. Bueno todo eso es a partir de los trece. Cuando mi hermana
entra a San Marcos, yo le sigo, ingreso al siguiente año y ya tenía
catorce. Y asisto a algunos cursillos de ingeniería técnica pero yo
asistía a algunas charlas que habían en la Ciudad Universitaria y allí
me doy cuenta de que también había problemas entre la izquierda.
Lamentablemente, la izquierda en esos tiempos estaba muy dividi-
da, muy atomizada en grupitos muy pequeños y lamentablemente
algunos grupos tenían políticas muy radicales, se notaba, eso le ha-
cía notar a mi hermana porque yo había idealizado, había fallado el
APRA, el PPC y me gustaba mucho la teoría socialista, comunista, me
identificaba mucho, mis hermanos estaban metidos en ese tiempo,
¿no? En ese tiempo estaba fuertísimo, ¿no? En ese tiempo también
estaba la Roja, que tenía la federación de Estudiantes del Perú y con
sus presidentes que tenían como cuarenta años, creo, (Risas) Veinte
años en la universidad (Risas) bastante cuestionados, ¿no? Enton-
ces, dentro de mi concepción dije, "Si yo soy profesional tengo que
hacerlo bien, no quiero ser mediocre, si me voy a dedicar a algo
debo hacerlo bien, no hacerlo a medias y me parecía una especie de
contradicción, veía cosas que no me gustaban, así que me focalicé a
estudiar, me encantas la ingeniería, las matemáticas. Entonces mi
papá médico quería medicina, pero yo igual que mi hermana inge-
niería. Llego a los 16 años, termino mi secundaria y postulo y agarro
a la primera. Antes de eso yo me estaba preparando primero en la
66
San marcos y luego en la César Vallejo. Que quedaba en la avenida
Tacna. Empiezo en enero en el Sigma, César Vallejo y otras más, eran
las referencias que tenía. Pero me decían que César Vallejo era la
mejor y como quería ingresar me dediqué a prepararme. Para qué,
muy buenos profesores. En los primeros tres meses, como veía una
nueva modalidad, un nuevo lenguaje, comencé a participar en la
Asamblea de postulantes, ellos comenzaron a hacer marchas para la
ampliación de vacantes y yo asisto como postulante y de pronto co-
mienzo a ver que hacían algunos actos que para mí eran exagerada-
mente violentos. Yo en ese tiempo todavía no sabía que eran Sende-
ro, no? Recién estaba empezando. Como delegada asistía a la
Asamblea dirigía. Era una de las pocas mujeres en ese tiempo más
eran varones, y allí es donde me cruzo con senderistas. Yo tenía una
amiga de colegio que había sido captada por Sendero y estaba en
esta academia pero no como estudiante, estaba ayudando a Sende-
ro y un día me ven a mi siendo dirigente, participativa, me abordan
y me dicen "Mira, te queremos invitar a una reunión", donde se ha-
bla del presidente Mao Tse Tung, y la verdad es que yo quería seguir
leyendo esas cosas, así que bueno, está bien voy a ir, pero cuando
llego la canción, llego a un cuartito chiquito, había un varón y como
siete mujeres y allí estaba mi amiga. Y el hombre era uno de los pro-
fesores y de pronto comienza a decir "Que nos alegra la convocato-
ria de estas mujeres revolucionarias, de su compromiso militante
con el partido y no sé qué tanta cosa más , y el pensamiento era
principalmente maoísta. Y yo me quedo mirándolo y todas las chicas
se quedan mirándolo y yo me dije "Qué cosa, disculpa le digo, pero
nadie se atrevía a decir, discúlpame, pero a mí me han invitado para
una conversación, nadie me ha dicho a mí para integrar esto. Yo ya
sabía algo de la vida política y creo que las demás chicas no. Discúl-
pame a mí me invitaron para una conversación, y si va a ser una
cuestión partidaria yo me retiro. Se aturdió y me retiré. Después de
tiempo me entero por unas de mis amigas que había estado allí que
había pedido una ficha mía y al resto habían planteado que se ha-
bían mandado una cita, y esta amiga que era muy estudiosa tam-
bién, que ingresó conmigo me cometa que a ella también la habían
abordado, la habían invitado y que la habían correlacionado y ya no
te preguntaban, ya estabas. (Risas) Y eso no iba con ella. Me retiré y
seguí estudiando. Me seguían buscando, yo no quería nada, escu-
67
chaba. Y allí es donde comienza, te estoy hablando del verano del 81
comienzan a aparecer las teorías mahometanas, a condenar a Ten
tsun Ping y todo el discurso del análisis de la revolución china en
función de la revolución peruana y que el campesinado estaba aso-
ciando toda la revolución china a la revolución peruana y yo con más
ganas de saber me interesaba porque era la única organización que
estaban haciendo acciones armadas y que en ese tiempo, estoy ha-
blando del 77 al 81 todos nos habíamos imbuido de qué era la viven-
cia revolucionaria, que era la vía más adecuada para hacer una cam-
bio revolucionario. Toda la izquierda hablaba de eso, pero en tal caso
nadie daba el salto, supuestamente. Patria Roja decía que era el más
justiciero, en el mitin levantaban el (...) madera. Todo el mundo gri-
taba Patria Roja, Patria Roja. Gritaban. Decían: "Valor para empezar"
Me interesaba esto, pero cuando comenzaba a escuchar, pues, le
comenzaba a preguntar a mis líderes sobre las teorías, sobre Mao, el
gobierno militar, análisis de todo, y mientras escuchaba me parecía
que estaban hablando de China, no de mi país. Entonces yo decía "y
qué es del Perú, funcionará, comenzamos a hablar más, en ese tiem-
po yo estaba militando en izquierda Unidad y también ya mi herma-
no me aceptó como política (Risas) me invitaron a militar en Patria
Roja. Ya, decía yo, ¡Bestial! Era la organización más cercana diga-
mos... Había una diferencia tanto en discurso como en análisis. Pa-
tria Roja estaba más por un partido de masas e insurgencias, levan-
tamiento armado de la ciudad a largo plazo, muy diferente en el
caso de Sendero Luminoso que también recogiendo de China del
maoísmo pero que ellos iban a la guerra del campo a la ciudad, que
la ciudad era el gobierno feudal, etc. Y digamos los principios del
presidente Mao, y la verdad es que yo decía y dónde queda el Perú,
donde está mi país, dónde está mi historia, mi vivencia, a la mala,
cogían a Mariátegui, entonces no me hallaba y discutíamos muy
fuerte con ellos. Para ese entonces yo no sabía que dentro de la
misma Izquierda Unida, los ejecutores cercanos muy identificados
con la revolución....) del 65, con la revolución cubana con la (....)
conductual, el che Guevara, estaban también disconformes y busca-
ban nucleares. Yo no sabía, yo estaba más rodeada de gente maoísta
y cuando se da esta reunión yo rompo, como que me agarran tirria y
esta revisionista (Risas) revisionismo, pero yo igualito seguía partici-
pando en las marchas que se daban y me dedicaba a estudiar, ya no
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participaba casi nada, solo escuchaba la parte teórica hasta que en
agosto doy mi examen y para alegría de mi familia ingreso en buen
puesto. Allí ya me encuentro cuando yo ingreso, para esto yo había
estudiado como te dogo con esta chica y con otras más. Un grupo de
chancones, como catorce. Al ingresar, lo hicimos a diferentes pro-
gramas, pero siempre nos manteníamos juntos. Los catorce todos
éramos de izquierda. Unos más activos que otros y yo comencé a
participar en el centro de estudiantes. Allí me encuentro con varios
de ellos en el comité de lucha (...) un gremio del comedor estudian-
til, comenzamos a participar, yo era la única mujer, más eran hom-
bres, ese es el problema de la sociedad peruana y más en ese tiem-
po que tanto en el hombre como en la misma mujer teníamos que
romper con ese esquema de la pasividad. De no desarrollar nuestras
capacidades. Comencé a participar y allí me encuentro con Fernan-
do Valladares, el padre de mi hija, futura pareja (Risas) Joven, yo
tenía 16 años, él 18 años pero no éramos enamorados, nada solo
nos invitaban a ir gremialmente y por intermedio de él yo seguía en
Patria Roja. Por intermedio de él me entero de este grupo: de la
UDP, del MIR, Juventud Rebelde, varios MIR chiquitos por que el
MIR también estaba atomizado, que estaba nucleándose, me lleva,
comencé a entregar documentos, escritos, que a él le entregaban,
me lo pasaba. Los núcleos más activos eran puros hombres y una
mujer, entonces me comenzó a entregar y yo decía "Excelente". Un
discurso totalmente diferente a parte de todo lo masticado, carácter
de la sociedad peruana, carácter de la revolución. Término mastica-
do en términos ideológicos de toda la época del 70 y del 80, princi-
pios del 80, porque era una etapa muy ideológica, muy teórica ante
la izquierda. Se debatían por cualquier palabra, se dividían por cual-
quier palabra. Una cosa absurda y a ellos yo no los veía con un afán
de excluir, no que la sociedad es semi feudal, no que es sistema eco-
nómico. (...) tú qué entiendes por sistema feudal (Risas) con tal de
estar unidos. Les interesaba el contenido, no había nada separatista,
excluyente ni caudillos ni líder, no. Buscando un punto de encuentro
empezamos a preocuparnos por lo que es la historia peruana, la
identidad peruana, la cultura peruana, el proceso de lucha, el afán
liberador, emancipador del pueblo peruano y el afán de superar las
dificultades económicas que teníamos como país sin excluir.”

