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Para el año 450 ac. Demócrito y Leucipo propusieron la primera teoría atómica llamada la
"Discontinuidad de la Materia". Esta consistió en que la materia se podía dividir
indeterminadamente en partículas cada vez más pequeñas hasta obtener unas diminutas e
indivisibles a las que Demócrito llamo átomos, los cuales constituyen la materia. La teoría
atomística de Demócrito y Leucipo dice así:
La teoría propuesta por Leucipo y Demócrito no tuvo gran aceptación entre los filósofos griegos y
romanos, así que el átomo fue olvidado ya que la teoría de que el universo estaba compuesto por
cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire), resulto mucho más popular, aceptada y propagada
por “eruditos”, como Aristóteles.
Dalton
Dificultades de la teoría:
Thomson
El modelo atómico de Thomson es una teoría sobre la estructura atómica propuesta en 1904 por
Thomson, quien descubrió el electrón en 1895, pocos años antes del descubrimiento del protón y
del neutrón. En el modelo, el átomo está compuesto por electrones de carga negativa en un
átomo positivo, incrustados en este al igual que las pasas de un budín. Por esta comparación, fue
que el modelo se denominó «Modelo del budín de pasas». Postulaba que los electrones se
distribuían uniformemente en el interior de los átomos suspendidos en una nube de carga
positiva. El átomo se consideraba como una esfera con carga positiva con electrones repartidos
como pequeños gránulos.
Inconsistencia del modelo: Incorrecta distribución de la carga positiva.
Rutherford:
● Propuso en 1911 la existencia del núcleo, con una zona central densa en la cual se
concentra cerca del 99,9 % de la masa atómica.
● El núcleo debe ser positivo, puesto que otras partículas también de carga positiva eran
rechazadas.
● Los electrones debían permanecer en constante movimiento en torno al núcleo, aunque a
una cierta distancia, con lo cual gran parte del volumen del átomo seria espacio vacío.
● La carga negativa de los electrones debía contrarrestar la positiva del núcleo, para dar
lugar al átomo neutro.
Inconsistencias: Los electrones debian perder energía hasta terminar precipitándose sobre el
núcleo, teniendo en cuenta que esto no sucede algo fallaba.
Bohr
En 1913 propuso un nuevo modelo atómico en el que mantenía la estructura propuesta por
Rutherford pero hacia las siguientes precisiones acerca de la disposición de los electrones
alrededor del núcleo:
Sommerfeld:
En 1916, Sommerfeld perfeccionó el modelo atómico de Bohr intentando paliar los principales
defectos de este. Para eso introdujo dos modificaciones básicas: Órbitas elípticas para los
electrones y velocidades relativistas. En el modelo de Bohr los electrones solo giraban en órbitas
circulares. La excentricidad de la órbita dio lugar a un nuevo número cuántico: el número cuántico
azimutal, que determina la forma de los orbitales, se lo representa con la letra l .
Arnold Sommerfeld, con la ayuda de la teoría de la relatividad de Albert Einstein, hizo las
siguientes modificaciones al modelo de Bohr:
2. A partir del segundo nivel energético existen dos o más subniveles en el mismo nivel.
● Describe a los electrones por medio de una función de onda, el cuadrado de la cual
representa la probabilidad de presencia en una región delimitada del espacio. Esta zona de
probabilidad se conoce como orbital. El cuál es el lugar donde existe mayor probabilidad
de encontrar al electrón. Pero pronostica apropiadamente las líneas de emisión
espectrales (El espectro de emisión atómica de un elemento es un conjunto de frecuencias
de las ondas electromagnéticas emitidas por átomos de ese elemento, en estado gaseoso,
cuando se le comunica energía) en átomos neutros como en átomos ionizados.
● Esta teoría aportó la creación de la configuración electrónica de donde se obtienen los
números cuánticos de los electrones de un átomo. Dicha distribución electrónica señala el
nivel de energía del electrón, es decir, a que distancia se encuentra del núcleo, el orbital y
el giro que posee sobre su mismo eje.
Otros modelos atómicos postulaban no solo donde se encontraba el electrón, sino que también
hablaban de la forma de los orbitales y demás (y se basaban en el hecho de que consideraban al
núcleo del átomo como el "sol" y los electrones girando alrededor como "planetas").
