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EL ÁTOMO

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

Cinco siglos antes de Cristo, los filósofos griegos se preguntaban si la materia podía ser
dividida indefinidamente o si llegaría a un punto que tales partículas fueran indivisibles. Es
así, como Demócrito formula una teoría según la cual la materia se compone de partículas
indivisibles, a las que llamó átomos (del griego átomos, indivisible). No es hasta principios
del siglo XIX cuando comienzan a desarrollarse nuevas teorías sobre la composición de la
materia.

MODELOS ATÓMICOS.

Demócrito y Leucipo (s.V a.C.): Consideran que la materia está constituida por pequeñísimas
partículas que no pueden ser divididas, todas iguales. A estas partículas las denominan
átomos, que en griego significa indivisible.

John Dalton (1808): Considera los átomos como diminutas partículas esféricas indivisibles.
Los átomos de un mismo elemento son idénticos en masa y propiedades, los de elementos
diferentes serán diferentes.

J.J.Thomson (1897) - Pudin de pasas: A finales del siglo XIX, Thompson, estudiando
descargas eléctricas a través de tubos descubrió el electrón. Se dio
cuenta de que el átomo estaba formado por partículas más
pequeñas y que no era una esfera uniforme como proponía Dalton.
Thompson propuso un modelo en el que aparecían estas nuevas
partículas negativas y tuvo en cuenta que la materia es
eléctricamente neutra, por lo tanto, debían existir cargas positivas que compensasen las
negativas del electrón.

Consideró los átomos como esferas macizas cargadas positivamente (pudin) en las que se
incrustan cargas negativas, los electrones (pasas). Con este modelo se podían explicar una
gran cantidad de fenómenos atómicos conocidos hasta la fecha. Posteriormente, el
descubrimiento de nuevas partículas y los experimentos llevados a cabo por Rutherford
demostraron la inexactitud de tales ideas.

Rutherford (1911) - Sistema solar: Demuestra que los átomos no son macizos, sino que están
vacíos en su mayor parte. El átomo tiene dos partes: un diminuto núcleo central cargado

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positivamente (donde están los protones) y donde está casi toda la masa del átomo, y una
enorme corteza donde giran los electrones.

Esto lo demostró bombardeando finísimas láminas de oro


con radiación α (formada por pequeñas partículas positivas
α Núcleo
que viajan a gran velocidad), revelando placas fotográficas
observó que la mayor parte de la radiación traspasaba la
lámina de oro y unas pocas partículas de la radiación se
desviaban o rebotaban. Las partículas de la radiación no
encontraban obstáculos con los que chocar, lo que demostró que el átomo es prácticamente
hueco. Sólo unas pocas partículas se desviaban o rebotaban al pasar cerca del núcleo o chocar
con él.

Interacción de radiación y materia

Pronto el modelo atómico de Rutherford quedó obsoleto, este no explicaba los fenómenos
observados al interaccionar la materia con radiación electromagnética (ondas formadas por
la combinación de campos eléctricos y magnéticos que transportan energía) como los
espectros o el efecto fotoeléctrico.

El físico alemán Planck, a comienzos del siglo XX, descubrió que la materia al ser expuesta
a radiación electromagnética podía absorber ( y luego emitir) energía, pero no cualquier
valor de energía, sólo múltiplos de un valor mínimo, se dio cuenta de que la energía estaba
cuantizada. Estableció la ecuación para poder calcular estos valores de energía absorbida o
emitida: E = h  f donde h = 6, 62 10−34 J  s es la constante de Planck y f es la frecuencia de
la radiación absorbida o emitida.

Es importante señalar que la frecuencia es inversamente proporcional a la longitud de onda λ


f = v /  y si hablamos de luz en el vacío, v = c = 3 108 m  s −1

Niels Bohr (1913): Bohr propuso un modelo que combinaba el modelo de


Rutherford y la idea de Planck. Los electrones giran alrededor del núcleo
en órbitas circulares, que realmente son niveles de energía bien definidos
con valores concretos. El electrón puede pasar a un nivel de energía
superior, para lo cual necesita "absorber" energía. Para volver a su nivel
de energía original es necesario que el electrón emita la energía absorbida (en forma de
radiación).