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“Y si Mariátegui en los años 30 había descrito a la sociedad como
semi feudal y cosa ortodoxa también porque el marxismo dice: "Es-
clavismo, feudalismo, sectarismo y socialismo, no hay fase inter-
media". Entonces era un loco Mariátegui, un subversivo dentro de
la, pero era reconocido como un gran marxista. Al final muerto y
todo le dieron su lugar, entonces entendimos de que tenía que ser
creadora en función de nuestra comunidad. Después la condición
del partido Sendero y todos los partidos que en esa época concebía
condición revolucionaria como el eje central de su proceso, no? En
el caso del MRTA decía: "Vamos a la lucha, si esperamos que el par-
tido se desarrolle, el pueblo no espera, se va a encontrar reblandeci-
do y si no hay alguien que no esté allí, ese tiempo ese era el debate,
quizás ahora sea diferente. Ese era el debate del partido Comunista,
un partido de cuadros que puede conducir, un poco más claro, que
podía orientar, concienciar al pueblo, pero no excluyente, eso ero lo
que lo diferenciaba de Sendero y del MRTA. Sendero concebía, con-
sidera el partido como eje comunitario en su lucha, hasta ahora, no?
Cayó su presidente y el partido cambia su política en función de su lí-
der. Estaban totalmente en contra de la personalización. Aquí todos
teníamos que ser simple y llanamente alguien que podía entregarse
anónimamente sin ningún interés, sin ningún afán de logros.”

“Nos estamos ubicando aproximadamente en el 82, yo tenía 17 años,


estábamos en la política de dirigentes gremiales, pero en marzo del
82 donde surge la confluencia del MRTA de las dos organizaciones,
digamos, base, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria militante
y el partido Socialista Revolucionario Marxista Leninista, que eran
dos partidos de izquierda de antaño, pequeñas todavía, pero quería-
mos calidad, del pasar del discurso a los hechos. Participaba también
gente de Izquierda Unida, pero todas estas condiciones que estuve
comentando impidieron la vía de poner en práctica todo lo que se
dijera, entonces yo no sabía todavía, estábamos más en la universi-
dad, veníamos de la corriente maoísta. Llego allí y hay una apertura.
En la época que te hablo la federación de estudiantes del Perú esta-
ba muy fuerte la presidencia la tenía un militante de Patria Roja y
estudiantes de San Marcos. En el caso de la UNI, la Federación de la
UNI. Era más de tendencia liberalista, diferente de las tendencias del
partido mariateguista. Yo tenía escasa documentación sobre lo que
70
era esa alternativa, así que apenas ingresé comencé a darle también
a la lectura, no? Muchos me pasaban bibliografías. Comencé a ente-
rarme y me pareció muy interesante, muy realista, muy continental,
hablar de la revolución de América Latina, de los común de nuestra
lengua, historia, nación, desarrollo, problemas sociales, dirección
política, identidad hasta cultural también. Yo no había escuchado
esta propuesta de recoger lo que era la alternativa también de Si-
món Bolívar, lo que era la patria grande, para su época un visionario.
No solamente logró romper con el dominio español, sino que él que-
ría que América pudiera ser una sola. Tener confluencia y avanzar
porque él decía se nos viene otro dominio, el dominio del norte,
entonces nosotros somos hermanos, tenemos la misma lengua y allí
estaba la propuesta de una patria grande, me pareció muy satis-
factoria para mí. Eso y también el discurso de lo que era el MIR del
65, la Guerrilla de La Puente, sus experiencias que no las conocía,
comencé a leer un poco su experiencia guerrillera, sus propuestas,
por qué se llamaron movimiento de Izquierda Revolucionaria, y no
se llamaron partido de izquierda revolucionaria. El concepto variaba
de lo que era la terminología y la unificación de fuerzas, el partido si
bien es cierto es muy importante para la conducción pero no puede
ser excluyente ni solamente unos cuantos, sino abarcar a la mayor
cantidad de gente y ser capaz de estar a la altura de las exigencias
en orientación y conducción, entonces esas cosas rompieron mis es-
quemas que venían del partido aprista, Partido Popular Cristiano,
Partido Comunista del Perú y llegó una nueva adición, la revolución
cubana, que para mí fue muy importante y sobretodo el triunfo de
la influencia sandinista que se inició el 79, entonces llamarse Fren-
te Sandinista de Liberación Nacional , que eran orgánicamente una
estructura de muchos partidos que se aglutinaban y levantaban el
sandinismo como ideal. No eran un cliché maoísta o bolivarista, una
cosa masticada, extraña a tu país, entonces el sandinismo recogía
que toda revolución debía partir de sus propias raíces y el valor de
su propuesta de cómo lograron triunfar en función de su país, y eso
aplicado acá, nuestro grupo discrepaba, te estoy diciendo lo que me
planteaban, no? Yo escuchaba. Discrepaban con Sendero Lumino-
so. que era para nosotros un desmerecimiento de todas las luchas
pasadas, no solamente podíamos retroceder al 65, sino también al
70, las luchas contra dictaduras en los cincuenta, las luchas obreras
71
y retrocediendo a la independencia y también la resistencia inca y
del pueblo nativo contra el dominio español, entonces nosotros de-
cíamos que la lucha no nos pertenece como partido, que era solo
una expresión en este momento y tratamos de estar a la cabeza.
Siempre tenía que haber algún padre, algún hermano mayor que
dé un giro más adulto, excluyendo sobre todo las raíces peruanas.
En esa reunión en marzo del 82 allí es donde se definieron algunas
propuestas del nombre de la organización. Se discutió mucho y to-
dos coincidieron que tenía que ir el nombre Túpac Amaru, lo que no
se sabía era, partido, movimiento, frente, una cosa así. Todos tam-
bién coincidieron en que nosotros teníamos que levantar nuestras
propias raíces. Al final de la discusión el Consenso quedó como Mo-
vimiento Revolucionario Túpac Amaru. A raíz de esto como todos
veíamos el accionar de Sendero nos distanciamos, discrepamos, nos
querían abordar y nosotros nada con ellos. En ese tiempo nosotros
no salíamos en acciones.”

“Ya a partir del 83 que formo pareja con Fernando nos identificamos
más porque da la casualidad que desde el 81 yo comienzo a leer,
nos prestábamos periódicos, nos encontrábamos en las conferen-
cias que hacía el Partido Comunista, y de pronto nos encontramos
en el MIR y compartimos muchas cosas. Nos hicimos pareja, entra-
mos en la organización juntos. Yo tengo que reconocerlo, Fernan-
do Valladares una gran capacidad que a pesar de todos los temores
que uno tiene siempre salía para delante y de otro compañero más:
Oscar corresponde, eso, no? Bueno, los dos han muerto. Empeza-
ron las escuelas y se veía que tendíamos a avanzar el trabajo. To-
dos los miembros que venían a confluir en el MRTA veníamos de
alguna organización, sindicato, gremio ya con algo hecho... Según
una idea nuestra, pensábamos que en el partido teníamos que com-
plementarnos, sin descuidar los trabajos de la Fuerza Militar y el
trabajo emblemático que tenía que ir a la par. Era diferente de la
construcción de Sendero Luminoso que concebía Mando Político y
aparte Mando Militar. Nosotros lo veíamos de manera conjunta. Así
como podías tener conocimientos teóricos también tenías que te-
ner la capacidad militar para poder estar en el aspecto gremial o en
la guerrilla urbana, donde te coloquen. Y se designó una estructura
transformada en una parte de autodefensa, milicias, la estructura
72
militar en las ciudades, comandos, fuerzas especiales en el campo.
Desde un primer momento de velar por el pueblo que incluía el tra-
bajo en las ciudades hacia una concepción popular y el trabajo del
campo con las columnas guerrilleras, porque considerábamos a la
sociedad peruana una sociedad predominadamente capitalista en
ese tiempo, dependiente y que había un peso entre el campo y las
ciudades, el peso era económico y social en las principales ciudades
del país. Entonces había que tener un alcance más urbano y para
confrontar esto se ofrecía una fuerza militar, principalmente en el
campo donde iban a ser los trabajos más directos, más abiertos. En-
tonces era una concepción integral, diferenciaba de Sendero en que
ellos hablaban del campo a la ciudad... Pero no se vio así, en el MRTA
se vio todo ciudad, ciudad, ciudad. Y nada en el campo. ¿Por qué?
Nosotros teníamos algunos compañeros que habían participado en
el sandinismo y fueron los encargados de esto. Fueron estos el pri-
mer bastión. Considerábamos que como era el centro histórico de
lucha, el centro tupacamarista, destinamos grupos de compañeros,
presupuesto. Teníamos un compañero de la dirección que descuida-
ba las cosas, había abandonado a la gente, no daba seguimiento, ni
se acordaba de alimentación, no daba orientación, de estar allí con
la gente. Allí hubo el primer caos. Hubo una pérdida de confianza, y
son detenidos. ¿Por qué? Los detuvieron porque ellos no tenían ya
armamento ni preparación. Esa detención fue el 84, en septiembre,
y se suponía que eran terroristas. Todavía no sabían que era el MRTA.
Los vieron armados, los detienen, los quieren desaparecer, y como
nos pasábamos la voz, el partido se encargó de expulsarlos. Enton-
ces teníamos que hacer algo porque nuestros compañeros estaban
desaparecidos. Esto de desarrolló durante el gobierno de Belaunde,
allí la dirección decide tomar cartas en el asunto y detienen a la re-
portera de canal 2, Sabatini, y a Enrique Pelaez. La retienen el año
84, noviembre del 84, a ella y al camarógrafo. Salimos en televisión
y tuvimos que hacerlo. Era bastante centrada esa reportera, objeti-
va. Se le explica y se le manda una carta para que se promulgue en
donde se especificaba que habían sido detenidos los compañeros,
queríamos saber dónde estaban, si estaban muertos o no. Ella no
quiso, el gobierno tampoco no quiso. Pero al final tuvieron que ha-
cerlo. A las 11 de la noche sacaron el video. Recién ahí públicamen-
te reconocieron que estaban detenidos, y al final salieron libres los
73
compañeros. La reportera también salió bien. Así que bueno, quedó
en stand by esta cuestión de la guerrilla rural. Por eso la visión de
que el MRTA era pura ciudad.”

