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SENTIDO DE PERTENENCIA

(“Somos un equipo”)

Consideraciones generales
● El sentido de pertenencia se refiere a la experiencia de formar parte de un grupo o
comunidad confiable, con la que el individuo tiene una relación predominantemente
positiva y armónica y en la que puede confiarse porque aporta:
○ reafirmaciones al autoconcepto y la autoestima
○ apoyo emocional y expresión de cariño y apego
○ sentimiento de seguridad frente al mundo
○ lenguaje común, símbolos e historias compartidos
○ estrategias colectivas de bienestar de los miembros
○ soporte ético: me aporta valores que sí se actualizan en la práctica y que son
buenos para mí, para los otros miembros y para el mundo

Es importante que tanto en la familia, como en los demás escenarios de afiliación social del niño
se cultiven estas experiencias y se integren a la visión del mundo del sujeto. Esto se conoce
como “sentido psicológico de comunidad”

● En la etapa de primaria, el sentido de pertenencia básicamente se refiere a los siguientes


escenarios:
○ Pertenecer a la familia (nuclear y extendida)
○ Pertenecer al grupo de pares
○ Pertenecer a la escuela (como institución)
○ Pertenecer a equipos extra-curriculares
○ Pertenecer a una religión o espiritualidad organizada
○ Pertenecer a la cultura y la nación**

● Es de suma importancia considerar la relación específica de este valor con los del
autoconocimiento y autoestima, en el sentido de que es fundamental poder establecer un
equilibrio entre la autenticidad del individuo y su capacidad de conformidad social. El
sentido de pertenencia pasa mucho por tener una buena habilidad para “seguir la
corriente” con la intención de integrarse al grupo; pero es importante matizar esta
capacidad con la de ser uno mismo, ser espontáneo y auténtico. No es forzarse a aceptar
la dinámica grupal siempre y sin matices, sino poder aprender a “encontrarle el chiste” a
las actividades positivas que parecen gustarle a la mayoría, aunque me sean en principio
ajenas. Hacer el intento de integrarse implica valorar a los demás, saber entender cuánta
alegría, riqueza y bienestar pueden aportar y también cuánta podemos aportar nosotros
al grupo.

● En la etapa de primaria, el desarrollo del sentido de pertenencia implica lograr los


siguientes desafíos emocionales principalmente:

En la familia:
○ Consolidar una imagen positiva de la familia bajo términos de unidad, armonía,
amor y respeto mutuos entre las partes. Incluso en casos de matrimonios
separados o ruptura familiar, se debe “rescatar” en algo el sentimiento de armonía
grupal
○ Evitar la “toma de partido” por una de las facciones en conflicto en casos de
familias que atraviesan crisis o ruptura

○ Con los hermanos, fortalecer la imagen de justicia y equidad en el aporte de


afecto de los padres a los hijos para superar sentimientos de ser relegado por un
“hermano que es el hijo consentido”. Las rivalidades con los hermanos siguen
siendo muy intensas en esta etapa, pero deben poderse ir tolerando mejor a partir
de ir favoreciendo internamente la perspectiva de que sus padres los quieren a
todos por igual, incluso cuando las conductas de los padres lo compliquen. Si el
niño se siente francamente marginado por el sistema familiar, debe aprender a
poner límites a la agresión injusta y a pedir activamente la atención y el afecto que
siente que le faltan. Para ello es importante que el niño de deje de etiquetar a sí
mismo como “la oveja negra” y cambie esta visión por una pro-activa: ¿qué puedo
hacer para sentirme más integrado, más escuchado, poder sentir más confianza,
seguridad y amor en mi familia? ¿De qué forma tal vez soy yo mismo quien me
aparto, me margino, por los celos, rivalidad y envidia que me producen mis
hermanos, etc?

○ Integrar con claridad el propio rol como hijo, hermano, primo, sobrino y nieto
sin distorsiones (“rol equivocado”). Por ejemplo, los hijos no deben mediar las
disputas entre los padres, los hijos no deben ser responsables de sus hermanos,
los padres no deben tenerle miedo al enojo de sus hijos, etc.