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La energía que puede absorber o emitir un electrón para pasar de un nivel de energía a otro
viene determinada por la ecuación de Planck, así como la diferencia de energía entre dos
niveles energéticos: E = h  f .

Todo esto permitió a Bohr explicar los espectros de absorción y emisión atómica. El
espectro de emisión surge cuando se le comunica a un átomo energía en forma de radiación
electromagnética. Un electrón del átomo puede absorber la energía y luego emitirla en forma
de fotón. Las diferentes transiciones entre órbitas que puede realizar el electrón conlleva
diferentes emisiones de energía, estas emisiones corresponden a las diferentes líneas del
espectro. Los espectros de emisión se pueden utilizar para identificar elementos que hay en <

La longitud de onda asociadas a los tránsitos electrónicos entre diferentes niveles se


determina:

Siendo:

• R constante 1,097 ∙10-7 m-1.

• λ: longitud de onda

• n: niveles del tránsito n1<n2

En 1916, Sommerfeld, mejoró este modelo atómico estableciendo que los electrones también
pueden girar en órbitas elípticas.

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Modelo Mecanocuántico: debido a la imposibilidad de los modelos anteriores de explicar
propiedades de la materia, muchas relacionadas con la interacción de esta con la radiación,
propiedades magnéticas, conductividad… fue necesario buscar otros modelos que diesen
explicaciones a muchos procesos nuevos.

El modelo mecanocuántico parte de:

• La Hipótesis de De Broglie y la dualidad onda-corpúsculo del electrón (este se


comporta como onda y como partícula, no sólo
como partícula).

• Establecer el concepto de orbital: región del


espacio donde la probabilidad de encontrar un
electrón es máxima (eliminando la idea de que el
electrón gira en torno al núcleo describiendo
órbitas).

• El Principio de Incertidumbre de Heisemberg, indica la imposibilidad de conocer


simultáneamente la velocidad y posición de un electrón en un átomo.

• La descripción del átomo y de los orbitales atómicos propuesta por Schrödinger


mediante una ecuación de onda: HΨ.

ESTRUCTURA ATÓMICA.

Los átomos son las partículas constituyentes de la materia, pero estos a su vez están formados
por otras partículas más pequeñas (partículas subatómicas).

Las partículas fundamentales que integran los átomos son:

• Protones, partículas con carga positiva.

• Neutrones, partículas sin carga.

• Electrones, partículas con carga negativa.

En la constitución atómica se pueden distinguir dos partes:

• Corteza, en la que se encuentran girando los electrones en orbitales que están en un


nivel energético concreto.

• Núcleo, en el que están los protones y los neutrones.

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Los átomos se representan con el correspondiente símbolo químico, por ejemplo, para el
hierro es Fe o para el oxígeno O. Junto con el símbolo químico se indican dos números XzA:

• Número atómico (Z): situado como subíndice, indica el número de protones que tiene
el átomo.

• Número másico (A): situado como superíndice, indica el número de protones más el
de neutrones.

Como la materia es eléctricamente neutra, en principio debe haber el mismo número de


cargas positivas que negativas, de modo que el número de electrones también vendrá
expresado por el número atómico (Z), siempre y cuando el átomo en cuestión sea neutro.

Cambios en el número de partículas fundamentales:

Iones:

No siempre tenemos átomos (o moléculas) neutros, en ocasiones pueden presentar carga


dando lugar a iones. Los iones pueden ser de dos tipos: catión (ion positivo) anión (ion
negativo).

Es importante tener en cuenta que los iones se forman por pérdida o ganancia de electrones,
no de protones, es decir, un átomo adquiere carga negativa cuando gana electrones y, por el
contrario, adquiere carga positiva si pierde electrones. El valor de la carga coincidirá con el
número de electrones ganados o perdidos.