“Entonces qué pasa conmigo, yo hacía un trabajo gremial bastan-


tes ideogramas en la universidad, representatividad en la Asamblea
Universitaria. Se eligió un rector inepto. Y luego tuvimos otro rector
que era bastante bueno en sus funciones., con él salíamos en mar-
chas, él a la cabeza. Y paralelamente hacíamos acciones milicianas.
Allí en la unidad hubo esa mezcla todavía. Hacíamos adiciones. Pero
no debía ser así, porque el trabajo no se focalizaba, prácticamente
se perdía, las estructuras se habían debilitado, y bueno, teníamos
que hacer algo, ¿no? con los iniciados. En el 84 son detenidos varios
haciendo pintas y uno de ellos es quien nos sindica. Quedo requi-
sitoriada a partir de fines del 84, Me quedo en mi casa, lastimosa-
mente con problemas con mi familia. No había tenido tiempo de
prepararlos, Ellos sabían perfectamente mi afición política, pero no
sabían hasta qué nivel... Fue bien dramático, tuve que dejar la casa,
fui a vivir con mi hermano. Para mi padre fue muy duro, porque
como te había explicado la visión de él era pepecista, y que su hija
esté en esto, ¿no?, mi mamá no sabía. Mi mamá decía no quiero
que se vaya. Así que yo fui a la casa de una amiga, pero igual, ¿no?
Para mí fue muy difícil. Previamente a esto hubo una cuestión muy
personal, como te decía creo que los valores en el Perú, por ejem-
plo, podían ir a dormir a la casa o no, cuando había paro nacional
tenía que salir a las 6 de la mañana y a veces no regresaba a la casa.
De pronto tenía que ir a la casa, ¿no? Y yo ya había tenido la opción
de ir a la casa de una amiga que sí había podido ir conmigo, ya no
tenía tiempo de ir a la residencia estudiantil, a las manifestaciones,
pero no podía ir a la residencia porque estaba requisitoriada, tenía
que dejarlo, y eso a mí me encantaba, ¿no? Ni modo, ¿no? Y eso fue
muy dramático porque fue prácticamente romper el cordón, con tu
casa. La realidad era que tenía que irme, nada más. Mi mamá se
desmayó. Por mis hermanos no me afectaba tanto, ¿no? Mi papá se
echaba la culpa porque no les había avisado que yo había entrado
allí, le echaba la culpa a Fernando, también. Nunca en mi vida lo
había visto llorar a mi papá. Yo no sabía qué hacer, pues, era joven.,
mi familia, mis amistades, mi trabajo, no podía hacer nada. Pero te
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estoy adelantando. Antes de esto yo participaba en organizaciones
y el 23 de octubre del 84 me detienen en un mitin en la Plaza Dos
de Mayo, porque el 23 de octubre era el aniversario de De la Puente
Uceda, del año 65, pero antes yo pido para volantear. Estoy volan-
teando por el Crillón y viene la policía. Un amigo me pasa la voz,
yo corro, pero me agarran. Me detienen a mí y a varios, eran de la
Comandancia que queda en Alfonso Ugarte, el tipo era un demonio,
y como le habían caído piedrones, me dio de alma. Con la vara y
allí estaba con todos sus colegas, con decirte que yo me agarraba la
cabeza y todo era chichones, me miraba el cuerpo y todo era more-
tones. En el camino me dieron de alma y yo quejándome nada más.
Entonces me llevan a la comisaría y allí viene la parte más fregada,
no? Traen a los otros muchachos y también le dan de alma. Enton-
ces a mí sola, en la noche me llevan a un cuartito y vendada con
las piernas estiradas me viola él y todos sus amigos. Yo vendada y
esposada, escuchaba así recostada. Era el 84, 19 años. Me dieron de
alma. Yo decía algo me va a pasar. Venían a cada rato, me pegaban
y se iban. En eso escucho que entran y eran como cuatro. "Carajo,
habla, ¿con quiénes estás?", y comienzan a manosearme, en eso
el tipo saca su arma, y yo dije, ya despídete. Yo decía, qué me va a
pasar. Yo estaba gimiendo. En eso me ponen el arma y disparan, yo
no sé cómo he parado ese día y vuelven a disparar, asu, ah, bang,
como cuatro veces en mis piernas. No sé cómo explicarte, ahorita
es lejano, ¿no? La impresión de muerte ¿no? Es lejano, casi veinte
años. Casi no puedo pararme. De pronto nos absuelven. Yo pensaba
que lo mismo les estaría pasando a los demás. Era un cuartel súper
restringido, estábamos en el primer piso. Y siento que están lloran-
do. Me sacan de allí, creo que era de domingo para lunes, todavía no
había amanecido. Me sacan vendada con esposas, me hacen subir
al carro… Qué va a pasar., me llevan, al parecer, era como un baño
de duchas, urinarios y me sacan la ropa, uy decía me van a violar, y
eran como ocho, me sacan la ropa, vendada, y siento mayólicas, era
la ducha, y comienzan a insultarme "Te vamos a sacar la mierda". Yo
temblaba de miedo. Y así estuvieron un rato. En eso escucho que les
llama alguien. Y de pronto me dice, vístase. Y escucho una voz pro-
vinciana. Era de un grado superior a ellos. Y para que no esté a ma-
nos de ellos me llevó, parece que trabajaba en oficina. El me saca.
Me hace sentar, me saca las vendas y veo quien era. Era un señor
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de edad, provinciano, no me hablaba nada, pero yo sentía que era
mi protector. Entonces yo le digo "Alférez, pero era oficial, en eso
viene un teniente y comienza a agarrarme a cachetadas, "Terruca
de mierda, ustedes son unos parias que vienen de Ayacucho, mue-
re, carajo". En eso comienza a sonar el teléfono y lo interrumpe, el
famoso teléfono y eso fue lo que me salvo se diría. Entonces, como
tenían que pasarme a seguridad del estado, yo ese día estaba des-
mayada, ese día me pasan a seguridad del estado, o sea al costadito,
era ya la DINCOTE. Pero como yo fui detenida por volantear a otras
personas que les agarraban por lo mismo les soltaban al toque. Ya el
24 me pasan a la DINCOTE, Seguridad del Estado; cumplí los 15 días
reglamentarios, no, menos, 13 días.”

“Yo estuve trabajando en mi casa de Canto Grande que estaba re-


cién inaugurada esto se da en diciembre del 86 al año siguiente que-
damos en que pueda hacerse en el Tratado del Batallón América
para que se siga desempeñando en Latino América. Entonces los
compañeros cerraron el encuentro el 87. Todos los requisitoriados
estaban allí porque allí se decidió ya no incurrir en el campesinado,
claro en los demás lugares se seguía trabajando pero públicamente
ya no salía geográficamente también quedamos en algunos lugares
solo como apoyo bueno surge en el 87 empiezan a ir ellos, nosotros
seguimos trabajando en las unidades se desarrolla digamos buscan-
do la confluencia de nuevos aspectos políticos entonces había bas-
tante cercanía con los de la izquierda el MLT con lo que se llamó
después patria libre, con lo que se llamó pueblo en marcha enton-
ces toda estas cosas fueron aglutinándose en un frente en un casa
coordinadora muy buena importante con influencia a nivel nacional
ya sabíamos que en el trascurso del 87 en octubre y en noviembre
teníamos que seguir la gratuita pero yo fui detenida nuevamente
el 23 de octubre, justo esa fecha, (risas) me persigue esa fecha, de
allí me he traumado con esa fecha. Entonces el 23 de octubre es-
toy yendo por la calle en Salamanca y me intercepta un carro y me
agarran varios yo tenía mi cartera y comienza a pedir auxilio a la
gente en esa zona residencial no pasa nadie rompen mi cartera y
me dan ¡pan, plup! Y me meten al auto, pero no había sido la DIN-
COTE había sido milicia, la milicia me secuestra, "ya cayo, ya cayó la
otra" porque justo había llegado una compañera al encuentro que
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habíamos quedado , y había sido detenida lo que pasa que en ese
tiempo habían habido varios secuestros uno de ellos era el dueño de
avícola san Germán pero yo estaba buscada pero la milicia no sabía
creían que él estaba en una base de seguridad del MRTA entonces
tenían checkeada la base capturan a la compañera y yo estaba tra-
tando de coordinar para ver cómo se iba hacer con el que estaba
detenido en el local del MRTA me detienen porque habían visto que
yo estaba por allí. Dentro del carro escucho que llegan a una casa y
detienen a otra chica inmediatamente me llevan a la milicia vendada
me quitan mis cosas y comienzan a torturarme. Yo toda valiente no
iba a gritar. Primero ah quema ropa, primero fue así no más golpes
en los riñones echada boca abajo como yo no hablaba nada, solo
escuchaba, me llevan a otro lado me comienzan a (risas) y yo nada,
no tengo nada que decir, preguntaban ¿dónde está el secuestrado?,
¿está vivo, oh no?, y seguían apiñándome (inaudible) como Fernan-
do me había explicado lo que le habían hecho yo más o menos sabía
que eso era muy doloroso, era una cosa espantosa. Yo me quedaba
asombrada de cómo gozaban con los gritos y llantos de una mujer
y para colmo me jalaban para que me duela más, sadismo gozo yo
siento que pasaron horas, me tuvieron allí colgada, yo estaba de
colapsar, ya no sentía mi cuerpo llegas a un nivel de dolor que pasas
la frontera que ya no lo sientes. Los tipos ya se cansarían de que yo
no les diga nada, me sueltan yo de un solo grito me fracture el bra-
zo, luego me visten a la prepo, llaman al médico, parece que no se
rompió el nervio, eso fue lo que me salvo el brazo, por eso me dolía
también porque colgaba, quedo un pedacito después se restituyo.
Entonces cuando me suben al carro, me ponen un paquete en el
rostro, acá hay un paquete les digo se asustan, se quedan callados.
Me llevan al hospital. Pero antes de eso mi compañero estaba en
cantogrande, hacia un año que no lo veía, y no podía ir porque es-
taba requisitoriada. Decidí ir. Los compañeros no querían que vaya.
Tenía documentación falsa, “no que no vas a ir, te van a agarrar". Y
yo hablándole al sentimiento, que él era mi compañero. Y aceptaron
a regañadientes, y fui. Y en una sola relación, me embarace," no tú
estabas yendo por eso" (risas), no me cuide, la verdad, Fernando
me cuidaba. Me embarace en octubre, fines de setiembre, primeros
días de octubre. Y me detienen el 23 de octubre, ya no me vino mi
regla, a mí nunca me dejaba de venir. Entonces cuando me golpea-
77
ban.... Como yo estaba embarazada, tenía pues recién un mes, no
les dije nada porque decía que iba a ser peor. En los momentos de
soledad me decía a mí misma, "no estás solita", hablaba con mi hija,
"agárrate bien". Yo ya sabía, justo el día anterior yo le había llamado
a mi mamá. "Mamá, no tengo la nueva dirección". Nadie sabía, na-
die, ni su papá. Ni mis compañeras. "Mamá estoy embarazada", "Mi
hijita, mi bendición, si eso es lo que quieres", estaba preocupada.
De mi familia la única que sabía era mi mamá. Entonces cuando me
detienen y comienzan las torturas. Estaba tan asustada, el corazón
se me salía. Entonces cuando me van a hacer el tacto con el doctor.
Yo nunca había ido al médico, yo no sabía que estaban prohibidos
los rayos X durante el embarazo. Entonces me sacan rayos X, ven
esto y me ponen en riesgo. Entonces me regresan y ese día ya no
me torturan más. Cuando llego me entero de que habían traído a
los hermanos (inaudible), al hermano y al papá. Era llanto delante
de la compañera, y la compañera desesperada por su familia. Y en el
caso de la otra compañera eran tres mujeres. Le habían dado tanto
en la cabeza que había quedado inconsciente. Cuando despertó no
se acordaba, perdía la memoria, hablaba sola. Estaba muy mal. Al
día siguiente presentan en la televisión, en conferencia de prensa,
que Alan García, feliz de la vida, porque habían encontrado la ga-
lería de San Martín, que se había recuperado. Presentan, pero no
presentan a las detenidas. Nuevamente nos querían desaparecer.
Porque siempre cuando presentaban tanto y salían las caras de los
detenidos. Era costumbre en Belaunde y Alan García. Pero esa vez
no, y mis compañeros al ver eso, estaban preocupados. Y dicho y
hecho, cuando vuelven a presentar en la noche porque en el día
había sido, entonces los compañeros empezaron la campaña por la
vida de las presas.”