Dirac (1928)
En este modelo se asume que cuando las partículas son muy pequeñas, no es posible conocer su
velocidad ni su posición de una manera simultánea.
Adicionalmente, en las ecuaciones de dicha teoría, surge el cuarto parámetro con una
característica cuántica; este parámetro es llamado número cuántico espín.
Estas postulaciones son significativas ya que tienen un aporte en el estudio de las radiaciones, así
como también en la energía de ionización. Adicionalmente, son primordiales a la hora de estudiar
la energía que libera un átomo durante una reacción.
Los rayos gamma tienen las longitudes de onda más cortas y las frecuencias más altas conocidas.
Son ondas de alta energía capaces de viajar a larga distancia a través del aire y son las más
penetrantes.
Los rayos X tienen longitudes de onda más largas que los rayos gamma, pero menores que la
radiación ultravioleta y por lo tanto su energía es mayor que la de estos últimos. Se utilizan en
diversas aplicaciones científicas e industriales, pero principalmente utilizan en la medicina como la
radiografía. Consisten en una forma de radiación ionizante y como tal pueden ser peligrosos. Los
rayos X son emitidos por electrones del exterior del núcleo, mientras que los rayos gamma son
emitidos por el núcleo.
La radiación ultravioleta (UV) se define como la porción del espectro electromagnético que se
encuentra entre los rayos X y la luz visible.
La luz visible —también espectro visible— es la parte de espectro electromagnético que los ojos
humanos son capaces de detectar. Cubre todos los colores del azul a 400 nm al rojo a 700 nm. La
luz azul contiene más energía que la roja.
Las ondas radioeléctricas tienen longitudes de onda largas que varían unos pocos centímetros a
miles de kilómetros de longitud. Sus principales usos son en la televisión, los teléfonos móviles y
las comunicaciones por radio.
Quarks
Los quarks son los constituyentes fundamentales de la materia, que se combinan de manera
específica para formar partículas tales como protones y neutrones.
CLASIFICACIÓN
Existen seis tipos distintos de quarks a los cuales los físicos de partículas les han dado los
siguientes nombres:
-Up (arriba).
-Down (abajo).
-Charm (encantado).
-Strange (extraño).
-Top (cima).
-Bottom (fondo).
Los quarks up y down, son los quarks más comunes, siendo los constituyentes de los protones y los
neutrones. Dos quarks up y un down forman un protón, mientras que un quark up y dos down
forman un neutrón (p=uud) (n=udd).
Gluones
El nombre hace alusión a "pegamento" se debe a estas partículas son las que "unen" los quarks
dentro de los núcleos atómicos.
Gravitón
De la misma forma en que el fotón es conocido por ser la partícula cuántica de la fuerza
electromagnética y el gluón es la partícula cuántica de la fuerza nuclear fuerte, el “gravitón” es el
nombre dado a una partícula cuántica de la fuerza gravitatoria. Estos gravitones serían partículas
sin masa, que viajarían a la velocidad de la luz entre un cuerpo y otro "transportando" la gravedad.
Positrones
Un positrón es una partícula de tipo elemental (ya que no existen evidencias de que esté
compuesta por otras partículas más simples) cuya carga eléctrica resulta igual a la que posee el
electrón, aunque positiva. Por esta característica, se dice que el positrón es la antipartícula de esta
partícula subatómica.
Neutrinos
Materia Oscura
La materia oscura es un término genérico para eso (materia) que debe estar allí, pero que no
podemos ver (oscura). La materia oscura no emite ni absorbe luz, por lo tanto, es imposible verla.
(Y de ahí lo de “oscura”). Aunque no podamos verla, sabemos que la materia oscura existe por los
efectos que provoca. La materia oscura ejerce atracción gravitatoria sobre la materia que sí
podemos ver. Por ejemplo: las galaxias en espiral giran más rápido de lo que deberían si la única
materia que existiese en ellas fuese la materia de sus estrellas.
La materia “visible”, es decir, la materia que vemos a nuestro alrededor está formada por átomos
(protones y neutrones). Todavía no sabemos qué compone la materia oscura, pero la evidencia
parece indicar que NO está formada por protones y neutrones sino por algún tipo diferente de
partículas.