Isótopos:

¿Qué pasa con el núcleo? ¿La composición nuclear no puede variar? A través de reacciones
de fusión o fisión nuclear la estructura del núcleo sí varía, pero son procesos complejos que
no trataremos. Sí es importante conocer que un mismo elemento químico pueden tener
átomos con diferente número de neutrones, estos átomos se denominan isótopos. Dos
isótopos se diferenciarán entre sí por su número másico.

Tienen especial importancia los radioisótopos, isótopos inestables que se descomponen


emitiendo radiación (partículas α, dos protones y dos neutrones equivalente por tanto a un
núcleo de He. Partículas β, electrones moviéndose a gran velocidad. Radiación
electromagnética γ). Los radioisótopos tienen gran cantidad de aplicaciones: el C14 (isótopo
del C12) empleado en datación de especies orgánicas, radioisótopos empleados en medicina
para RMI (resonancia magnética de imagen) o en el tratamiento de tumores, etc.

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CONFIGURACIÓN ELECTRÓNICA:

La configuración electrónica indica cómo se sitúan u ordenan los electrones en el átomo.

Ya se ha comentado que los electrones se sitúan en la corteza girando en torno al núcleo,


pero estos no se distribuyen de cualquier modo, sino que se disponen siguiendo un orden.
Esta distribución electrónica es de suma importancia pues influye en cómo se enlazan unos
átomos con otros y en las propiedades que se pueden observar en la materia.

Es importante tener presente que los electrones no giran en torno al núcleo en órbitas
circulares como se creía, sino que ocupan ciertas regiones denominadas orbitales (zonas del
espacio donde la probabilidad de encontrar al electrón es alta). Además, los electrones se
sitúan en estos orbitales en torno al núcleo por niveles de energía (como si fuesen las plantas
de un edificio).

Para establecer la configuración electrónica se siguen tres reglas:

• Principio de Aufbau: los electrones tienden a situarse en niveles de más baja energía.

• Principio de exclusión de Pauli: sólo puede haber dos electrones por orbital.

• Principio de Máxima Multiplicidad de Hund: si tenemos varios orbitales de igual


energía, los electrones tienden a ocupar todos antes de llenarlos (lo cual es lógico, ya
que los electrones, si pueden, se colocan separados unos de otros por ser cargas
negativas que se repelen).

IMPORTANTE: Siguiendo estas reglas se obtendría la configuración electrónica del estado


fundamental, es decir, la configuración electrónica del átomo en su estado de menor energía.

Si se incumple la regla de Afbau para un electrón de valencia y pasa a un nivel de energía


superior el átomo estaría excitado.

El Principio de Exclusión de Pauli y la Regla de Máxima Multiplicidad de Hund no pueden


inclumplirse.

- 1s22s2: configuración electrónica del estado fundamental.

- 1s22s12p1: configuración electrónica excitada.

- 1s22s3: configuración electrónica prohibida.

Habitualmente, para obtener la configuración electrónica de forma rápida, suele utilizarse el


diagrama de Möeller:

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Ejemplo: At (z = 85) 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2 4f14 5d10 6p5

• El número anterior a la letra indica el nivel energético.

• La letra el tipo de orbital.

• El superíndice el número de electrones en ese tipo de orbital.

Según Pauli, sólo puede haber dos electrones por orbital, entonces ¿por qué sobre la p hay 6
electrones o en d 10? Para entenderlo hay que tener en cuenta que las letras indican el tipo de
orbital. Los orbitales tipo p son realmente 3, por eso puede haber hasta 6 electrones, los d son
5 y los f 7, pudiendo haber en estos 10 y 14 electrones respectivamente

Números cuánticos:

Los electrones se identifican mediante cuatro números cuánticos, los tres primeros referidos
al orbital en el que se sitúan:

• Número cuántico principal: indica el nivel energético en el que sitúa el orbital. Sus
valores son números enteros positivos 1, 2, 3, 4…

• Número cuántico secundario: indica la forma del orbital (el tipo de orbital). Sus
valores van desde 0 hasta n-1.

• Número cuántico magnético: indica la orientación espacial del orbital. Sus valores
van desde –l, 0, +l.

• Número cuántico de espín: indica el sentido de giro del electrón. Sólo toma los
valores +1/2, -1/2.