“Cuando llego al penal me reciben mis compañeros del MRTA, éra-


mos pocas. Éramos en total siete, después comenzaron a llegar más.
Éramos 19. Yo embarazada. Ah, y no te he contado. Cuando me pa-
saron a la DINCOTE mi papá ya pudo ir a verme, mi mamá le había
dicho que estaba embarazada.

Mi papá es médico. Era una situación difícil para él. Yo lo entendía


por su simpatía política. Tú sabes cómo son ellos en términos de eso,
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aurea social, que una subversiva esté, oveja negra, ¿no? Pero por
suerte no encontró a nadie, nadie quería ir tenían miedo. Se asustó
cuando me encontró. Estaba embarazada y estaba con taquicardia.
Si yo estaba con taquicardia, peor la criatura. Cuando le digo que me
habían pasado rayos X casi se cae. "No, cómo has permitid, como te
habrán tomado". Qué iban a decirle a él, pues. "Siga nomás, de acá
para arriba no hay problema". Si eso no va para la criatura...Y cuando
constatan mi yeso, estaba mal. Para mi papá fue la primera y única
vez de todas mis detenciones, esa era la segunda, que fue a verme,
se movió, gestionó para que me vuelvan a llevar al hospital Loayza.
Porque estaba mal el yeso e iba a quedar mal, le aceptaron. Conven-
ció al Comandante también, la Cruz Roja también llegó. Cuando me
llevan al hospital, me sacan el yeso y constatan que estaba mal, mal.
Lo habían hecho por hacer, en el hospital de la policía. Y me tuvieron
que romper de nuevo. "Aaah su madre", mi papá me explica: "Hija
para que quedes bien te tienen que romper el brazo, ya hecho car-
ne". Ya habían pasado trece días. Me habían sacado nuevamente ra-
yos X y vieron que estaba unidito al nervio, que fue lo que me había
salvado. Entonces con un buen yeso y rehabilitación pude recuperar
el brazo. "Papá, tanto que me ha dolido ya, ni modo". Cuando me
van a romper otra vez el brazo di unos gritos. Mi papá y mi Herman
habían ido, y los dos llorando acompañándome en mi dolor. Me lo
rompen y me lo vuelven a enyesar ya con la supervisión de él. Salvé
el brazo y salvé a mi hija también. Cuando yo llego, mi compañero no
sabía. Estaba preso en Canto Grande, también. Pero en otro pabe-
llón. Él no sabía que estaba embarazada, solo que estaba detenida.
Y cuando se entera que estaba embarazada y no lo había perdido,
casi se desmaya (Risas). Imaginándose cómo se sufre con una tortu-
ra, peor pues con una criatura. Paso todo el embarazo en el penal.
El penal era terrible, no había medicina, peor atención ginecológica,
obstetricia, nada para embarazo. Todos estaban en pabellón, pero
nosotros estábamos en un sector que llamaban Admisión. Un sector
transitorio, no reunía las condiciones adecuadas, era estrecho, sin
patio, sin hall, las ventanas no eran ventanas como en un pabellón,
eran cerradas. Nos habría a las 8 de la mañana y nos encerraban a
las 6. Todos los pabellones estaban en otro horario, pero por ser
ese especial nos tenían así. Además, todos estábamos mal, de las
torturas el que menos quedó mal: dos mal de la columna vertebral,
79
les fregaron la columna. Una mal del útero, después nos enteramos
de que tenía cáncer. Yo embarazada, la otra mal de la cabeza. La que
llegó, también llegó mal porque le habían dado duro. Y no había
atención médica, había un solo médico para todo y nada de medici-
nas., un dentista que decían que no lo era, "Ese es un sacadientes",
como lo odiaban a ese desgraciado. Y aprista todavía tenía que ser.
(Risas) El régimen era un desastre. Nosotros ya no recibíamos paiba,
la paiba era de lo peor. Era una asquerosidad. No había presupuesto,
o sea el gobierno aprista había decidido simple y llanamente aban-
donarnos, y llegaban ratas enteras a las paibas, llenos de mocas, in-
sectos, incomible. Pero así comí la población, el común. Entonces a
raíz de eso es que dejan entrar cocinas eléctricas, verduras, comida,
de nuestro propio (perjurio). La policía ofensiva, es más había unas
policías femeninas pero increíbles, eran una provocadoras, unas ma-
tonas. Había un dúo que era de lo peor.”

“Llega junio y tenía que dar a luz y no había atención. Médico de


turno permanente solo en Lurigancho. Yo podía haber dado a luz en
cualquier momento pero allí no había ni carro para transportarnos.
Ay, una lucha, comienzan los dolores. No había carro, no querían sa-
carme, querían traer al enfermero que ni instrumental tenía enton-
ces tuvieron chanquetear todo el mundo. Comienzan a chancar las
rejas, protestar los compañeros y compañeras. Después de horas,
yo estaba con todos los dolores, Traen una movilidad de la Guardia
Republicana y me llevan a la maternidad. El 16 de junio doy a luz a
mi niña en la maternidad a las 10 y 20. Felizmente que mi familia
se entera de que ya me habían llevado. A las 11 estoy en la sala de
recuperación y veo que entra el Comandante, el director del penal.
Me interroga, un montón de movimiento y me traen a mi hija y yo
todavía no estaba bien porque había sufrido bastante. Me entregan
a mi niña y me dicen te vamos a llevar al penal. Pero ni siquiera me
había recuperado y estaba mal, y yo que no podía ver nada, lo único
que hice fue agarra a mi hija para que no me la quiten. Entonces
agarro a mi hija toda débil y pum me caigo. Me agarran y me ponen
en la camilla. Todas las enfermeras decían "cómo se la van a llevar".
Pero ellos no. El comandante del penal había hablado con el director
del hospital, y le había presionado para que ya de una vez me saque.
Pero fíjate por suerte, me sacan me llevan a la ambulancia, estoy en
80
la puerta del hospital se detiene el carro y me regresan. Qué había
pasado, que había contado que mi hermano es Patria Roja, entonces
mi hermano de izquierda era el único que se preocupaba en definir,
se había enterado de mi situación y había ido a traer al senador César
Rojas Morote que era de Izquierda Unida, que era médico. Y justo,
mira por suerte en todo ese proceso en que el Comandante había
ordenado mi salida. Justo llega y habla con el director del hospital,
"Por ética profesional cómo pueden permitir eso", entonces por éti-
ca regresé. Y no había nada en el penal para cualquier emergencia,
sobre el parto, regreso. Y justo cuando me están bajando lo veo a mi
hermano. Me dijo "No te preocupes, gatita". En ese tiempo yo había
quedado que yo tenía que entregarle mi hija a un familiar. Aparte
de que no había condiciones, había ratas, de todo, no había segu-
ridad, la alimentación. (No se entiende) Yo había quedado con mi
cuñada, la hermana de mi compañero, que a ella se la iba a entregar.
Pero ella tenía que llegar y hacer un trámite para poder llevársela.
Me dejaron en el hospital reposando 20 horas. Llegó mi cuñada, mi
mamá, mi hermana, mi hermano. Mi hija nació bien, feliz, gordita,
hermosa. Le entregué, me llevan a Canto Grande. Y allí está el rol de
madre pues, porque cuando yo estuve embarazada. Cuando recién
me embaracé dije. "Esto va ser bien y mejor para mi hija, va a valer
para algo". Y cada vez que iba creciendo la barriga yo decía: "Hijita
te llevo conmigo, te llevo conmigo". Y cuando di a luz la vi llorar y
todo. Cambió mi mundo. Madre es la que cría, no la que pare. Pero
detrás se me venía la higiene que había en Canto Grande, las malas
condiciones y cambié mi decisión en ese momento. Voy a entregar-
la, pero que me la regresen. Entonces me regresan a Canto Grande,
yo doy a Luz el jueves... El viernes regreso al penal, estoy mal todavía
porque me habían puesto puntos el sábado yo había quedado...que
me la lleven el sábado. Llega mi mamá. Pregunto ¿Dónde está mi
hija?" "No mi hija, hemos tenido reunión con tus hermanos y hemos
quedado de que es muy chiquita, se puede enfermar". "Mamá es mi
hija" Yo como nunca en vida le había gritado a mi mamá. "Ustedes
que se han creído, tú qué te has creído, como te atreves a quitar-
me a mi hija, cómo me vas a quitar mi hija, me han quitado todo,
y ustedes todavía, yo quiero a mi hija Ya había preparado dónde
iba a estar, con mis compañeras habíamos arreglado colchones para
la humedad. Comienzo a gritarle y mi mamá calladita dejando que
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me desahogue. Por eso la admiro tanto. Al final terminé de gritar y
comencé a llorar. "Hija – me dice- ponte a pensar, eres madre, pero
ahorita no le puedes dar nada, yo soy madre. Después ya llegará
el momento". Mi cerebro decía que sí pero mi corazón decía que
no. Tenía razón, pero uno no puede controlar los impulsos del cora-
zón. Después de llorar le pedí disculpas a mi mamá. "Yo te entiendo
ahora eres madre". Porque ella me decía "solo cuando seas madre
me entenderás". Me quedé llorando todo el día. Eso fue el sábado,
domingo lloré uy lloré, inconsolable. El lunes estoy recuperándome
y viene un teniente abogado.