○ De igual manera, comprender e integrar con claridad los roles de los demás (quién
es autoridad, quién es apoyo, quién es un par)

○ En relación con lo anterior, reconocer con claridad las reglas y los límites de la
familia. Éstas deben ser razonables, firmes sin ser rígidas, aplicarse efectivamente
y sin ambigüedades, ser lo más equitativas posibles para todos y conforme el niño
va teniendo edad, se debe de poder explicar al niño el porqué de las reglas. Es
muy importante que el niño pueda integrar los límites en sus múltiples direcciones:
los que los otros le ponen a él contra su impulso y los que él debe aprender
a ponerle a otros. Por ejemplo, quiénes tienen permitido mirarlo sin ropa, quiénes
pueden regañarlo y quiénes no, etc)

○ Cultivar una memoria familiar incipiente que genere una historia compartida: quién
es mi familia, cómo es especial y diferente de las demás, qué nos gusta, dónde
hemos viajado, quiénes somos como familia, como identidad colectiva, etc. Aquí
se pueden incluir las pequeñas “tradiciones familiares”, los relatos de la infancia
de los padres y los abuelos, relatos compartidos sobre los antepasados y las
coordenadas de origen de la familia.

○ Conocer, cultivar y ostentar los valores éticos en los que cree y con los que se rige
la familia.

○ Reforzar el sentimiento de apropiación del hogar que se inició en la etapa anterior.


El hogar debe ser llenado de relatos, memorias y significados.
○ Participación e inclusión en las actividades familiares de los demás: ser parte de
las reuniones, de concursos, integrarse a apoyar el equipo deportivo del padre,
excursiones, eventos de la iglesia, del barrio, etc.

○ Contribuir de manera formativa y motivadora con las actividades de la casa,


especialmente el cuidado de las mascotas y su espacio privado

En el grupo de pares
○ Desarrollar habilidades sociales básicas de comunicación, negociación,
colaboración, encontrando un equilibrio entre la autenticidad y la conformidad
social. Saber convivir, compartir, respetar reglas de los juegos y dinámicas de
grupo, ser propositivo, saber conectar con los demás, con lo que están sintiendo y
deseando e integrarlo a la toma de decisiones.

○ Regular la relación dominio/competencia. Ubicarse con comodidad en los distintos


roles y variedades de “líder” y “seguidor”. Establecer un equilibrio entre lo que yo
quiero y lo que quieren los demás del grupo. Buscar habilidades de negociación
más avanzadas, como la persuasión y la repartición equitativa (hoy te toca a ti
escoger el juego, mañana yo escojo) , para reemplazar a los sistemas primitivos
(el berrinche, el chantaje infantil, la intimidación o la fuerza bruta).

○ Apropiarse de un rol propio externo al hogar y relativamente independiente del


dominio parental (por ejemplo, ser portero del equipo de fútbol o la cantante
principal de un grupo de amiguitas seguidoras del K-pop) que aporte la sensación
de que hay algo que es mío nada más, un pedacito que es “mi propia vida”
(incipiente) independiente del resto de la vida, todavía en esta edad muy
determinada por los derroteros de la familia nuclear.

○ Tener experiencias con pares-familiares que aporten sentimiento de ser parte de


más alianzas fuertes que las exclusivas del núcleo familiar: frecuentar y hacer
grupo con primos, principalmente, y tener con ellos actividades de gozo, juego y
aprendizaje de experiencias nuevas: es enriquecer la perspectiva de vida de la
familia nuclear, ampliándola a la familia extendida.

○ Vivir experiencias de “exterioridad” de la familia, como cursos y campamentos de


verano, en los que se tengan vivencias de grupo de pares lejos de los padres,
supervisados por otras figuras adultas que sean motivadoras, confiables e
inspiracionales, pero que sean recreativas,que vayan más allá de lo directamente
educativo.

La escuela como institución

○ Se ha demostrado la importancia de la escuela como estructura social intermedia


en el desarrollo del sentido psicológico de comunidad en los niños e incluso en los
padres.

○ Sana competencia con otras escuelas tanto en el pensamiento y el discurso como


en actividades orientadas a ello (deporte, académico, de baile, etc) que fortalezca
el espíritu de cuerpo, no desde empobrecer la visión del rival sino desde el
enriquecer la del propio equipo.