Interpretación:

Para el nivel de energía 1 (el más bajo) tendremos el valor l = 0 (se corresponde con orbitales
s de forma esférica) y m = 0 (lo cual indica que sólo hay una orientación espacial para el
orbital tipo s, es decir, sólo hay un orbital de este tipo).

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Para el nivel n = 2 tendremos dos posibles valores de l (0 y 1) l = 0 ya esta visto, en cuanto a

l igual a 1 (orbitales lobulares tipo p, cada uno en un eje de coordenadas) tendremos tres
posibles orientaciones m = -1, 0, 1 y por tanto tres orbitales tipo p. Ect…

Según esto se construye el siguiente esquema:

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LA TABLA PERIÓDICA

La Tabla periódica ordena y clasifica los elementos químicos según su estructura atómica y
ciertas propiedades llamadas propiedades periódicas.

ORDENACIÓN DE ELEMENTOS

Los elementos químicos se organizan en la tabla periódica en orden creciente de su número


atómico (Z). A su vez, los elementos están ordenados en 18 grupos (columnas) y 7 períodos
(filas). Los elementos de los grupos 1, 2 y 13 hasta18 se denominan elementos de los grupos
principales. Los elementos que están entre los grupos 3 – 12 elementos de transición.

Los elementos de un mismo grupo se caracterizan por tener la misma configuración


electrónica de la capa de valencia (la última capa), es decir, tienen el mismo número de
electrones en la última capa distribuidos en el mismo tipo de orbital (lo que les hará tener
propiedades muy similares) por ejemplo:

Li (z = 3): 1s2 2s1 un electrón en un orbital s.

Na (z = 11): 1s2 2s2 2p6 3s1 un electrón en un orbital s.

Para los elementos de los grupos principales, el número de electrones de la última capa indica
el grupo al que pertenece el elemento, para los dos ejemplos anteriores el número de
electrones de valencia es 1, por lo que pertenecerán al grupo 1.

En el caso de los metales de transición, por ejemplo, el Co (z = 27) = 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2
3d7, los últimos electrones no se sitúan en el último nivel sino en el penúltimo y dentro de
orbitales d. Para saber el grupo al que pertenece, se cogen todos los electrones desde el
último nivel (en este caso 4s), por tanto, el Co pertenecerá al período 4 y grupo 9 (2+7).

El período viene indicado por el último nivel energético, así el Li pertenece al segundo
período, el Na al tercero y el Co al cuarto.

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En el gráfico anterior, se explica como en los elementos de los dos primeros grupos los
electrones de valencia se sitúan en orbitales s, en los elementos de transición los últimos
electrones se colocan en orbitales d del penúltimo nivel y en los elementos de los grupos del
13 al 18 se colocan sobre orbitales p del último nivel.

En resumen, los elementos están ordenados según su número atómico y su configuración


electrónica, de la cual dependen la mayoría de propiedades físico-químicas que presenta la
materia, por tanto, previsiblemente las propiedades de los elementos variarán periódicamente
a medida que nos movamos por la tabla.

PROPIEDADES PERIÓDICAS

Propiedades que varían de forma periódica (gradual) a medida que nos desplazamos por la
tabla periódica.

Radio atómico, está relacionado con el tamaño del átomo, sería la mitad de la distancia que
une dos átomos enlazados en un sólido metálico o sustancia covalente.

Este aumenta a medida que nos movemos hacia abajo en los grupos (porque los átomos
tienen electrones en niveles cada vez mayores, es decir, más externos). El tamaño también
aumenta hacia la izquierda, ya que todos los elementos de un mismo período tienen los
electrones de valencia en la misma capa y Z hacia la izquierda disminuye. Por esto hay
menos carga positiva en el núcleo, los electrones se verán menos atraídos pudiéndose
expandir más y por tanto aumentará el radio atómico.

Es importante tener en cuenta que el tamaño varía mucho más al movernos verticalmente que
horizontalmente (El sodio será poco mayor que el magnesio, el potasio será bastante mayor
que el sodio).