E. ¿Abogado?

R. Sí, abogado. Como los compañeros siempre salían y yo nunca ha-


bía salido salgo. Tú has salido al abogado, le digo al auxiliar. Qué
había pasado. Estoy esperando y veo un carro y preguntó qué pasa
acá. Yo estaba convaleciente, estaba débil. Yo estaba con los puntos,
no podía respirar. No, me dice, tienes que quedarte acá. Y llega el
mayor y vienen los policías y me agarran de los brazos. Se disponen
a llevarme a la movilidad. Yo comienzo a gritar "¡Oye qué quieren
ustedes!", con mis pocas fuerzas, y era lejos de esa puerta a la Ad-
misión. Felizmente siempre hay una compañera que está allí. "Com-
pañera, compañera, me están llevando, me están secuestrando". Y
no me dicen nada, a la mala me estaban llevando- Ella decía que era
algo lejano y ni se imaginaba. Me suben, yo grito y veo al director
del INPE, recuerdo el director Monzón. "Usted me está secuestran-
do, a dónde me llevan". "No, que tienen que llevarte, que es una
orden de arriba". "Qué orden de arriba, adónde". "No que te van a
llevar a un lugar más seguro". "Acá estoy bien con mis compañeras".
Igual me suben y me llevan. Yo no sabía a dónde. Mis compañeras se
preguntaban por qué me demoro tanto, después se enteran de que
no estaba. "A dónde me están llevando". "No, acá hay una orden".
En eso cuando veo me llevan a San ramón, al de comunes. Qué ha-
bía pasado, que estos del INPE, supuestamente como había dado a
luz tenía que estar en San Ramón. Pero no estaba con mi hija, me
llevan al lugar de la prevención. No había cama, no había colchón.
Yo no había llevado nada, estaba con hemorragia. No tenía ni toalla
higiénica, ni frazada, ni plata por último. Allí las comunes me rega-
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laron comida, papel higiénico. Dormí en el suelo. Ni para mi higiene
personal, pasta, ni nada. Llegaba la paiba que era una porquería,
además no tenía ni hambre, estuve tres días allí. Si no me infecté
fue de milagro. Allí también vino lo dramático. Se me salía la leche.
Y tuvieron que aplicarme el corte. Ay como lloré, mi hija ya no va a
poder tomar su leche. (Sollozo) Los compañeros a raíz de eso casi se
tiran el penal (Sonrisa) Y no solo los compañeros sino también los
comunes. Los comunes lo hicieron, todos me conocían... "Cómo le
hacen eso?". Todos chancaban. Rompieron la puerta. (Sollozos)”