○ Construir internamente una narrativa compartida de lo que es ser parte de mi


escuela. (Referencias y chistes locales, anécdotas famosas, experiencias
compartidas que “le hacen click” a todo el que está en esta escuela y no a los
fuereños)

○ Reconocer en la diversidad de los compañeros fortalezas de rol: el inteligente


puede ayudarnos a ganar un torneo de robótica, las chicas deportistas, el
campeonato de fútbol, el desmadroso es bueno para vender boletos de la rifa, etc.
Apoyar a los compañeros, sea cual sea su área de interés, como parte y fortaleza
de la escuela vivida como tribu, como equipo.

○ Consolidar una imagen más positiva que negativa de las autoridades y el equipo
docente de la escuela. Un buen director de disciplina es una figura al mismo
tiempo temida, respetada y querida, incluso por los estudiantes más conflictivos.
Tener una imagen de los maestros como personas que están en la escuela por
una buena intención, no porque “no consiguieron otro trabajo”. Que profesores y
autoridades puedan ser mirados como adultos, separados de los chicos, pero
figuras que son confiables, respetables, honestas, abiertas. Para esto se necesita
estrechar el contacto al mismo tiempo que se mantienen los límites y la estructura
de clase

○ Involucrarse como escuela en actividades positivas y generativas, de impacto


social, ambiental o caritativo. Experiencias reales que dejen un impacto real.

Equipos extra-curriculares

○ Se aplican básicamente los mismos factores que se mencionan en los escenarios


anteriores, específicamente los relacionados con los pares.

○ Es especialmente importante en este rubro, la intersección con el valor del


disfrute: aprender a generar y participar de dinámicas divertidas de grupo.
Recordar que aquí, como en todos los escenarios del sentido de pertenencia, es
fundamental poder armonizar la individualidad con la conformidad social, es decir
aprende a ir “con la corriente” en las actividades positivas (ética y emocionalmente
buenas) sin que eso ahogue la originalidad. Por ejemplo, a los chicos muy
intelectuales suelen no gustarles los deportes, pero fundamentalmente porque los
intimidan, no tanto porque no les pueda interesar. Sería valioso para ellos que el
adulto-guía los apoye y acompañe a hacer el intento de encontrarle el gusto al
deporte, desde sus propias sensibilidades individuales, antes de decidirse a
rechazarlos por completo.Tanto el exceso de conformidad social (siempre hacer lo
que se espera de mí) como el exceso de individualidad rebelde (nunca ir con la
corriente, siempre ser irreductiblemente “yo”) generan problemas de
autorrealización y adaptación en la vida adulta.

Religión o espiritualidad
○ Comúnmente, en la etapa de primaria la religiosidad y la espiritualidad no suele
rebasar el nivel propio de ser un aspecto constitutivo del esquema de valores y
referentes de identidad de la familia nuclear. Si mi familia es católica, lo más
probable en esta etapa es que yo también lo sea.

○ Sin embargo, existen chicos con una curiosidad religiosa especial a nivel
individual que se sale del marco de la dinámica familiar. Cuando esto sucede, a
menudo sugiere fallas en la integración social en alguno de los grupos principales,
y la búsqueda de otro argumento que les aporte sentido de pertenencia. Las
religiones organizadas pueden funcionar como un suplemento social en estos
casos y brindar apoyo, comprensión, cariño, orientación y seguridad.

○ En estos casos, lo importante puede resumirse en la importancia de verificar que


la participación en una religión no tome tintes de fanatismo, manipulación o
dinámicas sectarias. El secreto es balancear:
■ la pertenencia con libertad,
■ la cohesión con apertura a otros grupos
■ los valores compartidos con tolerancia a la divergencia
○ La vida espiritual puede ser positiva en tanto esté al servicio de la construcción de
una vida más plena y de estimular valores amorosos y positivos hacia el sí mismo,
los demás y el mundo, y no cuando contribuye a aislar al sujeto, hacerlo
“demasiado raro”, minar su capacidad de adaptación y estimular una visión hostil
del “mundo de afuera”.