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Radio iónico. Es necesario diferenciar entre cationes y aniones:

• Catión: el radio de cualquier catión es menor que el de su átomo neutro ya que al


perder un electrón hay menos repulsión interelectrónica en la corteza y esta se
contrae. Además, el balance carga positiva/negativa aumenta, lo que hace que el
núcleo atraiga con más intensidad a la nube electrónica.

• Anión: el radio de cualquier anión es mayor que el de su átomo neutro debido a que al
ganar un electrón habrá más repulsión interelectrónica en la corteza, esto hace que la
nube electrónica se expanda. Ahora el balance carga positiva/negativa disminuye, por
tanto, el núcleo atraerá con menos intensidad a los electrones y en consecuencia la
nube electrónica se puede expandir más.

En caso de tener tres átomos: un catión, un anión y un átomo neutro, de diferentes elementos
pero isoelectrónicos (igual número de electrones y por tanto igual configuración electrónica)
el radio variaría: Ranión > Rat.neutro >Rcatión. Por ejemplo: radio F-> radio Ne> radioNa+.

El carácter metálico: este aumenta al movernos a la izquierda y hacia abajo (igual que el
radio atómico), lo cual es lógico, debido a que los metales tienden a perder electrones y
cuanto más grande sea un átomo los electrones estarán más alejados del núcleo pudiéndose
perder más fácilmente. Por ejemplo, el potasio será mayor que el sodio, por lo tanto, puede
perder más fácilmente un electrón, entonces el potasio tienen mayor carácter metálico que el
sodio.

Energía de ionización (EI): es la energía necesaria (por tanto positiva) para arrancar el
electrón más externo a un átomo neutro en estado fundamental y en forma de gas (aislado).
Esta sería la primera energía de ionización.

La EI aumenta de forma contraria al radio atómico y carácter metálico: hacia la derecha y


hacia arriba. Cuanto más pequeño sea el átomo la nube electrónica estará más cerca del
núcleo y atraída por este, por lo tanto, se necesitará más energía para arrancar un electrón.

Si se quisiera arrancar otro electrón (segunda energía de ionización) hay que tener en cuenta
que ahora tenemos un catión, balance carga positiva/negativa mayor que en átomo neutro,
esto hace que los electrones estén más atraídos y que sea necesaria más energía para
extraerlo.

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En general, cada vez que se quiera arrancar un electrón a mayores, se precisa más energía.
No siempre ocurre esto, por ejemplo, los metales del segundo grupo tienden a perder dos
electrones y no uno para conseguir tener su última capa llena, por tanto, su primera EI será
mayor que la segunda EI.

Afinidad electrónica (AE): es la energía desprendida (negativa) por un átomo neutro en


estado fundamental y en forma gas cuando este capta un electrón.

La AE aumenta igual que la EI y de forma opuesta al radio atómico. Cuanto más pequeño sea
un átomo, los electrones que estén cerca, sentirán con mayor intensidad la atracción del
núcleo atómico y por tanto el átomo tendrá mayor tendencia a ganarlos.

Importante: No confundir EI con AE, la primera indica lo que cuesta que un átomo pierda
electrones, la segunda la tendencia de un átomo a captar electrones.

Electronegatividad (χ): es la capacidad que tiene un átomo para atraer los electrones que
comparte en un enlace covalente.

Esta propiedad está muy relacionada con las dos anteriores, cuanta más tendencia tenga un
átomo a ganar electrones (mayor AE) mayor será su electronegatividad, cuanto más cueste
quitarle un electrón a un átomo (mayor EI) mayor electronegatividad. Esta propiedad variará
al igual que AE y EI: aumenta hacia arriba y hacia la derecha.

Excepciones:

La EI es menor en el grupo 13 que en el grupo 2 ya que los elementos del grupo 2 tienen el
último subnivel s lleno (lo que le confiere gran estabilidad) y en los elementos del grupo 13
el último subnivel sólo tiene un electrón por lo tanto no le será difícil perderlo.

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La EI en el grupo 16 es menor que en el grupo 15 ya que los elementos del grupo 16 están
apareando un electrón, lo cual genera repulsiones. Los elementos del grupo 15 tienen los
electrones del último subnivel p desapareados, lo que les confiere bastante estabilidad.