“Mientras tanto en el caso del MRTA, nosotros habíamos tenido


como principio fundamental el buscar el militante que son los mejo-
res hijos del pueblo que están dando todo de sí. Desde siempre es-
tuvimos viendo, por la concentración que vivían en Canto Grande
podamos recurrir a un plan estratégico y salir. Éramos como setenta
y tantos (No se entiende) porque el plan se venía postergando. No
sé si te interesará, no sé si habrá tiempo, de repente en otra oportu-
nidad. Y es un tema muy particular. La cuestión del túnel ¿no?. Muy
pesado para nosotros que cada vez que se habla del túnel, se asocie
con el gobierno aprista, como diciendo "no pero primero se asegu-
ró, también diciendo lo contrario, ya ves (Risas). No para nada, al
contrario, sino que simplemente buscábamos que el túnel iba a salir
para agosto o setiembre en el nuevo gobierno, lo adelantamos hici-
mos el túnel más rápidamente para que salgan. Justamente para
que salga en el gobierno aprista. Entonces hubo versiones que de-
cían que detrás estaba el APRA, etc. Pero, esta tarea del túnel había
sido planificada por muchos años de anticipación. Solo que hubo
problemas de índole logístico y de estructura. Para poder corregir.
Porque no podíamos actuar alocadamente. No delante del profesor.
Eso implicaba un lugar cercano, conseguir una casa, para alquilar,
etc. Y de allí ver el personal, la fachada, esos ingenieros, y las medi-
das, todo exacto porque tenía que llegar justo al lugar. Cuando yo ya
había tenido un compañero Víctor y habían sido detenidos varios
compañeros. Entonces se hacía más urgente esta tarea. Tú te ubicas
más o menos en el penal de Castro Castro. Los varones en ese tiem-
po estaban en el pabellón dos años en un segundo piso. El compa-
ñero Víctor Polay estaba en el del Ministerio, solito. Y nosotros está-
bamos adelante. "Y el túnel va a salir según lo planificado en el
83
pabellón de los compañeros en el patio más o menos. Entonces lo
que debíamos hacer era lograr que todos lleguemos a ese pabellón
y salir. Eso era lo planificado. Hubo varios problemas. Como te digo,
hubo varios problemas, en algunos casos con un error casi se dan
cuenta de lo que habían alquilado, tuvieron que dejar esa casa y
nuevamente buscaré otra pasión (No se entiende). Lamentablemen-
te estaba tan desamparada antes, pero me mandó (No se entiende)
y se designó una cantidad de compañeros que les llamaban (Palabra
en quechua) porque estaban trabajando y trabajando y se sacó el
sentido de que iba a ser prácticamente una reclusión voluntaria, por
ellos sí entraban a trabajar, entonces iba a estar presos voluntaria-
mente, trabajando por turnos de manera sobre exigente, se quedó
en que tenía que ser de 10 metros de profundidad. Profundo como
para que no pueda ser detectado con nada, Sacamos la cuenta de
que era entre 120 y 140. Esto no lo conocían los compañeros en ge-
neral, pero tenían que prepararse físicamente (No se entiende) todo
¿no? No solo para salir satisfactoriamente de la tarea sino también
para después y poder incorporarnos a la lucha. Éramos como 70, 80
que habían estado saliendo en el transcurso de los meses anterio-
res. Al final éramos unos 47 entre hombres y mujeres, contando al
compañero Víctor. Entonces esos eran los planes durante toda esa
época. Fue un año de planes para ver cómo podíamos logra que el
compañero Víctor pase para adentro, nosotras también que estába-
mos en la parte externa, manejamos varios planes, varias situacio-
nes. En el patio inicialmente estábamos tres nada más, pero después
por la misma exigencia incorporaron algunos más. Esto iba paralelo
a nuestra política de la acción. Teníamos desarrollo en Arequipa, en
Cuzco, Puno y en el centro recuperándonos de lo que había sucedi-
do en la Molina, en Cajamarca, en San Martín, en Ucayali que tam-
bién (No se entiende), Huaraz, la costa norte. También teníamos
presos desaparecidos. Al final cuando ya estaba avanzado también
esto vimos que de todas maneras era un golpe preciso y el desgaste
del gobierno aprista era notorio. Uy el 90 ya hasta por inflación, una
cosa cruel, espantosa, no sé cómo hemos sobrevivido. A veces pare-
ce de fantasía. Toda la población, y su discurso siempre demagógico,
populacho, que inicialmente privatizo la banca y después se metió9
en un saco de mil demonios. Todo era una crisis permanente y un
robo terrible. Con el escándalo (No se entiende) de dueños de Mo-
84
rales Bermúdez, y de escándalo en escándalo, de Ecasa, de Enci, y
tantas tablas del status. Nosotros evaluamos de que era importante
dentro de toda esta crisis económica y política, dar un golpe como
alternativa revolucionaria en el gobierno aprista, porque entendía-
mos que de todas maneras en el sentido popular siempre un cambio
de gobierno crea un "ojalá que cambie", un sentimiento así. Y que
salga el túnel en el otro gobierno no iba a tener el golpe como creía-
mos que sí podía tenerlo en el gobierno aprista que había hecho un
desfalco total del país, y también platearnos una alternativa como
una organización, como una cosa revolucionaria, por eso fue que
aceleramos, tal es así que había empezado el túnel con una altura
de 1.40 cm. Como para correr así, ¿no? Pero ya con la premura del
tiempo, los últimos setenta, se dijo que ya lo bajaran a un metro
nada más de altura. Hubo circunstancias de que en algún momento
estábamos en el penal uy escuchamos tag, tag. La policía estaba allí
y nosotros, pucha, nosotros estábamos preocupadísimo. "Qué pasa,
qué pasa, era el asunto era que la policía comenzó a hacer requisa,
ellos tenían la idea de que el túnel era de presos de adentro para
afuera. Qué había pasado que los compañeros estaban cavando y
cavando y se encontraron con tremenda roca y cada vez que iban
rompiendo y era grande, y como chocaban y chocaban, madrigada,
tarde, mañana y noche trabajaban que al final yo les decía que ca-
llen pues porque ya me ponían los pelos de punta porque requisa-
ban todo buscando. Los compañeros tuvieron que hacer un desvío
continuando con los ingenieros y también con lo que nosotros po-
díamos ayudar ¿no? Manejaron planes de cómo iban, como puede
pasar el compañero Víctor que era lo principal, en el caso de noso-
tras también, o salía por el túnel o por la mala. Por la puerta princi-
pal y se neutralizaba a los policías que eran una mujer y un hombre.
Pero ya el operativo era que sea limpio que no haya ningún herido,
que no haya navajas en el caso de nosotros. Íbamos a tratar de no
dañar la estructura. Eso estaba programado para el 12 de julio. Está-
bamos en el campeonato mundial jugando Argentina con Alemania.
Todos haciendo barra por Argentina y gana Alemania. Entonces to-
dos descorazonados, los comunes tomando, las policías también,
festejando. Como a medio día, me pasan la voz los compañeros que
se había abierto en una zona no indicada y que había descubierto el
hueco un preso común. La canción, por suerte ese interno común,
85
sacó su cuenta. "Esto no es de los policías, de los senderistas tampo-
co, la banda de acá tampoco. Justo pasaba y plac se cae. Y ve luz
adentro. No era un hueco cualquiera, estaba entre pabellón y pabe-
llón. Veía pues que todo tenía estructura, parece que en ese mo-
mento los mineros no estaban allí, los compañeros topos. El tipo
saca su cuenta y dice quien más podría ser: los Túpac Por suerte va
donde el delegado. Nuestro delegado de Barranca. Él no sabía nada,
los que sabían eran los responsables, va donde el compañero, y el
compañero casi se desmaya, felizmente se quedó callado. Con eso
se ganó su bienestar porque era el único que sabía. Pero ahora ya lo
han recapturado, no recuerdo. Yo no sabía, lo único que me enteré
es que estaba haciendo todo lo posible para que nadie se entere.
Eran como las 5 de la tarde y nosotros teníamos que ingresar, si es
que iba a ver la fuga debía ser en la madrugada para hacerlo lento,
descansando. Teníamos temor de que se destape y se den cuenta.
Mientras más horas pasaban más peligro había, pero teníamos que
esperar, hasta las tres de la mañana, eran como unas diez horas, ni
modo... Estábamos comunicándonos constantemente como no sa-
bía nadie, ya los compañeros armaron el plan, se enteraron todos.
Había dos chicas que eran independiente habían sido de sendero y
se habían salido. Estaban en otra onda legal, era comprometernos,
quedamos en que íbamos a hablar con ella sin hacerles daño, Pero
era decirle que se queden y que les digan "Ustedes cómplices y lle-
gan a ser más" Hablamos con las compañeras y le dijimos "las cosas
son así". Todas aceptamos, nos pusimos un buzo para que los com-
pañeros nos trajeran ropa para hacer ejercicios. Me olvidé decirte
que la compañera que tenía principios de cáncer, que no podía te-
ner hijos había salido embarazada. Parece que eso le ayudó a rom-
per con el cáncer. Dicen que cambio, era un tumor ordenal. Tenía-
mos miedo, pero salió de los mejor. Salió embarazada. Dio a luz un
mes antes. En esa época en los 90. Ya podías llevarlo contigo, pero
tuvo que entregarlo a las madres. Estaba convaleciente después.
Había dos compañeras que estaban mal de la columna vertebral.
Una compañera, la otra ya había salido libre. Entonces entre esa si-
tuación hablamos con los compañeros y le dijimos que había unos
compañeros que no iban a poder salir, eran trescientos y pico me-
tros en cuclillas, ni ejercicio se podía hacer. Ah, pero no importa te-
nemos los carritos de minas (risas), subirlas allí, llevarlas. Cuando lo
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dije, las compañeras casi, ni modo. Entonces tenía listo eso. Mien-
tras tanto había habido algunos inconvenientes porque se esperaba
que sucediese el jueves sino se adelantó, entonces algunas estructu-
ras no estaban informadas. Nosotros teníamos que llegar a todos los
que estaban adicionados a nivel nacional porqué queríamos sacar a
todos, pero no estaba garantizado cuando iban a llegar allí. En la
noche sigilosamente comenzaron a pasar y esperando, esperando, y
en la madrugada se comenzó a ver el plan. El plan era sacar al com-
pañero. Como estaban celebrando el mundial, estaban celebrando,
estaban tomados, entonces no permitían que haya paz ni pases. Era
difícil sacar al compañero. Se demoraron y al final llegó. Entonces se
focalizó en pasar, que era, digamos, unos de los puntos más álgidos
sobre todo de la cultura. Entonces las chicas, las compañeras, nos
habían puesto indicativo fugitivo de cariño En un primer plan de
prueba queríamos pasar por el tópico. No se pudo, se hizo ruido y el
policía que estaba subiendo por la escalerita abre la puerta y que
tuvimos que darle un golpe en la cabeza con una escopeta. La im-
presión fue tal pare él que de un solo grito se fue corriendo Cojino-
va. Él se fue corriendo, gritó, la policía se asustó. Lo ve correr y ella
también se corre (Risas) y nosotros corriendo también, pero no para
reseguirlo sino para maternos adentro. Nosotros nos metemos y ce-
rramos la puerta, y seguíamos corriendo hacia el túnel, para ellos
era "qué quieren hacer un motín o algo, la salida es para allá (Risas)
O sea lo veían ilógico, cualquier cosa hubieran tenido que ir para
allá. Supusieron que era motín y no hicieron absolutamente nada.
Te digo esto porque un compañero que estaba como a las tres, cerca
de las cinco y media nosotros estábamos saliendo, ya estaba cla-
reando, tardísimo, y no hicieron absolutamente nada hasta como las
ocho y media, la Guardia republicana, entramos corriendo, estamos
subiendo a la mala y nos equivocamos. "No por ahí no vallan por
otro lugar. Como entramos corriendo los comunes por las ventanas:
"¿qué pasa compañeras, están en un problema?". Nunca nos habían
visto entrar así corriendo en la madrugada. Comenzamos a pasar
por el hueco, aquí están los cochecitos compañera. Cual cochecito,
fuera. Riéndonos en cuclillas, pero muy cansadas, 333 metros. Sali-
mos al ocaso, ya había salido el primer contingente.”

“En Magdalena, el año pasado había sido recapturado el primer juz-


87
gado de fondo, uno de los pocos, de ahí ya no había nada, habían
muerto en algunos combates, entonces me encuentro con un com-
pañeros me llamo (no se entiende)parece que hizo planes por ahí, ya
me estoy yendo llega el compañero, cometo el error de quedarme,
a conversar un ratito, entonces ¡zas!, estoy sentada en una banca,
llega un carro, están bajando del carro, yo juntándome con Rafael, y
detrás apuntándome, “que pasa". Él también estaba requisitoriado,
pero no era fugado, yo sí, mis fotos estaban en todos lados, trata-
mos de pasar limpios, justo él tenía unos volantes del el MRTA, yo
no tenía nada más que algunos notas; siempre algo se tenía, hacía
el futuro ¿no?. Me llevan a la oficina, allí tratando de pasar piola, me
revisan, me pasan, me interrogan, no yo estoy estudiante, tratando
de dar tiempo, yo sabía que ya no iba a salir, lo único que queríamos
y los compañeros era que no nos maten y desaparezcan entonces
había que tratar que otra gente se entere que estabas detenida,
gente externa, darles la dirección de alguien, amigos, para que no
nos desaparezcan, no nos maten. El chico al toque nos reconoció,
nos miraba y miraba, un policía técnico, un PIP, se iba y volvía “eres
miranda, tu eres tal", "¡no!". Me llevan a una oficinita, tiene su mesa
allí y sacan de mi cartera, sacan de mi cartera, yo estoy acá parada,
digamos, y acá estaban sacando de mi cartera todas mis cosas, a Ire-
ne la estaban cateando por allá, "¡ah, tu eres del MRTA!", escucho,
que encuentran, a mí no me encuentran nada: de pronto hallan el
papelito de citas, y la parte de un discurso, me meto a la boca, para
que hice eso, se vinieron en mancha a golpearme, ¡pum¡, ¡pam!, a
taparme la nariz, para que abra la boca, golpe, y yo ,¡hi! No había
salida para pasarla, nada, nada, roza y roza, me golpean la espalda,
los riñones, el estómago, y nada de saliva, que cólera oye, ya me
estaba muriendo,(risas). En eso me lo paso ya no hago fuerzas, me
regañaban, estaba con esposas, igualito trataba de quitármelas, me
lo comí y ya empezaron a darme de alma.

E: ¿Ese fue el motivo de la golpiza?

R: Adelantarla, pudieron haberme pegado en la noche, allí simple


detención de mujeres no era la DINCOTE, a Magdalena me llevaron,
la pip me tenía.

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E: ¿Eso cuándo?

R: El veintitrés de febrero del 91, en la PIP de Magdalena que tam-


bién es CEDETRAN, centro de detención, requisitorio de mujeres, al
día siguiente nos pasan a la DINCOTE, llegue moreteada, formalmen-
te en la DINCOTE pasa por ti y no se nota,, le llego. Me llevan Allí,
ya pues, "¡uuh, recapturada!" nuevamente la situación de captura,
todas las noches, todas las noches, nos llevaban al segundo piso.