La cultura y la nación (y el mundo)


○ En la etapa de primaria es cuando se pueden instalar mejor los cimientos de lo
que será una futura ciudadanía ética y humanamente sustentable. En relación con
el proceso histórico actual de aumento de la inmigración a nuestro país, la
multiculturalidad está siendo un factor de creciente relevancia en la literatura
especializada de los últimos años. La experiencia de países que llevan más
décadas reflexionando en torno a la multiculturalidad interior (EEUU, Europa) ha
mostrado que la integración de esta perspectiva en la educación infantil tiene un
impacto favorable para la consolidación del sentimiento de pertenencia y tiene
efectos relevantes en la construcción del respeto y la tolerancia hacia el
otro/diferente, además de que genera más sustentabilidad emocional porque
enriquece la visión del mundo de las generaciones más jóvenes.
○ Los niños en esta edad, deben poder apreciar cómo la diversidad enriquece, cómo
la cultura es una herencia valiosa para ellos y para las personas que tienen una
cultura diferente. Se debe poder reflexionar sobre cómo las experiencias de vida
de otras culturas generan formas de ser distintas pero que las culturas del mundo
nunca son “malas” o “enemigas”: más bien que hay conductas malas en todas las
culturas, pero también buenas.
○ Es importante valorizar y dignificar: no existen culturas “superiores” (“los alemanes
son más éticos”), sino procesos de los que se puede aprender (“cómo la manera
que tienen los alemanes de organizarse podría enseñarnos algo y qué podríamos
nosotros enseñarle a los alemanes”).

Evolución por etapas


Como he sostenido con anterioridad, la etapa de los 6-7 a los 11-12 años está marcada por su
relativa estabilidad y continuidad en cuanto a desarrollo humano. Hay un evidente proceso de
avance, pero no es tan agudo, sino más gradual. Por lo tanto, los estudios no refieren niveles
específicos del desarrollo de estos valores año por año, pero sí podemos extraer parámetros de
evolución desde su nivel más primitivo hasta el más desarrollado, con la finalidad de orientar la
gradualidad de los avances en los ejercicios. A continuación, esquematizaré los ejes de la
evolución gradual del sentido de pertenencia (en qué sentido van “progresando”). Recordar que
lo aquí expuesto representa el estándar “ideal” de un proceso de desarrollo, pero sabemos que la
realidad suele diferir: lo ideal precisamente nos orienta para saber en qué dirección impulsar el
aprendizaje:

DIVERSIFICACIÓN

La pertenencia se centra en la familia, y más Se integran más y diversos grupos de pertenencia


específicamente en la familia nuclear. Las al mundo del sujeto. El núcleo familiar
demás experiencias grupales son poco sigue siendo la esfera de pertenencia
valoradas, fugaces y relativamente vacías de más importante, pero a ésta se la han
significado. añadido nuevas grupalidades: la familia
extendida, grupos de amigos, equipos
deportivos, la escuela, etc. A los 11-12
años adquieren un valor y consistencia
comparables con los de la familia en
algunos niveles.

Los grupos están llenos de significados


y experiencias compartidas y el
individuo busca activamente más tiempo
con personas de sus distintos grupos.

COMPLEJIZACIÓN de ROLES

● Los niños pueden integrar a nivel efectivo muy ● Los nuevos roles adquiridos en la nueva
pocos roles. Básicamente son: hijo, hermano, etapa se complejizan, mientras que los
“niño”, alumno y los roles de género. viejos roles adquieren nuevos significados
● Los roles de mayor peso y complejidad son el
de hijo y hermano, pues en ellos se viven ● Viejos roles: ser “hijo” significa ahora
múltiples y ricos entramados de relaciones nuevas tareas, derechos, responsabilidades,
psicoafectivas que han sido intensamente estilos característicos, que completan la
habitadas en las etapas previas. Hay aquí sensación de tener “un lugar especial en la
muchas emociones, modos de afrontamientos, familia”. Aunque hay nuevos roles, éste
patrones de relación y comunicación, recursos, sigue siendo el más importante en esta
áreas vulnerables, etc. etapa. Lo mismo ocurre con ser “hermano”.
● Los roles de género están bastante llenos de Conforme avanza la edad,, puede darse el
fantasías inconscientes, pero no tienen una ingreso a la categoría de “hermano grande”
complejidad integrada. Se basan en una
oposición primitiva niño/niña que tiende a ● Nuevos roles: ser “niño” vs los adultos es
agrupar a los individuos según su género. visto menos como una carencia (todavía no
somos…) y más como una experiencia de
● Los roles de “niño” y “alumno” carecen de derecho propio (ya somos). Los roles de
complejidad propia y por tanto todavía no género siguen siendo un factor principal de
contribuyen a proporcionar un sentimiento de agrupamiento, pero se van dando cada vez
pertenencia efectivo. Están puestos sobretodo más escenarios de encuentro y contacto
en términos de oposición: “los niños vs los entre chicos y chicas más allá del trabajo en
adultos”, “los de primero vs los grandes de el aula. El sentido de pertenencia va a ir
sexto”. siendo menos alimentado por el rol de
género, es decir que el género va perdiendo
● Estos términos de oposición son los primitivos peso específico en cuanto a sentido de
cimientos del sentido de pertenencia futuro. pertenencia se refiere.
Los roles de género constituyen el primer
argumento de agrupamiento y desde esa base ● Poco a poco, se pueden ir ocupando roles
se empieza a relacionar con la identidad: más activos, a medida que el juego va
aparecen las ideas básicas de que “para ser cediendo terreno a la vida real en interacción
un niño hay que llevarse con los niños y hacer con otros: yo doy, yo quiero, yo cuido (cita
cosas de niño”; de igual modo en el caso de de la Era del Hielo: “es la regla de una
las niñas. manada: entre todos se cuidan”)