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EL ENLACE QUÍMICO

INTRODUCCIÓN:

En la naturaleza los elementos químicos no existen de forma aislada (salvo los gases nobles)
no tenemos O, sino O2, no tenemos C aislado sino millones de átomos unidos formando
carbono grafito o un diamante, etc.

Los átomos de los diferentes elementos se enlazan entre sí para conseguir una configuración
electrónica lo mas estable posible (con la menor energía posible) esta configuración estable
la consiguen los gases nobles.

Por tanto, se podría decir que los átomos tienden a ganar (los no metales), perder electrones
(los metales) para alcanzar la configuración electrónica de gas noble. En función de esto
tendremos tres tipos de enlaces: iónico, covalente y metálico.

Es necesario tener en cuenta que los enlaces químicos son las interacciones, fuerzas de
atracción, que se establecen entre átomos, estas fuerzas son de tipo culómbico, son el
resultado de las atracciones y repulsiones entre cargas de distinto signo (núcleo-electrones,
electrones-electrones, núclo-núcleo).

TIPOS DE ENLACE QUÍMICO

ENLACE IÓNICO

El enlace iónico se forma entre metal y no metal, veamos el ejemplo del NaCl:

Na (z = 11) 1s2 2s2 2p6 3s1

Cl (z = 17) 1s2 2s2 2p6 3s2 3p5

El Na cumpliría la regla del octeto (quedaría con 8 electrones en su última capa o nivel) si
pierde un electrón o si gana siete. Como le es más fácil lo primer, perderá un electrón
formando un catión Na+.

El Cl cumplirá la regla del octeto perdiendo siete electrones o ganando uno. Como le será
más fácil lo segundo, gana un electrón convirtiéndose en anión.

Por tanto, el Na cede un electrón al Cl formándose un catión y un anión. Estos son cargas de
distinto signo que se verán atraídas. En definitiva, el enlace iónico consiste en la atracción
entre cargas de distinto signo (fuerzas de atracción electrostática).

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En estos compuestos los iones se distribuyen de forma ordenada en el espacio generando
compuestos cristalinos.

Propiedades de los compuestos con enlace iónicos

• Son sólidos de estructura cristalina.

• Altos puntos de fusión (entre 300 °C o 1000 °C).

• Son solubles en agua.


Na+
• En estado sólido no conducen la electricidad. Cl-

• Una vez fundidos o en solución acuosa, sí conducen la electricidad (la corriente


eléctrica son cargas en movimientos. Al fundirse o disolverse un compuesto iónico
los iones quedan libres permitiendo la aparición de la corriente).

ENLACE COVALENTE

En enlace covalente se forma entre elementos no metálicos (por ejemplo, el F2). En este caso
se unen dos flúor, ambos tienden a ganar electrones, ninguno a perderlos. Lo que ocurre en
este caso es que cada átomo comparte un electrón logrando tener ocho electrones en su
última capa.

Por ejemplo, la molécula de F2:

Representación del enlace covalente, Diagrama de Lewis

Este diagrama es una forma sencilla de representar el enlace covalente, para ello cada
electrón de valencia (de orbitales s o p) se representa mediante un punto en torno al símbolo
del elemento químico, poniendo juntos los electrones apareados.

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Según la regla del octeto, cuando los átomos forman enlaces covalentes comparten
electrones de las capas externas hasta alcanzar la configuración de gas noble, esto se
conseguiría con ocho electrones en su última capa.

Los pares de electrones compartidos para cumplir la regla del octeto forman los enlaces
(pares electrónicos enlazantes) y se representan con trazos rectos. También se pueden
representar mediante trazos rectos los pares de electrones que quedan sin enlazar (pares
electrónicos no enlazantes).

Ejemplos: b) O2 b) CO2

Polaridad del enlace

Cuando se forma un enlace covalente entre dos átomos iguales, los electrones del enlace
están atraídos por igual por los dos núcleos por lo que no hay separación de cargas y el
enlace resultante es apolar.