E: ¿El mismo tipo de tortura?

R: La misma, golpe, apiñada, colgada, me dejaban y se iban.

E: ¿Con las manos atrás?

R: Atrás, con las manos atrás colgada.

E: Y tu resistías

R: Sí, pero como yo no tenía secuelas, me había recuperado bien.


Ah, ahí es donde me había olvidado de decirte. En el periodo de
detención cuando me tenían no en el calabozo sino arriba vendada
había un PIP era joven, el único que no nos torturaba mucho, de vez
en cuando nos decía una palabra mientas pasaba, nos observaba, se
notaba que era nuevo. En el 91 llego y le reconozco porque el si se
dejaba ver, jovencito recién nuevecito ese año llego y se me acer-
ca, ya la mirada era negra, justo se nos cruza cuando me estaban
llevando para entrar a la DINCOTE " Te acuerdas de mi terruca de
mierda " Hay dios mío digo, en estos 2 años y medio casi tres habría
cambiado totalmente. Se quedó callado un rato "No que ustedes
son unos asesinos que no sé cuánto" y solo había trabajado en la
DINCOTE ni siquiera había ido a provincia no había ido a la guerra A
mí me Gustaría hablar con usted aunque no tengo nada que decir
recibía insultos pues. Y ya me dieron a mí, le dieron a él ¿Cuántos
me dieron? Me dieron haber, los 15 no, a mí me dieron 9 ,10 a él
menos seguiditos. Y la tortura en las noches a veces más fuerte a
veces menos, a veces se cansarían (risas) y ya me conocían a mí, que
no hablaba nada, que nunca delate.
89
E: ¿Qué te pedían?

R: Pero entonces que sucedía que sabían que yo tenía una hija, en-
tonces yo estaba loca apenas me detuvieron yo estaba loca, loca,
casi me muero "Que voy a hacer mi hija, con lo bien que ahora está.
Estos lo único que quieren es que sufra unos meses, pero mi hijita,
mi hijita la vocal la retendrá. Felizmente esos días, el primer día yo
les digo cual era mi dirección en la zona residencial entonces " Ah es
una base del MRTA, pom pom "Esa misma noche no más. Llego a la
DIRCOTE al mediodía a las 5 de la tarde pone me llevan de frente, yo
les doy la dirección y era la casa de mis primos (risas) no los veía, los
sábados sí, mi tío tiene su amante, no sé qué mierda, entonces me
llevan, me llama el coronel, como todo era hecho con cautela, me
ve mi primo, yo les había dicho que ahí vivía que era acá allá. Feliz-
mente respetaron a la gente sale a recibirnos un viejo viejito, años
que nos los veía ni lo había reconocido, mi primo me dice: "Lucerito
me dice " " Discúlpame pero he tenido que decir, cesar la dirección
al sargento " " No te preocupes negra, está muy bien lo que has he-
cho" Por lo menos no me echó en cara, dicho y hecho con eso ya no
pudieron hacer nada. Al día siguiente llega mi familia, ya les habían
avisado los compañeros, tranquila hermana, con que haya fallado
una vez, yo era adepta, o sea que si ya no llegamos a la cita algo
nos había pasado, entonces habían desocupado la base y la habían
llevado a un buen lugar, por seguridad porque sabían. Si yo ya había
pasado la primera sesión de tortura ya estaba llegando a mi limite,
que hagan lo que quieran no me interesa, pasaban las torturas y se
cansaron de mi creo (risas).”

“A mí no me encuentran nada, absolutamente nada, de lo único que


podían haberme acusado, unos apuntes, me los comí. Y si analizas
mi historia, yo cambié a varios compañeros, y cada vez que van te-
niendo (no se entiende. Salvo la primera vez de la requisitoria, la
única, ni siquiera el del costado le cayó, igual mi enamorado, yo no
sabía, nadie sabía. Pero yo vi, que adjuntaron volantes, y aumen-
tando una serie de situaciones. Porque ellos saben que conmigo
nunca encontraron nada. Ni siquiera delatar. Me pasan al palacio de
justicia, como demoraron me dieron a Sedetan de magdalena. En
Sedetan, era viernes, yo me iba a quedar, sábado y domingo, para
90
el lunes ir nuevamente al poder judicial y de allí disponer que me
lleven a Castro Castro. Claro el 91 todavía estaba en Castro Castro.
Entonces sábado y domingo espero mi visita. El lunes estoy saliendo
y me llevan, en un camión, al lado de un policía, mirando la calle,
conversando. Entonces iba manejando, y en eso veo un carro nuevo,
y chofer un compañero, de copiloto otro compañero, veo más allá
otro carro con compañeros, ¡ay, chispas! Digo. Sigue avanzando, no
me dicen nada los compañeros, ni señas ni nada porque los policías
estaban allí. Entonces yo iba conversando, "sí, yo soy de tal lugar",
justo ese policía antes de subir al camión me dice: "No te van a res-
catar, ¿no, Lucero?", "No te pases", le digo. "De dónde voy a saber".
Entonces se para el camión y yo sigo quieto, y veo que el compañero
que estaba de copiloto baja del carro, veo que bajan y entonces yo
le agarro al policía, le quito su fusil, lo tiro para abajo golpeándolo,
todavía tenía entrenamiento y ¡zas¡ me subo al carrito, y me agacho
porque yo sabía que iba a ver tiroteo y yo no sabía nada, ni el plan
que iban a hacer los compañeros. Y empieza el tiroteo. "¿Dónde está
la compañera?". No me habían visto dónde me metí. "Está acá, está
acá, ya entonces vámonos". Y nos vamos. Después me entero que
hubo dos muertos y un herido. El chofer del camión y otro habían
muerto, y el que estaba a mi costado quedó herido. Nos fuimos y
como el carro era de timón hidráulico no sabía manejar bien y fua se
me va el carro en el circuito de playas, nosotros nos damos cuenta
en el otro carro y tuvimos que retroceder para recogerlos. El carro
se quedó tirado. De allí yo ya había bajado como quince kilos en
esas dos semanas, yo siempre había sido bien gordita, pero estaba
demasiado flaca.

E. ¿Cuándo fue esto?

R. Esto fue el 11 de marzo.

E. ¿Al rescate, cómo lo llamaron? R. Rescate.

E. ¿El 91?

R. 91, sí. Rescate en la avenida Brasil.

91
E. ¿De allí regresas a tu casa?

R. Regreso y ya los compañeros...Yo siempre había sido anónima,


pero desde allí, era el primer rescate militante, una mujer. Y por un
lado, un requisitoriado a full; y por otro lado los compañeros habían
decidido que yo fuera la tercera cara pública, como Néstor y Víctor.
Yo no quise. "No, que sí, que es necesario", pero en fin. Ya pues,
entonces hacemos las entrevistas públicas a la revista caretas donde
salgo en la portada y en la televisión con Hildebrandt. Y la prensa
chicha inventando una y media cosa, que yo soy mujer de tal, mujer
del otro, que tenía estatus por esto. Felizmente mi compañero no
era nada celoso. Confiaba totalmente en mí. (Risas) No hacía bulla.
La prensa chicha toda la vida haciendo escándalo. Entonces yo tenía
que salir al extranjero porque era muy buscada en el Perú. Iba a ser
un triunfo político para el estado si me recapturaban. Tuve que salir
un tiempo a Sucre, hasta que se calme un poco y después ya retorno.
Y así fue. Una estadía bastante saludable, amplitud de conocimien-
tos. Este hecho produjo que yo ya no supiera mucho. Imagínate, allá
llegaban noticias solo tres o cuatro líneas, en ese tiempo no había
internet, no había computadoras. Cómo ha cambiado la vida en 10
años, qué bárbaro. Retorno al 92.”

“Regreso el 92. Regreso porque fue detenido Víctor. Entonces cae


detenido Víctor y caen detenidos muchos compañeros. Varios com-
pañeros de varias estructuras. Entonces era necesaria. Esto lo dijo
Néstor. Yo no le pedí. A retomar el trabajo pues. Hacía falta. Retor-
no, como no podía andar en la ciudad me destacan para el frente
nororiente. Poco tiempo, más o menos a fines del 92 llegué acá.
Me incorporo al frente no rural y con el compañero Néstor hicimos
varias acciones que el compañero me había encargado, ya era Co-
mandante General. Ya que Víctor estaba preso, hicimos varias cam-
pañas. Las campañas más destacadas serían la toma de la capital
de Tarapoto, no digo de San Martín, que es Moyobamba. Y de allí
empieza los demás. Antes de noviembre estaban bombardeando
poblaciones en al Bajo Huallaga, en el Altomayo y en el Mayomedio,
así terriblemente.”