● La lógica principal del agrupamiento es la ● La lógica de la pertenencia ya no se basa


semejanza superficial = gustos comunes, ser únicamente en semejanza superficial o
niño/niña, ser del mismo salón, etc. “dada”, sino en la función complementaria, y
en una relación más profunda. No se trata
● Mientras, en el juego, se adoptan roles activos, sólo de ser del mismo salón, sino de tener
a menudo heroicos (vamos a jugar a que un vínculo en el que yo siento que:
éramos exploradores; yo soy el que sabía volar ○ el grupo me aporta bienestar
aviones…) la pertenencia en la vida real aporta ○ yo le aporto bienestar al grupo
principalmente beneficios de tipo “pasivo”: me ○ yo significo algo para el grupo
cuidan, me quieren, me dan. El rol es asignado ○ el grupo significa algo para mí
por otros y existe poco coeficiente de influencia
del niño sobre los demás.
● Al mismo tiempo que se asienta la
pertenencia a la familia, también se
complejiza en sentido crítico: antes, la
familia era el centro de la verdad, ahora el
chico puede ir ampliando su perspectiva
porque forma parte de otros grupos y se
integra con otros chicos que vienen de
familias diferentes y hacen cosas distintas
a como las hacen en su casa. Así puede
matizar, comparar y valorar con más
elementos.

CULTURIZACIÓN

● La familia es pensada como el centro del ● Con la aparición de nuevos escenarios


mundo, por lo tanto prácticamente no es de socialización, el niño elabora
pensada como “parte de un mundo”, mentalmente una “cultura familiar”, para
coexistiendo con otras familias distintas. Hasta identificar cómo su familia es especial y
ahora, por esta razón, no se ha hecho distinta de otros grupos.
necesaria la visión de una “cultura” e ● Se habitan los valores, lógicas,
“identidad” familiares. patrones, modelos y dinámicas propias
de la familia y de los otros escenarios de
● La familia es el centro de la verdad y no se integración.
puede poner en competencia con otras: “mi
familia siempre va a ser la mejor y no necesito ● Se integran las “tradiciones” familiares y
probarlo con nada”. grupales a su estilo de vida.

● El sentido de grupo es más monolítico y ● Se hacen continuas comparaciones y


pasajero. Se ensaya continuamente en el valoraciones entre grupos. La
juego, pero en la vida real no está enraizado ni competencia grupal se vuelve una
es muy perdurable, exceptuando a la familia. actividad importante: el éxito ya no está
Se puede tener una vivencia veraniega de “dado” por herencia, sino que se integra
grupo de juego con otros niños recién la perspectiva de que es el trabajo en
conocidos en unas vacaciones, y ésta puede grupo el que puede conseguirlo.
ser muy intensa y emotiva pero suele
desaparecer cuando termina el verano. Los ● El sentimiento de grupo fuera de la
grupos de amigos en la escuela suelen ser familia se va haciendo más sólido y
todavía muy móviles y difusos. genera agrupamientos más estables,
que se sostienen en el tiempo y van
cultivando una historia compartida (p.ej.
el grupo de amigos, un equipo de fútbol,
el grupo de los primos que ya se
frecuentan para actividades que han
convertido en hobbies estables, etc)

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