Para empezar hay que decir que la materia ordinaria es algo más que protones, neutrones y
electrones, es decir, los constituyentes de los átomos. De hecho, los protones y los neutrones ni
siquiera son partículas elementales (partícula fundamental de la materia que no puede dividirse en
otras más pequeñas) sino compuestas de otras llamadas quarks. Un protón (p) está hecho de tres
quarks, dos del tipo u y uno del tipo llamado d; simbólicamente, p=uud. Del mismo modo, un
neutrón (n) está compuesto por tres quarks en la combinación opuesta: n=udd. Por lo que
sabemos, los quarks son perfectamente elementales, y lo mismo puede decirse del electrón. Así
que, al final, resulta que los átomos siguen estando formados por tres partículas elementales: los
quarks u y d (que constituyen protones y neutrones) y los electrones. Es importante señalar que el
protón y el neutrón no son las únicas partículas compuestas. De hecho, la mayoría de las partículas
conocidas no son realmente elementales sino que están hechas de quarks. Entre ellas podemos
mencionar el pión, el kaón, etc. Sin embargo, hay otras partículas que si tienen el rango de
partículas elementales, en pie de igualdad con el electrón y los quarks.
Los neutrinos representados con la letra griega v, fueron predichos en 1930 por el gran físico
Wolfgang Pauli a partir del estudio de las desintegraciones de ciertos núcleos, si bien para su
descubrimiento hubo que esperar hasta 1956. Por lo que sabemos, los neutrinos son partículas tan
elementales como los quarks y los electrones. Así que el electrón (e), junto con los quarks (u y d) y
el neutrino (v) forman un selecto grupo, llamado de primera familia de partículas elementales.
Pero aquí no acaba la lista. Conocemos otras dos familias de partículas elementales, también
llamadas familias del muón (µ) y del tau (t). El muón y el tau son dos partículas prácticamente
iguales en todo al electrón, excepto que su masa es mayor. Concretamente el muón es unas 200
veces más pesado que el electrón, y el tau, unas 3500.
Hablemos ahora de otro ingrediente básico del modelo estándar de partículas: las interacciones
entre las partículas elementales. Uno de los éxitos de la ciencia moderna ha sido comprender que
todas las interacciones que vemos entre objetos y sustancias (atracción gravitatoria, fuerzas
eléctricas y magnéticas, fuerzas de rozamiento y adherencia, reacciones químicas, procesos
nucleares, etc.) son manifestaciones de solo cuatro interacciones fundamentales: la gravitatoria,
la electromagnética, la nuclear fuerte y nuclear débil. Por ejemplo, todas las reacciones químicas
son manifestaciones de la interacción electromagnética. Es interesante mencionar que las cuatro
interacciones son esenciales para la vida. Sin atracción gravitatoria no se formarían estrellas ni
planetas, ni los segundos orbitarían alrededor de las primeras. Sin fuerzas electromagnéticas los
electrones no estarían ligados a los núcleos atómicos, así que no habría átomos ni, por tanto,
sustancias diversas. Las fuerzas fuertes y débiles son mucho menos familiares, pero igualmente
esenciales. Las fuerzas fuertes son las responsables de que los quarks se mantengan unidos en un
protón o un neutrón, y también de que los protones y neutrones formen núcleos estables. Sin ellas
no existirían núcleos atómicos y, por tanto, tampoco los átomos. Finalmente, las fuerzas débiles
son las responsables de los procesos que en el interior del sol producen luz y calor, los cuales
hacen posible la existencia de la vida en la tierra. Las partículas elementales de las tres familias
sienten estas interacciones de forma diferente. La interacción gravitatoria es sentida por todas
ellas, así como la interacción débil. La electromagnética es sentida solo por las partículas con carga
eléctrica, que son todas excepto los neutrinos. Por último, la interacción fuerte es sentida solo por
los quarks.
Las cuatro interacciones básicas presentan aspectos comunes importantes, concretamente, todas
ellas están mediadas por ciertas partículas, que hacen el papel de mensajeras de la interacción.
Poe ejemplo, los fotones son las partículas mensajeras de la interacción electromagnética.
Análogamente, la interacción fuerte surge del intercambio de los llamados gluones (g), y la
interacción débil, de los llamados bosones W y Z. Finalmente, la interacción gravitatoria tiene
también su partícula mensajera, el gravitón (G). Todas estas partículas mensajeras han de ser
consideradas también partículas perfectamente elementales.