Cuando se enlazan átomos diferentes, el más electronegativo tiende a atraer hacia sí mismo
los electrones compartidos del enlace por lo que se produce una separación de cargas,
quedando el átomo más electronegativo con carga parcial negativa (∂-) y el otro con carga
parcial positiva (∂+), en este caso el enlace es polar.

Como el enlace polar es un dipolo eléctrico, la magnitud que indica la polaridad se llama
momento dipolar .

Polaridad de la molécula

• Si tenemos una molécula diatómica con átomos iguales, será apolar.

• Si tenemos una molécula diatómica con átomos diferentes, la molécula es polar.

• En moléculas poliatómicas la polaridad depende de la geometría de la molécula. Si la


molécula es simétrica se anulan los momentos dipolares y la molécula será apolar, por
el contrario, será polar.

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Fuerzas intermoleculares.

Es importante no confundir el enlace químico con las fuerzas intermoleculares. En los


compuestos covalentes moleculares, las fuerzas que mantienen unidos los átomos que forman
las moléculas son lo que llamamos enlaces químicos. Pero las moléculas no están aisladas
unas de otras ya que siempre existe cierta interacción entre ellas (generalmente interacciones
de tipo culómbico: atracciones y repulsiones entre cargas de distinto signo, entre electrones y
núcleos). Estas interacciones son las fuerzas intermoleculares. Su intensidad es mucho menor
que la de los enlaces químicos.

En los compuestos cristalinos (iónicos, covalentes cristalinos y metálicos) la estructura es un


cristal. No tenemos moléculas aisladas, por eso en estos casos no hay fuerzas
intermoleculares (salvo excepciones, como en los compuestos con estructura laminar, por
ejemplo, el grafito).

Las fuerzas intermoleculares son las responsables, por ejemplo, del estado de agregación de
los compuestos covalentes moleculares.

En general, la masa molecular influye en el estado de agregación, moléculas grandes tienden


a estar en estado líquido y sólido, pero este no es el único factor que influye sino que hay que
tener en cuenta las fuerzas intermoleculares. La molécula de agua es pequeña pero a
temperatura ambiente el agua es un líquido y no un gas debido a que existen fuerzas
intermoleculares bastante importantes. Por otro lado, el CO2 es una molécula mayor que la de
agua, pero es un gas debido a que las fuerzas intermoleculares son de baja intensidad.

Propiedades de las sustancias covalentes

Las sustancias covalentes pueden ser compuestos moleculares (agua, CO2, O2…) o sólidos
cristalinos como el carbón, el diamante, o los silicatos. Lógicamente, las propiedades de un
tipo u otro son muy diferentes:

Compuestos moleculares:

• En condiciones normales (25 °C aprox.) suelen ser líquidos o gases.

• Temperaturas de fusión y ebullición bajas.

• Son blandos en estado sólido.

• Son aislantes de corriente eléctrica y calor.

• La solubilidad varía dependiendo de la polaridad de las moléculas.

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Sólidos cristalinos: forman redes de átomos semejantes a los compuestos iónicos, estos
compuestos se caracterizan por:

• Son sólidos.

• Elevadas temperaturas de fusión y ebullición.

• Son sustancias muy duras (excepto el grafito).

• Son aislantes (excepto el grafito).

ENLACE METÁLICO

El enlace metálico se da en los elementos metálicos. Los electrones de valencia (los de la


última capa) son extraídos de sus orbitales y tienen la capacidad de moverse libremente a
través del compuesto metálico (teoría de la nube electrónica).

Propiedades de las sustancias metálicas:

• Suelen ser sólidos a temperatura ambiente, excepto el mercurio, y sus puntos de


fusión y ebullición varían notablemente.

• Las conductividades térmicas y eléctricas de los metales son muy elevadas, esto se
explica por la enorme movilidad de sus electrones (la corriente eléctrica son cargas,
aquí electrones, en movimiento).

• Presentan brillo metálico.

• Son dúctiles y maleables (se pueden formar hilos y planchas).

• Se oxidan fácilmente salvo excepciones como el oro.

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