“La toma de Moyobamba lo hicimos el 10 de enero del 93. Allí hay


92
enfrentamientos, hay bajas nuestras y bajas de ellas. Pero el proble-
ma fue que comenzaron a bombardear y bombardearon terrible-
mente. Unos boquerones que te pasaban. Imagínate las poblaciones
cómo quedaron. En esa retirada que estábamos haciendo trabajos,
me piden de que tenía que venir a Lima a alguna parte de la costa a
una reunión del Comité Ejecutivo Ampliado. Entonces pero no será
difícil porque estaban de bombardeo en bombardeo, de detención,
de rastrillaje. Entonces era muy difícil saber. Y desde marzo me es-
taban diciendo para bajar, ya habían bajado los otros compañeros
mucho antes. Pero yo no podía, además estaba sola en el frente.
En cada peruano había una ola tremenda de resentimiento que co-
menzó a tener su auge bastante, con una fuerza increíble, entonces
sucede que había una compañera muy antigua también que estaba
en el programa cultural de comunicaciones, y estaba trabajando en
Tarapoto en revista. Ella estaba viendo su reemplazo, estaba ense-
ñando a quien la iba a reemplazar. Esta compañera antigua tenía en
ese tiempo un hijo que tenía dos años y medio, cuatro años, lindo
niño, igualito a su papá. Y pasa que esta chica. Estaban tanto que nos
perseguían en medio de los bombardeos. Teníamos que desplazar-
nos para acá, para allá. Entonces mandamos a dos compañeros que
tenían que ir con esta compañera de la revista. Iban a entregarnos
armamento para llevarlos a Lima. Entonces hacemos un punto cerca
entre Tarapoto y el campo. Mando a los compañeros, una compa-
ñera muy linda, muy querida, estaba desde muy chiquilla, toda su
familia estaba en el MRTA, y ella desde los doce años, jovencita, ha-
bía apoyado de una u otra manera, y allí tenía diecisiete. Muy bien,
campesina, pero era la más entregada. Y otro compañero que era de
San Martín, era muy disciplinado, muy entregado, sincero. Haz visto
cómo son nuestra gente acá. Entonces van ellos dos, justamente por
lo peligroso de la misión. Por eso conocían bien el territorio ya que
había patrullaje, y los mataron. Allí él y a Doli Sangamo, demo, no
recuerdo su nombre.

E. ¿Poli?

R. Doli Sangamo.

E. ¿Eso cuándo fue?


93
R. Eso fue en abril del 93, en la selva, en Tarapoto. O sea, ellos iban
adelante y otra escuadra estaba atrás esperando que hagan el pase.
Y una vez que ellos se iban a bajar a recoger todo y llevarlos en sus
mochilas al campamento. Pero cuando ellos están bajando llegan
los aviones, primero escuchan tiroteo, y era que les habían embos-
cado, y después de eso llegan los aviones y bombardean, no quedó
nada de ellos.

E. ¿En qué parte era?

R. En la parte de Morales, los compañeros de atrás no sabían qué


hacer. Mirando sin contestar porque, tamaña cantidad, no sé qué
pasó. Nosotros no sabíamos nada y llegan. "Han cogido", entonces
la chica de la revista me dice: "No llegan, qué pasa por qué no han
venido". Entonces yo decía, "pero si es un día nada más de trayec-
to". Ellos se habían dispersado y de demoraron en llegar al campa-
mento. Llegan a mi campamento y me dicen: "Compañera nos han
matado" Y nosotros no sabíamos nada, ¿no? Fue una confusión, yo
bien ingenua. Bien ingenua, creyendo en ellos, confiando. A Dolita
yo la había formado, qué pena, diecisiete años, chiquita, me dolía el
corazón, pero de repente se ha salvado, así que mande a buscarla.
Me negué a creer que estaba muerta, que la habían matado. Esa
escuadra era de las mejores. Entonces regresan y nosotros corre-
teados. Insistían, insistían que están llamando de Lima, que tengo
que ir. Y dicho y hecho. Era cierto que tenía yo que bajar, parece que
Lima había roto ya con ellos porque no podía conectarse bien con-
migo, conectarse por la radio porque estábamos correteados. La an-
tena no podíamos colocarla bien arriba para que agarre bien. Pero sí
nos conectábamos con Cajamarca, con otras direcciones. Entonces
era cierto. Le digo: "No, no, no puedo, estoy condicionada al frente
y si no se puede no va. "No pera están insistiendo". Al final pasaron
una semana, bajó un rastrillaje. Hicimos una ruta. Bajo informada
del proyecto porque todo se hacía, y el compañero que me hace el
enlace, el compañero apoyaba...

Yo bajo a la ciudad, llego al pueblo joven de Tarapoto. Yo bajo con


un compañero, este compañero mucho antes había sido detenido
en el cuartel Morales, Tarapoto. Y le habían torturado. Allí son unos
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salvajes, salvajes de verdad. Y como escarmiento lo habían llevado
allí por toda la población. El camión iba adelante y él atrás siendo
arrastrado. El aguantó.

E. ¿Salió libre?

R. Sí, salió libre. Lo vieron un poco sus familiares, sus amistades,


pero salió hecho un desastre, y siguió normal, ¿no? Confiando bas-
tante también. Era un buen compañero, jefe de destacamento. Co-
nocía Tarapoto, tenía contacto con la revista y le hicieron su pase.
Me contacté y él me recibió. Me recibió en una cabina telefónica
comunitaria... "Y los carros donde están". Y como él conocía le dije:
"Ya pues, vámonos". Entonces subo y me dice: "Sabes qué, mejor
por acá nomás vamos a la casa". Como siempre entramos a casa sin
ver, para que no vean que estamos entrando y saliendo. Entonces
agacho. Empiezo a caminar Me agacho y sabes qué, empiezo a ca-
minar y piso caca. Entonces me agacho y en eso siento el arma, me
abren la puerta y siento, y los chicos que estaban allí me miran, "Per-
diste", me dicen. Me sacan y me llevan y empiezan a chantajearme,
tenían su hijo que los capturaron a todos, a ella y a los cuatro com-
pañeros que estaban en la base. A Dante, luego me torturan a mí.
Para Dante fue muy duro, no le dieron ninguna pista de su familia y
entregó nueva Tarata. Había una compañerita nueva que estaba em-
barazada, nueve semanas, querían que les entregue a Néstor. Como
yo había roto comunicaciones con Lima, pero nunca más lo vi. Des-
pués de todo me llegué a enterar. Como la mayoría de la gente de
esa zona sacando mis cálculos eran montesinistas y conocían sobre
Fernando, sobre el trabajo. (No se entiende) En el monte estábamos
nosotros, no teníamos todo el apoyo. Ya todo se terminó allí. Te es-
toy hablando del cuartel.

E. ¿Cuándo fue eso?

R. Sucede el primero de mayo, ya habían estado deteniendo a todo


el resto de la gente, tal es así que a la compañerita que estaba em-
barazada la torturan, pierde a su bebe, uno de los compañeros. Es
que allí son bien brutales te hacían cada cosa para herir los votos,
arrodillarte en cuero, te lanzaban y te hacían flotar en el Mayo para
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que choques con algo, simulaban que te lanzaban del helicóptero.

E. ¿Eso te hacían a ti?

R. No, a mí no me tocaron.

E. ¿Por qué?

R. No me tocaron porque primero querían comprobar que era yo, y


como llegaron de Lima, Domínguez, el director de la DINCOTE, es-
pecialmente un avión especial para tomarme huellas y comprobar
que era yo, esa misma noche. Una vez que me tomaron las huellas
y comprobaron que era yo, esperaban instrucciones de Lima porque
era mi caso. Creo que nos capturaron a los cinco. Mientras tanto
me enteraba qué tramaban. A mí no me tocaban, pero decían los
pobres enanitos decían, eran muy fuerte y brutal. En la mañana vino
un avión especial y logro ver que los zapatos de la terrorista esta es-
taba... (No se entiende). Me llevan a Lima, me llevan al calabozo, a
los sótanos del pentagonito, donde estaba Montesinos, con una dis-
creción enorme. Nada (No se entiende), nada, nada. Me tenían ven-
dada, solo me llevaban dos tipos, uno moreno, mulato alto y flaco, y
el otro acholado. Por la forma cómo se comunicaban, "comprendi-
do, o sea, copiado" el pata de dice "confirmado",el otro "compren-
dido", por eso yo supuse, en el trayecto todo era vendado y en el
cuartel para que no me diera cuenta me pusieron en una camilla,
del camión me suben a un helicóptero en el camino, parece que
cambiaron de helicóptero, bajo en camilla me suben del helicóptero
bajo ya estaba en el helipuerto, me suben al camión. Me llevan allí,
no había baño, ni nada, me tenían vendada. Y como pedía baño,
me sacaban vendada. Entonces un día que estoy saliendo vendada,
me llevan por el baño que daba a una habitación, pasamos por la
habitación y (No se entiende) Llego al baño, salgo y paso de nuevo
por el cuarto y escucho, vendada, y después me entero de que eran
mis compañeros que estaban dando su testimonio, no sabía que nos
habían detenido a la vez. Regreso, grito la mayor parte era silencio.
Estoy sentada, pasaban los días. "¿Por qué me tienen acá?". Tres,
cuatro, cinco días, al quinto día aparece Montesinos. Lo reconozco
al toque. Flaco, alto con cuatro patas: uno blancón, colorado, gordo,
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un negro y dos más. Converso con ellos. He conversado mucho con
ellos. Venían a consultarme, lógico era rencilla. Entonces ese día fue
largo. Hasta el 7 de mayo me ponen el uniforme ese de rayas.

E. Tú eres capturada el 5, ese mismo día...

R. El 1 de mayo. Al día siguiente me trasladan.

E. ¿El 2? R. Sí, el 2.

E. Vienes para acá y de allí...

R. Ajá el 2 de Mayo, después de 7 días, el 9, bueno, el quinto día es


cuando se aparece Montesinos y el día 9 me ponen el uniforme de
rayas y me llevan nuevamente vendada todo el trayecto, en carro,
helicóptero., avión, aterrizas, camión. Cuartel Naval, me vuelven a
regresar a Tarapoto. Supuestamente porque ellos habían decidido
entre ellos que sí había sido el Ejército en mi captura y es el Ejér-
cito el que tenía que hacer la conferencia de prensa, y por eso me
regresan a Tarapoto. Y también habían decidido que no me hagan
torturar, a matar. Porque iba a ser un logro político para ellos y no
era bueno. Y mire que ahora había huellas, había coca. Así que ellos
se iban a presentar públicamente. Dos años han pasado. Después
me enteré que el dichoso Sarmiento, en forma concreta que realizó
su operativo en la DINCOTE y que había visto mi caso, me dijeron.
Que él ya conocía toda mi experiencia, muere de pulmonía antes de
un año. Más (No se entiende) supuestamente salía, es intocable. Y
así pasa. En cambio, a todo el resto les sacaron el ancho, a toditos,
toditos.”

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